Cómo todas las mañanas tomo el tren y el guarda pasa, me mira de arriba a abajo y me guiña el ojo, cosa que respondo de la misma manera, así fueron pasando los días, hasta que después de la pasada habitual me dijo algo por lo bajo, que no le entendí, pero me di vuelta y bajando un poco el barbijo le sonreí.
Volvió y nos pusimos a charlar estábamos solos en el vagón, se sentó a mí lado y me decía lo linda q estaba de a poco su mano se dirigió a mis tetas, lo deje seguir y yo le agarre la pija por sobre el pantalón. Justo llegamos a una estación, cuando vimos que nadie subió, me agarró y me metió la lengua en la boca, comenzaron a jugar nuestras lenguas y comencé a hacerle una buena paja no era muy grande pero estaba bien dura, me baje el cierre de la campera, levanté la remera y dejé al aire mis tetas para el, jugaba con ellas las mordía, las chupaba, y yo lo seguía pajeando, por su respiración , estaba por acabar, le pedí que lo haga en mis tetas, se paró y lo pajie hasta que largo un buen chorro de wasca espesa y olorosa, me lo pasé por las tetas, chupe lo que quedó en mis manos y me cerré la camperita, 2 estaciones después baje en Constitución.
Al día siguiente se dio la misma situación hizo su pasada habitual y ahora fuimos al vagón de las bicicletas, le saco la chota y empiezo a pajearlo veo que nadie viene y me arrodillo a chupar mientras me toco el tipo gime y apreta mis tetas, tenía ganas que me de pija por el orto, pero faltaba poco para llegar a la cabecera, lo pajeo con la boca, me da un chorro de leche no tan abundante como el día anterior pero con ese mismo olor, delicioso, me hizo acordar a la leche de mis perros (historia para otro día o por privado). Llegamos a destino y me fui a mí cole, sin saludar ni nada.
Al otro día, me dijo que quería coger, yo también quería, tuve la idea de llamar a mí colegio y decir que no podía ir, que tenía síntomas de resfrío, bajamos una estación antes, nos metimos al baño de la estación y nos dimos el gusto de coger tranquilos. Me senté sobre su verga y me la metí en el orto, lo monte un buen rato hasta que largo el primer chorro de leche, me quedo quieta , hasta se vuelve a poner dura vuelvo, a montar con fuerza y consigo sacarle otro chorro de leche caliente. Me levanto, me visto, y me voy el tipo quedó sentado en el inodoro del baño. Me fui a casa ya que me reporte enferma. Al día siguiente no fui al laburo, me desayuné a mis perros, y fui a tomar el tren pero evite estar a solas con el, fui de trámites y a la vuelta volví a viajar, con el de nuevo, obvio salió pete, y otro trago caliente de espermas, esto se repitió varias veces más hasta que hubo un cambio de guardia, era un pibe y la verdad no me gustan, también me echa a ojo pero ni cabida. Volví a verlo en otras ocasiones pero ya se estaba normalizando la situación y no daba, aunque me daban ganas de petear en el vagón lleno y terminar con la panza llena de leche, pero no lo quise hacer, todavía
Volvió y nos pusimos a charlar estábamos solos en el vagón, se sentó a mí lado y me decía lo linda q estaba de a poco su mano se dirigió a mis tetas, lo deje seguir y yo le agarre la pija por sobre el pantalón. Justo llegamos a una estación, cuando vimos que nadie subió, me agarró y me metió la lengua en la boca, comenzaron a jugar nuestras lenguas y comencé a hacerle una buena paja no era muy grande pero estaba bien dura, me baje el cierre de la campera, levanté la remera y dejé al aire mis tetas para el, jugaba con ellas las mordía, las chupaba, y yo lo seguía pajeando, por su respiración , estaba por acabar, le pedí que lo haga en mis tetas, se paró y lo pajie hasta que largo un buen chorro de wasca espesa y olorosa, me lo pasé por las tetas, chupe lo que quedó en mis manos y me cerré la camperita, 2 estaciones después baje en Constitución.
Al día siguiente se dio la misma situación hizo su pasada habitual y ahora fuimos al vagón de las bicicletas, le saco la chota y empiezo a pajearlo veo que nadie viene y me arrodillo a chupar mientras me toco el tipo gime y apreta mis tetas, tenía ganas que me de pija por el orto, pero faltaba poco para llegar a la cabecera, lo pajeo con la boca, me da un chorro de leche no tan abundante como el día anterior pero con ese mismo olor, delicioso, me hizo acordar a la leche de mis perros (historia para otro día o por privado). Llegamos a destino y me fui a mí cole, sin saludar ni nada.
Al otro día, me dijo que quería coger, yo también quería, tuve la idea de llamar a mí colegio y decir que no podía ir, que tenía síntomas de resfrío, bajamos una estación antes, nos metimos al baño de la estación y nos dimos el gusto de coger tranquilos. Me senté sobre su verga y me la metí en el orto, lo monte un buen rato hasta que largo el primer chorro de leche, me quedo quieta , hasta se vuelve a poner dura vuelvo, a montar con fuerza y consigo sacarle otro chorro de leche caliente. Me levanto, me visto, y me voy el tipo quedó sentado en el inodoro del baño. Me fui a casa ya que me reporte enferma. Al día siguiente no fui al laburo, me desayuné a mis perros, y fui a tomar el tren pero evite estar a solas con el, fui de trámites y a la vuelta volví a viajar, con el de nuevo, obvio salió pete, y otro trago caliente de espermas, esto se repitió varias veces más hasta que hubo un cambio de guardia, era un pibe y la verdad no me gustan, también me echa a ojo pero ni cabida. Volví a verlo en otras ocasiones pero ya se estaba normalizando la situación y no daba, aunque me daban ganas de petear en el vagón lleno y terminar con la panza llena de leche, pero no lo quise hacer, todavía
6 comentarios - Peteando en el tren