Capitulo IV: Me había caso con la mujer más bella

Don Chato tocó la puerta.

Me sostenía de él con mi brazo cruzando su cuello, por un instante se hizo un silencio pensé que nunca abrirían, el sonido de unos tacones me hizo abrir los ojos, para ver una silueta que se acercaba a la puerta a través del cristal opaco que tenía la puerta.

Lentamente la puerta comenzó abrirse dejando la luz de nuestro departamento salir al pasillo.

Una silueta muy femenina comenzó a aparecer a contra luz del cuarto, en la puerta. Era mi esposa.

Una fina tela cubría el cuerpo de mi mujer, una batita que hace unos días había yo mismo encontrado escondida bajo la cama de nuestra habitación. La misma que en ese momento delineaba las curvas infernales de mi esposa. Su cabello peinado como el mismo día de la boda y su delicado maquillaje que dejaba marcada la belleza de su rostro.

Sus grandes ojos grandes y perfectos dejaban una vista que excitaba con el simple hecho de mirarlos. El Negligé traslúcido color blanco dejaba a la vista sus enormes cántaros que cubiertos en delicada prenda de tela de la más fina costura, al igual que su colaless que apenas cubría su entrepierna pues al igual que la bata esta era semitransparente dejando a la vista su bien depilada intimidad.

Su toque extra eran las medias color blanco casi piel y el ligero que cubrían sus torneadas piernas que delineadas aún más por las zapatillas blancas que usaba, las mismas de la boda. Sin duda parecía una novia recién casada esperando a su hombre en la noche de bodas, la más hermosa novia que me esperaba para entregarse en ese acto tan esperado por cualquier pareja, para entregar su virginidad al hombre que se convertiría en su macho.


El cuarto capitulo de esta saga llego. Disfrútalo a través de mi Patreon.

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