Soy una bella mujer de 38 años, adicta al gimnasio, delgada y con un cuerpo que amo. Buenas tetas, y mejor culo, producto de cuidarme y ejercitarme.
Tengo una hija de 21 años, llamada Carla, muy atractiva y sensual, un esposo de 40,
Ambos muy sexuales, y diríamos que bastante abiertos mentalmente.
Mí hija tiene un amigovio de 18 años, al que llamamos pipi aunque se llama Pedro, alto, grandote, carita de nene, ojos hermosos y boca muy sensual, musculoso y muy carismático.
Mí relación con el es excelente, nos llevamos muy bien, tenemos muchísima confianza, a tal punto muchas veces de ser su confidentes en casi todas las cuestiones de la vida
Fruto de esa hermosa relacion, también es cierto que muchas veces el doble sentido y el histeriqueo forma parte de nuestra habitualidad, situación que no ocultamos, dada la inocencia de la misma, ni frente a mí hija o mí marido.
Una tarde, volvía del gimnasio, y vi su bicicleta en la entrada de casa, por lo que supuse que estaría junto a mí hija.
Al entrar, no vi a nadie, y como estaba cansada y transpirada decidi ir a bañarme.
Suponiendo que tanto mí Carla cómo pipi estarían en su habitación, decidí pasar por ahí para avisarles que había llegado y me iba a bañar.
Cuando me acerque a su habitación, note que la puerta estaba entreabierta, y por suerte para la situación, me acerque despacio y sin hacer ruido para entrar y avisarles.
Cuando observo hacía el interior de la habitación veo que pipi estaba sentado sobre la cama, desnudo de la cintura para abajo, y mí hija intentando introducirse la pija en la boca.
Asombrada y sin muchas oportunidades de ver este tipo de cosas en directo, intenté espiar sin que se notará.
Me llamo mucho la atención el pedazo de verga de pipi, enorme y gruesa, diría de más de 25 cm y gorda, bien gorda.
Absorta con lo que vi, seguí mirando.
Mí hija se quejaba de su tamaño para introducirla dentro de su boca , pero lo hacía de forma magistral.
Ambos hacían muy poco ruido, pero estaban muy fogosos, y sorprendida por la situación, empecé a calentarme.
Lo que no sabía y me enteré horas después es que pipi a través de un espejo, se dio cuenta que los estaba mirando.
En el frenesí de la chupada, mí mano sin mediar voluntad alguna, bajo hacia mí entrepierna.
Cuando note que Carla se llenaba la boca de semen, producto de acabada de pipi, mis dedos se metieron en mí concha.
Luego ella trago toda la leche, le limpio la verga, y se la volvió a parar, subiéndose a la misma para montarlo.
Para ese momento, conteniendo cualquier gemido, logré mí primera acabada.
Ver cómo esa monstruosa pija penetraba a mí hija, que temblaba cada tres o cuatro embestidas, me dejó hirviendo.
Los observé un ratito más, hasta que mí hija volvió a acabar con un temblor que casi sale despedida de la cama, acabe nuevamente, y en silencio me fui a bañar. Estaba hirviendo.
Al rato y terminado el baño, baje a cocinar para ir preparando la comida de la noche.
Vestida con una calza que me marcaba bien el culo y una remera bastante ajustada decidí relajarme, de la calentura que tenía, en la cocina.
En el living, contiguo a la cocina, mí esposo empezaba una reunión de trabajo que le llevaría un par de horas terminar.
A los quince minutos de estar preparando las cosas en la cocina, noto que me apoyan las manos en la cintura, me apoyan por la espalda y me respiran en el oído
Era pipi que me había sorprendido.
Se acercó a mí oído y me dijo... que buena que estás, que caliente te quedaste no?
Yo totalmente sorprendida de lo que me decía, pensé que se trataba de otras de sus bromas.
Pero muy por el contrario, me continuo diciendo, vi todo lo que miraste, todo lo que te calentó y todo lo que acabaste.
Y mientras me decía eso, sus manos entraban por mí calza!!!
De que hablas, le contestes, sin poder disimular mucho mí calentura y mí excitación.
Mientras me explicaba todo, sus dedos ya estaban dentro de mí concha, yo gimiendo en voz baja y el ya me apoyaba el culo con la verga súper dura.
Con esta pija que te encanta, te voy a hacer el culo.... ahora, me dijo en el oído, mientras me encajo un chupón en el cuello, que me desarmo.
Sus dedos seguían en mí concha, y estaba a nada de rendirme con una acabada tremenda.
Cómo pude y con la voz entrecortada por gemidos, le dije, puede bajar Carla.
A lo que me respondió con una voz súper caliente... no, después de la última acabada, se quedó dormida y por un rato largo no se va a despertar.
Ante tal afirmación, me relaje y sus dedos lograron que acabe .
Para, le dije, está mí esposo al lado.
Está en una reunion virtual, que va durar como hora y media...
Sus dedos empapados salieron de mí concha y se metieron en el culo.
Entraron lentos, pero firmes, lo empezó a dilatar, y logro que estuviera totalmente entregada.
Me preguntó si quería conocer como era tenerla en la boca, mientras me llevaba mí mano a agarrar ese mounstro.
Si no la querés chupar la meto directamente en el culo, porque es lo que quiero hacer desde que te conocí y lo que me vuelve loco.
Totalmente fuera de mí, me di vuelta, le dije, la quiero conocer ver y saber a qué sabe, me arrodille y la chupe un rato.
Sentía que en cada chupada le crecia mas.
Y pensé que con semejante verga, mí culo quedaría destrozado.
Manejando totalmente la situación, y yo totalmente entregada a sus caprichos, me dio vuelta, me apoyo sobre la mesada, me dejó tanga y calzas por las rodillas, y apoyo la pija en el sugiero mojado y abierto de mí cola.
Me arranco los primeros gemidos, y el primer grito en voz muy baja cuando sentí que la cabeza de esa poronga, atravesaba mí ano
Cuando entre a la mitad, me estremecí de placer, y dolor, en virtud de su tamaño y grosor.
Sabía el que estaba gozando como loco, y el disfrutaba de la situación. Me llenaba de gemidos con cada centímetro de su miembro que entraba .
Totalmente perdida en el placer, empecé a gemir y suplicar por su cogida con la voz más baja que podía.
Hasta que me agarró finalmente de la cintura, y me penetró por completo.
El placer fue tremendo, sentía que esa verga me partía en dos. Mis manos fueron hacia la concha, y en un ratito, estaba acabando nuevamente
Fue media hora lo que estuvo bombeando en mí culo, tiempo en el cual volví a acabar, gemi, grite, me estremecí y me sentí llena de besos y caricias.
Le pedí, le suplique, le rogué por qué acabará, porque mí culo estaba destrozado y totalmente abierto.
Pensaba, que mí yerno me estaba rompiendo el culo mientras mí esposo estaba en una reunion virtual a cuatro metros de distancia
Y mí hija dormida por culpa de la verga que me estaba marcando el culo para siempre.
Me sentí muy puta, muy!!!
Finalmente me dijo que iba a acabar, se movió más rápido y más fuerte, y sentí que salía todo un chorro enorme de leche sobre mí culo, lo dejo todo adentro.
Termine agotada, y rota, pero todavía, faltaba que le limpiara la verga, ya que obedecí al instante su orden.
Rato más tarde, estábamos cenando los cuatros, con mí cola llena de leche, y derramándose sobre mis calzas.
Tengo una hija de 21 años, llamada Carla, muy atractiva y sensual, un esposo de 40,
Ambos muy sexuales, y diríamos que bastante abiertos mentalmente.
Mí hija tiene un amigovio de 18 años, al que llamamos pipi aunque se llama Pedro, alto, grandote, carita de nene, ojos hermosos y boca muy sensual, musculoso y muy carismático.
Mí relación con el es excelente, nos llevamos muy bien, tenemos muchísima confianza, a tal punto muchas veces de ser su confidentes en casi todas las cuestiones de la vida
Fruto de esa hermosa relacion, también es cierto que muchas veces el doble sentido y el histeriqueo forma parte de nuestra habitualidad, situación que no ocultamos, dada la inocencia de la misma, ni frente a mí hija o mí marido.
Una tarde, volvía del gimnasio, y vi su bicicleta en la entrada de casa, por lo que supuse que estaría junto a mí hija.
Al entrar, no vi a nadie, y como estaba cansada y transpirada decidi ir a bañarme.
Suponiendo que tanto mí Carla cómo pipi estarían en su habitación, decidí pasar por ahí para avisarles que había llegado y me iba a bañar.
Cuando me acerque a su habitación, note que la puerta estaba entreabierta, y por suerte para la situación, me acerque despacio y sin hacer ruido para entrar y avisarles.
Cuando observo hacía el interior de la habitación veo que pipi estaba sentado sobre la cama, desnudo de la cintura para abajo, y mí hija intentando introducirse la pija en la boca.
Asombrada y sin muchas oportunidades de ver este tipo de cosas en directo, intenté espiar sin que se notará.
Me llamo mucho la atención el pedazo de verga de pipi, enorme y gruesa, diría de más de 25 cm y gorda, bien gorda.
Absorta con lo que vi, seguí mirando.
Mí hija se quejaba de su tamaño para introducirla dentro de su boca , pero lo hacía de forma magistral.
Ambos hacían muy poco ruido, pero estaban muy fogosos, y sorprendida por la situación, empecé a calentarme.
Lo que no sabía y me enteré horas después es que pipi a través de un espejo, se dio cuenta que los estaba mirando.
En el frenesí de la chupada, mí mano sin mediar voluntad alguna, bajo hacia mí entrepierna.
Cuando note que Carla se llenaba la boca de semen, producto de acabada de pipi, mis dedos se metieron en mí concha.
Luego ella trago toda la leche, le limpio la verga, y se la volvió a parar, subiéndose a la misma para montarlo.
Para ese momento, conteniendo cualquier gemido, logré mí primera acabada.
Ver cómo esa monstruosa pija penetraba a mí hija, que temblaba cada tres o cuatro embestidas, me dejó hirviendo.
Los observé un ratito más, hasta que mí hija volvió a acabar con un temblor que casi sale despedida de la cama, acabe nuevamente, y en silencio me fui a bañar. Estaba hirviendo.
Al rato y terminado el baño, baje a cocinar para ir preparando la comida de la noche.
Vestida con una calza que me marcaba bien el culo y una remera bastante ajustada decidí relajarme, de la calentura que tenía, en la cocina.
En el living, contiguo a la cocina, mí esposo empezaba una reunión de trabajo que le llevaría un par de horas terminar.
A los quince minutos de estar preparando las cosas en la cocina, noto que me apoyan las manos en la cintura, me apoyan por la espalda y me respiran en el oído
Era pipi que me había sorprendido.
Se acercó a mí oído y me dijo... que buena que estás, que caliente te quedaste no?
Yo totalmente sorprendida de lo que me decía, pensé que se trataba de otras de sus bromas.
Pero muy por el contrario, me continuo diciendo, vi todo lo que miraste, todo lo que te calentó y todo lo que acabaste.
Y mientras me decía eso, sus manos entraban por mí calza!!!
De que hablas, le contestes, sin poder disimular mucho mí calentura y mí excitación.
Mientras me explicaba todo, sus dedos ya estaban dentro de mí concha, yo gimiendo en voz baja y el ya me apoyaba el culo con la verga súper dura.
Con esta pija que te encanta, te voy a hacer el culo.... ahora, me dijo en el oído, mientras me encajo un chupón en el cuello, que me desarmo.
Sus dedos seguían en mí concha, y estaba a nada de rendirme con una acabada tremenda.
Cómo pude y con la voz entrecortada por gemidos, le dije, puede bajar Carla.
A lo que me respondió con una voz súper caliente... no, después de la última acabada, se quedó dormida y por un rato largo no se va a despertar.
Ante tal afirmación, me relaje y sus dedos lograron que acabe .
Para, le dije, está mí esposo al lado.
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Sus dedos empapados salieron de mí concha y se metieron en el culo.
Entraron lentos, pero firmes, lo empezó a dilatar, y logro que estuviera totalmente entregada.
Me preguntó si quería conocer como era tenerla en la boca, mientras me llevaba mí mano a agarrar ese mounstro.
Si no la querés chupar la meto directamente en el culo, porque es lo que quiero hacer desde que te conocí y lo que me vuelve loco.
Totalmente fuera de mí, me di vuelta, le dije, la quiero conocer ver y saber a qué sabe, me arrodille y la chupe un rato.
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Y pensé que con semejante verga, mí culo quedaría destrozado.
Manejando totalmente la situación, y yo totalmente entregada a sus caprichos, me dio vuelta, me apoyo sobre la mesada, me dejó tanga y calzas por las rodillas, y apoyo la pija en el sugiero mojado y abierto de mí cola.
Me arranco los primeros gemidos, y el primer grito en voz muy baja cuando sentí que la cabeza de esa poronga, atravesaba mí ano
Cuando entre a la mitad, me estremecí de placer, y dolor, en virtud de su tamaño y grosor.
Sabía el que estaba gozando como loco, y el disfrutaba de la situación. Me llenaba de gemidos con cada centímetro de su miembro que entraba .
Totalmente perdida en el placer, empecé a gemir y suplicar por su cogida con la voz más baja que podía.
Hasta que me agarró finalmente de la cintura, y me penetró por completo.
El placer fue tremendo, sentía que esa verga me partía en dos. Mis manos fueron hacia la concha, y en un ratito, estaba acabando nuevamente
Fue media hora lo que estuvo bombeando en mí culo, tiempo en el cual volví a acabar, gemi, grite, me estremecí y me sentí llena de besos y caricias.
Le pedí, le suplique, le rogué por qué acabará, porque mí culo estaba destrozado y totalmente abierto.
Pensaba, que mí yerno me estaba rompiendo el culo mientras mí esposo estaba en una reunion virtual a cuatro metros de distancia
Y mí hija dormida por culpa de la verga que me estaba marcando el culo para siempre.
Me sentí muy puta, muy!!!
Finalmente me dijo que iba a acabar, se movió más rápido y más fuerte, y sentí que salía todo un chorro enorme de leche sobre mí culo, lo dejo todo adentro.
Termine agotada, y rota, pero todavía, faltaba que le limpiara la verga, ya que obedecí al instante su orden.
Rato más tarde, estábamos cenando los cuatros, con mí cola llena de leche, y derramándose sobre mis calzas.
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