- ¡Feliz cumpleaños! - escuché gritar a mi hermana y a mi madre mientras sonaban cornetas de
juguete y ponían “las mañanitas” a todo volumen.
Di un salto de la cama por el susto y cuando al fin pude reaccionar después de unos segundos,
caí en cuenta que… ¿era mi cumpleaños número 18?, ¡había funcionado!.
Baje de mi cama y me acerque a mi hermana y mi madre para abrazarlas, ambas hicieron un
incómodo silencio y se miraron entre sí mientras la música seguía reproduciéndose.
Me pareció extraño, pero no le di importancia, me acerque y las abrace a ambas al mismo
tiempo, mi madre, una mujer de 42 años, de 1.70, castaña de piel morena clara y grandes
tetas, era hermosa, el sueño de cualquier hombre.
Cuando papá falleció hace 3 años, cayó en una profunda depresión y una de las formas de
salir, fue gracias a terapia y grupos de apoyo.
Como parte de su terapia, comenzó a ir al gimnasio, enfoco todas sus energías en eso, y los
resultados eran más que evidentes, sus piernas gruesas y bien torneadas lo demostraban,
además de un culo bien parado y redondo, si su genética ya era buena, no hizo más que
mejorar… era una MILF en todos los sentidos.
Mi hermana no se quedaba atrás, ella era un año mayor que yo, al igual que a todos, la muerte
de nuestro padre le afecto mucho y junto con mi madre las dos se enfocaron de lleno en el
ejercicio para sobrellevar el trauma. Es como una copia de mamá, pero más joven, físicamente
son muy parecidas, ambas tienen un cuerpo espectacular, la única diferencia es que el tono de
piel de mi hermana es más claro, y sus ojos son verdes (herencia de mi padre).
Las dos son unas completas bellezas. Culonas y tetonas con una cintura pequeña que resalta
su figura y llaman la atención en cualquier a donde van.
No puedo negar que ambas me enloquecen, aunque sean mi única familia, no puedo dejar de
verlas con deseo, al principio sentía vergüenza cada vez que me masturbaba pensando en
alguna de las dos, pero ahora es algo que ya he aceptado, incluso, me causa más morbo que
antes.
Regresando a la actualidad… después de unos segundos abrazados, donde pude sentir las
enormes tetas de ambas, me dieron un beso cada una en el cachete y se fueron de mi
habitación, casi corriendo.
-Hijito, te dejamos para que hagas tus cosas- me dijo mi madre mientras se llevaba a mi
hermana jalando del brazo, quien entre risas no dejaba de mirarme.
No entendía muy bien la situación, hasta que segundos después mi mente hizo un clic, mire
hacia abajo para descubrir que solo tenía puestos unos boxers ajustados y como si no fuera
suficiente, además tenía una enorme erección, como últimamente me sucedía todas las
mañanas. Mi rostro enrojeció y me llene de vergüenza. Me tire en la cama y me quede
acostado un rato más. Al salir de mi cuarto, me acerque a la cocina, donde ambas preparan el
desayuno.
-Hola, hermanito, o bueno, aunque de hermanito ya no tienes nada, jajaja- dijo Verónica e
inmediatamente recibió un golpe en el brazo de parte de nuestra madre.
-No molestes a tu hermano Vero, siéntense que ya vamos a comer- dijo con firmeza Patricia y
es que, el carácter de mi madre es firme y duro, hasta diría que bastante orgullosa. Desde que
murió mi padre ella se ha hecho cargo de nosotros, trabajando como abogada en un
despacho. Económicamente no nos va mal y todo es gracias a ella.
El resto del día transcurrió normal. Desde que sucedió lo de mi padre, mi hermana y mi madre
comenzaron a tomar terapia que continua hasta la fecha. Yo también lo hice al inicio, pero
después de unas semanas, me di cuenta que no me estaba ayudando mucho. Un día, sin
embargo, por azares del destino, vi en el consultorio de nuestro psicólogo, un libro de
hipnosis. Le pregunte al respecto y me dijo que era un gran libro, pero debía tener cuidado,
era difícil de entender y requería de mucha dedicación y paciencia, lo tome prestado y cuando
deje de ir a terapia, me compre uno igual.
Dediqué dos años de mi vida a estudiarlo, leí capa parte y me esforcé en entender cada
párrafo y capitulo, hasta que finalmente me sentí listo para ponerlo a prueba. No es tan
sencillo hipnotizar personas, normalmente toma mucho tiempo y debe ser un trabajo
constante, no se pude ir por la calle hipnotizando a cualquier persona que se encuentre, es
necesario mucho tiempo de convivencia para que se forme un vínculo fuerte entre el
hipnotista y el hipnotizado, afortunadamente tenía dos sujetos de practica viviendo conmigo,
empecé con cosas muy sutiles.
La primera vez que lo intente, quede como un tonto. Le ordene a mi madre que se agachara
debajo de mi cama para recoger mi teléfono y así poder mirarle el enorme culo, pero me
mando al diablo. Decidí entonces ser más paciente y probar con cosas más sencillas e ir
subiendo de nivel poco a poco.
Eran cosas tan triviales que no estaba seguro si lo hacían por hipnosis, o simplemente eran
amables conmigo y trataban de complacerme.
No solía arriesgarme demasiado, hasta el día de hoy… en realidad mi cumpleaños había sido la
semana pasada y de hecho si me lo festejaron, incluso tengo fotos del pastel que me
compraron y el momento en familia que pasamos los tres, pero hice que olvidaran eso y
repitieran ese momento este día. Ahora estaba seguro que la hipnosis no solo había
funcionado, sino que el resultado era mejor que lo previsto.
Me moría de ganas por probar esta nueva habilidad, aunque ya tenía una gran evidencia,
necesitaba más para estar totalmente seguro, ir poco a poco sin arriesgarme a meterme en
problemas. Por desgracia la hipnosis era individual, no funcionaba con las dos al mismo
tiempo, así que probaría primero con mi madre ya que era con quien más pasaba tiempo,
además de que, aunque mi hermana es hermosa, prefiero a las milfs buenonas.
La desventaja de este método de hipnosis es que tenía que hacerse mientras la persona
estuviera dormida, lo cual me complicaba mucho saber si había funcionado o no.
Dia 1
Espere que a que se hiciera de noche y mi hermana se encerrara en su habitación. Después de
unas horas supuse que ya estaba dormida al igual mi madre, así que salí de mi habitación
lentamente y sin hacer ningún ruido me dirigí a la habitación de mamá.
En silencio abrí lentamente la puerta, solo para encontrarme a la sensual figura de la mujer
más sexy que jamás había visto, iluminada por la luz de la luna que entraba por la ventana
exponiendo todo su cuerpo recostado boca abajo y cubierto solo por una delgada y fina bata
de ceda que apenas y alcanzaba a cubrirle la mitad de ese enorme culo,
¡pude verle la mitad de las nalgas!, esa mujer de carácter tan firme, estaba frente a mí,
totalmente expuesta y exhibiendo esas sensuales curvas.
Estaba, completamente dormida, pero, aun así, no debía confiarme, ella tiene el sueño muy
ligero, me moría de ganas de subirle esa bata y acariciar ese hermoso par de nalgas, pero
debía ser fuerte y resistir.
Con miedo, pero con valor, decidí comenzar a programarla. La capacidad de una persona con
este proceso de hipnosis, es recibir una sola orden o una instrucción cada ciertos días, podía
ser extenso en mi instrucción, pero mientras mejor la formulara, era más seguro que el
mensaje llegaría. Además, a pesar de que podía pedirle hacer casi cualquier cosa, la hipnosis
no funcionaba tanto como una orden en sí, más bien, se trataba de implantar una idea, la
persona debía desarrollar por sí misma la respuesta a mis instrucciones y decidir la forma de
llevarlas a cabo. La ventaja es que, una vez que implantara una idea, a menos que decidiera
cancelarla, duraría de forma permanente.
Había un nivel más avanzado con el cual podía trabajar hipnosis con personas despiertas, pero
un no podía hacer algo así.
Intimidado por el carácter imponente de mamá, tome valor y decidí comenzar
-Mamá, mamá- le susurre casi al oído para saber si estaba despierta. Al no tener respuesta, di
por hecho que ya estaba dormida. Entonces comencé. Saqué mi celular y reproduje la música
con los patrones de audio necesarios para hacerla entrar en trance.
-Eres una madre amorosa, amas a tus hijos por encima de cualquier cosa, pero hace mucho
tiempo que no tienes sexo, hace poco empezaste a ver con deseo a tu hijo, algo en él te excita
y harás todo lo posible por seducirlo.
Tu cuerpo te lo exige, te exige su verga, lo deseas y quieres que te coja, cuando te masturbas
piensas en él, quieres provocarlo, quieres convertirte en una puta y complacerlo, cada día
comenzaras a exhibirte más frente a él, no sentirás deseo por nadie más que por él y no
descansaras hasta volverte su esclava sumisa y obediente. - <<Supongo que es todo por
ahora>> pensé… regrese a mi habitación, ansioso por saber si el resultado sería el esperado.
Dia 2
Desperté sin necesidad de escuchar la alarma, estaba nervioso de probar si mi hipnosis había
funcionado o no, esperé a que mi hermana se fuera a la escuela y salí de mi habitación para
encontrarme a mi madre en la cocina lavando los platos antes de irse a trabajar.
Usaba unos pantalones de mezclilla ajustados que levantaba aún más sus deliciosas nalgas.
Me acerqué a ella para saludarla y le di un abrazo, ella me correspondió, tuvimos una
conversación demasiado trivial, no me presto mucha atención de hecho, parecía un poco
desinteresada, así que me tuve que ir para llegar a tiempo a la escuela.
<<Parece que no función>> pensé mientras me dirigía a clases, durante todo el día tuve
problemas para concentrarme ya que no dejaba de darle vueltas a lo ocurrido. <<Que había
pasado>>… <<quizá fue mucha información>>, <<quizá debí utilizar instrucciones más cortas…
o acaso había ciertos límites que no podía sobrepasar>>…
Como sea, un tanto decepcionado decidí caminar por un parque cerca de mi casa antes de
llegar, pensando cual sería mi siguiente movimiento, << quizá ese libro era una estafa, pero, y
¿mi cumpleaños?>>… quizás eso si había funcionado porque fue muy sencillo, a final de
cuentas, una cosa es convencer a alguien de confundirse con una fecha y otra muy distinta es
despertar un deseo inexistente.
Camine hasta llegar a casa, aunque ya había llegado mi hermana de la escuela y mamá de su
trabajo, nadie me recibió <<vaya basura, parece que tuvo el efecto contrario, ahora ni siquiera
me recibe>> pensé mientras me dirigía a mi habitación.
A punto de encerrarme, escuche la voz de mi madre desde su recamara:
-¡Manuel!, ¿eres tú?-
-Si maaa, ya llegue, voy a ver tv en mi cuarto-
-¡Noo!, ¡ven a ayudarme!, necesito que primero me ayudes con algo-
<<Encima de que no había funcionado, pareciera que ahora tendré más tareas en casa>>
pensé mientras me dirigía con mamá. Al llegar y ver la escena, fue como recibir un golpe que
me dejo aturdido. Mamá se encontraba empinada en el piso, con su cabeza metida debajo de
la cama exponiendo su enorme culo ante mí, llevaba puesta una delgada falda corta, de tela
tan fina que podía ver bien como sus nalgas redondas transparentaban su desnudez.
Trague saliva y me quede unos segundos paralizados.
- ¿Hijo?, porque tardaste tanto- me pregunto sin abandonar su posición. Dure unos segundos
en reaccionar.
-me quede un rato a caminar al parque ma, ¿en que necesitas que te ayude? - pregunte un
poco nervioso.
-permíteme- me dijo, para segundos después salir de esa posición, al pararse y ponerse de pie,
pude ver como sus enormes tetas rebotaron ante mis ojos. Distinguí dos puntos en su blusa en
la parte de sus tetas, ¡eran sus pezones! La muy puta no llevaba brasier.
-Hijo, ¡mis ojos están acá! - dijo entre risas señalando su rostro, cuando me atrapo mirándole
las tetas.
-Perdón ma, es que…-
-si si si da igual no te preocupes, no eres el primer hombre que me mira las tetas así, la razón
por la cual te hable, es que necesito de tu ayuda, compre toda esta ropa esta tarde, pero no
tengo tiempo de organizarla, necesito que lo hagas por mí y también que te deshagas de la
ropa que consideres fea o que este muy vieja, lo haría yo, pero no tengo tiempo y necesito
preparar la cena y el desayuno de mañana.-
-Si, está bien ma, de acuerdo-
-Por cierto, perdóname por ser tan grosera, no te salude, mi bebé- me dijo mientras se
acercaba y me daba un abrazo poniéndome sus tetas en la cara.
Después de unos segundos se fue de la habitación, dejándome completamente confundido.
<<wooow, que fue eso>> pensé mientras veía las bolsas llenas de ropa que mamá había
comprado. Cumpliendo con la tarea que se me acababa de asignar, las abrí para revisarlas.
No podía ocultar mi cara de sorpresa cuando lo primero que saqué, fue una pequeña tanguita
negra de encaje marca Victoria Secret y junto a ella, unas mallas de red. Instintivamente la
llevé a mi nariz para olerla y una imagen de mi madre usando esa diminuta tanga vino a mi
mente, sentí como la sangre calentaba todo mi cuerpo y un bulto crecía entre mis pantalones.
Seguí revisando y encontré otra tanguita más, blanca, otra azul, luego otra roja, ligueros,
medias… conjuntos de lencería completos, estaba muy emocionado.
Abrí otra bolsa y encontré ropa deportiva, licras y tops pequeños, era mucha ropa, pero aún
quedaba una última bolsa, la más grande.
Pensando que ya no podía haber nada mejor de lo que ya había visto, la abrí con cierto
desinterés, pero, rápidamente me di cuenta de lo equivocado que estaba, ¡una minifalda! que
estoy seguro apenas y le cubría las nalgas, luego otra más, además había unas botas altas y un
par de taconeos. Hice una pequeña pausa y de pronto me la imagine usando esas prendas y
casi me corro de lo excitado que estaba cuando la siguiente imagen llego a mi mente.
Había también un pantalón de vestir ceñido al cuerpo y un par de vestidos entallados, algunas
blusas y por último un short de mezclilla, de esos que enseñan la mitad del culo.
====================================
Para seguir esta historia pueden suscribirse a mi patreon de forma gratuita o de paga. En los proximos dias publicare la siguiente parte.
https://www.patreon.com/Fecor987600
Dejen sus puntos si les agrada la historia.
juguete y ponían “las mañanitas” a todo volumen.
Di un salto de la cama por el susto y cuando al fin pude reaccionar después de unos segundos,
caí en cuenta que… ¿era mi cumpleaños número 18?, ¡había funcionado!.
Baje de mi cama y me acerque a mi hermana y mi madre para abrazarlas, ambas hicieron un
incómodo silencio y se miraron entre sí mientras la música seguía reproduciéndose.
Me pareció extraño, pero no le di importancia, me acerque y las abrace a ambas al mismo
tiempo, mi madre, una mujer de 42 años, de 1.70, castaña de piel morena clara y grandes
tetas, era hermosa, el sueño de cualquier hombre.
Cuando papá falleció hace 3 años, cayó en una profunda depresión y una de las formas de
salir, fue gracias a terapia y grupos de apoyo.
Como parte de su terapia, comenzó a ir al gimnasio, enfoco todas sus energías en eso, y los
resultados eran más que evidentes, sus piernas gruesas y bien torneadas lo demostraban,
además de un culo bien parado y redondo, si su genética ya era buena, no hizo más que
mejorar… era una MILF en todos los sentidos.
Mi hermana no se quedaba atrás, ella era un año mayor que yo, al igual que a todos, la muerte
de nuestro padre le afecto mucho y junto con mi madre las dos se enfocaron de lleno en el
ejercicio para sobrellevar el trauma. Es como una copia de mamá, pero más joven, físicamente
son muy parecidas, ambas tienen un cuerpo espectacular, la única diferencia es que el tono de
piel de mi hermana es más claro, y sus ojos son verdes (herencia de mi padre).
Las dos son unas completas bellezas. Culonas y tetonas con una cintura pequeña que resalta
su figura y llaman la atención en cualquier a donde van.
No puedo negar que ambas me enloquecen, aunque sean mi única familia, no puedo dejar de
verlas con deseo, al principio sentía vergüenza cada vez que me masturbaba pensando en
alguna de las dos, pero ahora es algo que ya he aceptado, incluso, me causa más morbo que
antes.
Regresando a la actualidad… después de unos segundos abrazados, donde pude sentir las
enormes tetas de ambas, me dieron un beso cada una en el cachete y se fueron de mi
habitación, casi corriendo.
-Hijito, te dejamos para que hagas tus cosas- me dijo mi madre mientras se llevaba a mi
hermana jalando del brazo, quien entre risas no dejaba de mirarme.
No entendía muy bien la situación, hasta que segundos después mi mente hizo un clic, mire
hacia abajo para descubrir que solo tenía puestos unos boxers ajustados y como si no fuera
suficiente, además tenía una enorme erección, como últimamente me sucedía todas las
mañanas. Mi rostro enrojeció y me llene de vergüenza. Me tire en la cama y me quede
acostado un rato más. Al salir de mi cuarto, me acerque a la cocina, donde ambas preparan el
desayuno.
-Hola, hermanito, o bueno, aunque de hermanito ya no tienes nada, jajaja- dijo Verónica e
inmediatamente recibió un golpe en el brazo de parte de nuestra madre.
-No molestes a tu hermano Vero, siéntense que ya vamos a comer- dijo con firmeza Patricia y
es que, el carácter de mi madre es firme y duro, hasta diría que bastante orgullosa. Desde que
murió mi padre ella se ha hecho cargo de nosotros, trabajando como abogada en un
despacho. Económicamente no nos va mal y todo es gracias a ella.
El resto del día transcurrió normal. Desde que sucedió lo de mi padre, mi hermana y mi madre
comenzaron a tomar terapia que continua hasta la fecha. Yo también lo hice al inicio, pero
después de unas semanas, me di cuenta que no me estaba ayudando mucho. Un día, sin
embargo, por azares del destino, vi en el consultorio de nuestro psicólogo, un libro de
hipnosis. Le pregunte al respecto y me dijo que era un gran libro, pero debía tener cuidado,
era difícil de entender y requería de mucha dedicación y paciencia, lo tome prestado y cuando
deje de ir a terapia, me compre uno igual.
Dediqué dos años de mi vida a estudiarlo, leí capa parte y me esforcé en entender cada
párrafo y capitulo, hasta que finalmente me sentí listo para ponerlo a prueba. No es tan
sencillo hipnotizar personas, normalmente toma mucho tiempo y debe ser un trabajo
constante, no se pude ir por la calle hipnotizando a cualquier persona que se encuentre, es
necesario mucho tiempo de convivencia para que se forme un vínculo fuerte entre el
hipnotista y el hipnotizado, afortunadamente tenía dos sujetos de practica viviendo conmigo,
empecé con cosas muy sutiles.
La primera vez que lo intente, quede como un tonto. Le ordene a mi madre que se agachara
debajo de mi cama para recoger mi teléfono y así poder mirarle el enorme culo, pero me
mando al diablo. Decidí entonces ser más paciente y probar con cosas más sencillas e ir
subiendo de nivel poco a poco.
Eran cosas tan triviales que no estaba seguro si lo hacían por hipnosis, o simplemente eran
amables conmigo y trataban de complacerme.
No solía arriesgarme demasiado, hasta el día de hoy… en realidad mi cumpleaños había sido la
semana pasada y de hecho si me lo festejaron, incluso tengo fotos del pastel que me
compraron y el momento en familia que pasamos los tres, pero hice que olvidaran eso y
repitieran ese momento este día. Ahora estaba seguro que la hipnosis no solo había
funcionado, sino que el resultado era mejor que lo previsto.
Me moría de ganas por probar esta nueva habilidad, aunque ya tenía una gran evidencia,
necesitaba más para estar totalmente seguro, ir poco a poco sin arriesgarme a meterme en
problemas. Por desgracia la hipnosis era individual, no funcionaba con las dos al mismo
tiempo, así que probaría primero con mi madre ya que era con quien más pasaba tiempo,
además de que, aunque mi hermana es hermosa, prefiero a las milfs buenonas.
La desventaja de este método de hipnosis es que tenía que hacerse mientras la persona
estuviera dormida, lo cual me complicaba mucho saber si había funcionado o no.
Dia 1
Espere que a que se hiciera de noche y mi hermana se encerrara en su habitación. Después de
unas horas supuse que ya estaba dormida al igual mi madre, así que salí de mi habitación
lentamente y sin hacer ningún ruido me dirigí a la habitación de mamá.
En silencio abrí lentamente la puerta, solo para encontrarme a la sensual figura de la mujer
más sexy que jamás había visto, iluminada por la luz de la luna que entraba por la ventana
exponiendo todo su cuerpo recostado boca abajo y cubierto solo por una delgada y fina bata
de ceda que apenas y alcanzaba a cubrirle la mitad de ese enorme culo,
¡pude verle la mitad de las nalgas!, esa mujer de carácter tan firme, estaba frente a mí,
totalmente expuesta y exhibiendo esas sensuales curvas.
Estaba, completamente dormida, pero, aun así, no debía confiarme, ella tiene el sueño muy
ligero, me moría de ganas de subirle esa bata y acariciar ese hermoso par de nalgas, pero
debía ser fuerte y resistir.
Con miedo, pero con valor, decidí comenzar a programarla. La capacidad de una persona con
este proceso de hipnosis, es recibir una sola orden o una instrucción cada ciertos días, podía
ser extenso en mi instrucción, pero mientras mejor la formulara, era más seguro que el
mensaje llegaría. Además, a pesar de que podía pedirle hacer casi cualquier cosa, la hipnosis
no funcionaba tanto como una orden en sí, más bien, se trataba de implantar una idea, la
persona debía desarrollar por sí misma la respuesta a mis instrucciones y decidir la forma de
llevarlas a cabo. La ventaja es que, una vez que implantara una idea, a menos que decidiera
cancelarla, duraría de forma permanente.
Había un nivel más avanzado con el cual podía trabajar hipnosis con personas despiertas, pero
un no podía hacer algo así.
Intimidado por el carácter imponente de mamá, tome valor y decidí comenzar
-Mamá, mamá- le susurre casi al oído para saber si estaba despierta. Al no tener respuesta, di
por hecho que ya estaba dormida. Entonces comencé. Saqué mi celular y reproduje la música
con los patrones de audio necesarios para hacerla entrar en trance.
-Eres una madre amorosa, amas a tus hijos por encima de cualquier cosa, pero hace mucho
tiempo que no tienes sexo, hace poco empezaste a ver con deseo a tu hijo, algo en él te excita
y harás todo lo posible por seducirlo.
Tu cuerpo te lo exige, te exige su verga, lo deseas y quieres que te coja, cuando te masturbas
piensas en él, quieres provocarlo, quieres convertirte en una puta y complacerlo, cada día
comenzaras a exhibirte más frente a él, no sentirás deseo por nadie más que por él y no
descansaras hasta volverte su esclava sumisa y obediente. - <<Supongo que es todo por
ahora>> pensé… regrese a mi habitación, ansioso por saber si el resultado sería el esperado.
Dia 2
Desperté sin necesidad de escuchar la alarma, estaba nervioso de probar si mi hipnosis había
funcionado o no, esperé a que mi hermana se fuera a la escuela y salí de mi habitación para
encontrarme a mi madre en la cocina lavando los platos antes de irse a trabajar.
Usaba unos pantalones de mezclilla ajustados que levantaba aún más sus deliciosas nalgas.
Me acerqué a ella para saludarla y le di un abrazo, ella me correspondió, tuvimos una
conversación demasiado trivial, no me presto mucha atención de hecho, parecía un poco
desinteresada, así que me tuve que ir para llegar a tiempo a la escuela.
<<Parece que no función>> pensé mientras me dirigía a clases, durante todo el día tuve
problemas para concentrarme ya que no dejaba de darle vueltas a lo ocurrido. <<Que había
pasado>>… <<quizá fue mucha información>>, <<quizá debí utilizar instrucciones más cortas…
o acaso había ciertos límites que no podía sobrepasar>>…
Como sea, un tanto decepcionado decidí caminar por un parque cerca de mi casa antes de
llegar, pensando cual sería mi siguiente movimiento, << quizá ese libro era una estafa, pero, y
¿mi cumpleaños?>>… quizás eso si había funcionado porque fue muy sencillo, a final de
cuentas, una cosa es convencer a alguien de confundirse con una fecha y otra muy distinta es
despertar un deseo inexistente.
Camine hasta llegar a casa, aunque ya había llegado mi hermana de la escuela y mamá de su
trabajo, nadie me recibió <<vaya basura, parece que tuvo el efecto contrario, ahora ni siquiera
me recibe>> pensé mientras me dirigía a mi habitación.
A punto de encerrarme, escuche la voz de mi madre desde su recamara:
-¡Manuel!, ¿eres tú?-
-Si maaa, ya llegue, voy a ver tv en mi cuarto-
-¡Noo!, ¡ven a ayudarme!, necesito que primero me ayudes con algo-
<<Encima de que no había funcionado, pareciera que ahora tendré más tareas en casa>>
pensé mientras me dirigía con mamá. Al llegar y ver la escena, fue como recibir un golpe que
me dejo aturdido. Mamá se encontraba empinada en el piso, con su cabeza metida debajo de
la cama exponiendo su enorme culo ante mí, llevaba puesta una delgada falda corta, de tela
tan fina que podía ver bien como sus nalgas redondas transparentaban su desnudez.
Trague saliva y me quede unos segundos paralizados.
- ¿Hijo?, porque tardaste tanto- me pregunto sin abandonar su posición. Dure unos segundos
en reaccionar.
-me quede un rato a caminar al parque ma, ¿en que necesitas que te ayude? - pregunte un
poco nervioso.
-permíteme- me dijo, para segundos después salir de esa posición, al pararse y ponerse de pie,
pude ver como sus enormes tetas rebotaron ante mis ojos. Distinguí dos puntos en su blusa en
la parte de sus tetas, ¡eran sus pezones! La muy puta no llevaba brasier.
-Hijo, ¡mis ojos están acá! - dijo entre risas señalando su rostro, cuando me atrapo mirándole
las tetas.
-Perdón ma, es que…-
-si si si da igual no te preocupes, no eres el primer hombre que me mira las tetas así, la razón
por la cual te hable, es que necesito de tu ayuda, compre toda esta ropa esta tarde, pero no
tengo tiempo de organizarla, necesito que lo hagas por mí y también que te deshagas de la
ropa que consideres fea o que este muy vieja, lo haría yo, pero no tengo tiempo y necesito
preparar la cena y el desayuno de mañana.-
-Si, está bien ma, de acuerdo-
-Por cierto, perdóname por ser tan grosera, no te salude, mi bebé- me dijo mientras se
acercaba y me daba un abrazo poniéndome sus tetas en la cara.
Después de unos segundos se fue de la habitación, dejándome completamente confundido.
<<wooow, que fue eso>> pensé mientras veía las bolsas llenas de ropa que mamá había
comprado. Cumpliendo con la tarea que se me acababa de asignar, las abrí para revisarlas.
No podía ocultar mi cara de sorpresa cuando lo primero que saqué, fue una pequeña tanguita
negra de encaje marca Victoria Secret y junto a ella, unas mallas de red. Instintivamente la
llevé a mi nariz para olerla y una imagen de mi madre usando esa diminuta tanga vino a mi
mente, sentí como la sangre calentaba todo mi cuerpo y un bulto crecía entre mis pantalones.
Seguí revisando y encontré otra tanguita más, blanca, otra azul, luego otra roja, ligueros,
medias… conjuntos de lencería completos, estaba muy emocionado.
Abrí otra bolsa y encontré ropa deportiva, licras y tops pequeños, era mucha ropa, pero aún
quedaba una última bolsa, la más grande.
Pensando que ya no podía haber nada mejor de lo que ya había visto, la abrí con cierto
desinterés, pero, rápidamente me di cuenta de lo equivocado que estaba, ¡una minifalda! que
estoy seguro apenas y le cubría las nalgas, luego otra más, además había unas botas altas y un
par de taconeos. Hice una pequeña pausa y de pronto me la imagine usando esas prendas y
casi me corro de lo excitado que estaba cuando la siguiente imagen llego a mi mente.
Había también un pantalón de vestir ceñido al cuerpo y un par de vestidos entallados, algunas
blusas y por último un short de mezclilla, de esos que enseñan la mitad del culo.
====================================
Para seguir esta historia pueden suscribirse a mi patreon de forma gratuita o de paga. En los proximos dias publicare la siguiente parte.
https://www.patreon.com/Fecor987600
Dejen sus puntos si les agrada la historia.
10 comentarios - Hipnotizando a mamá I
Cuando 2 parte