Por su puesto quecomunicarle a mi retrograda familia que mi turra estaba embarazada no fueninguna tarea fácil; de hecho no termino para nada bien. Bueno eso ultimo enrealidad es un poco relativo. Desde lo económico claramente no termino bien, yasi pase de tener extensión de tarjeta de crédito, obra social de nivel,mensualidad, techo y comida gratis a no tener absolutamente nada. Pero gane milibertad. Y después de haber soportado por varios años a toda esa gente créanmeque la libertad valia mucho. Mi viejo me dijo de todo, me grito me insulto y básicamentele echo la culpa de todo a mi mama. Ella no me agredio pero repetia una y otravez “sos un pelotudo”. No tenia mas nada que hacer en esa casa, de modo que unavez terminada la “charla” en la mesa del quincho me levante, agarre las cosasmas importantes de mi pieza y me fui. Conociendo a mi viejo menos mal que habíamospuesto el 147 a mi nombre o el muy forro hubiera sido capaz de denunciarlo comorobado. “Vas a volver arrastrándote pendejo de mierda” fue la ultima frase queescuche de mi viejo en toda mi vida. Cargue las cuatro o cinco bolsas con ropay demás cosas en el pequeño baúl y en los asientos. Puse el auto en marcha y medespedi sin despedirme para siempre. No les voy a negar que fueron momentosduros mas alla de la calentura que me generaba mi turra sabia que estabadejando toda una vida atrás. En el ultimo semáforo antes de agarrar la ruta seme pianto alguna lagrima pero recordar a mi luchona y la bendi que se nos veniame hizo sacar fuerzas de no se donde y continue mi viaje.
Una vez en lacasa de mi turra el clima era complemente diferente, había emoción alegría, micuñada vino corriendo a darme un abrazo. También mi suegra, y obviamente miturra vino con esa carita de nena trola a darme un buen beso en la boca. Meabrazo fuerte y me dijo “aca vamo a estar re cheto”. La verdad que toda laangustia que podía tener se me borro de un saque cuando vi menear esa colitaentangadisima de mi turra delante mio. Estaba “al natural” digamos no tanproducida como en nuestras salidas, y asi y todo me prendia fuego. Tenia unshort de futbol de Laferrere blanco con vivos verdes y dejaba ver toda sutanguita roja transparentada. Como esa tarde estaba algo calurosa tenia una musculosablanca sin corpiño que le marcaba bien durito sus pezones.
La familia turra merecibió con los brazos abiertos aplicando esa ley que dice que el que menostiene mas te da. Habían acomodado el alambre para que el 147 pueda quedar dentrodel terreno. Bajamos las cosas y entramos en la habitación de mi turra, quecompartia con dos de mis cuñadas. Creo que fue la primera vez que me detuve aobservar enserio la pieza, seria tal vez porque sabia que ese iba a ser mitecho por mucho tiempo. Las paredes sin revocar no me generaban ningún problemani el piso solo con cemento, ni tampoco la cortina por puerta o el oxido en laventana y la reja. Pero lo que si me dejaba un poco inquieto era la falta de uniónentre la ultima fila de ladrillos huecos y el techo. Es decir, esos pequeñosaugeros en donde en invierno me iba a cagar de frio. No dije absolutamente nadapero entendí que tenia dos meses para resolver esa situación. Pusimos granparte de mi ropa en el ropero de mi turra y el resto quedo en las bolsas. Eltecho de chapa sin ningún tipo de revestimiento me daba la sensación de ser uninfierno en verano. Pero nuevamente ahí estaba el orto de mi turraentangadisima. Con esa carita de petera de turrita con sed de mi leche que mehacia olvidar de todo el asunto.
Una vez instaladorecuerdo estar bastante callado durante la cena, pero lentamente el buen climade la familia me hacia ir olvidando todo. Mis cuñados me contaban algunasanectdotas de cuando eran pendejos y mi turra me abrazaba y ya después de cenarse me sento a upa y me hacia mimos. No tocamos el tema laboral por suerteporque esa noche ya tenia bastantes cosas en la cabeza, por el contrario nos quedamostomando unas birras frias y jodiendo hasta bastante tarde.
Despues de laultima birra todos se fueron llendo a sus piezas asique con mi turra arrancamospara la nuestra. Apenas entramos mi cuñada mas chica ya dormia pero la masgrande seguía activa. Jesica delante mio y de mi cuñada se bajo el short deLafe y se quedo completamente en tanguita hilo. Además se saco la musculosa y sequedo en tetas frente a mi. Yo tenia para esa altura la verga durísima, bienparada mal y unas ganas de garchar que me volvia loco. “Dale bebu sacate todo yvamos a la cama” me dijo mi turra sin siquiera importarle que estuviera micuñada despierta. Yo me saque la remera y me baje el joggin quedando con laverga dura al aire. Me meti rápido en la cama con mi luchona pero no sin antesver que mi cuñada me relojeo la pija dura. Por su puesto no dije absolutamentenada. Mi luchona me empezó a comer a besos a morderme el labio y apretar suconcha entangada contra mi pija bien parada. Se saco la tanguita hilito y larevoleo por la pieza. Mi turra mirando a la hermana le dijo “Vos dormite quequiero garchar con mi marido”. Suficiente para que yo tuviera la verga duracomo un mármol. “y cojan nena” le respondio mi cuñada. Yo todavía no caia detoda la situación y me encontraba con esto. “Sali ganando” pensé. “Listo despuésno te quejes” le termino respondiendo mi turra que rápidamente se volteo haciami y siguió comiéndome la boca a besos.
En eso mi turrase subio encima mio todavía a medias tapada con la sabana y dejo que mi vergase ensarte en esa conchita apretadita y mojada. Obviamente y como en cadagarche mi pija entro sin forro piel con piel dentro de su argollita mojada yflujeada. Mi turra inclinada me cabalgaba mientras me comia a besos. Yo sentía sustetas apoyadas en mi pecho y me volvia loco. Se levanto un poco y me apretabael pecho con sus manitos. Me apretaba fuerte mientras me empezaba a cabalgarmas y mas fuerte. La verga entraba y salía de su concha cada vez mas con massalvajismo. Yo solo disfrutaba el momento, me dejaba llevar disfrutar. Rapidamentemi turra empezó a gemir primero suave pero con el correr de las ensartadas losgemidos se intensificaron pasando a grititos agudos y punzantes. Yo sabia quemi cuñada no debería poder dormir y estar garchando frente a ella era uncondimento muy picante que caia de diez al garche. Cuando mi turra dejo deapretarme el pecho yo comencé a chuparle las tetas. Lentamente le pasaba lalenguita por su pezón que ahora estando embarazada se había puesto mas grande. Losaboreaba y mi turra seguía cabalgándome con la misma pasión pero con gritosmas fuertes. Yo mire de reojo a la cama de mi cuñada que tal como sospechaba nopodía dormir pero seguía ahí. Cada grito de ella me volvia mas loco y cadacabalgada me podía la verga mas a punto de estallar. Segui chupándole las tetasmientras mi turra me seguía cabalgando, empecé a sentir como su flujo salía desu concha y me mojaba la verga la cama la espalda todo. Incremento sus gritoscada vez mas, y sus chorros de flujo salían como locos de su conchita. Yo teniala verga titilando mal. Mi cuñada tenia la almohada tapándose la cabeza por losgritos, eso me calentó demasiado y termine por acabar todo hasta la ultimagotita de leche dentro de la concha de mi turra. Fue una hermosa acabadajuntos.
Nos tuvimos quedormir todo flujeado enlechado sin bañarnos porque no había presión de agua, labienvenida al mundo turro había empezado.
Una vez en lacasa de mi turra el clima era complemente diferente, había emoción alegría, micuñada vino corriendo a darme un abrazo. También mi suegra, y obviamente miturra vino con esa carita de nena trola a darme un buen beso en la boca. Meabrazo fuerte y me dijo “aca vamo a estar re cheto”. La verdad que toda laangustia que podía tener se me borro de un saque cuando vi menear esa colitaentangadisima de mi turra delante mio. Estaba “al natural” digamos no tanproducida como en nuestras salidas, y asi y todo me prendia fuego. Tenia unshort de futbol de Laferrere blanco con vivos verdes y dejaba ver toda sutanguita roja transparentada. Como esa tarde estaba algo calurosa tenia una musculosablanca sin corpiño que le marcaba bien durito sus pezones.
La familia turra merecibió con los brazos abiertos aplicando esa ley que dice que el que menostiene mas te da. Habían acomodado el alambre para que el 147 pueda quedar dentrodel terreno. Bajamos las cosas y entramos en la habitación de mi turra, quecompartia con dos de mis cuñadas. Creo que fue la primera vez que me detuve aobservar enserio la pieza, seria tal vez porque sabia que ese iba a ser mitecho por mucho tiempo. Las paredes sin revocar no me generaban ningún problemani el piso solo con cemento, ni tampoco la cortina por puerta o el oxido en laventana y la reja. Pero lo que si me dejaba un poco inquieto era la falta de uniónentre la ultima fila de ladrillos huecos y el techo. Es decir, esos pequeñosaugeros en donde en invierno me iba a cagar de frio. No dije absolutamente nadapero entendí que tenia dos meses para resolver esa situación. Pusimos granparte de mi ropa en el ropero de mi turra y el resto quedo en las bolsas. Eltecho de chapa sin ningún tipo de revestimiento me daba la sensación de ser uninfierno en verano. Pero nuevamente ahí estaba el orto de mi turraentangadisima. Con esa carita de petera de turrita con sed de mi leche que mehacia olvidar de todo el asunto.
Una vez instaladorecuerdo estar bastante callado durante la cena, pero lentamente el buen climade la familia me hacia ir olvidando todo. Mis cuñados me contaban algunasanectdotas de cuando eran pendejos y mi turra me abrazaba y ya después de cenarse me sento a upa y me hacia mimos. No tocamos el tema laboral por suerteporque esa noche ya tenia bastantes cosas en la cabeza, por el contrario nos quedamostomando unas birras frias y jodiendo hasta bastante tarde.
Despues de laultima birra todos se fueron llendo a sus piezas asique con mi turra arrancamospara la nuestra. Apenas entramos mi cuñada mas chica ya dormia pero la masgrande seguía activa. Jesica delante mio y de mi cuñada se bajo el short deLafe y se quedo completamente en tanguita hilo. Además se saco la musculosa y sequedo en tetas frente a mi. Yo tenia para esa altura la verga durísima, bienparada mal y unas ganas de garchar que me volvia loco. “Dale bebu sacate todo yvamos a la cama” me dijo mi turra sin siquiera importarle que estuviera micuñada despierta. Yo me saque la remera y me baje el joggin quedando con laverga dura al aire. Me meti rápido en la cama con mi luchona pero no sin antesver que mi cuñada me relojeo la pija dura. Por su puesto no dije absolutamentenada. Mi luchona me empezó a comer a besos a morderme el labio y apretar suconcha entangada contra mi pija bien parada. Se saco la tanguita hilito y larevoleo por la pieza. Mi turra mirando a la hermana le dijo “Vos dormite quequiero garchar con mi marido”. Suficiente para que yo tuviera la verga duracomo un mármol. “y cojan nena” le respondio mi cuñada. Yo todavía no caia detoda la situación y me encontraba con esto. “Sali ganando” pensé. “Listo despuésno te quejes” le termino respondiendo mi turra que rápidamente se volteo haciami y siguió comiéndome la boca a besos.
En eso mi turrase subio encima mio todavía a medias tapada con la sabana y dejo que mi vergase ensarte en esa conchita apretadita y mojada. Obviamente y como en cadagarche mi pija entro sin forro piel con piel dentro de su argollita mojada yflujeada. Mi turra inclinada me cabalgaba mientras me comia a besos. Yo sentía sustetas apoyadas en mi pecho y me volvia loco. Se levanto un poco y me apretabael pecho con sus manitos. Me apretaba fuerte mientras me empezaba a cabalgarmas y mas fuerte. La verga entraba y salía de su concha cada vez mas con massalvajismo. Yo solo disfrutaba el momento, me dejaba llevar disfrutar. Rapidamentemi turra empezó a gemir primero suave pero con el correr de las ensartadas losgemidos se intensificaron pasando a grititos agudos y punzantes. Yo sabia quemi cuñada no debería poder dormir y estar garchando frente a ella era uncondimento muy picante que caia de diez al garche. Cuando mi turra dejo deapretarme el pecho yo comencé a chuparle las tetas. Lentamente le pasaba lalenguita por su pezón que ahora estando embarazada se había puesto mas grande. Losaboreaba y mi turra seguía cabalgándome con la misma pasión pero con gritosmas fuertes. Yo mire de reojo a la cama de mi cuñada que tal como sospechaba nopodía dormir pero seguía ahí. Cada grito de ella me volvia mas loco y cadacabalgada me podía la verga mas a punto de estallar. Segui chupándole las tetasmientras mi turra me seguía cabalgando, empecé a sentir como su flujo salía desu concha y me mojaba la verga la cama la espalda todo. Incremento sus gritoscada vez mas, y sus chorros de flujo salían como locos de su conchita. Yo teniala verga titilando mal. Mi cuñada tenia la almohada tapándose la cabeza por losgritos, eso me calentó demasiado y termine por acabar todo hasta la ultimagotita de leche dentro de la concha de mi turra. Fue una hermosa acabadajuntos.
Nos tuvimos quedormir todo flujeado enlechado sin bañarnos porque no había presión de agua, labienvenida al mundo turro había empezado.
6 comentarios - Mi turra me garcha frente a mi cuñada (cap 7)