Era un sábado y nos disponíamos a viajar a una playa por el fin de semana, mi esposa se puso un vestido corto, que le llegaba a medio muslo, una tanga blanca y sin sosten que contuviera sus bellas, inmensas y bamboleantes tetas, nos montamos en mi espaciosa camioneta pic-up y emprendimos el viaje, ya en la carretera yo la manoseaba como de costumbre y le sobaba la rajita para calentarla, ella me sobaba el pene por encima del pantalón.
Sobra decir que los dos ya estábamos muy prendidos. Mientras nos tocábamos comenzamos a fantasear, yo le comenté que me gustaría verla exhibiéndose en la playa, ya sea bronceándose sin sostén, o dejando que yo la manoseara en frente de alguien más, también se me ocurrió que podría enseñarle su vulva rasurada al dependiente de la gasolinera.
Mientras nos lo imaginábamos yo le metía los dedos. Así recorrimos varios kilómetros y de repente vimos en el camino a tres hombres pidiendo aventón, es algo muy frecuente en esa ruta, entonces me detuve y les dije que subieran atrás. Mi esposa me preguntó que porque había hecho eso, ya que quería que la siguiera masturbando. Le comenté que ella no se preocupara ya que la seguiría tocando de cualquier forma.
Me dijo que ni se me ocurriera ya que eso era algo peligroso, le bromee un buen rato hasta que poco a poco la fui convenciendo de que montaramos un show de exhibición para aquellos tipos, pero ella solo acepto sentarse de tal forma que pudieran verle la tanga. Subió las piernas al asiento y acomodó su vestido para que pudieran tener un buen panorama de su tanga, mientras yo por el retrovisor veía que los tres hombres no se daban por enterados.
Le puse la mano sobre el muslo y comencé a acariciarla, yo sé que cuando se calienta se transforma y entonces le puedo pedir lo que sea. Subí lentamente la mano hasta llegar a su rajita y la comencé a frotar el clitoris pacientemente mientras poco a poco ella comenzaba a excitarse y a mojarse. Después de un rato de estarla acariciando y excitando de esta manera, ella misma me rogo jadeando y ansiosa
- Amor, meteme el dedo papi que estoy muy caliente, tu tienes razón coño, como me excita que me miren desnuda!, meteme el dedo ya,
Aquellas palabras me potenciaron el morbo, si, Jessy misma me pedia que le metiera el dedo y reconocia lo que le calentaba que la miraran, lentamente aparte su tanga y comencé a separar sus calientes labios y poco a poco se lo metí hondo. Mire a los campesinos para saber si se estaban dando cuenta de lo que pasaba, noté que uno de ellos miraba hacía adentro de la cabina pero no estaba seguro de que alcanzara a verle los muslos, menos lo que yo hacia con mis dedos. Asi que le pedí a Jessy que se subiera mas la falda, ella sin dudar se la subió de tal forma que su tanguita se apreciaba perfectamente, noté que los tres miraban disimuladamente adentro de la cabina y ahora si estaba seguro de que la estaban viendo semidesnuda y con mi dedo adentro.
Yo seguí jugueteando con su depilada vagina por un rato y ella solo gemia y rotaba sus poderosas caderas al ritmo del dedo que le metia y sacaba lentamente, cerrando los ojos, para no cohibirse. Yo ya estaba muy caliente tenía el pene a mil y por mi cabeza cruzaba la escena de estos tres tipos cogiéndose a mi esposa, estos no eran para nada guapos, se notaba que eran trabajadores del campo, se veían sucios y yo creo que esto me excitaba todavía más.
Conducía la camioneta mucho mas lento de lo que acostumbro como queriendo prolongar al máximo la experiencia, poco tiempo después nos acercamos a una bifurcación del camino y ellos me tocaron la ventanilla para preguntarme por donde me iría, me imagine que ellos se dirigían al poblado que estaba a unos veinte kilómetros por el camino de la derecha, ya que por el otro lado no había nada en los próximos cincuenta kilómetros, trate de adivinar y sin sacarle el dedo a Jessy les señale que por la derecha y entonces uno de ellos me indico que ellos también y asi continuamos el viaje.
Seguí metiéndole ahora tres dedos a mi esposa quién estaba con los ojos cerrados y totalmente entregada al placer de la masturbada que le daba y cuyas caderas se movían al compás devolviendo cada una de mis embestidas con los dedos, se veia que estaba muy caliente, ellos seguían viendo pero no se me ocurría ningún pretexto para que se la cogieran, quizás podría fingir una falla de la camioneta, o me podría detener para preguntarles algunas indicaciones para llegar a la playa.
El tiempo se me acababa porque estábamos como a diez kilómetros del pueblito e incluso ellos podrían bajarse antes, entonces sucedió algo muy oportuno, comenzó a llover y el aguacero se comenzó a espesar, entonces me orillé y sin preguntarle a Jessy les hice una seña para que se pasaran a la cabina, se notaba que eran muy tímidos y me costo trabajo convencerlos. Por fin, como el agua arreciaba aceptaron, se subieron los tres y ella sin comentar nada, ni que yo se lo pidiera, se sentó en las piernas de uno de ellos, pero se sentó prácticamente encima de su pene dejando sus muslos al desnudo de los que ellos no apartaban los ojos, el morbo y la calentazon previa aparentemente surtieron efecto y la habían desinhibido totalmente y ya ella se había decidido a participar en mi juego.
Un aroma penetrante a sudor invadió la cabina, se apreciaba que llevaban algún tiempo sin bañarse, de nuevo comento que no sé porque esto me excito más. Ahora tenía otro pretexto para manejar lento, prendí las luces y asi continuamos el recorrido, mi esposa se volteó a verme, y yo le hice un gesto que ella ya conoce cuando quiero que se porte como una real puta. Jessy intento entablar conversación con ellos pero ellos solo le contestaban con monosílabos, de pronto ella les dijo que estaba algo incomoda y les preguntó que si podía subir las piernas, ellos asintieron y ella se sentó de espaldas a la puerta encima del que viajaba junto a la ventanilla y descansó sus piernas sobre los otros dos, colocando los pies sobre el pene de uno de ellos.
Al poco rato Jessy recogio su pierna izquierda y puso el pie sobre la verga del otro campesino, al hacer esto la falda se le recogió toda, sus llenos, tersos y sonrosados muslos y la tanga, mojados por sus jugos vaginales quedaron al desnudo completamente. Mi pene casi que se me salía del pantalón, era una situación no planeada pero que estaba saliendo de las mil maravillas. Aun asi, el viaje continuaba y no pasaba nada, ellos solo le miraban la rajita y las piernas pero no se atrevian a nada mas, yo me sentía un poco desesperado y estaba ya casi dispuesto a parar la camioneta y pedirles que por favor se cogieran a Jessy, cuando me voltee a ver la cara de mi mujer, ella solo bajo la mirada para que viera lo que ella estaba haciendo con su mano.
La tenia puesta sobre la abultada bragueta del que la llevaba en el regazo sobándole la verga, una gran sonrisa regreso a mi cara. Luego me fijé que con los pies le frotaba las vergas a los otros dos. Ellos seguían sin decir palabra y sin hacer absolutamente nada, de pronto Jessy se decidio, me imagino que por lo muy caliente que ya estaba y lo frustrada que se sentía, mi esposa tomo la iniciativa y le bajó el cierre al que la llevaba en las piernas y metió rapido su mano para sacarle la tiesa verga, la cual comenzo a acariciar y sobar halándola con pasión lujuriosamente, mientras con los ojos entrecerrados y la cara hundida en el hombro del individuo, con la voz pastosa le suplicaba balbuceando,
- Cojanme por favor que no aguanto la cachuera, cojanme entre los tres, culeenme bien culeada, necesito que me metan una verga bien grande por la raja ya!!!. No me dejen asi por favor culeenme, culeenme ya!!
Entonces fue cuando los otros dos por fin reaccionaron sacándose las vergas y comenzaron a acariciar las piernas y las inmensas tetas de mi esposa. Seguí manejando buscando un sitio bien seguro para estacionarme. Ellos comenzaron a hablar entre ellos en un dialecto indígena, y luego se reían, yo creo que decían mira a este cornudo como la deja que su mujer nos sobe la verga y no dice nada. Uno de ellos le comenzó a meter dos gruesos y callosos dedos en la rajita a mi esposa y otro le quito el vestido desnudándola y dejando al aire sus enormes tetas, sobre las cuales se abalanzaron para sobarlas y mamarlas como posesos, mientras le metian los callosos dedos entre los muslos y en su vagina, afuera seguia cayendo la lluvía mas fuerte y los vidrios ahora estaban muy empañados, mi mujer jadeaba y gemia retorciéndose de lo que estaba gozando con aquellos tres tipos que la acariciaban y le lamian toda la piel.
Mi esposa alternadamente masturbaba a los tres mientras ellos la tocaban por todos lados, y yo solo miraba. Era un sueño hecho realidad, esto era lo más excitante sexualmente que nos había ocurrido hasta el momento, inclinándose sobre ellos Jessy con las manos y con su dulce boca se puso a acariciar y a mamarles las vergas a cada uno de ellos. Durante todo el tiempo ellos solo hablaban en su dialecto y reían, luego mi esposa les bajo los pantalones y se sentó de espaldas sobre la gran verga de uno de ellos, Jessy comenzó a subirse y bajarse encima de el mientras las grandes y callosas manos de aquel campesino desde atrás apretujaban y acariciaban rudamente las enormes tetas de mi esposa, arrancandole gemidos y jadeos de placer intensos, ella le correspondia con un sensual remeneo de caderas apoyando su nuca en el hombro del individuo y cerrando sus ojos para disfrutar mas aun de sus caricias, y así continuó hasta que hizo que el hombre aquel acabara llenandola de leche a chorros sin que ella aun tuviera un orgasmo.
Jessy como pudo se saco la verga y se sentó de frente al otro y se metió la verga para cabalgarlo, mientras el otro le manoseaba las nalgas con las callosas manos y le metía un dedo gruesisimo por el culo, a mi esposa esto le dolió bastante y tomo la mano del hombre sacándose los dedos del culo y llevándosela a la boca se la beso y chupandole el dedo se la lleno de saliva y se la volvió a colocar en el culo, el hombre le entendió el mensaje y ensalibandole bien todo el huequito continuó freneticamente metiéndole el dedo por el culo.
Ella ahora se movía como perra en celo sobre uno, el otro frenetico le chupaba las tetas y mientras el otro le dedeaba el culito, y en un momento de calentura total mi esposa lo comenzó a besar apasionadamente en la semi desdentada boca, metiendolele la lengua hasta la garganta a este hombre que era un tipo realmente feo, sucio y mal oliente, Jessy lo siguió montando y besando por un rato hasta que el igual que ella tuvo un poderoso orgasmo.
Por último, lentamente Jessy se monto de manera similar en el tercer hombre, para cabalgarlo y besarlo igual que al otro, este era el que tenia la verga mas grande, era realmente impresionante, creo que ella lo dejo de ultimo a proposito, ella se le sento encima sin podersela meter toda de lo gruesa que era, mi esposa se derretía de sensualidad y placer subiendo y bajando lentamente a lo largo de aquel trancon, hasta que el, de un golpe de cadera se la enterro hasta las bolas aprovechando que ella descendia sobre el con fuerza, mi esposa dio un brinco del dolor y el se la volvio a clavar tomandola por la cintura y prensandola, yo solo escuche a Jes quejarse con la cara hundida en el hombro del tipo, muy quedamente pero agradecidamente adolorida, y con los ojos cerrados de los cuales brotaban lagrimas de placentero dolor:
- Aaayyyyy!!!! tan duro no papi, que la tienes enorme y muy gruesa!, espera un poco si?, dejame acostumbrarme a tu gran tamaño amor!!
Sin hacerle caso, el tipo comenzo a mamarle las tetas y a moverse con toda la verga dentro de su vagina, sin sacarla en ningun momento, solo con puros golpes de cadera y movimientos laterales la hizo acabar infinidad de veces y Jes solo se retorcia como una loca jadeando y gimiendo entrecortadamente:
- Que rico como me culeas mi amor, que verga tan gruesa y larga tienes!! Matame con tu verga papi, parteme en dos!!!
El le metió un dedo en la boca y ella se lo chupo sabiendo bien para que era, el una vez que lo sintió bien mojado se lo metió en el culo y ella dio un respingo por lo grueso y calloso del dedo pero no se quejo, al contrario se meneo mas sensualmente susurrándole al tipo,
- Asi coño, metemelo todo el dedo mi rey, dame mas duro en el culito papi!! ay coño me matas con esta verga tan grandota!!! Asi, asi coño asi, aaayyyyy coño me vengo otra vez papi bello, uuuyyyy!!!
Mi esposa de repente se tenso toda y nuevamente se vino, con tal fuerza que se estremecia sin control y se desmadejo sobre su amante, quien siguio culeandosela por unos 15 minutos mas sosteniendola sobre su pecho y besandola metiendo y sacando su lengua furiosamente de la boca de mi esposa, quien con ojos cerrados y chupando la gran lengua del hombre como aferrandose a ella, se entregaba a aquellos finales corrientazos de extremo placer sexual.
Hasta que por fin, Miguel el tercero de aquellos campesinos le acabo bien adentro de su vagina, donde yo nunca podria llegarle, quedandose por unos minutos abrazado a mi mujer, sin poder moverse, hasta que la verga disminuida se le salio sola con un chorro de leche y mi mujer se desmontó, con los muslos todavia temblorosos del intensisimo orgasmo se arrodillo frente a ellos en el piso de la camioneta, Jesssy comenzó a mamarle la verga al primero que se había cojido masturbándolo al mismo tiempo, entendí que quería que le acabara en la boca, y asi ocurrió, Jessy tomo un vaso plástico que habíamos usado y echo el semen ahí, luego le agarro la verga al segundo y se la metió en la boca para igual mamarsela, cuando el le acabo también deposito el semen en el vaso, luego le toco a Miguel, este tardo en acabarle en la boca pero lo hizo abundante mente, tanto que casi se llena el vaso que Jessy despues de tragarse el primer chorro lleno directo de la verga mientras la ordeñaba con la mano, yo estaba sorprendido pero cuando el termino, ella sonriendo se llevo el vaso a los labios y mirándome a los ojos fue tragándose muy lentamente todo aquel semen espeso y caliente, luego se inclino sobre mi y agarrándome la verga comenzó a mamarmela.
Ellos subiendose los pantalones le dieron las gracias y se bajaron de la camioneta aún en plena lluvia, al igual que nosotros tendrían una extraña sensación después de tener esta experiencia y optaron por bajarse. Yo levante a Jessy y acostandola en el asiento me la comencé a cojer, ella me dijo al oído,
- Te gusto papi?, yo se que asi me querias ver, verdad? desde hace tiempo querias verme cogida por otro verdad?, fue bien rico papi y me alegro de haberte complacido, me gusto y por lo caliente que estas veo que a ti mas todavía, metemelo pues y disfruta papi, pero métemelo por el culito que la rajita la tengo muy dolida!.
Ella realmente ya no lo estaba disfrutando tanto, ya que estaba muy adolorida por el tamaño de la ultima verga que le habian metido, pero me aguanto hasta que me no pudo mas y me susurro regalándome el postre de aquella jornada
- Mi amor métemela por el culito, quieres?,
Aquellas palabras fueron musica celestial para mis oídos, me levante y ella se volteo en el asiento y empino su glorioso culito diciéndome,
- Metemela despacio papi, mira que lo tengo cerradito,
Asi lo hice y ella gimio todo el tiempo hasta que le meti completamente la verga, se la deje un rato para que se acostumbrara, y luego comenze a meterla y sacarla con mucho cuidado y lentitud hasta que me vine, lo cual fue realmente rapido, por lo que me quedé con mi calentura hasta que llegamos al hotel en la playa. Entonces recordamos todo lo ocurrido tratando de acordarnos de todos los detalles. Cogimos como nunca.
Para los dos fue la mejor experiencia sexual que habíamos vivido. Y la hemos repetido con el ultimo individuo, Miguel, asi como otros amigos de el de vergas similares que el mismo ha traido, para revivir de alguna forma la sesión de sexo de aquella tarde lluviosa.
Sobra decir que los dos ya estábamos muy prendidos. Mientras nos tocábamos comenzamos a fantasear, yo le comenté que me gustaría verla exhibiéndose en la playa, ya sea bronceándose sin sostén, o dejando que yo la manoseara en frente de alguien más, también se me ocurrió que podría enseñarle su vulva rasurada al dependiente de la gasolinera.
Mientras nos lo imaginábamos yo le metía los dedos. Así recorrimos varios kilómetros y de repente vimos en el camino a tres hombres pidiendo aventón, es algo muy frecuente en esa ruta, entonces me detuve y les dije que subieran atrás. Mi esposa me preguntó que porque había hecho eso, ya que quería que la siguiera masturbando. Le comenté que ella no se preocupara ya que la seguiría tocando de cualquier forma.
Me dijo que ni se me ocurriera ya que eso era algo peligroso, le bromee un buen rato hasta que poco a poco la fui convenciendo de que montaramos un show de exhibición para aquellos tipos, pero ella solo acepto sentarse de tal forma que pudieran verle la tanga. Subió las piernas al asiento y acomodó su vestido para que pudieran tener un buen panorama de su tanga, mientras yo por el retrovisor veía que los tres hombres no se daban por enterados.
Le puse la mano sobre el muslo y comencé a acariciarla, yo sé que cuando se calienta se transforma y entonces le puedo pedir lo que sea. Subí lentamente la mano hasta llegar a su rajita y la comencé a frotar el clitoris pacientemente mientras poco a poco ella comenzaba a excitarse y a mojarse. Después de un rato de estarla acariciando y excitando de esta manera, ella misma me rogo jadeando y ansiosa
- Amor, meteme el dedo papi que estoy muy caliente, tu tienes razón coño, como me excita que me miren desnuda!, meteme el dedo ya,
Aquellas palabras me potenciaron el morbo, si, Jessy misma me pedia que le metiera el dedo y reconocia lo que le calentaba que la miraran, lentamente aparte su tanga y comencé a separar sus calientes labios y poco a poco se lo metí hondo. Mire a los campesinos para saber si se estaban dando cuenta de lo que pasaba, noté que uno de ellos miraba hacía adentro de la cabina pero no estaba seguro de que alcanzara a verle los muslos, menos lo que yo hacia con mis dedos. Asi que le pedí a Jessy que se subiera mas la falda, ella sin dudar se la subió de tal forma que su tanguita se apreciaba perfectamente, noté que los tres miraban disimuladamente adentro de la cabina y ahora si estaba seguro de que la estaban viendo semidesnuda y con mi dedo adentro.
Yo seguí jugueteando con su depilada vagina por un rato y ella solo gemia y rotaba sus poderosas caderas al ritmo del dedo que le metia y sacaba lentamente, cerrando los ojos, para no cohibirse. Yo ya estaba muy caliente tenía el pene a mil y por mi cabeza cruzaba la escena de estos tres tipos cogiéndose a mi esposa, estos no eran para nada guapos, se notaba que eran trabajadores del campo, se veían sucios y yo creo que esto me excitaba todavía más.
Conducía la camioneta mucho mas lento de lo que acostumbro como queriendo prolongar al máximo la experiencia, poco tiempo después nos acercamos a una bifurcación del camino y ellos me tocaron la ventanilla para preguntarme por donde me iría, me imagine que ellos se dirigían al poblado que estaba a unos veinte kilómetros por el camino de la derecha, ya que por el otro lado no había nada en los próximos cincuenta kilómetros, trate de adivinar y sin sacarle el dedo a Jessy les señale que por la derecha y entonces uno de ellos me indico que ellos también y asi continuamos el viaje.
Seguí metiéndole ahora tres dedos a mi esposa quién estaba con los ojos cerrados y totalmente entregada al placer de la masturbada que le daba y cuyas caderas se movían al compás devolviendo cada una de mis embestidas con los dedos, se veia que estaba muy caliente, ellos seguían viendo pero no se me ocurría ningún pretexto para que se la cogieran, quizás podría fingir una falla de la camioneta, o me podría detener para preguntarles algunas indicaciones para llegar a la playa.
El tiempo se me acababa porque estábamos como a diez kilómetros del pueblito e incluso ellos podrían bajarse antes, entonces sucedió algo muy oportuno, comenzó a llover y el aguacero se comenzó a espesar, entonces me orillé y sin preguntarle a Jessy les hice una seña para que se pasaran a la cabina, se notaba que eran muy tímidos y me costo trabajo convencerlos. Por fin, como el agua arreciaba aceptaron, se subieron los tres y ella sin comentar nada, ni que yo se lo pidiera, se sentó en las piernas de uno de ellos, pero se sentó prácticamente encima de su pene dejando sus muslos al desnudo de los que ellos no apartaban los ojos, el morbo y la calentazon previa aparentemente surtieron efecto y la habían desinhibido totalmente y ya ella se había decidido a participar en mi juego.
Un aroma penetrante a sudor invadió la cabina, se apreciaba que llevaban algún tiempo sin bañarse, de nuevo comento que no sé porque esto me excito más. Ahora tenía otro pretexto para manejar lento, prendí las luces y asi continuamos el recorrido, mi esposa se volteó a verme, y yo le hice un gesto que ella ya conoce cuando quiero que se porte como una real puta. Jessy intento entablar conversación con ellos pero ellos solo le contestaban con monosílabos, de pronto ella les dijo que estaba algo incomoda y les preguntó que si podía subir las piernas, ellos asintieron y ella se sentó de espaldas a la puerta encima del que viajaba junto a la ventanilla y descansó sus piernas sobre los otros dos, colocando los pies sobre el pene de uno de ellos.
Al poco rato Jessy recogio su pierna izquierda y puso el pie sobre la verga del otro campesino, al hacer esto la falda se le recogió toda, sus llenos, tersos y sonrosados muslos y la tanga, mojados por sus jugos vaginales quedaron al desnudo completamente. Mi pene casi que se me salía del pantalón, era una situación no planeada pero que estaba saliendo de las mil maravillas. Aun asi, el viaje continuaba y no pasaba nada, ellos solo le miraban la rajita y las piernas pero no se atrevian a nada mas, yo me sentía un poco desesperado y estaba ya casi dispuesto a parar la camioneta y pedirles que por favor se cogieran a Jessy, cuando me voltee a ver la cara de mi mujer, ella solo bajo la mirada para que viera lo que ella estaba haciendo con su mano.
La tenia puesta sobre la abultada bragueta del que la llevaba en el regazo sobándole la verga, una gran sonrisa regreso a mi cara. Luego me fijé que con los pies le frotaba las vergas a los otros dos. Ellos seguían sin decir palabra y sin hacer absolutamente nada, de pronto Jessy se decidio, me imagino que por lo muy caliente que ya estaba y lo frustrada que se sentía, mi esposa tomo la iniciativa y le bajó el cierre al que la llevaba en las piernas y metió rapido su mano para sacarle la tiesa verga, la cual comenzo a acariciar y sobar halándola con pasión lujuriosamente, mientras con los ojos entrecerrados y la cara hundida en el hombro del individuo, con la voz pastosa le suplicaba balbuceando,
- Cojanme por favor que no aguanto la cachuera, cojanme entre los tres, culeenme bien culeada, necesito que me metan una verga bien grande por la raja ya!!!. No me dejen asi por favor culeenme, culeenme ya!!
Entonces fue cuando los otros dos por fin reaccionaron sacándose las vergas y comenzaron a acariciar las piernas y las inmensas tetas de mi esposa. Seguí manejando buscando un sitio bien seguro para estacionarme. Ellos comenzaron a hablar entre ellos en un dialecto indígena, y luego se reían, yo creo que decían mira a este cornudo como la deja que su mujer nos sobe la verga y no dice nada. Uno de ellos le comenzó a meter dos gruesos y callosos dedos en la rajita a mi esposa y otro le quito el vestido desnudándola y dejando al aire sus enormes tetas, sobre las cuales se abalanzaron para sobarlas y mamarlas como posesos, mientras le metian los callosos dedos entre los muslos y en su vagina, afuera seguia cayendo la lluvía mas fuerte y los vidrios ahora estaban muy empañados, mi mujer jadeaba y gemia retorciéndose de lo que estaba gozando con aquellos tres tipos que la acariciaban y le lamian toda la piel.
Mi esposa alternadamente masturbaba a los tres mientras ellos la tocaban por todos lados, y yo solo miraba. Era un sueño hecho realidad, esto era lo más excitante sexualmente que nos había ocurrido hasta el momento, inclinándose sobre ellos Jessy con las manos y con su dulce boca se puso a acariciar y a mamarles las vergas a cada uno de ellos. Durante todo el tiempo ellos solo hablaban en su dialecto y reían, luego mi esposa les bajo los pantalones y se sentó de espaldas sobre la gran verga de uno de ellos, Jessy comenzó a subirse y bajarse encima de el mientras las grandes y callosas manos de aquel campesino desde atrás apretujaban y acariciaban rudamente las enormes tetas de mi esposa, arrancandole gemidos y jadeos de placer intensos, ella le correspondia con un sensual remeneo de caderas apoyando su nuca en el hombro del individuo y cerrando sus ojos para disfrutar mas aun de sus caricias, y así continuó hasta que hizo que el hombre aquel acabara llenandola de leche a chorros sin que ella aun tuviera un orgasmo.
Jessy como pudo se saco la verga y se sentó de frente al otro y se metió la verga para cabalgarlo, mientras el otro le manoseaba las nalgas con las callosas manos y le metía un dedo gruesisimo por el culo, a mi esposa esto le dolió bastante y tomo la mano del hombre sacándose los dedos del culo y llevándosela a la boca se la beso y chupandole el dedo se la lleno de saliva y se la volvió a colocar en el culo, el hombre le entendió el mensaje y ensalibandole bien todo el huequito continuó freneticamente metiéndole el dedo por el culo.
Ella ahora se movía como perra en celo sobre uno, el otro frenetico le chupaba las tetas y mientras el otro le dedeaba el culito, y en un momento de calentura total mi esposa lo comenzó a besar apasionadamente en la semi desdentada boca, metiendolele la lengua hasta la garganta a este hombre que era un tipo realmente feo, sucio y mal oliente, Jessy lo siguió montando y besando por un rato hasta que el igual que ella tuvo un poderoso orgasmo.
Por último, lentamente Jessy se monto de manera similar en el tercer hombre, para cabalgarlo y besarlo igual que al otro, este era el que tenia la verga mas grande, era realmente impresionante, creo que ella lo dejo de ultimo a proposito, ella se le sento encima sin podersela meter toda de lo gruesa que era, mi esposa se derretía de sensualidad y placer subiendo y bajando lentamente a lo largo de aquel trancon, hasta que el, de un golpe de cadera se la enterro hasta las bolas aprovechando que ella descendia sobre el con fuerza, mi esposa dio un brinco del dolor y el se la volvio a clavar tomandola por la cintura y prensandola, yo solo escuche a Jes quejarse con la cara hundida en el hombro del tipo, muy quedamente pero agradecidamente adolorida, y con los ojos cerrados de los cuales brotaban lagrimas de placentero dolor:
- Aaayyyyy!!!! tan duro no papi, que la tienes enorme y muy gruesa!, espera un poco si?, dejame acostumbrarme a tu gran tamaño amor!!
Sin hacerle caso, el tipo comenzo a mamarle las tetas y a moverse con toda la verga dentro de su vagina, sin sacarla en ningun momento, solo con puros golpes de cadera y movimientos laterales la hizo acabar infinidad de veces y Jes solo se retorcia como una loca jadeando y gimiendo entrecortadamente:
- Que rico como me culeas mi amor, que verga tan gruesa y larga tienes!! Matame con tu verga papi, parteme en dos!!!
El le metió un dedo en la boca y ella se lo chupo sabiendo bien para que era, el una vez que lo sintió bien mojado se lo metió en el culo y ella dio un respingo por lo grueso y calloso del dedo pero no se quejo, al contrario se meneo mas sensualmente susurrándole al tipo,
- Asi coño, metemelo todo el dedo mi rey, dame mas duro en el culito papi!! ay coño me matas con esta verga tan grandota!!! Asi, asi coño asi, aaayyyyy coño me vengo otra vez papi bello, uuuyyyy!!!
Mi esposa de repente se tenso toda y nuevamente se vino, con tal fuerza que se estremecia sin control y se desmadejo sobre su amante, quien siguio culeandosela por unos 15 minutos mas sosteniendola sobre su pecho y besandola metiendo y sacando su lengua furiosamente de la boca de mi esposa, quien con ojos cerrados y chupando la gran lengua del hombre como aferrandose a ella, se entregaba a aquellos finales corrientazos de extremo placer sexual.
Hasta que por fin, Miguel el tercero de aquellos campesinos le acabo bien adentro de su vagina, donde yo nunca podria llegarle, quedandose por unos minutos abrazado a mi mujer, sin poder moverse, hasta que la verga disminuida se le salio sola con un chorro de leche y mi mujer se desmontó, con los muslos todavia temblorosos del intensisimo orgasmo se arrodillo frente a ellos en el piso de la camioneta, Jesssy comenzó a mamarle la verga al primero que se había cojido masturbándolo al mismo tiempo, entendí que quería que le acabara en la boca, y asi ocurrió, Jessy tomo un vaso plástico que habíamos usado y echo el semen ahí, luego le agarro la verga al segundo y se la metió en la boca para igual mamarsela, cuando el le acabo también deposito el semen en el vaso, luego le toco a Miguel, este tardo en acabarle en la boca pero lo hizo abundante mente, tanto que casi se llena el vaso que Jessy despues de tragarse el primer chorro lleno directo de la verga mientras la ordeñaba con la mano, yo estaba sorprendido pero cuando el termino, ella sonriendo se llevo el vaso a los labios y mirándome a los ojos fue tragándose muy lentamente todo aquel semen espeso y caliente, luego se inclino sobre mi y agarrándome la verga comenzó a mamarmela.
Ellos subiendose los pantalones le dieron las gracias y se bajaron de la camioneta aún en plena lluvia, al igual que nosotros tendrían una extraña sensación después de tener esta experiencia y optaron por bajarse. Yo levante a Jessy y acostandola en el asiento me la comencé a cojer, ella me dijo al oído,
- Te gusto papi?, yo se que asi me querias ver, verdad? desde hace tiempo querias verme cogida por otro verdad?, fue bien rico papi y me alegro de haberte complacido, me gusto y por lo caliente que estas veo que a ti mas todavía, metemelo pues y disfruta papi, pero métemelo por el culito que la rajita la tengo muy dolida!.
Ella realmente ya no lo estaba disfrutando tanto, ya que estaba muy adolorida por el tamaño de la ultima verga que le habian metido, pero me aguanto hasta que me no pudo mas y me susurro regalándome el postre de aquella jornada
- Mi amor métemela por el culito, quieres?,
Aquellas palabras fueron musica celestial para mis oídos, me levante y ella se volteo en el asiento y empino su glorioso culito diciéndome,
- Metemela despacio papi, mira que lo tengo cerradito,
Asi lo hice y ella gimio todo el tiempo hasta que le meti completamente la verga, se la deje un rato para que se acostumbrara, y luego comenze a meterla y sacarla con mucho cuidado y lentitud hasta que me vine, lo cual fue realmente rapido, por lo que me quedé con mi calentura hasta que llegamos al hotel en la playa. Entonces recordamos todo lo ocurrido tratando de acordarnos de todos los detalles. Cogimos como nunca.
Para los dos fue la mejor experiencia sexual que habíamos vivido. Y la hemos repetido con el ultimo individuo, Miguel, asi como otros amigos de el de vergas similares que el mismo ha traido, para revivir de alguna forma la sesión de sexo de aquella tarde lluviosa.
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