Esta historia comenzó el verano pasado, un día que nos juntamos varias parejas a comer un asado y al llegar a casa mi mujer, estando ambos ya acostados, me comentó que se había enterado hablando con las novias de mis amigos que Ramiro, uno de mis amigos era re gatero. Por supuesto que esto yo ya lo sabía, pero me hice el que no sabía demasiado del tema. Solo hice un comentario medio inocente diciendo que siempre me había sorprendido eso, ya que Rama tenía mucha pinta, y sin esforzarse demasiado podía cogerse a la mina que quisiera. No terminaba de entender por qué prefería pagar para coger. Entonce ella dijo:
- No me parece que Rama tenga tanta pinta como decis vos.
- Es un chico lindo - le dije yo-. Además se viste bien, y es simpático.
- Sí, puede ser. Pero a mi la verdad que ni fu ni fa. Es lindo, sí, pero a mi nunca me calentó.
-¿Cómo que nunca te calentó? ¿Vos te calentas con mis amigos?
- Es una forma de decir… nada… No ando mirando a tus amigos, pero tampoco una es de piedra, si alguien te llama la atención te das cuenta.
- ¿Y Ramiro nunca te llamó la atención?
- La verdad que no… no me parece que sea gran cosa. Se que a algunas minas les gusta ese tipo de hombres pero a mi no me parece muy lindo. Leo, por ejemplo, es más lindo.
Y acá me quedé de piedra. Leo es otro de los chicos del grupo, que está de novio con Virginia hace varios años. No es un tipo feo para nada, pero si mucho menos llamativo que Ramiro, que por sus rasgos un tanto más sofisticados podría ser hasta modelo. Leo es de una belleza más simplona y, aunque sí cuida mucho de su físico, es alguien que se arregle demasiado. Lo único que tiene Leo que lo pone por encima del resto, pero esto mi novia no podía saberlo, es que porta un paquete muy importante.
- Qué raro que hayas mencionado a Leo -me limité a decir-, no me parece que tenga mucha pinta.
- Es alto, va al gimnasio, yo qué sé…
- Es raro -le digo yo- porque justo es el más pijudo del grupo. ¿Las chicas te contaron algo?
- No, lo dije por decir, no sabía nada
¿Le habrá notado el bulto? Me quedé pensando. O será que realmente lo ve más pintón.
- ¿En serio? - me pregunta intrigada -. ¿Y vos cómo sabés, se andan mostrando los pitos entre ustedes?
- Bueno, esas cosas se comentan… a veces jodemos, pero no, no nos andamos mostrando la pija entre nosotros, aunque…
Entonce le conté que si bien Leo no era de presumir, más de una vez en charlas sobre sexo nos había contado de que el estaba bastante por arriba del promedio. Qué más de una chica se lo había hecho notar. Incluso, a veces, tenía algunos problemas, ya que a su novia, por ejemplo, no la podía coger más de una vez porque se irritaba y cosas así. Yo solo lo había cruzado un par de veces en el vestuario, y podía dar fe que era bastante grande.
- ¿Cómo de grande? - quiso saber Romi, y empezó a separar sus dedos índices indicando distintos tamaños.
Entonces me acordé que no hacía mucho había estado en una playa nudista de vacaciones y nos había pasado unas fotos al grupo de whatsapp donde se le veía la pija, en una incluso parecía tenerla medio morcillona, aunque sin llegar a estar dura.
- ¿Querés verla?
- ¿Cómo?
- Tengo unas fotos que nos pasó de cuento estuvo en Ibiza
Ella no dijo nada, pero yo ya la estaba buscando en el celular. Cuando la encuentro se la muestro medio rápido, como para que se dé una idea. Entonces me dice:
- Pará, que no llegué a ver nada.
Entonces le vuelvo a mostrar la foto, y ella me toma la mano con la que sostenía el celu y lo acerca para verlo mejor. Ese gesto hizo que mi pija se empezará a parar.
Noté que ella se empezó a sentir un poco incómoda, ya que no podía dejar de mirarla. En la foto se veía el cuerpo desnudo y marcado de Leo parado en medio de una playa casi vacía con el mar de fondo. Al hacer yo zoom, todo desapareció, y quedó solo en primer plano su pija gruesa y soberbia, el glande cubriendo solo la mitad del prepucio, y colgando sobre unos huevos que parecían pelotas de tenis, rodeado por algo de de vello púbico color castaño. Entonces solté el celular para que ella pudiera agarrarlo y le digo:
- ¿Viste lo que es? Pasá que creo que hay un par más de fotos.
- Nunca había visto algo así -me dijo-. La debe matar a Vir.
- De gusto -le digo-, y le empiezo a tocar la concha -. Yo ya estaba al re palo y al toque siento que ella también estaba mojada.
- Pará -me dice-. ¿Qué hacés? ¿Querés que me caliente con la pija de tu amigo?
- Seguime el juego le digo... es para divertirnos.
Ella no me responde nada, pero el que calla otorga, así que mientras miraba yo jugaba con su pequeño clítoris mientras le chupaba una teta. Los dos volábamos de calentura, entonces dice:
- ¡No, qué zarpado!
Yo me despegando de su teta y miró al teléfono y veo una foto donde se veían la verga de Leo completamente al palo, el parecía estar sentado en un inodoro, y estaba acompañada por un mensaje que decía: “me re calenté en la playa y me tuve que venir al baño a hacerme una paja”. Por alguna razón me había olvidado por completo de la existencia de esa foto, o quizás en su momento se me había pasado por alto. Entonce Romi me dice:
- Ya está, basta de paja. Vení y cogeme.
Rápido acomodé mi pija en su vulva que entró al instante sin ningún problema. Ella soltó el teléfono y cerró los ojos. Yo no podía creer el nivel de calentura que le había agarrado por ver el pedazo de pija de Leo, y la verdad es que yo estaba igual de caliente. Entonce le dije:
- Seguime el juego, dale... cerrá los ojos y pensá que te está cogiendo Leo.
Ahora que lo pienso no sé ni para qué dije eso, sin dudas ella ya debía estar fantaseando con eso hace rato. Pero se ve que eso era lo que hacía falta para habilitar lo que pasó a continuación. Me empezó a decir:
- Ay Leo, como me estás cogiendo
- Qué pedazo de pija que tenés.
- Cogeme, Leo, cogeme, me estás rompiendo toda la concha.
Ella jamás me había hablado así. Yo me acabé todo, no hubo forma de aguantar la leche. Esto no pareció gustarle mucho.
- Uy, ya acabaste… me faltó un poco
Entonces volvió a agarrar el teléfono y me dijo:
- Dale, tocame un poquito más así yo también acabo.
Entonces me fui directo a chuparle la concha mientra ella miraba las fotos de la pija de mi amigo. No pasó ni un minuto que ella también acabó como nunca la había visto acabar.
Luego de eso nos abrazamos y dormimos juntos sin decir nada al respecto, pero yo sabía que nada volvería a ser igual.
- No me parece que Rama tenga tanta pinta como decis vos.
- Es un chico lindo - le dije yo-. Además se viste bien, y es simpático.
- Sí, puede ser. Pero a mi la verdad que ni fu ni fa. Es lindo, sí, pero a mi nunca me calentó.
-¿Cómo que nunca te calentó? ¿Vos te calentas con mis amigos?
- Es una forma de decir… nada… No ando mirando a tus amigos, pero tampoco una es de piedra, si alguien te llama la atención te das cuenta.
- ¿Y Ramiro nunca te llamó la atención?
- La verdad que no… no me parece que sea gran cosa. Se que a algunas minas les gusta ese tipo de hombres pero a mi no me parece muy lindo. Leo, por ejemplo, es más lindo.
Y acá me quedé de piedra. Leo es otro de los chicos del grupo, que está de novio con Virginia hace varios años. No es un tipo feo para nada, pero si mucho menos llamativo que Ramiro, que por sus rasgos un tanto más sofisticados podría ser hasta modelo. Leo es de una belleza más simplona y, aunque sí cuida mucho de su físico, es alguien que se arregle demasiado. Lo único que tiene Leo que lo pone por encima del resto, pero esto mi novia no podía saberlo, es que porta un paquete muy importante.
- Qué raro que hayas mencionado a Leo -me limité a decir-, no me parece que tenga mucha pinta.
- Es alto, va al gimnasio, yo qué sé…
- Es raro -le digo yo- porque justo es el más pijudo del grupo. ¿Las chicas te contaron algo?
- No, lo dije por decir, no sabía nada
¿Le habrá notado el bulto? Me quedé pensando. O será que realmente lo ve más pintón.
- ¿En serio? - me pregunta intrigada -. ¿Y vos cómo sabés, se andan mostrando los pitos entre ustedes?
- Bueno, esas cosas se comentan… a veces jodemos, pero no, no nos andamos mostrando la pija entre nosotros, aunque…
Entonce le conté que si bien Leo no era de presumir, más de una vez en charlas sobre sexo nos había contado de que el estaba bastante por arriba del promedio. Qué más de una chica se lo había hecho notar. Incluso, a veces, tenía algunos problemas, ya que a su novia, por ejemplo, no la podía coger más de una vez porque se irritaba y cosas así. Yo solo lo había cruzado un par de veces en el vestuario, y podía dar fe que era bastante grande.
- ¿Cómo de grande? - quiso saber Romi, y empezó a separar sus dedos índices indicando distintos tamaños.
Entonces me acordé que no hacía mucho había estado en una playa nudista de vacaciones y nos había pasado unas fotos al grupo de whatsapp donde se le veía la pija, en una incluso parecía tenerla medio morcillona, aunque sin llegar a estar dura.
- ¿Querés verla?
- ¿Cómo?
- Tengo unas fotos que nos pasó de cuento estuvo en Ibiza
Ella no dijo nada, pero yo ya la estaba buscando en el celular. Cuando la encuentro se la muestro medio rápido, como para que se dé una idea. Entonces me dice:
- Pará, que no llegué a ver nada.
Entonces le vuelvo a mostrar la foto, y ella me toma la mano con la que sostenía el celu y lo acerca para verlo mejor. Ese gesto hizo que mi pija se empezará a parar.
Noté que ella se empezó a sentir un poco incómoda, ya que no podía dejar de mirarla. En la foto se veía el cuerpo desnudo y marcado de Leo parado en medio de una playa casi vacía con el mar de fondo. Al hacer yo zoom, todo desapareció, y quedó solo en primer plano su pija gruesa y soberbia, el glande cubriendo solo la mitad del prepucio, y colgando sobre unos huevos que parecían pelotas de tenis, rodeado por algo de de vello púbico color castaño. Entonces solté el celular para que ella pudiera agarrarlo y le digo:
- ¿Viste lo que es? Pasá que creo que hay un par más de fotos.
- Nunca había visto algo así -me dijo-. La debe matar a Vir.
- De gusto -le digo-, y le empiezo a tocar la concha -. Yo ya estaba al re palo y al toque siento que ella también estaba mojada.
- Pará -me dice-. ¿Qué hacés? ¿Querés que me caliente con la pija de tu amigo?
- Seguime el juego le digo... es para divertirnos.
Ella no me responde nada, pero el que calla otorga, así que mientras miraba yo jugaba con su pequeño clítoris mientras le chupaba una teta. Los dos volábamos de calentura, entonces dice:
- ¡No, qué zarpado!
Yo me despegando de su teta y miró al teléfono y veo una foto donde se veían la verga de Leo completamente al palo, el parecía estar sentado en un inodoro, y estaba acompañada por un mensaje que decía: “me re calenté en la playa y me tuve que venir al baño a hacerme una paja”. Por alguna razón me había olvidado por completo de la existencia de esa foto, o quizás en su momento se me había pasado por alto. Entonce Romi me dice:
- Ya está, basta de paja. Vení y cogeme.
Rápido acomodé mi pija en su vulva que entró al instante sin ningún problema. Ella soltó el teléfono y cerró los ojos. Yo no podía creer el nivel de calentura que le había agarrado por ver el pedazo de pija de Leo, y la verdad es que yo estaba igual de caliente. Entonce le dije:
- Seguime el juego, dale... cerrá los ojos y pensá que te está cogiendo Leo.
Ahora que lo pienso no sé ni para qué dije eso, sin dudas ella ya debía estar fantaseando con eso hace rato. Pero se ve que eso era lo que hacía falta para habilitar lo que pasó a continuación. Me empezó a decir:
- Ay Leo, como me estás cogiendo
- Qué pedazo de pija que tenés.
- Cogeme, Leo, cogeme, me estás rompiendo toda la concha.
Ella jamás me había hablado así. Yo me acabé todo, no hubo forma de aguantar la leche. Esto no pareció gustarle mucho.
- Uy, ya acabaste… me faltó un poco
Entonces volvió a agarrar el teléfono y me dijo:
- Dale, tocame un poquito más así yo también acabo.
Entonces me fui directo a chuparle la concha mientra ella miraba las fotos de la pija de mi amigo. No pasó ni un minuto que ella también acabó como nunca la había visto acabar.
Luego de eso nos abrazamos y dormimos juntos sin decir nada al respecto, pero yo sabía que nada volvería a ser igual.
6 comentarios - Trío con Leo (gestando la idea)