Antes lee...
La parte 1 (http://www.poringa.net/posts/relatos/5284765/El-trio-que-salvo-mi-matrimonio-Parte-1.html)
Y la parte 2 (http://www.poringa.net/posts/relatos/5289838/El-trio-que-salvo-mi-matrimonio-Parte-2.html)
Justo antes de salir la ciudad, José Manuel nos dice: "¿Qué les parece si en vez de ir a un bar, pasamos a una licorería y continuamos la fiesta en la casa de la playa". Antes que pudiera decir nada, mi esposa arremete con: "Siii, que buena idea, vamos a comprar". Así que paramos por unos tragos y continuamos nuestro rumbo hasta que llegamos a la costa.
Ya en la casa nos sentamos en la sala de estar, cada uno con su trago y buena música de fondo. Comenzamos a charlar y en un momento de la noche estábamos los 3 muy estimulados por el alcohol, y como es de suponer comenzamos a hablar cosas mas calientes, hasta que llegamos al tema de los tríos. José Manuel nos contó que tenía un par de buenas experiencias en tríos HMH, mientras que nosotros le contamos que teníamos solo una experiencia que no había sido lo que esperábamos. José Manuel detectó de inmediato la oportunidad y nos dijo: "Pero no descarten hacerlo de nuevo, por mi experiencia depende mucho de que el tercero tenga algo de experiencia... Como yo, jajajaja". Con mi señora cruzamos una mirada complice-tímida y luego de unos segundos de total silencio le digo a José Manuel: "Bueno, si no tienes problema nos podemos alojar acá y nos puedes enseñar un poco".
José Manuel miró a mi esposa como un lobo mirando una oveja y luego me mira a mi con una sonrisa lujuriosa y me dice: "Bueno, permiso, a mi me gusta tomar la iniciativa para romper el hielo pero voy a su ritmo" así que se puso de pie detrás mi esposa y comenzó a masajear sus hombros. Ella tomó mi mano para que me acercara, y yo de inmediato comencé besarla apasionadamente delante de José Manuel. Él, de una se quitó su camisa dejando ver un torso trabajado, yo no me quedé a atrás y me quité mi camisa y de paso mis pantalones, José Manuel me siguió quedando ambos solo en ropa interior. Mi calentura en ese momento subía como un cohete, entonces le pedí a José Manuel que se sentara en el sillón largo, porque quería mostrarle algo y comencé a desvestir a mi mujer enfrente de él. Primero, le quité la blusa dejándola solo con un lindo sostén negro de encaje y cuando quise quitarle el pantalón, ella me pide que me siente junto a José Manuel. Obedezco rápidamente mientras ella nos da la espalda, se quita el sostén dejando ver solo su sexy espalda desnuda, y procede a quitarse su pantalón presentando un culazo en un calzón muy pequeño para luego voltearse y dejar ver un par de tetas preciosas de pezón marrón y areola amplia. La erección era evidente en la entrepierna de José Manuel. Mi esposa entonces, viene y se sienta en el sillón entre nosotros dos. José Manuel y yo no dudamos y comenzamos a comerle las tetas cada uno por su lado. Luego de unos mimutos, ella nos pide que nos pongamos de pie mientras ella se mantiene sentada. Nos dice mientras mira los dos paquetes en ropa en interior frente a su cara: "Tengo buenas opciones acá". Quita entonces mi ropa interior dejando mi pene con una erección grandiosa. Yo siento que mi verga tiene un largo un poco superior al promedio, además es gruesa y cumplidora, pero cuando mi esposa quita la ropa interior de José Manuel debo admitir que sentí algo de envidia. Su verga era mas larga que la mia, quizás no tan gruesa, pero bien cabezona, con una gran vena que la recorría de base a punta y bien depilada. Mi mujer tomó una verga en cada mano mientras las masajeaba, para primero poner la mia en su boca. Mientras me la mamaba, con su otra mano masajeaba cada vez con mas ímpetu la verga de José Manuel. Yo estaba un poco ansioso, si bien mi mujer me la estaba chupando delicioso, quería verla con otra verga en su boca. Pasaron un par de segundos de eso, y finalmente ella se voltea y pone la verga de José Manuel en su boca, se notaba que era algo nuevo para ella tener una verga mas grande en su boca, pero una vez que le agarró el ritmo comenzó a mamarsela de una forma maravillosa, sus labios recorrían por completo el tronco de esa verga, evidenciando que debía esforzarse para que le llegara bien al fondo de su boca. Luego de eso cambió la técnica concentrándose en mamar la cabeza de su verga mientras lo pajeaba, en ese momento la verga de José Manuel era una roca y su erección era total. Yo por mi parte no creía lo que veía y mi erección era igual de potente.
No quería que nos quedaramos pegados, así que dejé que mi mujer siguiera mamando mientras la acomodaba en 4 para penetrarla. Una vez mi verga adentro comencé a penetrarla suave, pero mi atención seguía contemplando la gran verga de José Manuel en la boca de mi mujer. Ella por su parte era lo mismo, toda su lujuria estaba volcada en su boca. Fue entonces que me di cuenta que debía dejar que ellos primero se sacaran las ganas que se tenían desde que se conocieron en el trabajo, así que tomé a mi mujer y le dije que jugaran juntos, ella me miró con una cara de culpabilidad por dejarme de lado, pero rápidamente le di a entender que estaba todo bien, que yo quería verlos coger, así que me senté cómodamente en un sillón al lado a verlos como se manoseaban...
CONTUNUARÁ...
La parte 1 (http://www.poringa.net/posts/relatos/5284765/El-trio-que-salvo-mi-matrimonio-Parte-1.html)
Y la parte 2 (http://www.poringa.net/posts/relatos/5289838/El-trio-que-salvo-mi-matrimonio-Parte-2.html)
Justo antes de salir la ciudad, José Manuel nos dice: "¿Qué les parece si en vez de ir a un bar, pasamos a una licorería y continuamos la fiesta en la casa de la playa". Antes que pudiera decir nada, mi esposa arremete con: "Siii, que buena idea, vamos a comprar". Así que paramos por unos tragos y continuamos nuestro rumbo hasta que llegamos a la costa.
Ya en la casa nos sentamos en la sala de estar, cada uno con su trago y buena música de fondo. Comenzamos a charlar y en un momento de la noche estábamos los 3 muy estimulados por el alcohol, y como es de suponer comenzamos a hablar cosas mas calientes, hasta que llegamos al tema de los tríos. José Manuel nos contó que tenía un par de buenas experiencias en tríos HMH, mientras que nosotros le contamos que teníamos solo una experiencia que no había sido lo que esperábamos. José Manuel detectó de inmediato la oportunidad y nos dijo: "Pero no descarten hacerlo de nuevo, por mi experiencia depende mucho de que el tercero tenga algo de experiencia... Como yo, jajajaja". Con mi señora cruzamos una mirada complice-tímida y luego de unos segundos de total silencio le digo a José Manuel: "Bueno, si no tienes problema nos podemos alojar acá y nos puedes enseñar un poco".
José Manuel miró a mi esposa como un lobo mirando una oveja y luego me mira a mi con una sonrisa lujuriosa y me dice: "Bueno, permiso, a mi me gusta tomar la iniciativa para romper el hielo pero voy a su ritmo" así que se puso de pie detrás mi esposa y comenzó a masajear sus hombros. Ella tomó mi mano para que me acercara, y yo de inmediato comencé besarla apasionadamente delante de José Manuel. Él, de una se quitó su camisa dejando ver un torso trabajado, yo no me quedé a atrás y me quité mi camisa y de paso mis pantalones, José Manuel me siguió quedando ambos solo en ropa interior. Mi calentura en ese momento subía como un cohete, entonces le pedí a José Manuel que se sentara en el sillón largo, porque quería mostrarle algo y comencé a desvestir a mi mujer enfrente de él. Primero, le quité la blusa dejándola solo con un lindo sostén negro de encaje y cuando quise quitarle el pantalón, ella me pide que me siente junto a José Manuel. Obedezco rápidamente mientras ella nos da la espalda, se quita el sostén dejando ver solo su sexy espalda desnuda, y procede a quitarse su pantalón presentando un culazo en un calzón muy pequeño para luego voltearse y dejar ver un par de tetas preciosas de pezón marrón y areola amplia. La erección era evidente en la entrepierna de José Manuel. Mi esposa entonces, viene y se sienta en el sillón entre nosotros dos. José Manuel y yo no dudamos y comenzamos a comerle las tetas cada uno por su lado. Luego de unos mimutos, ella nos pide que nos pongamos de pie mientras ella se mantiene sentada. Nos dice mientras mira los dos paquetes en ropa en interior frente a su cara: "Tengo buenas opciones acá". Quita entonces mi ropa interior dejando mi pene con una erección grandiosa. Yo siento que mi verga tiene un largo un poco superior al promedio, además es gruesa y cumplidora, pero cuando mi esposa quita la ropa interior de José Manuel debo admitir que sentí algo de envidia. Su verga era mas larga que la mia, quizás no tan gruesa, pero bien cabezona, con una gran vena que la recorría de base a punta y bien depilada. Mi mujer tomó una verga en cada mano mientras las masajeaba, para primero poner la mia en su boca. Mientras me la mamaba, con su otra mano masajeaba cada vez con mas ímpetu la verga de José Manuel. Yo estaba un poco ansioso, si bien mi mujer me la estaba chupando delicioso, quería verla con otra verga en su boca. Pasaron un par de segundos de eso, y finalmente ella se voltea y pone la verga de José Manuel en su boca, se notaba que era algo nuevo para ella tener una verga mas grande en su boca, pero una vez que le agarró el ritmo comenzó a mamarsela de una forma maravillosa, sus labios recorrían por completo el tronco de esa verga, evidenciando que debía esforzarse para que le llegara bien al fondo de su boca. Luego de eso cambió la técnica concentrándose en mamar la cabeza de su verga mientras lo pajeaba, en ese momento la verga de José Manuel era una roca y su erección era total. Yo por mi parte no creía lo que veía y mi erección era igual de potente.
No quería que nos quedaramos pegados, así que dejé que mi mujer siguiera mamando mientras la acomodaba en 4 para penetrarla. Una vez mi verga adentro comencé a penetrarla suave, pero mi atención seguía contemplando la gran verga de José Manuel en la boca de mi mujer. Ella por su parte era lo mismo, toda su lujuria estaba volcada en su boca. Fue entonces que me di cuenta que debía dejar que ellos primero se sacaran las ganas que se tenían desde que se conocieron en el trabajo, así que tomé a mi mujer y le dije que jugaran juntos, ella me miró con una cara de culpabilidad por dejarme de lado, pero rápidamente le di a entender que estaba todo bien, que yo quería verlos coger, así que me senté cómodamente en un sillón al lado a verlos como se manoseaban...
CONTUNUARÁ...
2 comentarios - El trío que salvó mi matrimonio (Parte 3)