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El negro y mi pequeña esposa

Mi mujer me mete los cuernos con un negro enorme, que le dejo la concha como una flor.
Me llamo Guga y les voy a contar lo que sucedió hace unos meses con mi esposa Florencia. Estuvimos de novios durente 4 años y ya hacia 3 que estabamos casados. Ella tenia entonces 27 años y yo 31.

Florencia es una chica linda. Cara de niña y cuerpo chiquito. Mide apenas 1.50 metros de altura es morocha de pelo lacio hasta los hombros y tiene tetitas medianas. Una cola gordita y linda y una conchita muy apretada y sobre todo muy peluda, sus pelos negritos forman un triangulo negro y delicado que son una tentacion.

Vivimos en Buenos Aires. Yo trabajo como vendedor y ella esta terminando su carrera de Psicologa. Estabamos bien en nuestro depto de 2 ambientes en el barrio de Villa del Parque. Ella además iba al gimnasio 1 vez por semana con su mejor amiga, Mariana, porque siempre tenia miedo de pornerse gordita, pero la verdad es que le sobraban 2 o 3 kilos que le quedaban hermosos.

Resulta que una tarde, como a la 7.30, levanté el telefono de la habitacion y escucho que ella estaba hablando por el aparato del living con Mariana. Escuché una conversación rara, que me sorprendio. Estaban hablando de un tal Joao a quien yo no conocía.

Mariana: -Si, muy lindo no es, pero es simpatico el grandote y viste el...

Flor: Si, yo tambien me di cuenta que tiene un bulto desproporcionado. Es casi desagradable no? Mariana: Si, pienso igual que vos. Pero te digo que a vos te mira mucho el culo y la concha con esas calzas negras que te pones para ir al gym.

Flor: Callate, no seas loca...

Mariana: En serio te digo, lo vi que te miraba el culo, parece que le gustas. Bueno, como anda Guga?

Flor: Bien y Pablo?

Mariana: Bárbaro

Flor: Nos vemos mañana en el gimnasio

Mariana: Mañana no puedo porque tengo medico.

Flor: Uy que lastima, bueno nos vemos el jueves entonces. Chau.

Cortaron. Yo me puse un poco celoso pero después pensé que dos chicas tenian derecho a mirar a los hombre. Sin embargo me habia como dado una puntada en el estomago. Me quede como obsesionado de la conversacion. Florencia mirando bultos? Por mas comprensivo que fuera, los celos me carcomieron.

Decidi no darle importancia.

Al otro dia llegué de trabajar a las seis y encontre una nota de mi esposa: Guga, estoy en el gimnasio, vuelvo a las 8.

Ahí me acordé que Mariana no iba porque iba al medico y decidí darle la sorpresa de pasarla a buscar en auto.

Llegué al lugar y decidi que no me viera. Ella estaba haciendo bicicleta y no había mucha gente. Cerca de ella habia un morocho grandote, como de 2 metros de altura haciendo pesas. Al rato vi que ella miraba de reojo lo que el hombre hacia. Se bajo de la bicicletay el tipo se paro cerca de ella, le levaba como tres cabezas.

El tipo le dijo algo y ella lo miro. Me acerqué para escuchar qué era lo que decían. El tipo le estaba haciendo un verso sobre la gimnasia y ella asentía y cada tanto bajaba disimuladamente su vista hacia el bulto del tipo. Este estaba con un pantalon de gimnasia y se le notaba bastante la verga.

El tipo se empezo a ir por las ramas y le conto que era brasilero y que habia sido jugador de voley en su juventud y que ahora ya tenia 43 años.

Ella se hacia la interesada se presentó como Flor y que tenía 27 y le contó que le encantaba ese deporte y demás. El tipo le dijo si le gustaría ir a tomar un café después del gimnasio.

Flor: No, sabés que me espera mi marido en casa.

Bien por Florcita dije yo, es fiel.

Pero al rato se me cayó el alma al piso porque le dijo que quizás otro día... Dejo la puerta abierta

Entré al gimnasio y el tipo ya se alejaba después de haberle dado un beso en la mejilla a ella para lo cual tuvo que agacharse mucho...

Hola Florencia te vine a buscar – ledije.

Ella se dio vuelta como asustada: Hola Guga, viniste? Me cambio y vamos para casa.

A la noche yo ya me habia acostado y ella estaba en el comedor. Escuche que marcaba el teléfono, levanté, estaba perseguido. Hablaba con Mariana otra vez.

Le contó que habia ido al gimnasio y que habia vuelto rapido porque yo la fui a buscar.

A lo último de la conversacion le dijo...

No sabes lo que me pasó, el grandote es brasilero y me invito a salir con él... Yo le dije que era casada para que no moleste, pero me parece que tenias razon , está caliente conmigo.

Mariana: Tené cuidado porque no lo conocés. Además si te agarra el grandote con esa verga de caballo que debe tener... ja,ja

Flor: Sos loca, eh, eso de las pijas tan grandes es mito. Además ni me gusta, es feo de cara. Bueno te dejo que si Guga escucha se va a pensar cualquier cosa. Chau

Esa noche mi mujer no podía dormir, se levanto a tomar agua un monton de veces, estaba como nerviosa. Parece que a pesar de que el grandote no era de su tipo, la habia exitado el hecho de que la invitaran a salir.

Le pregunté qué le pasaba y se hizo la idiota. : Nada bebe, dormi.

Al otro dia fue al gimnasio a las 6 como siempre y ,me preguntó

Si la pasaba a buscar... No-le dije- llego tarde de trabajar porque tengo una reunion – le menti-..

A la noche la fui a buscar sin ser visto y ella ya estaba terminando, el grandote se acercó y la invito a tomar una gaseosa al bar del gym y ella le dijo que se tenía que ir, el insistio, que si, que no,,, al final aceptó con cara de inocente.

Fueron bar y se sentaron en la barra en unos taburetes, desde allí ella de vez en cuando bajaba la vista y se lo miraba haciendose la distraída

Qué pasa decia yo para mis adentros, esto no me gusta nada, pensé.

El le metía un verso terrible para ganarsela pero era feo en serio, pensé que jamas pasaría algo entre ellos. Florencia tan linda, tan delicada y tan chiquita con esa bestia que la doblaba en tamaño parecía una pesadilla para mí.

Al rato él le dijo que la llevaba hasta casa, tenía una camioneta vieja y ella inconciente de lo que pasaría aceptó.

Era una Ford del año 75 y bastante rota. Y yo los seguia desde cerca y en un semáforo el le quiso dar un veso. Ella no quizo y el insistía acercandole su boca, ella le corrió la cara y él intentaba besarle el cuellito. Asi hasta casa en donde ella se bajó rapido como asustada...

Al rato llegué yo y le dije que la reunion había estado muy dura.

Le pregunté como Le fue.

Flor: También trabajé duro en el gimnasio.

Si – pensé yo- dura le dejaste la verga al grandote zorra...

Estuvo un rato en el bidet, le pregunté si pasaba algo y me dijo que no. Pero yo sabía que se había mojado la concha con la franela del negro.

Esa noche vino a cenar Mariana con su marido Pablo y en un momento Florencia y Mariana charlaban en la cocina. Le dije a mi amigo que iba al baño y me puse detrás de la puerta a escuchar.

-Me quería vesar y me paso la mano par la concha por arriba de la calaza, quería que le toque la píja y me puso la mano arriba de su garrote. Es un zarpado, encima se llavó mi billetera y me dio este papelito con su direccon y esta nota que dice que si no voy a buscarla no me la devuelve.

-Pero denuncialo, es un hijo de puta

-No puedo, mira si se entera Guga.

-Bueno, yo te acompaño

-No, dejame que yo sola lo soluciono- dijo Flor

-Donde es?

-En el barrio obrero

-Vas a ir sola ahí

-No me queda otra, no pasa nada, quedate tranqui.

Claro, yo veía que el tipo intentaba besarla pero no veía lo que pasaba por abajo en esa camioneta.

Ante de irnos a dormir ella me dijo que al otro dia iba de compras a la mañana con Mariana. Era sábado y yo le dije que la acompañaba y me respondio que me aburriria con dos mujeres.

Se llevo el auto y la seguí en un taxi, obviamente no iba a hacer compras sino a la casa del grandote.

Era una casa vieja y ella se bajo del auto y no atraveso la reja toda rota, golpeo sus manos y el negro grandote abrio y le dijo que pase.

-No, JOAO, no voy a entrar, dame la billetera y me voy.

-Dale, pasá un ratito, olvidemos todo, me porto bien, en serio.

El negro le hizo un sonrisa amistosa y ella dudo pero se confio y devolviendo la sonrisa entró.

Yo me acerqué a una de las ventanas de la casa, había unas plantas y allí me escondí.

Se sentaron en un sofá color marron de cuerina y como uno de los vidrios estaba roto yo oía lo que decían.

-Te calentaste ayer?

-Basta Joao, me dijiste que olvidamos todo, ya paso.

-Es que me volves loco, no viste como se me puso la verga.

-Si, pero yo estoy casada y quiero a mi marido.

-Es solo para divertirnos

-No, dame la billetera y me voy.Quedamos en eso.

-Sabés que pasa, es que me gustás mucho

Allí empezó de nuevo a querer franelearla, la abrazaba a pesar de que ella se resistía y le quería besar el cuello.

Ella se levantó y el también y la brazós desde atrás, Cuando se los veía parados uno al lado del otro era terrible ver la diferencia de altura. Ella 1.50 y el 2 metros.

El se agachó y le empezó a franelear la concha por arriba del pantalón de joggin que ella tenía puesto,

-Basta Joao, basta!!!!!

Pero de golpe empezó a besarlo, la extorsión comenzaba dar sus frutos. Ella se había calentado, mirando aquel bulto enorme y con tanta franela en la camioneta.

El no quizo perder tiempo ya que la tenia confundida, le bajo de un tiron el pantalon y la bombacha y la sentó en el sofá y rapidamente le empezó a chupar esa conchita peluda y chiquita que ella tiene.

-AYY, AYY, NO , NO QUIERO MAS, ME ESTAS CALENTANDO HIJO DE PUTA, PERO NO QUIERO.

-DEJAME FLORENCIA, -dijo el con su acento portugues- DEJAME HACERTE GOZAR.

Le mamo la concha por unos 5 minutos hasta que estuvo bien mojada , lñe babeo todos los pendejos negros de su vulva y con su dedo gigante le masajeaba el clítoris.

Al rato el se paró y ella se sentó al filo del sofá.

-Chupámela – le dijo el al tiempo que se bajaba el short-

Lo que salio de allí me dejó pasmado. Una verga que tenía como 28 cms de largo y era gruesa como un rollo de papel higiénico. Mi Florencia quedo de piedra con los ojos muy abiertos y sin querer dejó escapar un: UFF, DIOS MIO!!!!!!!!!!!

-Chupamela

Ella la agarrócon una mano y vio lo pesada que era.

-ESTO ES MUCHO MAS DE LO QUE ESPERAB, UFF

Suspiraba, miraba para otros lados, no era mi Florencia de siempre, estaba perdida, no sabía lo que hacía. Yo esperaba que en cualquier momento recapacitara y se fuera de allí, pero estaba como obnubilada.

-QUE PEDAZO GRANDE, NO SABIA QUE HABÍA TAN GRANDES.

Y claro, lo que le faltó decir es que el mio mide 13 en ereccion y el flaquito.

Se la chupo con su lenguita, no podia meterla en su boca, era tan gruesa como sus tobillos. Ella estaba sentada en el sofá y mientras pasaba delicadamente su lengua por el choto al negro, él le abría las piernas y le frotaba la concha con sus dedos, le hizo una paja en el vulva peluda y esto hacía que ella se la lengueteara con más cariño.

El se cansó y la puso en cuatro patas en el sofá y se escupió la mano y la pasó por la conchita de ella. Parecía un caballo que se iba a montar a una perrita. Ella es tan chiquita.

-El le seguía pasando saliva por la argollita y de mientras se pajeaba su poronga para tenerla más dura todavía. Parecía que lo hacía apropósito porque sabría que la haría doler, pero la quería tener más dura todavía.

Ella era inconciente de lo que el hacía porque estaba con los ojos cerrados.

En un momento se puso en cuclillas en el sofá y la montó. Sabía que en esa pocisión la penetracion sería terrible.

Ella solo dijo

-DESPÁCITO, EH

No sabía lo que le esperaba. De un empujón le entró ¼ de verga e hizo que mi chica quedara con la trompa contra el sofá y le hizo pegar un alarido terrible.

-OUCH, AY, AY, ME DUELE MUCHO, ES DEMASIADO GORDA, SACALA QUE ME ABRIS MUCHO LA CONCHA.

Como él estaba en cuclillas se veía claramente el grosor del aparato y la pequeñez de la vagina. Cada vez que empujaba le metía los pelos para adentro de tan apretada que estaba.

Otro empujón y le metio la mitad, Florencia se quejada como un corderito al que estan matando.

Otro empujón y le metio ¾ de verga no pudo meter más, llegó al fondo, pero seguía empujando y le taladra el fondo del útero.

-auch, ouch, me lastimas la matríz, me duele mucho, ella tenia que agarrarse de la tela del sofá porque su cara chocaba contra el mismo.

Cada vez que le enterraban semejante verga.

-AYY, ME DUELE, NO ME LA ENTIERRES TANTO, QUE ME MATAS, ME DUELE JOAO.

Ella buscaba algo de compasion pero solo le respond{ia con violentos pijazos que destruian su concha.

El aceleróa el ritmo y ella recien recordo que estaban cojiendo sin forro: SACALA, ACABAME AFUERA, POR FAVOR.

Ya era tarde el estaba en proceso de acabar y le hundio la verga tan fuerte que ella apretó los dientes y cerro fuerte los ojos y pegó un grito enorme cuando sientió el primer lechazo en el fondo de su matríz.

-AYYYYYYY, OUCCHHHHH, ESTA CALIENTE, NO ME LLENES, NO ME LLENES.

Aunque sentía que le estaba entrando como ¼ litro de esperma seguía diciendo: NO ME LLENES,. NO ME LLES, AYYYYY, ME DUELE,,,,

EL se salió y ella quedo tirada en el sofá boca abajo como 20 minutos, a cada rato ponía cara de dolor y se tocaba la concha con la mano retirando los restos de leche y algun hilo de sangre de su vagina. La habían destrozado.

A la media hora se vistio, camino rengeando hasta la puerta y se fue.

Llego a casa y pidio un turno con el ginecólogo, se puso pomadas durante una semana porque tenia la concha a la miseria.

Por suerte no quedo embarazada.

Pero creo que la voy a dejar.

4 comentarios - El negro y mi pequeña esposa

taxilibre
Y si d esa cera ni se olvida más amigo excelente gracias por compartir 10
Fantasias26
Que buenos cuernos, cómo tenías la pija en ese momento?
javi808
No amigo no te separes déjala que disfrute