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Doble vida (23)

PRIMER CAPÍTULO ACÁ ------> Doble vida - Poringa!


Doble vida (23)


Doble vida (23)



Al otro día me levanté temprano yme fui a la oficina de Ricardo, mi jefe. ¿O debía decir mi oficina y mi socio?Me parecía demasiado
Cuando llegué Ricardo me presentóa una mujer de unos 40 años, más o menos mi edad, que respondía al nombre deCarolina. Era de estatura mediana, piel blanca y tersa, ojos verdes y una lindasonrisa. Muy buen cuerpo, con las tetas operadas y una sonrisa cada vez queterminaba una frase. Los difícil que debe ser no enamorarse de esta mujer,recuerdo que pensé en ese momento
-       Ella es Carolina, nuestra contadora – dijoRicardo
-       Hola Juan – me dijo ella dándome un beso en lamejilla
El perfume que brotaba de su pielera hermoso, el más dulce y suave que había olido en mi vida.
-       Hola – respondí como un autómata
-       Bueno, hoy vamos a ver algunos temas impositivosde la empresa y algunos tuyos en particular Juan, ¿te parece?  – nuevamente la sonrisa cautivadora y los ojosverdes que me miraban detrás de esas largas pestañas
No voy a abundar en detalles detodo lo que hablamos de impuestos, solo decirles que me la pasé más de la mitaddel tiempo preguntando porque no entendía nada.
Respecto a mi nueva posicióneconómica y financiera, me enteré por ella lo que iba a ganar y me hablaba denúmeros que no podía entender. Carolina me dio consejos de cómo invertir y nometerme bajo el radar de AFIP y no dejar de evadir ni un solo impuesto para nopagar más caro. Fue entonces cuando entendí que cuando iba a ganar dinero enserio e iba a tener otro socio, la agencia de recaudación.
En un momento que estaba solo conCarolina una corriente de aire hizo que su aroma llegue hasta mí y me invadióuna sensación de placer tremendo. Fue así que juntando ánimo le pregunté, nosin mucha vergüenza:
-       Ca, Carolina… - juro que se me trabó la voz
-       ¡Decime Caro, Juan!  – me dijo con una sonrisa
-       ¿Te puedo hacer una pregunta?
-       Ya me la hiciste – me respondió
-       ¿Qué cosa?
-       La pregunta
Juro que así de boludo me pongocuando me habla una mujer que me gusta.
-       No entiendo
-       Que cuando me decís te puedo hacer una preguntaya me la estás haciendo
-       Ahh jajaja – reí más por lo idiota que me sentíque por otra cosa
-       Decime
-       ¿Qué perfume usas?
-       Uso muchos, pero imagino que me preguntarás cualtengo puesto ahora, ¿no?
-       Claro si si – decía yo mirándola como un nenemira una vidriera de una juguetería
-       Ahora tengo puesto uno de Hermés, se llama Unjardín sur le Nil
-       Ah ok
-       ¿Te gusta?
-       Me encanta, sí, me gusta mucho – dije tratandode no parecer un perverso
-       Bueno, ahora vas a poder comprárselo a tu noviatranquilamente – me dijo con una sonrisa
-       No, yo no…
-       Vos no ¿qué?
-       No, es que yo no lo quería para mi novia, loquería para mi hermana
-       Ah bueno, tenés que quererla mucho a tu hermanapara querer regalarle un perfume así.
-       ¿Tan caro es?  – pregunté
-       A partir de ahora, para vos no va a ser algo queno puedas pagar, ¿se entiende?
-       Si – dije con una sonrisa y ruborizándome
Cuando Carolina se fue, loprimero que hice fue googlear el perfume y tras equivocarme varias veces pudesaber que no era nada económico, pero mi hermana se lo merecía. Supe en eseinstante que se lo iba a comprar a Natalia
Ricardo volvió y sin preámbulosme dijo:
-       ¿Qué te pareció Carolina?
-       Bien, se nota que sabe mucho. Me dio algunosconsejos muy piolas
-       Mirá, Juancito, lo más importante de Carolina esque es de confianza y que sabe exactamente lo que quiero.
-       ¿Y que sería eso?
-       Pagar lo menos posible, pero sin exponerme a iren cana o terminar multado
-       Ah eso está muy bien – dije yo
-       Y, por otro lado, al ser la hermana de mi mujer,tengo claro que no voy a poder cogérmela y cagar todo
-       Ah claro, claro
-       ¡Y vos, tampoco, eh!  – me dio riendo
-       Jajaja – dije pese a saber que la idea decogérmela se esfumaba
-       Pensá, la mina está muy buena, pero está casada,es la hermana de mi mujer y se pudre todo.
-       Claro, claro
-       Por otra parte, como te dije, es muy deconfianza y le pago MUY BIEN, hizo hincapié en esto último. Y eso incluye losservicios CONTABLES, volvió a hacer énfasis en esta palabra, a vos también.
-       Bueno gracias Ricardo, muchas gracias. Te sientocomo un benefactor
-       No, solo sos mi socio, porque me demostraste quepuedo confiar en vos
-       Sí, claro
-       Por eso, no me defraudes porque al margen de laguita, es mucha la confianza que deposito en vos, sábelo
-       Eso sonó a una dura advertencia
Me fui de la oficina y pasé poruna perfumería del centro y averigüé el precio y formas de pago del perfume yen 6 cuotas sin interés lo pagué y me lo llevé.
Llegué a casa y mamá me estabaesperando con milanesas con puré. La felicidad era completa. Todo empezó a ponerseraro cuando al saludar a mi madre me dio un beso en la mejilla y lo notédiferente. Más largo y más cálido
Hay que reconocer que fue unacena extraña. La noche anterior mi padre, mi madre mi hermana y yo habíamosestado a ambos lados de la puerta gozando de una manera tremenda y fantaseandocon otros miembros de esta misma mesa. Sin embargo, ahora estábamos como unafamilia más. Era increíble ese contraste
En un momento en que estábamoscenando, Natalia baja una mano y me acaricia la pierna. Yo me sobresalté y tiréla silla para atrás. Todos, incluida mi hermana, me miraron con extrañeza.
-       Ay, me agarró como un tirón – dije
-       Estás haciendo mucho ejercicio – dijo mi madre
-       Si, puede ser – dije yo
Terminamos de cenar y quisevolver a mi cuarto ya que los toqueteos de Natalia se hicieron frecuentesdurante esa cena. Agarré mi celular y le escribí
-       Naty, vení para mi cuarto
-       ¿Es una orden?
-       Si
-       Bueno, me puso
A los dos minutos la vi entrar.Estaba hermosa. Supe que se había preparado especialmente. Traía un camisón ysin corpiño debajo.
-       Estas hermosa – le dije
Supe en ese momento que laspalabras no se me trababan cuando hablaba con ella. La confianza era otra.
-       Gracias – me dijo
-       Tengo algo para vos – le dije
-       Es eso que me imagino – dijo ella mirándome laentrepierna que ya empezaba a tomar volumen
-       No, bueno, eso también, pero otra cosa
-       ¿Que?  –preguntó ella ansiosa
-       Tomá – le dije sacando una pequeña bolsita conel regalo envuelto en un papel metalizado hermoso
-       ¿Para mí?
-       Si, ¿para quién sino? – le dije en un tononeutro
-       Gracias – me dijo y me besó en la mejilla
Lo abrió desesperada como cuandoera niña y sonaban las 12 de la noche los 24 de diciembre. Se ponía nerviosa ycuando lo vio me miró directamente a los ojos
-       Juan, ¡vos estás loco!
-       ¿Por qué?
-       Porque yo sé lo que cuesta este perfume – medijo sin poder borrar la sonrisa de su rostro
-       Vos te lo mereces – le dije
Fue lo último que llegué a decirporque mi hermana se me tiró encima y comenzó a besarme y desnudarme porcompleto. No habían pasado ni 2 minutos y ya me estaba chupando la pija. Luegose puso de pie y mirándome fijamente se sacó el camisón quedando completamentedesnuda. No llevaba bombacha siquiera lo que significaba que aún sin saber delregalo, ya venía con ganas de cogerme
Enseguida se me montó encima ycomenzó a cabalgarme. Estábamos los dos desnudos en mi habitación y norecordaba que ella hubiera cerrado la habitación con llave. Era tal micalentura que la dejé que siguiera porque lo que me estaba haciendo meencantaba.
En un momento se me apareció laimagen de Carolina, la contadora cuñada de Ricardo y me imaginé que era ellaquien me cogía. Me sentí un poco sucio siéndole infiel de pensamiento a mihermana.
Por suerte, Natalia tenía la ideamuy clara de lo que quería y me hizo concentrarme en ella en un instante.
-       Chupame las tetas! – me ordenó
-       Mmmmm, siiii – aprisioné con mi boca su rosadopezón
-       Aghhh siii chupame asíiii – Natalia estabausando un volumen demasiado alto sabiendo que nuestros padres podríanescucharnos
-       ¿Estás muy caliente?
-       Metémela por favor – me respondía ella
En un rápido y muy precisomovimiento me bajé pantalón y bóxer dejando mi pija al descubierto. Mi hermanano demoró un segundo en agarrar mi pija con la mano y metérsela en su concha ybajar hasta tenerla totalmente adentro. Se quedó unos instantes así y bajandosu tronco lentamente se acercó a mi boca para besarla apasionadamente 
Mi hermana recorría mui boca consu lengua mientras con su cuerpo se movía adelante y atrás con un movimientoperfecto y coordinado
Yo quería decirle que la quería yque me encantaba coger con ella, pero no me animaba porque temía que lo tomaraa mal. De todos modos, acerqué mi boca a su oído
-       ¿Te gusta que te coja?  – le pregunté
-       Agghhh, me encanta
Por encima del hombro de Nataliavi algo que me paralizó. El picaporte de la puerta bajaba lentamente y la mismacomenzaba a abrirse. Era mi papá el que entraba en mi habitación
Lo miré atónito y con un dedosobre sus labios me pidió que no dijera nada. Lo supe, quería vernos coger biencerca y calentarse.
Mi verga perdió un poco defirmeza, pero al rato volvió a ponerse firme mientras mi hermana me cabalgaba.Yo le chupaba las tetas ahora mientras de reojo veía como mi padre bajabalentamente su bóxer y sacaba su erecta verga. Juro que me asombró que mi pijafuese tan parecida a la de él, parecían gemelas.
En ese momento, supe que mi padrese merecía un poco más y fui por ello. Acerqué mi oído al de mi hermana y ledije
-       Si estuviera papá acá ¿se la chuparías?
-       Aghhhh no me digas esas cosas
-       ¿Por qué? ¿te calienta?
-       Mmmmm – dijo mi hermana en un susurro
-       ¿Mucho te calienta?
-       Siii mucho
-       Imaginate que papá te da su verga para que lachupes mientras me coges así – le dije y la agarré de las caderas besándola conmucha pasión
-       Aghhhh me encanta, me vas a hacer acabar
-       ¿Y si aparece de verdad? ¿Se la chuparías?
Mi padre se acercaba y estaba aun metro. Yo no podía creer que Natalia no lo hubiese notado antes.
-       Siiii se la chuparía toda… - dijo ella
-       Chupásela, entonces – dije yo
Natalia abrió los ojos y vio comonuestro padre estaba con la pija en la mano y pajeándose lentamente. Lo miró,primero a su verga y luego a él a los ojos.
Mi padre le devolvió la mirada yle dijo
-       Me muero de ganas de verte con mi pija en laboca, Natu – así la llamaba mi padre
-       Agghhhhhmmmm – dijo ella
Ella me miró con cara de duda.Evidentemente era muy fuerte chupársela a su padre mientras su hermano lacogía. Yo supe que decir en ese momento
-       Chupásela – le ordené
-       Aghhmmmmm – Natalia se derretía
-       Chupámela, por favor… y no te pido más nada-  rogó mi padre
Mi hermana lo miró a los ojos yluego, volvió la vista a la verga de mi padre. Mi padre hizo un pequeño pasohacia adelante y acercó su erecto miembro a la boca de Natu, su hijita. Mihermana sin despegar la vista de esa pija, abrió la boca y fue acercándoselentamente. Estaba a cinco centímetros. Mi papá, y el de ella claro, no aguantóy se acercó un poco más chocando el glande contra los labios.
Mi hermana, sabiendo que nohabría paso atrás, agarró la verga con una mano la envolvió y se la metió en laboca lentamente. Ahora, mirando a su padre a los ojos.
Mi verga dio un sacudón dentro dela concha de mi hermana y ella pareció notarlo porque de su boca salió un
-       Aghhhh – y se metió la pija de papá mucho másadentro
-       Aggghhhhhhhh siiiii – decía nuestro padreacariciándole la cabeza
-       Mmmmm, te gusta chuparle la pija a papá? – ledije intentando provocarla
-       Aghhh aghhhh siiiii – dijo Natalia en un susurro
Era bastante perturbador tener ami hermana tan cerca de mi cara chupando la pija de nuestro padre, pero laexcitación pudo más y le dije
-       Papi, ¿vas a acabarle en la boca a tu hijita?
-       Aghhh ahhhhh – decía mi padre intentandocontrolarse
-       ¿La queres en la boca la leche de papá?  – insistía yo
-       Mmmmm seee – Natalia asentía con la cabeza
Creo que ese fue el detonanteporque mi padre la agarró de la cabeza y comenzó a moverse lentamente paraadelante y para atrás mientras eyaculaba en las fauces de mi hermana
-       Mmmmm – se relamía Natalia
-       Aghhhh te estas tomando la leche de papá? –decía yo
-       Aghh ahhhhhhhh ahhhhhh – se retorcía mi padre
-       Aghhhh estoy acabando yo también – dijo ella
-       Siiii? – pregunté yo
-       Aghhh ahhhh seeeee – susurraba ella
-       ¿Y queres que yo te llene la concha de leche?-  le pregunté a mi hermana
La respuesta me sorprendió
-       ¡No!  quiero que me acabes en la boca y sentir laleche de los dos
-       Aghhhhh – susurré yo
Natalia soltó la pija de nuestropadre y se arrodilló en la cama. Yo entendí la acción y me paré delante de ellay comenzó a chuparme la pija. Juro que por más que quise no duré ni 20segundos.
-       Queres mi leche ahora? – le dije
-       Mmmmm – me miró y cerró lentamente los ojos parahacerme saber que sí, era lo que más deseaba
Cuando su lengua se movía por miglande, pude sentir la leche de mi padre que oficiaba de lubricante y no séporque motivo me calenté y comencé a acabar como un poseído
-       Aghh ahhhhhhhhhhhh – estoy acabando
Evidentemente la aclaración erapara mi padre, ya que mi hermana estaba recibiendo el regalo en su boca.
-       Me encanta que seas así, Natu – dijo mi padre
-       Agghhh Mmmmm – Natalia chupaba mi pija y volvíaa agarrar la verga de mi padre con la otra mano
-       Mmmmm – suspiró él
Natalia con la boca llena deleche se quitó mi pija y pasó a chupar la de mi padre. Así lo hizoalternadamente varias veces. Luego tragó todo y dejó nuestras vergas limpias yrelucientes.
Yo pensé que todo terminaba ahí,pero Natalia tenía ganas de más. Fue así que volvió a acostarme en la cama yabriendo las piernas se sentó encima de mi cara para que le chupe la concha.
-       Aghghhhhhh haceme acabar, Juan – me ordenó
A mi padre se lo notabacontrariado y no tuvo más respuesta que decir:
-       Mejor me voy antes de que mamá sospeche
-       Bueno – dijimos con mi hermana
-       Gracias Natu – dijo mi padre
-       Aghhhhhh ahhhhha aghhhhhh, cerrá la puerta –dijo mi hermana que comenzaba a acabar
-       Aghhhhh mmmmmmmmmmm – yo chupaba desde abajocomo un sediento
-       Agghhh aghhh acabo Juan! – decía mi hermana contono firme ahora
-       Mmmmm – yo no cesaba de chupar
-       Aghhh ahhhhhh ahhhhh como me haces acabar hijode puta! -  me dijo entre risas
-       No te desubiques con nuestros padres – le dije yestallamos de risa los dos
Natalia se acostó conmigo parabesarme en la boca un rato largo. Ninguno se animaba a decir palabra sobre loque había pasado.
-       Me quedaría a dormir con vos. Los dos desnudos –dijo mi hermana
-       Sabes que no podemos, pero… - le respondí
-       ¿Pero qué?  – su curiosidad pudo mas
-       Pronto me voy a mudar y ahí vas a poder quedartea dormir alguna vez
-       ¿En serio?  – preguntó con brillo en los ojos
-       Sí, pero para eso falta un poco
-       ¿Tan bien te va en el trabajo?  – quiso saber ella
-       Mejor, mucho mejor de lo que te podés imaginar
Mi hermana me dio un beso en elcuello y se paró para cambiarse e irse a su cuarto.
 
(continuará…)
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4 comentarios - Doble vida (23)

Hugobran1
Primero! Cada vez mejor. Hdp la tengo re dura malllll.
Sos un capo
soretin3 +1
Gracias Huguito querido
Mientras mas dura, mejor, eso significa que gusta el relato
MITCHELF4
Terribleeeeeee....se va a volver a descontrolarrrrrr
soretin3
Parece que si Mitchelf
Espero que no te moleste! jajajsakjsadlfkñ
PyMarce
Gracias!
No te das una idea de cómo esperamos este momento.
soretin3 +1
Gracias PyMarce
tanta ansiedad se lee como un elogio enorme

ABrazo
milangac
Nati, de santa a putona, que combinación exitante
soretin3
Hermosa, esa doble vida se puede sentir