La villera me enamoro 4

Había probado el objeto de mi deceo, el orto de mi suegra, Karen me daba todos los gustos pero me negaba el orto, no necesitaba ese culo hasta ese momento, y de ahí se volvió una obsesión, siempre me decís que nunca se lo habían echo, que probó varias veces y le dolía mucho y con la pija mía ni loca, que me amaba pero que no le pida la cola, está discusión fue a los gritos y obvio el resto de la casa se enteró , al salir de la habitación pude ver la cara de disfrute de mi suegra, Karen salió enojada y ahí quedé a solas nuevamente con mi suegra, riéndose me dijo se te enojo la gata. No te afloja pero vos sabés que acá tenés la colita de mami para cuando andes caliente. No discutas al pedo con la puta esa, y esas palabras quedaron rebotando en mi pija.
Esa noche volvió mi gata, enojada, poca cavidad me pasaba, y eso en vez de enojarme me calentaba más, se ponía más puta para provocarme deceo y la verdad lo conseguía, es una hembra hermosa y me manejaba a fuerza de conchasos, esa noche fue complicada, dormíamos en bolas como siempre, pero no me dejaba apoyarla, se enojaba y se alejaba cada vez que intentaba, así que recurrí a los celos, estábamos a oscuras. Tire que onda cuñada cuando vamos a salir vos y yo de joda? Cómo respuesta tuve un codazo de Karen y una risa de mi cuñada, la verdad estaba al palo y esa noche no la ponía, así que me levanté me arme uno y me fui a la pileta, en ese momento llegó el novio de mi suegra, aparentemente pasado de rosca, me saludo de lejos y se metió a la habitación de ella discutieron y a los dos minutos la escuchaba gemir como loca, era imposible no oírla la habitación tenía una ventana que daba al patio, me asome y la tenía en cuatro cogiéndola a lo bestia. La muy puta paraba el orto y gemía como loca, me puso caliente más de lo que estaba, así que saque la pija afuera y empecé a pajearme en la pileta y en eso salió Karen, se me paro al lado y empezó a chuparme la pija, era una locura mientras miraba como se cogían por el orto a mi suegra, la levanté la puse contra la pared, empecé a chuparle el orto desesperadamente ella gemía a lo puta alzada como siempre, a los gritos , le apoye la pija en el orto y fui metiéndose la a lo bestia fuerte y para lastimar la, le rompió el orto, pero se la metí entera, gritaba enojada y al cuarto bombazo empezó a gemir, sentía sus acabadas en la pileta cuando caían, parecía que se meana, gemía y gritaba, me insultaba, algunos gritos escuchamos de los vecinos boludeando, y no aguante la locura empecé a descargar leche a lo bestia, inchaba bien la pija y más gritaba, le llene bien de leche el orto, cuando de la saqué bufaba de dolor y calentura, me senté en la pileta ella a mi lado y mi suegra con su novio en la habitación aplaudían