Hola compañeros de P! Este post es para contarles una pequeña aventura que tuve hace poco en un hospital con una enfermera.
La cuestión es que hace unos días mi tío estaba mal de salud, tuvieron que internarlo. La situación no era grave, pero por cuestiones de familia me ofrecí a cuidarlo por la noche. Era una persona mayor, dormía normal, así que gran parte de la noche no era más que estar mirando el celular e intentar no quedarme dormido.
Durante la segunda noche de guardia, mientras ya preparaba todo para aburrirme mientras mi tío roncaba escuché la puerta de la habitación abrirse, ahí entró ella. Era una morocha de pelo largo, un poco petiza y rellenita, pero con un lomo que se dejaba ver por debajo del ambo. Entró, saludó enérgicamente y me comentó que tenía que tomarle la tensión a mi tío y que iba a hacerlo cada dos horas durante la noche. Mientras le ponía los aparatos en el brazo no podía dejar de mirarle el culo, realmente un monumento que por la posición en la que se ponía era imposible no mirarlo y volverse loco. Intentaba ser precavido con mi mirada, no quería quedar como un pajero.
Terminó con su trabajo y se dispuso a irse, debajo de mi pantalón mi verga estaba latiendo, no me podía explicar cómo en un acto tan simple esa morocha era capaz de levantar tanto la temperatura.
- Cualquier cosa tocan el botón y vengo a ver qué pasa - dijo mientras se iba caminando y meneando todo ese culo que no pude dejar de mirar ni por un segundo.
Al momento de estar solo me puse a pensar como podía encararla, de alguna manera tenía que aprovechar semejante bombón estaba a mi disposición, bueno... de mi tío pero él estaba bien.
Hablando de mi soy un tipo común,tengo 25 años, mido cerca de 1.80 estoy flaco pero no estoy marcado y no tengo nada de vergüenza, por lo que estaba seguro que de alguna manera iba a poder acercarme a esta piba.
- El botón- pensé, deje caerlo al suelo y lo presione para hacer parecer todo un accidente. Los minutos pasaron, demoró casi diez minutos en llegar.
-Que paso? - Dijo ella.
-Que pasó de que?- Dije haciéndome el distraído.
-Me figura en enfermería que me llamaron a este cuarto.
-No te llamamos, debe ser una confusión-Mientras decía esto giraba mi cabeza para hacer contacto visual con el botón caído - aaaah mirá, esto se cayó capaz fue eso. Disculpa.
-No hay problema, pero tengan cuidado con el botón, que estoy sola y no me dan las manos para atender a todo el piso.
Se fué, otra vez podía verla irse, era realmente hipnótico ver ese culo. No podía dejar de imaginar cómo se vería desnudo o con una buena tanga, de solo pensarlo se me ponía (y se me pone ahora mismo) muy dura. El tiempo pasó, mi tío ya roncaba y cerca de las 2 de la mañana salí de la habitación en busca de un café. En camino a la máquina pase por enfermería y la Vi ahí, sentada con un mate en la mano, saludé amablemente y seguí mi camino. En la vuelta y con dos cafés en la mano me dispuse a regalarle uno y me quedé charlando.
-Veo que estás a full y la noche es larga no?
-Si igual a esta hora suele calmar un poco
-La verdad que no hay mucho ruido tampoco por acá, me imagino lo difícil que debe ser no dormirse jaja
-Realmente si es difícil pero siempre se agradecen estos regalos- dijo mientras levantaba el café.
El tiempo comenzó a pasar y la charla fluía, me contó de todo, que tenía 28 años, que vivía con el novio pero no estaba nunca en casa, que trabajaba hace dos años en el hospital y bla bla bla.
Poco a poco nos íbamos amigando y tras mucha charla logré sacarle su nombre, era Sofía y de a poco nos íbamos acercando más. Ya la enfermería era un lugar más ameno, charlabamos en la cocina y de reojo veía la cama de los internos. En un momento me la jugué y tras un pequeño movimiento la agarré de la cintura y la acerqué a mí. Ella me miró con una cara extrañada, parecía no entender la situación, nos miramos por un largo rato y ella decidió romper el silencio.
-Que haces?
-Que te parece que hago?
-Ya te dije que estoy de novia
-Y que tiene? Yo no estoy haciendo nada, solo te acerque un poco más a mi
-Si pero yo no s...- No la dejé terminar y le robe un beso.
Estaba nervioso realmente, ella parecía no responder muy bien, pero después de dudarlo me siguió la corriente. Me abrazo por el cuello y pegó su cuerpo completamente al mío. Era un momento de gloria, no quise dejar pasar ni un segundo y mis manos pasaron de su cintura directamente a su culo. Era perfecto, carnoso y al mismo tiempo con la forma perfecta.
Ella se despega de mi, me mira y me dice -Y ahora que hacemos con esto?
-Con esto?-Le digo mientras agarro su mano y la apoyo sobre mi pantalón. Ella siente mi verga completamente dura y parada y su primera reacción es agarrarla y poner la cara de puta más caliente que haya visto en mi vida.
-La tenes durísima- me dice mientras masajea mi verga.
La tomo de la cintura y la doy vuelta para poder apoyarla, ella se pega a mí y siento que su respiración se acelera. Ambos estamos a mil, tengo que aprovechar mi momento.
Paso mi mano por sus tetas, voy de a poco bajando, su pecho, por su ombligo y finalmente llegó a su pantalón. Desabrocho el botón que lo sostiene y ella me frena en seco. - Vamos a la habitación de los residentes - Dice, me toma la mano y entramos a un pequeño resquicio de la enfermería que tenía dos camas, un Placard y suficiente espacio para nosotros.
Entramos a los besos, no doy más, busco el cierre de si pantalón y tiro hacia abajo, veo una bombacha celeste asomarse, al sacarle el pantalón ella se da vuelta y se pone a cuatro patas, ella sabe el culo que tiene, se ve espectacular y arquea la espalda para que se vea incluso mejor. Me abalanzo sobre ella, corro su bombacha y empiezo a comerla entera, con mi lengua recorría cada centímetro de su vagina, ella reprimía los gemidos en el silencio del hospital y yo bañaba mi boca en sus jugos llenos de placer. Se estremece y al recuperarse se levanta para sacarme el pantalón, quise sacarle el ambos pero no me dejó, cuando mucho asomó sus tetas por encima de la remera, la escena era un sueño hecho realidad.
Bajo mi pantalón, me besó mi verga por sobre el boxer y luego lo bajó para descubrir mi miembro realmente parado, empezó besando mis huevos, luego se escupió la mano y comenzó a hacer la mejor paja que me hicieron en la vida. Cuando ya no daba más empezó a chuparmela, primero solo si lengua, sabía cómo hacerme desear, finalmente se la metió completamente en la boca, fue un Pete increíble.
-Quiero que me cojas -Dijo- Ya basta de jueguitos
Busco una caja de preservativos, pero estaba vacía, mi calentura se disparó - Me parece que vamos a tener que coger a pelo nomás - le dije en chiste.
-Entonces acostate - me dijo de manera tajante.
Me acosté y ella se subió a mi dándome la espalda, me dejó una perfecta visión de culo de ensueño, también podía ver lo mojada que seguía. Agarró mi verga y sin pensarlo dos veces se la metió, con cada centímetro que entraba podía darme cuenta de lo mojada y lo apretada que estaba. Era como coger una virgen de lo apretada que estaba. Empezó a subir y bajar su culo, con cada sentón yo deliraba de placer y ella ya no escondía sus gemidos, solo podía nalguearla y agarrarla de su cintura cada tanto para llegar más profundo en ella.
Le pedí que pare, ya no daba más, la puse en cuatro patas y empecé a darle como la perra que era, ella bajaba la cabeza y solo atinaba a morder el colchón, yo le daba con todas mis fuerzas, ya no podía parar, la locura y el desenfreno me tenían de rehén, mientras la penetraban escupí su culo y pude meter un dedo, ella no decía nada, así que seguí. Finalmente le hice la pregunta - Dónde querés que te acabe? - ella me miró, vio que estaba frenando porque estaba cerca de acabar y empezó a empujar con su cadera, era tanta la presión que hacía que finalmente lo hice, la llene completamente con mi leche, ella gemia y a cada lechazo se estremecía un poco más. Cuando saque mi pija de ella, chorreaba, estaba impresionado realmente.
Se paró, me dió un beso y me dijo que nos vistamos. No atiné si quiera a preguntar si tomaba pastillas o algo, era realmente una puta, antes de que se vistiera le di un último beso, me puse un pantalón y fui a la habitación de mi tio.
Así fue como pase una de las experiencias más placenteras de mi vida, estoy esperando con ansias que sea jueves de nuevo para ver si Sofía está de turno.
Espero que lo hayan disfrutado. Si les gusto espero sus puntos o comentarios. Nos vemos en la próxima.
La cuestión es que hace unos días mi tío estaba mal de salud, tuvieron que internarlo. La situación no era grave, pero por cuestiones de familia me ofrecí a cuidarlo por la noche. Era una persona mayor, dormía normal, así que gran parte de la noche no era más que estar mirando el celular e intentar no quedarme dormido.
Durante la segunda noche de guardia, mientras ya preparaba todo para aburrirme mientras mi tío roncaba escuché la puerta de la habitación abrirse, ahí entró ella. Era una morocha de pelo largo, un poco petiza y rellenita, pero con un lomo que se dejaba ver por debajo del ambo. Entró, saludó enérgicamente y me comentó que tenía que tomarle la tensión a mi tío y que iba a hacerlo cada dos horas durante la noche. Mientras le ponía los aparatos en el brazo no podía dejar de mirarle el culo, realmente un monumento que por la posición en la que se ponía era imposible no mirarlo y volverse loco. Intentaba ser precavido con mi mirada, no quería quedar como un pajero.
Terminó con su trabajo y se dispuso a irse, debajo de mi pantalón mi verga estaba latiendo, no me podía explicar cómo en un acto tan simple esa morocha era capaz de levantar tanto la temperatura.
- Cualquier cosa tocan el botón y vengo a ver qué pasa - dijo mientras se iba caminando y meneando todo ese culo que no pude dejar de mirar ni por un segundo.
Al momento de estar solo me puse a pensar como podía encararla, de alguna manera tenía que aprovechar semejante bombón estaba a mi disposición, bueno... de mi tío pero él estaba bien.
Hablando de mi soy un tipo común,tengo 25 años, mido cerca de 1.80 estoy flaco pero no estoy marcado y no tengo nada de vergüenza, por lo que estaba seguro que de alguna manera iba a poder acercarme a esta piba.
- El botón- pensé, deje caerlo al suelo y lo presione para hacer parecer todo un accidente. Los minutos pasaron, demoró casi diez minutos en llegar.
-Que paso? - Dijo ella.
-Que pasó de que?- Dije haciéndome el distraído.
-Me figura en enfermería que me llamaron a este cuarto.
-No te llamamos, debe ser una confusión-Mientras decía esto giraba mi cabeza para hacer contacto visual con el botón caído - aaaah mirá, esto se cayó capaz fue eso. Disculpa.
-No hay problema, pero tengan cuidado con el botón, que estoy sola y no me dan las manos para atender a todo el piso.
Se fué, otra vez podía verla irse, era realmente hipnótico ver ese culo. No podía dejar de imaginar cómo se vería desnudo o con una buena tanga, de solo pensarlo se me ponía (y se me pone ahora mismo) muy dura. El tiempo pasó, mi tío ya roncaba y cerca de las 2 de la mañana salí de la habitación en busca de un café. En camino a la máquina pase por enfermería y la Vi ahí, sentada con un mate en la mano, saludé amablemente y seguí mi camino. En la vuelta y con dos cafés en la mano me dispuse a regalarle uno y me quedé charlando.
-Veo que estás a full y la noche es larga no?
-Si igual a esta hora suele calmar un poco
-La verdad que no hay mucho ruido tampoco por acá, me imagino lo difícil que debe ser no dormirse jaja
-Realmente si es difícil pero siempre se agradecen estos regalos- dijo mientras levantaba el café.
El tiempo comenzó a pasar y la charla fluía, me contó de todo, que tenía 28 años, que vivía con el novio pero no estaba nunca en casa, que trabajaba hace dos años en el hospital y bla bla bla.
Poco a poco nos íbamos amigando y tras mucha charla logré sacarle su nombre, era Sofía y de a poco nos íbamos acercando más. Ya la enfermería era un lugar más ameno, charlabamos en la cocina y de reojo veía la cama de los internos. En un momento me la jugué y tras un pequeño movimiento la agarré de la cintura y la acerqué a mí. Ella me miró con una cara extrañada, parecía no entender la situación, nos miramos por un largo rato y ella decidió romper el silencio.
-Que haces?
-Que te parece que hago?
-Ya te dije que estoy de novia
-Y que tiene? Yo no estoy haciendo nada, solo te acerque un poco más a mi
-Si pero yo no s...- No la dejé terminar y le robe un beso.
Estaba nervioso realmente, ella parecía no responder muy bien, pero después de dudarlo me siguió la corriente. Me abrazo por el cuello y pegó su cuerpo completamente al mío. Era un momento de gloria, no quise dejar pasar ni un segundo y mis manos pasaron de su cintura directamente a su culo. Era perfecto, carnoso y al mismo tiempo con la forma perfecta.
Ella se despega de mi, me mira y me dice -Y ahora que hacemos con esto?
-Con esto?-Le digo mientras agarro su mano y la apoyo sobre mi pantalón. Ella siente mi verga completamente dura y parada y su primera reacción es agarrarla y poner la cara de puta más caliente que haya visto en mi vida.
-La tenes durísima- me dice mientras masajea mi verga.
La tomo de la cintura y la doy vuelta para poder apoyarla, ella se pega a mí y siento que su respiración se acelera. Ambos estamos a mil, tengo que aprovechar mi momento.
Paso mi mano por sus tetas, voy de a poco bajando, su pecho, por su ombligo y finalmente llegó a su pantalón. Desabrocho el botón que lo sostiene y ella me frena en seco. - Vamos a la habitación de los residentes - Dice, me toma la mano y entramos a un pequeño resquicio de la enfermería que tenía dos camas, un Placard y suficiente espacio para nosotros.
Entramos a los besos, no doy más, busco el cierre de si pantalón y tiro hacia abajo, veo una bombacha celeste asomarse, al sacarle el pantalón ella se da vuelta y se pone a cuatro patas, ella sabe el culo que tiene, se ve espectacular y arquea la espalda para que se vea incluso mejor. Me abalanzo sobre ella, corro su bombacha y empiezo a comerla entera, con mi lengua recorría cada centímetro de su vagina, ella reprimía los gemidos en el silencio del hospital y yo bañaba mi boca en sus jugos llenos de placer. Se estremece y al recuperarse se levanta para sacarme el pantalón, quise sacarle el ambos pero no me dejó, cuando mucho asomó sus tetas por encima de la remera, la escena era un sueño hecho realidad.
Bajo mi pantalón, me besó mi verga por sobre el boxer y luego lo bajó para descubrir mi miembro realmente parado, empezó besando mis huevos, luego se escupió la mano y comenzó a hacer la mejor paja que me hicieron en la vida. Cuando ya no daba más empezó a chuparmela, primero solo si lengua, sabía cómo hacerme desear, finalmente se la metió completamente en la boca, fue un Pete increíble.
-Quiero que me cojas -Dijo- Ya basta de jueguitos
Busco una caja de preservativos, pero estaba vacía, mi calentura se disparó - Me parece que vamos a tener que coger a pelo nomás - le dije en chiste.
-Entonces acostate - me dijo de manera tajante.
Me acosté y ella se subió a mi dándome la espalda, me dejó una perfecta visión de culo de ensueño, también podía ver lo mojada que seguía. Agarró mi verga y sin pensarlo dos veces se la metió, con cada centímetro que entraba podía darme cuenta de lo mojada y lo apretada que estaba. Era como coger una virgen de lo apretada que estaba. Empezó a subir y bajar su culo, con cada sentón yo deliraba de placer y ella ya no escondía sus gemidos, solo podía nalguearla y agarrarla de su cintura cada tanto para llegar más profundo en ella.
Le pedí que pare, ya no daba más, la puse en cuatro patas y empecé a darle como la perra que era, ella bajaba la cabeza y solo atinaba a morder el colchón, yo le daba con todas mis fuerzas, ya no podía parar, la locura y el desenfreno me tenían de rehén, mientras la penetraban escupí su culo y pude meter un dedo, ella no decía nada, así que seguí. Finalmente le hice la pregunta - Dónde querés que te acabe? - ella me miró, vio que estaba frenando porque estaba cerca de acabar y empezó a empujar con su cadera, era tanta la presión que hacía que finalmente lo hice, la llene completamente con mi leche, ella gemia y a cada lechazo se estremecía un poco más. Cuando saque mi pija de ella, chorreaba, estaba impresionado realmente.
Se paró, me dió un beso y me dijo que nos vistamos. No atiné si quiera a preguntar si tomaba pastillas o algo, era realmente una puta, antes de que se vistiera le di un último beso, me puse un pantalón y fui a la habitación de mi tio.
Así fue como pase una de las experiencias más placenteras de mi vida, estoy esperando con ansias que sea jueves de nuevo para ver si Sofía está de turno.
Espero que lo hayan disfrutado. Si les gusto espero sus puntos o comentarios. Nos vemos en la próxima.
3 comentarios - Justo lo que me recetó el doctor