Hola amigos de poringa, traigo anónimamente un relato mÃo
Mi ex era mi putitaÂ
A mà ex la conocà desde que tenÃamos 13 años, fuimos grandes amigos y no fue hasta que cumplimos 17 que comenzamos a salir en pareja. Nuestra cuestión sexual no comenzó hasta tiempo después. Y creo que lo mejor para contar las primeras veces fue decir la primera vez que tuvimos un faje.
Antes mientras estábamos solos solo eran besos y de vez en cuando yo acariciaba sus piernas, pero aquella vez fue diferente y genial. Â
Estábamos besándonos pero por primera vez mis manos se dirigieron a sus pechos, de tamaño mediano y consistencia firme comenze a acariciarlos mientras la besaba, ella acaricio mi entrepierna y acostados comenzamos a besarnos más y más obscenamente. Ella lamÃa mi lengua y apretaba mi pene por encima del pantalón mientras que yo sacaba sus pechos de su blusa y los lamÃa. TenÃa sus pezones medianos y de tono café y se erectaban con cada paso de mi lengua.Â
-quieres verlo?-le pregunté mientras sobaba mi pantalón.
Ella solo asiente y entre gemidos y con voz pausada contesta -si...-.
Me desabrocha el pantalón y saca mi pene
-no que era chiquito?-me pregunta en cuánto lo ve y lo toma.Â
Mi pene no es particularmente grande pero tampoco es micropene. Estoy en unos decentes 15 cm. Mientras seguimos fajando yo meto mi mano en su pantalón y bragas y entonces me topo con una sorpresa maravillosa y es que no se rasura su vagina. A mà desde siempre me ha encantado que tengan demasiado vello y ella era ese tipo de mujer.
Cómo podemos comenzamos a masturbarnos mutuamente. TenÃa su vagina mojada y sus labios abrazaban mis dedos mientras que los otros besaban mi boca. Su mano se Ceelia a mi verga y del lÃquido pre seminal. En un momento ella se sienta frente a mi y yo saco sus tetas por debajo de su bra, ella lo desabrocha y me deja más libertad de moder amasarlas, apretar las y lamer sus pezones. A todo esto ella gemÃa y suspiraba. Nos levantamos mientras ella me masturbaba con velocidad.Â
-me harÃas un oral?- le pregunté
- quieres?- dice sin dejar de masturbarme
Yo asentà mientras la besaba, entonces ella se separa de mi, se arrodilla y por primera vez, en años el primer amor de mi vida estaba con la cara a unos centÃmetros de mi pene, yo estaba nervioso y expectante mientras ella lo tomaba, entonces cierra sus ojos, lo sujeta por la base y se lo introduce en su húmeda y caliente boquita, y comienza a succionar, suelta la tensión cuando lo introduce y succiona cuando se aleja, la cabeza me estaba por explotar de excitación, la sensación húmeda y cálida de su saliva, su lengua, sus labios recorriendo mi verga mientras se escuchaban esos inconfundibles sonidos de saliva me volvieron loco. Mirar hacia abajo y notar que la cabeza que está chupando tu verga es la misma que la que en algún momento fue tu mejor amiga es indescriptible, tome su nuca y en un arrebato de emoción le introduje mi pene por completo en su boca, a todo esto le dieron arcadas y ya no continuamos, regresando a casa me clave tremenda paja recordando la sensación de su boca en mi pene.Â
En otras ocasiones yo querÃa experimentar cosas que habÃa visto en pelÃculas porno. Y la primera fue el venirme en sus pechos. Aquella tarde recuerdo estábamos solos en mi casa, habÃamos estado fajando, yo sobaba sus pechos, amasaba su trasero, ella tendÃa a acostarse boca abajo y yo acariciaba entre sus nalgas extrendiendo mi mano y con el pulgar masajeando su vagina sobre el pantalón. Ese dÃa, como casi siempre estaba muy caliente yo, estaba besándola y ya era la cuarta vez que le decÃa que querÃa venirme.Â
-puedo venirme en tus pechos?Â
-en serio?
-si
-bueno.
Se separa un poco y toma su playera de abajo y la retira, veo sus pechos aprisionados en un sostén negro con encajes lilas. Yo me saqué el pene y esperaba que ella solamente se quedara en tetas mientras yo me masturbaba y llenaba de semen sus pechos, pero no, para sorpresa mÃa volvió a tomar mi pene su comenzó a darme una de las mamadas más ricas que me habÃa dado, y de todas las que me dió siento que esa fue deliciosa. Cómo paréntesis ella tiene una forma de mamarla bastante inocente y demasiado tradicional, o tenÃa porque siempre le comentaba que me gustaba. Se metÃa mi pene en la boca poquito a poco y ya, poco a poco fue añadiendo movimientos a su arsenal, comenzaba a lamer la punta, a masturbarme mientras su boca se concentraba en el glande y su lengua hacia cÃrculos en la uretra, masajeando mis huevos y añadiendo saliva y besos. Esa tarde mientras me lo mamaba recuerdo que estaba solo en sostén, de la cintura para arriba. Retiré su brasier y mientras ella me lo chupaba comencé a acariciar sus pechos, comencé a masturbarme y a hacer presión entre sus mejillas y mi pene, ella sacaba la lengua y le daba golpes con la verga en sus cachetes, en su lengua, comenzaba a mostrar esa putita que tenÃa en su interior, en un momento le digo que me voy a venir, ella aparta la cara y junta sus hermosas tetas a mi disposición, el primer chorro cae directo entre ambas, el segundo sobre la izquierda y los demás siguen callendo en su cuerpo, estaba con las tetas enlechadas y su cara de diosa. Esa fue la primera vez, en otras ocasiones me venÃa en su espalda, o en su mano, pero sin dudas uno de los mejores recuerdos (van a leer todos los que tengo en este relato) fue cuando me la mamo mientras yo le metÃa dedo.
Igual que otros dÃas estábamos fajando, ese dÃa ella me masturbaba mientras jugaba con mi lÃquido preseminal, recuerdo llevaba unos bellos pantalones negros que me encantaban por como le marcaban sus piernas anchas y deliciosas.
Estábamos grabando (el vÃdeo no lo comparto por respeto y porque lo perdÃ) y más o menos iba asÃ. Ella grababa y yo me masturbaba. Enfocaba a mi pene.
-no quieres mejor el cronómetro?
-no es que quiero ver cómo sale?
Pasados unos segundos yo dejo de masturbarme y tomo mi teléfono
-te va- digo
Ella toma mi pene con su mano, lo sujeta suelta y dice -se tarda mucho está cosa
-mejor para ti
-no- envuelve mi pene con su mano-que tal si nunca sale
-y si me la chupas?
-ay no mijito
-andale
-no
A todo esto ella ya comenzaba a masturbarme
Su mano, sin hacer del todo presión ya iba en velocidad media de arriba a abajo, y entonces comence a drenar lÃquido preseminal
-yeeei, ahà viene ahà viene ahà vieeneee- tarareo con una mezcla de diversión, inocencia y encantó. Cuando salieron las gotitas ella comenzó a jugar con las mismas poniendo las en mi vientre y haciendo una especie de telaraña entre mi pene y mi vientre. Ahà terminaba el vÃdeo pero nosotros seguimos en lo nuestro. Solté mi celular y comenzamos a besarnos, ella me masturbaba y yo comenzaba a desabrochar su pantalón, lo baje un poco, lo suficiente para ver sus calzones negros con un moñito rosa, metà mi mano a ese bosque precioso y frondoso y aparte húmedo y comencé a acariciar su clÃtoris que estaba hinchado.Â
Metà dos dedos y sentà que aprisionó mis dedos entre sus espasmos de placer. Dejo recostarse mientras sentÃa como la masturbaba y entonces en mi mente se me ocurrió algo. Acerque mi pene a su cara que estaba con los ojos cerrados y la boca abierta disfrutando de mi dedeada y entonces cuando lo noto no necesite ni decirle ni pedirle, solita, como una perrita hambrienta se metió mi pene en su boca y comenzó a hacerme una deliciosa mamada, que solo era interrumpida por sus gemidos y bocanadas de aire. A mà siempre me gustó sentir sus pelos púbicos, no sé, en otros tal vez serÃa desagradable pero a mà me levantaba un morbo excepcional.Â
La primera vez que cogimos fue después de un caso similar, por lo general nuestros encuentros sexuales eran solamente fajes, orales y yo terminando en partes de su cuerpo. La primera vez lamentablemente fuimos interrumpidos, ella estaba semidesnuda, las tetas al aire, y su cabeza moviéndose rÃtmicamente sobre mi pelvis haciendo lo que solo ella sabÃa hacerme. La levanté y le quite su pantalón, tenÃa unos calzones hermosos, rositas con puntos negros. Me encantaba ver cómo su selva se escapaba por los bordes de su ropa interior. No recuerdo la conversación exacta pero mientras ella se frotaba sobre mi pene (a ella le encantaba hacer eso, ya sea con pantalón o en bragas).
-quieres hacerlo?
-no sé
-tengo condones
-mmmm bueno
Se retira su ropa interior, me pongo uno y se monta encima de mi, batallando con meterlo pues ella querÃa yo lo pusiera pero querÃa montarme duramos dos minutos cuando finalmente entré, su interior era húmedo, cálido y terriblemente apretado, su cara contrajo una expresión de placer y se le escapó un -joder- tan ardiente que se me tatuó en la mente.Â
Comenzó a subir y a bajar, esa fue la vez que perdà mi virginidad, por desgracia mi mamá llegó cuando comenzamos a agarrar ritmo, cuando sali de ella se escuchó muy lascivo un sonido de succión y humedad. Nos vestimos y fuimos a comer jajaja
Luego llegó el maldito encierro y nuestra relación se fragmento horriblemente. Terminamos dos veces antes de la definitiva
 Pero antes de, a ella le daba asco el sexo oral, podÃa mamarmela, probar mi semen o tomárselo pero nunca me habÃa dejado chuparle su panochita. Pero ya llegaremos a eso.
Cómo he mencionado ya habÃa probado mi semen, pero un dÃa fajando fue de esas veces que ambos tenÃamos unas terribles ganas el uno al otro, ella ni yo queremos hijos, por lo que las penetraciones se limitaron mucho o desaparecieron, yo usaba dedos y ella me hacÃa acabar con su boca o sus manos. Cuando ese dÃa estábamos fajando ella estaba con sus braguitas, yo me frotaba sobre su ropa interior aprisionado con sus muslos.Â
En eso tomo el elástico de sus calzones y le hago una especie de tanga y siento la suavidad de su culo.
-no soy una prostituta...- me dijo y me siguió besandoÂ
Eso me calentó y decidà arriesgarme a decirle
-no pero eres mi perrita-mordi su labio
Ella gimió en respuesta afirmativa
-Que eres?
-tu perrita- la hice sentarse en el borde de la cama, y comenzó a mamarla
-te gusta?
Asintió
-Eres mÃa
Asintió
-Dónde me puedo venir?
Se lo saca de la boca, con mirada exhausta y la boca ensalivada dice -donde quieras
-en tu boca?
-si quieres...
Me la siguió mamando y cuando estuve a punto tome su cabeza por ambos lados y comencé a follar su boca. Entonces un chorro de electricidad recorrió mi cuerpo y comencé a drenar semen en su boca.Â
Cuando quise retirarlo ella reanuda su mamada y el placer se dispara, cuando le digo que voy por papel me pregunta para qué.
-Para que escupas ahÃ, mi amor.
Ella abre su boca y me muestra que como buena putita se habÃa tomado mi semen.
Y sin asco, con amor y lujuria nos dimos un beso apasionado aún semidesnudos.
200 puntos para la parte dos y últimaÂ
Mi ex era mi putitaÂ
A mà ex la conocà desde que tenÃamos 13 años, fuimos grandes amigos y no fue hasta que cumplimos 17 que comenzamos a salir en pareja. Nuestra cuestión sexual no comenzó hasta tiempo después. Y creo que lo mejor para contar las primeras veces fue decir la primera vez que tuvimos un faje.
Antes mientras estábamos solos solo eran besos y de vez en cuando yo acariciaba sus piernas, pero aquella vez fue diferente y genial. Â
Estábamos besándonos pero por primera vez mis manos se dirigieron a sus pechos, de tamaño mediano y consistencia firme comenze a acariciarlos mientras la besaba, ella acaricio mi entrepierna y acostados comenzamos a besarnos más y más obscenamente. Ella lamÃa mi lengua y apretaba mi pene por encima del pantalón mientras que yo sacaba sus pechos de su blusa y los lamÃa. TenÃa sus pezones medianos y de tono café y se erectaban con cada paso de mi lengua.Â
-quieres verlo?-le pregunté mientras sobaba mi pantalón.
Ella solo asiente y entre gemidos y con voz pausada contesta -si...-.
Me desabrocha el pantalón y saca mi pene
-no que era chiquito?-me pregunta en cuánto lo ve y lo toma.Â
Mi pene no es particularmente grande pero tampoco es micropene. Estoy en unos decentes 15 cm. Mientras seguimos fajando yo meto mi mano en su pantalón y bragas y entonces me topo con una sorpresa maravillosa y es que no se rasura su vagina. A mà desde siempre me ha encantado que tengan demasiado vello y ella era ese tipo de mujer.
Cómo podemos comenzamos a masturbarnos mutuamente. TenÃa su vagina mojada y sus labios abrazaban mis dedos mientras que los otros besaban mi boca. Su mano se Ceelia a mi verga y del lÃquido pre seminal. En un momento ella se sienta frente a mi y yo saco sus tetas por debajo de su bra, ella lo desabrocha y me deja más libertad de moder amasarlas, apretar las y lamer sus pezones. A todo esto ella gemÃa y suspiraba. Nos levantamos mientras ella me masturbaba con velocidad.Â
-me harÃas un oral?- le pregunté
- quieres?- dice sin dejar de masturbarme
Yo asentà mientras la besaba, entonces ella se separa de mi, se arrodilla y por primera vez, en años el primer amor de mi vida estaba con la cara a unos centÃmetros de mi pene, yo estaba nervioso y expectante mientras ella lo tomaba, entonces cierra sus ojos, lo sujeta por la base y se lo introduce en su húmeda y caliente boquita, y comienza a succionar, suelta la tensión cuando lo introduce y succiona cuando se aleja, la cabeza me estaba por explotar de excitación, la sensación húmeda y cálida de su saliva, su lengua, sus labios recorriendo mi verga mientras se escuchaban esos inconfundibles sonidos de saliva me volvieron loco. Mirar hacia abajo y notar que la cabeza que está chupando tu verga es la misma que la que en algún momento fue tu mejor amiga es indescriptible, tome su nuca y en un arrebato de emoción le introduje mi pene por completo en su boca, a todo esto le dieron arcadas y ya no continuamos, regresando a casa me clave tremenda paja recordando la sensación de su boca en mi pene.Â
En otras ocasiones yo querÃa experimentar cosas que habÃa visto en pelÃculas porno. Y la primera fue el venirme en sus pechos. Aquella tarde recuerdo estábamos solos en mi casa, habÃamos estado fajando, yo sobaba sus pechos, amasaba su trasero, ella tendÃa a acostarse boca abajo y yo acariciaba entre sus nalgas extrendiendo mi mano y con el pulgar masajeando su vagina sobre el pantalón. Ese dÃa, como casi siempre estaba muy caliente yo, estaba besándola y ya era la cuarta vez que le decÃa que querÃa venirme.Â
-puedo venirme en tus pechos?Â
-en serio?
-si
-bueno.
Se separa un poco y toma su playera de abajo y la retira, veo sus pechos aprisionados en un sostén negro con encajes lilas. Yo me saqué el pene y esperaba que ella solamente se quedara en tetas mientras yo me masturbaba y llenaba de semen sus pechos, pero no, para sorpresa mÃa volvió a tomar mi pene su comenzó a darme una de las mamadas más ricas que me habÃa dado, y de todas las que me dió siento que esa fue deliciosa. Cómo paréntesis ella tiene una forma de mamarla bastante inocente y demasiado tradicional, o tenÃa porque siempre le comentaba que me gustaba. Se metÃa mi pene en la boca poquito a poco y ya, poco a poco fue añadiendo movimientos a su arsenal, comenzaba a lamer la punta, a masturbarme mientras su boca se concentraba en el glande y su lengua hacia cÃrculos en la uretra, masajeando mis huevos y añadiendo saliva y besos. Esa tarde mientras me lo mamaba recuerdo que estaba solo en sostén, de la cintura para arriba. Retiré su brasier y mientras ella me lo chupaba comencé a acariciar sus pechos, comencé a masturbarme y a hacer presión entre sus mejillas y mi pene, ella sacaba la lengua y le daba golpes con la verga en sus cachetes, en su lengua, comenzaba a mostrar esa putita que tenÃa en su interior, en un momento le digo que me voy a venir, ella aparta la cara y junta sus hermosas tetas a mi disposición, el primer chorro cae directo entre ambas, el segundo sobre la izquierda y los demás siguen callendo en su cuerpo, estaba con las tetas enlechadas y su cara de diosa. Esa fue la primera vez, en otras ocasiones me venÃa en su espalda, o en su mano, pero sin dudas uno de los mejores recuerdos (van a leer todos los que tengo en este relato) fue cuando me la mamo mientras yo le metÃa dedo.
Igual que otros dÃas estábamos fajando, ese dÃa ella me masturbaba mientras jugaba con mi lÃquido preseminal, recuerdo llevaba unos bellos pantalones negros que me encantaban por como le marcaban sus piernas anchas y deliciosas.
Estábamos grabando (el vÃdeo no lo comparto por respeto y porque lo perdÃ) y más o menos iba asÃ. Ella grababa y yo me masturbaba. Enfocaba a mi pene.
-no quieres mejor el cronómetro?
-no es que quiero ver cómo sale?
Pasados unos segundos yo dejo de masturbarme y tomo mi teléfono
-te va- digo
Ella toma mi pene con su mano, lo sujeta suelta y dice -se tarda mucho está cosa
-mejor para ti
-no- envuelve mi pene con su mano-que tal si nunca sale
-y si me la chupas?
-ay no mijito
-andale
-no
A todo esto ella ya comenzaba a masturbarme
Su mano, sin hacer del todo presión ya iba en velocidad media de arriba a abajo, y entonces comence a drenar lÃquido preseminal
-yeeei, ahà viene ahà viene ahà vieeneee- tarareo con una mezcla de diversión, inocencia y encantó. Cuando salieron las gotitas ella comenzó a jugar con las mismas poniendo las en mi vientre y haciendo una especie de telaraña entre mi pene y mi vientre. Ahà terminaba el vÃdeo pero nosotros seguimos en lo nuestro. Solté mi celular y comenzamos a besarnos, ella me masturbaba y yo comenzaba a desabrochar su pantalón, lo baje un poco, lo suficiente para ver sus calzones negros con un moñito rosa, metà mi mano a ese bosque precioso y frondoso y aparte húmedo y comencé a acariciar su clÃtoris que estaba hinchado.Â
Metà dos dedos y sentà que aprisionó mis dedos entre sus espasmos de placer. Dejo recostarse mientras sentÃa como la masturbaba y entonces en mi mente se me ocurrió algo. Acerque mi pene a su cara que estaba con los ojos cerrados y la boca abierta disfrutando de mi dedeada y entonces cuando lo noto no necesite ni decirle ni pedirle, solita, como una perrita hambrienta se metió mi pene en su boca y comenzó a hacerme una deliciosa mamada, que solo era interrumpida por sus gemidos y bocanadas de aire. A mà siempre me gustó sentir sus pelos púbicos, no sé, en otros tal vez serÃa desagradable pero a mà me levantaba un morbo excepcional.Â
La primera vez que cogimos fue después de un caso similar, por lo general nuestros encuentros sexuales eran solamente fajes, orales y yo terminando en partes de su cuerpo. La primera vez lamentablemente fuimos interrumpidos, ella estaba semidesnuda, las tetas al aire, y su cabeza moviéndose rÃtmicamente sobre mi pelvis haciendo lo que solo ella sabÃa hacerme. La levanté y le quite su pantalón, tenÃa unos calzones hermosos, rositas con puntos negros. Me encantaba ver cómo su selva se escapaba por los bordes de su ropa interior. No recuerdo la conversación exacta pero mientras ella se frotaba sobre mi pene (a ella le encantaba hacer eso, ya sea con pantalón o en bragas).
-quieres hacerlo?
-no sé
-tengo condones
-mmmm bueno
Se retira su ropa interior, me pongo uno y se monta encima de mi, batallando con meterlo pues ella querÃa yo lo pusiera pero querÃa montarme duramos dos minutos cuando finalmente entré, su interior era húmedo, cálido y terriblemente apretado, su cara contrajo una expresión de placer y se le escapó un -joder- tan ardiente que se me tatuó en la mente.Â
Comenzó a subir y a bajar, esa fue la vez que perdà mi virginidad, por desgracia mi mamá llegó cuando comenzamos a agarrar ritmo, cuando sali de ella se escuchó muy lascivo un sonido de succión y humedad. Nos vestimos y fuimos a comer jajaja
Luego llegó el maldito encierro y nuestra relación se fragmento horriblemente. Terminamos dos veces antes de la definitiva
 Pero antes de, a ella le daba asco el sexo oral, podÃa mamarmela, probar mi semen o tomárselo pero nunca me habÃa dejado chuparle su panochita. Pero ya llegaremos a eso.
Cómo he mencionado ya habÃa probado mi semen, pero un dÃa fajando fue de esas veces que ambos tenÃamos unas terribles ganas el uno al otro, ella ni yo queremos hijos, por lo que las penetraciones se limitaron mucho o desaparecieron, yo usaba dedos y ella me hacÃa acabar con su boca o sus manos. Cuando ese dÃa estábamos fajando ella estaba con sus braguitas, yo me frotaba sobre su ropa interior aprisionado con sus muslos.Â
En eso tomo el elástico de sus calzones y le hago una especie de tanga y siento la suavidad de su culo.
-no soy una prostituta...- me dijo y me siguió besandoÂ
Eso me calentó y decidà arriesgarme a decirle
-no pero eres mi perrita-mordi su labio
Ella gimió en respuesta afirmativa
-Que eres?
-tu perrita- la hice sentarse en el borde de la cama, y comenzó a mamarla
-te gusta?
Asintió
-Eres mÃa
Asintió
-Dónde me puedo venir?
Se lo saca de la boca, con mirada exhausta y la boca ensalivada dice -donde quieras
-en tu boca?
-si quieres...
Me la siguió mamando y cuando estuve a punto tome su cabeza por ambos lados y comencé a follar su boca. Entonces un chorro de electricidad recorrió mi cuerpo y comencé a drenar semen en su boca.Â
Cuando quise retirarlo ella reanuda su mamada y el placer se dispara, cuando le digo que voy por papel me pregunta para qué.
-Para que escupas ahÃ, mi amor.
Ella abre su boca y me muestra que como buena putita se habÃa tomado mi semen.
Y sin asco, con amor y lujuria nos dimos un beso apasionado aún semidesnudos.
200 puntos para la parte dos y últimaÂ
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