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Cielo Yamile River-os mis aventuras sexuales con viejos 23




Cielo Yamile River-os mis aventuras sexuales con viejos 23

Los vejetes como si todo eso fuese de lo más normaldel mundo luego de dejarlas en tan lamentables condiciones y tras fumarse uncigarro comentando de lo muy bien que se las habían pasado con esas doshembritas de 18 años, se limpiaron sus vergas con las ropas de las jóvenes ysimplemente se fueron en la camioneta de don Cipriano, dejándolas desnudas ytodas culeadas al interior de la casucha.
--Ehhh... parece que ya se fueron, dijo Cielo Riveros auntirada en el suelo y con sus deditos doblados en su boquita cuando sintió queel motor de la camioneta se iba alejando. La nena ya había recuperado su tímidapersonalidad de siempre.
La rubia tras mirar el inmundo lugar en donde se lashabían cogido se puso de pie y le contesto a su amiga,
--Al menos nos dejaron la ropa y nuestras cosas...ponte de pie tu también y vístete que nos vamos... mira ya esta aclarando...
Las dos exuberantes colegialas caminaban en silenciopor aquel solitario y polvoriento camino rural en donde habían sido abandonadas,sus figuras eran imponentes y contrastaban con el paisaje de aquellos lugares.Ambas avanzaban moviendo deliciosamente sus cuerpos, quien las viera nuncacreería que aquellas exquisitas beldades venían recién saliendo de una salvajesesión de sexo duro y bestial con dos viejos mecánicos de muy baja calaña,sesión que había durado casi una noche completa, pero ahora solo la oscurasombra de los árboles y el frescor de la mañana las acompañaban.

Claudia a pesar de estar consciente de lo que leshabía ocurrido y de lo hecho por ellas con los dos detestables amigos de CieloRiveros era de una conducta de lo mas reprobable, de cualquier modo no dejabade mirar a su amiga en forma sonriente, deseaba hacerle miles de preguntas,pero el semblante serio y de preocupación que veía en la cara de nuestradeseada colegiala mientras esta caminaba cadenciosamente, la detenían a que selas hiciera.
Iban con su rostro demacrado y con su cuerpoadolorido, en el pelo de ambas, a pesar que se lo habían limpiado,  aun sesecaban algunas muestras de las exudaciones venéreas que los mecánicos habíanvomitado desde sus vergas solo momentos antes, ya que todos sabemos y tal comose dijo, aquellos dos ordinarios vejetes se las habían estado cogiendo por todauna noche, en distintas posiciones y prácticamente tiradas en el suelo hastaque ambos se quedaron con los testículos secos al haberles soltado una grancantidad de semen caliente y viscoso en sus caritas en el momento que dieronpor terminada la celestial orgía que se habían pegado con ellas.
Con todo lo anterior, en aquellas tan deplorablescondiciones físicas y con sus vestimentas sucias con tierra y espermios secoscomo las dejaron abandonadas, las nenotas  a ojos de cualquiera no dejabande verse netamente apetecibles como lo eran ellas.
Tras caminar 20 minutos por lo menos por fin pudieronllegar a un camino con pavimento, por lo que rápidamente se fueron a sentar enuna solitaria y deteriorada parada de autobuses la cual se encontraba llena debasura. En distintos puntos de aquella inmunda garita de pasajeros habíannotorias manchas de orina que aun humeaban sus hedores, ya que mas que paraderoesta era usada por los pasantes para echar unas buenas meadas.
Aun era temprano y por el sector en donde seencontraba aquel rustico y miserable paradero de autobuses no se veía ningúnalma, todo era follaje, terrenos con siembra y solo el camino con pavimento lesenseñaba al par de chamacas que por fin estaban en dirección a la civilización,fue Cielo Riveros la primera en mostrar preocupación al no saber ni siquieradonde estaban.
--Ay Clau…!!, y que hacemos ahora!?, ya es tarde y poraquí no pasa nadie…
--No te preocupes Cielo Riveros, ya pasará un autobúsy regresaremos a nuestras casas, no sabes las ganas que tengo de entrar a unaducha para enjabonarme y sacar de mi cuerpo toda esa porquería que tus amigosme desparramaron por todos lados…, -de alguna forma ahí era la Claudia la que conservabala calma, la rubita ya se había visto en situaciones más o menos parecidasanteriormente, claro que no tan brutales y crudas como la de la noche anterior,en donde los machitos aquellos de esas otras incursiones tampoco habían logradoobtener mucho en la parte sexual y obviamente que estos fueron casi el triplemás jóvenes en comparación de estos últimos dos con los que ellas si habíanestado cogiendo como Dios manda.
--Pero es que por aquí no se ve a nadie, ni siquierapasan autos…! Me da miedo que nos ocurra algo malo…!!, -la chamaquita decía loanterior mirando en todas direcciones, mientras Claudia no pudo dejar de reírsecon las palabras de su amiga.
--Jijiji… Ay Cielo Riveros … no me hagas reír… con loque nos pasó anoche con tus amigos que más nos podría ocurrir…!?, jijiji. -Larubia estudiante se encontraba sentada a solo un metro de donde estaba lamamasota y no dejaba de mirarla con picardía mientras le hablaba, ya que con elsolo hecho de recordar como la había visto cogiendo con los dos viejos al mismotiempo y con su carita desfigurada por el placer que debió haber sentido enaquellos momentos en que dos vergas distintas se deslizaban y entrabanalternadamente por sus dos orificios principales. El solo pensar e imaginaresto último a la rubia aun le hacían sentir unas raras sensaciones tanto mentalcomo físicamente, preguntándose que quien lo iba a creer?.
Nuestra agraciada y curvilínea chamaca que seencontraba sentadita con sus dos poderosos muslos bien juntos en aquelsolitario paradero notaba la singular forma en que su amiga de la niñez lehablaba y la miraba al mismo tiempo, y tras escuchar lo último que esta ledecía se dio a responderle.
--Ellos… ellos no son mis amigos…, -le contestómirando hacia el horizonte del pavimento por donde debería llegar el transportede regreso a sus hogares.
--Como que no lo son…!?, -le contestó seguidamenteClaudia, --si tu mismita me los presentaste anoche, o acaso ya no lorecuerdas…!?, además que casi me rogaste para que saliéramos a juntarnos conellos, -le respondió la rubia estudiante que ya estaba comenzando a pensar quesu amiga del alma de ingenua no tenía nada.
--O sea si…!, - Cielo Riveros le habló con un dejo de preocupación ensu voz al notar que Claudia daba muestras de no creer en lo que decía, así quecontinuó explicándole, --Yo al que conozco un poco mas es a don Pedro, pero asu hermano era la primera vez que lo veía…!!
--Mmmmm…!, como que no te creo mucho amiga, Jijiji. Medices esas cosas y a pesar de eso igual te encontré acostada con ese tal donCipriano cuando llegué con su hermano luego de ir a dar una vuelta encamioneta, jijiji…, -la rubia le hablaba buscando su mirada con la suya por loque continuó, --Yo me pregunto ahora… cómo habría sido la situación si ya lohubieses conocido!?, jijiji… -Ahora Claudia miraba a Cielo Riveros de una formatan acusadora como también de complicidad por lo que habían hecho juntas, suentre maliciosa y picara sonrisa así lo hacían notar.
--Ay Clau…!, de verdad que yo no te estoy mintiendo,lo que pasó… lo… lo que pasó… -La tentadora adolescente de cabellosazuladamente negros no encontraba las palabras necesarias para explicarle a suamiga como se habían sucedido las cosas con don Cipriano en el momento en quese quedaron a solas en aquella viciosa casucha de campo, o al menos como lo fueal principio de aquella incursión sexual en que la encontró Claudia una vez quellegó de vuelta con don Pedro, hasta que al fin le dijo no muy convencida deello, --En ese momento en que tu llegaste me… me… e… es… es… taban v… vio…violandooo…!, -dijo la mamasota entre cortadamente, casi muerta por lavergüenza y mirando hacia el suelo, lo único que deseaba en esos momentos eraque su amiga creyera en sus palabras, pero muy en su interior ni ella misma sela creía, deseaba que la tierra se abriera y se la tragara para no asumir larealidad.
--Jajajaja… Cielo Riveros …!, no me mires por mensa,si cuando yo entré en esa casucha tu rostro era el de una verdadera put…, ayperdón…!!!, -Claudia rápidamente se tapó la boca con sus delicadas manitas deniña fresa, para luego y en el acto continuar con sus acaloradas apreciaciones,--Discúlpame Cielo Riveros es que casi se me salió, o sea lo que quiero decires que se notaba que te la estabas pasando muy bien con lo que te hacía eseseñor Cipriano, jijiji…!
La resuelta Claudia miraba detenidamente a su amigapara notar cuales eran las reacciones de ella ante su tanda de verdades, y notóque con sus últimas aclaraciones a la nena se le llenaron sus ojitos verdes delágrimas, ya que prácticamente la había tratado en forma involuntaria de puta,por lo que rápidamente se arrepintió de estar siendo tan dura con ella y quisohacerla sentir no tan culpable.
--Ya Cielo Riveros …, no pongas esa cara… si no es tangrave eso que estabas haciendo, además que yo se que tú no eres así, recuerdaque yo también tuve que hacerlo, mira te voy a confidenciar algo muy personal,para que veas que tú no eres la única que se acuesta con viejos, jijiji…
La colegiala rápidamente se quedó mirando a su amigacon sus labios balbuceando, ella quería decir cualquier cosa para defender sureputación, pensaba que si bien ella hasta este momento se había acostado condistintos vejetes, estos sucesos eran netamente involuntarios por parte deella, aunque sabía que a estas alturas difícilmente podría dar a demostrar locontrario, o al menos con su amiga.
Claudia quien advirtió el estado emocional en que seencontraba Evelin rápidamente le soltó lo que quería decir.
--Escúchame Cielo Riveros … mira esto es un secretoEhhh, ps…, ps…, la otra vez en mi casa yo también lo hice con un viejo, -larubia veía que su amiga poco a poco le iba prestando atención a sus palabras,así que continuó, --Mas precisamente y para que sepas fue con el profesorTulio, jijiji, vez…?, tú no eres la única que se ha acostado con hombresmayores…
Cielo Riveros cambio rápidamente de expresión ante tanintima confesión de Claudia, claro que la rubia se lo estaba confidenciandoúnicamente para que la nena no se sintiera tan mal ya que ella al conocerla detanto tiempo conocía el carácter reservado y retraído de su amiga.
--Lo… lo… has hecho con el profesor Tulio…?, - Cielo Riveros por un momento olvidó su estadoemocional, la confesión de Claudia era muy comprometedora…
--Pus si… y que tiene?, además que me prometió hacermeun favor a cambio de dejar que me lo hiciera…
--Y que favor te hará a cambio por haberte acostadocon él?, -Ahora Cielo Riveros se mostraba más confiada y abierta de mente consemejante declaración por parte de Claudia.
--Mmmm… jiji, por ahora no te lo puedo decir, peroquería que lo supieras para que no te sintieras tan culpable, y también paraque sepas que no estás sola en esto, -le respondió solidariamente a CieloRiveros la salida jovencita fresa.
--Claudia…! Tuuu… tu… me estas vacilando…! Yo… yo… note creo que lo hayas hecho con el maestro Tulio…!, solo lo dices para que yo nome sienta tan mal. –Cielo Riveros miraba con cara desorprendida a la rubia mientras le decía esto último.
Claudia por su parte se miraba el cuidado de sus uñascon cara de aniñada, pero la verdad era que nuestra infartante colegiala si lecreía, ya que conociendo a su amiga sabía que esta era capaz de hacer cualquiercosa a cambio de algo que quisiera obtener, y en el colegio ya eran muchos los comentariosque enlodaban su reputación, sumándole que a su mente rápidamente le vinieronlas imágenes de ver a Claudia totalmente desnuda masturbándose y mencionando alprofesor Tulio aquella vez que tuvo que salir huyendo de su casa antes de queella hiciera una barbaridad al ver a su amiga desnuda o antes de que el buenprofesor se despertara y se la culeara nuevamente, fue la rubia quien la sacóde su ensimismamiento.
--Jajajaja…!!, te digo que si tonta, me acosté con élese día que fuimos a la feria cuando tú te perdiste en el sector del toromecánico, sucedió un rato antes de que llegaras a mi casa. Te das cuenta…?,ahora sabes que tu buena Claudia se lo ha hecho con el profe más feo delcolegio, jijiji, y para que sepas el profesor Tulio también fue un poco brutocuando me lo hiso…
La contrariada mamasota quien escuchaba las íntimasconfidencias de su amiga fue traicionada por su acalorado temperamento a lahora de entrar en detalles lujuriosos ante tan ardiente conversación y a suacalorados recuerdos, añadiéndole a que con su misma amiga acababan de estarrevolcándose en un cuarteto de antología con dos vejetes de vergas descomunalesasí que fue y le soltó sin darse cuenta otra más alteradora intimidad de ella ala rubia. Claudia la captó al instante y lo que escuchó la dejaronboquiabierta.
--Ay si…!, el maestro Tulio puede ser un poco bruto ytosco al momento en que se lo hace a una, pero no la tiene tan grande como lade don Pedro o don Cipriano… o al menos así se la sentí yo cuando me la metióen tu casa... –La chamaca en sus últimas palabras fue consciente de laindiscreta revelación que le estaba haciendo a su rubia amiga, y tras quedarsecallada marcadamente al caer en cuenta del error cometido lentamente fuegirando su carita hacia donde estaba Claudia para quedarse mirándola con suspreciosos ojos verdes bien abiertos, saltones y mas vidriosos que nunca.
La bella Claudia se quedó pasmada, no se la podíacreer, su amiga del alma y de la niñez, la más calladita del colegio y alumnaejemplar ante todo el profesorado, la misma que se sacaba las máximascalificaciones en todos los ramos, y que era pretendida por los chamacos másbien parecidos del establecimiento escolar también se acostaba con el aberrantemaestro Tulio!?, ya que claramente era la misma Cielo Riveros quien le estabaconfirmando que ella conocía las dimensiones vergales del asqueroso maestro yque para rematarla no se la sintió tan grande cuando el profesor con cara demórbido renacuajo se la había metido en su propia casa, según le acababa deconfidenciar al compararlas con las de don Pedro y don Cipriano.
--Noooooo…!!! Cielo Riveros …!!!! me estás diciendoque el maestro Tulio también te la metió…!!??, -el curvilíneo cuerpo de larubia embutido en el exquisito vestido negro que tenia misteriosas manchassecas de un líquido medio blancuzco y viscoso temblaba de emoción ante estenuevo soplo lujurioso que le acababa de soltar Cielo Riveros, y al ver que lachamaca se había quedado petrificada ante su imprudente confesión se dio aanimarla a que fuera ella misma quien se lo confirmara nuevamente y que ella nohabía escuchado mal, --No te quedes callada amiga…!!, dime también te hasacostado con el profesor Tuliooo!?
Cielo Riveros quien en esos momentos se sentía morirde vergüenza por la imprudencia de su confesión supo que no le quedaba másalternativa que reconocer lo dicho por sus propios labios.
--Ehhh… es que yoooo… no queríaaaa… peroooo siiiiiii…también me lo hisoooo… y fue en tu casaaaa…!, -le dijo ahora mordiéndose ellabio inferior y mirando hacia cualquier parte.
--No lo puedo creer…!!! Esto… esto… es increíble…!!!,dímelo otra vez y pellízcame para no creer que lo estoy soñando… dime, elprofesor Tulio te estuvo culeando en mi propia casa…!!??, -la rubia ahora yaestaba de pie y caminaba nerviosamente de un lado a otro al frente de su amiga,ella de un minuto a otro ya estaba como loca y totalmente salida por el cursode la conversación.
--Ay Clau…!, no lo digas así, esa vez no sé que meocurrió, pero así fue, como tú lo dices…!, -le respondió Cielo Riveros desdelos viejos y resecos tablones en donde estaba sentada.
--Pues dilo tu también para creerte…!!!, -unextraño  brillo en los ojos de la rubia chamaca denotaban el alteradoestado de morbosidad en que la tenía su amiga del alma, y más se encabritaba enlos momentos en que su dulce amiga era la que se ponía a largar guarradas, algomuy parecido a la conversación que habían tenido antes de salir de su casa.
--Ya… párale Claudia que me da vergüenza hablar deesas cosas…, -la nena no hallaba donde meterse, en tanto la rubia sabía que laEvelin estaba bajando la guardia y que solo bastaba presionarla un poco paraque siguiera soltándole las lujuriosas zorrerías que andaba metida.
--Dilo tu misma…!!!, y te juro que no te molesto mas…!!!,-le demandaba en forma alterada y ya media caliente con solo imaginarse a suamiga del alma clavándose al asqueroso maestro, la lujuriosa Claudia se lodecía ahora parada imponentemente frente a ella y con sus manos puestas en suscaderas, sus bien formadas y doradas piernas le temblaban.
--Pero que quieres que diga yo misma?, -la nena otravez llevó sus deditos doblados a su exquisita boquita de labios tan rojos comolas frambuesas en sazón, mientras miraba para cualquier parte menos a su amiga.
--Pues que te culearon en mi casa pues mujer…!, si deeso estamos hablandooo…!!!, -la rubia increíblemente estaba que sufría unorgasmo ahí mismo parada como estaba.
--Bueno, te lo direee…!, pero por favor ya le parascon tus salidas…: mira… el profesor Tulio me estuvo cu… cu… cu… leando en tupropia c… ca… casa…!, estas conforme ahora!?, -le consultó finalmente lachamaca a su amiga haciéndose inconscientemente como si planchara sus ropas consus manitas, la nena estaba muy nerviosa.
A estas alturas Claudia estaba destilando desde sujugosa vagina intensos chorros de fluidos íntimos mezclados con el semen de losdos viejos que también habían descargado adentro de ella, la rubia sentía como1 o 2 de estas imprudentes gotas de fluidos escapaban de entre medio de sucalzón ya empapados espesamente para ir escurriendo y bajando lentamente porsus muslos, aun así lo que más le importaba en esos momentos era lo que suamiga le estaba revelando, pensaba también en que se había comprometido conella en no seguir con sus preguntas, pero ella (Claudia) quería saber más…
--Y lo hicieron… sin nada de ropa…?, o sea,completamente d… des… desnudos…!?, -la caliente Claudia ya estaba que se sacabasu vestido y se masturbaba ahí mismo tirada en el suelo de tierra imaginando asu amiga teniendo sexo encuerada con el profesor con cara de sapo.
La colegiala quien también se encontraba muy en sucontra con su entre pierna casi en las mismas condiciones que la de la rubiaante tan ardiente conversación, inexplicablemente para ella se lo confirmómoviendo afirmativamente su cabecita.
--Ay Cielo Riveros …!!, -exclamó Claudia poniéndose acaminar otra vez de un lado a otro y rápidamente con sus ojos cerrados eintentando aguantar y no dejar salir de su intima hendidura un chorro de agüitacaliente que imprudentemente igual escurrió desde su vagina hacia sus doradosmuslos avasallando y mezclándose con las gotas anteriores.
Una vez recuperada a medias volteó hacia donde estabasentada su amiga para continuar con su salido interrogatorio.
--Oye…!, y no me vas a decir que a parte de los dosviejos de anoche y del maestro Tulio…, también te has acostado con otrosviejos…?
Cielo Riveros volvió de sopetón a la realidad, suspiernas y todo su antojadizo cuerpazo comenzó a temblar de estupor ante laimprudente pregunta de su amiga, solo se la quedó mirando impactada y con suslabios gesticulando cualquier cosa con tal de evitar la respuesta que debíadarle a Claudia, la atractiva y joven rubia tenía la cara de ser una autenticadegenerada según la veía en esos momentos.
--Clauuu…!, ahí viene un autobús… hazle señas…!!!, -laalterada Cielo Riveros vio venir al autobús como si este viniera a salvarla desu propia ejecución sumaria ante la verduguienta pregunta de su amiga.
Claudia rápidamente giró su mirada y vio que se veníaacercando el transporte, así que ya no quedándole más remedio comenzó a hacerleseñas para que este se detuviera.
--No sé porque amiga, pero ya creo saber cuál iba aser tu respuesta, Ahhh…!, y no te creas que esto quedara aquí Ehhh… nosotrasdos tenemos una buena conversación pendiente, -le dijo Claudia terminantementea Cielo Riveros antes de poner su dorado muslo en la pisadera el transporte.
--Ehhh si claro…!, -fue la respuesta de la avergonzadacolegiala quien se subió detrás de Claudia.
Las dos atrayentes mamasotas hicieron en silencio elrecorrido hasta el centro de la ciudad, con una ensimismada Cielo Riveros quesolo se daba a mirar por la ventana ante la inquisidora y picarona sonrisa deClaudia que no dejaba de estudiar las reacciones de su amiga mientras ahora laobservaba y la imaginaba acostada con el maestro Tulio.
Una vez que se bajaron del autobús, una extrañada CieloRiveros le preguntaba a su amiga que para adónde iban ahora, si la dirección dela casa Claudia quedaba en sentido contrario de la calle en la cual ellas ibancaminando.
--Que para donde vamos ahora!?, ps… vamos a ir a uncentro asistencial a pedir la píldora, o acaso quieres quedar embarazada decualquiera de tus dos amigos?, -la rubia estudiante le contestaba con susemblante serio debido a la importancia que tenía para ella aquel trámite.
Cielo Riveros se sintió extraña al andar en aquellasandanzas con su amiga, ya que según ella y por lo que le había enseñado su mamáeso que iban a hacer ahora era para jóvenes libertinas, y no para niñas bien yde estudios como lo era ella, pero sabía que su amiga tenía razón,lamentablemente era consciente de que se la habían estado cogiendo hasta laamanecida y no le quedaba más opción que dejarse llevar por Claudia.
Cuando ya estuvieron a la entrada del centroasistencial público el cual a esas horas estaba atiborrado de personas, CieloRiveros dio muestras de vergüenza y no quería entrar, la rubia tuvo queconvencerla de que lo hiciera ya que con todo lo que habían depositado dentrode su cuerpo las posibilidades de un embarazo no deseado eran muy altas.
--Ay Clau, es que yo no estoy acostumbrada esto… me dapenita entrar ahí…, -la chamaca junto con decir lo ultimo miraba en todasdirecciones pensando que la podría ver alguna persona conocida de su madrequien también trabajaba en un centro hospitalario, claro que en otro sector dela ciudad.
--No seas tonta Cielo Riveros, si aquí nadie nosconoce, solo nos pedirán nuestras identificaciones y nos darán la píldora, ademásque estos asuntos son de carácter reservado, ya te dije, nadie lo sabrá, solonosotras dos, y si nos preguntan les decimos que unos chicos nos emborracharony nos lo hicieron, y asunto terminado, ya no seas infantil y hagámoslo.
Ya con lo último la nena no le quedó más remedio queentrar junto a su amiga a pedir la famosa pastilla.
Fue una chica vestida de auxiliar de enfermería quienlas atendió esta era solo un par de años mayor que las chamacas. Cielo Riveros yClaudia luego de ambas pasar sus identificaciones en el mesón se dieron aesperar a que les dieran el medicamento.
En eso las colegialas vieron que la chica luego deconfirmar ambas identificaciones sacó de un mueble algo parecido a una fichaclínica y que también hablaba en voz baja con una vieja gorda y con pinta dechaperona que también vestía un delantal blanco, ambas funcionarias miraban lasidentificaciones de las chamacas y los documentos extraídos por la más joven,como si estuvieran confirmando algo, en eso fue la gorda quien se hiso cargo dela situación, así que con las dos identificaciones en mano mas los documentosentregados por la joven auxiliar se fue acercando adonde esperaban lasestudiantes.
--Cual de las dos es Cielo Yamile Riveros Caballero …?,-la vieja les consultaba autoritariamente y con cara de enojada, aparte degorda era muy fea.
- CieloRiveros -Ehhhh… soy yooooo…!, -le contestó la chamaca con temor y en formaextrañada, Claudia también estaba algo curiosa.
--Usted señorita, -le vieja le hablaba ahora aClaudia, --Espere a que le traigan la píldora aquí en el mesón, y Usted, -dijoahora refiriéndose a Cielo Riveros, --Usted debería ser más responsable con susituación, si se va a dedicar a la prostitución desde hace mas de dos semanasque debería haber venido a este centro asistencial o a cualquier otro a hacerseel control médico que les hacemos a las putas…, o acaso no le tiene miedo alSida…!?, o a pegarse cualquier infección con todos los hombres que se debeacostar por las noches?.
La incrédula Claudia escuchaba sin poder creer todo loque le decía esa vieja gorda a su tímida amiga, mientras esta ultima solo sedaba a escucharla con cara de espanto y sin poder gesticular palabra alguna, eneso Claudia sintió que nuevamente debía sacar la cara por su amiga del alma.
--Ehhh…!, perdón que me entrometa señora, pero creoque acá hay una equivocación mi amiga y yo somos estudiantes, ella no esninguna prostituta como Usted dice…
--Que equivocación ni que ocho cuartos…!, estapajarraca es una putilla de esas que se paran en los callejones por si no losabías…, -En su profesión la vieja odiaba a las prostitutas, más que nada porprejuicios sociales que por lo que esas pobres hembras le hicieran un mal aalguien, y las odiaba más todavía si estas eran de buen ver, así que imagínensecomo su puso al ver a la deslumbrante colegiala, el asunto era que la vieja lehablaba con un odio parido a nuestra asustada adolescente de 18 añitos reciéncumplidos.
La rubia no pudo evitar reírse un poco por la tremendaequivocación que estaba cometiendo aquella señora, por lo que se dio a ponerseun poco más seria e intentar volver a explicarle.
--No…!, Usted está equivocada…
--Pues confírmelo Usted misma señorita, -le cortó laviaja, --Aquí está la ficha que les hacemos a todas las putas con losdocumentos que llegan del tribunal, abajito esta adjunta la copia del parte quele cursaron hace un poco más de un mes, aquí dice clarito, Cielo Yamile RiverosCaballero, 18 años, domiciliada en…(en el documento oficial salía clarita ladirección de Cielo Riveros  y Claudia laconocía muy bien), Causal: prostitución en la vía pública, -continuaba ladrandola vieja a oídos de todas las personas que a esas horas se encontraban en elcentro asistencial, --Además que a la muy sinvergüenza la pillaron haciéndoloencuerada arriba de un carro según se detalla mas abajito, vamos lea y revíseloUsted misma y dígame si estoy equivocada.
La rubia Claudia tenía sus ojos abiertos como platosmientras leía lo que decía el documento emitido por un tribunal oficial, ahíestaban claritos los datos personales de su amiga de la infancia, y al terminode la copia de la infracción estaba la misma firma de su amiga que ella poníaen sus cuadernos, o sea, -pensaba la rubia, quien había firmado aquellainfracción por prostitución irrefutablemente era su misma amiga de la niñez consu puño y letra, mientras Cielo Riveros  rojacomo un tomate, y al borde del llanto no sabía cómo reaccionar a tancomprometedora situación.
--Y que me dice ahora señorita, cree Usted que puedaexistir algún tipo de equivocación…
--Ehhh… no sé qué decir…, -le dijo la joven rubia a lavieja enfermera, para después dirigirse hacia su amiga con cara deestupefacción, -- Cielo Riveros  … tudime algooo…!, -la chamaca solo miraba hacia abajo y mordiéndose los labios,ella por ahora no tenía nada que decir al respecto.
--Bueno, después puede hablar con su amiga, pero aella no le corresponde este sector, a las putas las atendemos por unaventanilla que da a la calle de atrás, pero antes le sacaremos una muestra desangre para ver si está infectada con algo. –Junto con decir lo ultimo la viejaenergúmena tomó a la chamaca de un brazo y se la llevó casi a rastras hacia elfondo de un pasillo hasta meterla al interior de una de las salas, todo estoante las acusadoras miradas de todo el público presente y a las muchasmurmuraciones por parte de estos de cómo se llevaban a la puta paradesinfectarla.
--Nooo…! no me lleveee…!!, -exclamaba la mamasota alestar siendo tratada públicamente como una vulgar puta callejera mientras eraarrastrada por la viejota y al medio de la batahola que se formó en el sectordonde estaban, --Clauuu…no dejes que me llevennnn…!!!
--Cállate pendeja que toda la gente se está enterandode lo que te dedicas a hacer por las noches…!, -ladraba la madura jefa deenfermeras quien estaba acostumbrada a atender a las muchas prostitutas quellegaban a tratarse y a recibir la píldora, --Las zorras como tú siemprealaraquean para hacerse los exámenes y una lo único que quiere es ayudarlas…
--Te espero afuera…!!, alcanzó a gritarle la rubia a CieloRiveros  antes de que se cerrara lapuerta de la sala en que la vieja metió a la asustada chamaca.
Claudia estuvo esperando a Cielo Riveros  afuera del centro asistencial público porcasi dos horas, hasta que por fin la vio salir, rápidamente la joven salió alencuentro de su amiga.
--Ohhhh… Cielo Riveros …!! Al fin sales, ya estaba preocupándome, dime que te hicieron…!?
--Solo me sacaron una pequeña muestra de sangre de unbrazo, y luego me hicieron esperar a que llegaran los resultados, y como todossalieron buenos me dijeron que me fuera y que volviera a tratarme dentro de unasemana…
--Están locos…!!, tu no volverás a aquí…!! que se hanimaginado!?, -bufaba la bella Claudia al haber sido testigo de cómo a su amigala habían tratado de la misma forma en que se tratan a las callejeras, la rubiahabía sido testigo de toda la situación que incriminaba a su amiga, y a pesarde todo aquello ella aun dudaba de que su tímida amiga realmente se dedicara aprostituirse por las noches, la situación sencillamente no le cuadraba, hastaque poniendo atención en Cielo Riveros  leconsultó: --Y que es esa caja que traes en tus manos…!?, -dijo de pronto. Larubia estudiante entre aireada y curiosa vio que su amiga traía bajo el brazouna extraña caja rectangular.
--Ehhh… son p… pre… pre… preservativos…! me losregalaron…!
La rubia se quedó mirando asombrada la caja de 200unidades de profilácticos de goma que su amiga mantenía en sus manitas, hastaque su linda cara de asombro y enojo lentamente fue transformándose hastaterminar riéndose a carcajadas.
--Jijijiji… ya entiendo esos condones te los regalaronpara que los uses con tus clientes, jijiji..
--Clauuuu…!! No te rías… yo no soy prostituta…!!, telo puedo explica todo, esto fue una confusión…!!
--Si claroooo…!! jijiji…!!!
--De verdad…!!!
--Lo sé, lo sé Cielo Riveros  …!, no te enojes conmigo, yo te conozco y séque no eres una prosti… es que me da risa todo esto…, primero tus amigos y sufiesta, y ahora resulta que te confunden con una puta, todo esto merece unabuena explicación de tu parte Ehhh…,
--Si… si yo te lo explicaré…!!!, -la angustiadachamaca daba gracias a Dios que su amiga creía en sus palabras.
--Bien ya es bastante tarde y debemos llegar anuestras casas, así que en la semana me lo deberás explicar todo… vámonos deuna buena vez…!!!
--Y que hago con los preservativos…?
--Pues bótalos tonta…!!!, tu no los necesitas… si noeres ninguna puta como dijo esa vieja, que se cree…!?
La rubia tras decir lo último fue y le arrebató ellamisma la caja de condones de las manitas de Cielo Riveros  para luego tirarla adentro de un basurero,después de eso hiso parar un taxi el cual ambas abordaron rápidamente, y traspasar a dejar a nuestra colegiala a su casa la rubia se retiró a la de ella.
Cielo Riveros  trashaber llegado temprano a su colegio se quedó extrañada de la normal forma enque la saludo Claudia después de los acontecimientos sucedidos solo hace un parde días. Su rubia y fresa amiga la había saludado de lo más normal del mundocon un notorio beso en cada mejilla de la nena para que todo el alumnado queestuviera cerca de ellas notara su presencia, este tipo de actitud era normalen su personalidad y por eso la mamasota estaba intrigada.
--Como estas mi Cielo Riveros  …, estudiaste para el examen de hoy?, -leconsultó con naturalidad.
--Si, si estudie y tú?, pudiste estudiar algo…?, -Cielo Riveros  también le contestó enforma normal, aunque por dentro le costaba mirar a su amiga a sus ojos, ya quedesde que los vejetes las habían abandonado en la casucha habían hablado detodo, menos de lo que ocurrió entre ellas a solicitud de los dos viejosdepravados, en tanto la rubia ya le contestaba.
--Ay no…!, ayer salí por todo el día con mi novio, asíque no tuve tiempo, pero no importa ya me las arreglaré con la nota después quesalgan los resultados. – Cielo Riveros  rápidamenterecordó la incursión sexual de Claudia con el maestro Tulio y de ese extrañoacuerdo que había dicho la rubia que tenía con el asqueroso maestro. --Y tupudiste arreglar tu situación con Rodrigo?, debe estar muy enojado porque lodejaste plantado el otro día…
--Si, ayer hablé con él por el celu, le dije que tuveun problema personal en mi casa, estaba muy enojado y como que no me creía,pero finalmente se quedó tranquilo, y quedamos para salir este fin de semana.
--Bueno, eso está muy bien, espero que esta vez notengas algo que urgente que hacer como el otro día, jijiji…
--Claudia…!, por favor ya no le empieces que me dapena…!, además que alguien te puede escuchar…, -le decía la nena mirando entodas direcciones.
--Ok… ok… no me hagas caso… Mmmm… ahora recuerdo quenosotras dos tenemos una conversación pendiente, lo recuerdas no?
--Si… lo recuerdo, pero por favor ahorita no… aquí enel colegio no, que nos podría escuchar alguien…
--Tranquila amiga no te presionaré, pero de quetenemos esa conversación la tenemos…!, Ahhh…! mira te dejo mi CieloRiveros  … que ahí vienen  misamigas y a ti te caen mal, así que nos vemos en el salón…
--Si ándale…, oye Clau, si quieres repasar la materiaantes del ex…, - Cielo Riveros  sepreocupaba de la situación académica de su mejor amiga, pero a esta poco leinteresaba, rápidamente le cortó lo que la nena le quería decir.
--No te preocupes Cielo Riveros  , yo me las arreglo…, -le dijo muerta de larisa antes de marcharse.
Cielo Riveros  vioalejarse a Claudia con una jauría de chamacas fresas, todas materialistasempedernidas y muy producidas artificialmente quienes lucían vistosos teléfonosinteligentes y de última tecnología.
Una vez en el salón y tras haber terminado en menos de20 minutos el examen la nena se dio a contemplar a su rubia amiga que estabacon sus rubios cabellos tomados con una traba pequeña con lo cual le quedaba sulinda cara totalmente despejada y con su naricita bien perfilada y algorespingada, la veía totalmente despreocupada echándose brillo en las uñas, suhoja de examen estaba en blanco.
Fugazmente se le vinieron a su mente los recuerdos deaquella espeluznante noche de sexo desenfrenado en que ella y su amiga sevieron envueltas y en las garras de dos viejos degenerados.
Mientras continuaba observándola sentada en su pupitreCielo Riveros  inconscientemente puso susojos verdes en los dorados muslos de Claudia e inevitablemente se le vinieronlas imágenes de lo que los viejos las habían obligado a hacer, su corazónrápidamente comenzó a latir debido que las imágenes eran tan nítidas que hastapodía desnudar a su atractiva amiga desde su lugar y verla completamenteencuerada y en todo detalle, por lo que prefirió pedir permiso para salir delsalón y así poder tomar un poco de aire e intentar ponerse a pensar en otracosa que no la alteraran, pero al ir saliendo no pudo evitar mirar a Claudiaque justo en ese momento levantó su cabeza y le devolvía la mirada con unabella sonrisa en su rostro que extrañamente hicieron que la pobre chamacadijera por lo bajo.
--Ay Clauuu…!, -a la misma vez que ya saliendo delsalón inconscientemente la colegiala se iba mordiendo su labio inferior al yatener en su mente el recuerdo de cuando ella estuvo desnuda y sentada sobre laboca de su amiga y como esta le lamía su ranura de carne íntima obligada poraquellos dos siniestros vejestorios.
Eso fue lo más novedoso en cuanto al primer día de lasemana después de lo ocurrido, los siguientes días se dieron normales para lasuculenta adolescente de cabellos negros y de ojos verdes.  Sus lujuriososrecuerdos de la experiencia vivida poco a poco comenzaban a desaparecer.
Solo eran algunos mensajes de grueso calibre por partede don Pedro que habían llegado a su celular, en donde le decía de los litrosde mocos calientes que le tenía reservado solo para ella, de los 4 preñazos queansiaba que ella tuviera si es que se casaban algún día, y que también y si esque se portaba mal en su ausencia la haría culear gratis con todo el sindicatode trabajadores de su feria y mil cosas más, la nena tras leerlos los ibaborrando pero no podía evitar reírse con algunos de ellos, el viejo era unpelado y sin vergüenza de nacimiento y muy mal hablado meditaba cuando estos lellegaban.
Por otro lado el viejo Anselmo se había tomado lamolestia de un día esperarla en la misma parada de autobuses para que don Lucasno lo viera, solo para decirle que el material que se estaba consiguiendo yaestaba por obtenerlo, en este supuestamente aparecía su madre manteniendorelaciones sexuales con don Lucas en la misma cama matrimonial que por aquellostiempos ella compartía con su marido (el padre de Cielo Riveros  ), pero la chamaca daba por hecho que esosolo eran falacias de aquel obeso delincuente solo para ver si lograbaencamársela,  mas ella ni loca se iba a acostar con ese gordo asqueroso seprometía una y otra vez, ya que los supuestos videos ni siquiera debíanexistir.
Por otro lado ella misma se propuso no ir a la casa deRodrigo estando su suegro presente después de que este se la había violado(según ella). Solo se había atrevido a ir en un par de ocasiones siempre ycuando estuviera su suegra presente.
Del sinvergüenza sargento Sinforoso otra vez no sabíanada, este misteriosamente no había vuelto a molestarla. Mientras que el cojoJuan con el maestro Tulio aun no agotaban sus esfuerzos en intentar lograrencerrase en el subterráneo del colegio con Claudia y Evelin, sus ideas eranestarlas culeando por un día entero alternándoselas y dándoles entre los dos acada una de ellas por sus distintos orificios, algo muy parecido a lo quehabían hecho la dupla de mecánicos, pero lamentablemente para ellos y en formafastidiosa aun no lograban dar con la fórmula exacta para llegar a concretarlo.
El resto de la semana continuó sin novedad, en elcolegio la nena intentaba evitar encontrarse con su rubia amiga ya que estaoportunidad en que se la encontraba le recordaba de la conversación que ambastenían pendiente para luego irse a coquetear con los chamacos para que estos lecompraran refrescos y golosinas.
Y así estando ya en un estado sicológico casi normalla colegiala a sabiendas que en cualquier momento sus viejos acosadores iban areclamar lo que ella tenía para ofrecerles decidió que de una buena vez portodas debía entregarse a Rodrigo antes de que uno de estos facinerososvejestorios la dejara embarazada.
Cielo Riveros  sabíaque con Rodrigo ya habían sido muchas las veces fallidas en que no lograronconcretarlo y en las que ella terminó cogiendo con algún viejo mal vividor,pero esta vez eso no sucedería, ella iba a darlo todo por su amado Rodrigo quetanta paciencia le tenía en los momentos que ella le fallaba, además que sibien Evelin ya había obligadamente probado vergas de diversos tamaños y dedistintos hombres, con su Rodrigo esto sería totalmente distinto, esta vez noiba a ser violada, esta vez sería ella quien se entregaría a él, y lo haría poramor.
Ya teniendo todo esto en mente la nena se dio apreparar como sería su pequeña luna de miel anticipada con su Rodrigo, y loprimero que hiso fue notificarle a la parte interesada, así que estandorecostada en su camita y vestida con su uniforme escolar se dio a llamarlo porteléfono.
--De verdad Cielo Riveros  …? Estas segura de lo que me dices…?
--Si mi Rodri… lo he pensado una y otra vez y creo queen nuestra relación ya estamos en la instancia para dar ese importante paso,además que la otra vez en tu casa ya te la había dicho, -la chamaca se sentíaen las nubes por tan romántica conversación con su novio.
--Pero es que ya nos habíamos puesto de acuerdo antes,y no resultó, que pasaría si otra vez en tu casa surgieran problemas… No loresistiría, deseo tanto que ocurra eso que tú dices que ni te imaginas.
--Si resultará Rodrigo, así que no te preocupes, estavez sí lo haremos…, -le aseguraba la nena mirando una pequeña foto de su novioque este le había regalado en una ocasión.
El chamaco, aunque entre contento y nervioso, semostraba incrédulo, ya que su novia últimamente andaba un poco extraña, nimencionar de lo dolido que había quedado después de otra vez haberse quedadoplantado esperándola tal como sucedió la última vez en que quedaron de acuerdopara verse. Aun así la idea lo entusiasmaba, y mucho.
--Pero y que le dirás a tu mamá, ella sospechará algosi no llegas a tu casa la noche del sábado.
--No te preocupes… me dijo que iba a salir a cenar consus compañeras de trabajo y luego se iría a quedar a la casa de una de ellas,así que le pedí permiso para ir a quedarme a la casa de Claudia, ya verás queno habrán problemas, así que después de ir a ver al cine esa película de amorque tanto dices podremos estar toda una noche juntos, - Cielo Riveros  estaba muy nerviosa diciéndole todo eso a suamado novio, pero en el fondo de su ser sabía que esto debía ser así, inclusoestaba dispuesta hasta dejarse embarazar por Rodrigo para poder ver si con estola horda de viejos lujuriosos que se la cogían dejaban de molestarla.
El joven Rodrigo ahora sí que no daba más defelicidad, por fin compartiría cama con la chamaca más bonita y buenota quehabía conocido en toda su vida, imaginaba la cara que pondría su padrastrocuando este se enterara que su chica por fin le había dado la prueba de amor siendoél el único poseedor de su belleza y todo lo que encierra ello, ya que donSeveriano su odioso padrastro seguidamente y en las oportunidades en queestaban solos le preguntaba si por fin había logrado encamársela, burlándose deél y diciéndole que esa potranca era mucha hembra para un pobre maricon comoél, según sus propias palabras.
Así la pareja de tortolitos quedó de acuerdo para porfin concretar la famosa prueba de amor que existe entre dos enamorados, ritualmilenario en el cual la hembra accede a darle de probar de sus esencias yencantos femeninos al macho escogido. Esta vez sería Cielo Riveros  quien se entregaría a su Rodrigo parademostrarle todo el amor que ella le profesaba.
(Día viernes en la casa de Rodrigo)
--Y tu pendejo… porque andas tan de buen humor…?, -leconsultó don Seve a su hijastro mientras se estiraba sus mostachos italianos enel momento en que descansaba en uno de los sillones de la sala, en su pechocanoso se veía una gruesa cadena de oro, el viejo se encontraba con la camisadesbrochada y con su gran panza peluda al aire.
El viejo Severiano después de la incursión sexual quehabía mantenido en su propia casa solo hace algún tiempo con la exquisita noviade su hijastro se mostraba muy interesado en el noviazgo de ellos, siemprequería saber en que estaban.
--Eso a Usted no le interesa, solo ando de buen humory punto, -le contestó el chico en forma seca, mientras el mismo planchaba lacamisa escogida para usar ante su amada al día siguiente.
--Jajajaja…!!!! no me vas a decir que ya te laencamaste, porque no te la creo…, -el vejete estaba atento a lo que contestarasu hijastro, de alguna forma quería sacarle información, el solo enterarse delos avances a retrocesos que tuviera Rodrigo en su noviazgo lo ofuscaban o localentaban hasta la locura, según fuera el caso, ya que aun no perdía la fe devolver a acostarse con la dulce jovencita, ella hasta le había lamido el culosin ser él quien se lo pidiera en aquella ocasión en que el jugándosela decuerpo entero se lo había hecho a la fuerza en un principio hasta lograrhacerla gozar.
--No, no me la he encamado, porque ella no es paraeso…, mañana iremos al cine, se lo digo ya que lo veo tan interesado en lo quehacemos o no hacemos…!, -al chico no le gustaba hablarle de su novia al viejode su padrastro, ya que notaba con la cara de caliente que este la miraba enlas oportunidades en que él la había invitado para su casa, pero el viejo erafastidioso con el tema.
--Si serás estúpido pendejo, las zorras son parameterles la verga y punto, no para llevarlas al cine y gastar dinero en ellas,por ejemplo cuando conocí a tu madre y me enteré que estaba viuda, solo latraje a mi casa para que me cocinara, luego de eso simplemente me la culie, yvaya que le gustó porque a los días ya estaba instalada contigo incluido bajoeste mismo techo…, pero ese no es tu caso pendejo, esa hembra que tienes pornovia nunca te pasará la zorra, es mas ni siquiera sé que hace contigo, como yate lo he dicho, esa mujer está hecha para abrírsele de patas a machos de verdady no a maricones como tú… soquete…!!, jajajaja…!!!!
El chico no daba más de ira, sabía que la conversaciónestaba llegando demasiado lejos con su odioso padrastro, y si este se llegaba aenojar iba a terminar golpeándolo tal como lo hacía siempre, aun así lecontestó en forma desafiante.
--No se ría…!, para que sepa que Cielo Riveros  después de ir al cine me dará la prueba deamor, así que mañana no llegaré a dormir a la casa.
Con las últimas palabras de Rodrigo en donde lenotificaba abiertamente a su dicharachero padrastro que al día siguiente él ibamantener relaciones sexuales con la tremenda chamaca que el viejo deseaba contodo su ser, en el ambiente quedó un extraño silencio, hasta que el viejodespués de digerir las palabras de su imberbe hijo postizo, fue poco a pocoempuñando sus manos, a la vez que su peludo pecho canoso se fue hinchando hastaque libero toda su energía con un tremendo bufido de bestia mal herida.
--No mames desgraciadooo…!!!!, -gruñó el viejoSeveriano quien había estado echado en su sillón favorito, ahora hasta lecostaba enderezarse debido a su prominente panza más que cervecera, ahora solose movían sus empuñados brazos como haciendo círculos al estar dándose impulsospara ponerse de pie. Eso que le acababa de decir su hijastro no le habíagustado para nada, ya que él por más que intentó en el último tiempo volver ahacerse con el cuerpo de la colegiala no lo había podido lograr, y esaaberrante mariconada de la famosa prueba de amor que decía Rodrigo entre este yla pendeja que lo tenía caliente hasta la locura, casi lo enceguecieron de loscelos.

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