PRIMER CAPÍTULO ACÁ ------> Doble vida - Poringa!
Doble vida (19)
Al otro día cuando mi madre, mipadre y mi hermana me vieron salir vestido así no podían creerlo. Decían que parecíaotra persona.
La mirada de mi madre erahermosa, no recuerdo que en los últimos 15 años me haya mirado nunca así. Eraorgullo por su hijo. Ahora encima de que trabajaba, se cuidaba y adelgazaba, sevestía bien.
- Sos un bombón – me dijo mi mamá cosa que me hizoruborizar
Nunca una mujer me había halagadoen mi vida y ahora ya lo había hecho María la amiga de mi hermana, mi hermana,la vendedora del shopping se había calentado conmigo. ¿Podría ser posible todoesto?
- Si no me lo dice mi mamá – dije yo
- No, es verdad – dijo mi mamá
- Bueno, gracias
- Sabes que te pareces mucho a tu padre cuandoéramos novios – dijo y su mirada pareció perderse en sus recuerdos de juventud
- Las cosas que habrán hecho con papá, ¿no? - dijo Natalia
- Mejor me voy porque no quiero llegar tarde
Me fui al trabajo así vestido yme sentí extraño los primeros minutos, pero conforma pasaba el tiempo me ibasintiendo más seguro. Pasé por varios negocios con vidrios y me miré y megustaba lo que veía. Cuando llegué a la oficina y local. Ricardo, mi jefe, memiró extrañado.
- ¿Qué haces así vestido? ¡Muy bien, che!
- Aproveché para comprarme ropa porque adelgacé
- Siiii, ¿cuánto adelgazaste?
- Más de 30 kg, pero me queda todavía
Me llamó la atención que habíaotro chico atendiendo el local y no nos presentó. Lo miré al chico que notendría más de 25 años y me lo presentó. Después me miró y me dijo:
- Vení, vamos – me dijo
Me llevó dos pisos para arriba aun local cerrado y abrió con una llave. Cuando entré no podía creer lo queveía. Era un local más grande que el otro, y estaba dividido en dos partes: unacon estantes con componentes muy diversos y caros, detrás de esta e invisible aprimera vista, otra con un escritorio amplio y una computadora y un monitor de55 pulgadas con cámaras, de los pasillos de la galería, del local y una de lacalle misma. Me sorprendió tanta tecnología. Al costado del escritorio habíauna caja fuerte.
- Vení sentate, que queres tomar?
- Un café doble negro – dije con totaltranquilidad
Llamó por teléfono y a los 10minutos sonó un timbre. Los cafés, dijo. Tomó la precaución de salir a recibirlos cafés a la puerta del local y no permitió que entrara nadie ni siquiera ala parte delantera
- Bueno, ya conoces la baticueva – me dijo
- Ah si – dije yo
- Esta semana empezó el chico en el local y arméesta oficina – empezó
- ¿Pero no tenés ganas de irte a Estados Unidos? – mi ansiedad pudo mas
- Mirá, para eso falta poco, pero necesitaba dareste paso. Confío en vos – me tiró con esa frase que no entendí
- Si, Ricardo, yo…
- Tomé la decisión un poco apresurado. Mi idea es viajary radicarme allá y que vos manejes toda la operación en Buenos Aires – acá hizouna pausa - y que vos seas mi socio. Obviamente que con un porcentaje en lasganancias totales – siguió él. -Seguiríasrecibiendo tu sueldo con un aumento del 50% más el 15% de las gananciasmensuales.
En mi mente hice las cuentas delos componentes que había ahí y no dudé que movía mucho dinero por lo que este15% debía ser mucha plata.
- Yo tengo fecha de viaje la semana que viene –dijo y me puso más que nervioso
- Es que yo no voy a poder…
- Vas a poder porque la semana que viene me voy air a empezar a armar todo en Estados Unidos, me voy a ir por 15 días y vuelvo,pero te voy a necesitar un poco más acá.
- No hay problema – dije nervioso
- No te apures ni te preocupes, sé que es muchotodo junto – me dijo – pensalo con tranquilidad y me decís mañana. El trabajoes importante, pero confío en tu capacidad. Ya me demostraste que sos muy buenocon los números.
- Gracias, Ricardo - le dije
Estuvo explicándome durante doshoras de todos los manejos de esa oficina. Sin que yo le dijera que sí,volvimos al local y le dijo al chico que cualquier duda me preguntara a mi sino se podía comunicar con él.
Al otro día le respondí que sí ya las dos horas me dijo que ya se había encargado de llamar al cliente paradecirle él mismo que yo no iba a trabajar más en su cuenta y que ahora haríaotras tareas. El cliente me llamó y le dije que había cerrado algo con él.
Esa semana la viví con muchosnervios. Me tuve que comprar una camisa y un pantalón más porque todos los díasempecé a ir al centro. Ni estaba en mi casa en todo el día y volvía realmentemuy tarde. Me di cuenta que Ricardo tenía un emporio en cuanto a hard y soft.Vendía soluciones informáticas a todo nivel ¡Y ahora yo sería parte de esto! Mecostaba entender la generosidad de Ricardo.
Una de esas noches, mientrascenaba con Ricardo, recibí un mensaje de Natalia, mi hermana
- ¿A qué hora vendrás esta noche?
- No tengo ni idea, ¿paso algo? – le pregunté alarmado
- No, pero tengo una sorpresa
- Mmmmm, una de esas que me gustan? – le dijeentusiasmado
- Sí, yo que vos me apuro
Ni dudé, necesitaba relajarme.Llegué a casa a eso de las 22 hs y muy cansado. Cuando paso por el cuarto deNatalia escucho ruido y risas. Me acerqué a la puerta y pude escuchar la voz deMaría, su caliente amiga. Solo con reconocer la voz de la pequeña, mi pijacomenzó a pararse. Mi cansancio y agotamiento desapareció por completo. Armándomede valor tomé el picaporte de la puerta y abrí
Las dos estaban vestidas“normales” Natalia ya tenía su pijama y María un pantalón de Jogging y unaremera. Ambas estaban descalzas
- Hola, te estábamos esperando – dijo mi hermana
- Me ducho y vuelvo – les dije
- Mamá y papá ya se acuestan – me aclaró Natalia
- Qué bueno, no hagan mucho ruido por las dudas
Antes de entrar a ducharme losveo a mi mamá y mi papá en la cocina tomando un té y comiendo unas galletitasque había traído María.
- Queres una? – me tentó mi madre
- Probá una – dijo mi padre
- Las trajo María – aclaró mi madre
- Si, María – dijo mi padre acercándome unagalletita y guiñándome un ojo – ¿no tenés ganas de comértela?
- Si, muchas ganas – le dije sonriente y él sesonrió conmigo
Me comí la galletita, charlé unrato y mientras ellos se iban a su cuarto, yo me fui a duchar.
Con la excusa de cerrar bien lapuerta del cuarto de mis padres, inventé una pregunta absurda a mi madre, peroal entrar estaban los dos completamente dormidos. Me resultó muy extraño. Conla toalla en mi cintura y sin nada más me iba a mi cuarto y escucho lasrisotadas de mi hermana y su amiga María
Abrí la puerta nuevamente y segiraron a mirarme dejando sus teléfonos.
- Chicas, bajen la voz que van a despertar a mamáy papá – les dije
- ¿Ya duermen? – preguntó Natalia con una sonrisa
- Si, rarísimo, se durmieron enseguida – lecomenté por comentar
Yo seguía con la toallaenvolviéndome y debajo de ella, nada absolutamente.
- Se durmieron muy rápido, ¿no? – Natalia sesonreía
- No me digas que…
- Si, les puse una pastillita a cada uno en el téque se tomaron recién
- Ahhhh con razón – dije
- No queríamos que nos molesten – dijo María y memiró a los ojos
Verlas a las dos hizo que mi pijacomenzara a despertarse y la toalla se movió. María y Natalia me miraron en lazona y fue peor, ahora el bulto era tremendo.
- Ayyy Juan, ¿qué pasa ahí abajo? – dijo mihermana
- Pasa que saber que están ustedes acá yrecordando la video llamada del otro día…
Dije eso y se me paró más aún. Lacarpa era descaradamente grande. Las chicas se reían y me miraban en la zona.Yo estaba con la ropa usada en la mano.
Mi hermana se arrodilló en lacama y me dijo
- Vení Juan, quiero ver cómo está eso
- Esperá que dejo las cosas en mi cuarto y vengo
- Bueno, pero vení, así como estás, no te pongasnada
A mí seguía dándome vergüenza mi cuerpocon tanta piel colgando, pero parecía que a ellas no les importaba demasiadopor la forma en que me miraban
Pese a eso me fui a mi cuarto yme puse una remera y volví con la toalla sin nada debajo. Abro la puerta y ohsorpresa
Las dos estaban en ropa interiory arrodilladas en la cama. Mi pija se puso más dura que nunca y mi hermana seacercó a acariciarla por encima de la toalla. María miraba y no se animaba anada.
Natalia empezó a besarme la pijapor encima de la toalla. De a ratos le daba suaves mordidas y se la metía en laboca, siempre por encima de la tela. Todo eso, lo único que hacía era calentarmemás. María solo miraba, parecía que no se animaba. Fue Naty la que le tuvo queinsistir
- Vení, tocala, aunque sea
- Mmmmm – María se acercó muy despacio y apoyósuavemente su mano sobre mi pija
- Mmmmm siiii – articulé yo
- ¿Viste que dura está? – le decía mi hermana
- ¿Quieren verla en vivo y en directo? – dije yo como un tarado
- Mmmmm si – dijo mi hermana
María no se animaba a nada, se lanotaba nerviosa. Tardaba mucho en soltarse y eso empezaba a preocuparme. Porsuerte Natalia sabía cómo manjar la situación o al menos, eso parecía
Natalia metió su mano debajo dela toalla y agarró mi verga comenzando a pajearla. María veía los movimientosde su mano debajo de la toalla y ya empezaba a notarse ansiosa
- ¡No sabes lo dura que la tiene!
- ¿Si? –preguntó la morenita
- Si, vení meté la mano vos
Natalia le agarró la mano a suamiga y la llevó a mi pija. María me abrazó la pija con sus dedos y comenzó unalenta, muy lenta paja
- Mmmmm – alcancé a susurrar
- Viste que dura – decía Natalia
- Siii, muy dura – se entusiasmaba ahora su amiga
- ¿Vamos a verla? – dijo mi hermana
Naty me desanudó la toalla de lacintura y la arrojó al piso. Mi pija quedó liberada de la tela, pero no de lamano de María que ahora la pajeaba y se mordía el labio
- Pajealo así mientras le chupo la cabeza
Naty comenzó a chuparme la cabezade la verga mientras María me pajeaba. Yo instintivamente le acaricié la cabezaa ambas. María se acercó con su boca a la mía y juro que no podía creer lo queestaba a punto de suceder. Esa nena que tanto había visto y deseado, que tantasveces había admirado al punto de sufrir por no ser correspondió de ningunamanera, esa nena, estaba ahora a punto de besarme
Cerré los ojos y sentí elcontacto de sus labios. La presión de los suyos fue suave mientras abría laboca. No supe que hacer, pero ella sí. Inclinó apenas su cabeza y haciendo unpoco más de presión sobre mi boca abrió los labios y sacó su lengua alencuentro de la mía
Aghhhhh. Que locura, quesensación. La saliva me pareció dulce. Su lengua de una suavidad tremenda. Ysus movimientos perfectos. Tanto así que perdí un poco de mi erección ya quetodos mis sentidos los tenía puestos en el beso a María.
Cuando caí en la cuenta de quedebajo estaba mi hermana chupándome la verga, esta dio un respingo deexcitación y mi hermana volvió a chupar con fruición.
Tanto me gustó el beso a Maríaque la agarré de la nuca y volví a besarla, pero ahora tomando yo lainiciativa. Mi hermana se salió y se fue detrás de María para sacarle elcorpiño. Yo me arrodillé en la cama y seguí con mi beso a la morena mientrassentía unas manos entre mi cuerpo y el de ella. Eran las de Natalia que leamasaba las tetas a su amiga.
- Chupémosle la pija entre las dos – sugirió Naty
- Eso les gusta a los chicos – dijo Naty
- Y si son dos bellezas como ustedes quien sepodría resistir – dije excitado
Lo que vino a continuación fueuna sucesión de bocas, lenguas y besos sobre mi pija. Se alternaban. Sejuntaban a chuparme la cabeza y luego se besaban apasionadamente entre ellas.María me chupaba con fuerza la pija y Natalia los huevos. Casi acabo en esemomento.
- Esperen – atiné a decir
- ¿Qué pasa? - preguntó María preocupada
- Quiero cogerte, María – le confesé
- Tenés muchas ganas de cogerte a mi amiga? –jugaba Natalia
- Muchas
- ¿Desde cuándo? – preguntó
- Desde siempre
- Ay yo pensé que era desde que viste el video –decía ingenuamente María
- No, desde siempre, desde que entraste a estacasa por primera vez
- Pero era muy chiquita – jugaba María
- Ya tenías un culito hermoso – dije y acaricié lacola siguiendo la tela que se perdía dentro de sus nalgas
- ¿Te gusta el culito de María? – jugaba Naty
- Si mucho
- Es un culito virgen, ¿sabías? – decía ahora María
- No como el mío – reía Naty
- ¿Cómo queres cogerme, Juan? – dijo María y volvió a besarme en la boca ycreí que acabaría en ese momento
- EN cuatro, quiero cogerte en cuatro y tener elprimer plano de ese culo hermoso
Y así fue como sin sacarse latanga, se la corrió para el costado y poniéndose en cuatro patas me pidió:
- Vení cogeme que no doy mas
Solo escuchar esas palabras mellevaban al borde del orgasmo. No dudé me puse detrás de ella y Natalia medetuvo.
- Ojo que no se cuida, no le vayas a acabaradentro
- No, pero no sé cuánto voy a poder aguantar –confesé
- Vení cogeme por favor – dijo María llevando sumano atrás y tomando mi pija para metérsela en la concha
Empujé y entró la mitad. Salípara no acabar en ese momento. Empujé nuevamente y entró casi toda. La calidezde la concha de María era perfecta. Era cobijo, refugio, calor, estrechez,humedad, todas las condiciones que hacen perfecta una concha
- Aghhhh que pija hermosaaaaa
- ¿Te gusta?
Tuve que sacarla por completo ymeterle los dedos en la concha para no sentir la sensación en la pija porque
- ¿Qué pasó? ¿Por qué la sacaste? – se quejó María
- Para no acabar
- ¿Tanto te gusta? – preguntó la morena con una voz de putahermosa
- Mucho mucho
Natalia como una experta se situódetrás de mí y me agarró la pija apretándola en la base. Sentí un poco dedolor, pero eso hizo que mi excitación se calmara un poco.
- Quiero ayudarte a que te la cojas – dijo mihermana y se puso de costado agarrando mi verga y colocándola en la entrada dela concha de María
Natalia no se aguantó y se agachóy me dio una rápida chupada de pija y luego le pasó la lengua a la concha de suamiga
- Quiero verlos coger – dijo Natalia
- Mmmmm siiiii – dijo María cuando sintió que miverga volvía a entrar
- Aghhhhh, que hermoso se siente – dije yoempezando un movimiento delante y detrás cogiendo a María
Sentí que unos dedos rozaban miverga y supe que era María que se llevaba su mano a la concha para estimular suclítoris
- Aghhhhh – decía María
- Mmmmm, te gusta cogerte a mi amiga? – decíaNatalia
- Me encanta, pero… - ya estaba al borde delorgasmo
- Aghhhh ahhhhh aaagggggghhh ah ah ah ahhhhhhhacabo Juannnnnnn – decía María
- Noooooo - dije yo - no que acabo yo también
- No la saques ahora, por favor – decía María
- Pero ya acabo – hice el intento de retirarme
- No importa, acabame adentro – casi gritó María
- ¿Si?
- Siiiiii acabame adentro, no la saques – me pedía
- Aghhh ahhahhhhhhhh ahhh ahhhhhh ahhhhh ahí voy –dije ridículamente como un pirata que está a punto de lanzarse del barco
- Siiiii cogeme seeeeeee – gritaba María
- Mmmmm ssshhhhh – Natalia la besó en la boca
- Mmmmm – María la correspondió
- No grites que les di una pastilla a mis padres,no los maté – dijo Natalia riendo
- Aghhhh Mmmmm mmmmmm – acababa yo en la concha dela niña
- Aghhh ahhhh ahhhhhh – gemía María
- Mmmmm
- Vení tirate encima de mí sin que se salga la pija– decía María
- Siiii – me desplomé sobre ella y me apreté paraque no se saliera mi verga
- Quiero seguir sintiendo tu pija adentro – decíaella
- ¿Te llenó de leche? – Natalia preguntabasacándole todo romanticismo a la escena
- Siiiii – dijo su amiga
- Mmmmm – me acerqué con mi boca al cuello deMaría
Ella se corrió el cabello paraque pudiera besarla con comodidad en su cuello. No lo dudé y la llené de besos.Mi pija no perdía su dureza.
María, que evidentemente pensabaen todo, me pidió que la agarrara fuerte de la cintura y me girara de espaldasquedando ella encima de mí.
- Así no se chorrea toda la cama donde voy adormir – dijo
Hice el movimiento y ahora yoestaba boca arriba y María encima de mi penetrada por mi verga.
- Voy a salir para arriba y va a caer todo en tu panza,levántate la remera
- Dale – dije obediente
María hizo el movimiento y sesalió mi pija. Sin que ninguno de los dos se lo esperara, Natalia comenzó achuparle la concha a su amiga y a tomarse toda mi leche que salía.
- Mmmmm quiero la leche de mi hermanito – decía lamuy hija de puta
- Aghhhh que bien que me cogiste, Juan – dijoMaría
Ese comentario me llenó deorgullo, recuerden que mi autoestima seguía muy lesionada.
- Me encantó cogerte, María – le dije
- Mmmmm – María se giró apenas y me besó en laboca
- Mmmmm, que rica concha y que rica lechita – dijomi hermana
Natalia se levantó a vestirse y aacomodar un poco todo. María no se soltaba de mi beso y una vez más me sentíapletórico con mis ojos cerrados. Me sentía en un sueño
Todo mi mundo se vino abajocuando los abrí y vi que detrás de la puerta había un par de ojos en laoscuridad. María no dejaba de besarme y pude reconocer que esos ojos no eranlos de mi padre. Sin entender bien la situación miré en dirección al costado yvi a mi hermana mirándome.
Evidentemente era mi madre quienestaba detrás de la puerta. Volví a mirar y ya no vi nada. ¿Era verdad o eratodo producto de mi imaginación? Me sacudí de repente y separé a María.
- ¿Qué pasa? – dijo ella
- Nada, me pareció ver a mamá mirando por lapuerta
- ¿No estaba cerrada? – dijo Natalia mirando en dirección a lapuerta
- No sé, andá a fijarte – le ordené
- Ahí voy - dijo Natalia
- Me muero – dijo María
- Y yo
Natalia demoró unos segundos ysalió por la puerta.
(continuará…)
Pueden dejarme sus comentarios enreybaco2005@hotmail.com
O en Telegram @reybaco2005
Doble vida (19)
Al otro día cuando mi madre, mipadre y mi hermana me vieron salir vestido así no podían creerlo. Decían que parecíaotra persona.
La mirada de mi madre erahermosa, no recuerdo que en los últimos 15 años me haya mirado nunca así. Eraorgullo por su hijo. Ahora encima de que trabajaba, se cuidaba y adelgazaba, sevestía bien.
- Sos un bombón – me dijo mi mamá cosa que me hizoruborizar
Nunca una mujer me había halagadoen mi vida y ahora ya lo había hecho María la amiga de mi hermana, mi hermana,la vendedora del shopping se había calentado conmigo. ¿Podría ser posible todoesto?
- Si no me lo dice mi mamá – dije yo
- No, es verdad – dijo mi mamá
- Bueno, gracias
- Sabes que te pareces mucho a tu padre cuandoéramos novios – dijo y su mirada pareció perderse en sus recuerdos de juventud
- Las cosas que habrán hecho con papá, ¿no? - dijo Natalia
- Mejor me voy porque no quiero llegar tarde
Me fui al trabajo así vestido yme sentí extraño los primeros minutos, pero conforma pasaba el tiempo me ibasintiendo más seguro. Pasé por varios negocios con vidrios y me miré y megustaba lo que veía. Cuando llegué a la oficina y local. Ricardo, mi jefe, memiró extrañado.
- ¿Qué haces así vestido? ¡Muy bien, che!
- Aproveché para comprarme ropa porque adelgacé
- Siiii, ¿cuánto adelgazaste?
- Más de 30 kg, pero me queda todavía
Me llamó la atención que habíaotro chico atendiendo el local y no nos presentó. Lo miré al chico que notendría más de 25 años y me lo presentó. Después me miró y me dijo:
- Vení, vamos – me dijo
Me llevó dos pisos para arriba aun local cerrado y abrió con una llave. Cuando entré no podía creer lo queveía. Era un local más grande que el otro, y estaba dividido en dos partes: unacon estantes con componentes muy diversos y caros, detrás de esta e invisible aprimera vista, otra con un escritorio amplio y una computadora y un monitor de55 pulgadas con cámaras, de los pasillos de la galería, del local y una de lacalle misma. Me sorprendió tanta tecnología. Al costado del escritorio habíauna caja fuerte.
- Vení sentate, que queres tomar?
- Un café doble negro – dije con totaltranquilidad
Llamó por teléfono y a los 10minutos sonó un timbre. Los cafés, dijo. Tomó la precaución de salir a recibirlos cafés a la puerta del local y no permitió que entrara nadie ni siquiera ala parte delantera
- Bueno, ya conoces la baticueva – me dijo
- Ah si – dije yo
- Esta semana empezó el chico en el local y arméesta oficina – empezó
- ¿Pero no tenés ganas de irte a Estados Unidos? – mi ansiedad pudo mas
- Mirá, para eso falta poco, pero necesitaba dareste paso. Confío en vos – me tiró con esa frase que no entendí
- Si, Ricardo, yo…
- Tomé la decisión un poco apresurado. Mi idea es viajary radicarme allá y que vos manejes toda la operación en Buenos Aires – acá hizouna pausa - y que vos seas mi socio. Obviamente que con un porcentaje en lasganancias totales – siguió él. -Seguiríasrecibiendo tu sueldo con un aumento del 50% más el 15% de las gananciasmensuales.
En mi mente hice las cuentas delos componentes que había ahí y no dudé que movía mucho dinero por lo que este15% debía ser mucha plata.
- Yo tengo fecha de viaje la semana que viene –dijo y me puso más que nervioso
- Es que yo no voy a poder…
- Vas a poder porque la semana que viene me voy air a empezar a armar todo en Estados Unidos, me voy a ir por 15 días y vuelvo,pero te voy a necesitar un poco más acá.
- No hay problema – dije nervioso
- No te apures ni te preocupes, sé que es muchotodo junto – me dijo – pensalo con tranquilidad y me decís mañana. El trabajoes importante, pero confío en tu capacidad. Ya me demostraste que sos muy buenocon los números.
- Gracias, Ricardo - le dije
Estuvo explicándome durante doshoras de todos los manejos de esa oficina. Sin que yo le dijera que sí,volvimos al local y le dijo al chico que cualquier duda me preguntara a mi sino se podía comunicar con él.
Al otro día le respondí que sí ya las dos horas me dijo que ya se había encargado de llamar al cliente paradecirle él mismo que yo no iba a trabajar más en su cuenta y que ahora haríaotras tareas. El cliente me llamó y le dije que había cerrado algo con él.
Esa semana la viví con muchosnervios. Me tuve que comprar una camisa y un pantalón más porque todos los díasempecé a ir al centro. Ni estaba en mi casa en todo el día y volvía realmentemuy tarde. Me di cuenta que Ricardo tenía un emporio en cuanto a hard y soft.Vendía soluciones informáticas a todo nivel ¡Y ahora yo sería parte de esto! Mecostaba entender la generosidad de Ricardo.
Una de esas noches, mientrascenaba con Ricardo, recibí un mensaje de Natalia, mi hermana
- ¿A qué hora vendrás esta noche?
- No tengo ni idea, ¿paso algo? – le pregunté alarmado
- No, pero tengo una sorpresa
- Mmmmm, una de esas que me gustan? – le dijeentusiasmado
- Sí, yo que vos me apuro
Ni dudé, necesitaba relajarme.Llegué a casa a eso de las 22 hs y muy cansado. Cuando paso por el cuarto deNatalia escucho ruido y risas. Me acerqué a la puerta y pude escuchar la voz deMaría, su caliente amiga. Solo con reconocer la voz de la pequeña, mi pijacomenzó a pararse. Mi cansancio y agotamiento desapareció por completo. Armándomede valor tomé el picaporte de la puerta y abrí
Las dos estaban vestidas“normales” Natalia ya tenía su pijama y María un pantalón de Jogging y unaremera. Ambas estaban descalzas
- Hola, te estábamos esperando – dijo mi hermana
- Me ducho y vuelvo – les dije
- Mamá y papá ya se acuestan – me aclaró Natalia
- Qué bueno, no hagan mucho ruido por las dudas
Antes de entrar a ducharme losveo a mi mamá y mi papá en la cocina tomando un té y comiendo unas galletitasque había traído María.
- Queres una? – me tentó mi madre
- Probá una – dijo mi padre
- Las trajo María – aclaró mi madre
- Si, María – dijo mi padre acercándome unagalletita y guiñándome un ojo – ¿no tenés ganas de comértela?
- Si, muchas ganas – le dije sonriente y él sesonrió conmigo
Me comí la galletita, charlé unrato y mientras ellos se iban a su cuarto, yo me fui a duchar.
Con la excusa de cerrar bien lapuerta del cuarto de mis padres, inventé una pregunta absurda a mi madre, peroal entrar estaban los dos completamente dormidos. Me resultó muy extraño. Conla toalla en mi cintura y sin nada más me iba a mi cuarto y escucho lasrisotadas de mi hermana y su amiga María
Abrí la puerta nuevamente y segiraron a mirarme dejando sus teléfonos.
- Chicas, bajen la voz que van a despertar a mamáy papá – les dije
- ¿Ya duermen? – preguntó Natalia con una sonrisa
- Si, rarísimo, se durmieron enseguida – lecomenté por comentar
Yo seguía con la toallaenvolviéndome y debajo de ella, nada absolutamente.
- Se durmieron muy rápido, ¿no? – Natalia sesonreía
- No me digas que…
- Si, les puse una pastillita a cada uno en el téque se tomaron recién
- Ahhhh con razón – dije
- No queríamos que nos molesten – dijo María y memiró a los ojos
Verlas a las dos hizo que mi pijacomenzara a despertarse y la toalla se movió. María y Natalia me miraron en lazona y fue peor, ahora el bulto era tremendo.
- Ayyy Juan, ¿qué pasa ahí abajo? – dijo mihermana
- Pasa que saber que están ustedes acá yrecordando la video llamada del otro día…
Dije eso y se me paró más aún. Lacarpa era descaradamente grande. Las chicas se reían y me miraban en la zona.Yo estaba con la ropa usada en la mano.
Mi hermana se arrodilló en lacama y me dijo
- Vení Juan, quiero ver cómo está eso
- Esperá que dejo las cosas en mi cuarto y vengo
- Bueno, pero vení, así como estás, no te pongasnada
A mí seguía dándome vergüenza mi cuerpocon tanta piel colgando, pero parecía que a ellas no les importaba demasiadopor la forma en que me miraban
Pese a eso me fui a mi cuarto yme puse una remera y volví con la toalla sin nada debajo. Abro la puerta y ohsorpresa
Las dos estaban en ropa interiory arrodilladas en la cama. Mi pija se puso más dura que nunca y mi hermana seacercó a acariciarla por encima de la toalla. María miraba y no se animaba anada.
Natalia empezó a besarme la pijapor encima de la toalla. De a ratos le daba suaves mordidas y se la metía en laboca, siempre por encima de la tela. Todo eso, lo único que hacía era calentarmemás. María solo miraba, parecía que no se animaba. Fue Naty la que le tuvo queinsistir
- Vení, tocala, aunque sea
- Mmmmm – María se acercó muy despacio y apoyósuavemente su mano sobre mi pija
- Mmmmm siiii – articulé yo
- ¿Viste que dura está? – le decía mi hermana
- ¿Quieren verla en vivo y en directo? – dije yo como un tarado
- Mmmmm si – dijo mi hermana
María no se animaba a nada, se lanotaba nerviosa. Tardaba mucho en soltarse y eso empezaba a preocuparme. Porsuerte Natalia sabía cómo manjar la situación o al menos, eso parecía
Natalia metió su mano debajo dela toalla y agarró mi verga comenzando a pajearla. María veía los movimientosde su mano debajo de la toalla y ya empezaba a notarse ansiosa
- ¡No sabes lo dura que la tiene!
- ¿Si? –preguntó la morenita
- Si, vení meté la mano vos
Natalia le agarró la mano a suamiga y la llevó a mi pija. María me abrazó la pija con sus dedos y comenzó unalenta, muy lenta paja
- Mmmmm – alcancé a susurrar
- Viste que dura – decía Natalia
- Siii, muy dura – se entusiasmaba ahora su amiga
- ¿Vamos a verla? – dijo mi hermana
Naty me desanudó la toalla de lacintura y la arrojó al piso. Mi pija quedó liberada de la tela, pero no de lamano de María que ahora la pajeaba y se mordía el labio
- Pajealo así mientras le chupo la cabeza
Naty comenzó a chuparme la cabezade la verga mientras María me pajeaba. Yo instintivamente le acaricié la cabezaa ambas. María se acercó con su boca a la mía y juro que no podía creer lo queestaba a punto de suceder. Esa nena que tanto había visto y deseado, que tantasveces había admirado al punto de sufrir por no ser correspondió de ningunamanera, esa nena, estaba ahora a punto de besarme
Cerré los ojos y sentí elcontacto de sus labios. La presión de los suyos fue suave mientras abría laboca. No supe que hacer, pero ella sí. Inclinó apenas su cabeza y haciendo unpoco más de presión sobre mi boca abrió los labios y sacó su lengua alencuentro de la mía
Aghhhhh. Que locura, quesensación. La saliva me pareció dulce. Su lengua de una suavidad tremenda. Ysus movimientos perfectos. Tanto así que perdí un poco de mi erección ya quetodos mis sentidos los tenía puestos en el beso a María.
Cuando caí en la cuenta de quedebajo estaba mi hermana chupándome la verga, esta dio un respingo deexcitación y mi hermana volvió a chupar con fruición.
Tanto me gustó el beso a Maríaque la agarré de la nuca y volví a besarla, pero ahora tomando yo lainiciativa. Mi hermana se salió y se fue detrás de María para sacarle elcorpiño. Yo me arrodillé en la cama y seguí con mi beso a la morena mientrassentía unas manos entre mi cuerpo y el de ella. Eran las de Natalia que leamasaba las tetas a su amiga.
- Chupémosle la pija entre las dos – sugirió Naty
- Eso les gusta a los chicos – dijo Naty
- Y si son dos bellezas como ustedes quien sepodría resistir – dije excitado
Lo que vino a continuación fueuna sucesión de bocas, lenguas y besos sobre mi pija. Se alternaban. Sejuntaban a chuparme la cabeza y luego se besaban apasionadamente entre ellas.María me chupaba con fuerza la pija y Natalia los huevos. Casi acabo en esemomento.
- Esperen – atiné a decir
- ¿Qué pasa? - preguntó María preocupada
- Quiero cogerte, María – le confesé
- Tenés muchas ganas de cogerte a mi amiga? –jugaba Natalia
- Muchas
- ¿Desde cuándo? – preguntó
- Desde siempre
- Ay yo pensé que era desde que viste el video –decía ingenuamente María
- No, desde siempre, desde que entraste a estacasa por primera vez
- Pero era muy chiquita – jugaba María
- Ya tenías un culito hermoso – dije y acaricié lacola siguiendo la tela que se perdía dentro de sus nalgas
- ¿Te gusta el culito de María? – jugaba Naty
- Si mucho
- Es un culito virgen, ¿sabías? – decía ahora María
- No como el mío – reía Naty
- ¿Cómo queres cogerme, Juan? – dijo María y volvió a besarme en la boca ycreí que acabaría en ese momento
- EN cuatro, quiero cogerte en cuatro y tener elprimer plano de ese culo hermoso
Y así fue como sin sacarse latanga, se la corrió para el costado y poniéndose en cuatro patas me pidió:
- Vení cogeme que no doy mas
Solo escuchar esas palabras mellevaban al borde del orgasmo. No dudé me puse detrás de ella y Natalia medetuvo.
- Ojo que no se cuida, no le vayas a acabaradentro
- No, pero no sé cuánto voy a poder aguantar –confesé
- Vení cogeme por favor – dijo María llevando sumano atrás y tomando mi pija para metérsela en la concha
Empujé y entró la mitad. Salípara no acabar en ese momento. Empujé nuevamente y entró casi toda. La calidezde la concha de María era perfecta. Era cobijo, refugio, calor, estrechez,humedad, todas las condiciones que hacen perfecta una concha
- Aghhhh que pija hermosaaaaa
- ¿Te gusta?
Tuve que sacarla por completo ymeterle los dedos en la concha para no sentir la sensación en la pija porque
- ¿Qué pasó? ¿Por qué la sacaste? – se quejó María
- Para no acabar
- ¿Tanto te gusta? – preguntó la morena con una voz de putahermosa
- Mucho mucho
Natalia como una experta se situódetrás de mí y me agarró la pija apretándola en la base. Sentí un poco dedolor, pero eso hizo que mi excitación se calmara un poco.
- Quiero ayudarte a que te la cojas – dijo mihermana y se puso de costado agarrando mi verga y colocándola en la entrada dela concha de María
Natalia no se aguantó y se agachóy me dio una rápida chupada de pija y luego le pasó la lengua a la concha de suamiga
- Quiero verlos coger – dijo Natalia
- Mmmmm siiiii – dijo María cuando sintió que miverga volvía a entrar
- Aghhhhh, que hermoso se siente – dije yoempezando un movimiento delante y detrás cogiendo a María
Sentí que unos dedos rozaban miverga y supe que era María que se llevaba su mano a la concha para estimular suclítoris
- Aghhhhh – decía María
- Mmmmm, te gusta cogerte a mi amiga? – decíaNatalia
- Me encanta, pero… - ya estaba al borde delorgasmo
- Aghhhh ahhhhh aaagggggghhh ah ah ah ahhhhhhhacabo Juannnnnnn – decía María
- Noooooo - dije yo - no que acabo yo también
- No la saques ahora, por favor – decía María
- Pero ya acabo – hice el intento de retirarme
- No importa, acabame adentro – casi gritó María
- ¿Si?
- Siiiiii acabame adentro, no la saques – me pedía
- Aghhh ahhahhhhhhhh ahhh ahhhhhh ahhhhh ahí voy –dije ridículamente como un pirata que está a punto de lanzarse del barco
- Siiiii cogeme seeeeeee – gritaba María
- Mmmmm ssshhhhh – Natalia la besó en la boca
- Mmmmm – María la correspondió
- No grites que les di una pastilla a mis padres,no los maté – dijo Natalia riendo
- Aghhhh Mmmmm mmmmmm – acababa yo en la concha dela niña
- Aghhh ahhhh ahhhhhh – gemía María
- Mmmmm
- Vení tirate encima de mí sin que se salga la pija– decía María
- Siiii – me desplomé sobre ella y me apreté paraque no se saliera mi verga
- Quiero seguir sintiendo tu pija adentro – decíaella
- ¿Te llenó de leche? – Natalia preguntabasacándole todo romanticismo a la escena
- Siiiii – dijo su amiga
- Mmmmm – me acerqué con mi boca al cuello deMaría
Ella se corrió el cabello paraque pudiera besarla con comodidad en su cuello. No lo dudé y la llené de besos.Mi pija no perdía su dureza.
María, que evidentemente pensabaen todo, me pidió que la agarrara fuerte de la cintura y me girara de espaldasquedando ella encima de mí.
- Así no se chorrea toda la cama donde voy adormir – dijo
Hice el movimiento y ahora yoestaba boca arriba y María encima de mi penetrada por mi verga.
- Voy a salir para arriba y va a caer todo en tu panza,levántate la remera
- Dale – dije obediente
María hizo el movimiento y sesalió mi pija. Sin que ninguno de los dos se lo esperara, Natalia comenzó achuparle la concha a su amiga y a tomarse toda mi leche que salía.
- Mmmmm quiero la leche de mi hermanito – decía lamuy hija de puta
- Aghhhh que bien que me cogiste, Juan – dijoMaría
Ese comentario me llenó deorgullo, recuerden que mi autoestima seguía muy lesionada.
- Me encantó cogerte, María – le dije
- Mmmmm – María se giró apenas y me besó en laboca
- Mmmmm, que rica concha y que rica lechita – dijomi hermana
Natalia se levantó a vestirse y aacomodar un poco todo. María no se soltaba de mi beso y una vez más me sentíapletórico con mis ojos cerrados. Me sentía en un sueño
Todo mi mundo se vino abajocuando los abrí y vi que detrás de la puerta había un par de ojos en laoscuridad. María no dejaba de besarme y pude reconocer que esos ojos no eranlos de mi padre. Sin entender bien la situación miré en dirección al costado yvi a mi hermana mirándome.
Evidentemente era mi madre quienestaba detrás de la puerta. Volví a mirar y ya no vi nada. ¿Era verdad o eratodo producto de mi imaginación? Me sacudí de repente y separé a María.
- ¿Qué pasa? – dijo ella
- Nada, me pareció ver a mamá mirando por lapuerta
- ¿No estaba cerrada? – dijo Natalia mirando en dirección a lapuerta
- No sé, andá a fijarte – le ordené
- Ahí voy - dijo Natalia
- Me muero – dijo María
- Y yo
Natalia demoró unos segundos ysalió por la puerta.
(continuará…)
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5 comentarios - Doble vida (19)
Nati, Sofi del relato anterior, Sonia de la cuarentena...
Te zarpas amigo, necesito a una de ellas