Por más veces que esto sea repetido, nunca deja de ser cierto, la vida nunca es lo que uno espera.
Muchas veces tienes un deseo prohibido, algo que quieres pero que sabes que es imposible, algo con lo que fantaseas pero sabes que está mal, que es inmoral, algo que te encantaría que pase pero que al mismo tiempo sabes que de suceder, tu vida se complicaria por completo. Bien, esto me sucedió a mi, y vaya que cambió mi vida para siempre.
Yo nací en el ceno de una típica familia tercermundista, con un padre ausente y una madre joven que aún no termino de entender como se las arregló para salir adelante sola, y con dos hijos.
Pues asi es, éramos dos, y no es que mi madre haya caído en el error de tener un hijo sin los recursos necesarios dos veces, si no que, para completar su desgracia en ese momento, se embarazó de gemelos.
Asi pues, mi hermana Romina y yo vinimos al mundo. Desde chicos siempre fuimos muy cercanos, pasamos mucho tiempo juntos y a solas, debido a que nuestra madre trabajaba casi todo el día para poder mantenernos ella sola.
Los primeros años de nuestras vidas vivimos con nuestra tía (hermana de mi madre) y nuestras primas, que eran un año menor que nosotros. Mi madre y mi tía se hacian cargo de nostros, éramos una familia, ellas eran las mamás.
Pero, conforme fuimos creciendo, nuestra madre se dió cuenta que necesitabamos más espacio como pubertos (y más aún yo siendo el único hombre en la familia), asi que como ya éramos lo suficientememte grandes como para quedarnos solos, mi madre consiguió más turnos en su trabajo y nos mudamos a una casa más pequeña.
Mi madre trabajaba casi todo el día. Salia de casa a las 06:00 a.m. y regresaba a las 05:00 p.m. para volver a salir a las 07:00 p.m. y regresar a las 11:00 p.m.
Y nosotros, con 13 años, practicamente viviamos solos, ya que nuestra madre se la pasaba más en el trabajo que en casa.
Nuestra madre confiaba mucho en nosotros, sobre todo porque Romina y yo nunca tuvimos peleas típicas de hermanos, siempre nos llevamos super bien e incluso dormimos juntos en la misma cama hasta los 10 años.
Y asi pasaron unos años y llegamos a donde todo cambió...
Romina tuvo un desarrollo rápido, sus atributos femeninos se hicieron notar a una temprana edad. Por mi parte fue igual, hablando de hormonas...
Poco a poco mi hermana empezó a atraerme, pero claro, estos eran pensamientos que venian a mi cabeza y yo los alejaba al instante. "Es mi hermana gemela" me decía, y dejaba de pensar en eso rápidamente.
Sin embargo, mientras fui creciendo, la atracción que sentía hacia ella tambien. Poco a poco dejaba que esos pensamientos entraran cada vez más, hasta que finalmente empecé a imaginarme como seria tener a mi hermana desnuda en la cama.
Empecé a agarrar sus prendas interiores para masturbarme en secreto. Aveces entraba a su cuarto en las noches mientras ella dormía para masturbarme frente a ella, pero nunca me atreví a tocarla, tenía mucho miedo de despertarla.
Siempre intenté espiarla mientras se duchaba o mientras se cambiaba de ropa, pero nunca logré nada.
Cada vez deseaba más a mi hermana, cada vez perdia más la razón y me moria por abalanzarme a ella y besarla.
Sin darme cuenta, empecé a enamorarme de ella, a querer tenerla para mi. Definitivamente sabia que esto no era normal, asi que decidí buscar en internet si habia más gente a la que le pasara lo mismo.
Y asi, descubrí a toda una comunidad de incestuosos y me di cuenta que el incesto era más común de lo que pensaba. Conocí a mucha gente que tenia sexo con sus padres, hermanos, primos, abuelos, hijos, nietos, etc.
Tambien empecé a ver porno incestuoso y a leer relatoa eróticos sobre eso. Como la laptop era mia, no me preocupaba en borrar el historial o en usar la pestaña de incógnito.
Todo esto hizo que mis deseos por mi hermana aumentaran, cada vez la deaseaba mas y aprovechaba mi condición como hermano para abrazarla y besarla en la menjilla siempre que podia.
Sin embargo, yo no podia más con este sentimiento, así que decidí desahogarme con mi mejor amiga Fabiana...
Ella nos conoce a los dos porque ambos estudiamos en la misma escuela y vamos en el mismo curso por tener la misma edad, asi que la noticia le sorprendió más de lo que yo esperaba.
- ¿Estás seguro de lo que me estás diciendo?.- Me dijo esa vez en su casa.
- Llevo años deseándola.- Le respondí con la mirada baja.
- Pues wow... Realmente me has sorprendido, pero Piero, ella es tu hermana gemela... Eso no puede ser...
- Lo sé pero... Ya he conocido a gente en internet que lo ha hecho y tiene una vida normal...
- ¿Que estás pretendiendo? Sabes que eso es imposible... Mira, eres mi mejor amigo y te quiero, pero esto no va a poder ser. Se que va a ser difícil para ti, se que la amas pero, debes pensar. No va a ser nada bueno que lo intentes, ella podria cambiar contigo para siempre, y en caso de ceder, su vida va a ser muy difícil...
Fabiana siempre me decía cosas asi. Ella es mi mejor amiga y la amo, es una chica muy atractiva, delgada, de tez clara, cabello negro ondeado y largo normalmente sujetado en una cola de caballo. Mide 1.73, Con una cintura muy bien formada y un trasero enorme y redondo. Todos me decían que estaba loco por tenerla tan cerca a mi y no follármela, pero yo solo tenía ojos para Romina, mi hermana gemela.
Yo soy alto, mido 1.80, soy de tez trigueña y tengo el cabello negro ondulado hasta los hombros.
Romina era como yo pero en femenino, obviamente con razgos mas finos en su rostro, mide 1.78, tiene el cabello igualmente negro y ondulado, solo que ella lo tenia mas largo, casi llegando a su cintura. Tenia un buen trasero, redondo y bien formado, pero sin embargo, su mayor atributo eran sus pechos. Eran los mas grandes del curso y muchos idiotas babeaban por ellos a escondidas mias (al menos respetaban que era su hermano), pero yo igual me daba cuenta.
Así entonces, llegó el día en el que todo cambiaria...
Estábamos en casa, no hacía mucho que habiamos llegado de la escuela. Yo habia quedado en salir con Fabiana, por lo que Romina se quedaría sola.
Yo acababa de salir de la ducha y ya habia terminando de vestirme cuando Romina vino a mi habitación.
- ¿A que hora has quedado con Fabiana?.- Me preguntó mientras entraba.
- A las 04:00 p.m. Ya no me queda mucho tiempo.- Le respondí mientras elegía que chaqueta ponerme.
Entonces se acercó por atrás y me abrazó, logré sentir sus pechos aprestarse en mi espalda.
- Hermanito... Sabes que mi laptop se malogró y tengo que esperar a fin de mes para que mamá la mande a arreglar...- Me dijo mientras me acariciaba.
- Eh... Si lo sé... ¿Que tiene?.- Le pregunté nervioso, intentando evitar la erección que estaba por venir.
- Pues... ¿Puedes prestarme la tuya? Debo hacer la tarea de historia que nos dejaron.- Me dió un beso en la mejilla.- También haré la tuya...
Yo realmente podia negarme, cuando se pone asi sabe que me tiene a sus pies. Sin pensar dos veces la respuesta le dije:
- Si si, tómala, no te preocupes.
- ¡Ay, te amo!.- Exclamó para luego darme varios besos seguidos en la mejilla.- Eres el mejor.
Asi entonces, terminé de alistarme, abrí mi laptop y puse la contraseña.
- Ahi la tienes.- Le dije entregándosela.
- Gracias.- Dijo dándome otro beso en la mejilla.- Cuídate, y a ver si ya le haces caso a Fabiana jaja.
Y entonces, salí de la casa y fui a mi encuentro con Fabiana.
Fue una tarde agradable, primero fuimos a comer a un restaurante, luego fuimos al cine y al salir fuimos a cenar.
- Piero... Ya deja de pensar en eso, no te hace bien.- Me dijo ya en la mesa, cuando tocamos el tema de Romina ota vez.- Sé que la amas, pero ya no puedes seguir asi, debes empezar a hacerte la idea de que nada va a pasar entre ustedes...
- Si pero... Ella ha estado muy cariñosa conmigo ultimamente...
- Porque eres su hermano gemelo. Deja de hacerte ilusiones, no quiero que salgas herido...
- Pero yo la amo...
- Lo sé, pero debes empezar a trabajar en dejar de amarla... Es por tu propio bien.
Y entonces, mi celular vibró. Yo lo saqué de mi bolsillo y lo desbloqueé. Era un mensaje de mi mamá: "Hoy no voy a llegar a dormir, tengo demasiado por hacer, me quedaré en una de las habitaciones de mi trabajo".
- Mi mamá no va a llegar a dormir...- Dije mientras guardaba mi celular.
Cuando terminamos de comer, pagué la cuenta y salimos del local. Llevé a Fabiana a su casa y luego regresé a la mia.
Eran cerca de las 11:00 p.m. cuando por fin llegué. Encontré las luces apagadas, asi que fui al cuarto de Romina a ver que todo estuviera bien.
Me la encontré durmiendo. Supuse que tanta tarea la habría dejado agotada y el quedarse sola la habrá hecho aburrirse y lor lo tanto, quedarse dormida más temprano de lo normal.
Cerré la puerta de su habitación y me fui a la mia. Me cambié de ropa y me puse la pijama, que consistía en un short y nada más. Me sujeté el cabello con una cola para evitar que me fastidie al dormir y me acosté en la cama.
A los minutos, no podía dormir. Empecé a pensar en Romina y en lo mucho que queria hacerla mia. Cogí mi celular y empecé a buscar relatos eróticos. No encontré nada que me convensa, todos los buenos relatos de esa página ya los había leído.
Entonces, para saciar mis ganas, decidí hacer algo que llevaba tiempo sin hacer. Me levanté y fui silenciosamente al cuarto de mi hermana. Abrí la puerta cuidadosamente y no la cerré para que me sea más fácil el salir corriendo si algo salia mal.
Y entonces, me acerqué a su cama. Ahi estaba ella, durmiendo de costado. Su rostro esta justo del lado en el que estaba yo.
Mirando su hermoso rostro, empecé a bajar mi pantalón y mi boxer, liberando de su encierro a mi miembro ya erecto, el cual terminó de solidificarse al salir. Me acerqué más a ella y sujete mi miembro apuntandolo hacia a ella. Lentamente empecé a ir desde la base hasta la punta.
Empecé a aumentar la velocidad mientras la veia dormir. Debido a la oscuridad y a las frazadas no lograba admirar toda su belleza, pero el simple hecho de saber que era ella, que era mi hermana gemela, hacía que caliente de una forma inhumana.
Asi estuve durante algún rato. No se porque justo en esa ocasión, decidí acercarme un poco más... Fui avanzando lentamente sin dejar de masturbarme, cuando me di cuenta de algo extraordinario... Tenía los ojos abiertos.
Entonces, ella se dió cuenta de que me percaté que estuvo despierta todo el tiempo. Yo no sabia que hacer, lo primero que se me ocurrió fue guardar mi miembro, pero resultaba difícil por lo duro que estaba.
- Entonces es cierto...- Me dijo mientras se levantaba y se sentaba justo frente a mi.
- Eh... ¿Que...? ¿A que te refieres?.- Pregunté nervioso.
- Que yo te gusto...- Respondió bajando la mirada.
- ¿¡Que!? ¿Que estás hablando?.- Respondí sin dar crédito a lo que oía.
- Ya no lo niegues, estabas aqui parado masturbándote frente a mi mientras pensabas que dormía... Y lo has hecho antes...
Yo estaba completamente helado... No comprendía nada. Pensé que alguien podria haberle contado, pero la única que lo sabia era Fabiana, y la conozco perfectamente, ella nunca haria eso. Entonces se me ocurrió que ella podria haberse dado cuenta de las veces que me habia masturbado frente a ella, porque me dijo "Y lo has hecho antes".
Pero entonces, ¿Porque nunca me dijo nada? ¿Porque justo esa noche decidió decirme algo?...
- Siempre lo supiste...
- ¿Que? No... Osea, ahora que lo pienso si, aveces sentía que alguien entraba y hacia algo al lado de mi cama, pero era tan poco lúcido que pensé que eran sueños, pero ya veo que siempre fuiste tú...
- Yo.. En verdad.. Lo siento...
- Pero no fue así como me enteré.- Me cortó.
- ¿Que?... Entonces... ¿Fabiana te lo contó?
- ¿¡Que!? ¿¡Fabiana lo sabe!?
- Ahh... Yo...
- No puedo creer que se lo hayas contado a alguien de nuestro entorno...
- Lo siento, yo en verdad lo lamento, pero, ¿Como te enteraste?...
- Ah ¿Te olvidas que hoy me prestaste tu laptop cierto?...
Y ahi todo cobró sentido... Y esa era la peor forma en la que ella se podria haber enterado...
- ¿Lo viste todo?.- Pregunté nervioso.
- Hasta tus conversaciones...
- ¿Las fotos?
- Tambien...
Estar metido en asuntos incestuosos en internet había hecho que conozca mucha gente que si lo practicaba. Gente a la que les habia contado todo lo que sentía por mi hermana y todo lo que habia hecho. Tambien en ocasiones habia me encontrado con chicas incestuosas con las que había intercambiado fotos y videos... Y ahora Romina lo sabía todo...
Hubo un silencio que se sintió eterno, el cual fue roto cuando ella dijo:
- ¿Porqué no me lo dijiste?.
- ¿Como decirle a mi hermana gemela con la que he compartido en mi vida entera una perfecta relación de fraternidad, que quiero tener sexo con ella?.- Respondí.
- Cierto...
Y entonces lo comprendí. Todo estaba acabado, la perfecta relación que tenía con mi hermana se habia acabado. Todo se habia ido a la mierda.
- Lamento haberte hecho pasar por esto... En serio.- Dije mientras me volteaba para salir por la puerta.
Y en eso, sucedió. No habia alcanzado a darme media vuelta cuando Romina se levantó y fué contra mi. Me sujetó de los hombros, me volteó hacia ella, me miró a los ojos durante una fracción de segundo y sin dar lugar a la oportunidad de hacer como si nada hubiera pasado, llevó sus labios a los mios y se unieron en un beso. Un beso que cambió nuestras vidas para siempre.
Yo no terminaba de procesarlo, todo sucedió tan rápido que seguía con los ojos abiertos. Y cuando por fin lo comprendí, llevé mis manos a su cintura y cerré mis ojos. Ella pegó su cuerpo al mio y se aferró a mi cuello, abrazándolo. Su lengua entró en busca de la mia y al encontrarse, empezaron un sucio pero excitante juego que duró varios segundos más, hasta que ella finalmente se separó y mirándome a los ojos me dijo:
- Hazme tuya.
Y yo sin pensarlo dos veces, dejé que una sonrisa se dibuje en mi rostro y la tiré a la cama.
- No sabes cuanto he deseado esto...
- Pues ahora me tienes solo para tí.- Respondió con una sonrisa pervertida mientras se apoyaba en sus codos.
Por fin, luego de tanto tiempo deseándolo, tenía a mi hermana gemela, por fin iba a tener sexo con ella, por fin iba a cogérmela...
Me arrodillé ante ella, sujeté su pantalón de pijama y lo bajé rápidamente, dejando sus hermosas piernas desnudas. Luego de acariciar sus muslos, sujeté su tanga por los costados e hicr lo mismo, la bajé hasta que finalmente quedó desnuda de la cintura para abajo.
Llevé la tanga a mi rostro e inhalé, sintiendo el majuestuoso olor de lo que me esperaba a continuación.
- Te gusta eso ¿Cierto?. Ya sé porque mis bragas desaparecian durante días...
- Amo tu olor.- Respondí.
- Pues deja de perder el tiempo en um estúpido calzón y huélelo directo de donde sale.
Tiré la tanga a un lado y sin pensarlo más, decidí probar por primera vez lo que tanto había deseado. Abrí sus piernas y me acerqué lentamente mientras el aroma a hembra en celo se sentía cada vez más cerca. Una vez estuve lo suficientemente cerca, dí una lamida entre sus labios. La sensación fue increible, sentir el sabor de mi propia hermana después de tanto desearlo... No demoré en dar la siguiente lamida y empezar a introducir toda mi lengua entre los labios menores para empezar a ir de arriba a abajo mientras intentaba tragar los fluidos que se liberaban gracias a mi presencia.
Ella puso su mano sobre mi cabeza y empezó a empujar hacia adentro, incitándome a no detenerme.
- Oh si hermanito... No te detengas...
Yo empecé a introducir más la punta de mi lengua, a lo que ella respondió con gemidos que dejaban en evidencia su placer.
Poco a poco fui subiendo, abandonando el interior de sus labios y ascendiendo hacia su clítoris. Una vez mi lengua y este se encontraron, empece a lugar con él, lamiéndolo de arriba a abajo mientras metía mis dedos indíce y medio dentro de su vagina...
Ella no podía contener los gemidos y yo no debaja de disfrutar de su olor y su sabor, todo era tan perfecto...
Pasaron un par de minutos hasta que ella obtuvo su primer orgasmo de la noche, soltándo además ese elixir blanco que tanto me enloquece. Porsupuesto me lo tragué todo luego de saborear la gloria de su sabor.
- Oh, eso estuvo magnífico...
Entonces, ella se acomodó bien en la cama, echándose bocarriba a lo largo de esta. Me miró y aquella expresión signficaba una cosa... Me desnudé por completo, me subí a la cama, ella abrió sus piernas y yo me arrodillé entre estas.
- Vas a ser el primero...- Me dijo con una pequeña sonrisa.
- ¿En serio? ¿Aún eres virgen?.
- Pues tecincamente si, aunque... Ya he usado juguetes.- Me respondió con una sonrisita.
- ¿Que? ¿Un consolador?.- Respondí algo sorprendido
- Así es.
- ¿Y como...?
- Ariana me regaló uno el año pasado...
- Vaya... Jaja, bueno, eso facilita las cosas...
Y entonces, sujeté mi miembro erecto y lo posicioné en la entrada de su feminidad. El tacto de mi pene con su vagina me hizo recordar que estaba a punto de follarme a mi hermana gemela, lo que se manifestó como un impulso de d emoción que recorrió todo mi cuerpo. Sin pensarlo más, finalmente empecé a introducirlo poco a poco, mientras ella daba pequeños suspiros. Una vez estuve adentro, me dejé caer apoyándo mis manos a cada lado de su cabeza. El impacto hizo que mi pelvis se impulsara más contra ella, haciéndola lanzar un gran gemido.
- Aahh... Si, desvirga a tu hermana gemela... Si...- Exclamó ella
Y entonces empecé a moverme de adentro hacia afuera, mientras ella se agarraba de mis muñecas. Vi su rostro gimiendo tan cerca del mio, lo que me insitó a bajar la cabeza para besarla suavemente en los labios, a lo que ella respondió alzando ligeramente la cabeza y succionando mi labio inferior. Yo le seguí el beso, mientras la penetraba cada vez más rápido. Bajé de sus labios a su cuello, en lo que ella al tener la boca libre empezó a gemir lentamente. Apoyé mis brazos en la cama, lo que permitió bajar hasta sus pechos. Eran tan grandes que podía perderme entre ellos. Empecé a chupar uno de sus pezones, mientras ella empezaba a dar pequeños gritos.
- Ah si... Si... Ah, chupa... Chupa mis tetas hermanito, chupalaaaas.
Pase de un seno al otro. Empecé a lamerlo de arriba a abajo para luego proceder a chuparlo tambien. Poco a poco fui aumentando la velocidad con la que la penetraba, cada vez entrando más profundo.
Pasaron varios minutos asi, pasando de sus labios a sus pechos, mientras ella no paraba de gemir.
- Oh si... Fóllame... Folla a tu hermana gemela, no pares, no pares...
- ¿Te gusta? ¿Te gusta que tu hermano de folle?.- Empecé a decir entre suspiros.
- Aah, si... Si... Fóllame, soy tuya... Oh... Creo que... Creo que ya estoy cerca... No te detengas... ¡No te detengas!
Hice caso a sus suplicas y empecé a darle más rapido, mientras ella no paraba de gemir. Ya en las últimas embestidas, sus gritos no parecian próximos a detenerse. Mi velocidad no paró hasta que soltó un gran alarido final, con el que marcó el momento en el que soltó todos sus fluidos, al mismo tiempo que yo llenaba su interior con mi semen. Talvez por ser gemelos y de cierto modo estar sincronizados, nuestros cuerpos liberaron nuestros orgasmos al mismo tiempo... Fue maravilloso.
Caí postrado bocarriba a su lado. Ella recostó su cabeza sobre mi pecho y yo procedí a abrazarla. Nuestros cuerpos se unieron en el agotamiento posterior al coito, marcando asi que lo que acababa de suceder no habia sido un error.
- Te amo...- Susurró ella.
- Yo tambien te amo...- Respondí.
- No puedo creer que me deseaste durante todo este tiempo.
- No tenía ojos para ninguna otra...
- Ahora tiene sentido... Ya comprendo porque no le haces caso a Fabiana...
- Pero si a ella ni siquiera le gusto...
- Oh, porfavor, toda la clase ha notado que babea por ti... Es evidente que le gustas.
- Talvez... Ni siquiera lo noté...
- Pues ya se porque no lo notaste jeje.
- Solo te quería a ti...
- Pobrecita... Además le contaste que te gusto... No me imagino lo mal que debe sentirse...
La conversación empezaba a incomodarme. Acababa de follarme a mi hermana y ella solo hablaba de como no le hago caso a mi mejor amiga, asi que decidí cambiar de tema.
- Pues... Bueno, yo llevo años queriendo tener sexo contigo, pero tú... ¿Como asi...?
- Siempre me pareciste atractivo, pero eras mi gemelo y obviamente nunca se me cruzó nada fuera de lo normal... Aveces imaginaba cosas, pero eran pensamientos fugaces que venian y al instante se iban... Sin embargo hoy... Vi las cosas que lees, las cosas que hablabas con esa gente, vi a otras personas que hacian esto, dándome cuenta de que es más común de lo que creia... Te vi desnudo... Vi...- Bajó su mano hasta mi miembro, que pasó de su estado blando a empezar a endurecerse de nuevo.- A tu amigo... Jeje.- Empezó a subir y bajar lentamente.- Y no pude evitar excitarme... Empecé a masturbarme y al correrme, me sentí culpable y me arrepentí, cerré todo y me acosté... Pero al rato volvió a mi cabeza la imagen de tu polla y el saber que me deseabas... Me masturbé de nuevo y al final volví a arrepentrime... El ciclo se repitió hasta que la culpa se fue y decidí que tambien queria tener sexo contigo... Empecé a deaearte. Y ya te tengo... Fuiste el primer hombre con el que he follado y sin dudas fue mejor de lo que me imaginé...- Subió su mirada y me dió un pequeño beso en los labios.
Su pequeña historia hizo que recuperara mi erección por completo. Imaginarme a mi hermana gemela masturbarse pensando en mi como tantas veces yo lo habia hecho, simplemente me excitaba de una forma en la que nada lo había hecho antes.
Ella empezó a masturbarme un poco más rápido mientras me besaba. Yo llevé mi mano a su trasero y empecé a apretar sus nalgas.
- Es mi turno.- Dijo sonriéndome con su rostro muy cerca al mio.
Ella bajó hasta que estuvo a la altura de mi miembro mientras yo me recostaba apoyándome en la cabecera para darle espacio. Sujetó mi pene erecto desde la base y me miró a los ojos. Sonrió mientras acercaba sus labios a la punta.
Una vez mi polla entró en contacto con su boca, la excitación aumentó para ambos; ella no aguantó y se tragó poco más de la mitad de un solo bocado, mientras yo colocaba mi mano sobre su larga y ondulada cabellera, incitándola a no parar.
Ella subió hasta la punta sin dejar de chupar y volvió a bajar. Luego de un rato en esa secuencia, empezó masturbarme usando su saliva como lubricante gracias a sus lamidas. Sacaba toda la lengua y me miraba mientras la punta tocaba la punta de mi miembro. Una vez ahi, empezó a lamer rápidamente para luego volvérsela a meter de golpe, sin sacar la mano de la base.
Finalmente luego de un rato, empujé más su cabeza y empecé a follarme su boca, hasta que inevitablemente solté mi segunda corrida de la noche.
Ella me miró a los ojos y abrio la boca sacando la lengua, dejando ver como mi semen se encontrabe esparcido en toda su boca. Ella saboreó y se lo tragó todo, sonrió y subió hasta mi cara para besarme.
Me hizo recostarme bocarriba otra vez mientras sus labios jugaban con los mios. Habia apoyado su vagina sobre mi miembro semi erecto y la frotaba mientras soltaba su segundo orgasmo, cuyo sonido fué ahogado por el beso que nos estábamos dando.
Ella no paró de moverse. Tenia mi pene bocarriba entre sus labios menores, los cuales hacian un húmedo y excitante sonido al frotar.
- ¿Listo para la segunda?.- Me preguntó luego de algunos minutos con una sonrisa en el rostro.
- Para la segunda y todas las que vienen...- Le Respondí.
Llevó su mano a nuestra entrepierna y lentamente introdujo mi miembro en su interior. Dejó caer todo su peso, con lo que liberó un gran gemido. Ahora ella haria todo el trabajo.
Empezó a moverse a una velocidad lenta, mientras daba pequeños gemidos y poco a poco aumentaba la velocidad. Yo llevé mis manos a su cintura y empecé a acariciarla. Ella reaccionó moviéndose con más fuerza y sonriéndome.
- La tienes muy grande...- Me dijo entre risa y susrro.
- Como tú con estas.- Respondí llevando mis manos a sus pechos.
- Somos gemelos... Alguna similutud sexual tenia que haber.- Dijo poniendo sus manos sobre las mías.
La conversación aumentó la temperatura y ambos empezamos a movernos más rápido. Apretujé sus pechos mientras ella gemia y no quitaba sus manos de las mias.
-Oh.. Si, si... Ay si... No te detengas ahora...- Empezó a suplicarme
- Tú tampoco lo hagas....-Empecé a soltar alaridos.- Esto es lo mejor... Siempre he soñado con esto...
- Pues aqui me tienes... ¡Soy tuya y solo tuyaa~!
- ¿Solo mia?
- Si... Ah... Ay si, solo tuya...
Estuvimos algunos minutos más asi mientras la cama no paraba de chillar, hasta que finalmente... Ocurrió de nuevo.
Ambos gritámos al mismo tiempo e intercambiemos fluidos. Yo volví a llenar su feminidad con mi esperma y ella me empapó toda la pelvis con su corrida.
Sin sacarla, ella cayó sobre mi y la abracé. Besé su cabeza y luego empecé a acariciar su cabello...
- Eso fue genial...- Dije mirando al techo.
- Si que lo fue...-Respondió ella acurrucándose encima mio.
Muchas veces tienes un deseo prohibido, algo que quieres pero que sabes que es imposible, algo con lo que fantaseas pero sabes que está mal, que es inmoral, algo que te encantaría que pase pero que al mismo tiempo sabes que de suceder, tu vida se complicaria por completo. Bien, esto me sucedió a mi, y vaya que cambió mi vida para siempre.
Yo nací en el ceno de una típica familia tercermundista, con un padre ausente y una madre joven que aún no termino de entender como se las arregló para salir adelante sola, y con dos hijos.
Pues asi es, éramos dos, y no es que mi madre haya caído en el error de tener un hijo sin los recursos necesarios dos veces, si no que, para completar su desgracia en ese momento, se embarazó de gemelos.
Asi pues, mi hermana Romina y yo vinimos al mundo. Desde chicos siempre fuimos muy cercanos, pasamos mucho tiempo juntos y a solas, debido a que nuestra madre trabajaba casi todo el día para poder mantenernos ella sola.
Los primeros años de nuestras vidas vivimos con nuestra tía (hermana de mi madre) y nuestras primas, que eran un año menor que nosotros. Mi madre y mi tía se hacian cargo de nostros, éramos una familia, ellas eran las mamás.
Pero, conforme fuimos creciendo, nuestra madre se dió cuenta que necesitabamos más espacio como pubertos (y más aún yo siendo el único hombre en la familia), asi que como ya éramos lo suficientememte grandes como para quedarnos solos, mi madre consiguió más turnos en su trabajo y nos mudamos a una casa más pequeña.
Mi madre trabajaba casi todo el día. Salia de casa a las 06:00 a.m. y regresaba a las 05:00 p.m. para volver a salir a las 07:00 p.m. y regresar a las 11:00 p.m.
Y nosotros, con 13 años, practicamente viviamos solos, ya que nuestra madre se la pasaba más en el trabajo que en casa.
Nuestra madre confiaba mucho en nosotros, sobre todo porque Romina y yo nunca tuvimos peleas típicas de hermanos, siempre nos llevamos super bien e incluso dormimos juntos en la misma cama hasta los 10 años.
Y asi pasaron unos años y llegamos a donde todo cambió...
Romina tuvo un desarrollo rápido, sus atributos femeninos se hicieron notar a una temprana edad. Por mi parte fue igual, hablando de hormonas...
Poco a poco mi hermana empezó a atraerme, pero claro, estos eran pensamientos que venian a mi cabeza y yo los alejaba al instante. "Es mi hermana gemela" me decía, y dejaba de pensar en eso rápidamente.
Sin embargo, mientras fui creciendo, la atracción que sentía hacia ella tambien. Poco a poco dejaba que esos pensamientos entraran cada vez más, hasta que finalmente empecé a imaginarme como seria tener a mi hermana desnuda en la cama.
Empecé a agarrar sus prendas interiores para masturbarme en secreto. Aveces entraba a su cuarto en las noches mientras ella dormía para masturbarme frente a ella, pero nunca me atreví a tocarla, tenía mucho miedo de despertarla.
Siempre intenté espiarla mientras se duchaba o mientras se cambiaba de ropa, pero nunca logré nada.
Cada vez deseaba más a mi hermana, cada vez perdia más la razón y me moria por abalanzarme a ella y besarla.
Sin darme cuenta, empecé a enamorarme de ella, a querer tenerla para mi. Definitivamente sabia que esto no era normal, asi que decidí buscar en internet si habia más gente a la que le pasara lo mismo.
Y asi, descubrí a toda una comunidad de incestuosos y me di cuenta que el incesto era más común de lo que pensaba. Conocí a mucha gente que tenia sexo con sus padres, hermanos, primos, abuelos, hijos, nietos, etc.
Tambien empecé a ver porno incestuoso y a leer relatoa eróticos sobre eso. Como la laptop era mia, no me preocupaba en borrar el historial o en usar la pestaña de incógnito.
Todo esto hizo que mis deseos por mi hermana aumentaran, cada vez la deaseaba mas y aprovechaba mi condición como hermano para abrazarla y besarla en la menjilla siempre que podia.
Sin embargo, yo no podia más con este sentimiento, así que decidí desahogarme con mi mejor amiga Fabiana...
Ella nos conoce a los dos porque ambos estudiamos en la misma escuela y vamos en el mismo curso por tener la misma edad, asi que la noticia le sorprendió más de lo que yo esperaba.
- ¿Estás seguro de lo que me estás diciendo?.- Me dijo esa vez en su casa.
- Llevo años deseándola.- Le respondí con la mirada baja.
- Pues wow... Realmente me has sorprendido, pero Piero, ella es tu hermana gemela... Eso no puede ser...
- Lo sé pero... Ya he conocido a gente en internet que lo ha hecho y tiene una vida normal...
- ¿Que estás pretendiendo? Sabes que eso es imposible... Mira, eres mi mejor amigo y te quiero, pero esto no va a poder ser. Se que va a ser difícil para ti, se que la amas pero, debes pensar. No va a ser nada bueno que lo intentes, ella podria cambiar contigo para siempre, y en caso de ceder, su vida va a ser muy difícil...
Fabiana siempre me decía cosas asi. Ella es mi mejor amiga y la amo, es una chica muy atractiva, delgada, de tez clara, cabello negro ondeado y largo normalmente sujetado en una cola de caballo. Mide 1.73, Con una cintura muy bien formada y un trasero enorme y redondo. Todos me decían que estaba loco por tenerla tan cerca a mi y no follármela, pero yo solo tenía ojos para Romina, mi hermana gemela.
Yo soy alto, mido 1.80, soy de tez trigueña y tengo el cabello negro ondulado hasta los hombros.
Romina era como yo pero en femenino, obviamente con razgos mas finos en su rostro, mide 1.78, tiene el cabello igualmente negro y ondulado, solo que ella lo tenia mas largo, casi llegando a su cintura. Tenia un buen trasero, redondo y bien formado, pero sin embargo, su mayor atributo eran sus pechos. Eran los mas grandes del curso y muchos idiotas babeaban por ellos a escondidas mias (al menos respetaban que era su hermano), pero yo igual me daba cuenta.
Así entonces, llegó el día en el que todo cambiaria...
Estábamos en casa, no hacía mucho que habiamos llegado de la escuela. Yo habia quedado en salir con Fabiana, por lo que Romina se quedaría sola.
Yo acababa de salir de la ducha y ya habia terminando de vestirme cuando Romina vino a mi habitación.
- ¿A que hora has quedado con Fabiana?.- Me preguntó mientras entraba.
- A las 04:00 p.m. Ya no me queda mucho tiempo.- Le respondí mientras elegía que chaqueta ponerme.
Entonces se acercó por atrás y me abrazó, logré sentir sus pechos aprestarse en mi espalda.
- Hermanito... Sabes que mi laptop se malogró y tengo que esperar a fin de mes para que mamá la mande a arreglar...- Me dijo mientras me acariciaba.
- Eh... Si lo sé... ¿Que tiene?.- Le pregunté nervioso, intentando evitar la erección que estaba por venir.
- Pues... ¿Puedes prestarme la tuya? Debo hacer la tarea de historia que nos dejaron.- Me dió un beso en la mejilla.- También haré la tuya...
Yo realmente podia negarme, cuando se pone asi sabe que me tiene a sus pies. Sin pensar dos veces la respuesta le dije:
- Si si, tómala, no te preocupes.
- ¡Ay, te amo!.- Exclamó para luego darme varios besos seguidos en la mejilla.- Eres el mejor.
Asi entonces, terminé de alistarme, abrí mi laptop y puse la contraseña.
- Ahi la tienes.- Le dije entregándosela.
- Gracias.- Dijo dándome otro beso en la mejilla.- Cuídate, y a ver si ya le haces caso a Fabiana jaja.
Y entonces, salí de la casa y fui a mi encuentro con Fabiana.
Fue una tarde agradable, primero fuimos a comer a un restaurante, luego fuimos al cine y al salir fuimos a cenar.
- Piero... Ya deja de pensar en eso, no te hace bien.- Me dijo ya en la mesa, cuando tocamos el tema de Romina ota vez.- Sé que la amas, pero ya no puedes seguir asi, debes empezar a hacerte la idea de que nada va a pasar entre ustedes...
- Si pero... Ella ha estado muy cariñosa conmigo ultimamente...
- Porque eres su hermano gemelo. Deja de hacerte ilusiones, no quiero que salgas herido...
- Pero yo la amo...
- Lo sé, pero debes empezar a trabajar en dejar de amarla... Es por tu propio bien.
Y entonces, mi celular vibró. Yo lo saqué de mi bolsillo y lo desbloqueé. Era un mensaje de mi mamá: "Hoy no voy a llegar a dormir, tengo demasiado por hacer, me quedaré en una de las habitaciones de mi trabajo".
- Mi mamá no va a llegar a dormir...- Dije mientras guardaba mi celular.
Cuando terminamos de comer, pagué la cuenta y salimos del local. Llevé a Fabiana a su casa y luego regresé a la mia.
Eran cerca de las 11:00 p.m. cuando por fin llegué. Encontré las luces apagadas, asi que fui al cuarto de Romina a ver que todo estuviera bien.
Me la encontré durmiendo. Supuse que tanta tarea la habría dejado agotada y el quedarse sola la habrá hecho aburrirse y lor lo tanto, quedarse dormida más temprano de lo normal.
Cerré la puerta de su habitación y me fui a la mia. Me cambié de ropa y me puse la pijama, que consistía en un short y nada más. Me sujeté el cabello con una cola para evitar que me fastidie al dormir y me acosté en la cama.
A los minutos, no podía dormir. Empecé a pensar en Romina y en lo mucho que queria hacerla mia. Cogí mi celular y empecé a buscar relatos eróticos. No encontré nada que me convensa, todos los buenos relatos de esa página ya los había leído.
Entonces, para saciar mis ganas, decidí hacer algo que llevaba tiempo sin hacer. Me levanté y fui silenciosamente al cuarto de mi hermana. Abrí la puerta cuidadosamente y no la cerré para que me sea más fácil el salir corriendo si algo salia mal.
Y entonces, me acerqué a su cama. Ahi estaba ella, durmiendo de costado. Su rostro esta justo del lado en el que estaba yo.
Mirando su hermoso rostro, empecé a bajar mi pantalón y mi boxer, liberando de su encierro a mi miembro ya erecto, el cual terminó de solidificarse al salir. Me acerqué más a ella y sujete mi miembro apuntandolo hacia a ella. Lentamente empecé a ir desde la base hasta la punta.
Empecé a aumentar la velocidad mientras la veia dormir. Debido a la oscuridad y a las frazadas no lograba admirar toda su belleza, pero el simple hecho de saber que era ella, que era mi hermana gemela, hacía que caliente de una forma inhumana.
Asi estuve durante algún rato. No se porque justo en esa ocasión, decidí acercarme un poco más... Fui avanzando lentamente sin dejar de masturbarme, cuando me di cuenta de algo extraordinario... Tenía los ojos abiertos.
Entonces, ella se dió cuenta de que me percaté que estuvo despierta todo el tiempo. Yo no sabia que hacer, lo primero que se me ocurrió fue guardar mi miembro, pero resultaba difícil por lo duro que estaba.
- Entonces es cierto...- Me dijo mientras se levantaba y se sentaba justo frente a mi.
- Eh... ¿Que...? ¿A que te refieres?.- Pregunté nervioso.
- Que yo te gusto...- Respondió bajando la mirada.
- ¿¡Que!? ¿Que estás hablando?.- Respondí sin dar crédito a lo que oía.
- Ya no lo niegues, estabas aqui parado masturbándote frente a mi mientras pensabas que dormía... Y lo has hecho antes...
Yo estaba completamente helado... No comprendía nada. Pensé que alguien podria haberle contado, pero la única que lo sabia era Fabiana, y la conozco perfectamente, ella nunca haria eso. Entonces se me ocurrió que ella podria haberse dado cuenta de las veces que me habia masturbado frente a ella, porque me dijo "Y lo has hecho antes".
Pero entonces, ¿Porque nunca me dijo nada? ¿Porque justo esa noche decidió decirme algo?...
- Siempre lo supiste...
- ¿Que? No... Osea, ahora que lo pienso si, aveces sentía que alguien entraba y hacia algo al lado de mi cama, pero era tan poco lúcido que pensé que eran sueños, pero ya veo que siempre fuiste tú...
- Yo.. En verdad.. Lo siento...
- Pero no fue así como me enteré.- Me cortó.
- ¿Que?... Entonces... ¿Fabiana te lo contó?
- ¿¡Que!? ¿¡Fabiana lo sabe!?
- Ahh... Yo...
- No puedo creer que se lo hayas contado a alguien de nuestro entorno...
- Lo siento, yo en verdad lo lamento, pero, ¿Como te enteraste?...
- Ah ¿Te olvidas que hoy me prestaste tu laptop cierto?...
Y ahi todo cobró sentido... Y esa era la peor forma en la que ella se podria haber enterado...
- ¿Lo viste todo?.- Pregunté nervioso.
- Hasta tus conversaciones...
- ¿Las fotos?
- Tambien...
Estar metido en asuntos incestuosos en internet había hecho que conozca mucha gente que si lo practicaba. Gente a la que les habia contado todo lo que sentía por mi hermana y todo lo que habia hecho. Tambien en ocasiones habia me encontrado con chicas incestuosas con las que había intercambiado fotos y videos... Y ahora Romina lo sabía todo...
Hubo un silencio que se sintió eterno, el cual fue roto cuando ella dijo:
- ¿Porqué no me lo dijiste?.
- ¿Como decirle a mi hermana gemela con la que he compartido en mi vida entera una perfecta relación de fraternidad, que quiero tener sexo con ella?.- Respondí.
- Cierto...
Y entonces lo comprendí. Todo estaba acabado, la perfecta relación que tenía con mi hermana se habia acabado. Todo se habia ido a la mierda.
- Lamento haberte hecho pasar por esto... En serio.- Dije mientras me volteaba para salir por la puerta.
Y en eso, sucedió. No habia alcanzado a darme media vuelta cuando Romina se levantó y fué contra mi. Me sujetó de los hombros, me volteó hacia ella, me miró a los ojos durante una fracción de segundo y sin dar lugar a la oportunidad de hacer como si nada hubiera pasado, llevó sus labios a los mios y se unieron en un beso. Un beso que cambió nuestras vidas para siempre.
Yo no terminaba de procesarlo, todo sucedió tan rápido que seguía con los ojos abiertos. Y cuando por fin lo comprendí, llevé mis manos a su cintura y cerré mis ojos. Ella pegó su cuerpo al mio y se aferró a mi cuello, abrazándolo. Su lengua entró en busca de la mia y al encontrarse, empezaron un sucio pero excitante juego que duró varios segundos más, hasta que ella finalmente se separó y mirándome a los ojos me dijo:
- Hazme tuya.
Y yo sin pensarlo dos veces, dejé que una sonrisa se dibuje en mi rostro y la tiré a la cama.
- No sabes cuanto he deseado esto...
- Pues ahora me tienes solo para tí.- Respondió con una sonrisa pervertida mientras se apoyaba en sus codos.
Por fin, luego de tanto tiempo deseándolo, tenía a mi hermana gemela, por fin iba a tener sexo con ella, por fin iba a cogérmela...
Me arrodillé ante ella, sujeté su pantalón de pijama y lo bajé rápidamente, dejando sus hermosas piernas desnudas. Luego de acariciar sus muslos, sujeté su tanga por los costados e hicr lo mismo, la bajé hasta que finalmente quedó desnuda de la cintura para abajo.
Llevé la tanga a mi rostro e inhalé, sintiendo el majuestuoso olor de lo que me esperaba a continuación.
- Te gusta eso ¿Cierto?. Ya sé porque mis bragas desaparecian durante días...
- Amo tu olor.- Respondí.
- Pues deja de perder el tiempo en um estúpido calzón y huélelo directo de donde sale.
Tiré la tanga a un lado y sin pensarlo más, decidí probar por primera vez lo que tanto había deseado. Abrí sus piernas y me acerqué lentamente mientras el aroma a hembra en celo se sentía cada vez más cerca. Una vez estuve lo suficientemente cerca, dí una lamida entre sus labios. La sensación fue increible, sentir el sabor de mi propia hermana después de tanto desearlo... No demoré en dar la siguiente lamida y empezar a introducir toda mi lengua entre los labios menores para empezar a ir de arriba a abajo mientras intentaba tragar los fluidos que se liberaban gracias a mi presencia.
Ella puso su mano sobre mi cabeza y empezó a empujar hacia adentro, incitándome a no detenerme.
- Oh si hermanito... No te detengas...
Yo empecé a introducir más la punta de mi lengua, a lo que ella respondió con gemidos que dejaban en evidencia su placer.
Poco a poco fui subiendo, abandonando el interior de sus labios y ascendiendo hacia su clítoris. Una vez mi lengua y este se encontraron, empece a lugar con él, lamiéndolo de arriba a abajo mientras metía mis dedos indíce y medio dentro de su vagina...
Ella no podía contener los gemidos y yo no debaja de disfrutar de su olor y su sabor, todo era tan perfecto...
Pasaron un par de minutos hasta que ella obtuvo su primer orgasmo de la noche, soltándo además ese elixir blanco que tanto me enloquece. Porsupuesto me lo tragué todo luego de saborear la gloria de su sabor.
- Oh, eso estuvo magnífico...
Entonces, ella se acomodó bien en la cama, echándose bocarriba a lo largo de esta. Me miró y aquella expresión signficaba una cosa... Me desnudé por completo, me subí a la cama, ella abrió sus piernas y yo me arrodillé entre estas.
- Vas a ser el primero...- Me dijo con una pequeña sonrisa.
- ¿En serio? ¿Aún eres virgen?.
- Pues tecincamente si, aunque... Ya he usado juguetes.- Me respondió con una sonrisita.
- ¿Que? ¿Un consolador?.- Respondí algo sorprendido
- Así es.
- ¿Y como...?
- Ariana me regaló uno el año pasado...
- Vaya... Jaja, bueno, eso facilita las cosas...
Y entonces, sujeté mi miembro erecto y lo posicioné en la entrada de su feminidad. El tacto de mi pene con su vagina me hizo recordar que estaba a punto de follarme a mi hermana gemela, lo que se manifestó como un impulso de d emoción que recorrió todo mi cuerpo. Sin pensarlo más, finalmente empecé a introducirlo poco a poco, mientras ella daba pequeños suspiros. Una vez estuve adentro, me dejé caer apoyándo mis manos a cada lado de su cabeza. El impacto hizo que mi pelvis se impulsara más contra ella, haciéndola lanzar un gran gemido.
- Aahh... Si, desvirga a tu hermana gemela... Si...- Exclamó ella
Y entonces empecé a moverme de adentro hacia afuera, mientras ella se agarraba de mis muñecas. Vi su rostro gimiendo tan cerca del mio, lo que me insitó a bajar la cabeza para besarla suavemente en los labios, a lo que ella respondió alzando ligeramente la cabeza y succionando mi labio inferior. Yo le seguí el beso, mientras la penetraba cada vez más rápido. Bajé de sus labios a su cuello, en lo que ella al tener la boca libre empezó a gemir lentamente. Apoyé mis brazos en la cama, lo que permitió bajar hasta sus pechos. Eran tan grandes que podía perderme entre ellos. Empecé a chupar uno de sus pezones, mientras ella empezaba a dar pequeños gritos.
- Ah si... Si... Ah, chupa... Chupa mis tetas hermanito, chupalaaaas.
Pase de un seno al otro. Empecé a lamerlo de arriba a abajo para luego proceder a chuparlo tambien. Poco a poco fui aumentando la velocidad con la que la penetraba, cada vez entrando más profundo.
Pasaron varios minutos asi, pasando de sus labios a sus pechos, mientras ella no paraba de gemir.
- Oh si... Fóllame... Folla a tu hermana gemela, no pares, no pares...
- ¿Te gusta? ¿Te gusta que tu hermano de folle?.- Empecé a decir entre suspiros.
- Aah, si... Si... Fóllame, soy tuya... Oh... Creo que... Creo que ya estoy cerca... No te detengas... ¡No te detengas!
Hice caso a sus suplicas y empecé a darle más rapido, mientras ella no paraba de gemir. Ya en las últimas embestidas, sus gritos no parecian próximos a detenerse. Mi velocidad no paró hasta que soltó un gran alarido final, con el que marcó el momento en el que soltó todos sus fluidos, al mismo tiempo que yo llenaba su interior con mi semen. Talvez por ser gemelos y de cierto modo estar sincronizados, nuestros cuerpos liberaron nuestros orgasmos al mismo tiempo... Fue maravilloso.
Caí postrado bocarriba a su lado. Ella recostó su cabeza sobre mi pecho y yo procedí a abrazarla. Nuestros cuerpos se unieron en el agotamiento posterior al coito, marcando asi que lo que acababa de suceder no habia sido un error.
- Te amo...- Susurró ella.
- Yo tambien te amo...- Respondí.
- No puedo creer que me deseaste durante todo este tiempo.
- No tenía ojos para ninguna otra...
- Ahora tiene sentido... Ya comprendo porque no le haces caso a Fabiana...
- Pero si a ella ni siquiera le gusto...
- Oh, porfavor, toda la clase ha notado que babea por ti... Es evidente que le gustas.
- Talvez... Ni siquiera lo noté...
- Pues ya se porque no lo notaste jeje.
- Solo te quería a ti...
- Pobrecita... Además le contaste que te gusto... No me imagino lo mal que debe sentirse...
La conversación empezaba a incomodarme. Acababa de follarme a mi hermana y ella solo hablaba de como no le hago caso a mi mejor amiga, asi que decidí cambiar de tema.
- Pues... Bueno, yo llevo años queriendo tener sexo contigo, pero tú... ¿Como asi...?
- Siempre me pareciste atractivo, pero eras mi gemelo y obviamente nunca se me cruzó nada fuera de lo normal... Aveces imaginaba cosas, pero eran pensamientos fugaces que venian y al instante se iban... Sin embargo hoy... Vi las cosas que lees, las cosas que hablabas con esa gente, vi a otras personas que hacian esto, dándome cuenta de que es más común de lo que creia... Te vi desnudo... Vi...- Bajó su mano hasta mi miembro, que pasó de su estado blando a empezar a endurecerse de nuevo.- A tu amigo... Jeje.- Empezó a subir y bajar lentamente.- Y no pude evitar excitarme... Empecé a masturbarme y al correrme, me sentí culpable y me arrepentí, cerré todo y me acosté... Pero al rato volvió a mi cabeza la imagen de tu polla y el saber que me deseabas... Me masturbé de nuevo y al final volví a arrepentrime... El ciclo se repitió hasta que la culpa se fue y decidí que tambien queria tener sexo contigo... Empecé a deaearte. Y ya te tengo... Fuiste el primer hombre con el que he follado y sin dudas fue mejor de lo que me imaginé...- Subió su mirada y me dió un pequeño beso en los labios.
Su pequeña historia hizo que recuperara mi erección por completo. Imaginarme a mi hermana gemela masturbarse pensando en mi como tantas veces yo lo habia hecho, simplemente me excitaba de una forma en la que nada lo había hecho antes.
Ella empezó a masturbarme un poco más rápido mientras me besaba. Yo llevé mi mano a su trasero y empecé a apretar sus nalgas.
- Es mi turno.- Dijo sonriéndome con su rostro muy cerca al mio.
Ella bajó hasta que estuvo a la altura de mi miembro mientras yo me recostaba apoyándome en la cabecera para darle espacio. Sujetó mi pene erecto desde la base y me miró a los ojos. Sonrió mientras acercaba sus labios a la punta.
Una vez mi polla entró en contacto con su boca, la excitación aumentó para ambos; ella no aguantó y se tragó poco más de la mitad de un solo bocado, mientras yo colocaba mi mano sobre su larga y ondulada cabellera, incitándola a no parar.
Ella subió hasta la punta sin dejar de chupar y volvió a bajar. Luego de un rato en esa secuencia, empezó masturbarme usando su saliva como lubricante gracias a sus lamidas. Sacaba toda la lengua y me miraba mientras la punta tocaba la punta de mi miembro. Una vez ahi, empezó a lamer rápidamente para luego volvérsela a meter de golpe, sin sacar la mano de la base.
Finalmente luego de un rato, empujé más su cabeza y empecé a follarme su boca, hasta que inevitablemente solté mi segunda corrida de la noche.
Ella me miró a los ojos y abrio la boca sacando la lengua, dejando ver como mi semen se encontrabe esparcido en toda su boca. Ella saboreó y se lo tragó todo, sonrió y subió hasta mi cara para besarme.
Me hizo recostarme bocarriba otra vez mientras sus labios jugaban con los mios. Habia apoyado su vagina sobre mi miembro semi erecto y la frotaba mientras soltaba su segundo orgasmo, cuyo sonido fué ahogado por el beso que nos estábamos dando.
Ella no paró de moverse. Tenia mi pene bocarriba entre sus labios menores, los cuales hacian un húmedo y excitante sonido al frotar.
- ¿Listo para la segunda?.- Me preguntó luego de algunos minutos con una sonrisa en el rostro.
- Para la segunda y todas las que vienen...- Le Respondí.
Llevó su mano a nuestra entrepierna y lentamente introdujo mi miembro en su interior. Dejó caer todo su peso, con lo que liberó un gran gemido. Ahora ella haria todo el trabajo.
Empezó a moverse a una velocidad lenta, mientras daba pequeños gemidos y poco a poco aumentaba la velocidad. Yo llevé mis manos a su cintura y empecé a acariciarla. Ella reaccionó moviéndose con más fuerza y sonriéndome.
- La tienes muy grande...- Me dijo entre risa y susrro.
- Como tú con estas.- Respondí llevando mis manos a sus pechos.
- Somos gemelos... Alguna similutud sexual tenia que haber.- Dijo poniendo sus manos sobre las mías.
La conversación aumentó la temperatura y ambos empezamos a movernos más rápido. Apretujé sus pechos mientras ella gemia y no quitaba sus manos de las mias.
-Oh.. Si, si... Ay si... No te detengas ahora...- Empezó a suplicarme
- Tú tampoco lo hagas....-Empecé a soltar alaridos.- Esto es lo mejor... Siempre he soñado con esto...
- Pues aqui me tienes... ¡Soy tuya y solo tuyaa~!
- ¿Solo mia?
- Si... Ah... Ay si, solo tuya...
Estuvimos algunos minutos más asi mientras la cama no paraba de chillar, hasta que finalmente... Ocurrió de nuevo.
Ambos gritámos al mismo tiempo e intercambiemos fluidos. Yo volví a llenar su feminidad con mi esperma y ella me empapó toda la pelvis con su corrida.
Sin sacarla, ella cayó sobre mi y la abracé. Besé su cabeza y luego empecé a acariciar su cabello...
- Eso fue genial...- Dije mirando al techo.
- Si que lo fue...-Respondió ella acurrucándose encima mio.
1 comentarios - Mi Melliza y Yo.
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