Me levanté con un hambre atroz pasadas las 12 del mediodía. Me duché y arranqué el día sin ninguna pretensión. Almorzamos tarde en familia. Con Joaquín reíamos por todo y cruzábamos miradas cómplices de tanto en tanto cuando nuestros padres no nos veían.
La tarde siguió con mis padres discutiendo sobre la pandemia y las decisiones políticas. A la noche intentamos jugar un juego de mesa en familia pero fue un aburrimiento general. Me acosté temprano para que terminara el día de una vez.
Así transcurrió una semana, hasta que una noche me estaba quedando dormida cuando entró Joaquín.
- Que te pasa nene, no sabés golpear?
- A esta hora? Y despertar a los viejos?
- Tenés razón. Vení, acostate conmigo. Que pasa?
Se puso cucharita apoyando su pelvis contra mi cola.
- No podía dormir. Todo esto me tiene un poco ansioso.
- Sí, te entiendo. A mi también me cuesta conciliar el sueño últimamente. Empiezo a extrañar el mundo exterior.
- Yo extraño a Caro un poco. Cogíamos de una manera que te hace olvidar todos los problemas.
- Ah sí? Como es eso?
Quería hacerlo hablar para que pensara en otra cosa, pero también es cierto que sentía curiosidad.
- Hace algún tiempo empezamos con el sexo anal. Primero fue una excusa para poder coger los dias peligrosos en que ella estaba ovulando. Pero me envicié rapidamente. Con ese culito pequeño no te imaginabas lo suave y apretado que era cuando la penetraba. Obviamente yo la lubricaba bien. Era la gloria.
- Tanto te gusta coger por el culo?
- Sí. Jaja. A vos no?
- La verdad, probé una sola vez y no la pasé muy bien.
Arrimó su bulto a mis nalgas y me susurró en la oreja.
- Seguramente es porque no te lo hicieron como corresponde.
- Ah... y vos sabés como se hace correctamente?
Me agarró una nalga con fuerza.
- Desde ya! Si yo hubiera sido el que se comió esta colita, vos estarías pidiéndome que te lo haga otra vez.
- Mmm... Quién te dice que algún día te deje intentarlo...
- Epa... esta charla me está calentando!
- A mí también!
- Permiso!
Me sacó el short y la tanga casi de un tirón. Me colocó boca arriba y separó mis piernas mientras bajaba besándolas. Me estremecí cuando besó mi pubis depilado. Lo mejor vino cuando lamió mis labios vaginales abriéndome la concha despacito y comiéndome con devoción.
- Aahh... que bien la chupás!
- Mmhmm...
Justo cuando estaba cerca de mi orgasmo siento algo húmedo presionando mi agujerito cerrado. Era muy suave, apenas un empujoncito. Se iba y volvía un poquito más intenso cada vez, hasta que entró un poco. Fue una sorpresa pero no dolió.
- Aah! Que me hacés hijo de puta?
- Te meto un dedo. Relajate y vas a ver como te va a gustar.
- Seguí chupando entonces!
Siguió chupando y metiendo su dedo en mi culo con total descaro. Empecé a relajarme y volver a disfrutar. Ahora si iba a acabar en grande.
- AAAAHHH! Aaayy nooo!
Mientras tenía un terrible orgasmo su dedo se deslizó hasta el fondo, lo que hizo más intenso el placer.
- Aaahh... aay... eso... fue...
- Genial?
- Rarísimo! Jaja
- Jaja pero te gusto?
- Sí... tu dedo fue... algo bueno.
- Jaja. Me alegro. Por hoy no te toco más.
- Como que no?
- No te toco más el culo...
- Aaahh... Vení, acostate. Te voy a volver loco a vos ahora!
Me subí sobre él y comencé a moverme despacio, primero bajando poco y luego dejando que entre toda hasta el fondo. Me golpeaba la entrada del útero con cada bajada. Cuando se empezó a calentar, cambié de estrategia y me lo cogí moviéndome adelante y atrás. Me tiré sobre su pecho y le devoré la boca y el cuello, usando mucho mi lengua. Su pija vibraba.
- Acabame adentro hermanito. Dame tu leche!
- Aaahhh! Acaboooo!
Eso fue el detonante para causarle una acabada fortísima. Tensó todo su cuerpo mientras yo seguía moviendo mis caderas, exprimiendo sus bolas. Me llenó por completo.
Me salí y le mostré como el semen salía de mi concha.
- Mirá el desastre que hiciste!
- Tanta leche me salió? Jaja Sos increíble!
Dejé que caiga sobre su abdomen todo lo que me salía. Me acerqué sacando la lengua.
- Esto querés?
Lamí toda la leche que pude, pero había demasiada. El sabor dulce, sin embargo, me agradó más de lo que esperaba.
- Mmmm... que rica lechita! Tu noviecita hace esto?
- No...
- Te calienta?
- Sí... limpiame la pija!
- Te la voy a dejar brillando!
Le comí la pija medio blanda como toda una profesional. Mi intención original era lamer su semen, pero me calenté y me entusiasmé más de la cuenta. Se le puso dura nuevamente.
- Me vas a dejar seco Soof, pero te voy a coger de nuevo. Ponete en cuatro!
Me gustaba su lado dominante y varonil, pero me burlé un poco mientras le hacía caso.
- Uy, que miedo! Que me vas a hacer?
Paf! Me nalgueó.
- Ay!
- Eso es por burlarte... y esto es por tener un culo divino!
Me lamió el agujero del culo como si fuera un helado. No sabía que pudiera sentir esa clase de placer. Se dedicó a esa tarea un buen rato y luego me escupió y metió un dedo hasta el fondo. Dolió un poco. Lo sacó, se demoró unos segundos y lo metió otra vez. Esta vez resbaló mejor.
- Ay, que me hiciste?
- Ahora te lubriqué con lo que uso con Caro. Lo traje por las dudas...
- Lo tenías todo planeadooo!
En ese momento la punta de su pija me abrió el culo y sus dedos me atacaron la concha.
- Aaah! Uhmm... que terrible degenerado sos con todo lo que me hacés!
- Y vos sos la víctima que lo sufre, no?
- Callate y seguí abusando de mí, por favor!
- Jaja. Si vos me lo pedís...
Siguió violándome con sus dedos y yo fui relajándome cada vez más, dejando que su pija entrara más y más en mi culo. Antes que pudiera darme cuenta, la tenía casi toda adentro moviéndose en un vaivén cortito, un poquito afuera y un poquito adentro.
- Aahhmmm... No duele nada... casi que me gusta...
Él se acercó a mi oreja y me lamió el lóbulo.
- Ahora voy a hacer que te guste!
Empezó a moverse un poco más rápido y profundo mientras acariciaba todo mi cuerpo, mis nalgas, mi concha, mis tetas.
- Aahh... Esto es muy intenso... mmmhh...me está gustando... no sé por qué!
- Te gusta porque soy yo el que te lo hace. Te encanta que sea la pija de tu hermano.
- Sí! Me encanta que mi hermano me coja! Pero basta del culo. La quiero otra vez en la concha!
- Como digas Sofi!
- Aaaahh seeee!
El cambio de agujero fue muy placentero. Mi concha envolvía golosa toda su pija.
- Necesito que me des duro y no pares!
- Lo querés muy duro?
- Sí por favor! Cogeme muy duro!
Joaquín entendió perfectamente lo que yo quería. Me sujetó de la cadera y me clavó hasta el fondo, haciendo que mis tetas se sacudieran. Hizo unas cuantas clavadas violentas más y luego empezó a moverse más rápido. Cada vez que entraba, la metía toda y golpeaba mis nalgas con su pelvis, provocando un ruido muy sexual.
- Aaay... voy a acabar enseguida con es pija tan dura!
- Dale... uff... acabá para mí!
Se estiró y me apretó las tetas a la vez que su pija se hundía y cambiaba de ángulo en mi interior.
- Aaaahh! Dame así! Dame asiiiiií!
- Toda te doy!
- Acabooo aaaahhh!
Mi orgasmo fue increíble. Como flotar mientras la concha me ardía. No sé si grité fuerte o no.
- Guauuu Sof! Acabaste fuerte!
- Sí... Ahora vos! Dame tu leche!
- Como me gusta que lo digas así!
- Sí? Te gusta darle tu leche a la puta de tu hermana?
-Siiii!
- Dale Joaco! Llename de tu leche caliente!
- AAAAHHH!
- Uuuhh... La siento hirviendo hasta el fondo!
- Aaahh... sigo acabando!
- Lo sé! Tu pija sigue temblando!
- Nngghh.. ah!
La sacó de golpe y se dejo caer en la cama a mi lado. Yo me recosté cruzando las piernas para evitar llenar mi cama de su semen.
Nos tomamos nuestro tiempo para recuperarnos de semejante polvo. Su mano acariciaba mi cola y espalda, la mía su pecho y su cuello. Odié interrumpir ese momento.
- Joa... te tenés que ir...
- Mmmh. Sí. Hasta mañana.
- Hasta mañana.
Me dio un beso en los labios tan tierno y hot a la vez que lo hubiera abrazado para tenerlo conmigo.
La tarde siguió con mis padres discutiendo sobre la pandemia y las decisiones políticas. A la noche intentamos jugar un juego de mesa en familia pero fue un aburrimiento general. Me acosté temprano para que terminara el día de una vez.
Así transcurrió una semana, hasta que una noche me estaba quedando dormida cuando entró Joaquín.
- Que te pasa nene, no sabés golpear?
- A esta hora? Y despertar a los viejos?
- Tenés razón. Vení, acostate conmigo. Que pasa?
Se puso cucharita apoyando su pelvis contra mi cola.
- No podía dormir. Todo esto me tiene un poco ansioso.
- Sí, te entiendo. A mi también me cuesta conciliar el sueño últimamente. Empiezo a extrañar el mundo exterior.
- Yo extraño a Caro un poco. Cogíamos de una manera que te hace olvidar todos los problemas.
- Ah sí? Como es eso?
Quería hacerlo hablar para que pensara en otra cosa, pero también es cierto que sentía curiosidad.
- Hace algún tiempo empezamos con el sexo anal. Primero fue una excusa para poder coger los dias peligrosos en que ella estaba ovulando. Pero me envicié rapidamente. Con ese culito pequeño no te imaginabas lo suave y apretado que era cuando la penetraba. Obviamente yo la lubricaba bien. Era la gloria.
- Tanto te gusta coger por el culo?
- Sí. Jaja. A vos no?
- La verdad, probé una sola vez y no la pasé muy bien.
Arrimó su bulto a mis nalgas y me susurró en la oreja.
- Seguramente es porque no te lo hicieron como corresponde.
- Ah... y vos sabés como se hace correctamente?
Me agarró una nalga con fuerza.
- Desde ya! Si yo hubiera sido el que se comió esta colita, vos estarías pidiéndome que te lo haga otra vez.
- Mmm... Quién te dice que algún día te deje intentarlo...
- Epa... esta charla me está calentando!
- A mí también!
- Permiso!
Me sacó el short y la tanga casi de un tirón. Me colocó boca arriba y separó mis piernas mientras bajaba besándolas. Me estremecí cuando besó mi pubis depilado. Lo mejor vino cuando lamió mis labios vaginales abriéndome la concha despacito y comiéndome con devoción.
- Aahh... que bien la chupás!
- Mmhmm...
Justo cuando estaba cerca de mi orgasmo siento algo húmedo presionando mi agujerito cerrado. Era muy suave, apenas un empujoncito. Se iba y volvía un poquito más intenso cada vez, hasta que entró un poco. Fue una sorpresa pero no dolió.
- Aah! Que me hacés hijo de puta?
- Te meto un dedo. Relajate y vas a ver como te va a gustar.
- Seguí chupando entonces!
Siguió chupando y metiendo su dedo en mi culo con total descaro. Empecé a relajarme y volver a disfrutar. Ahora si iba a acabar en grande.
- AAAAHHH! Aaayy nooo!
Mientras tenía un terrible orgasmo su dedo se deslizó hasta el fondo, lo que hizo más intenso el placer.
- Aaahh... aay... eso... fue...
- Genial?
- Rarísimo! Jaja
- Jaja pero te gusto?
- Sí... tu dedo fue... algo bueno.
- Jaja. Me alegro. Por hoy no te toco más.
- Como que no?
- No te toco más el culo...
- Aaahh... Vení, acostate. Te voy a volver loco a vos ahora!
Me subí sobre él y comencé a moverme despacio, primero bajando poco y luego dejando que entre toda hasta el fondo. Me golpeaba la entrada del útero con cada bajada. Cuando se empezó a calentar, cambié de estrategia y me lo cogí moviéndome adelante y atrás. Me tiré sobre su pecho y le devoré la boca y el cuello, usando mucho mi lengua. Su pija vibraba.
- Acabame adentro hermanito. Dame tu leche!
- Aaahhh! Acaboooo!
Eso fue el detonante para causarle una acabada fortísima. Tensó todo su cuerpo mientras yo seguía moviendo mis caderas, exprimiendo sus bolas. Me llenó por completo.
Me salí y le mostré como el semen salía de mi concha.
- Mirá el desastre que hiciste!
- Tanta leche me salió? Jaja Sos increíble!
Dejé que caiga sobre su abdomen todo lo que me salía. Me acerqué sacando la lengua.
- Esto querés?
Lamí toda la leche que pude, pero había demasiada. El sabor dulce, sin embargo, me agradó más de lo que esperaba.
- Mmmm... que rica lechita! Tu noviecita hace esto?
- No...
- Te calienta?
- Sí... limpiame la pija!
- Te la voy a dejar brillando!
Le comí la pija medio blanda como toda una profesional. Mi intención original era lamer su semen, pero me calenté y me entusiasmé más de la cuenta. Se le puso dura nuevamente.
- Me vas a dejar seco Soof, pero te voy a coger de nuevo. Ponete en cuatro!
Me gustaba su lado dominante y varonil, pero me burlé un poco mientras le hacía caso.
- Uy, que miedo! Que me vas a hacer?
Paf! Me nalgueó.
- Ay!
- Eso es por burlarte... y esto es por tener un culo divino!
Me lamió el agujero del culo como si fuera un helado. No sabía que pudiera sentir esa clase de placer. Se dedicó a esa tarea un buen rato y luego me escupió y metió un dedo hasta el fondo. Dolió un poco. Lo sacó, se demoró unos segundos y lo metió otra vez. Esta vez resbaló mejor.
- Ay, que me hiciste?
- Ahora te lubriqué con lo que uso con Caro. Lo traje por las dudas...
- Lo tenías todo planeadooo!
En ese momento la punta de su pija me abrió el culo y sus dedos me atacaron la concha.
- Aaah! Uhmm... que terrible degenerado sos con todo lo que me hacés!
- Y vos sos la víctima que lo sufre, no?
- Callate y seguí abusando de mí, por favor!
- Jaja. Si vos me lo pedís...
Siguió violándome con sus dedos y yo fui relajándome cada vez más, dejando que su pija entrara más y más en mi culo. Antes que pudiera darme cuenta, la tenía casi toda adentro moviéndose en un vaivén cortito, un poquito afuera y un poquito adentro.
- Aahhmmm... No duele nada... casi que me gusta...
Él se acercó a mi oreja y me lamió el lóbulo.
- Ahora voy a hacer que te guste!
Empezó a moverse un poco más rápido y profundo mientras acariciaba todo mi cuerpo, mis nalgas, mi concha, mis tetas.
- Aahh... Esto es muy intenso... mmmhh...me está gustando... no sé por qué!
- Te gusta porque soy yo el que te lo hace. Te encanta que sea la pija de tu hermano.
- Sí! Me encanta que mi hermano me coja! Pero basta del culo. La quiero otra vez en la concha!
- Como digas Sofi!
- Aaaahh seeee!
El cambio de agujero fue muy placentero. Mi concha envolvía golosa toda su pija.
- Necesito que me des duro y no pares!
- Lo querés muy duro?
- Sí por favor! Cogeme muy duro!
Joaquín entendió perfectamente lo que yo quería. Me sujetó de la cadera y me clavó hasta el fondo, haciendo que mis tetas se sacudieran. Hizo unas cuantas clavadas violentas más y luego empezó a moverse más rápido. Cada vez que entraba, la metía toda y golpeaba mis nalgas con su pelvis, provocando un ruido muy sexual.
- Aaay... voy a acabar enseguida con es pija tan dura!
- Dale... uff... acabá para mí!
Se estiró y me apretó las tetas a la vez que su pija se hundía y cambiaba de ángulo en mi interior.
- Aaaahh! Dame así! Dame asiiiiií!
- Toda te doy!
- Acabooo aaaahhh!
Mi orgasmo fue increíble. Como flotar mientras la concha me ardía. No sé si grité fuerte o no.
- Guauuu Sof! Acabaste fuerte!
- Sí... Ahora vos! Dame tu leche!
- Como me gusta que lo digas así!
- Sí? Te gusta darle tu leche a la puta de tu hermana?
-Siiii!
- Dale Joaco! Llename de tu leche caliente!
- AAAAHHH!
- Uuuhh... La siento hirviendo hasta el fondo!
- Aaahh... sigo acabando!
- Lo sé! Tu pija sigue temblando!
- Nngghh.. ah!
La sacó de golpe y se dejo caer en la cama a mi lado. Yo me recosté cruzando las piernas para evitar llenar mi cama de su semen.
Nos tomamos nuestro tiempo para recuperarnos de semejante polvo. Su mano acariciaba mi cola y espalda, la mía su pecho y su cuello. Odié interrumpir ese momento.
- Joa... te tenés que ir...
- Mmmh. Sí. Hasta mañana.
- Hasta mañana.
Me dio un beso en los labios tan tierno y hot a la vez que lo hubiera abrazado para tenerlo conmigo.
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