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Mafer, vendedora de coches y panocha

Ya llevaba algunos meses viendo y hablando en la consecionaria de coches, quería un nuevo vehículo, me atendió una morenita muy linda, caí muy bien y se veía muy bien, se que su trabajo es vender y tiene que usar sus armas de mujer para sacar partida y la verdad yo me dejaba seducir, saque su WhatsApp e instagram, y pos íbamos platicando, le gusta la fiesta y la noche, tiene novio, aunque se ve que le gusta la marcha, ayer ya por fin pude ir por el, aunque en monterrey se esta batallando por los carros de agencia, yo ya lo tenia apartado de meses, así que por fin pude ir por mi nueva camionetita, así que pase con ella.
J: pues bueno, ya tengo mi camioneta, ya es la última vez que veo a mi vendedora favorita.
M: pues tienes mi número, así que puedes invitarme cuando gustes.
J: una cita de 4?
M: no como tal, mejor tu y yo solos, no creo que les guste a nuestras parejas saber como nos conocimos, y más por todo lo que hice para que compraras el vehículo.
J: no hiciste nada, yo me dejé, total, solo fue coqueteo, nada del otro mundo.
M: bueno, pues cuando quieras salimos.
J: que tal hoy, y así estrenamos la camionetita.
M: bueno, salgo a las 7, nos vemos en unas horas.
Decidí esperarla, total, seria bueno verla y estar un poco con ella, salió muy guapa aunque sencilla, un pantalón de mezclilla y una camisa de estampados blanca y negra, con una gorra, se veía muy buena, aunque sencilla.
M: espero no haberte echo esperar mucho.
J: para nada, pues vamos a cenar algo, no?
M: de acuerdo, después de eso me llevaras a mi casa, no?
J: claro, la cita no acaba hasta que la señorita no esté en su casa.
M: que caballero, me gusta eso.
Fuimos a cenar y seguimos hablando, ahí me di cuenta de que su actitud de seductora no era solo para vender, o tal vez aún quería más, se pegaba mucho a mi, me rozaba con sus brazos, me abrazaba y tonteaba conmigo.
M: sabes, hay cosas que a mi novio no le gustan de mi.
J: como por ejemplo.
M: que soy muy coqueta y me gusta jugar un poco.
J: que clase de juegos?
M: juegos que solo se pueden de a dos y donde no halla testigos.
J: quisiera jugar.
M: va, pero aquí no podemos.
J: pues vamanos, como te dije, la cita no termina hasta que te lleve a tu casa y si se nos atraviesa un hotel en el camino, sería pecado no entrar, por algo estaba de camino.
M: vamos, ya quiero jugar.
En la camioneta ya todo era diferente, se sentía la pasión, ella ya no tocaba solo mis piernas, ya me tocaba la verga por sobre el pantalón.
M: no soy así con todos mis clientes, me doy a desear y a muchos los bateo, pero tu me gustaste, tu también jugabas el mismo juego y sabias como atacarme.
J: quise ver hasta donde podíamos llegar, y créeme que no me arrepiento de nada.
M: ni yo, no es la primera ni la últimas vez que hago algo así, pero contigo si quisiera repetir.
J: igual yo, cuando quieras.
M: y si lo hacemos en la camioneta, pagas el hotel, lo dejas en el estacionamiento y ahí cogemos.
J: tendremos privacidad, sería un muy buen plan y una buena forma de estrenarla.
M: ya esta dicho, aparte, me excita hacerlo así, arriba de una camioneta.
J: pues a complacerte.
Lo bueno de los hoteles es que tienen estacionamiento dentro del mismo, y con cochera, lo cual lo hace más privado, así que seria rico así, llegar al hotel de siempre, solo se bajo la cortina y ella rápido se monto arriba de mi.
M: ahora de la acción.
Un beso en toda regla, lleno de pasión y morbo.
M: pocas veces e podido hacerlo así, me gusta coger en carros, así que espero y sea rico.
Empezaron los besos y caricias, eran más pasión que amor, ella como podía me tocaba la verga, pero yo si podía sobarle el culo con gusto.
M: pues a quitarnos la ropa, ya no aguanto.
Como pudimos nos desnudamos, incomodo es poco, pero se sentía muy bien, ella me sentó y acostó el respaldo del asiento, ella sola se subió en mi y se la fue metiendo.
M: me encanta como se siente, como se mete en mi, me gusta este morbo.
Empezó a saltar, era rico ver como subía y bajaba, aunque tiene tetas medianas, están en su lugar, yo solo le sobaba el culo, no pasaron mucho más de 10 minutos cuando ella se vino.
M: que ricooooooo, me vengooooo.
Quedo arriba de mi, resoplando, yo aun no me venía.
M: se que aun no te vienes, pero ahora vamos al cuarto, tenemos que sacarle provecho.
Ya en el cuarto me la pude más que nada coger en 4 patas, ella estaba muy excitada y cansada, que solo se dejaba hacer, ponía su culo en pompa y su cara pegada en la cama, las caras que ponía eran de un gran placer.
M: siiiii paapiii, que ricooo me cogeeees, esto lo tendreemoooos que repetiiiiir maaaas vecees.
J: cuando... quieras... que rica estas.
M: me encanta tu verga, cuando me dejes en mi casa, te la mamare todo el camino.
Seguí metiendosela, se sentía de lo mejor, hasta que nos venimos juntos, descansamos un rato, ella me dijo.
M: ya tenemos que irnos, ya son casi las 12, no avise a nadie, ya han de estar preocupados.
J: vamonos.
Salimos del hotel y fuimos a su casa, vive como a 30 minutos de ahí, ella cumplió su promesa, me saco la verga y comenzó a hacer su trabajo, se la comia toda con gran placer, hasta hacer que me venga y tragar mi leche.
M: si esta rica tu lechita, lo haremos más veces papi.
J: claro, con lo buena que estás.
M: vamos a casa.
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