Normalmente tenemos una relación estable, sexualmente fantaseamos mucho con tríos HMH, a mi esposa no le gusta hablar o fantasear con mujeres ni a mí tampoco, ella es el centro de mi deseo y lujuria.
Alguna vez hablamos de salir hacia un bar, donde ella entre sola y simule estar esperando a alguien más, para yo ir luego simulando que no la conozco y jugamos a tomar cada uno su rol, haciendo creer a las personas del lugar que me la levante y ella así de fácil me dejo acerarme, tomamos algo y nos vamos.
Ella viste sensual, pero sin caer en lo vulgar, y fueron un par de veces más que hicimos eso, ya que a ella le excita mucho esos juegos y más a mí que se deje ver como una mujer que busca algo más, sin embargo, nunca hemos llegado pasar los límites de pareja, hasta esa noche.
Mensajeábamos y yo le propuse que esa noche vaya un poco más ligera de ropa y seguir el mismo juego, con la diferencia de que esta vez ella charle con alguien más, que cruce miradas con alguien que a ella le guste y jugar un poco a ser observador, claro que ella me siguió la corriente por mensajes, pero al llegar la noche se negó rotundamente a tal propuesta, mencionado que haríamos lo de siempre para calentar el momento y nada más.
Ya en el auto y dirigiéndonos a un bar de las afueras, como siempre mi esposa ingreso primero, me demore un poco más de lo normal por la falta de estacionamiento, y cuando ingrese busque una mesa como siempre, algo complicado esa noche ya que todo estaba lleno, e intente encontrar a Luna por el lugar, logre verla a lo lejos y ella se notaba muy incomoda ya que estaba acompañada de un muchacho, alto y delgado de no más de unos 30 años (Luna tiene 39) y me escribe pidiendo que me acerque y lo aleje de ella, algo que obviamente no iba a hacer, me daba curiosidad de ver que sucedía y dejé que todo siga por el momento, le dije que no tenga miedo si él le invita algo que yo cuidaría que no le ponga nada en la bebida o busque propasarse.
Yo estaba mirando, con un poco de celos y excitado a la vez, mi esposa estaba conversando con alguien más joven que ella y más joven que yo, me gustaba el reto de ver hasta donde ella es capaz de llegar y que puede ofrecer la noche.
Ella seguía respondiendo preguntas de ese hombre, no era una conversación en sí, estaba muy incómoda y casi no bebía lo que le habían invitado, a los pocos minutos me escribe:
· Luna: Ya me quiero ir, me está invitado a otro lugar.
· Yo: ¿¿No te gusta??
· Luna: Si esta agradable, pero no quiero seguir con esto
· Yo: ¿por qué?
· Luna: ¿porque va a ser?, ¡porque no pues!
· Yo: ¿Pero no que tenías ganas de probar otra verga?
· Luna: Una cosa es decir y otra hacer, es cosa del rato que estamos juntos
· Yo: ¿¿¿¿Segura quieres que me acerque????
· Luna: Siiiii
· Yo: ¿¿¿y que les digo???
· Luna: no sé, solo ven
· Yo: Conste
Me acerque a ellos y con cara de sorpresa los salude, haciendo pensar que no la había visto hace mucho tiempo:
· Yo: Hola Luna ¿cómo estás? ¿cómo te va?, que gusto, él debe ser tu novio, mucho gusto
· Luna: no es mi novio, es un amigo, se llama Sebastián
· Sebastián: Mucho gusto, que más quisiera que tan bella dama sea mi novia
Me hice pasar por un ex amigo de trabajo, y veía como estaba de incomoda y yo ponía más fuego a la conversa buscando conversa un poco salida de tono.
Mi esposa fue al baño y aproveche para soltar un par de cosas a Sebastián, le dije que Luna tenía una reputación de muy fácil en el trabajo, que varios compañeros nos habíamos acostado con ella, y que con un poco de esfuerzo nos la llevaríamos esa noche, de inmediato Sebastián ofreció su departamento, ahora solo faltaba convencer a mi esposa.
Una vez que Luna volvió, propuse un juego de tragos en la aplicación del celular, aceptaron con gusto, aunque las miradas de mi esposa eran de nervios.
Comenzamos a jugar y cada vez mi esposa iba entrando más en ambiente, hasta que llego el momento clave de la noche; Sebastián propuso si vamos a otro lugar, ofreció su departamento, y a mi sorpresa, mi esposa acepto a la primera…no sabía que hacer, no espera tanta seguridad de ella.
Al salir, Sebastián ofreció llevar a Luna en su auto y me pido que los siguiéramos, mientras conducía, recibí los mensajes de mi esposa:
· Luna: tengo miedo de no poder hacer nada, mejor vamos
· Yo: ¿¿¿No te gusta ese macho???
· Luna: Siiiii, pero tengo miedo de no llegar a nada
· Yo: ¿¿¿Quieres???
· Luna: si, pero me da miedo
· Luna: ¿¿¿me esta preguntando si soy casada, que le digo???
· Yo: dile que sí
· Luna: Se me acerco y me beso
· Yo: ¿¿te gusto??
· Luna: mucho… ¿y si te demoras en entrar?
· Yo: ¿¿por qué??
· Luna: Porque si tu estas aquí no creo que pueda seguir con esto.
· Yo: bueno, en unos veinte minutos voy a entrar
Así fue, entre en eso de veinte minutos, excitado y asustado de lo que pudiera ver, no creí en realidad que mi esposa pasara más allá de unos besos y toqueteos, pero grande fue mi sorpresa de verla completamente en cuatro, como una perra en celo, desnuda totalmente jadeando y penetrada por una verga de más de 20 centímetros y sin protección, se retorcía y gemía de pacer como nunca la había escuchado, pedía cada vez más duro.
Ella me miro directamente a los ojos y sin reparo alguno me pregunto si me gustaba lo que estaba viendo con la voz temblorosa y mordiéndose los labios, le dije que me gustaba mucho, y replique la pregunta, a lo cual me respondió que le encantaba, que Sebastián era muy macho y que le encantaba su verga.
Seguía calentando la situación, y seguía preguntando:
· Yo: Te gusta cómo te tira
· Luna: me encanta, su verga está muy rica
Sebastián le dio la vuelta y le abrió las piernas, y no solo se la tiro, le hizo el amor, la mire y la vi como nunca nates la había visto, mientras abría su enormes piernas ella lo besaba de manera apasionada mientras gemía.
Iban tirando como una media hora sin parar, hasta que ella empezó a chorrearse de tanto placer que recibida y a su vez Sebastián le lleno la vagina de semen, era increíble tremendo panorama, su vagina estaba tan dilatada y llena de semen de otro macho, y ella acostada recuperando fuerzas, sudando y con una cara de satisfacción que no lo puedo describir.
Sebastián se acostó junto a ella y la beso y le menciono que hace mucho tiempo no tenía una mujer así de apasionada.
Acto seguido como si de una puta se tratase, me dijo que, si quería que ahora me tocaba a mí, Luna solo me miro y su gesto era que no quería seguir, ya había tenido suficiente.
Dije que no y que estaba satisfecho con lo que vi, y que ya me iba, pregunte a Luna si quería que la llevara.
En camino a casa conversamos:
· Yo: ¿Quieres que sea tu macho de planta?
· Luna: Si, quiero que me dejes tener novio, que me tire cuando quiera
· Yo: ¿¿¿Prefieres que ese macho te tire???
· Luna: Tiene mejor verga que la tuya, esta si me llena
· Yo: Pero solo con mi permiso
· Luna: Esta bien, con tu permiso, pero quisiera estar la próxima vez a solas
· Yo: ¿Y porque a solas?
· Luna: Quiero estar más cómoda, con esa verga creo que puedo hacer cosas que contigo no, no quiero que te sientas mal.
No esperaba tal sinceridad, pero me agrada el rumbo que lleva nuestra relación.
Yo esperaba un poco de acción esa noche, sin embargo, estaba tan complacida que no estuvo de ánimo para más. Ya habrá tiempo de que me compense por lo sucedido, mientras tanto sé que vamos a tener experiencias mucho más calientes.
2 comentarios - Esposa con fantasia en el bar con foto real.
Podrias dar mas detalles del sexo para que extiendas mas la trama y se vuelva mas caliente
Van mis puntos y ya los sigo desde hoy