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Hipnotizando a mi familia

Tengo dos hermanas, una encantadoramente linda de cara y con un cuerpo moderadamente modelado, sexy y levemente exuberante, de manera que lo que más destaca de ella es su preciosa cara; ella tiene 19 años y estudia en la universidad. Ella no tiende a usar ropa muy reveladora pero tampoco es muy conservadora, depende de cómo se sienta es más o menos alegre en este sentido.

La otra, tiene una cara casi igual de linda, pero con un físico aún mejor; unos pechos y un trasero que cualquier hombre quedan embobados al verlos, además, solo tiene 22 años; ella vive fuera de la ciudad por su trabajo, por lo que no la vemos tan seguido. Ella viste generalmente con ropa un poco más reveladora que su hermana menor, pero tampoco excesivamente; solo un poco de escote y quizás faldas no tan largas.

Yo, por mi parte, vivo con mi padre y mi madre. Son una pareja felizmente casada. Mi madre es una mujer de 43 años que a pesar de su edad, es increíblemente hermosa, de pies a cabeza parece una representación gráfica de una deidad. Tiene unos senos increíblemente grandes, con un culo que parece tallado por el mismísimo Miguel Ángel. Ella viste con ropa para nada reveladora, nada de escote, nada de falda, como máximo ropa ajustada. Mi padre, por otra parte, es simplemente un hombre relativamente atractivo, con gran carisma, tiene un buen trabajo (aunque no somos ricos), nada más por destacar de él.

Si tuviera que describirme sería algo así: un chico alto, atractivo pero no mucho, con un carisma suficiente para caer bien pero no tanto para gustar a todas las chicas. Como dato a destacar de mi persona, soy extremadamente sádico, en el sentido fetichista de la palabra.

Voy de camino a mi escuela, como hago a diario, cuando una señora sale de la nada y me pide ayuda con algo, no le entiendo bien qué es. Voy a ayudarla y cuando estamos apartados me dice que mientras me veía caminar notó que tenía un don especial, algo que me permitía ser completamente diferente al resto. Yo en este momento creo que es una loca y hago un gesto de que me voy, pero ella me agarra el brazo y me dice —créeme, puedes ser más poderoso de lo que te imaginas—; no sé por qué, pero estas palabras me desconciertan y me quedo escuchándola, a pesar de que sé que probablemente sea solo una loca.

Me empieza a explicar que en el mundo existe una energía capaz de controlar todo y a todos, una energía que nadie ve, pero que ella sí lo logra hacer. Sin embargo, esta energía solo fluye, de manera que es imposible manipular. Pero, me explica que de alguna manera ella vió algo raro en mí, como un don, explica su pensamiento y su idea es que yo puedo manipular la energía. Hasta este momento estoy escéptico con lo que me dice, pero sigo ahí parado escuchando lo que me dice y de la nada me pregunta: —¿Quieres quedarte a ver si lo que ví es real?—, a lo que le respondo que sí.

Nos quedamos toda la mañana (falté a clases, obviamente). Ella me pide que canalice una idea muy clara, que centre en mi idea todos los deseos de poder controlarla a ella, yo cierro los ojos y empiezo a "enfocar" ese pensamiento. De la nada, ella pone la vista completamente en blanco, como si hubiera perdido el alma, le pregunto que si está bien y me responde con un sencillo —Sí—. Estuvo en este trance hasta que se me ocurrió decirle que volviera a la normalidad, y así lo hizo.

Me preguntó que qué había pasado, yo le comenté todo y ella se puso alegre, con una sonrisa de oreja a oreja. Intercambiamos celulares y me dijo —Ahora tengo cosas que hacer, sigue tratando de practicar esto en tu casa, yo quiero seguir al tanto de ti—. Como ya había faltado toda la mañana, decido no entrar a clases y quedarme afuera todo el día. Cuando llega la hora de la salida, regreso a mi casa.

Ya en mi casa, después de cenar, voy con mi hermana y trato disimuladamente de usar este nuevo "poder". Ella, así como lo hizo la mujer desconocida, se queda con los ojos en blanco, yo le pregunto —¿Estás bien?— y me responde (como también hizo la mujer) con un simple —Sí—.

Yo pongo a prueba dónde están los límites y le ordeno quitarse la camisa, ella obedece sin rechistar. Posterior a esto, empiezo a manosearla suavemente. Ella no hace ningún ruido ni se mueve, así que empiezo a manosearla más y más. Quiero experimentar si este estado solo se mantiene aquí o si una orden se puede extrapolar a su estado normal, así que le ordeno que de ahora en adelante a ella le va a dar igual que la vea desnuda y que volverá a su estado normal cuando chasquee los dedos; al chasquear, ella se me queda viendo y me pregunta —¿Por qué me ves así?—, yo le digo que está desnuda y me responde —Sí, ¿y?—. Mi prueba fue un éxito, una orden impuesta en el estado de "hipnosis" (así es como le llamo ahora), se extrapola al estado normal.

Me voy a mi habitación y me siento en el borde de mi cama. Pasan unos minutos pensando en todo lo ocurrido el día de hoy y me doy cuenta que me estoy empezando a marear. Poco a poco todo se vuelve negro, soy transportado a un mundo extraño; no hay nada, solo estoy en una especie de plataforma. Poco a poco sale de la oscuridad un señor con una voz muy grave y dice —Escucha, muchacho. Tú, desde que naciste, fuiste seleccionado y ahora por fin te diste cuenta que lo tienes. Este poder es un experimento, puedes usarlo a tu antojo, el límite serás tú mismo—. Despierto acostado sobre mi cama al día siguiente.







Sé que casi no hubo escenas sexuales, pero es la presentación para esta historia en la que créanme, va a haber mucho sexo y de todas las formas posibles. Quisiera recordar que a mí lo que me motiva a hacer estas historias son los puntos que me dejan, simplemente porque sé que hay gente que le gusta lo que creo.

3 comentarios - Hipnotizando a mi familia

MoritaPerver69
Nada mal, continualo hay buen material
CaesarPn
Voy a ver si subo la segunda parte hoy, gracias por comentar
Cuckofmommy +1
Bastante bien, espero y lo puedas continuar
CaesarPn
Muchas gracias, lo haré