Aquí estoynuevamente, tratando de adaptarme a la idea de que en los tramosfinales de mi vida sexual, se me despierta una fantasía que noestuvo nunca en mi “radar”. Nunca había entendido a esos hombresque decían “compartir” a sus esposas, sin sentir celos y además,se calentaban mucho viendo como sus medias naranjas, eran cogidasanal, vaginal y oralmente. Pervertidos! Solía pensar y aquí me ven,caliente con la misma fantasía que hace años no lograba entender.
Mi esposa siemprefue una mujer que llamó la atención, por su cabello, por sus ojos,y por su manera de caminar. Pero principalmente por sus pechos, demuy buen volumen y firmeza, que en un cuerpo delgado, se destaca a lalegua. Cuando veo sus tetas, con esos pezones que tienen el tamañojusto, es imposible no usarlos de chupetes. Los años pasaron, pero sinembargo sigue firmes suaves. La cola siempre fue su parte destacada,por eso no es casualidad que los hombres que pasamos por su vida sela llenamos de leche sin medirnos, algunos más que otros,seguramente. Y ella lo disfruta y la ofrece sin reticencia.
Pero mas allá desus cualidades físicas, que fueron menguando con los años, suactitud a la hora de coger es lo que le hace ganar muchos puntos. Susganas de comerse a una mujer, rubia, de ojos claros, delicada comoella misma, siempre me puso al palo y lo disfruté todos estos años,cada vez que cogíamos. En esos momentos le preguntaba como lo haría,como le chuparía la concha, como la saborearía y ahí la carita sele trasformaba y yo volaba de calentura y le terminaba acabando amares, generalmente en el orto o en la boca. Pero lo que me pasaahora es distinto, es más fuerte aún. Hace ya cinco días que vengosoñando como sería verla siendo cogida a full con otro hombre. Yalo hablé con ella y aceptó mi fantasía de buena gana, hasta medijo que cuando se coja a un pendejo, yo me tengo que quedarcustodiando la puerta para que no entre nadie...
Mas allá de labroma, mi intención es verla a ella en primer plano, mirarle la caramientras se manda una pija desconocida hasta el fondo de la garganta,mientras le inundan de leche la boca. Quiero verla chorreando lechepor los pómulos, la nariz, hasta llegar a sus labios y que lo que lesobre le quede en la lengua y lo muestre con cara de golosa, peroella parece que no quiere que la vea así, quiere todo eso, pero sinpúblico y eso es lo que me desmotiva. Le pedí que se coja a quienquiera, pero que al menos se filme y después me traiga esos vídeospara verlos juntos, pero por ahora no quiere aflojar.
En uno de loscomentarios, un usuario, evidentemente muy experimentado en estostemas, me dijo que la lleve de la mano a un boliche Swinger, y veacomo reacciona cuando vea algo que le guste. Quizás esa sea lasolución o quizás todo se vaya al carajo y me la devuelvan bañadaen leche. Veremos que nos trae de nuevo el fin de semana.
Mi esposa siemprefue una mujer que llamó la atención, por su cabello, por sus ojos,y por su manera de caminar. Pero principalmente por sus pechos, demuy buen volumen y firmeza, que en un cuerpo delgado, se destaca a lalegua. Cuando veo sus tetas, con esos pezones que tienen el tamañojusto, es imposible no usarlos de chupetes. Los años pasaron, pero sinembargo sigue firmes suaves. La cola siempre fue su parte destacada,por eso no es casualidad que los hombres que pasamos por su vida sela llenamos de leche sin medirnos, algunos más que otros,seguramente. Y ella lo disfruta y la ofrece sin reticencia.
Pero mas allá desus cualidades físicas, que fueron menguando con los años, suactitud a la hora de coger es lo que le hace ganar muchos puntos. Susganas de comerse a una mujer, rubia, de ojos claros, delicada comoella misma, siempre me puso al palo y lo disfruté todos estos años,cada vez que cogíamos. En esos momentos le preguntaba como lo haría,como le chuparía la concha, como la saborearía y ahí la carita sele trasformaba y yo volaba de calentura y le terminaba acabando amares, generalmente en el orto o en la boca. Pero lo que me pasaahora es distinto, es más fuerte aún. Hace ya cinco días que vengosoñando como sería verla siendo cogida a full con otro hombre. Yalo hablé con ella y aceptó mi fantasía de buena gana, hasta medijo que cuando se coja a un pendejo, yo me tengo que quedarcustodiando la puerta para que no entre nadie...
Mas allá de labroma, mi intención es verla a ella en primer plano, mirarle la caramientras se manda una pija desconocida hasta el fondo de la garganta,mientras le inundan de leche la boca. Quiero verla chorreando lechepor los pómulos, la nariz, hasta llegar a sus labios y que lo que lesobre le quede en la lengua y lo muestre con cara de golosa, peroella parece que no quiere que la vea así, quiere todo eso, pero sinpúblico y eso es lo que me desmotiva. Le pedí que se coja a quienquiera, pero que al menos se filme y después me traiga esos vídeospara verlos juntos, pero por ahora no quiere aflojar.
En uno de loscomentarios, un usuario, evidentemente muy experimentado en estostemas, me dijo que la lleve de la mano a un boliche Swinger, y veacomo reacciona cuando vea algo que le guste. Quizás esa sea lasolución o quizás todo se vaya al carajo y me la devuelvan bañadaen leche. Veremos que nos trae de nuevo el fin de semana.
9 comentarios - El morbo por ver a mi esposa cogiendo con otro (4) Enlechada