Al día siguiente me levante temprano, ni me moleste en limpiar mi habitación, sabia que a las 10 Andrea vendría a limpiar, incluso hice un poco de desorden extra en la casa para que estuviera mas tiempo en casa.
A las diez en punto, llego a casa.
—Buen día vecino.
—Buen día— respondí, invitándola a pasar.
Llevaba una remera negra y una calza que se le re pegaba al orto.
Le mostré la casa y le dije lo que tenia que hacer, arreglar el desorden, barrer y si podía lavar el piso del baño y de la cocina, ella dijo que no había problema.
La deje ahí que trabajara y yo me puse en la computadora un rato para arreglar unas cosas del trabajo, veinte minutos después, me fui a un cuartito chico en el que tenia una barra en la pared, un banco plano y unas mancuernas, lo había agarrado de gimnasio.
Puse música y arranque, mientras deje a Andrea andar, aunque no la veía ya que estaba con la puerta cerrada.
Luego de cuarenta minutos, escucho que me llama, yo salí sin remera (a propósito obviamente) y sudado por el calor encerrado en la habitación.
Al verme, note como Andrea me recorrió con la mirada unos segundos.
—¿Qué pasa?
—Los trapos de piso preciso pa limpia el piso— me dijo.
—Ah sí, fíjate ahí abajo que deben estar— le señale una estantería al nivel del piso.
Andrea se agacho para ver, dejando a la vista ese culo, el cual mire descaradamente, me dieron unas ganas de apoyarla ahí mismo, pero no era momento.
Tras agarrarlos, medio que volteo y vio que yo tenia la mirada clavada en su culo, yo note que me vio, pero tampoco afloje.
Se incorporo y se dio vuelta, quedamos bastante cerca, yo volví a lo mío y me retire.
Ese día acabo normal, le pague a Andrea y se fue, pero no podía dejar de pensar en formas de acercarme mas.
Le deje ordenes de que entrara a casa si no respondía yo, ya que sabia lo que debía hacer y yo estaría ocupado haciendo algo. Y eso hacia, Andrea comenzó a entrar sin tocar directamente, yo repetía la misma rutina, trabajaba un poco y me iba a entrenar, para luego mostrarme ante Andrea bajo cualquier excusa.
Con el tiempo arrancamos a tener mas confianza, ya no me decía vecino, sino Carlos, cuando limpiaba yo le comía el orto con la vista, ella me veía mas ya que directamente andaba sin remera a pesar de entrenar o no, Maicol nunca estaba, trabajaba desde la mañana y llegaba a la casa casi a las 18.
Un día, Andrea me llamo para saber donde estaban los productos de limpieza (los cambie de lugar apropósito) yo salí del cuarto gimnasio, pero no se por que si estaba caliente o que, pero fui a verla en boxer, solo para ver su reacción.
—¿Me llamaste Andrea?— pregunte casualmente.
Ella se sorprendió al verme así, pero no le desagrado.
—Si Carlo, donde tan los jabones para piso— pregunto, mientras se le desviaba un poco la vista a mis boxers, ya que fui medio engomado y se me notaba la pija semi parada.
—Ah disculpa, los cambie el otro día, fíjate al lado del mueble de la cocina— le respondí.
—Joya, que tene calor?— me pregunto medio en broma, señalando mi entrepierna.
—Jaja ¿Qué tiene? Hace un re calor.
—Si pero estoy yo gato— me respondió riéndose.
—Anda si yo no te dije nada cuando te agarre en tanga en el baño— le respondí con otra broma.
—Cállate que vergüenza— dijo.
—Tranqui hay confianza, aparte no es nada que no hayas visto.
—¿Hay confianza?— me pregunto.
—Y si Andrea, ya hace meses nos conocemos y venís varias veces a la semana, aparte me gusta estar cómodo en casa, como vos dijiste.
—Jaja pero si el Maicol se entera se re pudre.
—Bueno mejor que no se entere entonces.
—Tranqui que no tengo drama con que ande así, mientra no te ponga en pelotas— me dijo en joda.
—Jaja no da todavía— le tire, como insinuando que en algún momento si —Si queres vos ponete cómoda también.
—Comoda como?
—No se, si tenes calor sacate algo, vos ves ahí, yo tampoco tengo drama.
—Jaja no se re pudre ahí Carlo, llega a verme el otro y me hecha a la calle.
—Pero si no esta ahora, aparte yo tampoco le digo nada.
—No da, dale anda y dejame labura.
—Dale Andre.
Me fui al baño, bastante caliente, me mostré engomado ante la villera de Andrea y le insinué que se pusiera igual, sin dudas teníamos mas confianza, pero hubiera sido un sueño que se pusiera a limpiar entangada.
Pero no termine ahí, en el baño, me clave una paja con todo lo que ocurrió, me asegure de acabar en los boxers que llevaba y los deje sobre una pila de ropa para lavar, en un lugar que claramente se notarían, para luego cambiarme.
—Che Andrea,ya acabe en el baño, cuando puedas pone la ropa a lavar que el piso ya esta limpio.
—Joya Carlo, ahí voy.
Yo me puse en la computadora a trabajar sin remera, a los veinte minutos llega ella.
—Ya termine todo— me dijo.
—Dale buenaso Andrea, pusiste toda la ropa?— pregunte.
—Si toda— respondió.
Seguro noto que los boxers eran los mismos que use antes.
Le pague ese día y se fue, pero yo seguí pensando como avanzar mas con la villera culona esta.
A las diez en punto, llego a casa.
—Buen día vecino.
—Buen día— respondí, invitándola a pasar.
Llevaba una remera negra y una calza que se le re pegaba al orto.
Le mostré la casa y le dije lo que tenia que hacer, arreglar el desorden, barrer y si podía lavar el piso del baño y de la cocina, ella dijo que no había problema.
La deje ahí que trabajara y yo me puse en la computadora un rato para arreglar unas cosas del trabajo, veinte minutos después, me fui a un cuartito chico en el que tenia una barra en la pared, un banco plano y unas mancuernas, lo había agarrado de gimnasio.
Puse música y arranque, mientras deje a Andrea andar, aunque no la veía ya que estaba con la puerta cerrada.
Luego de cuarenta minutos, escucho que me llama, yo salí sin remera (a propósito obviamente) y sudado por el calor encerrado en la habitación.
Al verme, note como Andrea me recorrió con la mirada unos segundos.
—¿Qué pasa?
—Los trapos de piso preciso pa limpia el piso— me dijo.
—Ah sí, fíjate ahí abajo que deben estar— le señale una estantería al nivel del piso.
Andrea se agacho para ver, dejando a la vista ese culo, el cual mire descaradamente, me dieron unas ganas de apoyarla ahí mismo, pero no era momento.
Tras agarrarlos, medio que volteo y vio que yo tenia la mirada clavada en su culo, yo note que me vio, pero tampoco afloje.
Se incorporo y se dio vuelta, quedamos bastante cerca, yo volví a lo mío y me retire.
Ese día acabo normal, le pague a Andrea y se fue, pero no podía dejar de pensar en formas de acercarme mas.
Le deje ordenes de que entrara a casa si no respondía yo, ya que sabia lo que debía hacer y yo estaría ocupado haciendo algo. Y eso hacia, Andrea comenzó a entrar sin tocar directamente, yo repetía la misma rutina, trabajaba un poco y me iba a entrenar, para luego mostrarme ante Andrea bajo cualquier excusa.
Con el tiempo arrancamos a tener mas confianza, ya no me decía vecino, sino Carlos, cuando limpiaba yo le comía el orto con la vista, ella me veía mas ya que directamente andaba sin remera a pesar de entrenar o no, Maicol nunca estaba, trabajaba desde la mañana y llegaba a la casa casi a las 18.
Un día, Andrea me llamo para saber donde estaban los productos de limpieza (los cambie de lugar apropósito) yo salí del cuarto gimnasio, pero no se por que si estaba caliente o que, pero fui a verla en boxer, solo para ver su reacción.
—¿Me llamaste Andrea?— pregunte casualmente.
Ella se sorprendió al verme así, pero no le desagrado.
—Si Carlo, donde tan los jabones para piso— pregunto, mientras se le desviaba un poco la vista a mis boxers, ya que fui medio engomado y se me notaba la pija semi parada.
—Ah disculpa, los cambie el otro día, fíjate al lado del mueble de la cocina— le respondí.
—Joya, que tene calor?— me pregunto medio en broma, señalando mi entrepierna.
—Jaja ¿Qué tiene? Hace un re calor.
—Si pero estoy yo gato— me respondió riéndose.
—Anda si yo no te dije nada cuando te agarre en tanga en el baño— le respondí con otra broma.
—Cállate que vergüenza— dijo.
—Tranqui hay confianza, aparte no es nada que no hayas visto.
—¿Hay confianza?— me pregunto.
—Y si Andrea, ya hace meses nos conocemos y venís varias veces a la semana, aparte me gusta estar cómodo en casa, como vos dijiste.
—Jaja pero si el Maicol se entera se re pudre.
—Bueno mejor que no se entere entonces.
—Tranqui que no tengo drama con que ande así, mientra no te ponga en pelotas— me dijo en joda.
—Jaja no da todavía— le tire, como insinuando que en algún momento si —Si queres vos ponete cómoda también.
—Comoda como?
—No se, si tenes calor sacate algo, vos ves ahí, yo tampoco tengo drama.
—Jaja no se re pudre ahí Carlo, llega a verme el otro y me hecha a la calle.
—Pero si no esta ahora, aparte yo tampoco le digo nada.
—No da, dale anda y dejame labura.
—Dale Andre.
Me fui al baño, bastante caliente, me mostré engomado ante la villera de Andrea y le insinué que se pusiera igual, sin dudas teníamos mas confianza, pero hubiera sido un sueño que se pusiera a limpiar entangada.
Pero no termine ahí, en el baño, me clave una paja con todo lo que ocurrió, me asegure de acabar en los boxers que llevaba y los deje sobre una pila de ropa para lavar, en un lugar que claramente se notarían, para luego cambiarme.
—Che Andrea,ya acabe en el baño, cuando puedas pone la ropa a lavar que el piso ya esta limpio.
—Joya Carlo, ahí voy.
Yo me puse en la computadora a trabajar sin remera, a los veinte minutos llega ella.
—Ya termine todo— me dijo.
—Dale buenaso Andrea, pusiste toda la ropa?— pregunte.
—Si toda— respondió.
Seguro noto que los boxers eran los mismos que use antes.
Le pague ese día y se fue, pero yo seguí pensando como avanzar mas con la villera culona esta.
3 comentarios - Mí vecina villera 2.