Esto ocurrió un día de verano, yo estaba en mi casa con muchisimo calor en mi panocha, así que decidí meterme en la ducha. Estaba sola, así que dejé la puerta abierta, total no tenía pensado que ocurriera lo que vendría después. Tenía la música puesta, siempre me duchaba con ella, era mucho más cachondo, mientras me masturbaba con mi dildo. Me puse a perrear bueno mejor dicho a cogerme a mi dildo. Estaba tan concentrada en lo mío que ni si escuché la puerta de casa.
Era mi hermano con uno de sus amigos. No sé a que venían, el caso es que no me di ni cuenta de que andaban por la casa, y yo con la puerta del baño abierta. La verdad es que el amigo de mi hermano estaba un poco feo, pero pasable, todos los amigos de mi hermano se fijaban en mí, pero todos eran más chicos.
Salí de la ducha aún sin percatarme de la llegada de mi hermano. Me pusé mi albornoz cortito que que llegaba hasta un poco menos de la mitad del muslo, con mi dildo en la mano y salí cantando por la puerta, tropezandome en ese mismo instante con el amigo de mi hermano. Sonreí de nervios al ver como se me quedaba mirando de arriba a abajo y le guiñé un ojo con diversion . La verdad es que nunca me había atrevido a algo así, pero supongo que aquella situación me puso algo caliente y nerviosa al llevar mi pene de plástico en la mano. Le di un beso en la mejilla y después caminé hasta mi habitación subiendo un poco mi albornoz, dejando visible una parte de mis nalgas, sabiendo que él iba a mirar. Lo cierto es que no sé que me pasaba hoy estaba totalmente desenfrenada, más que otras veces, quería coger, pues estaba ovulando, pensé en los chi que molestaban a mi hermano, pero por el momento no, todavía no me van a coger ellos.
Escuché desde allí como mi hermano y su amigo se ponían a jugar a la play. Después escuché como mi hermano le decía a su amigo que le esperara allí jugando un rato, que tenía que bajar a comprar unas cosas, que no iba a tardar mucho. La verdad es que eran muy amigos y mi hermano se fiaba de él, es por ello por lo que él accedió a quedarse. Sonreí de lado y escuché como mi hermano salía por la puerta.
Una idea brillante se me pasó por la cabeza, estaba muy cachonda y tenía ganas de una verga adentro de mí que me hiciera suya y me hiciera gemir como la puta que soy y hoy tenía intención de conseguirle.
Dejé la puerta de mi habitación medio abierta, él estaba en el salón. Me tumbé en la cama y subí un poco mi albornoz. Comencé a masturbarme pensando en él, soltando algún que otro gemido con la esperanza de que él lo escuchase y se acercara a ver que era lo qué pasaba.
No tuve que hacer muchos ruidos más ya que mi previsión se hizo realidad, en poco tiempo el amigo de mi hermano estaba asomado a la puerta viendo como me masturbaba. Le miré y sonreí al notar como un bulto bastante grande se intuía bajo su pantalón.
-¿Te gusta lo que ves?.- Le pregunté moviendo más rápidamente mi mano, masturbandome volviendo a soltar algún que otro gemido. Vi como el se quedaba parado en la puerta mirandome con la boca abierta, sin poder disimular el bulto de su pantalon.
Continuará...
Era mi hermano con uno de sus amigos. No sé a que venían, el caso es que no me di ni cuenta de que andaban por la casa, y yo con la puerta del baño abierta. La verdad es que el amigo de mi hermano estaba un poco feo, pero pasable, todos los amigos de mi hermano se fijaban en mí, pero todos eran más chicos.
Salí de la ducha aún sin percatarme de la llegada de mi hermano. Me pusé mi albornoz cortito que que llegaba hasta un poco menos de la mitad del muslo, con mi dildo en la mano y salí cantando por la puerta, tropezandome en ese mismo instante con el amigo de mi hermano. Sonreí de nervios al ver como se me quedaba mirando de arriba a abajo y le guiñé un ojo con diversion . La verdad es que nunca me había atrevido a algo así, pero supongo que aquella situación me puso algo caliente y nerviosa al llevar mi pene de plástico en la mano. Le di un beso en la mejilla y después caminé hasta mi habitación subiendo un poco mi albornoz, dejando visible una parte de mis nalgas, sabiendo que él iba a mirar. Lo cierto es que no sé que me pasaba hoy estaba totalmente desenfrenada, más que otras veces, quería coger, pues estaba ovulando, pensé en los chi que molestaban a mi hermano, pero por el momento no, todavía no me van a coger ellos.
Escuché desde allí como mi hermano y su amigo se ponían a jugar a la play. Después escuché como mi hermano le decía a su amigo que le esperara allí jugando un rato, que tenía que bajar a comprar unas cosas, que no iba a tardar mucho. La verdad es que eran muy amigos y mi hermano se fiaba de él, es por ello por lo que él accedió a quedarse. Sonreí de lado y escuché como mi hermano salía por la puerta.
Una idea brillante se me pasó por la cabeza, estaba muy cachonda y tenía ganas de una verga adentro de mí que me hiciera suya y me hiciera gemir como la puta que soy y hoy tenía intención de conseguirle.
Dejé la puerta de mi habitación medio abierta, él estaba en el salón. Me tumbé en la cama y subí un poco mi albornoz. Comencé a masturbarme pensando en él, soltando algún que otro gemido con la esperanza de que él lo escuchase y se acercara a ver que era lo qué pasaba.
No tuve que hacer muchos ruidos más ya que mi previsión se hizo realidad, en poco tiempo el amigo de mi hermano estaba asomado a la puerta viendo como me masturbaba. Le miré y sonreí al notar como un bulto bastante grande se intuía bajo su pantalón.
-¿Te gusta lo que ves?.- Le pregunté moviendo más rápidamente mi mano, masturbandome volviendo a soltar algún que otro gemido. Vi como el se quedaba parado en la puerta mirandome con la boca abierta, sin poder disimular el bulto de su pantalon.
Continuará...
1 comentarios - A escondidas de mi hermano