Hola mis amores, está es la continuación de como le fuí infiel a mi esposo con un negro.
Como chocolate obscuro, ancho con las venas bien marcadas, lo tomé con ambas manos, una arriba y otra en su base y comencé a subir y bajar por todo su tronco mientras casi sin darme cuenta yo me estaba acercando más a él, su cabeza rosaba mis labios y sin pensarlo me lance sobre el como una niña que se lanza sobre un caramelo, abrí mi boca, lo hice un poco a un lado para poder agarrarlo con mi boca en su base, con mi lengua toque su piel y de un movimiento moví mi cabeza para recorrerlo todo con mis labios y lengua, repetí esto dos o tres veces más, se escuchaba el ruido de mi saliva al despegarme de su increíble pene, no diré medidas por que la verdad no tengo idea de cuánto midiera y ni pregunté, mucho menos lo medio pero es por mucho el pene más grande y sabroso que he tenido entre mis manos y mi boca.
Abrí mi boca y me trague todo su glande, con mi mano izquierda lo masturbaba mientras movía mi cabeza adelante y atrás quieriendomelo meter todo pero no me entraba más, pensé que iba a tener un mal sabor u olor pero no, creo que ese día o por lo menos un día antes se había duchado cosa que se agradece ya que me lo podía comer a gusto. Me preguntó si me cabía todo a lo que solo respondí sacandomelo de la boca y riéndome para volver a metermelo en la boca, mi lengua saboreaba su glande cuando en volvió a preguntar si me cabía todo, me lo saque y le dije que no, estaba muy grande, mientras el se reía me lo volví a meter a la boca sin dejar de masturbarlo, el negro dejo caer su boxer al piso, cada que yo me sacaba su pene de mi boca se escuchaba el sonido característico del vacío abriéndose y me lo volvía a meter sin dejar de masturbarlo, puso su mano en mi cabeza y jugaba con mi cabello, empezó un leve movimiento con su cadera hacia adelante y atrás, me estaba esmerando mucho en mi mamada, mi mano se agitaba fuerte en su tronco y su pene entraba y salía de mi boca como si yo misma me estubiera follando la boca... bueno de hecho eso hacía, por momentos me lo sacaba para ponerlo de lado y darle fuertes chupetones en los costados de su tronco. Con su mano apretó mi cabeza con él para meterlo más, pero era imposible, empezaban las arcadas y me lo tenía que sacar, hilos de saliba quedaban colgando de mi boca a su pene y nuevamente me lo tragaba, otra vez me precionó él contra y por más que abría la boca no entraba y me lo tenía que sacar de nuevo por las arcadas, simplemente no entraba, la mandíbula me dolía por el esfuerzo pero no podía dejar de chuparlo, era delicioso y no quería dejarlo.
N - Hay que ver si te entra en la concha.
Está enorme, contesté sin dejar de masturbarlo con la mano, pero yo quería seguir saboreandolo, así que nuevamente me lo meti la boca, el negro me tomo de la cabeza y me apretó para metermelo más - sin manos, solo boca - me dijo el negro, así que solté su inmensa tranca y me presionó más la cabeza contra su pelvis, sentí su pene entrar hasta mi garganta y con cada empujón se sentía que entraba un poquito más y más, aguante las arcadas los más que pude, de hecho ya no se sentían tanto, creo que nunca había sentido una verga tan grande en mi garganta, cuando me libero me saque la verga de inmediato para jalar aire, mientras hacía esto él se la frotaba con sus manos, su verga se veía hermosa, negra como un chocolate amargo y brillosa por mi saliva, no tosí solo jalaba aire, no sé si mi boca se había acostumbrado a sus dimensiones y ya no me provocaban arcadas o me acomode de manera más a gusto, o no se pero se sintió muy bien poder metermela y no tener molestias, volví a metermela, a pasarle mi lengua por su tronco, a saborearla...
Después de unos minutos más chupando su delicioso pene era tiempo ya de que me penetrara, así que me acomode bien a la orilla de la cama, me quite los shorts, me quite los tenis junto con las calcetas quedando desnuda casi por completo, pues me dejé mi tanguita de hilo, me recosté boca arriba, el negro se acomodó entre mis piernas, me sujeto de las pantorrillas abriendo por completo mis piernas, sentí como su pene se colocó sobre mi vagina, sobaba con su pene mis labios vaginales y frotaba un poco mi clítoris lo que me hizo enchinar la piel, sin soltar mis piernas se acomodo de manera que entrara su pene en mi vagina, debido a lo lubricada que me encontraba le fue fácil ingresar, dió un leve empujón y su cabeza se abrió paso dentro de mi vagina, senti si caliente verga abrirme con facilidad y solté un gemido, se retiró un poco para tomar impulso y volver a penetrarme llegando más lejos, volví a soltar otro gemido mas fuerte que el anterior, arqueé la espalda y creo que me retorcí un poco, mis piernas también se doblaron y presioné con una mano mis tetas y con otra agarré las sábanas.
N - Jaja mami, no va ni la mitad.
Y - ay dios... de verdad?
N - Si te la meto toda de golpe te saco los ojos.
Y - ay dios... sigue... métela toda
Embestida tras embestida el negro me metía más y más su verga mientras yo solo gemía, me retorcía del placer y repetía una y otra vez lo rico que sentía, puse mi mano en su abdomen, y bajando un poco la mirada pude ver que entraba casi en totalidad, solo faltaban unos cuantos centímetros para tenerlo todo dentro de mi, mis paredes vaginales se calentaban más y más con la fricción que su pene ejercía dentro de mi húmeda vagina, el negro juntó mis piernas y me jaló más a la orilla de la cama, volvió a separar mis piernas y retomó sus estocadas dando una muy fuerte que me llegó hasta el fondo de mi útero, sentí como mi interior fue golpeado y empujado hacia dentro sacándome un gran gemido del cual me costó trabajo jalar aire de nuevo para el siguiente gemido y otro y otro más, cada ves que su vergota golpeaba mi útero me hacía sentir un poco de dolor pero sobre todo de placer.
Vaya cara de felicidad que tienes, me dijo el negro mientras aceleró su ritmo, recuerdo que yo manoteaba para todos lados, gemía mucho, si de por si soy medio escandalosa ahora estaba incontenible, sentía mucho pero mucho placer, ese pene me llenaba como ningún otro me había llenado antes, sentía como presionaba y abría las paredes de mi vagina y me llegaba hasta dentro como ningún otro, solamente los consoladores me habían llegado hasta el fondo de mi útero pero nunca un pene y la sensación era muy distinta, cálida, fuerte y muy placentera.
Dió un par de embestidas lentas y profundas para después salirse, juntó mis piernas y me puso de lado, se acomodó y me la volvió a meter, mis labios vaginales apretaban su ancho tronco, wow, sentí más rico y en esa posición volvió a penetrarme a la misma velocidad que antes, subió una de sus piernas a la cama y pude sentir como su pene llegó aún más al fondo, sentía como mi interior era empujado más al fondo, en eso me llegó el primer orgasmo que me llevó al cielo, sentí como mi cabeza daba vueltas, mi cuerpo como entumido, era muy placentero, ningún orgasmo en la vida lo había sentido como este, perdí la noción de mi, solo sentía placer, olas de placer electrizante que iban desde mi vagina, recorrían todo mi cuerpo y llegaban a mi cabeza, una y otra vez, el placer no paraba, tenía los ojos cerrados, solo escuchaba mis gemidos. Después de unos momentos así, no se si fue poco o mucho tiempo, ese placer fue disminuyendo y pude sentir que una de mis manos tenía las uñas enterradas en la pantorrilla del negro, abrí los ojos y el estaba separando mis piernas, continuaba de lado pero estaba abriendo mis piernas y dando una embestida muy violenta otra vez caí presa de un tremendo orgasmo que me nublo la mente de nuevo.
Quieren parte 3?
Me hacen sentir como si no les gustarán mis experiencias o el como la cuento, porque no comentan nada.
Si les gustan mis amores?
Como chocolate obscuro, ancho con las venas bien marcadas, lo tomé con ambas manos, una arriba y otra en su base y comencé a subir y bajar por todo su tronco mientras casi sin darme cuenta yo me estaba acercando más a él, su cabeza rosaba mis labios y sin pensarlo me lance sobre el como una niña que se lanza sobre un caramelo, abrí mi boca, lo hice un poco a un lado para poder agarrarlo con mi boca en su base, con mi lengua toque su piel y de un movimiento moví mi cabeza para recorrerlo todo con mis labios y lengua, repetí esto dos o tres veces más, se escuchaba el ruido de mi saliva al despegarme de su increíble pene, no diré medidas por que la verdad no tengo idea de cuánto midiera y ni pregunté, mucho menos lo medio pero es por mucho el pene más grande y sabroso que he tenido entre mis manos y mi boca.
Abrí mi boca y me trague todo su glande, con mi mano izquierda lo masturbaba mientras movía mi cabeza adelante y atrás quieriendomelo meter todo pero no me entraba más, pensé que iba a tener un mal sabor u olor pero no, creo que ese día o por lo menos un día antes se había duchado cosa que se agradece ya que me lo podía comer a gusto. Me preguntó si me cabía todo a lo que solo respondí sacandomelo de la boca y riéndome para volver a metermelo en la boca, mi lengua saboreaba su glande cuando en volvió a preguntar si me cabía todo, me lo saque y le dije que no, estaba muy grande, mientras el se reía me lo volví a meter a la boca sin dejar de masturbarlo, el negro dejo caer su boxer al piso, cada que yo me sacaba su pene de mi boca se escuchaba el sonido característico del vacío abriéndose y me lo volvía a meter sin dejar de masturbarlo, puso su mano en mi cabeza y jugaba con mi cabello, empezó un leve movimiento con su cadera hacia adelante y atrás, me estaba esmerando mucho en mi mamada, mi mano se agitaba fuerte en su tronco y su pene entraba y salía de mi boca como si yo misma me estubiera follando la boca... bueno de hecho eso hacía, por momentos me lo sacaba para ponerlo de lado y darle fuertes chupetones en los costados de su tronco. Con su mano apretó mi cabeza con él para meterlo más, pero era imposible, empezaban las arcadas y me lo tenía que sacar, hilos de saliba quedaban colgando de mi boca a su pene y nuevamente me lo tragaba, otra vez me precionó él contra y por más que abría la boca no entraba y me lo tenía que sacar de nuevo por las arcadas, simplemente no entraba, la mandíbula me dolía por el esfuerzo pero no podía dejar de chuparlo, era delicioso y no quería dejarlo.
N - Hay que ver si te entra en la concha.
Está enorme, contesté sin dejar de masturbarlo con la mano, pero yo quería seguir saboreandolo, así que nuevamente me lo meti la boca, el negro me tomo de la cabeza y me apretó para metermelo más - sin manos, solo boca - me dijo el negro, así que solté su inmensa tranca y me presionó más la cabeza contra su pelvis, sentí su pene entrar hasta mi garganta y con cada empujón se sentía que entraba un poquito más y más, aguante las arcadas los más que pude, de hecho ya no se sentían tanto, creo que nunca había sentido una verga tan grande en mi garganta, cuando me libero me saque la verga de inmediato para jalar aire, mientras hacía esto él se la frotaba con sus manos, su verga se veía hermosa, negra como un chocolate amargo y brillosa por mi saliva, no tosí solo jalaba aire, no sé si mi boca se había acostumbrado a sus dimensiones y ya no me provocaban arcadas o me acomode de manera más a gusto, o no se pero se sintió muy bien poder metermela y no tener molestias, volví a metermela, a pasarle mi lengua por su tronco, a saborearla...
Después de unos minutos más chupando su delicioso pene era tiempo ya de que me penetrara, así que me acomode bien a la orilla de la cama, me quite los shorts, me quite los tenis junto con las calcetas quedando desnuda casi por completo, pues me dejé mi tanguita de hilo, me recosté boca arriba, el negro se acomodó entre mis piernas, me sujeto de las pantorrillas abriendo por completo mis piernas, sentí como su pene se colocó sobre mi vagina, sobaba con su pene mis labios vaginales y frotaba un poco mi clítoris lo que me hizo enchinar la piel, sin soltar mis piernas se acomodo de manera que entrara su pene en mi vagina, debido a lo lubricada que me encontraba le fue fácil ingresar, dió un leve empujón y su cabeza se abrió paso dentro de mi vagina, senti si caliente verga abrirme con facilidad y solté un gemido, se retiró un poco para tomar impulso y volver a penetrarme llegando más lejos, volví a soltar otro gemido mas fuerte que el anterior, arqueé la espalda y creo que me retorcí un poco, mis piernas también se doblaron y presioné con una mano mis tetas y con otra agarré las sábanas.
N - Jaja mami, no va ni la mitad.
Y - ay dios... de verdad?
N - Si te la meto toda de golpe te saco los ojos.
Y - ay dios... sigue... métela toda
Embestida tras embestida el negro me metía más y más su verga mientras yo solo gemía, me retorcía del placer y repetía una y otra vez lo rico que sentía, puse mi mano en su abdomen, y bajando un poco la mirada pude ver que entraba casi en totalidad, solo faltaban unos cuantos centímetros para tenerlo todo dentro de mi, mis paredes vaginales se calentaban más y más con la fricción que su pene ejercía dentro de mi húmeda vagina, el negro juntó mis piernas y me jaló más a la orilla de la cama, volvió a separar mis piernas y retomó sus estocadas dando una muy fuerte que me llegó hasta el fondo de mi útero, sentí como mi interior fue golpeado y empujado hacia dentro sacándome un gran gemido del cual me costó trabajo jalar aire de nuevo para el siguiente gemido y otro y otro más, cada ves que su vergota golpeaba mi útero me hacía sentir un poco de dolor pero sobre todo de placer.
Vaya cara de felicidad que tienes, me dijo el negro mientras aceleró su ritmo, recuerdo que yo manoteaba para todos lados, gemía mucho, si de por si soy medio escandalosa ahora estaba incontenible, sentía mucho pero mucho placer, ese pene me llenaba como ningún otro me había llenado antes, sentía como presionaba y abría las paredes de mi vagina y me llegaba hasta dentro como ningún otro, solamente los consoladores me habían llegado hasta el fondo de mi útero pero nunca un pene y la sensación era muy distinta, cálida, fuerte y muy placentera.
Dió un par de embestidas lentas y profundas para después salirse, juntó mis piernas y me puso de lado, se acomodó y me la volvió a meter, mis labios vaginales apretaban su ancho tronco, wow, sentí más rico y en esa posición volvió a penetrarme a la misma velocidad que antes, subió una de sus piernas a la cama y pude sentir como su pene llegó aún más al fondo, sentía como mi interior era empujado más al fondo, en eso me llegó el primer orgasmo que me llevó al cielo, sentí como mi cabeza daba vueltas, mi cuerpo como entumido, era muy placentero, ningún orgasmo en la vida lo había sentido como este, perdí la noción de mi, solo sentía placer, olas de placer electrizante que iban desde mi vagina, recorrían todo mi cuerpo y llegaban a mi cabeza, una y otra vez, el placer no paraba, tenía los ojos cerrados, solo escuchaba mis gemidos. Después de unos momentos así, no se si fue poco o mucho tiempo, ese placer fue disminuyendo y pude sentir que una de mis manos tenía las uñas enterradas en la pantorrilla del negro, abrí los ojos y el estaba separando mis piernas, continuaba de lado pero estaba abriendo mis piernas y dando una embestida muy violenta otra vez caí presa de un tremendo orgasmo que me nublo la mente de nuevo.
Quieren parte 3?
Me hacen sentir como si no les gustarán mis experiencias o el como la cuento, porque no comentan nada.
Si les gustan mis amores?
8 comentarios - Puta, infiel y sumisa parte 2