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Todo Queda En Familia (parte 4)

Todo Queda En Familia (parte 4)

Capítulo 4

El toallon que cubría el cuerpo de Hernan cayó al piso, su cara se transformó de fastidio a lujuria, y en un acto reflejo se arrojo sobre si mujer, quien ya había apagado su cigarrillo y empezó a comerle la boca con desesperación, sus manos recorrían su cuerpo y se posaron en su espalda, donde con una mano libero las tetas de Corina, las cuales procedió a chupar mientras bajaba con su mano a su entrepierna. Corina gemia mientras tomaba el pene de su marido y comenzaba una lenta masturbacion, lo que hizo que Hernan introdujera dos dedos en su vagina que se encontraba ya muy humeda.
La falta de luz favorecía dicho acto, los amantes se entregaron al placer de sentirse mutuamente mientras se tocaban sin descanso. Pero en el fragor de la excitación olvidaron un pequeño detalle: la puerta de su habitación había quedado abierta, y en el silencio de la noche, cada gemido y suspiro se escuchaba en cada rincón de la casa. Lo que llamó la atención de Delfina, quien dormía desnuda abrazada a su novio. Al sentir los gemidos de su madre decidió levantarse y ver si podía ver algo. Lo que vio cuando se asomo a la pieza de sus padres la tomó por sorpresa. Vio a su madre de piernas abiertas, y mientras fumaba un cigarrillo, Hernan le estaba dando una buena sesión de sexo oral, recorriendo con su lengua toda su vagina e introduciendo 2 dedos.
La desnudez de Delfina y su excitación le facilitaron la tarea de tocar su clitoris suavemente, haciendo pequeños círculos en el, mientras observaba como su madre se desarmaba en su primer orgasmo, largando una bocanada de humo junto a un gemido profundo. Hernan había conseguido lo que buscaba, pero no se detuvo en ningún momento. Siguió chupando cada rincón de su vagina y humedeciendo sus dedos con los jugos que emanaba de ella.
Delfina abrió grande sus ojos cuando vio como un dedo se introdujo suavemente en la cola de su madre. Nunca había hecho una cosa así, y ver que su madre lo permitía, la llevo a una excitación extrema, lo que produjo que se introduzca sus dedos dentro de su vagina y empezará una masturbación más intensa. Corina gemia más fuerte al ser penetrada por ambos lados con los dedos. Un nuevo orgasmo llego al mismo tiempo que el de Delfina, quien sintió como sus piernas se debilitaban. Cuando estaba por caerse sintió que la tomaban por la cintura, era Anibal que, alertado por los gemidos, se levantó y vio a su novia desnuda espiando en la habitación de sus padres.
Delfina se dio vuelta y en un acto reflejo se arrodilló delante de su novio e introdujo su pene en su boca y empezó a chupar con desesperación, al mismo tiempo que en la habitación su madre procedía a hacer lo mismo con la verga de Hernan, quien prendía un cigarrillo mientras Corina subía y bajaba por el largo de su tronco dejando un camino de saliva en toda la superficie
Hernan gemia y sujetaba la cabeza de su mujer acompañando el sube y baja que lo volvía loco. Por su parte Anibal, ajeno a lo que sucedía dentro del dormitorio, hacia el mismo movimiento con Delfina, quien chupaba con desesperación. Como si un acto de sincronización se apoderara de ambas parejas, Delfina se incorporaba y, dandole la espalda a Anibal le pedia que la penetrara, justo en el mismo momento que Corina se ponía en cuatro y le pedía a Hernan que hiciera lo mismo.
Delfina observaba como su madre era penetrada primero lento y después acelerando el ritmo, lo que la llevó a acelerar su movimiento, metiéndose cada vez más profundo la verga de Anibal dentro de ella, lo que le provocó un gemido que fue escuchado por su madre. Al voltear hacia la puerta pudo ver como su hija gozaba con cada embate que le propiciaba Anibal, lo que la llevó a su tercer orgasmo, su calentura fue tal que la llevó a pedirle algo a Hernan que lo descolocó por completo
-        ¡¡¡ rompeme la cola, meterme la pija hasta el fondo y llename de leche mi amor!!!!
Hernan sacó su verga de la vagina y apunto con la cabeza a la entrada del ano de Corina. Gracias a los fluidos de ella y la dilatación que le había dado hacia un instante atrás se introdujo fácilmente. Lo que provocó que Corina, ya sin miramientos, lanzara un gemido potente y se movió hacia atrás para sentir como ese gran falo se introducía en su ano, no era la primera vez que lo hacía, pero la situación de saber que la observaban aumento su calentura a tal punto que fue ella quien se movía de adelanta hacia atrás metiéndose bien profundo la verga de su amado. Lo que llevó a Delfina a tener un orgasmo potente, ahogando con su propia mano sus gemidos.
Anibal le anunció que estaba por acabar y Delfina le dijo que la quería en su boca, por lo que se salio de la verga de su novio y se arrodilló metiéndosela de una en la boca. Recién ahí Anibal pudo ver como su suegra era ensartada analmente, lo que provocó que descargará todo su semen en la boca de su novia, quien recibió toda la descarga dentro y trago cada gota que salio.
Al mismo tiempo Hernan bramo como un león y lleno la cola de su esposa de semen. Corina seguía moviéndose intensamente y, mientras se tocaba, llegó a su cuarto orgasmo, tirándose en la cama y saliendo de la verga de Hernan. Corina levantó la vista y vio como su hija y su novio observaban la escena, y decidió ir más allá. Le pidió a Hernan que se arrodillara delante de su cara y procedió a mamar su verga, dejándola limpia. Ambos cayeron rendidos en la cama y Corina vio donde estaba su hija y le dio una sonrisa de satisfacción por el tremendo polvo que había tenido.
Repentinamente la luz volvió iluminando el pasillo de entrada a la habitación, Delfina rápida de reflejos se movió justo cuando Hernan vio a la puerta. Ahí se percato que la puerta estaba abierta, así se que levantó y procedió a cerrarla. Por suerte los calientes jóvenes se habían retirado rápido a la habitación de Delfina.
Hernan volvió a acostarse al lado de su mujer y luego de darle un tierno beso en los labios se durmieron. Pero Corina no consiguió conciliar el sueño rápido. Por su cabeza pasaban pensamientos varios, sintió que había roto un límite al permitir a su hija que la espiara teniendo relaciones, y sobre todo permitir que ella se excitara al punto de tener relaciones con su novio observándolo a ellos hacer lo mismo. Que pasaría a partir de ahora? Con esa pregunta en mente, finalmente pudo dormir.

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