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Cielo River-os mis aventuras sexuales con viejos 10


Cielo River-os mis aventuras sexuales con viejos 10
La nena sintió la cabeza de la tranca del vejete como era acomodada en la entradade su orificio posterior, y a pesar de la inmensa calentura en que la había transportado este desalmado y horrendo hombre, quiso poner un poco más de resistencia, el saberse observada por los amigos de don Pedro la hicieron bajar lasrevoluciones,
- ¡Cielo Riveros-Ahhhh don Pedrooo, por favor no me lo hagaaa, están sus amigos mirando…!!, seatrevió a decir Cielo Riveros, quien aún se mantenía apoyada desnuda en la mesay mirando con su carita suplicante al que iba a ser su violador.
--Callate pendejaaacalienta vergasss!!, ya te dije que nos has estado calentando por casi toda nochey ahora te convertiré en mi mujer, jajaja, diciendo esto último don Pedroempujo su apéndice vergal con decisión hacia el interior de la hermosacolegiala, quien al sentir el vigoroso apuntalamiento hacia su culo, no lequedó más remedio que cerrar sus ojos y contraer sus facciones al sentir elinmenso dolor anal que le produjo la salvaje embestida.
Don Pedro se diocuenta que a pesar de su concentración y del empeño que le ponía para colarseen el poderoso cuerpo de Cielo Riveros, su verga era rechazada por aquelsoberbio pedazo de culo que tenía a su entera disposición, sus amigos mientrasobservaban lo que estaba ocurriendo solo a metros de ellos, no dejaban desobarse sus vergas y animaban al que era su jefe a romperle el trasero aaquella hermosa adolescente que se les había aparecido en sus miserablesdestinos,
--Vamos jefecito,rómpale el culazo a esa puta hasta que le sangre el hoyo, jejejeje…
--Si Pedro!, ¡vamosapurale! que yo ya quiero probar su zorra!!, esta tan rebuenota que hasta le chuparíalos dedos a su ginecólogo, jajajajaj!!!, reían los rufianes…
Cielo Riveros alescuchar las insolencias y vulgaridades que decían los hombres ahí reunidos, yal percatarse de que ellos también ya exigían su parte para beneficiarse conlas bondades de su cuerpo, y que uno de ellos pretendía penetrarla por suvagina, cayó en un estado total de pánico absoluto…
Cielo Riveros --Porfavor don Pedro, no deje que ellos me lo hagan, snifff!!
--Callate perraaa!! Yate dije lo puta y zorra que eras así que tendrás que prestar tu panocha a todosnosotros, jajajajaja!! Te la vamos a romper cosita ricaaa, te vamos aculiarrr!! Así que llora todo lo que quieras, total nadie te va a escuchar, ylo más seguro es que después te va a gustar tanto que mañana vendrás por masvergaaa, jajajajaja!! Ahora quedate quieta que no puedo meterte mi verga en elculo!!.
El viejo continuaba ensu afán penetrador que cada vez era más infructuoso, mientras tanto toda lacalentura experimentada por la sensual jovencita se fueron disipando, ahora loque sentía era terror, la fuerte música seguía alegrando el ambiente, pero a CieloRiveros se la iban a violar en una feria, en donde solo a unos cuantos metrosbailaban parejas de enamorados, como así mismo padres disfrutaban con susesposas y pequeños hijos, y ella ahí en una zona oscura, toda desnuda y contres viejos calientes y pervertidos.
Don Pedro ya estabacayendo en la desesperación, pero que apretado tenía el ojete del culo esapendeja endemoniada!, Cielo Riveros sollozaba y contraía todos sus músculos delas nalgas, por lo que el viejo optó a aplicarle una sonora tanda de fuertesnalgadas en el culo para que la hembra se distendiera.
--Plafff…Plafff…plafff…plafff…retumbaronlos manasos del fiero mecánico a las duras y tiernas carnes de Cielo Riveros,el viejo noto que con esta salvaje medida la joven pareció tranquilizarse unpoco, por lo que volvió a apuntar su herramienta de carne en el diminuto ano dela colegiala, cerrando sus ojos en señal de concentración empujo firme y decididamente,introduciendo así la vibrante cabeza de su taladro vergal, lo había conseguido,estaba atravesando a la tierna chamaca,
Cielo Riveros --Ahhhh,noooo!! Don Pedro saquelooo!!. Cielo Riveros sentía un tremendo dolor jamásexperimentado, ni siquiera con el cojo Juan le había dolido tanto la vez que leatravesó el culo en el sótano de la escuela, y claro, si bien el cojo segastaba medidas aceptables en su verga, don Pedro lo superaba con creces enmedida y grosor…
--Aceptalopendejaaaa!! Hace un rato me dijiste que querías culiar y ahora te haces lasantita!! Jajajaa…Ya te metí parte de mi vergaaa y ahora lo tendrás todooo!! Tevoy a encular como Dios mandaaa jajajaja!! Diciendo esto último el horrendohombre se afianzo con sus gruesas manos de las suaves caderas de Cielo Riverosy empujo más violentamente, atravesándola con salvaje brutalidad, hasta quesintió que sus testículos chocaban con la suave vagina de Cielo Riveros
Cielo Riveros losintió entrarle hasta el alma, quiso gritar y escapar, pero sabía que susintenciones serian en vano, por lo que aceptando su lamentable realidad, soloatino a cerrar fuertemente sus ojos, con su boca abierta en señal de silenciosodolor aguantaba la presión que hacía la verga de aquel viejo desconocido alinterior de su cuerpo y que se la había metido por el culo, pensaba que lo quetenía introducido en su trasero no era una verga, lo sentía como si le hubieranmetido un fierro incandescente y al rojo vivo.
Por su parte don Pedrose mantenía enterrado en el curvilíneo y potente cuerpo de la linda muchachitade 18 años, la veía sumisa y sometida, por lo que se dio a pegarle una buenasobada en su suave anatomía y en especial en su femenino y bien formado culoque él se había encargado de ensartar, había sido tan infructuosa la labor quepensaba que era el primero en debutar el trasero de la tierna chiquilla.
El feroz mecánico unavez ya más calmado comenzó a meter y sacar su verga de aquél glorioso culazo,sentía y experimentaba como el esfínter de Cielo Riveros le apretaba la vergade vez en vez, como si ella no quisiera que su verga abandonara aquella sublimeparte de su cuerpo, por cada envestida que le asestaba le arrancaba un fuertegemido de auténtico dolor, Cielo Riveros sentía que aquel despiadado hombre laestaba descuartizando por el culo.
Los otros borrachosespectadores se quedaron sin habla y con la boca abierta, babeaban al ver laépica batalla sexual que estaba librando su jefe con una hermosa adolescentecolegiala, de esas que se visten y arreglan rico, con falditas cortas ycoquetas, pero que ahora se encontraba desnuda y sometida, ellos ya queríanprobarla también, por lo que uno de ellos se atrevió a solicitar a su jefe quese apurara,
--Vamos Pedritoapurate que nosotros también queremos probar a la putita, le solicito el queparecía más caliente del resto…
Don Pedro que sudabacomo caballo de hipódromo después de haber corrido una carrera, casi bufaba porel intenso placer que estaba sintiendo…
--Mala suerteee!!, vana tener que esperar su turno, par de inútilesss!! Jajajja, a esta potrancaprimero tengo que domarla, les decía sin dejar de empujar, mientras copiosascantidades de babas caían desde su boca desprovista de dientes…
El mecánico quien nocesaba sus firmes movimientos de apuntalamiento que accionaban al interior delano de Cielo Riveros, paso sus gruesas y peladas manos, producto de su rudotrabajo, por debajo del suave estomago de la joven haciendo que ella seenderezara y para así poder sobarle sus duras y sedosas tetas, el vejete sedaba cuenta que con sus manos a pesar de tenerlas grandes y peludas, estas noabarcaban a palparlas en forma completa, el saber y darse cuenta de tenerensartada por el culo a esa chiquilla can carita de niña pero con un cuerpazoendiabladamente infartante, casi lo enloquecieron de calentura, por lo quecomenzó un corto trayecto hacia una parte del terreno que tenía pasto, haciendoque Cielo Riveros se agachara para quedar puesta en cuatro patas, todo esto sinsacar ni siquiera un milímetro del adolorido esfínter de la jovencita.
Cielo Riveros yapuesta en cuatro, sentía como don Pedro se ensañaba enterrándole su verga porel culo. Dentro de su lamentable condición psicológica, se preguntaba cómohabía llegado a esto, si solo hace algunos minutos estaba con Claudia y ella sehabía estado comiendo unas fresas con crema, pero ahora la estaban enculando enun espacio público, siendo observada por otros dos mal vivientes.
Don Pedro empujabacontra el cuerpo indefenso de Cielo Riveros como un verdadero poseído, depronto se fijó que la joven aún mantenía sus botas puestas y esta situación lodesconcentraban, a él le gustaban desnudas y encueraditas, tal como diosito lashabía enviado a este mundo, por lo que sin pensarlo comenzó a bajar el cierrede estas, primero de una y luego la otra y sin mucha dificultad la despojo desus botas, su última parte de vestimenta que le quedaban de protección a labella colegiala, ahora si ya se sentía satisfecho, la tenía enculada ytotalmente desnuda solo para él.
La culeada iba paralarga, el mecánico no quería acabar, pero sabía que sus compinches esperabanturno, como unos verdaderos perros calientes se paseaban alrededor de la parejade contendores sexuales, y la realidad no era muy diferente ya que la escenaera muy similar a lo anterior, en donde el líder de la jauría estaba acoplado ypegado a la perra que se encontraba en estado de leva, en donde los machosrestantes ya podían oler el atrayente e instintivo aroma de apareamientoanimal.
Cielo Riveros sentíalas peludas manos de don Pedro que la recorrían por todas partes de su cuerpo ycomo de vez en cuando este se inclinaba sobre su espalda para besarle con suboca desdentada y con su tupida barba sin rasurar de tres a cuatro días por lomenos, la nuca y parte de su cuello, haciendo que toda su esbelta anatomía seenervara y se le erizaran todos los pelitos de su suave piel, su culo ya sehabía adaptado a la enorme tranca que le metían sin compasión, con sus hermososojos verdes semi cerrados y su enarbolado cabello que caía en forma desordenadasobre su cara ante los feroces movimientos de empuje, mordiéndose levemente sulabio inferior y por medio de suaves gemidos que ya no eran de dolor sino denatural y legitimo placer, le hacía saber a su macho que ella ya le pertenecía.
Las suplicantessolicitudes de los futuros posesores del cuerpo de la chamaca sacaron a lapareja de aquel erótico y morboso estado de placer en que se encontraban…
--Vamosle…wey, apuraley acaba luego con la pendeja que a mí ya se me revienta la verga por metérsela…
--Si pendejo te estastardando demasiado con la putaaa, opinaba el otro…
--Tran…qui…losss ya…la… ten…drannn!!, les contestaba el mecánico entrecortadamente, sin dejar demoverse, con sus ojos inyectados en sangre y con las venas de sus sienes palpitandoproducto de la excitación…
--Eso nos dijiste haceun buen rato y todavía te las estas cogiendo…
--Es que ustedescalientes de mierda son muy apurones y me desconcentran!!, mejor vayan avigilar en donde está el toro mecánico y vean que nadie se acerque, yo lesavisare cuando les toque…
Los viejos aceptaron aregañadientes lo que les decía su jefe, pero era verdad, ellos tambiénsolicitarían privacidad al momento en que les tocara turno con tan suculentahembra, por lo que dejaron a la pareja a solas y se alejaron unos cuantosmetros.
Cielo Riveros quien apesar de la tremenda calentura que estaba sintiendo su cuerpo, como pudo volteoa mirar a don Pedro para pedirle piedad, ella no quería ser violada por losdemás,
Cielo Riveros --Porfa…vorrrr don Pedroooo…no deje que me lo me…tannnn sus amigosss…
El obeso y fornidomecánico se sintió como un Dios al ver a la tierna chiquilla suplicándole suintervención para no ser tomada por el resto del grupo, pero aun así no estabadispuesto a no cumplir con su palabra, ya que ellos siempre que lograbanengatusar a alguna despistada hembra la compartían, ese era el acuerdo delgrupo,
--Lo sientopendejaaa!! ¡Estas riquísima, pero mis amigos también te van a violar jajajja!!,Te van a rajar la zorra a vergazosss!! Nosotros compartimos a todas las putasque nos encontramos por el camino, jajaja, y tú no serás la excepción, así quedisfruta y aprontate!!, con esto último el vejete inicio una serie de firmes yrápidas metidas de verga…
--Don…Pe..drooo…es…que…yo… soy… vir..gennnn!! Ohhhhh!! Diossssss!!, gemía la jovencita ante lasbestiales arremetidas que le daban a su cuerpo y culo.
El mecánico creyó noescuchar lo que le decía la tierna chiquilla que estaba enculando, por logeneral, todas las hembritas de la edad de Cielo Riveros ya se acostaban consus estúpidos noviecitos, es por lo mismo que cuando se encontraban con tansuculentos bocados, preferían metérsela directamente por el culo y no por lapanocha,
--No mamespendejaaa!!...Vuelve a repetir lo que me dijiste, solicito don Pedro ahoramoviéndose suavemente…
--Es verdad donPedrooo, soy vir…gennnn…, le confirmaba Cielo Riveros con su carita llena devergüenza mezclada con calentura al mismo tiempo, con lágrimas en su rostro,pensaba que este viejo la podía salvar de su casi segura violación ydesvirgamiento vaginal, además el haber estado copulando y gozando analmentecon él, la hacían sentirse un poco más familiarizada con este horrendo mecánicoque solo conocía desde hace una hora aprox.
El viejo al volver aescuchar esto último tuvo que sacar todas sus fuerzas de auto control para noeyacular, ya que el solo imaginarse a el mismo metiendo su verga en una vaginacerradita y virginal casi se corrió en el culo de la colegiala, y más encimaera la de esta misma pendeja con cuerpo de Diosa que gloriosamente habíalogrado encular…
--Y dime pedazo deputa, si yo no dejo que esos pendejos te la metan. te portaras bien conmigo?
- Cielo Riveros -Siii,don Pedro me portare bien, pero no deje que me violennn…
--Tratoo? Le consultoel vejete estirándole la mano para sellar el compromiso…
--Trato, respondió CieloRiveros en forma quedita, quien, al todavía estar enculada y puesta en cuatropatas, como pudo estiro hacia atrás su blanca y delicada manita, para adquirirel compromiso con don Pedro…
--Escuchame pendeja,le dijo el vejete sacando su verga del orificio de Cielo Riveros, el cual alquedar vacío se cerró en forma casi automática, --Recoge tus ropas que noslargamos ahorita mismo,
--Pero para donde mellevara?, se atrevió a preguntar Cielo Riveros a quien la cordura le llego deun sopetón,
--Tu no me preguntesnada!!, quieres que evite que esos pendejos te la metan?...
--Si, si, don Pedropero no me hará nada?
--jajajaja!! Nada delo que ya no hayamos hecho ricura, pero ahora solo los dos, o quieres que lesavise a los otros que les llego su turno?, vamos decide!!…
--Está bien!, decidió CieloRiveros no muy convencida, pero prefería seguir dejándose encular por donPedro, a que esos canallas la violaran, esto sumado a algo de calentura que aunpredominaba en la mente de la chamaca…
El mecánico como unrayo se puso su overol de trabajo, mientras Cielo Riveros aun desnuda recogíasus ropas, en esto sintió que era tomada con fuerzas por el brazo, el mecánicola llevo en andas adonde se encontraba estacionado un viejo auto, con muchocuidado abrió la puerta del copiloto y metió a la joven para el sentarse alvolante, el vejete tomo las ropas de Cielo Riveros y las arrojo a los asientostraseros, para luego tomar una vieja frazada y pasársela a la encueradacolegiala diciéndole,
--Cúbrete! con estoserá suficiente, no iremos muy lejos, Cielo Riveros ya roja por la vergüenza deencontrarse desnuda con un viejo asquerosamente feo y desmadejado, solo atino acubrir su cuerpo con aquella cobija sucia e inmunda que llegaba a estar tiesaquizás por qué tipos de secreciones que se habían llegado hasta a secar enella, pero que ahora protegían sus desnudeces, fue cuando escucho hablar porradio al mecánico…
--Gerencia!!, aquíPedro Ventura…
--Diga Ventura…cambio…
--Me retiro por hoy,me acabo de enfermar…jejeje…
--Lo sientoVentura…tendrá que esperar a mañana…la feria está en su momento pick y nopodemos arriesgarnos…
--Parece que no meescuchaste pendejooo!, interrumpió don Pedro a su inter locutor, --Yo no teestoy pidiendo permiso!!….te aviso que me retiro y ya para mañana en la nocheestaré disponible para dirigir el desarme de la feria…te queda claroooidiotaaa!!, ahora anotalo para que le avisen al dueño, después yo hablo con el!!…
Luego de algunossegundos de silencio, Cielo Riveros no supo porque le había gustado tanto quedon Pedro pusiera en su lugar a ese pesado tipo que estaba al otro lado de lascomunicaciones radiales, reacción que hiso que instintivamente ella cerrara suspiernas para contraer algo que ya le estaba haciendo falta en aquella zonaprohibida que poseía al medio de la parte superior de sus muslos, al mismotiempo que mientras observaba como don Pedro se desenvolvía en sus asuntosvolvió a inconscientemente morderse su labio inferior.
--Está bien Ventura,permiso autorizado, se escuchó de pronto por la radio, el mecánico puso elmotor en marcha y aseguro ambas puertas del viejo vehículo.
Los despistadoscompinches de don Pedro solo se dieron cuenta de la fuga cuando sintieron lapuesta en marcha del motor, y solo atinaron acercarse al vehículo cuando esteya se ponía en marcha lentamente…
--Y que pasa wey!! ¿Adondete marchas con la putita…y nuestro turno a qué horas…?
--¡Pues ya no hayturno pendejo, me voy con mi mujer!! Jajajaja!!….toma la radio, quedas a cargohasta mañana!!, y cuidadito con andar soltando la lengua porque los despido alos dos!, escucharon dúo de idiotas, y si quieren remojar la verga vayanbuscándose otra puta, porque esta perra es mía , les quedo claro zopencos!hijos de la grandísima puta!!
Los incrédulos hombresmiraron a Cielo Riveros quien lentamente fue cubriendo su rostro con la mantadejando a la vista solamente sus hermosos ojos verdes, estaba muerta por lavergüenza.
Con esto último donPedro fue tomando velocidad circundando la feria hasta llegar al caminopavimentado, Cielo Riveros escondida con la frazada vio como sus botas quedarontiradas y olvidadas en el suelo al lado de la mesa en donde había estadoapoyada y ofrecida a este viejo que ahora la había declarado como de supropiedad, veía a toda la gente de la feria como disfrutaban con lasentretenciones y ella iba desnuda en un auto, con un viejo que se la llevaba endirección desconocida.
La escultural Claudiaesperaba aburrida junto al toro mecánico ya iban a ser casi 40 minutos quellevaba esperando a Cielo Riveros, pensaba que de seguro su amiga se habíaencontrado con algún chavo del colegio y este le había invitado algo por allí,estaba en estas cavilaciones cuando un cacharriento automóvil pasaba a solo 10metros de donde ella estaba, pero su vista se encontraba hacia donde estaba lagente, por lo que ni siquiera se dio cuenta de esta situación.
El cojo Juan con elmaestro Tulio, luego de beber sus coronas bien heladitas y transpiradas sedieron nuevamente a la tarea de intentar encontrar a la encamable colegiala,como unos verdaderos estrategas militares se propusieron hacer una exhaustivaoperación rastrillo, desde donde estaba el toro mecánico hasta el otro extremode la feria, estaban haciendo los últimos detalles cuando fueron observados porClaudia quien al verlos no dudo para ir a consultarles por su amiga…
--Hola Profe!, saludocoquetamente la Claudia a su profesor con quien ella ya había tenido algo acambio de unas cuantas notas para salvar el año escolar…
Al cojo Juan casi sele cayeron los pantalones al ver el también endemoniado cuerpazo que se gastabala zorrita de Claudia…
--Pero si no es mialumna favorita! Exclamaba el maestro Tulio con sus ojos de sapo aún máshinchados que antes, producto de la casi automática aceleración sanguínea alrecordar la exquisita forma en que Claudia lo había masturbado y mamado laverga en su oficina. Aquella ves el trato había sido una buena follada, peroClaudia toda una experta en calentar vergas había hecho que el viejo se vinieraantes, para así evitar tener que dejarse follar por él. El viejo la miraba depies a cabeza empelotándola con su caliente mirada.
--Yaaa no me venga conesas que después vamos a arreglar cuantas, le dijo la rubia, con una mirada decoqueta complicidad, --Yo venía por otro asunto…
--No faltaba más, puesdíganos mi reina en que podemos servirle, le decía el cojo quien también teníapuesta su mirada en el par de tetas de la rubia que se notaban hinchaditas yparaditas…
--Les quería preguntarsi Uds. no han visto por aquí a mi amiga Cielo Riveros, vinimos juntas a laferia y de pronto se me perdió….
--¿Pero ¿cuál es tuamiga?, pregunto don Tulio haciéndose el desentendido, --A si, si, ya la recuerdoes la chamaquita de ojos verdes, pues no la hemos visto…
--Ahhh, solopreguntaba por si acaso…si la ven por ahí le pueden decir que me llame al celu…o que la estaré esperando junto al toro mecánico…
--Pues no faltaba másmi reina si quieres yo te puedo acompañar hasta que ella llegue, no vaya a serque algún baboso de estos te falte el respeto, proponía el cojo Juan, preso porla calentura, al ver a la amiga de Cielo Riveros quien estaba tan rebuenotacomo ella misma.
--Juan acuérdate denuestro asunto, le recordó el maestro Tulio, quien por ahora estaba másinteresado en Cielo Riveros que en la rubia, en eso los interrumpió Claudiapara decir,
--¡No, pero graciasdon Juan!  yo se cuidarme solita, jijiji,le dijo mirándolo mientras jugaba coquetamente con un mechón de su rubiocabello y lo mordisqueaba felinamente con su blanca dentadura, diciendo estoúltimo dio media vuelta y se dirigió al toro mecánico…
Las calientes parejasde degenerados quedaron embobadas mirando como Claudia se retiraba moviendotodas las curvas de su cuerpo para beneplácito de sus perversas miradas.
--Pero que zorra espara sus cosas esa putita de Claudia maestro, que tal si nos vamos donde ella ynos ofrecimos para buscar a la Cielo Riveros, así luego les damos una cervezasy nos las llevamos a algún hotelucho, le dejo a la Cielo Riveros a Usted, y yome encargo de la Claudia que le perece maestrito, jejeje…
--No es mala ideapinche cojo!, pero ¿quién te dijo que la Claudia iba a querer acostarsecontigo?, esa zorra no hace nada sin algo a cambio, te lo digo por experienciapropia, le decía el maestro con aires de filósofo.
--Pues yo ya tengo lafórmula infalible, para que ese par de putas se acuesten con nosotros y por lasbuenas maestrito, jejeje…
--Así?, y dime como laharíamos, preguntaba con cara suplicante el maestro Tulio que sus bolas yaestaban que se le reventaban por todo el semen que se le acumulaba con el soloimaginarse acostado con Cielo Riveros, y quizás por qué no, después hacer unacambiadita con el cojo, así se las culiarian a las dos juntas, era lo quepensaba su degenerada mente…
--¡Pues lo primero esencontrar a esa yegüita de la Cielo Riveros, luego por la labor realizada lesinvitamos unas tandas de Tequila del más barato, es solo que ellas acepten y lejuro maestro que a la tercera tanda de Tequilas ese par de putas no sabrán nide la zorra, jajajaja!!, es una receta que me dio un amigo, y ya la he probadoprofesorcito y resulta!!
--Eres un cabron!!pinche cojo de la grandísima puta!!, vamos entonces a enganchar a la Claudia yluego nos dedicamos a buscar a la otra hembrita, jejejeje!!
Claudia al llegarnuevamente al punto de encuentro seguía mirando en todas las direccionesposibles, intentando buscar a su amiga, la realidad era que ya se estabapreocupando de verdad por Cielo Riveros, sabía que su amiga no era como ella,--Ay Cielo Riveros   !! ojala no te hayasmetido en problemas, pensaba para sus adentros.
Cuando la singularpareja de aprovechadores llego hasta donde estaba la rubia colegiala, fue elcojo Juan el que hablo primero,
--Escuchanos mi reina,aquí con el profesorcito nos entramos a preocupar por tu amiga, que tal teparece si te ayudamos a encontrarla,
--Pus, no sé, yo creoque mi amiga debe andar por ahí, en cualquier momento aparecerá…
--Entonces dejanosacompañarte ricura, solicito el maestro Tulio, que ya al estar tan cerca de larubia se le estaba empezando a asomar el colmillo de la lujuria, --Así cuandollegue tu amiga, nos podemos ir a servir alguna cosilla en cualquiera de lospuestos, jejeje.
--Está bien, dijoClaudia, (par de viejos calientes, pensaba para sus adentros) --Pero no lesaseguro de ir a servirnos algo, ya que estamos esperando a mi novio que vienecon unos amigos, les mentía la rubia para no comprometerse con el par devejestorios.
--Pierde cuidadorubita, apenas llegue la Cielo Riveros, las acompañamos hasta que llegue tunovio, y luego nosotros nos retiramos, jejeje que te parece?, consultaba elcojo Juan, quien también contribuía para hacerse del par de hembras. Claudiasolo asintió con un ligero movimiento de hombros.
--Toma pinche cojo, vey comprate unas chelitas, jejeje, para que nos sirvamos alguna cosita mientrasesperamos, jejeje, propuso el profesor Tulio dándole unos billetes al cojo.
Una vez que el cojoJuan se fue a comprar las cervezas el maestro Tulio no perdió tiempo paracomenzar una lasciva conversación con la estudiante,
--Pero mira que 0andaslindas mi preciosura y cuando iras a mi oficina, para ver algún asuntito conrespecto a tus notas,
--Ay nooo!... Comocree, le contesto la Claudia, con un rictus de enojo en su semblante, --Ustedes un mentiroso, después de lo que me hiso hacerle me arreglo solo un par denotas y el acuerdo era el promedio…
--Pues tú tampococumpliste con tu palabra lindura, el trato era una follada y apenas me lamamaste y me pajeaste.
--Además que es Ustedun hablador, por ahí me contaron que se anda vanagloriando que nos acostamos yeso no fue así…
--Jajaja, seguro quedeben ser de esas putitas que me tienen ojeriza, mentía el maestro Tulio,--Pero la verdad chamaca, es que si no te aplicas vas a perder el semestre yaun te queda el próximo, recuerda que yo siempre estaré presto a ayudarte,claro que eso tiene un costo mayor a una simple mamada…
--Calleseeee!!, leinterrumpió Claudia moviendo su cabeza para que el profesor se diera cuenta queel cojo ya venía de vuelta con las cervezas, haciéndose espacio entre medio dela gran cantidad de gentes que circundaba por el sector.
Pasaron unos 20minutos en que el trio estuvo esperando que Cielo Riveros apareciera, Claudiaya estaba realmente preocupada por su amiga, los tres miraban en todasdirecciones por si la veían, a la vez que se empinaban sus cervezas…
--Bien yo creo que tuamiga no aparecerá rubita, de seguro que se fue con algún compañerito a hacerquizás qué tipo de cochinadas, jejeje, le decía el maestro a Claudia…
--Pues si quieren sepueden ir yo iré a buscarla, dijo Claudia quien no presto atención a lavulgaridad emitida por el maestro, la rubia ya se estaba asustando de verdad,por la prolongada desaparición de Cielo Riveros,
--De eso ni decir, lecontesto el viejo Tulio, --Cojo ve por la parte de al frente y revisa todos lostugurios, esa chamaca tiene que estar adentro de uno de ellos, yo con laClaudia buscaremos en este otro lado y nos juntamos al otro extremo de la feriapara ver cómo nos fue…
Una vez de acuerdo eltrio se puso manos a la obra y comenzaron la búsqueda.
Don Pedro manejaba porunas oscuras calles solitarias, Cielo Riveros iba hecha todo un atado denervios de no saber para donde la llevaban, fue cuando se fijó que el horrendohombre tomaba su celular y marcaba un número telefónico, iniciando una conversaciónde mucha familiaridad con la persona a la cual le hablaba…
--Hola wey!!…sí, sí,todo bien….si si…escuchame… es solo que te quería avisar que esta noche ocuparetu taller, si, si, aún mantengo las copias de llaves que me diste…mi casa quedaal otro lado de la ciudad, y la cabaña esta aún más lejos, lo más cercano es elPie Grande, jejeje…sí..si…es una pendeja que esta para partirla…jajajja…cómo? Aver espera!. Don Pedro se volvió para donde estaba la colegiala, --Como medijiste que te llamabas pendeja?, le pregunto a la asustada chiquilla.
-- Cielo Riveros!, lecontesto la colegiala en forma triste y tímida.
--Se llama CieloRiveros!!, jajajaja si, si, algún día te la presentare, comooo?...nomamesss!!!, don Pedro escuchaba con atención lo que le decía el otro hombre queestaba al otro lado de la conversación, --No mamessss pendejoooo!! Y escasadaaa!!,… jjajajajaja, es lógico que se te haga la difícil, siempre son asíal principio, pero ya verás que después que te la culiees va a andar colgada detu vergaaa!!, si claro la cabaña esta toda destartalada pero ocupala cuandoquieras…hablamos, dijo el mecánico a modo de despedida.
Al viejo mecánico dedon Pedro la ansiedad por cogerse a Cielo Riveros por la forma normal, ya loconsumían, la joven le había confidenciado que era virgen, extraño caso paralos tiempos en que se vivía, ya que por lo general era casi imposibleencontrarse un magnifico ejemplar femenino en estas condiciones y menos con lasinfartantes medidas que se gastaba la pendeja que llevaba en estos momentossentada a su lado y desnuda, solo cubriendo su cuerpo con un viejo cobertor queel mantenía en su auto para casos de emergencia como este.
Pero no todo le iba asalir tan fácil al perverso mecánico, en el momento que ya faltaban un par decuadras para doblar y llegar al taller de su hermano, se encontró con unllamativo control policial, al ver al policía haciéndole señales para queaparcara a un costado de la calle se percató y alarmo, de cómo explicaría elllevar a una joven adolescente de 18 años desnuda sentada en su auto…
--Solo esto mefaltaba!!, bufo el viejo Pedro dándole manotazos al volante, --Escuchame bienpendejaaa!!, si la poli se llega a dar cuenta que estas encuerada, le diremosque eres puta y que te recogí en el centro, escuchasteee!! Luego yo veré laforma de ir a sacarte de la comisaria, entendiste?
- Cielo Riveros -Perodon Pedrooo!, yo no soy prostituta…
--Les dirás que eresputa y se acaboooo!! Y mucho cuidadito con dártelas de viva, porque una vezsaliendo de la cana, te busco donde sea y aparte de pelarte el culo a palos, tevuelvo a encular, pero ahora delante de todos los mecánicos de la feria que soncomo 20 y luego te dejo con ellos, escuchaste maldita zorraaaa!!
--Si… si… don Pedro,les diré que soy pu..taaa…
Un joven policía ya seacercaba al vehículo con una linterna, Cielo Riveros y don Pedro esperabanexpectantes a como se darían las cosas, unos metros más adelante otro grupo deuniformados mantenían contra el muro a tres delincuentes que habían hecho bajarde un automóvil, y todo esto sumado a la fuerte luminosidad que provenía de lasluces que proyectaba el carro policial estacionado al otro lado de la calle.
--Sus documentos ylicencia por favor, solicito el policía, don Pedro rápidamente saco lo solicitadodesde la guantera, el fiscalizador una vez que hubo comprobado que al parecertodo estaba en orden solicito nuevamente, --Ábrame el maletero, revisión derutina.
Cuando don Pedro bajodel vehículo el joven uniformado se percató que la compañera de aquel ordinarioviejo que estaba controlando era solo una jovencita, esto lo puso en alerta, yolvidándose del maletero rodeo el vehículo hasta llegar a la ventanilla de CieloRiveros, y no conforme con ello y para asegurarse abrió la puerta.
Lo primero que pudodeducir fue que la bella joven era solo una chiquilla de no más de 18 añosquizás, luego se percató que ella iba descalza y que al parecer solo estabacubierta con un viejo cobertor, alumbro un poco más hacia el interior del autoy comprobó que la ropa de la joven estaba en los asientos traseros, volvió amirar a la asustada Cielo Riveros y consulto,
--Que significa todoesto señor…
--No sé a qué serefiere, le dijo don Pedro con cara de enojado…
--Pues le explico, alparecer esta joven va sin ropa, es familiar suya, amiga, no se dígame algo,usted es el que sabe…
--Acaso nunca habíascontrolado un auto con una puta en su interior…
--Es eso verdad?,pregunto el uniformado dirigiéndose a Cielo Riveros, --Permítame sus documentosseñorita. Cielo Riveros como pudo tomo su blusa desde el asiento trasero y sacoel pequeño porta documentos en donde siempre andaba trayendo solo suidentificación y la credencial escolar, para luego pasárselo al joven policíaque ella calculaba que tendría solo un par de años más que ella.
La encamable colegialaquiso decirle la verdad, el joven justiciero tenia cara de buena persona,además que todo el lugar estaba lleno de policías, sería fácil librarse delviejo que la había violado y raptado en la feria, pensaba la atribulada CieloRiveros, y cuando estuvo a punto de decir la verdad sus ojos se toparon con ladura y fría mirada de d on Pedro, que en esos momentos le prometía las penasdel infierno si se le ocurría hacer una pendejada.
--Es verdad, soypu…taaaa, dijo finalmente…
--Pues bien, señoraquí están sus documentos, Usted puede retirarse, pero la señorita quedara encalidad de detenida por ejercer la prostitución en la vía publica, ydirigiéndose a Cielo Riveros le indico, --Tome sus cosas y baje del vehículo,haremos el control de identidad y luego se sube a la patrulla le decía a unaespantada Cielo Riveros, ya que se encontraba así al estar escuchando que se lallevaban presa por puta.
--Pero que pendejooo!!¡Y para que te la llevas presa si no estábamos haciendo nada!!, le gruñía donPedro, intentando evitar la detención de la hembra que él quería que fuera sucompañera sexual por el transcurso de la noche.
Mientras todo estoocurría a un lado de la calle, al otro extremo de esta, sentado en la patrullapolicial, el sargento Eustaquio Sinforoso, no perdía detalle de lo que estabaocurriendo solo a tres metros de donde él se estaba zampando la mitad de unpollo asado con patatas fritas, veía como sus jóvenes colegas de menorjerarquía y que estaban bajo sus órdenes hacían todo el trabajo, esto era loque más le gustaba de su labor, que él no hacía nada y solo mandaba, perocuando vio que uno de ellos se transaba en una fuerte discusión con un civil,se dijo que ya era la hora de trabajar.
El sargento Sinforosobajo de malas ganas del carro policial, dedujo que lo que pasaba no era demayor gravedad por lo que sin pensarlo mucho se dirigió al vehículo que estabasiendo controlado, con una presa de pollo en la mano, para poner orden y aenseñarles a esos novatos como se hacía el trabajo.
--¡Silencio,silencioooo!! Llego diciendo el sargento, para tomar conocimiento de cuál erala situación. Don Eustaquio Sinforoso llevaba 27 años en la policía, moreno, yde típicos bigotes mexicanos, de nariz ancha y alargada, de mediana estatura,con una ponchera de 30 litros por lo menos de abdomen, ninguna chaqueta de suuniforme le cerraba, por lo tanto tenía que usarlas abiertas, de pecho anchoque denotaban que en su juventud debió haber tenido excelente condición física,muy distinta a la que tenía actualmente, ya estaba fogueado con todo tipo deprocedimientos, sabía muy bien cuando era la mejor opción de sacar provechopersonal de la situación o simplemente pegarse a reglamento.
--Mi sargento se tratade un 256, ejercicio de la prostitución en la vía pública, informo el jovencabo a su superior, el sargento los miro de uno a uno inspeccionándolosincluyendo también a su joven colega, a la misma ves que terminaba de darle elultimo mordisco a su pollo asado, tirar el hueso para atrás y terminarchupándose los dedos.
--A ver anciano, dijoel sargento Sinforoso, dirigiéndose hacia don Pedro sacando su bastón de mandoy pegándose con él en las manos, --Adonde recogió a la putita?
A don Pedro le dieronganas de agarrarlo de los bigotes mexicanos y despachárselo con el mismo paloque este se pegaba en las manos.
--La recogí en elcentro!!, no se para que tanta alharaca si a solo cuadras de aquí está lleno deputas , pueden ir allá y llenar su cacharro con ellas…
--Mmm…lo se… lo se…,admitía el sargento, --Veo que usted es mecánico, le dijo apuntando con subastón al overol lleno de grasa de don Pedro…
--Pus si, y que haycon eso…
--En la comisariatenemos un carro que es de mi capitán y hace semanas no podemos echarlo aandar, Ud., cree que si por uno de estos días se pudiera dar una vueltita ydarle una miradita, solo tendría que repararlo y decir que fue el sargentoSinforoso quien lo mando…
Don Pedro que ya sehabía dado cuenta para donde iba la situación, solo atino a reírse…
--Jajajaja!!, claroque puedo ir mi general!!, le dijo el viejo mecánico en tono sarcástico ydándole a entender que él ya estaba claro con el acuerdo que indirectamente leestaban proponiendo.
--Bien, aquí no hemosvista nada, termino diciendo el sargento a cargo del procedimiento, --Pero megustaría darle una mirada a la puta, me gusta saber cuáles son las que andanputeando por mis calles…
--Pero mi sargento, elreglamento dice, intento rebatir el joven policía,
--Que reglamento nique nada pendejo!!, le grito muy enojado el sargento a su subalterno, haciendogala de su apellido, --Las calles están llenas de delincuentes y de droga y tuanda preocupado de putas novato de mierda!!, diciendo esto último se dirigió haciadonde estaba Cielo Riveros quien se encontraba con sus ojos llorosos al vercomo un trio de desconocidos decidían por su futuro y que se referían haciaella como una puta.
El sargento Sinforosose agacho lentamente para estudiar a la ramera que el bajo su autoridad leestaba permitiendo su libertad, estos tipos de procedimientos le encantaban,pero cuando vio la clase de puta que andaba trayendo el mecánico en su autocasi se puso a vomitar, instintivamente dirigió su bastón hacia el cuerpo de CieloRiveros, levantando con este el sucio cobertor que cubrían sus desnudeces, solobasto mirar un poco y fue suficiente, su mente trabajo a mil por hora, paraluego decir a su subalterno, cursale una infracción empadronada con todos susdatos personales por andar putiando en la calle sin carnet de sanidad y una vezllenado me lo llevas a la patrulla y Uds. tortolitos se pueden retirar.
Pero que pedazo demujeron se iba a culiar aquel detestable mecánico, pensaba el viejo y calientepolicía, por unos momentos sintió las tremendas ganas de desistir del trato quehabía hecho y mandar el auto de su capitán a la verga, para llevarse a esa Diosaa la delegación y ver cuál sería la mejor forma de beneficiársela, pero aún lequedaba toda la noche por patrullar, el secreto estaba en la infracción, yavería como la haría.
Una vez puesto enmarcha el vehículo, no pasaron ni 5 minutos cuando llegaron al taller de donCipriano, hermano de don Pedro. Una vez que bajaron del vehículo y pudieronentrar por la puerta chica, el viejo encendió las luces del taller, CieloRiveros quien con una mano sostenía su ropa y el documento que le había pasadoel joven policía y que le recalco que tenía que cancelarlo en un plazo de 30días, con la otra mantenía agarrado el cobertor y sus ropas, pudo ver que en elinterior de este había una gran cantidad de vehículos en reparación, pero almedio de estos resaltaba una lujosa camioneta que debido al color y ciertostoques interiores, la colegiala intuyo que la dueña debía ser una mujer, --¿dequién será? pensó por unos segundos, fue en esto que don Pedro le arrebato delas manos la infracción que le habían pasado a Cielo Riveros por ejercer laprostitución en la vía publica…
--Jajajajaja, ya vespendeja sin querer ya podríamos decir que eres legalmente toda una putaprofesional, jajajaja este documento lo certificaaa!! es como tu diploma dehonor en lo que es el puterio!! Jajajaja!! se burlaba de la pobre Cielo Riveros,a la vez que el agarro de un brazo y se guardaba el documento en uno de susbolsillos, para luego casi arrastrarla a una oficina interior en la cual laasustada jovencita pudo ver que en esta solo había una cama. --Pero no tepreocupes esta noche debutaras como tal, le decía don Pedro mientras frente alos asustados ojos de Cielo Riveros procedía a desnudarse por completo, -- Teconvertiré en toda una hembra, te voy a culiar hasta que no te queden ganas nisiquiera de mear, ¡jajajaja!! ¡Te convertiré en mi perraaa!! ¡Serás mi putaaa!!,le gritaba el vejete con desesperación.
A Cielo Riveros desdehace rato que se la había esfumado ese agradable cosquilleo que de vez encuando tan gratamente asaltaban su cuerpo, habían sido muchas situaciones detensión las que había vivido en el transcurso de esta infernal noche, como paraencontrarse excitada con tan horrendo hombre, que casi la había exhibido enpúblico y en su total desnudes, y que para colmo le había hecho decir a unospolicías y de sus propios labios que ella era una vulgar puta callejera, peronuevamente la aguardentosa voz de don Pedro la sacaban de sus tristescavilaciones…
--Y que estasesperando putona, ahí está la cama, esta será nuestro centro de operaciones,jejeje o más bien dicho nuestro nidito de amor, jejeje, vamos quitate esecobertor y acuéstate, que ahora si probaras lo que es culiar con un verdaderomacho taurino, jajajaja!!
--Don Pedro, por favorya fue suficienteee, se atrevió a solicitar erróneamente Cielo Riveros,pensando que tal vez este viejo caliente se podría compadecer de ella, --Yo mequiero ir a mi casa…
--Claro que te iraspara tu casa reinita, pero eso será mañana y ya convertida en toda una puta,jajajaja!! En mi putaaaa!! Te lo voy a meter hasta por las fosas nasales,jajaja!! Escuchaste pinche zorraaaa!!, diciéndole esto último de un solozarpazo le arrebato el cobertor, dejándola totalmente desnuda frente a sucaliente mirada, vamos súbete a la cama y ponte en posición de culeo,jajajaja!!
Cielo Riveros ya casientregada a su triste e injusto destino se subió lentamente en la cama,mientras el ordinario sujeto de don Pedro se pelaba la verga soslayándose conel erótico espectáculo que le brindaba la hermosa y desnuda chiquilla, quien enestos momentos solita se había puesto en 4 patas para que la encularan…
--Jejeje!! Es muyapetitoso lo que me ofreces pendejita rica, pero ahora lo vamos a hacer de laotra forma, ya te lo dije, te convertiré en mi mujer con todas sus letras, loharemos de la forma normal y natural, como verdaderamente lo hace un hombre yuna mujer, así que por favor …solo lo diré una vez, ¡date vuelta y ábrete depiernas porque te lo voy a meter por la zorraaaa!!
Cielo Riveros lo quedomirando directamente a sus aborrecibles ojos, estaba aterrada por lo que seproponía este vil y casi anciano hombre, lo veía asquerosamente peludo y fofo,los pelos de su pecho y hombros más parecían grasienta suciedad que pelosmasculinos, se preguntaba cómo había sido capaz de haber estado culeando conél, solo hace un par de horas o tal vez menos, y haberse dado el lujo de sentirplacer, se avergonzaba de ella misma haberse declarado de su propiedad, y todoproducto de su cuerpo que cuando le hacía sentir rico la impulsaba a hacer ydecir todo tipo de peladeces, ella no era así, porque… porque!!, se preguntabaen forma apesumbrada, ese hombre era verdaderamente detestable, y lo que lepretendía hacer ahora era desquiciante, siempre había imaginado que su primeravez iba a ser por amor, o sea ni siquiera con Rodrigo su novio había queridollegar a concretar algo, con la finalidad de salvaguardar su más íntimo reductode amor para reservarlo para cuando ella estuviera enamoradamente casada.
Cielo Riveros se parócomo resorte de la cama retrocediendo unos cuantos pasos, y muy envalentonada ydesafiante por la segura intención de no dejarse violar por aquel asquerosoviejo, le dijo,
--No don Pedro yo nolo hare con Ud.!, le dijo con su carita llena de ira, y pensando en suRodrigo…--Usted no tiene derecho…
--Jajaja!! Así que noquieres hacerlo?, le interrumpió el fiero mecánico, --Pus eso lo veremosahorita mismo!!, ya vas a ver si no tengo derechos!!, Cielo Riveros lo viotomar una escoba que había apoyada en una pared, para luego tomarla con sus dosmanos y quebrarla por la mitad, lo vio venir con el grueso palo bien asido, ycon solo verle el siniestro rictus que se apodero del feo rostro de don Pedrose arrepintió de lo que había dicho, la iban a apalear, sintió que le temblabansus poderosas piernas y mientras más se acercaba el vejete más ganas le dabande mearse ahí mismo.
En la feria, Claudiael cojo Juan y el maestro Tulio ya se habían aburrido de buscarla, después dehaber dado tres vueltas completas intentando dar con el paradero de CieloRiveros, se encontraban ya sentados esperando la primera ronda de tequilas quehabían solicitado, para apagar la sed, Claudia se había auto convencido que lomás seguro era que su amiga se había encontrado con algún chavo y habíadecidido largarse con él, en cualquier momento le llamaría se consolaba yconformaba. Con los tequilas ya en la mesa, el trio se propuso a brindar por lavelada.
--Bueno rubitabrindemos por la salud de Cielo Riveros que tiene que andar por allí pasándolabien y tu aquí preocupada por ella, jejeje, decía el maestro Tulio.
--Sí, es verdad ellaes muy responsable con sus cosas lo más seguro es que en cualquier momentoaparecerá, o me llamara, si no me ha llamado es porque está bien, termino porconvencerse la Claudia.
--Así se hablareinita, salud, dijo el cojo Juan.
A los hombres le llamola atención como Claudia se bebía de solo dos sorbos el contenido del vaso sinni siquiera arrugarse, por lo que prontamente solicitaron otras dos rondas, yaque se percataron que la rubia bebía mas que ellos mismos.
Y en efecto lajuventud de la hembra sumado a su excelente estado físico le permitían beberalcohol sin ningún tipo de problemas, el trio conversaba y se reían de lasestupideces que el alcohol les hacía decir, el maestro Tulio dedujo que la cosaiba para bien por ahora dejaría de lado las tremendas ganas que le tenía a CieloRiveros, con este otro portento de chamaca que tenía a su disposición seconformaría, por lo que se empezó a medir en su ingesta de alcohol, no así elcojo que estaba tomando como desaforado y haciéndose el lindo con la rubia colegiala,al paso que iba no aguantaría mucho dilucidaba el profesor.
Claudia por su parte yal son de la fuerte y movida música reggaetón, y ya con bastante alcohol en sumente, pero no como para perder los estribos, se sentía entretenida con ese parde viejos calientes que se estaban gastando el sueldo del mes en todas lasporquerías que le estaban comprando, entre globos con forma de corazón,peluches, y distintos tipos de artilugios artesanales, cadenas, anillos,tobilleras, etc. Solo era cuestión que un vendedor se acercara a la mesa deellos ofreciendo sus productos y el par de degenerados se peleaban para decidirquién era el que se lo compraba.
Ya desde hace un buenrato que la rubia sentía como por debajo de la mesa grasientas manos lerecorrían sus muslos, no supo en que momento ya se encontraba sentada al mediode este par de patanes, y cada vez se apretaban más a sus curvas. En un momentodado se acercó un joven muchacho a sacarla a bailar,
--Señorita, gustaríabailar un rato , le pregunto el jovencito que era casi de la misma edad deClaudia. La rubia entretenida al ver la cara de espanto que pusieron suscompañeros de juerga al darse cuenta que quizás la palomita se les podía echara a volar, solo dijo…
--Ay qué pena, meencantaría bailar con Ud. joven pero no sé si mis tíos aquí presentes me daránpermiso, contesto metiéndose coquetamente el dedo índice entre sus dientes ymirando a sus supuestos tíos. (Realmente esta Claudia sí que era una zorra conletras mayúsculas.)
El maestro Tulio queen esos momentos era el más sobrio de los tres, salto al instante,
--Pero por supuestosobrinita vaya a bailar no más pues, no faltaba más, solo que no se nos vayamuy lejos, mire que después a lo mejor nos iremos a bailar para otro lado…
--Ay gracias tiito, Ustedsí que es bueno conmigo, le dijo la rubia, dándole un beso en el cachete alcaliente profesor, mientras el cojo Juan ya bebía directamente de la botellaque habían pedido que les trajeran a la mesa.
El baile comenzó yClaudia comenzó a mover su figura al son de la música, el joven por más empeñoque le ponía para apegarse al cuerpo de aquella hermosa joven rubia y concuerpo de Diosa, esta se le separaba, cuando el muchacho posaba sus manos en sucintura o caderas, ella iba y muy sutilmente se las sacaba.
Claudia bailaba elreggaetón en forma espectacular, pero a pesar de que estaba bailando con unimberbe muchacho casi de su edad , su baile estaba dirigido al par de vejetesque la habían estado acompañando por el transcurso de esa noche, se movía en formasensual y provocativa, para que ellos vieran bien lo que quizás podrían teneral alcance de sus manos, ella sabía que los tenia calientes y eso le gustaba,por lo que ahora con su baile pretendía calentarlos aún más, el muchacho soloestaba siendo utilizado por ella en su afán de mantener al borde de la lujuriaa su maestro y al cojo Juan, que este último ya estaba a punto de pararse e ira golpear al inocente muchacho producto de los celos que intempestivamenteestaba sintiendo, lo que no sabía la rubia, producto del alcohol en su mente ycuerpo, era que ella ya estaba aún más caliente que sus dos compañeros de mesa.
Cuando la tanda debailes termino para que las parejas descansaran la rubia volvió a la mesa parasentarse a un lado del maestro Tulio, el cojo Juan ya casi estaba noqueado porlas inmensas cantidades de tequila que se había zampado, situación queaprovecho el maestro, era ahora el momento propicio,
--Ya rubita, no te hagas,me tienes más que caliente, porque no nos vamos a acostar y terminamos lo quedejamos pendiente en mi oficina, le decía a la vez que posaba su grasienta manoen uno de los poderosos muslos de la rubia…
--Ay no! ¡como cree!!,yo no soy una chica tan fácil, además que yo tengo novio, le decía la rubia ala vez que revisaba su celular para ver si tenía algún mensaje de Cielo Riveros.
--Veras que seré buenocontigo, pídeme lo que quieras, pero por favor vamos a acostarnos, yo sé que túpuedes hacerlo y tu novio no tiene que por que enterarse,
--Lo que yo quiera?,consultaba la rubia con una interesada coquetería y sin dejar de revisar suteléfono…
--Si mamita lo que túquieras le proponía el vejete al borde del llanto…
--Pues yo quiero lasnotas de los dos semestres, y de todos los ramos, jijiji…
El maestro Tulio quedoimpactado con lo que podía Claudia, eso era mucho, él no podía intervenir enlas notas de los demás profesores,
--No seas zorra paratus cosas!, tu sabes muy bien que yo no registro las notas de todos losprofesores,
--Pero a fin de cadasemestre puede hacerme los certificados, Ud. tiene los timbres del colegio, yalos he visto en su oficina, jijiji…
El maestro Tulio, sepreguntó como no lo había pensados antes? La Claudia tenía razón, bastaría consolo sacar dos certificados en blanco y luego el los llenaría con notas falsas,además que podría hacerlo con otras alumnas que estuvieran en las mismascondiciones que la Claudia, esta muchacha sí que era un genio, determinaba.
--Tú deberíasdedicarte a estudiar Ingeniería Comercial!!, rubia calienta vergas, mira que sitienes madera para negociar y estrategia para convencer, pero aun así tu precioes muy alto para solo una noche de amor…
--Eso tiene soluciónmaestrito, lo podríamos discutir en la cama, jijiji…
--Hecho pendeja,vámonos ahorita mismo!!, bufaba el vejete con sus marcados e inflamados ojos debatracio reptilesco.
--Bueno vámonosahorita mismo profe!, ay qué pena… y que pasara con don Juan, pobrecito, lodejaremos aquí durmiendo?.
--Este cojo de mierda,casi nunca se mide con el alcohol, dejémoslo aquí, él se sabe cuidar solo mireina, jejeje…
--Ok maestro,dejémosle aquí, total no creo que le pase nada…por favor lléveme mis cosas,estoy muy cansada, termino diciendo la rubia.
 

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