Faby: Buenos días joven, ¿en qué puedo ayudarle (La madura que atendía la tienda, de ropa femenina, especialmente ropa femenina, mucha lencería para escoger, y regalarle a tu chica, para un rato o una noche de pasión).
Yo: Buenos días señora, solo estoy viendo rápido.
Faby: Pregunte sin compromiso.
Toda una milf, con unos kilitos de mas en el torso, pero se le veían unas buenas tetas tirando a grandes, marcadas en su blusa entallada, parecía que el bra que traía era de media copa, o de una talla mas pequeña para sus buenas chiches, debajo traía puestos unos leggins rojos, que parecían querer reventar por sus redondas piernas, sus anchas caderas, caderas gigantes de talla quizás 105 o más, se le transparentaba su braga, de esas bragas nada sexys, o eso creía yo, ya que era de las que cubren toda la nalga, aunque si solo trajera esa braga, seguramente se marcaría más su deliciosa vagina, mas de lo que se marcaba en esos leggins, de espaldas se le metía un poco la ropa, y se le veían muy muy redondas sus nalgas, de piel morena clara aperlada, pelo rizado que caía por sus hombros y su espalda, sonrisa preciosa, con un parecido a la actriz mexicana Lourdes Munguía, claro que, con su carita y cuerpo mas redondos, según sabía, era separada hace meses de su pareja, el hombre con quien tuvo 2 hijos, y que bien conservada estaba después de 2 hijos, era amiga de una de mis tias, que tenía locales en el mercado local, la veía platicando mucho con ella, la mayor parte de las veces que llegaba a encontrarme con ella y mi tía, nunca faltó un dia que no me sonriera, varias veces parecía que parlaban de mí, y me mantenía la mirada siempre, venía de una separación, pero nunca la ví con alguien masculino.
Yo: Si doña Faby, gracias.
Varias veces bromeábamos junto con mi tia, y ella se unía a las bromas, de que yo era soltero, de que si me gustaban las mujeres, de que si me gustaban porque no tenía novia, de que estaba grandote, de que estaba fuerte, de que si paseaba con chicas, de que si me gustaba bailar, de que a ella también le gustaba bailar, de que ya no quería nada con nadie, de que estaba decepcionada, de que los viejos le daban asco, de que había mujeres maduras saliendo con jóvenes, de que a mi también me gustaría salir con una, de que como sea una relación con alguien mayor siempre sería una aventura, de que su vieja la dejó por una mas joven, de que pues todo y todos se cansan de su pareja, y a solas le dije, aunque la pareja sea una señora guapa como ella, me agradeció, a partir de ese comentario, era mas común que me tocara, que me sonriera mas, que si una mano en los pectorales, que si una mano en mis bíceps, que si una mano en mi pierna al reírse de mis tonterías, que poco a poco cambiaba su manera de vestir, de mas conservadora a mas juvenil, menos ropa holgada a mas entallada, hasta escotada y corta.
En lo que estoy viendo rápido unas prendas y coqueteando con ella me llaman del trabajo porque necesitaban mi ayuda, no me queda mas que retirarme, pero se me prende el foco, y le pido su número de teléfono, esto con el pretexto de preguntarle del repertorio y pedidos, me lo da gustosamente.
Yo: Hasta Luego Doña Faby.
Faby: Hasta luego jovenazo.
En lo que me estoy yendo se inclina dándome la espalda y vaya sorpresa, veo un gigante culo mordiendo esos leggins por la entrepierna, sus labios vaginales están abultadísimos, ya casi pierdo mi vista alejándome de ese culo, sonriendo lujuriosamente, ella voltea su cabeza rápidamente, fue solo un segundo, pero la ví sonriéndome, no vi que se molestara porque estaba viéndole fijamente su culazo.
Me marché pensando toda la mañana en ese culazo enorme, culazo de milf. Y es que, yo ya llevaba meses sin sexo, imágenes así me llenaban los huevos de leche. Casualmente sin querer y queriendo, bendito sea ese día que pasé con ella, puesto que lo que quería comprar se lo iba a regalar a una prostiswinger, y fue la única manera que tenía de salir del celibato de meses, una milf casada que cobraba 500 pesos y que agradecía mas si le regalaban algo, para eso era lo que quería comprar, llevaba tiempo ahorrando para eso, para un rato de pasión con una desconocida, pero lo que planeaba no se dio, lo mejor fue improvisar, con una milf conocida, separada y despechada. Al mediodía el trabajo fue reduciéndose, y asi fue que, sin dejar de pensar en esa diosa, me decidí a mensajearle.
Yo: Hola doña Faby, soy Mateo, el sobrino de Doña Carmen.
A los pocos minutos me contesta.
Faby: Hola Mati, ¿ya no te traen tan atareado?
Yo: No, ya se relajó un poco la chamba.
Faby: Ah que bien Mati, que envidia, acá no dejan de llegar clientes.
No era muy común ver ahombres en una tienda de esas, sin embargo comprendí rápidamente, el porque decía clientes, y pues, su cuerpazo era la atracción en este momento.
Yo: Uy, pues está bien, ¿no?
Faby: Pues mas o menos, casi no compran, lo mas que hacen es preguntar y mirar.
Si claro, mirar su suculento cuerpo (me decía a mi mismo).
Yo: Oh ya, al rato voy a regresar, pero yo de que compro algo lo compro eh, no nada mas voy a mirar, y donde que hay mucho repertorio para nomás estar viendo, hasta quisiera tener a quien regalarle tantas cosas que vende usted ahí.
Faby: Ah bueno eh, conste que vas a comprar, pero no me molesta si te quedas un rato a mirar, se ve que tienes buenos gustos chamaco.
Yo: Claro doñita, ¿entonces a usted también le gusta lo que estaba checando?.
Faby: Si, se ve que te gusta consentir a las mujeres.
Yo: Claro, hay que tratarlas como reinas para que uno les guste más.
Tardó un rato en contestarme.
Faby: Muy bien, asi debe ser, si que eres detallista, a mi me hubiera gustado que mi ex hubiera sido así cuando éramos novios, pero pues igual yo estaba bien niña e inexperta, fue mi primer novio y el único que he tenido.
Yo: Y entonces, aparte de que le fue infiel, no era detallista, entonces ¿Por qué estaba con el?.
Faby: Ay pues, tiene muchas virtudes, pero esas virtudes poco valen cuando se las comparte a alguien más, por eso decidimos separarnos.
Yo: Oh ya, ¿y cuantos años estuvieron juntos?.
Faby: Uy, la edad de mi hijo mayor, 18 años.
Yo: Oh ya, o sea que, se juntó como a los 14?.
Faby: Jijijiji, no, ¿pues cuantos años crees que tengo?.
Yo: Unos 32 o 33, ¿no?.
Faby: Ay no, si yo voy para la menopausia, jijiji, no, no es cierto, no tanto, pero no tengo esos años.
Yo: ¿Entonces cuántos tiene?.
Faby: Ay, eso no se le pregunta a una dama chamaco.
Yo: Bueno, es que a mi pues, para mi entre mas madura esté la fruta, mas jugo le sale.
Faby: ¿Qué?.
Yo: Jejeje, o sea que, se lo confieso, me gustan mucho las maduras, si no fuera porque tengo mas suerte con las mas chavitas, las maduras serían con las que mas conviviera.
Faby: Ay niño, que calladito pareces a veces, pero me sorprendes mucho igual.
Me ocupé en ese momento como media hora.
Yo: Jejeje, pues es mejor parecer callado, lo que uno se come lo debe hacer en silencio, los caballeros asi debemos ser.
Faby: Es cierto nene, ojalá y muchos pensaran como tu, pero no, ahí van por la vida contándole a todos con cuantas se meten.
Yo: Pues si, pero yo no soy de esos doña Faby.
Faby: Mas te vale niño.
Le mando un guiño, me manda un emoji con chapitas y los ojos cerrados. Es momento de salir a almorzar, me toma media hora, y aprovecho para hacerle una visita a doña Faby, llego y la veo acomodando ropa en los estantes de abajo, un viejo está embelesado viéndole el culazo, el viejo intenta pasar por detrás rozándola, pero ella se incorpora rápido y voltea a verme, el viejo casi inmediatamente se va.
Yo: Hola doñita, ya volví.
Faby: Hola Mati, hazme un favor, baja la cortina hasta tus rodillas porfa.
Yo: ¿va a comer?.
Faby: No precioso, es que quiero descansar un poco de tanto que entra y no compra nada.
Yo: ¿A poco? ¿tanto así?.
Faby: Si hermoso, puro viejo morboso viene nomás a trasegar.
Yo: Viejos ¿Cómo ese que acaba de salir?.
Faby: Ay si, ¿lo viste?, mendigo viejo rabo verde.
Yo: Sii, usted hasta podría ser su hija.
Faby: ¿verdad que si?, ay que asco, y dime, ¿qué quieres que te muestre?.
Yo: Uy, no sé por donde empezar, mejor checo y ya luego le digo.
Faby: Va Mati.
Me pongo a explorar tantas prendas que hay, ella acomoda la merca, su culo va de alá para acá, se agacha, se incorpora, camina cadeandose mucho, me cacha viéndola una que otra vez, mientras platicamos, paso en una de esas empinadas de ella por detrás, los espacios son pequeños, anteriormente me había acomodado la erección, me atrevo y la rozo levemente de su abultado culazo, no se retira, sigue como si nada acomodando su merca, me hago wey y otra vez voy detrás de ella, esta vez me le pego mas, y esta vez si que lo siente.
Faby: Ay, está muy chiquito el espacio, ¿verdad Mati?.
Yo: Algo, perdón.
Faby: Ay no es nada, los accidentes pasan.
Yo: Jejeje, ¿si verdad?
Voy a otro lugar, ahora ella es la que va cerca de mi a inclinarse, lentamente me voy acercando a ese culo, llega el momento tan deseado y mi bulto está rozando levemente su culote, suena una canción de reggaetón, y se le mete el ritmo, mueve ese culote, y entonces si, mi bulto de mi pito completamente erecto se clava en toda la raja de su culo.
Faby: Ay perdón Mati, no me di cuenta que estabas atrás.
Yo: No pasa nada doña Faby, los accidentes pasan.
Faby: Jijiji, me la devolviste, ay Mati, que simpático eres, me caes muy bien.
Lleva una mano a uno de mis brazos.
Faby: Ay Mati, que fuerte estás, ¿Haces ejercicio?.
Yo: Poco doña, es mas la chamba del campo.
Faby: Ay, si verdad, ojalá a mi hijo le gustara mas trabajar en el campo, se parece completamente a su papá, hasta en eso de que no le gusta trabajar en el campo.
Yo: Bueno pues, a lo que he visto, no es tan corpulento como su papá, seguramente en la digestión y silueta salió como usted, su hija va pareciéndose a usted, pero ella es wera.
Faby: Ya le echaste el ojo a mi niña, ¿verdad?, con eso de que tienes mas suerte con las chamaquitas.
Y era cierto, su hija ya estaba buenísima, y se veía que iba a estar mas tetona, porque a sus 16 años ya estaba como su madre de las tetas.
Yo: No doña Faby, como cree, además todavía ni es legal.
Faby: Ay si, como si eso te importara.
Yo: En serio, nunca me he metido con una menor de edad.
Faby: Ay chamaco, no sé si creerte.
Yo: Como le dije, yo prefiero a las maduras, ellas ya saben lo que quieren.
Faby: Ay chamaco, en serio que me sorprendes, que calladito te lo tenías.
Yo: Pues es que igual, no es para andar contándolo, todos me juzgarían, y aun mas, juzgan a las mujeres que les gustan los chavos como yo, por eso esas cosas hay que disfrutarlas en silencio, asi se convive mejor, y así se disfruta mejor.
Faby: Ay niño, de seguro ya has estado con muchas.
Yo: No, tampoco, si he tenido muchas experiencias, pero no con muchas, hay que disfrutar múltiples veces hasta que uno o ellas se cansen de uno.
Faby: En serio que, que maduro te oyes para ser un bebé.
Yo: Ya tengo 26 años doña Faby, ya crecí, y mucho.
Faby: Si, es lo que noté, creo que demasiado, ojalá y hombres como mi marido hubieran crecido tanto como tu, ¿Cuánto mides?.
Yo: 1.75.
Faby: Ay si que estás grandote, yo soy una enana a tu lado.
Yo: No tanto Doña Faby, lo bueno de estar chaparrita es que no se le ve tanto lo chaparrita, de lejos parece mas alta, y mas joven.
Faby: Ay gracias por las flores.
Yo: Las que la adornan, rorra.
Faby: Jijijji, ay Mati, que divertido eres, jijijiji, a ver si ahora que me contaste de tus aventura vienes a visitarme mas seguido.
Yo: Pues, no va a ser tan seguido, tampoco es que sea a cada rato.
Faby: ¿y eso?.
Yo: Pues, no alcanza el presupuesto para que sea a cada rato.
Faby: A poco te vas con prostis, ay no manches.
Yo: No claro que no.
Faby: ¿entonces?.
Yo: Lo que pasa que, hay que ir mas lejos, pagar un hotel, invitarlas a beber o algo así. Ni de coña le iba a contar que casi siempre piden cooperación las puti esposas.
Faby: Uy, y mas o menos, ¿Cuánto gastas en una cita de esas?.
Yo: Mas o menos mil pesos, a veces mas y a veces menos.
Faby: Ay no manches, y todo por un rato de diversión Mati, no manches.
Yo: Pues quizás usted lo ve como que mucho, pero eso mismo se gasta al tratar de ligar a una chica de mi edad, para que al final no se deje ni abrazar.
Faby: Ay Mati, ¿y por eso estás así?.
Yo: Pues mas o menos, lo mas es que, no he encontrado a alguien que me guste tanto y que yo le guste también.
Faby: Ay pues a muchas les gustas eh, se la pasan babeando por ti.
Yo: Pero, ¿usted está segura que ellas a mi me gustarían?.
Faby: Ay pues no,y la mayoría son señoras, jajajajaja.
Yo: Bueno pues, depende de las señoras, pero pues, con una señora no podría entablar una relación seria.
Faby: Eso es cierto, al menos no gastas a cada rato.
Yo: Créame que si yo ganara mas, cada fin me iría y gastaría esos mil pesos.
Faby: ¿Tanto así?¿te enviciarías?.
Yo: No porque, un vicio es casi del diario.
Faby: Y casi diario no aguantarías, ¿o si?.
Yo: Casi diario si, diario tal vez no, hay que darle descanso al cuerpo.
Faby: Pues si, yo casi diario no aguantaría, tal vez cada semana, jajaja.
Yo: No lo sabe si no lo experimenta.
Faby: Ay ya Mati, mejor sabes que, ayúdame a subir esta escalera, le tengo algo de miedo a las alturas.
Yo: ¿algo?, es solo medio metro.
Faby: Ay ya cállate y ayúdame, agarra la escalera, que está toda tembeleque.
Yo: No será que la tembeleque es otra.
Faby: Ya Mati, no me hagas bullying.
Yo: Jejejeje, cotorree, señora.
Faby: Escluincle malvado.
Se sujetó de mi para subirse a la corta escalera y acomodar unos paquetes en los estantes de arriba. Yo empecé a tener una vista genial de sus partes traseras, tenía una ligera manchita de humedad en su entrepierna, alcanzaba a oler la hembra en celo que estaba arriba de mi temblando, se iba a caer y la sujeté de sus piernotas, se sentían genial, tanta carne en mis manos.
Faby: Ay gracias Mati, tendré que pedirte ayuda cada que vengas, aunque sea de vez en cuando.
Yo: ¿se burla? (Le hago cosquillas en sus piernas).
Faby: Ay no Mati no, me voy a caer, ay mejor me voy a bajar. (en eso le seguí haciendo cosquillas, bajó rápido trompicándose, inevitable fue que no fuera a parar su culote a mi bulto, enterrándosele por completo.
Faby: Ay bruto, ya ves, tiré estas cosas por tu culpa. (ahí estaba ella, empinada, con su traserote rozándome el bulto, yo estaba que me la cogía ahí mismo, toqué sus leggins de las caderas, y su braga se le había descubierto un poco, era negra de encaje transparente, me preguntaba si la braga en su totalidad estaría completamente así, a lo poco que podía ver, que buenos leggins, le quedaban como un guante.
Yo: Oiga doña Faby, que bonitos leggins eh, (se lo decía mientras ella seguía recogiendo sus cosas pegada a mi.
Faby: ¿si verdad?, son muy cómodos igual.
Yo: ¿Ah si?, lo malo que no vende de estos aquí.
Faby: No mi niño, estos me los regalaron de un pedido en línea.
Yo: Orale, ay me pasa el dato, ¿no?.
Faby: Si quieres.
Yo: Aunque si le regalara unos así a mi cita, (ella se incorpora, sin despegarse de mi, voltea a verme a los ojos, sin dejar de darme la espalda.
Faby: ¿Qué?.
Yo: Pues… no le quedarían tan bien como a usted. (A punto estamos de besarnos, cuando tocan la cortina.
Yo: Fabiruchis, ¿ahí estás?. (Ella se asusta y me dice en voz baja).
Faby: Rápido, escóndete, y sal sin que te vean por el otro lado.
Le sonreí y le planté un besote de sorpresa, me fulmina con la mirada. Al final me salí a escondidas, y me salí con la mía. Seguro estaba de que eso iba a llegar a más.
Continuará...
Yo: Buenos días señora, solo estoy viendo rápido.
Faby: Pregunte sin compromiso.
Toda una milf, con unos kilitos de mas en el torso, pero se le veían unas buenas tetas tirando a grandes, marcadas en su blusa entallada, parecía que el bra que traía era de media copa, o de una talla mas pequeña para sus buenas chiches, debajo traía puestos unos leggins rojos, que parecían querer reventar por sus redondas piernas, sus anchas caderas, caderas gigantes de talla quizás 105 o más, se le transparentaba su braga, de esas bragas nada sexys, o eso creía yo, ya que era de las que cubren toda la nalga, aunque si solo trajera esa braga, seguramente se marcaría más su deliciosa vagina, mas de lo que se marcaba en esos leggins, de espaldas se le metía un poco la ropa, y se le veían muy muy redondas sus nalgas, de piel morena clara aperlada, pelo rizado que caía por sus hombros y su espalda, sonrisa preciosa, con un parecido a la actriz mexicana Lourdes Munguía, claro que, con su carita y cuerpo mas redondos, según sabía, era separada hace meses de su pareja, el hombre con quien tuvo 2 hijos, y que bien conservada estaba después de 2 hijos, era amiga de una de mis tias, que tenía locales en el mercado local, la veía platicando mucho con ella, la mayor parte de las veces que llegaba a encontrarme con ella y mi tía, nunca faltó un dia que no me sonriera, varias veces parecía que parlaban de mí, y me mantenía la mirada siempre, venía de una separación, pero nunca la ví con alguien masculino.
Yo: Si doña Faby, gracias.
Varias veces bromeábamos junto con mi tia, y ella se unía a las bromas, de que yo era soltero, de que si me gustaban las mujeres, de que si me gustaban porque no tenía novia, de que estaba grandote, de que estaba fuerte, de que si paseaba con chicas, de que si me gustaba bailar, de que a ella también le gustaba bailar, de que ya no quería nada con nadie, de que estaba decepcionada, de que los viejos le daban asco, de que había mujeres maduras saliendo con jóvenes, de que a mi también me gustaría salir con una, de que como sea una relación con alguien mayor siempre sería una aventura, de que su vieja la dejó por una mas joven, de que pues todo y todos se cansan de su pareja, y a solas le dije, aunque la pareja sea una señora guapa como ella, me agradeció, a partir de ese comentario, era mas común que me tocara, que me sonriera mas, que si una mano en los pectorales, que si una mano en mis bíceps, que si una mano en mi pierna al reírse de mis tonterías, que poco a poco cambiaba su manera de vestir, de mas conservadora a mas juvenil, menos ropa holgada a mas entallada, hasta escotada y corta.
En lo que estoy viendo rápido unas prendas y coqueteando con ella me llaman del trabajo porque necesitaban mi ayuda, no me queda mas que retirarme, pero se me prende el foco, y le pido su número de teléfono, esto con el pretexto de preguntarle del repertorio y pedidos, me lo da gustosamente.
Yo: Hasta Luego Doña Faby.
Faby: Hasta luego jovenazo.
En lo que me estoy yendo se inclina dándome la espalda y vaya sorpresa, veo un gigante culo mordiendo esos leggins por la entrepierna, sus labios vaginales están abultadísimos, ya casi pierdo mi vista alejándome de ese culo, sonriendo lujuriosamente, ella voltea su cabeza rápidamente, fue solo un segundo, pero la ví sonriéndome, no vi que se molestara porque estaba viéndole fijamente su culazo.
Me marché pensando toda la mañana en ese culazo enorme, culazo de milf. Y es que, yo ya llevaba meses sin sexo, imágenes así me llenaban los huevos de leche. Casualmente sin querer y queriendo, bendito sea ese día que pasé con ella, puesto que lo que quería comprar se lo iba a regalar a una prostiswinger, y fue la única manera que tenía de salir del celibato de meses, una milf casada que cobraba 500 pesos y que agradecía mas si le regalaban algo, para eso era lo que quería comprar, llevaba tiempo ahorrando para eso, para un rato de pasión con una desconocida, pero lo que planeaba no se dio, lo mejor fue improvisar, con una milf conocida, separada y despechada. Al mediodía el trabajo fue reduciéndose, y asi fue que, sin dejar de pensar en esa diosa, me decidí a mensajearle.
Yo: Hola doña Faby, soy Mateo, el sobrino de Doña Carmen.
A los pocos minutos me contesta.
Faby: Hola Mati, ¿ya no te traen tan atareado?
Yo: No, ya se relajó un poco la chamba.
Faby: Ah que bien Mati, que envidia, acá no dejan de llegar clientes.
No era muy común ver ahombres en una tienda de esas, sin embargo comprendí rápidamente, el porque decía clientes, y pues, su cuerpazo era la atracción en este momento.
Yo: Uy, pues está bien, ¿no?
Faby: Pues mas o menos, casi no compran, lo mas que hacen es preguntar y mirar.
Si claro, mirar su suculento cuerpo (me decía a mi mismo).
Yo: Oh ya, al rato voy a regresar, pero yo de que compro algo lo compro eh, no nada mas voy a mirar, y donde que hay mucho repertorio para nomás estar viendo, hasta quisiera tener a quien regalarle tantas cosas que vende usted ahí.
Faby: Ah bueno eh, conste que vas a comprar, pero no me molesta si te quedas un rato a mirar, se ve que tienes buenos gustos chamaco.
Yo: Claro doñita, ¿entonces a usted también le gusta lo que estaba checando?.
Faby: Si, se ve que te gusta consentir a las mujeres.
Yo: Claro, hay que tratarlas como reinas para que uno les guste más.
Tardó un rato en contestarme.
Faby: Muy bien, asi debe ser, si que eres detallista, a mi me hubiera gustado que mi ex hubiera sido así cuando éramos novios, pero pues igual yo estaba bien niña e inexperta, fue mi primer novio y el único que he tenido.
Yo: Y entonces, aparte de que le fue infiel, no era detallista, entonces ¿Por qué estaba con el?.
Faby: Ay pues, tiene muchas virtudes, pero esas virtudes poco valen cuando se las comparte a alguien más, por eso decidimos separarnos.
Yo: Oh ya, ¿y cuantos años estuvieron juntos?.
Faby: Uy, la edad de mi hijo mayor, 18 años.
Yo: Oh ya, o sea que, se juntó como a los 14?.
Faby: Jijijiji, no, ¿pues cuantos años crees que tengo?.
Yo: Unos 32 o 33, ¿no?.
Faby: Ay no, si yo voy para la menopausia, jijiji, no, no es cierto, no tanto, pero no tengo esos años.
Yo: ¿Entonces cuántos tiene?.
Faby: Ay, eso no se le pregunta a una dama chamaco.
Yo: Bueno, es que a mi pues, para mi entre mas madura esté la fruta, mas jugo le sale.
Faby: ¿Qué?.
Yo: Jejeje, o sea que, se lo confieso, me gustan mucho las maduras, si no fuera porque tengo mas suerte con las mas chavitas, las maduras serían con las que mas conviviera.
Faby: Ay niño, que calladito pareces a veces, pero me sorprendes mucho igual.
Me ocupé en ese momento como media hora.
Yo: Jejeje, pues es mejor parecer callado, lo que uno se come lo debe hacer en silencio, los caballeros asi debemos ser.
Faby: Es cierto nene, ojalá y muchos pensaran como tu, pero no, ahí van por la vida contándole a todos con cuantas se meten.
Yo: Pues si, pero yo no soy de esos doña Faby.
Faby: Mas te vale niño.
Le mando un guiño, me manda un emoji con chapitas y los ojos cerrados. Es momento de salir a almorzar, me toma media hora, y aprovecho para hacerle una visita a doña Faby, llego y la veo acomodando ropa en los estantes de abajo, un viejo está embelesado viéndole el culazo, el viejo intenta pasar por detrás rozándola, pero ella se incorpora rápido y voltea a verme, el viejo casi inmediatamente se va.
Yo: Hola doñita, ya volví.
Faby: Hola Mati, hazme un favor, baja la cortina hasta tus rodillas porfa.
Yo: ¿va a comer?.
Faby: No precioso, es que quiero descansar un poco de tanto que entra y no compra nada.
Yo: ¿A poco? ¿tanto así?.
Faby: Si hermoso, puro viejo morboso viene nomás a trasegar.
Yo: Viejos ¿Cómo ese que acaba de salir?.
Faby: Ay si, ¿lo viste?, mendigo viejo rabo verde.
Yo: Sii, usted hasta podría ser su hija.
Faby: ¿verdad que si?, ay que asco, y dime, ¿qué quieres que te muestre?.
Yo: Uy, no sé por donde empezar, mejor checo y ya luego le digo.
Faby: Va Mati.
Me pongo a explorar tantas prendas que hay, ella acomoda la merca, su culo va de alá para acá, se agacha, se incorpora, camina cadeandose mucho, me cacha viéndola una que otra vez, mientras platicamos, paso en una de esas empinadas de ella por detrás, los espacios son pequeños, anteriormente me había acomodado la erección, me atrevo y la rozo levemente de su abultado culazo, no se retira, sigue como si nada acomodando su merca, me hago wey y otra vez voy detrás de ella, esta vez me le pego mas, y esta vez si que lo siente.
Faby: Ay, está muy chiquito el espacio, ¿verdad Mati?.
Yo: Algo, perdón.
Faby: Ay no es nada, los accidentes pasan.
Yo: Jejeje, ¿si verdad?
Voy a otro lugar, ahora ella es la que va cerca de mi a inclinarse, lentamente me voy acercando a ese culo, llega el momento tan deseado y mi bulto está rozando levemente su culote, suena una canción de reggaetón, y se le mete el ritmo, mueve ese culote, y entonces si, mi bulto de mi pito completamente erecto se clava en toda la raja de su culo.
Faby: Ay perdón Mati, no me di cuenta que estabas atrás.
Yo: No pasa nada doña Faby, los accidentes pasan.
Faby: Jijiji, me la devolviste, ay Mati, que simpático eres, me caes muy bien.
Lleva una mano a uno de mis brazos.
Faby: Ay Mati, que fuerte estás, ¿Haces ejercicio?.
Yo: Poco doña, es mas la chamba del campo.
Faby: Ay, si verdad, ojalá a mi hijo le gustara mas trabajar en el campo, se parece completamente a su papá, hasta en eso de que no le gusta trabajar en el campo.
Yo: Bueno pues, a lo que he visto, no es tan corpulento como su papá, seguramente en la digestión y silueta salió como usted, su hija va pareciéndose a usted, pero ella es wera.
Faby: Ya le echaste el ojo a mi niña, ¿verdad?, con eso de que tienes mas suerte con las chamaquitas.
Y era cierto, su hija ya estaba buenísima, y se veía que iba a estar mas tetona, porque a sus 16 años ya estaba como su madre de las tetas.
Yo: No doña Faby, como cree, además todavía ni es legal.
Faby: Ay si, como si eso te importara.
Yo: En serio, nunca me he metido con una menor de edad.
Faby: Ay chamaco, no sé si creerte.
Yo: Como le dije, yo prefiero a las maduras, ellas ya saben lo que quieren.
Faby: Ay chamaco, en serio que me sorprendes, que calladito te lo tenías.
Yo: Pues es que igual, no es para andar contándolo, todos me juzgarían, y aun mas, juzgan a las mujeres que les gustan los chavos como yo, por eso esas cosas hay que disfrutarlas en silencio, asi se convive mejor, y así se disfruta mejor.
Faby: Ay niño, de seguro ya has estado con muchas.
Yo: No, tampoco, si he tenido muchas experiencias, pero no con muchas, hay que disfrutar múltiples veces hasta que uno o ellas se cansen de uno.
Faby: En serio que, que maduro te oyes para ser un bebé.
Yo: Ya tengo 26 años doña Faby, ya crecí, y mucho.
Faby: Si, es lo que noté, creo que demasiado, ojalá y hombres como mi marido hubieran crecido tanto como tu, ¿Cuánto mides?.
Yo: 1.75.
Faby: Ay si que estás grandote, yo soy una enana a tu lado.
Yo: No tanto Doña Faby, lo bueno de estar chaparrita es que no se le ve tanto lo chaparrita, de lejos parece mas alta, y mas joven.
Faby: Ay gracias por las flores.
Yo: Las que la adornan, rorra.
Faby: Jijijji, ay Mati, que divertido eres, jijijiji, a ver si ahora que me contaste de tus aventura vienes a visitarme mas seguido.
Yo: Pues, no va a ser tan seguido, tampoco es que sea a cada rato.
Faby: ¿y eso?.
Yo: Pues, no alcanza el presupuesto para que sea a cada rato.
Faby: A poco te vas con prostis, ay no manches.
Yo: No claro que no.
Faby: ¿entonces?.
Yo: Lo que pasa que, hay que ir mas lejos, pagar un hotel, invitarlas a beber o algo así. Ni de coña le iba a contar que casi siempre piden cooperación las puti esposas.
Faby: Uy, y mas o menos, ¿Cuánto gastas en una cita de esas?.
Yo: Mas o menos mil pesos, a veces mas y a veces menos.
Faby: Ay no manches, y todo por un rato de diversión Mati, no manches.
Yo: Pues quizás usted lo ve como que mucho, pero eso mismo se gasta al tratar de ligar a una chica de mi edad, para que al final no se deje ni abrazar.
Faby: Ay Mati, ¿y por eso estás así?.
Yo: Pues mas o menos, lo mas es que, no he encontrado a alguien que me guste tanto y que yo le guste también.
Faby: Ay pues a muchas les gustas eh, se la pasan babeando por ti.
Yo: Pero, ¿usted está segura que ellas a mi me gustarían?.
Faby: Ay pues no,y la mayoría son señoras, jajajajaja.
Yo: Bueno pues, depende de las señoras, pero pues, con una señora no podría entablar una relación seria.
Faby: Eso es cierto, al menos no gastas a cada rato.
Yo: Créame que si yo ganara mas, cada fin me iría y gastaría esos mil pesos.
Faby: ¿Tanto así?¿te enviciarías?.
Yo: No porque, un vicio es casi del diario.
Faby: Y casi diario no aguantarías, ¿o si?.
Yo: Casi diario si, diario tal vez no, hay que darle descanso al cuerpo.
Faby: Pues si, yo casi diario no aguantaría, tal vez cada semana, jajaja.
Yo: No lo sabe si no lo experimenta.
Faby: Ay ya Mati, mejor sabes que, ayúdame a subir esta escalera, le tengo algo de miedo a las alturas.
Yo: ¿algo?, es solo medio metro.
Faby: Ay ya cállate y ayúdame, agarra la escalera, que está toda tembeleque.
Yo: No será que la tembeleque es otra.
Faby: Ya Mati, no me hagas bullying.
Yo: Jejejeje, cotorree, señora.
Faby: Escluincle malvado.
Se sujetó de mi para subirse a la corta escalera y acomodar unos paquetes en los estantes de arriba. Yo empecé a tener una vista genial de sus partes traseras, tenía una ligera manchita de humedad en su entrepierna, alcanzaba a oler la hembra en celo que estaba arriba de mi temblando, se iba a caer y la sujeté de sus piernotas, se sentían genial, tanta carne en mis manos.
Faby: Ay gracias Mati, tendré que pedirte ayuda cada que vengas, aunque sea de vez en cuando.
Yo: ¿se burla? (Le hago cosquillas en sus piernas).
Faby: Ay no Mati no, me voy a caer, ay mejor me voy a bajar. (en eso le seguí haciendo cosquillas, bajó rápido trompicándose, inevitable fue que no fuera a parar su culote a mi bulto, enterrándosele por completo.
Faby: Ay bruto, ya ves, tiré estas cosas por tu culpa. (ahí estaba ella, empinada, con su traserote rozándome el bulto, yo estaba que me la cogía ahí mismo, toqué sus leggins de las caderas, y su braga se le había descubierto un poco, era negra de encaje transparente, me preguntaba si la braga en su totalidad estaría completamente así, a lo poco que podía ver, que buenos leggins, le quedaban como un guante.
Yo: Oiga doña Faby, que bonitos leggins eh, (se lo decía mientras ella seguía recogiendo sus cosas pegada a mi.
Faby: ¿si verdad?, son muy cómodos igual.
Yo: ¿Ah si?, lo malo que no vende de estos aquí.
Faby: No mi niño, estos me los regalaron de un pedido en línea.
Yo: Orale, ay me pasa el dato, ¿no?.
Faby: Si quieres.
Yo: Aunque si le regalara unos así a mi cita, (ella se incorpora, sin despegarse de mi, voltea a verme a los ojos, sin dejar de darme la espalda.
Faby: ¿Qué?.
Yo: Pues… no le quedarían tan bien como a usted. (A punto estamos de besarnos, cuando tocan la cortina.
Yo: Fabiruchis, ¿ahí estás?. (Ella se asusta y me dice en voz baja).
Faby: Rápido, escóndete, y sal sin que te vean por el otro lado.
Le sonreí y le planté un besote de sorpresa, me fulmina con la mirada. Al final me salí a escondidas, y me salí con la mía. Seguro estaba de que eso iba a llegar a más.
Continuará...
7 comentarios - La Madura de la Tienda