Un verano viajamos con mis padres de vacaciones a la playa y fuimos con una familia amiga.
Ellos, marta y josé tenían 40 y un hijo de 8. Yo 16 y no me copaba mucho la idea de las vacaciones compartidas. Ya habíamos compartido pero hacia como 6 años.
Los primeros dos días habían transcurrido con relativa normalidad. Levantarme tarde, playa, y cenas en conjunto.
En la tarde del tercer día estaba en la playa tomando sol y me dio la sensación de que José me miraba mucho.
Me sentí muy avergonzada. No era virgen, pero como era chica todavía no sabía manejar muchas cuestiones de la sexualidad y mi cuerpo. Ahí me di cuenta que por más que no haya sido un bikini fuera de lo común, no dejaba de mostrar bastante y no estaba acostumbrada.
Miré a mi alrededor y solo estábamos los dos. Traté de no darle importancia pero cuando me volví a fijar sentí nuevamente que me miraba mucho.
Me paré y me fui a buscar una toalla. Me metí al agua y salí tapada.
El me comenzó a dar charla y yo se la seguí, nada fuera de lo común. Empecé a sentir que me había perseguido sin motivo, hasta que saco la toalla y siento su mirada sobre mi cuerpo otra vez.
El resto del día traté de evitarlo. Al día siguiente decidí ir a la playa con un short y una remera. No sabía que hacer. Mis padres me preguntaron porque y les dije que no tenía tanto calor y prefería no meterme al agua ese día.
Esta vez mientras ellos se fueron al agua, José fue con su hijo y marta se quedó con migo. Me preguntó porque no me metía al agua y le dije que no había traído tantas bikinis y que me había olvidado poner a lavar las otras, pero que no se lo dije a mis padres para que no me lo reclamaran.
Fue lo que se me ocurrió en el momento y ella me agarró y me dijo "no puede ser, vamos a comprar". Yo le decía que no, pero me insistió y fuimos de compra.
Entramos a un local y yo elegí una bikini. Ella me miró y me dijo que me la tenía que probar.
Me la probé y ella me dijo que le gustaba, después se probó una ella y me preguntó que le parecía. Le dije que le quedaba bien.
"No tan bien como a vos, me encantaría volver a tener 16, yo ya estoy vieja", me dice. Le digo que la verdad que ella estaba muy bien y se notaba que se cuidaba y ejercitaba.
Ella me agradeció y se fue a probar otro bikini, pero esta vez más chiquito, casi hilo atrás y me preguntó que me parecía otra vez. Le dije que le quedaba bien pero que era muy revelador. Ella se rió y me dijo "Estamos de vacaciones, hay que aprovechar. Vos deberías hacer lo mismo".
Después de eso ella eligió una para mi y me pidió que me fijara. Me la probé y desde afuera del cambiador me preguntó que tal y yo le dije que era mucho para mí. Entonces ella se metió, me miró y me dijo "te queda pintado nena". Yo le insistí en que no iba con migo, era muy diminuto y mostraba demasiado. Marta de todas maneras insistió en llevarlo también y terminé asintiendo.
Pensé que ya con eso nos íbamos, pero me pidió que esperemos, que ella se quería llevar algo también. Cuando termine de cambiarme entró ella con un conjunto. Empezó a desvestirse y me di vuelta. Ella se rió y siguió con lo suyo. Terminó y me preguntó que le parecía, que quería darle una sorpresa a su marido.
Tenía puesto un conjunto blanco de encaje con un corpiño que le traslucía los pezones, una tanguita, medias de red también blancas y un portaligas. Ella tenía muy lindo cuerpo, tanto las tetas como la cola y la verdad le quedaba muy bien, sin embargo yo me moría de vergüenza. Ella se rió de vuelta y me preguntó nuevamente que me parecía. Le dije que le quedaba bien y que seguro a él le iba a gustar.
Nos fuimos de ahí y volvimos a la playa. Siguió el día normal, a la noche fuimos a comer y después a dormir. Al otro día mientras desayunaba sola, apareció marta y después de una charla casual empezó a contarme que a la noche lo sorprendió a José con el conjunto.
"Mucho detalle" le dije
"Hay nena, no me vas a decir que sos virgen", me respondió.
"No"
"Bueno, entonces entendés que es algo natural"
Asentí con la cabeza y ella siguió: "No sabes como se puso, le encantó. Hicimos el amor como locos".
Yo volví a ponerme colorada y se escucharon ruidos de que alguien llegaba así que cambió de tema.
Ese día lo pasé más que nada con mis padres y recién a la tardecita volví a cruzarme con ellos a la tardecita. Estaban en la pileta con su hijo y nosotros nos sumamos al patio pero nos quedamos afuera.
Mis papás se van a preparar unas cosas y ellos se quedaron pero cuando su hijo se fue adentro ella se acercó, sin salir de la pileta, hacía donde estaba yo y me pregunta por mi día. Mientras le contesto el se acerca de atrás y la apoya con cero disimulo. Ella se ríe y sigue como si nada incluso le acarició una teta por arriba del bikini.
Salen de la pileta y se sientan al lado mío. Ella lo mira y le dice, tranquilo que está la nena, y le hace una pequeña caricia sobre el pantalón. Después de eso seguimos normal hasta la hora de la cena.
Después de comer nos quedamos un rato las dos familias charlando y yo me fui a acostar.
Pasó un rato largo, yo me quedé boludeando con el celular y la tele de fondo, hasta que escucho que golpean mi puerta. Abro y era marta, me pregunta si puede pasar, le digo que si, y pasa.
Se sienta en mi cama y empieza a darme charla. Me preguntó si salía con alguien, como venía mi experiencia con los chicos y demás cuestiones relacionadas. Yo le respondí que no estaba saliendo con nadie y ella me dijo "como puede ser? Mirate, tenes culo, linda cara y te están creciendo las tetas", cuando dijo eso último me tocó las tetas.
Ahí yo me corrí un poco para atrás y ella me agarró la mano, me miró y se acercó de vuelta. Yo me quedé quieta sin saber que hacer, y ella me besó. Me quedé helada, desde hacía dos días que la situación me parecía muy rara, pero no esperaba ese desenlace.
Mi corazón palpitaba a mil por horas, ella me miró de nuevo y me preguntó si quería que frenara. Una parte de mi quería decirle que si, que se vaya pero moví la cabeza diciendo que no.
Me puso la mano detrás de la nuca y volvió a besarme, esta vez con más pasión y mientras con su otra mano me acariciaba la espalda. Me recostó en la cama, me besó el cuello, me subió la remera y me empezó a tocar las tetas. Después de eso me las empezó a besar mientras sin bajarme el short que usaba de pijama, me metió la mano debajo de la bombacha y me acarició la concha.
Yo empecé a gemir mientras ella seguía tocándome y metiéndome un dedo en la concha y alternando su boca entre la mía, mi cuello y mis tetas.
Cuando metió un segundo dedo empezó a mover su mano más rápido hasta que me hizo acabar.
Cuando sacó los dedos, todos mojados, se los metió en la boca y se quedó mirándome unos segundos.
Después mientras me acariciaba las tetas me preguntó si quería que vuelva a noche siguiente. "No sé", le respondí. Me dijo que lo piense y se fue.
Me costó mucho dormir tratando de caer en lo que había pasado. Al otro día cuando me desperté me puse a pensar en la propuesta de que vuelva y pensé en decirle que no. Lo que había pasado me parecía una locura.
A la mañana fui a la playa con mis padres y no me la crucé hasta después de almuerzo. Cuando quedamos solas se acercó, puso su mano en mi pierna y me preguntó si me había gustado lo de la noche anterior. Le dije que si. También si era la primera vez que estaba con una mujer. También le respondí que sí. Ella se rió y apareció mi mamá. Ahí marta se paró y se fue y cuando dejó de estar en la vista de mi madre me guiñó el ojo.
Después de eso me fui a mi cuarto y ella me mandó una foto en topless preguntándome de vuelta. Quería poner que no, pero estaba exitada, tanto que le dije que si mientras empezaba a masturbarme recordando la noche anterior.
Pasaron las horas y después de la cena me fui a la pieza a esperar que vuelva.
Pasadas las 12 me manda un msj preguntándome si podía venir, le respondí que sí y en dos minutos estaba en mi pieza.
Esta vez antes de acercarse a mi cama se sacó la remera y el pantalón. Tenía el conjunto de encaje que había comprado unos días antes. Se metió en mi cama y fuimos directo a los besos. Esta vez yo estuve más activa y ambas nos acariciabamos mientras nos besabamos. Me sacó la remera y abajo no tenía nada, así que se sacó el corpiño y llevó mis manos a sus tetas.
Nos acostamos de costado y seguimos con los besos y caricias. Esta vez fui yo la que le metí los dedos y mientras ella gemía yo estaba empapada. Mientras estábamos en esa, se abre la puerta, me sobresalto y veo que es José que entra en silencio.
Pensé que iba a morir de un infarto.
Marta me agarró y me dijo que no pasaba nada, que él solo iba a mirar.
Yo le dije que no estaba segura de que fuera una buena idea, pero ella me agarró y me acostó de vuelta retomando los besos.
Al principio me costó volver a enfocarme en la situación pero ella siguió besándome y fue bajando hasta llegar a la cintura. Me sacó la bombacha, la tiró para atrás y empezó a besarme la concha. Pasó su lengua, sus labios y sus dedos mientras yo explotaba de placer. Me la estaba chupando como nunca lo había sentido. Me preguntó si me gustaba, entre gemidos le dije que sí, entonces subió la intensidad. Con su boca en mi clitoris y sus dedos adentro mío siguió y siguió hasta que me hizo acabar.
Me tomó un minuto recuperarme y cuando lo hice vi que José se estaba masturbando con mi bombacha envuelta en su pija.
Ella mientras lo miraba a él se sacó la bombacha y empezó a tocarse también. La situación hizo que me caliente de vuelta y ahí ella se subió arriba mío, cruzó su pierna con la mía para que queden nuestras conchas juntas y empezó a moverse para frotarlas.
Era una experiencia totalmente nueva para mi y lo estaba disfrutando demasiado. Detrás de nosotras seguía José pajeándose hasta que veo que acaba llenando de leche mi bombacha. Marta sonrío entre gemidos cuando lo vio. Después de seguir un poco, cambió de posición y se puso encima mío para seguir frotando nuestras conchas mientras también lo hacían nuestras tetas y nos besabamos.
Seguimos así por un rato hasta que acabé de vuelta. Ella siguió un poco más hasta que hizo lo mismo. Después de acabar se quedó encima mío dándome unas caricias, hasta que se levantó, se vistió y los dos se fueron. Cuando estaba juntando mi ropa vi la bombacha llena de semen y tuve que ir a lavarla.
Después subo la continuación, porque era muy largo.
Ellos, marta y josé tenían 40 y un hijo de 8. Yo 16 y no me copaba mucho la idea de las vacaciones compartidas. Ya habíamos compartido pero hacia como 6 años.
Los primeros dos días habían transcurrido con relativa normalidad. Levantarme tarde, playa, y cenas en conjunto.
En la tarde del tercer día estaba en la playa tomando sol y me dio la sensación de que José me miraba mucho.
Me sentí muy avergonzada. No era virgen, pero como era chica todavía no sabía manejar muchas cuestiones de la sexualidad y mi cuerpo. Ahí me di cuenta que por más que no haya sido un bikini fuera de lo común, no dejaba de mostrar bastante y no estaba acostumbrada.
Miré a mi alrededor y solo estábamos los dos. Traté de no darle importancia pero cuando me volví a fijar sentí nuevamente que me miraba mucho.
Me paré y me fui a buscar una toalla. Me metí al agua y salí tapada.
El me comenzó a dar charla y yo se la seguí, nada fuera de lo común. Empecé a sentir que me había perseguido sin motivo, hasta que saco la toalla y siento su mirada sobre mi cuerpo otra vez.
El resto del día traté de evitarlo. Al día siguiente decidí ir a la playa con un short y una remera. No sabía que hacer. Mis padres me preguntaron porque y les dije que no tenía tanto calor y prefería no meterme al agua ese día.
Esta vez mientras ellos se fueron al agua, José fue con su hijo y marta se quedó con migo. Me preguntó porque no me metía al agua y le dije que no había traído tantas bikinis y que me había olvidado poner a lavar las otras, pero que no se lo dije a mis padres para que no me lo reclamaran.
Fue lo que se me ocurrió en el momento y ella me agarró y me dijo "no puede ser, vamos a comprar". Yo le decía que no, pero me insistió y fuimos de compra.
Entramos a un local y yo elegí una bikini. Ella me miró y me dijo que me la tenía que probar.
Me la probé y ella me dijo que le gustaba, después se probó una ella y me preguntó que le parecía. Le dije que le quedaba bien.
"No tan bien como a vos, me encantaría volver a tener 16, yo ya estoy vieja", me dice. Le digo que la verdad que ella estaba muy bien y se notaba que se cuidaba y ejercitaba.
Ella me agradeció y se fue a probar otro bikini, pero esta vez más chiquito, casi hilo atrás y me preguntó que me parecía otra vez. Le dije que le quedaba bien pero que era muy revelador. Ella se rió y me dijo "Estamos de vacaciones, hay que aprovechar. Vos deberías hacer lo mismo".
Después de eso ella eligió una para mi y me pidió que me fijara. Me la probé y desde afuera del cambiador me preguntó que tal y yo le dije que era mucho para mí. Entonces ella se metió, me miró y me dijo "te queda pintado nena". Yo le insistí en que no iba con migo, era muy diminuto y mostraba demasiado. Marta de todas maneras insistió en llevarlo también y terminé asintiendo.
Pensé que ya con eso nos íbamos, pero me pidió que esperemos, que ella se quería llevar algo también. Cuando termine de cambiarme entró ella con un conjunto. Empezó a desvestirse y me di vuelta. Ella se rió y siguió con lo suyo. Terminó y me preguntó que le parecía, que quería darle una sorpresa a su marido.
Tenía puesto un conjunto blanco de encaje con un corpiño que le traslucía los pezones, una tanguita, medias de red también blancas y un portaligas. Ella tenía muy lindo cuerpo, tanto las tetas como la cola y la verdad le quedaba muy bien, sin embargo yo me moría de vergüenza. Ella se rió de vuelta y me preguntó nuevamente que me parecía. Le dije que le quedaba bien y que seguro a él le iba a gustar.
Nos fuimos de ahí y volvimos a la playa. Siguió el día normal, a la noche fuimos a comer y después a dormir. Al otro día mientras desayunaba sola, apareció marta y después de una charla casual empezó a contarme que a la noche lo sorprendió a José con el conjunto.
"Mucho detalle" le dije
"Hay nena, no me vas a decir que sos virgen", me respondió.
"No"
"Bueno, entonces entendés que es algo natural"
Asentí con la cabeza y ella siguió: "No sabes como se puso, le encantó. Hicimos el amor como locos".
Yo volví a ponerme colorada y se escucharon ruidos de que alguien llegaba así que cambió de tema.
Ese día lo pasé más que nada con mis padres y recién a la tardecita volví a cruzarme con ellos a la tardecita. Estaban en la pileta con su hijo y nosotros nos sumamos al patio pero nos quedamos afuera.
Mis papás se van a preparar unas cosas y ellos se quedaron pero cuando su hijo se fue adentro ella se acercó, sin salir de la pileta, hacía donde estaba yo y me pregunta por mi día. Mientras le contesto el se acerca de atrás y la apoya con cero disimulo. Ella se ríe y sigue como si nada incluso le acarició una teta por arriba del bikini.
Salen de la pileta y se sientan al lado mío. Ella lo mira y le dice, tranquilo que está la nena, y le hace una pequeña caricia sobre el pantalón. Después de eso seguimos normal hasta la hora de la cena.
Después de comer nos quedamos un rato las dos familias charlando y yo me fui a acostar.
Pasó un rato largo, yo me quedé boludeando con el celular y la tele de fondo, hasta que escucho que golpean mi puerta. Abro y era marta, me pregunta si puede pasar, le digo que si, y pasa.
Se sienta en mi cama y empieza a darme charla. Me preguntó si salía con alguien, como venía mi experiencia con los chicos y demás cuestiones relacionadas. Yo le respondí que no estaba saliendo con nadie y ella me dijo "como puede ser? Mirate, tenes culo, linda cara y te están creciendo las tetas", cuando dijo eso último me tocó las tetas.
Ahí yo me corrí un poco para atrás y ella me agarró la mano, me miró y se acercó de vuelta. Yo me quedé quieta sin saber que hacer, y ella me besó. Me quedé helada, desde hacía dos días que la situación me parecía muy rara, pero no esperaba ese desenlace.
Mi corazón palpitaba a mil por horas, ella me miró de nuevo y me preguntó si quería que frenara. Una parte de mi quería decirle que si, que se vaya pero moví la cabeza diciendo que no.
Me puso la mano detrás de la nuca y volvió a besarme, esta vez con más pasión y mientras con su otra mano me acariciaba la espalda. Me recostó en la cama, me besó el cuello, me subió la remera y me empezó a tocar las tetas. Después de eso me las empezó a besar mientras sin bajarme el short que usaba de pijama, me metió la mano debajo de la bombacha y me acarició la concha.
Yo empecé a gemir mientras ella seguía tocándome y metiéndome un dedo en la concha y alternando su boca entre la mía, mi cuello y mis tetas.
Cuando metió un segundo dedo empezó a mover su mano más rápido hasta que me hizo acabar.
Cuando sacó los dedos, todos mojados, se los metió en la boca y se quedó mirándome unos segundos.
Después mientras me acariciaba las tetas me preguntó si quería que vuelva a noche siguiente. "No sé", le respondí. Me dijo que lo piense y se fue.
Me costó mucho dormir tratando de caer en lo que había pasado. Al otro día cuando me desperté me puse a pensar en la propuesta de que vuelva y pensé en decirle que no. Lo que había pasado me parecía una locura.
A la mañana fui a la playa con mis padres y no me la crucé hasta después de almuerzo. Cuando quedamos solas se acercó, puso su mano en mi pierna y me preguntó si me había gustado lo de la noche anterior. Le dije que si. También si era la primera vez que estaba con una mujer. También le respondí que sí. Ella se rió y apareció mi mamá. Ahí marta se paró y se fue y cuando dejó de estar en la vista de mi madre me guiñó el ojo.
Después de eso me fui a mi cuarto y ella me mandó una foto en topless preguntándome de vuelta. Quería poner que no, pero estaba exitada, tanto que le dije que si mientras empezaba a masturbarme recordando la noche anterior.
Pasaron las horas y después de la cena me fui a la pieza a esperar que vuelva.
Pasadas las 12 me manda un msj preguntándome si podía venir, le respondí que sí y en dos minutos estaba en mi pieza.
Esta vez antes de acercarse a mi cama se sacó la remera y el pantalón. Tenía el conjunto de encaje que había comprado unos días antes. Se metió en mi cama y fuimos directo a los besos. Esta vez yo estuve más activa y ambas nos acariciabamos mientras nos besabamos. Me sacó la remera y abajo no tenía nada, así que se sacó el corpiño y llevó mis manos a sus tetas.
Nos acostamos de costado y seguimos con los besos y caricias. Esta vez fui yo la que le metí los dedos y mientras ella gemía yo estaba empapada. Mientras estábamos en esa, se abre la puerta, me sobresalto y veo que es José que entra en silencio.
Pensé que iba a morir de un infarto.
Marta me agarró y me dijo que no pasaba nada, que él solo iba a mirar.
Yo le dije que no estaba segura de que fuera una buena idea, pero ella me agarró y me acostó de vuelta retomando los besos.
Al principio me costó volver a enfocarme en la situación pero ella siguió besándome y fue bajando hasta llegar a la cintura. Me sacó la bombacha, la tiró para atrás y empezó a besarme la concha. Pasó su lengua, sus labios y sus dedos mientras yo explotaba de placer. Me la estaba chupando como nunca lo había sentido. Me preguntó si me gustaba, entre gemidos le dije que sí, entonces subió la intensidad. Con su boca en mi clitoris y sus dedos adentro mío siguió y siguió hasta que me hizo acabar.
Me tomó un minuto recuperarme y cuando lo hice vi que José se estaba masturbando con mi bombacha envuelta en su pija.
Ella mientras lo miraba a él se sacó la bombacha y empezó a tocarse también. La situación hizo que me caliente de vuelta y ahí ella se subió arriba mío, cruzó su pierna con la mía para que queden nuestras conchas juntas y empezó a moverse para frotarlas.
Era una experiencia totalmente nueva para mi y lo estaba disfrutando demasiado. Detrás de nosotras seguía José pajeándose hasta que veo que acaba llenando de leche mi bombacha. Marta sonrío entre gemidos cuando lo vio. Después de seguir un poco, cambió de posición y se puso encima mío para seguir frotando nuestras conchas mientras también lo hacían nuestras tetas y nos besabamos.
Seguimos así por un rato hasta que acabé de vuelta. Ella siguió un poco más hasta que hizo lo mismo. Después de acabar se quedó encima mío dándome unas caricias, hasta que se levantó, se vistió y los dos se fueron. Cuando estaba juntando mi ropa vi la bombacha llena de semen y tuve que ir a lavarla.
Después subo la continuación, porque era muy largo.
9 comentarios - Vacaciones con los "tios" parte 1
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Espero la continuación