Apenas salió mi hijo de la habitación yo estaba más que mojada por todo lo que sucedía y sin contar que estaba llena de semen.
M: gordita, creo que necesitas una rasurada en tu puchita, algunos pelos ya se notan fuera de la tanga.
C: ay amor acabo de ducharme, que flojera volver a rasurar mi vagina.
M: a mi no me da flojera si quieres yo lo hago?
C: enserio, bueno está bien.
Mi esposo fue al baño y tomó una navaja de rasurar, un Bol con agua y algo de jabón.
M: si quieres acuéstate y yo hago el trabajo.
C: pues no la siento tan peluda pero bueno tu eres el experto, tú sabes cómo les gusta a los hombres las vaginas.
M: Yo creo que a Luis le gusta rasurada.
C: ¿La vas a rasurar para nuestro hijo?
M: con la tanga que usarás hoy en la cena supongo que no dejará de verte y pues que se lleve una buena impresión no crees!!!
Mi esposo me sorprendía más cada día, ahora estaba encantado con la idea de rasurar mi vagina para que nuestro hijo se deleite con ella.
Comenzó la faena de rasurarme y yo aunque sorprendida me empezó a excitar la idea que mi esposo me estaba rasurando para que mi hijo me viera.
M: mamita que linda vagina!!!
Mamita!!!! Mi esposo jamás me llama así, ni en nuestras noches de pasión más locas llegó a jugar con los roles de madre e hijo.
No quise molestarlo en cuestionar su comentario y decidí seguirle el juego.
C: te gusta la vagina de mami?
M: si se ve muy rica.
C: y sabe mejor, quieres probarla?
M: puedo mamita!!!
C: claro mi amor la vagina de mami es tuya.
Como un desquiciado, se abalanzó entre mis piernas, metió su cabeza en ellas y empezó a lamer desde mi culo hasta mi vientre, lamía mi vagina con un frenesí que me puso caliente de inmediato.
C: que rico chupas la vagina de mami mi amor!!!
M: te gusta mamita?
C: si, si no pares mi amor.
Estuve tentada a decirle 'hijo' al sentirlo entre mis piernas pero quise que él siguiera su juego, llevaba semanas sin tocarme y ahora me estaba haciendo sexo oral.
M: mamita no se que me pasa mira!!!
Levanté la cabeza de la cama y mire como mi esposo bajaba su pantalón y liberaba su verga, no era el monstruo de mi hijo y aún no alcanzaba una erección en su totalidad pero estaba encaminado en ello, vaya que gran sorpresa me lleve.
Había logrado excitarse y tener una leve erección y yo deseosa de que se corriera en mi para compensar todos los días que mi hijo me a llenado de semen, sabía que no podía perder está oportunidad.
C: uyyy mi amor se te está poniendo dura la verga?
M: no se que me pasa mamita!!!
Mi esposo seguía en el juego y eso lo estaba excitando.
C: yo creo que quiere entrar en la panochita de mami.
M: ¿puedo meterla?
C: no.
M: no!!! ¿Por qué no?
C: por qué eres mi hijo, no puedes entrar en la vagina de mamá.
Había soltado la bomba, espere la respuesta de mi esposo con ansia pues seguí su juego.
M: anda mami, deja meterla una sola vez.
C: no, no es correcto.
Mis ojos no dejaban de ver su verga que estaba cobrando un poco más de fuerza, aún no al grado de estar totalmente erecta pero íbamos por buen camino.
C: además no traes condon, imagínate si te dejo entrar y te corres dentro de mí, aún puedo quedar preñadita.
La cara de mi esposo dibujaba lujuria y deseo, acabo de descubrir lo que te excita pensé, sigamos jugando.
M: ándale mami, mira como estoy, no me dejes así.
C: ok está bien, te dejaré entrar en mi vagina pero no puedes correrte o me dejaras embarazada.
Se acercó a mí y con algo de esfuerzo al empujar su verga logró entrar dentro de mí, no sentía lo mismo que con hijo pero me concentré en que no se le bajara la erección.
Totalmente sobre mí, mi boca busco su oído.
C: mmm que rico mi amor, mami siente riquísimo, solo no te corras dentro y ni una palabra de esto a nadie, nadie debe saber que te deje cogerme.
Tras un par de minutos con su verga dentro de mí, su respiración se aceleró y estaba segura que era inminente que se correría, a pesar del juego eso era lo que más buscaba así que seguí fingiendo ser su mamita.
C: no te vayas a correr dentro de tu mami.
M: mami, mamita, ohhhh
Sentí su corrida, apenas un poco pues su penetración no era profunda pero con eso me bastaba.
C: no mi amor, no mi amor, me vas a preñar.
M: mami que ricoooo.
Cayo rendido sobre mí, su boca se acercó a mi oído.
M: que rico, gracias Ceci.
C: gracias a ti mi amor, que rico me cogiste.
Una pequeña mentira pero era necesario, no tenía la fuerza de mi hijo ni el vigor, pero esto servía como aliciente por si estaba embarazada.
Nuevamente tuve que tomar una ducha pues ya casi era hora de la cena y no estaba lista, salí de la regadera y me dispuse a ponerme el atuendo que el me compro.
La tanga de hilo negra me quedaba perfecta, busque un top color amarillo que casi no uso ya que solo cubre la mitad de mis tetas.
Al ponerlo él me miró y dió su autorización para usarlo.
C: ¿tacones altos?
M: sí claro, eso te dará una estética genial con ese porte que traes.
Me puse unos tacones altos y me paré frente a él dándome un par de vueltas.
C: me siento tan sexy, seguro que está bien que ande así en casa.
M: te vez genial, yo sé lo que hago.
C: ok mi amor, bajaré a preparar todo en cuanto te llame bajas a la cocina.
M: ok, yo le aviso a Luis cuando esté todo listo.
C: no quieres que yo le avisé ya que voy de salida.
M: no, quiero que sea una sorpresa cuando bajemos a cenar.
C: ok mi amor como gustes.
Baje a la cocina y me dispuse a preparar todo para recibir a mis dos hombres, estaba más tranquila pues después de la corrida de mi esposo ahora no había problema si ya estaba preñada.
Antes de terminar le envié un mensaje a mi hijo con la siguiente instrucción:
Ponte la licra blanca que usas para entrenar, sin ropa interior y sobre ella algún shorts corto.
Mi hijo leyó el mensaje y contestó con aprobación, ni siquiera cuestionó mi petición creo que entendió que era un plan maquinado por mi.
Unos minutos más tarde llamé a mi esposo a cenar y al ir bajando las escaleras llamo a mi hijo para que saliera de su habitación.
Me paré a un lado de la mesa ya con todo listo esperando que entrarán a la cocina.
Se quedaron en la puerta al verme ahí de pie esperándolos.
L: wow mami que rica te vez.
C: gracias hijo.
M: ponte de espaldas, supongo que quiere ver su elección.
Recordé que mi hijo eligió mi culo cuando se repartieron mi cuerpo.
Me puse de espaldas a ellos.
L: que culote!!! Vaya, yo hice la mejor elección.
M: vaya que es enorme, pero notaste un detalle de la parte delantera?
L: si, traes la vagina rasurada cierto mamita!!!
C: si, así es.
M: vaya lo notaste, agradece luego.
C: tu padre la rasuró, dijo que te gustaría el detalle.
L: gracias, quedó divina, apenas y la tapa la tela de la tanga así que se dibuja muy bien.
M: bueno vamos a cenar.
Durante más de media hora entre la cena no me quitaron los ojos de encima, entre bromas y halagos estaba encantada con los dos hombres admirandome.
M: Todo delicioso Ceci, estuvo riquísimo.
L: si mami bueno no tan rico como tú pero genial.
C: que lindos me encanta complacerlos.
L: espero que de hoy en adelante las cenas sean así.
M: ¿así de ricas o así con poca ropa?
L: las dos!!!
Los tres reímos con la ocurrencia de mi hijo.
M: vamos a la sala un rato antes de ir a dormir les parece, puedes llevarme un café!
C: claro amor, tu gustas algo hijo, también un café.
Sé que él no toma café pero es parte de mi plan así que espero que siga el plan.
L: ok mami si está bien un café.
Bueno vayan a la sala ya los llevo.
Caminaron a la sala y yo me dispuse con la parte de mi juego, llevaba dos tazas de café una con el café caliente para mi esposo y la otra solo agua, algo templada nada más pues era mi estrategia.
Llegué a la sala y le di la taza de café caliente a mi esposo que estaba sentado en el sillón individual y caminé al otro extremo donde mi hijo sentado en el otro sillón esperaba.
Simular que tropecé fue parte de mi plan y caí en las piernas de mi hijo con la tasa de agua sobre sus pantalones cortos.
C: hay que torpe soy hijo.
Un salto de mi hijo lo levantó del sillón quedando frente a mí y yo hincada a la altura de su entrepierna.
M: te vas a quemar, quitaré el shorts.
Gritó mi esposo desde su lugar.
Mi hijo bajo su shorts rápidamente y yo le ayude pues estaba preocupada por qué se quemara jajaja.
Ante mis ojos apareció esa enorme verga que me encanta, para mí fortuna el agua llegó hasta la licra que llevaba puesta bajo el shorts y mojado así como estaba la tela blanca se transparentó.
C: mi amor, perdóname te queme?
L: está caliente!!!
Mi hijo siguió mi juego.
C: mi amor perdóname, déjame secarte.
Mis manos se pasearon por sus piernas, sus testículos, su enorme verga una y otra vez frente a mi esposo, esto hizo que ese monstruo despertara y no tuve más remedio que avisarle a mi esposo.
C: santo cielo, qué es esto!!!
Mi mano se posó en la base de la verga de mi hijo y con la otra recorrí su largura esparciendo más el agua que le callo y dibujando más su verga sobre la licra.
Mi esposo se levantó del sillón y quedó de pie frente a mi hijo y yo aún hincada frente a ellos.
C: dios santo que vergota!!!
Un silencio apareció en la sala tras mi comentario y ahí estaba yo con la verga de mi hijo en la mano y mi esposo frente a nosotros.
M: quítale la licra también está mojada!!!
Voltee a ver a mi esposo incrédula ante su petición.
M: Ceci, se va a quemar!!!
El grito que me puso me hizo reaccionar de inmediato.
Baje la lycra con algo de dificultad y vaya que me encantó hacerlo, la vergota de mi hijo salió como un resorte al bajarla, su viril miembro totalmente erecto, sus 21 cm de verga parados, gorda su verga ante nuestros ojos se veía deliciosa.
Un ademán a mi hijo para que levantará los pies uno detrás del otro y sacar su lycra mojada por debajo de sus pies fue suficiente para que lo dejara desnudo de la cintura para abajo.
C: ay dios mío qué es esto?
Mi mano tomó la verga de mi hijo y la movió de un lado a otro frente a mi.
M: no te quemó hijo?
L: no, creo que no.
M: Revísalo Cecilia!!!
Los gritos de mi esposo me hicieron darle un vistazo a cada centímetro del pito se mi hijo, lo ví una y otra vez mis dos manos lo tomaron y revise hasta sus huevos que se ponían morados al sentir mi reparación tan cerca.
C:discúlpame mi amor, que torpe soy.
L: no pasa nada mami, estoy bien!!!
M: seguro que estás bien? Podemos llevarte al médico si es que…
L: no, todo bien tranquilos.
Está plática la estábamos teniendo mientras yo seguía hincada con la verga de mi hijo en la mano.
Mi esposo regresó a su asiento y respiró aliviado pues no pasó a mayores.
M: debes tener más cuidado mi amor, pudo haber sido peor.
C: no, ni lo digas, no me perdonaría si te lastimara.
Y algo que no había planeado pero me salió espontáneo fue un sonoro beso que le di a mi hijo en su verga.
C: ay mi amor, perdóname, perdóname.
Un beso más, y uno más hasta que recapacite que lo estaba haciendo frente a mi esposo.
M: bueno menos mal que no paso nada más.
Me levanté del suelo, nuestras caras dibujaban preocupación, mi esposo por el bienestar de mi hijo, la de mi hijo por no saber cómo reaccionaría su padre y la mía era toda excitación.
L: creo que iré a ponerme algo de ropa!!!
M: es mejor que te quedes así, para que estés seguro que no pasó nada con tu pene.
Mi esposo quería que mi hijo se quedará así? Desnudo frente a nosotros.
Bueno creo que mi plan iba increíble.
C: ay mi amor me siento muy mal por lo que pasó de verdad discúlpame.
L: ya mami no pasó nada, mira todo está normal.
Mi hijo tomó su verga y la movió frente a nosotros como un presumido que se sabe más vergon que nadie en esa casa.
M: Yo creo que estarás bien, pero vaya que susto, hasta tu mamá se asustó.
L: pero todo está bien mami.
M: bueno aunque yo creo que se asustó del tamaño.
Un silencio nuevamente.
L: del tamaño de mi pene?
M: si o me equivoco Ceci?
C: bueno, yo…
M: ay vamos no seas tímida mi amor, te conozco mejor que nadie y se que te sorprendió ver esa vergota en tu hijo.
L: mami lo siento yo no quise…
M: aver aver, esperen no los estoy retando ni regañando, las cosas suceden por una razón yo creo que el destino quiso que esto pasara.
De qué diablos habla mi marido pensé.
M: llevo días diciéndoles que debemos tener confianza y que entre familia vernos así en poca ropa está bien, bueno para muestra hoy mira a tu madre va casi desnuda frente a nosotros y debe ser normal que pues algún día te tuviera que ver desnudo a ti hijo. Aunque debe aceptar que la sorprendiste o no Ceci?
C: bueno, la verdad si, ahora que nos dices que no nos estás retando, pues tú sabes el gusto que yo tengo por los pitos grandes y gordos y no sabía que teníamos uno así en casa.
La cara de mi hijo era un poema que yo estaba dibujando, frente a su padre le dije que me encantan los penes grandes y gordos señalando el suyo, debía sentirse el hijo más afortunado del mundo.
M: A tu madre le gustan así me consta jajaja.
La risa de mi esposo nos hizo bajar la guardia, la tensión que se sentía en el aire por lo que estaba sucediendo se está desvaneciendo con la risa de mi marido.
L: pues yo la veo muy normal, enserio la tengo muy grande?
C: y muy gorda!!!
L: Pero eso es bueno?
C: para mi si, yo creo que es mejor gorda así se siente más rico.
L: ¿más rico?
C: claro, toda mujer sabe que lo que da placer es lo gorda de una verga.
Estaba hablando de la verga de mi hijo con mi hijo, frente a su padre, las piernas me temblaban más al ver que la vergota de mi hijo se ponía más y más dura.
Sabía que debía incluir a mi esposo es esto o se vería mal que me estuviera desviviendo por el pito de Luis.
L: tu la tienes así papá?
Mi hijo se tomó la verga de la base con una mano y la movió frente a nosotros.
Vaya con mi hijo, estábamos presionando mucho a su padre.
C: la de tu padre es perfecta, tanto que me preño de un hijo así como tú, perfecto con una buena pinga.
L: pues gracias viejo por lo heredado jajaja.
Mi comentario dibujó una sonrisa en mi esposo, tenía que darle su lugar ante mi hijo pero sin dejar de lado mi juego morboso.
M: bueno bueno, no llegó a tener todo eso que tienes tu pero hablaremos de eso después.
Me senté en el sillón con mi esposo y seguimos conversando los tres, mi hijo sentado frente a nosotros con su verga ahora recostada en su muslo me tenía cautivada.
M: oye por cierto con el susto ni cuenta te diste que tú madre te beso el pene!!!
C: ay amor, no me pongas más en aprietos, me sentí muy mal por lo que pasó y no quiero ni pensar en si pude hacerle daño.
L: si me di cuenta espero que no te haya molestado.
M: no tiene por qué molestarme.
L: enserio? Osea que si me da otro beso no te molestas?
M: para nada, es signo de cariño entre nosotros, ¿quieres que te dé otro beso tu mamá?
L: si, claro.
M: anda gordita, dale un beso a tu hijo!!!
Mis oídos estaba extasiados con las palabras de mi esposo, no entiendo que sucede pero no desaprovechare está oportunidad pensé.
C: estás seguro?
M: ya lo besaste hace un momento y no sucedió nada, que cambiaría ahora.
C: ok mi amor.
Apenas me puse en pie la verga de mi hijo comenzó a crecer frente a nosotros.
M: vaya mira él también se emocionó por qué va a recibir un beso de mami.
C: dónde quieres el beso hijo?
L: ¿se puede más de uno papá?
Voltee a ver a mi esposo esperando su respuesta.
M: si, claro, ¿qué te parecen tres?
L: perfecto!!!
Me inque frente a mi hijo, su vergota me apuntaba a la cara y mi esposo tras de mi.
L: dame uno aquí!!!
Mi hijo señaló la cabeza de su verga.
C: aquí en la cabeza?
L: si.
C: uy está muy cabezona!!!
Tome su verga y un beso directo, sonoro y de más de un segundo se escuchó en la sala.
El otro beso se lo di en la base, casi rodeando sus huevos con mi boca.
C: el otro puedo cambiarlo por otra cosa?
L: no se, pregúntale a mi papá!!!
M: qué quieres hacer?
C: simular una mordida aquí en la mitad, solo para ver si mi boca lo alcanza a cubrir.
M: ahhh, si pero no lo vayas a morder.
C: Claro que no.
Tome la verga de mi hijo con ambas manos, parecía que mordería un gran trozo de carne embutida así que abrí la boca lo más que pude y mis dientes se posicionaron en ese enorme monstruo.
Solo unos segundos duró, y retiré mi boca.
C: vaya, no podría comérmelo sin ahogarme.
M: bueno, bueno creo que es tarde.
Que!!! Noooo, estaba más que excitada, tenía por primera vez la verga de mi hijo a mi disposición con la aprobación de mi marido y este me cortaba el juego.
M: estoy cansado, vayamos a dormir!!!
Decepcionada me puse de pie, aunque quería gritarle que me dejara terminar de mamar esa verga o cabalgarla frente a él debía obedecer por ahora.
Subí a la habitación con mi esposo y antes de disponerme a acostarme me dijo.
M: mira tengo esta crema para quemaduras, llévale a Luis que se ponga un poco por si acaso.
Mis ojos se iluminaron, aún estaba con la tanga y el top ya sin tacones así que descalza salí rumbo a la habitación de mi hijo, antes de abrir la puerta de mi hijo esperé unos segundos y regresé a mi habitación.
M: qué sucede?
C: voy a tardar un poco, voy a ayudarle a ponerse la crema, puedes dormirte si gustas.
M: ponle bastante para que se alivie pronto.
Apenas crucé la puerta de la habitación de mi hijo, puse seguro la chapa.
C: tu padre quiere que te cure con esto pero creo que yo tengo algo mejor que te ayudará a calmar cualquier malestar en tu verga.
L: Así, que cosa.
Me puse en cuatro patas en la cama apuntando mi culo a su cara y quite la tanga de hilo que impedía morbosamente que se viera desnudo mi culo y vagina.
C: usa el que quieras hijo, solo date prisa tu padre puede llamarme en cualquier momento.
L: que mami tan puta tengo, mira que besarme la verga frente a su esposo.
C: empiezo a sospechar que a él le gusta, o por qué me permite vestirme como una puta frente a ti.
L: tal vez es de los que se excitan ver coger a su mujer con otros hombres.
C: lo dudo, durante años me exhibi frente a muchos hombres sin que cambiará su comportamiento lo que creo es que le gusta la idea que sea en casa con mi hijo.
L: ¿por qué no le preguntas?
C: por qué es más rico seguir con este juego morboso no crees.
Mi hijo se montó sobre mi como solo un macho sabe montar a su hembra, metió su verga en mi vagina hasta sentir sus huevos chocando con mi pubis, no tuvo compasión en mi culo también entró en él, sin ni siquiera avisarme.
Cambiaba de agujero a su antojo, dos o tres embestidas en mi culo y cambiaba a mi panocha, me cogio tan rico que olvide que estaba en casa con mi esposo, mis gemidos se volvieron más y más fuertes al punto en que mi hijo tuvo que meter su verga en mi boca para callarme.
L: ¡Guarda silencio mami o te escuchará mi padre!
No podía contener mi emoción, me estaba usando como siempre quise ser usada.
Su verga llena de mis jugos vaginales y anales me ponían más caliente al mezclarse en mi boca.
L: ¿Sabe rico tu vagina y tu culo?
C: muy ricos.
L: creo que terminaré en tu boca está vez para que vayas a dormir con buen aliento.
C: no hijo, quiero que te corras en mi vagina.
L: no le tenés quedar preñada?
C: ¡ya no!
L: cómo está eso?
C: Después te contaré, solo entérate que a partir de hoy puedes llenarme de semen la vagina, si resultó embarazada ya le encontré papá.
L: que putita tan rica, me voy a correr dentro de ti, abre las piernas.
Unos segundos después tenía a mi hijo completamente sobre mi cuerpo, desmayado, inerte, con su verga enterrada en mi vagina, deslechada hasta la última gota.
M: Ceci, amor todo está bien?
Mi esposo estaba en la puerta de la habitación de mi hijo.
C: si, si amor ya voy ya casi termino.
M: abre la puerta!!!
Me recompuse como pude, busque el top que traía puesto y acomode mi tanga lo mejor que pude, mi hijo se quedó acostado ahí con la mirada al techo su verga recostada en su muslo y al mirar vi que estaba llena de su semen y mis fluidos.
C: ¿la crema, dónde está la crema?
Mi hijo la alcanzó del mueble y con mi mano unté un poco de ella en la verga de mi hijo solo en la base antes de abrir la puerta.
M: Todo está bien?
C: si todo está bien, lo que sucede es que tardamos por qué…
M: tranquila amor solo me preocupé porque estuvieran bien.
L: Todo bien papá, mamá hizo un gran trabajo.
M: bueno vayamos a dormir ya es tarde.
Caminamos hacia la puerta cuando mi hijo nos detuvo.
L: oye papá, puedo pedir un último beso de buenas noches de mamá.
M: mmm claro.
Mi esposo me animó a acercarme a mi hijo con un empujón en mi hombro derecho y ahí acostado como estaba pregunté.
C: dónde lo quieres?
L: aquí en la cabeza.
Voltee a ver a mi esposo buscando su aprobación y este me la dió con una afirmación en un movimiento de cabeza.
Mi hijo me sujetó del cabello justo cuanto me agache y con su otra mano levantó su verga y me obligó a poner mi boca en la cabeza de su verga, sentí como presionaba para que me entrara pero pude con esfuerzo solo dar un beso y levantarme.
Mi esposo se dió cuenta de lo que intentó pero no dijo nada solo se despidió de él y salimos hacia la habitación.
M: deberías de tomar un baño para dormir.
Supuse que olía a sexo por eso su comentario pero lo tome de la manera más amena posible.
C: ok amor ve a la cama enseguida te alcanzo.
Sobra decir que al salir del baño mi esposo estaba dormido y yo acostada ahí a su lado recapacitaba sobre todo esto que sucedía, me encantaba el juego pero creo que hoy la barrera se rompió y que mi esposo haya justo y estado ahí me tenía muy pensativa pero más caliente que nunca.
M: gordita, creo que necesitas una rasurada en tu puchita, algunos pelos ya se notan fuera de la tanga.
C: ay amor acabo de ducharme, que flojera volver a rasurar mi vagina.
M: a mi no me da flojera si quieres yo lo hago?
C: enserio, bueno está bien.
Mi esposo fue al baño y tomó una navaja de rasurar, un Bol con agua y algo de jabón.
M: si quieres acuéstate y yo hago el trabajo.
C: pues no la siento tan peluda pero bueno tu eres el experto, tú sabes cómo les gusta a los hombres las vaginas.
M: Yo creo que a Luis le gusta rasurada.
C: ¿La vas a rasurar para nuestro hijo?
M: con la tanga que usarás hoy en la cena supongo que no dejará de verte y pues que se lleve una buena impresión no crees!!!
Mi esposo me sorprendía más cada día, ahora estaba encantado con la idea de rasurar mi vagina para que nuestro hijo se deleite con ella.
Comenzó la faena de rasurarme y yo aunque sorprendida me empezó a excitar la idea que mi esposo me estaba rasurando para que mi hijo me viera.
M: mamita que linda vagina!!!
Mamita!!!! Mi esposo jamás me llama así, ni en nuestras noches de pasión más locas llegó a jugar con los roles de madre e hijo.
No quise molestarlo en cuestionar su comentario y decidí seguirle el juego.
C: te gusta la vagina de mami?
M: si se ve muy rica.
C: y sabe mejor, quieres probarla?
M: puedo mamita!!!
C: claro mi amor la vagina de mami es tuya.
Como un desquiciado, se abalanzó entre mis piernas, metió su cabeza en ellas y empezó a lamer desde mi culo hasta mi vientre, lamía mi vagina con un frenesí que me puso caliente de inmediato.
C: que rico chupas la vagina de mami mi amor!!!
M: te gusta mamita?
C: si, si no pares mi amor.
Estuve tentada a decirle 'hijo' al sentirlo entre mis piernas pero quise que él siguiera su juego, llevaba semanas sin tocarme y ahora me estaba haciendo sexo oral.
M: mamita no se que me pasa mira!!!
Levanté la cabeza de la cama y mire como mi esposo bajaba su pantalón y liberaba su verga, no era el monstruo de mi hijo y aún no alcanzaba una erección en su totalidad pero estaba encaminado en ello, vaya que gran sorpresa me lleve.
Había logrado excitarse y tener una leve erección y yo deseosa de que se corriera en mi para compensar todos los días que mi hijo me a llenado de semen, sabía que no podía perder está oportunidad.
C: uyyy mi amor se te está poniendo dura la verga?
M: no se que me pasa mamita!!!
Mi esposo seguía en el juego y eso lo estaba excitando.
C: yo creo que quiere entrar en la panochita de mami.
M: ¿puedo meterla?
C: no.
M: no!!! ¿Por qué no?
C: por qué eres mi hijo, no puedes entrar en la vagina de mamá.
Había soltado la bomba, espere la respuesta de mi esposo con ansia pues seguí su juego.
M: anda mami, deja meterla una sola vez.
C: no, no es correcto.
Mis ojos no dejaban de ver su verga que estaba cobrando un poco más de fuerza, aún no al grado de estar totalmente erecta pero íbamos por buen camino.
C: además no traes condon, imagínate si te dejo entrar y te corres dentro de mí, aún puedo quedar preñadita.
La cara de mi esposo dibujaba lujuria y deseo, acabo de descubrir lo que te excita pensé, sigamos jugando.
M: ándale mami, mira como estoy, no me dejes así.
C: ok está bien, te dejaré entrar en mi vagina pero no puedes correrte o me dejaras embarazada.
Se acercó a mí y con algo de esfuerzo al empujar su verga logró entrar dentro de mí, no sentía lo mismo que con hijo pero me concentré en que no se le bajara la erección.
Totalmente sobre mí, mi boca busco su oído.
C: mmm que rico mi amor, mami siente riquísimo, solo no te corras dentro y ni una palabra de esto a nadie, nadie debe saber que te deje cogerme.
Tras un par de minutos con su verga dentro de mí, su respiración se aceleró y estaba segura que era inminente que se correría, a pesar del juego eso era lo que más buscaba así que seguí fingiendo ser su mamita.
C: no te vayas a correr dentro de tu mami.
M: mami, mamita, ohhhh
Sentí su corrida, apenas un poco pues su penetración no era profunda pero con eso me bastaba.
C: no mi amor, no mi amor, me vas a preñar.
M: mami que ricoooo.
Cayo rendido sobre mí, su boca se acercó a mi oído.
M: que rico, gracias Ceci.
C: gracias a ti mi amor, que rico me cogiste.
Una pequeña mentira pero era necesario, no tenía la fuerza de mi hijo ni el vigor, pero esto servía como aliciente por si estaba embarazada.
Nuevamente tuve que tomar una ducha pues ya casi era hora de la cena y no estaba lista, salí de la regadera y me dispuse a ponerme el atuendo que el me compro.
La tanga de hilo negra me quedaba perfecta, busque un top color amarillo que casi no uso ya que solo cubre la mitad de mis tetas.
Al ponerlo él me miró y dió su autorización para usarlo.
C: ¿tacones altos?
M: sí claro, eso te dará una estética genial con ese porte que traes.
Me puse unos tacones altos y me paré frente a él dándome un par de vueltas.
C: me siento tan sexy, seguro que está bien que ande así en casa.
M: te vez genial, yo sé lo que hago.
C: ok mi amor, bajaré a preparar todo en cuanto te llame bajas a la cocina.
M: ok, yo le aviso a Luis cuando esté todo listo.
C: no quieres que yo le avisé ya que voy de salida.
M: no, quiero que sea una sorpresa cuando bajemos a cenar.
C: ok mi amor como gustes.
Baje a la cocina y me dispuse a preparar todo para recibir a mis dos hombres, estaba más tranquila pues después de la corrida de mi esposo ahora no había problema si ya estaba preñada.
Antes de terminar le envié un mensaje a mi hijo con la siguiente instrucción:
Ponte la licra blanca que usas para entrenar, sin ropa interior y sobre ella algún shorts corto.
Mi hijo leyó el mensaje y contestó con aprobación, ni siquiera cuestionó mi petición creo que entendió que era un plan maquinado por mi.
Unos minutos más tarde llamé a mi esposo a cenar y al ir bajando las escaleras llamo a mi hijo para que saliera de su habitación.
Me paré a un lado de la mesa ya con todo listo esperando que entrarán a la cocina.
Se quedaron en la puerta al verme ahí de pie esperándolos.
L: wow mami que rica te vez.
C: gracias hijo.
M: ponte de espaldas, supongo que quiere ver su elección.
Recordé que mi hijo eligió mi culo cuando se repartieron mi cuerpo.
Me puse de espaldas a ellos.
L: que culote!!! Vaya, yo hice la mejor elección.
M: vaya que es enorme, pero notaste un detalle de la parte delantera?
L: si, traes la vagina rasurada cierto mamita!!!
C: si, así es.
M: vaya lo notaste, agradece luego.
C: tu padre la rasuró, dijo que te gustaría el detalle.
L: gracias, quedó divina, apenas y la tapa la tela de la tanga así que se dibuja muy bien.
M: bueno vamos a cenar.
Durante más de media hora entre la cena no me quitaron los ojos de encima, entre bromas y halagos estaba encantada con los dos hombres admirandome.
M: Todo delicioso Ceci, estuvo riquísimo.
L: si mami bueno no tan rico como tú pero genial.
C: que lindos me encanta complacerlos.
L: espero que de hoy en adelante las cenas sean así.
M: ¿así de ricas o así con poca ropa?
L: las dos!!!
Los tres reímos con la ocurrencia de mi hijo.
M: vamos a la sala un rato antes de ir a dormir les parece, puedes llevarme un café!
C: claro amor, tu gustas algo hijo, también un café.
Sé que él no toma café pero es parte de mi plan así que espero que siga el plan.
L: ok mami si está bien un café.
Bueno vayan a la sala ya los llevo.
Caminaron a la sala y yo me dispuse con la parte de mi juego, llevaba dos tazas de café una con el café caliente para mi esposo y la otra solo agua, algo templada nada más pues era mi estrategia.
Llegué a la sala y le di la taza de café caliente a mi esposo que estaba sentado en el sillón individual y caminé al otro extremo donde mi hijo sentado en el otro sillón esperaba.
Simular que tropecé fue parte de mi plan y caí en las piernas de mi hijo con la tasa de agua sobre sus pantalones cortos.
C: hay que torpe soy hijo.
Un salto de mi hijo lo levantó del sillón quedando frente a mí y yo hincada a la altura de su entrepierna.
M: te vas a quemar, quitaré el shorts.
Gritó mi esposo desde su lugar.
Mi hijo bajo su shorts rápidamente y yo le ayude pues estaba preocupada por qué se quemara jajaja.
Ante mis ojos apareció esa enorme verga que me encanta, para mí fortuna el agua llegó hasta la licra que llevaba puesta bajo el shorts y mojado así como estaba la tela blanca se transparentó.
C: mi amor, perdóname te queme?
L: está caliente!!!
Mi hijo siguió mi juego.
C: mi amor perdóname, déjame secarte.
Mis manos se pasearon por sus piernas, sus testículos, su enorme verga una y otra vez frente a mi esposo, esto hizo que ese monstruo despertara y no tuve más remedio que avisarle a mi esposo.
C: santo cielo, qué es esto!!!
Mi mano se posó en la base de la verga de mi hijo y con la otra recorrí su largura esparciendo más el agua que le callo y dibujando más su verga sobre la licra.
Mi esposo se levantó del sillón y quedó de pie frente a mi hijo y yo aún hincada frente a ellos.
C: dios santo que vergota!!!
Un silencio apareció en la sala tras mi comentario y ahí estaba yo con la verga de mi hijo en la mano y mi esposo frente a nosotros.
M: quítale la licra también está mojada!!!
Voltee a ver a mi esposo incrédula ante su petición.
M: Ceci, se va a quemar!!!
El grito que me puso me hizo reaccionar de inmediato.
Baje la lycra con algo de dificultad y vaya que me encantó hacerlo, la vergota de mi hijo salió como un resorte al bajarla, su viril miembro totalmente erecto, sus 21 cm de verga parados, gorda su verga ante nuestros ojos se veía deliciosa.
Un ademán a mi hijo para que levantará los pies uno detrás del otro y sacar su lycra mojada por debajo de sus pies fue suficiente para que lo dejara desnudo de la cintura para abajo.
C: ay dios mío qué es esto?
Mi mano tomó la verga de mi hijo y la movió de un lado a otro frente a mi.
M: no te quemó hijo?
L: no, creo que no.
M: Revísalo Cecilia!!!
Los gritos de mi esposo me hicieron darle un vistazo a cada centímetro del pito se mi hijo, lo ví una y otra vez mis dos manos lo tomaron y revise hasta sus huevos que se ponían morados al sentir mi reparación tan cerca.
C:discúlpame mi amor, que torpe soy.
L: no pasa nada mami, estoy bien!!!
M: seguro que estás bien? Podemos llevarte al médico si es que…
L: no, todo bien tranquilos.
Está plática la estábamos teniendo mientras yo seguía hincada con la verga de mi hijo en la mano.
Mi esposo regresó a su asiento y respiró aliviado pues no pasó a mayores.
M: debes tener más cuidado mi amor, pudo haber sido peor.
C: no, ni lo digas, no me perdonaría si te lastimara.
Y algo que no había planeado pero me salió espontáneo fue un sonoro beso que le di a mi hijo en su verga.
C: ay mi amor, perdóname, perdóname.
Un beso más, y uno más hasta que recapacite que lo estaba haciendo frente a mi esposo.
M: bueno menos mal que no paso nada más.
Me levanté del suelo, nuestras caras dibujaban preocupación, mi esposo por el bienestar de mi hijo, la de mi hijo por no saber cómo reaccionaría su padre y la mía era toda excitación.
L: creo que iré a ponerme algo de ropa!!!
M: es mejor que te quedes así, para que estés seguro que no pasó nada con tu pene.
Mi esposo quería que mi hijo se quedará así? Desnudo frente a nosotros.
Bueno creo que mi plan iba increíble.
C: ay mi amor me siento muy mal por lo que pasó de verdad discúlpame.
L: ya mami no pasó nada, mira todo está normal.
Mi hijo tomó su verga y la movió frente a nosotros como un presumido que se sabe más vergon que nadie en esa casa.
M: Yo creo que estarás bien, pero vaya que susto, hasta tu mamá se asustó.
L: pero todo está bien mami.
M: bueno aunque yo creo que se asustó del tamaño.
Un silencio nuevamente.
L: del tamaño de mi pene?
M: si o me equivoco Ceci?
C: bueno, yo…
M: ay vamos no seas tímida mi amor, te conozco mejor que nadie y se que te sorprendió ver esa vergota en tu hijo.
L: mami lo siento yo no quise…
M: aver aver, esperen no los estoy retando ni regañando, las cosas suceden por una razón yo creo que el destino quiso que esto pasara.
De qué diablos habla mi marido pensé.
M: llevo días diciéndoles que debemos tener confianza y que entre familia vernos así en poca ropa está bien, bueno para muestra hoy mira a tu madre va casi desnuda frente a nosotros y debe ser normal que pues algún día te tuviera que ver desnudo a ti hijo. Aunque debe aceptar que la sorprendiste o no Ceci?
C: bueno, la verdad si, ahora que nos dices que no nos estás retando, pues tú sabes el gusto que yo tengo por los pitos grandes y gordos y no sabía que teníamos uno así en casa.
La cara de mi hijo era un poema que yo estaba dibujando, frente a su padre le dije que me encantan los penes grandes y gordos señalando el suyo, debía sentirse el hijo más afortunado del mundo.
M: A tu madre le gustan así me consta jajaja.
La risa de mi esposo nos hizo bajar la guardia, la tensión que se sentía en el aire por lo que estaba sucediendo se está desvaneciendo con la risa de mi marido.
L: pues yo la veo muy normal, enserio la tengo muy grande?
C: y muy gorda!!!
L: Pero eso es bueno?
C: para mi si, yo creo que es mejor gorda así se siente más rico.
L: ¿más rico?
C: claro, toda mujer sabe que lo que da placer es lo gorda de una verga.
Estaba hablando de la verga de mi hijo con mi hijo, frente a su padre, las piernas me temblaban más al ver que la vergota de mi hijo se ponía más y más dura.
Sabía que debía incluir a mi esposo es esto o se vería mal que me estuviera desviviendo por el pito de Luis.
L: tu la tienes así papá?
Mi hijo se tomó la verga de la base con una mano y la movió frente a nosotros.
Vaya con mi hijo, estábamos presionando mucho a su padre.
C: la de tu padre es perfecta, tanto que me preño de un hijo así como tú, perfecto con una buena pinga.
L: pues gracias viejo por lo heredado jajaja.
Mi comentario dibujó una sonrisa en mi esposo, tenía que darle su lugar ante mi hijo pero sin dejar de lado mi juego morboso.
M: bueno bueno, no llegó a tener todo eso que tienes tu pero hablaremos de eso después.
Me senté en el sillón con mi esposo y seguimos conversando los tres, mi hijo sentado frente a nosotros con su verga ahora recostada en su muslo me tenía cautivada.
M: oye por cierto con el susto ni cuenta te diste que tú madre te beso el pene!!!
C: ay amor, no me pongas más en aprietos, me sentí muy mal por lo que pasó y no quiero ni pensar en si pude hacerle daño.
L: si me di cuenta espero que no te haya molestado.
M: no tiene por qué molestarme.
L: enserio? Osea que si me da otro beso no te molestas?
M: para nada, es signo de cariño entre nosotros, ¿quieres que te dé otro beso tu mamá?
L: si, claro.
M: anda gordita, dale un beso a tu hijo!!!
Mis oídos estaba extasiados con las palabras de mi esposo, no entiendo que sucede pero no desaprovechare está oportunidad pensé.
C: estás seguro?
M: ya lo besaste hace un momento y no sucedió nada, que cambiaría ahora.
C: ok mi amor.
Apenas me puse en pie la verga de mi hijo comenzó a crecer frente a nosotros.
M: vaya mira él también se emocionó por qué va a recibir un beso de mami.
C: dónde quieres el beso hijo?
L: ¿se puede más de uno papá?
Voltee a ver a mi esposo esperando su respuesta.
M: si, claro, ¿qué te parecen tres?
L: perfecto!!!
Me inque frente a mi hijo, su vergota me apuntaba a la cara y mi esposo tras de mi.
L: dame uno aquí!!!
Mi hijo señaló la cabeza de su verga.
C: aquí en la cabeza?
L: si.
C: uy está muy cabezona!!!
Tome su verga y un beso directo, sonoro y de más de un segundo se escuchó en la sala.
El otro beso se lo di en la base, casi rodeando sus huevos con mi boca.
C: el otro puedo cambiarlo por otra cosa?
L: no se, pregúntale a mi papá!!!
M: qué quieres hacer?
C: simular una mordida aquí en la mitad, solo para ver si mi boca lo alcanza a cubrir.
M: ahhh, si pero no lo vayas a morder.
C: Claro que no.
Tome la verga de mi hijo con ambas manos, parecía que mordería un gran trozo de carne embutida así que abrí la boca lo más que pude y mis dientes se posicionaron en ese enorme monstruo.
Solo unos segundos duró, y retiré mi boca.
C: vaya, no podría comérmelo sin ahogarme.
M: bueno, bueno creo que es tarde.
Que!!! Noooo, estaba más que excitada, tenía por primera vez la verga de mi hijo a mi disposición con la aprobación de mi marido y este me cortaba el juego.
M: estoy cansado, vayamos a dormir!!!
Decepcionada me puse de pie, aunque quería gritarle que me dejara terminar de mamar esa verga o cabalgarla frente a él debía obedecer por ahora.
Subí a la habitación con mi esposo y antes de disponerme a acostarme me dijo.
M: mira tengo esta crema para quemaduras, llévale a Luis que se ponga un poco por si acaso.
Mis ojos se iluminaron, aún estaba con la tanga y el top ya sin tacones así que descalza salí rumbo a la habitación de mi hijo, antes de abrir la puerta de mi hijo esperé unos segundos y regresé a mi habitación.
M: qué sucede?
C: voy a tardar un poco, voy a ayudarle a ponerse la crema, puedes dormirte si gustas.
M: ponle bastante para que se alivie pronto.
Apenas crucé la puerta de la habitación de mi hijo, puse seguro la chapa.
C: tu padre quiere que te cure con esto pero creo que yo tengo algo mejor que te ayudará a calmar cualquier malestar en tu verga.
L: Así, que cosa.
Me puse en cuatro patas en la cama apuntando mi culo a su cara y quite la tanga de hilo que impedía morbosamente que se viera desnudo mi culo y vagina.
C: usa el que quieras hijo, solo date prisa tu padre puede llamarme en cualquier momento.
L: que mami tan puta tengo, mira que besarme la verga frente a su esposo.
C: empiezo a sospechar que a él le gusta, o por qué me permite vestirme como una puta frente a ti.
L: tal vez es de los que se excitan ver coger a su mujer con otros hombres.
C: lo dudo, durante años me exhibi frente a muchos hombres sin que cambiará su comportamiento lo que creo es que le gusta la idea que sea en casa con mi hijo.
L: ¿por qué no le preguntas?
C: por qué es más rico seguir con este juego morboso no crees.
Mi hijo se montó sobre mi como solo un macho sabe montar a su hembra, metió su verga en mi vagina hasta sentir sus huevos chocando con mi pubis, no tuvo compasión en mi culo también entró en él, sin ni siquiera avisarme.
Cambiaba de agujero a su antojo, dos o tres embestidas en mi culo y cambiaba a mi panocha, me cogio tan rico que olvide que estaba en casa con mi esposo, mis gemidos se volvieron más y más fuertes al punto en que mi hijo tuvo que meter su verga en mi boca para callarme.
L: ¡Guarda silencio mami o te escuchará mi padre!
No podía contener mi emoción, me estaba usando como siempre quise ser usada.
Su verga llena de mis jugos vaginales y anales me ponían más caliente al mezclarse en mi boca.
L: ¿Sabe rico tu vagina y tu culo?
C: muy ricos.
L: creo que terminaré en tu boca está vez para que vayas a dormir con buen aliento.
C: no hijo, quiero que te corras en mi vagina.
L: no le tenés quedar preñada?
C: ¡ya no!
L: cómo está eso?
C: Después te contaré, solo entérate que a partir de hoy puedes llenarme de semen la vagina, si resultó embarazada ya le encontré papá.
L: que putita tan rica, me voy a correr dentro de ti, abre las piernas.
Unos segundos después tenía a mi hijo completamente sobre mi cuerpo, desmayado, inerte, con su verga enterrada en mi vagina, deslechada hasta la última gota.
M: Ceci, amor todo está bien?
Mi esposo estaba en la puerta de la habitación de mi hijo.
C: si, si amor ya voy ya casi termino.
M: abre la puerta!!!
Me recompuse como pude, busque el top que traía puesto y acomode mi tanga lo mejor que pude, mi hijo se quedó acostado ahí con la mirada al techo su verga recostada en su muslo y al mirar vi que estaba llena de su semen y mis fluidos.
C: ¿la crema, dónde está la crema?
Mi hijo la alcanzó del mueble y con mi mano unté un poco de ella en la verga de mi hijo solo en la base antes de abrir la puerta.
M: Todo está bien?
C: si todo está bien, lo que sucede es que tardamos por qué…
M: tranquila amor solo me preocupé porque estuvieran bien.
L: Todo bien papá, mamá hizo un gran trabajo.
M: bueno vayamos a dormir ya es tarde.
Caminamos hacia la puerta cuando mi hijo nos detuvo.
L: oye papá, puedo pedir un último beso de buenas noches de mamá.
M: mmm claro.
Mi esposo me animó a acercarme a mi hijo con un empujón en mi hombro derecho y ahí acostado como estaba pregunté.
C: dónde lo quieres?
L: aquí en la cabeza.
Voltee a ver a mi esposo buscando su aprobación y este me la dió con una afirmación en un movimiento de cabeza.
Mi hijo me sujetó del cabello justo cuanto me agache y con su otra mano levantó su verga y me obligó a poner mi boca en la cabeza de su verga, sentí como presionaba para que me entrara pero pude con esfuerzo solo dar un beso y levantarme.
Mi esposo se dió cuenta de lo que intentó pero no dijo nada solo se despidió de él y salimos hacia la habitación.
M: deberías de tomar un baño para dormir.
Supuse que olía a sexo por eso su comentario pero lo tome de la manera más amena posible.
C: ok amor ve a la cama enseguida te alcanzo.
Sobra decir que al salir del baño mi esposo estaba dormido y yo acostada ahí a su lado recapacitaba sobre todo esto que sucedía, me encantaba el juego pero creo que hoy la barrera se rompió y que mi esposo haya justo y estado ahí me tenía muy pensativa pero más caliente que nunca.
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