Tengo ya mucho tiempo en esta página y casi el mismo tiempo pensando si debo atreverme a contar una serie de situaciones que han ocurrido y que jamás imaginé podrían suceder y menos de la forma en que se han ido dando a través de los años...
De entrada he de decir que mi relación de noviazgo con mi ahora esposa fue tremendamente sexual, cogíamos casi todos los días de todas las formas posibles, juego de roles, la vendaba de los ojos y la amarraba de las manos, en lugares públicos de las formas más excitantes que se nos ocurrian,
La conocí cuando tenía 19 años y siempre ha sido una mujer preciosa.!
Y no lo digo por ser mi esposa de quién hablo, de verdad siempre ha sido bellísima, de piel muy blanca, 1.65 de estatura cabello largo a la cintura aclarado a un rubio perfecto, senos pequeños de aureolas grandes pero que al excitarse se retraen hasta quedar una aureola pequeñita con unos pezones que se ponen duritos y morenos deliciosos, su vagina parece hasta hoy la de una quinceañera, de labios pequeños y ocultos, de un tono rozado obscuro y unas nalgas redondas, carnosas riquísimas, y si todo esto pareciera ya demasiado su rostro es hermoso, labios pequeños y carnosos, ojos color miel, nariz pequeña en fin de verdad es muy bella.!
En alguna de estas aventuras que nos atrevimos a hacer, en alguna ocasión íbamos de regreso a su casa abordo del metro de la ciudad de México en la llamada "hora pico" que es cuando más lleno de gente está
Íbamos de pie pegados a una de las puertas de fondo en uno de los extremos del vagón apretados entre tanta gente que había dentro y aprovechando lo difícil que sería que lo notarán comencé a apretarle las nalgas y meter mi mano entre sus piernas, ella me miró sorprendida y como diciendome con la mirada que ahí no.!
Me puse detrás de ella y le susurré que nadie lo notaría, ella vestía un pantalón sport que tenía unas correas para ajustar la cintura y traíamos dos mochilas y dos chamarras una de ellas amarrada a su cintura, lo cual me permitía irla manoseando a mi gusto y aunque ella estaba muy nerviosa también podía sentir lo excitada que estaba, así recorrimos varias estaciones hasta que en una de esas paradas la persona que venía sentada en el asiento que teníamos a la derecha se levantó para bajar y nos cedió el lugar para que ella se sentara,
Lo que generalmente hacíamos es que yo me sentaba y ella se sentaba en mis piernas y así lo hicimos pero antes de que ella se entrara afloje las correas de su pantalón y mientras ella se iba sentando yo bajé su pantalón dejando sus nalgas libres y cubriéndola con ambas chamarras así que cuando ella se acomodaba yo ya me había sacado la verga super erecta a través de la abertura del Zipper, otro delicioso detalle es que siempre utiliza tangas super pequeñas así que no fue problema alguno hacer de lado el hilito entre sus nalgas y hundir mi erección en su vagina empapada,
Fue una sensación increíblemente morbosa, excitante, ya la vez nos tenía temblando ante la posibilidad de que alguien se diera cuanta de lo que estaba ocurriendo, realmente nosotros no notamos que alguien se diera cuenta pero tampoco podemos asegurar que alguien si fue testigo y cómplice silencioso de la cogida que le venía dando, ni siquiera teníamos que movernos de más ya que el mismo movimiento del vagón hacia el trabajo por nosotros, era algo inexplicable la sensación de venir en un vagón del metro completamente lleno cogiendo como locos.
Al menos viajamos 7 estaciones así habría querido llenarla con una descarga furiosa de leche pero me contuve ante la posibilidad de dejar rastros visibles en su ropa o la mía ya que no teníamos a la mano algo para limpiarnos así que una estación antes de bajar subí su pantalón ella ajusto las correas y nos pusimos de pie,
Salimos del vagón con las piernas temblando sin mirar atrás y apurados a llegar a su casa a terminar lo que habíamos iniciado en un vagón del metro de la ciudad de México..!!
Hay mucho, mucho, pero mucho más que contar, si quisieran que les cuente solo háganlo saber.
De entrada he de decir que mi relación de noviazgo con mi ahora esposa fue tremendamente sexual, cogíamos casi todos los días de todas las formas posibles, juego de roles, la vendaba de los ojos y la amarraba de las manos, en lugares públicos de las formas más excitantes que se nos ocurrian,
La conocí cuando tenía 19 años y siempre ha sido una mujer preciosa.!
Y no lo digo por ser mi esposa de quién hablo, de verdad siempre ha sido bellísima, de piel muy blanca, 1.65 de estatura cabello largo a la cintura aclarado a un rubio perfecto, senos pequeños de aureolas grandes pero que al excitarse se retraen hasta quedar una aureola pequeñita con unos pezones que se ponen duritos y morenos deliciosos, su vagina parece hasta hoy la de una quinceañera, de labios pequeños y ocultos, de un tono rozado obscuro y unas nalgas redondas, carnosas riquísimas, y si todo esto pareciera ya demasiado su rostro es hermoso, labios pequeños y carnosos, ojos color miel, nariz pequeña en fin de verdad es muy bella.!
En alguna de estas aventuras que nos atrevimos a hacer, en alguna ocasión íbamos de regreso a su casa abordo del metro de la ciudad de México en la llamada "hora pico" que es cuando más lleno de gente está
Íbamos de pie pegados a una de las puertas de fondo en uno de los extremos del vagón apretados entre tanta gente que había dentro y aprovechando lo difícil que sería que lo notarán comencé a apretarle las nalgas y meter mi mano entre sus piernas, ella me miró sorprendida y como diciendome con la mirada que ahí no.!
Me puse detrás de ella y le susurré que nadie lo notaría, ella vestía un pantalón sport que tenía unas correas para ajustar la cintura y traíamos dos mochilas y dos chamarras una de ellas amarrada a su cintura, lo cual me permitía irla manoseando a mi gusto y aunque ella estaba muy nerviosa también podía sentir lo excitada que estaba, así recorrimos varias estaciones hasta que en una de esas paradas la persona que venía sentada en el asiento que teníamos a la derecha se levantó para bajar y nos cedió el lugar para que ella se sentara,
Lo que generalmente hacíamos es que yo me sentaba y ella se sentaba en mis piernas y así lo hicimos pero antes de que ella se entrara afloje las correas de su pantalón y mientras ella se iba sentando yo bajé su pantalón dejando sus nalgas libres y cubriéndola con ambas chamarras así que cuando ella se acomodaba yo ya me había sacado la verga super erecta a través de la abertura del Zipper, otro delicioso detalle es que siempre utiliza tangas super pequeñas así que no fue problema alguno hacer de lado el hilito entre sus nalgas y hundir mi erección en su vagina empapada,
Fue una sensación increíblemente morbosa, excitante, ya la vez nos tenía temblando ante la posibilidad de que alguien se diera cuanta de lo que estaba ocurriendo, realmente nosotros no notamos que alguien se diera cuenta pero tampoco podemos asegurar que alguien si fue testigo y cómplice silencioso de la cogida que le venía dando, ni siquiera teníamos que movernos de más ya que el mismo movimiento del vagón hacia el trabajo por nosotros, era algo inexplicable la sensación de venir en un vagón del metro completamente lleno cogiendo como locos.
Al menos viajamos 7 estaciones así habría querido llenarla con una descarga furiosa de leche pero me contuve ante la posibilidad de dejar rastros visibles en su ropa o la mía ya que no teníamos a la mano algo para limpiarnos así que una estación antes de bajar subí su pantalón ella ajusto las correas y nos pusimos de pie,
Salimos del vagón con las piernas temblando sin mirar atrás y apurados a llegar a su casa a terminar lo que habíamos iniciado en un vagón del metro de la ciudad de México..!!
Hay mucho, mucho, pero mucho más que contar, si quisieran que les cuente solo háganlo saber.
3 comentarios - Una Situación muy particular