Mi turra me garcha frente a mi suegra (cap 9)

Antes de empezar con este capítulo queríamos darles las gracias con mi turra por todos los mensajes, comentarios y puntos que nos dejan. Cómo muestra de nuestro agradecimiento al final del capítulo les dejamos un pequeño regalito de nuestra parte. 

Y es que haber si bien había algunas cosas que extrañaba de mi vida anterior, la realidad es que mi turra con su orto entangado sus petes y esos tremendos garches me hacían olvidar de casi todos los lujos anteriores. La verdad es que de las cosas materiales no extrañaba absolutamente nada, ni una computadora nueva ni la habitación para mí solo ni la tele nada pero nada de todo eso podía si quiera hacerme dudar teniendo la compañía de mi turra. Teniendo nuestros garches y provocandonos todo el día. En cuanto a las familias ya directamente era goleada para la familia de mi turra. Dónde allá era todo amargo acá era todo alegria, dónde allá había pensamientos retrogrados acá había todo libre. Acá había cumbia había birra había jodas acá había carnaval. Dónde si me costaba un poco más era el tema de las comidas. Primero porque yo no estaba acostumbrado a eso de no almorzar o solo picar un sanguchito. Y los desayunos no tenían nada que ver con mi antigua vida. Es en parte por eso que salí a buscar trabajo. Quería tener plata para disfrutar los fines de semana con mi turra salir a pasear como hacíamos antes, comprarle ropita sexy lencería y además poder mejorar un poco la calidad de mis almuerzos. 

La realidad era otra claramente en ese entonces y se conseguía fácilmente trabajo. No abre tardado ni medio día dando unas pares de vueltas con el 147 por algunos lugares donde me habían recomendado y conseguí trabajo como repositor en un supermercado digamos cerca de nuestra casilla, unas veinte cuadras masomenos. En negro claramente sobre todo para que mi hermosa luchona tenga todos los beneficios estatales asignación plan trabajar creo que era en ese momento no recuerdo bien, lo que si recuerdo fue volver muy contento para la casa de mi turra a contarle de mi logro obtenido. Llegué y estaba mi luchona en el patio con mi suegra y mi cuñada. La suegra colgaba la ropa mientras que sus dos hermosas hijas vagas tomaban mate sentadas cómodamente en unas sillas que apenas se mantenían en pie. Llegué, me acerque y la saludé con un buen beso en la boca a mi turra. Mi suegra colgaba en ese momento algunas tangas diminutas en la soga. Había de todos colores, rojas, blancas, fuccias, celestes alguna negra. Mezcladas entre las de mi cuñada y las de mi turra. Mi suegra al ver mi carita de caliente deleitándome con esas tangas hilito me dijo: "te vuelve loco con estás tangas no?". Un poco me sorprendió porque si bien me había recibido siempre bien y la familia me re quería con las únicas que habíamos jodido y bromeado con temas sexuales era con mis dos cuñadas. Nunca con la suegra. "Que te parece una diosa la nena" le respondí sin sarparme demasiado manteniendo la calma por las dudas. "Las dos salieron putas como la madre". Me respondió riéndose mi suegra. Ambas turras rieron y asintieron. Eso me hizo preguntarme cuántas historias cuántas cosas de más pendejas abran vivido y todavía yo no sabía. Noches de escuchar garchar a mi suegra o cosas así. Seguro miles y ahora quería saber quería descubrir. De modo que me animé ya sintiendo la verga parándose y poniéndose dura en el joggin tire una: "sos la culpable de que mi mujercita me coja tan bien entonces?". Cerré la frase sonriéndole a mi turra que me devolvió la miradita de puta como dándome a entender que esa noche íbamos a garchar como salvajes. Mi suegra se sonrió y volvió a la carga: "a mí no me importa nada querido yo cuando garcho garcho olvídate". Y siguió: "pregúntale a estás dos sino" dejándome más que claro que la abran escuchado garchar varias veces. Ambas turras se rieron y mi luchona respondió en medio de risas: "ni dormir nos dejabas maldita". Yo iba sintiendo cada vez más y más ganas de garchar más y más calentura y más amor por esta hermosa familia. "Vos no te quedas atrás pendeja se escucha todo" le respondió en tono muy relajada mi suegra. Yo tenía la verga durísima. Mataba por las ganas de cojer a mi turra en ese mismo momento. 

Esa noche y después de esperar toda la tarde con unas ganas tremendas mi turra y yo estábamos acostados en la cama. Estábamos ella en tetas y con una tanguita hilito y yo en pija completamente dura. Comiéndonos a besos rosandonos metiendonos mano. Y mi turra me dice: "vamo a garchar al comedor que escuche mi mamá". Me sorprendió y me calentó muchísimo esa actitud. Claramente tenía que ver con lo de la tarde y con historias del pasado que moría por escuchar. De modo que nos levantamos de la cama así básicamente en pelotas y salimos de la pieza al comedor. La pieza de mi suegra daba a ese comedor y tampoco tenía puerta apenas una cortinita. Yo sentía el corazón que me palpitaba como loco y la verga la tenía al palo mal durísima. Mi turra se puso justo frente a la cortinita y se puso en cunclillas y me la empezó a chupar. Yo sentía un fuego recorrer todo el cuerpo. Calentura nervios todo. Miraba como mi turra me la chupaba y miraba de reojo la cortinita aver si mi suegra aparecía o que pasaba. Al pasar un auto por la calle iluminó el comedor con las luces y Vi que mi suegra dormía entangada y en tetas. Dormía pero se podía despertar en cualquier momento. Y mi turrita hermosa peteandome básicamente del otro lado de la cortina que usaba de puerta. Cuando mi verga ya estaba hinchada mal durísima mi turra se incorporó y se puso de espaldas contra la pared de la pieza de mi suegra apenas al lado de la cortina. "Cojeme toda bebu" me suplico. Yo viendo esa colita redondita firme agarre y le abrí apenitas los cachetes para ensartarle la verga sin forro piel con piel dentro de su hermosa concha. 

Mi turra al sentir como entraba mi verga dió dos grititos agudos bien de trolita y respiraba agitada. Obviamente a ella también le re calentaba más toda la situación. Yo le bombeaba pija adentro y con una mano le apretaba la teta y le apretaba el pezón. Mi turra no gemia gritaba. Yo escuchaba sus gritos y les juro que sentía que la calentura me volaba mal la cabeza. Cada vergaso dentro de su concha hacia que la luchone pegue un grito agudo bien de zorrita caliente y yo sentía el titilar de la verga la explosión de la calentura y la cabeza a mil. No habían pasado ni diez minutos que con tanto grito obviamente se despertó mi suegra. Yo sentía que no daba más de toda la situación era algo fascinante para mí. Nunca le saque la verga de adentro de la concha de mi turra y mi suegra apareció por la cortina en tetas y con una tanga negra tapándole la concha. Pezones grandes redondos que nunca intento taparse incluso sabiendo que yo estaba ahí. "Ya que no me dejas dormir me busco una birra pendeja de mierda" le dijo riéndose mi suegra a mi turra. Yo estaba que volaba tranquilamente pude haber acabado ahí y cagaba todo el garche. "Cojeme bebu dale" me decía mi turra mientras yo todavía seguía encantado con la situación. Mientras mi suegra se alejaba en tetas hacia la heladera yo seguía metiéndole verga dentro a mi turra. Ella seguía gritando disfrutando y gozando la situación. Mi suegra volvió a pasar en tetas sin taparse delante nuestro y por lo bajo le dijo a mi turra "putita como la mami me encanta". Mi suegra se acostó en la cama a tomarse la lata de birra mientras mi turra y yo seguíamos garchando ahí. Obviamente no pude más y acabe llenándola de leche por completo. Fue una acabada sarpada mal y mi turra me comenzó a comer la boca rápidamente. 

Yo les juro que cuando se me pasó la locura de la calentura y la acabada temblaba de toda la situación. Había Sido algo increíble para mí. Mi suegra riéndose desde adentro de la pieza nos dijo: "vengan bebés vengan" y nos hizo pasar. "Amo que sean así que no les importe nada son como yo". Mi turra se reía ni pelota le daba. Yo en cambio ni voz tenía. Apenas si me salió un "gracias" tan finito que apenas si se escuchó. Lo más interesante es que mi suegra nos dijo "duerman acá conmigo bebés sarpaditos". Mi turra no solo acepto enseguida sino que me agarró de la mano y me hizo acostarme con ella. Yo volvía a sentir el fuego en la verga. Mi suegra estaba en tetas y; mi turra y yo desnudos. Los tres acostados en la misma cama. Me saque la lotería con esta familia pensaba. Y las cosas que aún me faltaban por descubrir...