Estaba en una época de sequía intensa, no tenía sexo desde hacía ya como tres o cuatro meses, estaba trabajando mucho, estudiando y no tenía tiempo ni para el boliche ni cualquier interacción con cualquier mujer, ni por asomo. Llegando al caso un compa del trabajo me dice: "eh culiau, por qué no probas con Tinder, ahí esta lleno de mujeres". Bue, vamos a probar.
Pegue fotitos facheras, menti un poco sobre que mi vida era interesante, y bueno, entre match y match pegue buena onda con, una piba, quien hacía un deporte muy particular, morocha, pelo lacio, linda carita pero nada que me llegase a asombrar bastante. Entre charla y charla ya mediante wpp, quedamos en vernos en Cordoba capital (yo de VCP) y era todo medio viaje y no sabía si realmente valía la pena, pero mi yo interno colapsado en ganas de ponerla me dijo: "Anda perro de frente manteca" y bueno, allá fui.
Recuerdo muy bien el día, estaba por ver la final Boca y River cuando tiraron piedras al bondi, termine de ver ese desastre y embarque hacia mi destino.
Al llegar (tarde como siempre) ella ya me estaba esperando, tenía un vestido negro corto, no muy apretado pero que dejaba ver qué tenía una cola divina, de esas que parecen sacadas de otro cuerpo, y ahí es donde pense: "listo soy yo con la melena de Elvis" y encaramos para un bar en la docta.
Hablamos un rato, tomamos quizás un poco de más, y ya las manos comenzaron a juntarse, rodilla con rodilla hasta que nos dimos el primer beso, y continuamos tomando y charlando mientras la cosa se ponía cada vez más intensa. Manoseo va, manoseo viene me dijo al oído mientras me prendía un pucho: "Nene, me re calentas no tenes una idea lo mojada que estoy, quiero chuparte toda la pija". Y ahí ya con mis sentidos fuera de mi, completamente exhorbitado por el alcohol más la cantidad de meses sin ponerla, sin más preámbulo y con la pija totalmente dura, le pedí caballerosamente "vamos al telo, de una". A lo que ella encantada acepto.
Del bar al telo había un par de cuadras largas, yo ya no aguantaba las ganas de ponerla así que en un callejón medio oscuro le di un beso, manosee un poco y se agachó a hacerme un pete que sería la antesala de una noche increíble: La escupía, la tragaba entera, y miraba con cara de felicidad al ver que mis 18cm de pija le entraban casi perfectos en la boca. Terminado ese acto seguimos caminando al telo.
Una vez llegado comenzó la acción, ella se sacó todo y comencé a chupar todo, tenía unas tetas no muy grandes pero perfectas para lamer, pero lo mejor de todo fue su concha, un aroma perfecto de esos que te vuelve loco con solo oler, un sabor mejor que un plato gourmet y el apriete perfecto. Un culito bien grande de esos que rebotan y que querés cachetearlo de una.
Comenzada la penetración fueron todas las poses, incluyendo sexo anal, mi favorita esa noche fue en 4, tenía una vista privilegiada. Ella ya habia acabado un par de veces ya en la noche por lo que me pidió que le tire el semen en la cara, mientras pedía que la filmará para pasarlo a su grupos de amigas. La noche termino, salimos del telo y me pide vernos de nuevo, yo obvio que acepte, a lo que me dice: una mis amigas vio el vídeo y le encantó, quizás cuando nos volvamos a ver seamos 2". Esa parte la voy a contar otro día
Pegue fotitos facheras, menti un poco sobre que mi vida era interesante, y bueno, entre match y match pegue buena onda con, una piba, quien hacía un deporte muy particular, morocha, pelo lacio, linda carita pero nada que me llegase a asombrar bastante. Entre charla y charla ya mediante wpp, quedamos en vernos en Cordoba capital (yo de VCP) y era todo medio viaje y no sabía si realmente valía la pena, pero mi yo interno colapsado en ganas de ponerla me dijo: "Anda perro de frente manteca" y bueno, allá fui.
Recuerdo muy bien el día, estaba por ver la final Boca y River cuando tiraron piedras al bondi, termine de ver ese desastre y embarque hacia mi destino.
Al llegar (tarde como siempre) ella ya me estaba esperando, tenía un vestido negro corto, no muy apretado pero que dejaba ver qué tenía una cola divina, de esas que parecen sacadas de otro cuerpo, y ahí es donde pense: "listo soy yo con la melena de Elvis" y encaramos para un bar en la docta.
Hablamos un rato, tomamos quizás un poco de más, y ya las manos comenzaron a juntarse, rodilla con rodilla hasta que nos dimos el primer beso, y continuamos tomando y charlando mientras la cosa se ponía cada vez más intensa. Manoseo va, manoseo viene me dijo al oído mientras me prendía un pucho: "Nene, me re calentas no tenes una idea lo mojada que estoy, quiero chuparte toda la pija". Y ahí ya con mis sentidos fuera de mi, completamente exhorbitado por el alcohol más la cantidad de meses sin ponerla, sin más preámbulo y con la pija totalmente dura, le pedí caballerosamente "vamos al telo, de una". A lo que ella encantada acepto.
Del bar al telo había un par de cuadras largas, yo ya no aguantaba las ganas de ponerla así que en un callejón medio oscuro le di un beso, manosee un poco y se agachó a hacerme un pete que sería la antesala de una noche increíble: La escupía, la tragaba entera, y miraba con cara de felicidad al ver que mis 18cm de pija le entraban casi perfectos en la boca. Terminado ese acto seguimos caminando al telo.
Una vez llegado comenzó la acción, ella se sacó todo y comencé a chupar todo, tenía unas tetas no muy grandes pero perfectas para lamer, pero lo mejor de todo fue su concha, un aroma perfecto de esos que te vuelve loco con solo oler, un sabor mejor que un plato gourmet y el apriete perfecto. Un culito bien grande de esos que rebotan y que querés cachetearlo de una.
Comenzada la penetración fueron todas las poses, incluyendo sexo anal, mi favorita esa noche fue en 4, tenía una vista privilegiada. Ella ya habia acabado un par de veces ya en la noche por lo que me pidió que le tire el semen en la cara, mientras pedía que la filmará para pasarlo a su grupos de amigas. La noche termino, salimos del telo y me pide vernos de nuevo, yo obvio que acepte, a lo que me dice: una mis amigas vio el vídeo y le encantó, quizás cuando nos volvamos a ver seamos 2". Esa parte la voy a contar otro día
2 comentarios - Anecdota: La deportista y el tinder