Me presento, me llamo Fede, tengo 22, mido 1,72 tirando a delgado. Me considero bi, tuve un par de novias y encuentros con varias chicas, pero hasta este día no podría decir que tuve muchas experiencias con chicos, había chapado con un par de pibes en jodas, y una sola vez me hice una paja con un chico, me consideraba más "activo", pero me llamaba mucho la atención la idea de chupar una pija.
Esto que estoy por contar pasó la semana pasada.
Volví hace poco a mi ciudad a la casa de mis viejos por las vacaciones de la facultad. Antes de irme a estudiar, mi hermano y yo compartíamos el dormitorio siempre, entonces cada vez que vuelvo tenemos que dormir en el mismo cuarto.
Le llevo 4 años a Benja, tiene 18, es más bajito que yo, todavía tiene cara de nene, pero siempre tuvo un cuerpo atlético porque juega fútbol hace varios años.
Siempre hubo bastante confianza entre nosotros, ya nos habíamos visto desnudos varias veces al salir de la ducha o cuando íbamos a alguna playa o pileta, y cuando hace calor solíamos dormir sin ropa. Nunca me generó nada verlo así.
Estábamos jugando a la play en el cuarto, con el ventilador apuntándonos a nosotros porque hacía demasiado calor, los dos transpirados, pero no le prestábamos mucha atención porque estábamos concentrados en el juego. En un momento Benja me dice:
+Che, me voy a bañar, no aguanto más, ahora vuelvo.
-Dale, yo te espero.
Mientras yo me quedo jugando, tratando de avanzar sin adelantarme mucho para que podamos continuar juntos.
Cuando salió de la ducha, volvió al cuarto únicamente con una toalla en la cabeza para cercarse el pelo.
Esta era la primera vez que lo veía desnudo desde el año pasado, estaba completamente cambiado, se veía con los abdominales más marcados, los brazos más grandes y el pecho más definido, además estaba depilado. Nunca antes lo había visto así, lo cual hizo que por primera vez le preste atención al tamaño de su pija. Como estaba acostumbrado a verlo con pelo, nunca me había dado cuenta que la tenía bastante más grande que yo. Me quedé mirándolo fijo mientras entraba al cuarto, pero creo que no se dió cuenta porque entró secándose el pelo con la toalla, no pude desviar la mirada hasta que se sentó. En ese momento sentí una calentura enorme en mi cuerpo, nunca me había sentido así, ni siquiera cuando debuté. No podía seguir concentrado en el juego, solamente estaba pensando en él y además lo tenía sentado en bolas al lado mío.
Se me empezó a parar la pija y no podía concentrarme, aproveché la excusa de bañarme para poder irme rápido del cuarto, tratando de ocultar que la tenía parada. Apenas entré a la ducha me hice una paja para poder calmarme, pero no pude dejar de pensar en él en ningún momento. Cuando salí de bañarme Benja ya se había puesto una bermuda, me entró una sensación rara de culpa por no haber aprovechado y haberlo visto por más tiempo.
Seguimos jugando un rato pero no podía sacarme de la cabeza el hecho de que mi hermano la tenga tan grande y tenga ese cuerpo, traté de distraerme pero estuve caliente el resto del día hasta que me fui a dormir, esperando que al otro día también haga calor, así tengo otra oportunidad para verlo desnudo.
Me desperté a la mitad de noche, todavía con mucha calentura. Intenté mirar para la cama de Benja para ver si estaba durmiendo destapado. Cuando me di vuelta, lo vi alumbrado únicamente por la pantalla de su celular con los auriculares puestos mirando porno y clavándose una paja. No podía creer lo que estaba viendo, el tamaño de su pija parada y el recorrido que tenía que hacer con su mano para poder cubrirla toda, le medía como mínimo 20cm. La tenía bastante gruesa, apenas podía cerrar su mano, y la cabeza también era muy grande.
Me quedé quieto intentando que no se de cuenta que lo estaba mirando. Estuvo un rato largo con movimientos largos, a veces paraba para llenarse la mano de saliva y jugar con la punta. Yo estaba explotando de la calentura, casi no podía mantener mi respiración, estaba hipnotizado. En un momento, empezó a mover la cadera a ritmo con su mano y empezó a respirar fuerte, yo sentía que estaba cerca de acabar, no sabía dónde iba a tirar toda la leche. Empezó a moverse cada vez más rápido y y su respiración era cada vez más fuerte, hasta que soltó el celular, se agarró la verga con las dos manos y empezó a gemir con una voz que no había escuchado nunca. Acabó sobre su panza y su pecho. Fueron varios chorros, se escuchaba el impacto de la leche contra su piel. Después de eso se quedó quieto un rato tratando de recuperar el aliento, se levantó rápido para ir al baño a limpiarse. Inmediatamente después de salir del dormitorio, me di vuelta y me acomodé para que pensara que estaba dormido, no podía más con la calentura. Cuando volvió a su cama esperé a que se duerma para poder pajearme. Me hice dos seguidas y me quedé dormido.
Me desperté al otro día a las 2 de la tarde, Benja ya se había bañado y había salido.
Ese día fue el día que más veces fui al baño a pajearme en muchos años. Primero busqué porno para tratar de pensar en otra cosa, pero cada vez me fui acercando más al porno gay, y mis búsquedas se hicieron cada vez más específicas. No podía sacar la idea de mi cabeza, y tampoco quería.
Benja no volvió hasta la hora de la cena. Traté de seguir lo que quedaba del día con normalidad, pero solo podía pensar en el tamaño de su pija, de cómo se movía y de sus gemidos. Inconcientemente buscaba cualquier excusa para estar cerca suyo, y hubo mucho contacto físico.
Esa noche también hizo calor, así que me acosté sin ropa. Me quedé despierto en mi cama hasta muy tarde, esperando que ese día también pueda verlo tocándose. Estuve varias horas esperando, casi me gana el sueño. A eso de las 3 de la mañana empecé a escuchar movimientos en su cama, escuchaba con atención esperando que se ponga sus auriculares. Me di vuelta con cuidado para que no se de cuenta, y ahí estaba otra vez acostado boca arriba, con su verga enorme en frente mío. Estuve esperando todo el día para esto, me volvió a sorprender su tamaño, sentía que en cualquier momento podía levantarme e ir a agarrarle la pija yo mismo, no podía más de la calentura. Empezó tocándose lento, con movimientos largos, mientras con la otra mano sostenía el celular. Cada tanto aceleraba y volvía a ir despacio. Siguió un rato así hasta que en un momento frenó, se soltó el pene, se escupió la mano y llenó su cabeza de saliva.
Este fue el momento en el que un impulso vino a mí y me obligó a levantarme de mi cama. Me acerqué con cuidado hasta su cama en la oscuridad, cuando estoy llegando le digo:
-Benja... ¿Querés que te ayude?
Se sorprendió, se sacó los auriculares y me miró de arriba a abajo. Sonrió y me dijo con una voz grave:
+¿Cómo me querés ayudar?
-Apagá el celu y no hagas ruido.
Bajó su celular y quedamos a completamente a oscuras. Me senté en su cama, empecé a acariciar sus piernas desde abajo hasta llegar a su pija, cuando la agarré estaba muy dura y caliente, me sorprendió mucho su peso y su grosor. La levanté y empecé a pajearlo con movimientos largos como hacía él. Con mi otra mano me empecé a tocar a mí mismo. Escuché su primer gemido, y de la calentura empecé a hablar solo.
-¿Me estabas escondiendo esto, nene?
Me respondió casi riéndose:
+No sabía que eras así...
-¿Así cómo?
Se la apreté con un poco más de fuerza y empecé a moverme más rápido. Soltó otro gemido.
-¿Así te gusta, no?
Asintió con otro gemido. Seguí así por un rato alternando entre movimientos lentos y rápidos. Dejé de tocarme a mí y me concentré únicamente en él, quería hacerlo acabar. Me acomodé entre sus piernas, me acerqué a la punta, la escupí y empecé a pajearlo con la pija llena de saliva.
Benja empezó a respirar fuerte y a mover la cadera, mientras yo hacía presión en la cabeza. Casi susurrando me dijo:
+Por favor chupala...
No lo pensé dos veces y me la metí en la boca, era la primera vez que hacía un pete, casi no me entraba. Soltó un gemido alto y se tapó la boca enseguida para no hacer ruido. Empecé a moverme despacio, tratando de llegar lo más profundo que podía sin ahogarme. Cuando agarré el ritmo empecé a hacerlo más rápido, mientras lo pajeaba con una mano. Él empezó a moverse otra vez, algunas veces me empujaba y me ahogaba, pero no me importó, me gustaba. Sus gemidos me calentaban mucho.
Me agarró del pelo con una mano y empezó a guiarme despacio, con movimientos un poco bruscos, hasta que me empujó con la cadera y me la metió hasta el fondo de la garganta y no me dejó salir por unos segundos, se me llenaron los ojos de lágrimas.
Cuando me soltó, agarré aire y empecé a chupar más rápido. Empezó a gemir más fuerte, pero intentó controlar su voz.
Me saqué la pija llena de saliva de la boca y con mi mejor voz de puta le dije:
-¿Vas a dármela toda?
Me volvió a agarrar del pelo y empezó a guiarme otra vez. Se la chupé cada vez más rápido, y sus gemidos eran cada vez más fuertes. Tenía miedo que despertara a alguien en la casa, pero no quería parar de moverme, quería seguir chupando hasta que acabara. Me agarró con las dos manos y empezó a ser más agresivo, me golpeaba el fondo de la garganta con la pija y me hacia dar arcadas, me estaba volviendo loco. Empecé a acariciar todo su cuerpo mientras él usaba mí boca. Seguimos así por un ratito hasta que acabó, empezó a tirarme toda la leche adentro de la boca mientras gruñía de placer. No lo pensé y empecé a tragarla toda, fueron muchos chorros, el sabor me encantaba. Mentras los dos recuperábamos el aliento, le dije:
-¿Te gustó, bonito?
Me respondió con un sí muy cansado y me fui a acostar a mi cama en silencio. Benja se durmió rápido. Me acosté feliz, saboreando su leche.
Al otro día intenté acercarme a él, pero me evitó toda la mañana, pensé que había arruinado todo, pero después me mandó un mensaje por WhatsApp.
Esta fue la mejor experiencia sexual de mi vida, pero todavía quiero poder tenerlo adentro mío, quiero que vuelva a usarme y dominarme.
Gracias por leerme, espero tener más experiencias para contar en un futuro.
Esto que estoy por contar pasó la semana pasada.
Volví hace poco a mi ciudad a la casa de mis viejos por las vacaciones de la facultad. Antes de irme a estudiar, mi hermano y yo compartíamos el dormitorio siempre, entonces cada vez que vuelvo tenemos que dormir en el mismo cuarto.
Le llevo 4 años a Benja, tiene 18, es más bajito que yo, todavía tiene cara de nene, pero siempre tuvo un cuerpo atlético porque juega fútbol hace varios años.
Siempre hubo bastante confianza entre nosotros, ya nos habíamos visto desnudos varias veces al salir de la ducha o cuando íbamos a alguna playa o pileta, y cuando hace calor solíamos dormir sin ropa. Nunca me generó nada verlo así.
Estábamos jugando a la play en el cuarto, con el ventilador apuntándonos a nosotros porque hacía demasiado calor, los dos transpirados, pero no le prestábamos mucha atención porque estábamos concentrados en el juego. En un momento Benja me dice:
+Che, me voy a bañar, no aguanto más, ahora vuelvo.
-Dale, yo te espero.
Mientras yo me quedo jugando, tratando de avanzar sin adelantarme mucho para que podamos continuar juntos.
Cuando salió de la ducha, volvió al cuarto únicamente con una toalla en la cabeza para cercarse el pelo.
Esta era la primera vez que lo veía desnudo desde el año pasado, estaba completamente cambiado, se veía con los abdominales más marcados, los brazos más grandes y el pecho más definido, además estaba depilado. Nunca antes lo había visto así, lo cual hizo que por primera vez le preste atención al tamaño de su pija. Como estaba acostumbrado a verlo con pelo, nunca me había dado cuenta que la tenía bastante más grande que yo. Me quedé mirándolo fijo mientras entraba al cuarto, pero creo que no se dió cuenta porque entró secándose el pelo con la toalla, no pude desviar la mirada hasta que se sentó. En ese momento sentí una calentura enorme en mi cuerpo, nunca me había sentido así, ni siquiera cuando debuté. No podía seguir concentrado en el juego, solamente estaba pensando en él y además lo tenía sentado en bolas al lado mío.
Se me empezó a parar la pija y no podía concentrarme, aproveché la excusa de bañarme para poder irme rápido del cuarto, tratando de ocultar que la tenía parada. Apenas entré a la ducha me hice una paja para poder calmarme, pero no pude dejar de pensar en él en ningún momento. Cuando salí de bañarme Benja ya se había puesto una bermuda, me entró una sensación rara de culpa por no haber aprovechado y haberlo visto por más tiempo.
Seguimos jugando un rato pero no podía sacarme de la cabeza el hecho de que mi hermano la tenga tan grande y tenga ese cuerpo, traté de distraerme pero estuve caliente el resto del día hasta que me fui a dormir, esperando que al otro día también haga calor, así tengo otra oportunidad para verlo desnudo.
Me desperté a la mitad de noche, todavía con mucha calentura. Intenté mirar para la cama de Benja para ver si estaba durmiendo destapado. Cuando me di vuelta, lo vi alumbrado únicamente por la pantalla de su celular con los auriculares puestos mirando porno y clavándose una paja. No podía creer lo que estaba viendo, el tamaño de su pija parada y el recorrido que tenía que hacer con su mano para poder cubrirla toda, le medía como mínimo 20cm. La tenía bastante gruesa, apenas podía cerrar su mano, y la cabeza también era muy grande.
Me quedé quieto intentando que no se de cuenta que lo estaba mirando. Estuvo un rato largo con movimientos largos, a veces paraba para llenarse la mano de saliva y jugar con la punta. Yo estaba explotando de la calentura, casi no podía mantener mi respiración, estaba hipnotizado. En un momento, empezó a mover la cadera a ritmo con su mano y empezó a respirar fuerte, yo sentía que estaba cerca de acabar, no sabía dónde iba a tirar toda la leche. Empezó a moverse cada vez más rápido y y su respiración era cada vez más fuerte, hasta que soltó el celular, se agarró la verga con las dos manos y empezó a gemir con una voz que no había escuchado nunca. Acabó sobre su panza y su pecho. Fueron varios chorros, se escuchaba el impacto de la leche contra su piel. Después de eso se quedó quieto un rato tratando de recuperar el aliento, se levantó rápido para ir al baño a limpiarse. Inmediatamente después de salir del dormitorio, me di vuelta y me acomodé para que pensara que estaba dormido, no podía más con la calentura. Cuando volvió a su cama esperé a que se duerma para poder pajearme. Me hice dos seguidas y me quedé dormido.
Me desperté al otro día a las 2 de la tarde, Benja ya se había bañado y había salido.
Ese día fue el día que más veces fui al baño a pajearme en muchos años. Primero busqué porno para tratar de pensar en otra cosa, pero cada vez me fui acercando más al porno gay, y mis búsquedas se hicieron cada vez más específicas. No podía sacar la idea de mi cabeza, y tampoco quería.
Benja no volvió hasta la hora de la cena. Traté de seguir lo que quedaba del día con normalidad, pero solo podía pensar en el tamaño de su pija, de cómo se movía y de sus gemidos. Inconcientemente buscaba cualquier excusa para estar cerca suyo, y hubo mucho contacto físico.
Esa noche también hizo calor, así que me acosté sin ropa. Me quedé despierto en mi cama hasta muy tarde, esperando que ese día también pueda verlo tocándose. Estuve varias horas esperando, casi me gana el sueño. A eso de las 3 de la mañana empecé a escuchar movimientos en su cama, escuchaba con atención esperando que se ponga sus auriculares. Me di vuelta con cuidado para que no se de cuenta, y ahí estaba otra vez acostado boca arriba, con su verga enorme en frente mío. Estuve esperando todo el día para esto, me volvió a sorprender su tamaño, sentía que en cualquier momento podía levantarme e ir a agarrarle la pija yo mismo, no podía más de la calentura. Empezó tocándose lento, con movimientos largos, mientras con la otra mano sostenía el celular. Cada tanto aceleraba y volvía a ir despacio. Siguió un rato así hasta que en un momento frenó, se soltó el pene, se escupió la mano y llenó su cabeza de saliva.
Este fue el momento en el que un impulso vino a mí y me obligó a levantarme de mi cama. Me acerqué con cuidado hasta su cama en la oscuridad, cuando estoy llegando le digo:
-Benja... ¿Querés que te ayude?
Se sorprendió, se sacó los auriculares y me miró de arriba a abajo. Sonrió y me dijo con una voz grave:
+¿Cómo me querés ayudar?
-Apagá el celu y no hagas ruido.
Bajó su celular y quedamos a completamente a oscuras. Me senté en su cama, empecé a acariciar sus piernas desde abajo hasta llegar a su pija, cuando la agarré estaba muy dura y caliente, me sorprendió mucho su peso y su grosor. La levanté y empecé a pajearlo con movimientos largos como hacía él. Con mi otra mano me empecé a tocar a mí mismo. Escuché su primer gemido, y de la calentura empecé a hablar solo.
-¿Me estabas escondiendo esto, nene?
Me respondió casi riéndose:
+No sabía que eras así...
-¿Así cómo?
Se la apreté con un poco más de fuerza y empecé a moverme más rápido. Soltó otro gemido.
-¿Así te gusta, no?
Asintió con otro gemido. Seguí así por un rato alternando entre movimientos lentos y rápidos. Dejé de tocarme a mí y me concentré únicamente en él, quería hacerlo acabar. Me acomodé entre sus piernas, me acerqué a la punta, la escupí y empecé a pajearlo con la pija llena de saliva.
Benja empezó a respirar fuerte y a mover la cadera, mientras yo hacía presión en la cabeza. Casi susurrando me dijo:
+Por favor chupala...
No lo pensé dos veces y me la metí en la boca, era la primera vez que hacía un pete, casi no me entraba. Soltó un gemido alto y se tapó la boca enseguida para no hacer ruido. Empecé a moverme despacio, tratando de llegar lo más profundo que podía sin ahogarme. Cuando agarré el ritmo empecé a hacerlo más rápido, mientras lo pajeaba con una mano. Él empezó a moverse otra vez, algunas veces me empujaba y me ahogaba, pero no me importó, me gustaba. Sus gemidos me calentaban mucho.
Me agarró del pelo con una mano y empezó a guiarme despacio, con movimientos un poco bruscos, hasta que me empujó con la cadera y me la metió hasta el fondo de la garganta y no me dejó salir por unos segundos, se me llenaron los ojos de lágrimas.
Cuando me soltó, agarré aire y empecé a chupar más rápido. Empezó a gemir más fuerte, pero intentó controlar su voz.
Me saqué la pija llena de saliva de la boca y con mi mejor voz de puta le dije:
-¿Vas a dármela toda?
Me volvió a agarrar del pelo y empezó a guiarme otra vez. Se la chupé cada vez más rápido, y sus gemidos eran cada vez más fuertes. Tenía miedo que despertara a alguien en la casa, pero no quería parar de moverme, quería seguir chupando hasta que acabara. Me agarró con las dos manos y empezó a ser más agresivo, me golpeaba el fondo de la garganta con la pija y me hacia dar arcadas, me estaba volviendo loco. Empecé a acariciar todo su cuerpo mientras él usaba mí boca. Seguimos así por un ratito hasta que acabó, empezó a tirarme toda la leche adentro de la boca mientras gruñía de placer. No lo pensé y empecé a tragarla toda, fueron muchos chorros, el sabor me encantaba. Mentras los dos recuperábamos el aliento, le dije:
-¿Te gustó, bonito?
Me respondió con un sí muy cansado y me fui a acostar a mi cama en silencio. Benja se durmió rápido. Me acosté feliz, saboreando su leche.
Al otro día intenté acercarme a él, pero me evitó toda la mañana, pensé que había arruinado todo, pero después me mandó un mensaje por WhatsApp.
Esta fue la mejor experiencia sexual de mi vida, pero todavía quiero poder tenerlo adentro mío, quiero que vuelva a usarme y dominarme.
Gracias por leerme, espero tener más experiencias para contar en un futuro.
8 comentarios - Mi hermanito la tiene más grande que yo (relato)