PRIMERA PARTE ---------> http://www.poringa.net/posts/relatos/5107986/Doble-vida.html
Al otro día me levanté y no me reconocí. Me sentía en plenitud como si yo mismo fuese otra persona y habitara otro cuerpo. El espejo me volvió a la realidad, pero esta vez me noté diferente y no me vi feo, ni siquiera tan gordo. Tampoco es que soy un obeso, pero tengo mis kilos demás. Mi hermana siempre usó mi cuerpo para burlarse de mí y humillarme. Fueron años de sometimiento y maltrato. Yo solo la había dominado durante unas horas ¿Qué estaba mal? Nada, me respondía a mí mismo
Fui a la computadora y revisé una por una las fotos de mi hermana y me percaté de algo que no había visto en la primera oportunidad. Las pijas que se comía en una y otra foto no parecían serla misma. Es decir, que estaba frente a una hermanita que tenía una doble viday muy jugosa. Me disponía a apagar la computadora y escucho que pasa ella por el pasillo
- Buen día - le dije gritando tras la puerta cerrada
- Buen día, Juan – Me respondió ella
El solo hecho de que pronunciarami nombre, me volvía loco. Sabía lo que le costaba hacerlo y saber que lo hacíade motus propio, me encantaba. A tal punto que, entre las fotos que veía y el hecho de oír su dulce voz, hozo que se me pare la pija de manera demencial.
Como un rayo una idea acudió a mimente. Fue entonces que envalentonado, hice la primera jugada arriesgada entoda esta locura que se estaba desatando.
Agarré mi pija y la saqué delpantalón y poniéndome de pie la puse frente al monitor donde se veía a ella conuna pija dentro de la boca, y la llamé
- Vení Naty
- ¿Qué, Juan? – preguntó tras la puerta
- Abrí la puerta – le ordené
Con temor, su pequeña mano tomóel picaporte y abrió. Cuando me vio de pie con mi pija en la mano y suexplícita foto en el monitor, se quedó de piedra. Miró para el costado del pasillo por donde podría venir mi madre y cerró la puerta quedándose afuera.
- Esperá, vení - le ordené
- ¡Estas loco! - dijo con vos apenas audible
- Vení, pasá - le dije
- ¡Está mamá en la cocina y papá todavía no se fue!- dijo ella
- No importa, pasá
La puerta volvió a abrirse y ella apareció con su pequeña anatomía dentro de mi cuarto. Era la primera vez que entraba en mi guarida y eso, ya de por sí, era todo un triunfo para mí. Llevaba el mismo camisón que la noche anterior, pero se había puesto corpiño debajo. Aun así, lucía extremadamente sensual. Juro que tuve que contenerme para no abalanzarme sobre ella. Su cara tan bonita e inocente de pie en mi cuarto, y esa misma cara en el monitor con media pija dentro de la boca, me aturdían al mismo tiempo que me excitaban.
Su cuerpo estaba rígido y vi como una lágrima de odio corría nuevamente por su mejilla, pero no iba a decir nada, era muy orgullosa.
La miré desafiante, y aunque debo reconocer que sentí un poco de pena por ella, disparé mi siguiente misildirecto a su orgullo.
- ¿Qué pija te gusta más? ¿Esta o esa?
Me agarré la pija y la estiré como pajeándola y le señalé el monitor donde su carita inocente era invadida por una pija de tamaño normal
No me respondió.
- Me parece muy bien, pensá lo que vas a responder
- Las dos – dijo como una experta
Debo reconocer que era muyinteligente y, aun en momentos difíciles como era este, sabía salir indemne deuna situación.
- Pero tenés que decir una
- Bueno, la tuya es mejor
- ¿En serio pensás eso? – no debía entrar en sujuego, pero me costaba
Mi hermana estaba recuperandoalgo de poder y no podía permitírselo, debía ser más incisivo y demostrarle queel poder y el control lo tenía yo
- Sí, me dijo, pienso eso y me miró desafiante
- Esperaremos a que pruebes la mía y decidastambién por sabor
Su cara de pánico lo dijo todo. Sepuso roja de furia.
- Andá nomás, dejame solo, le dije
Se fue de mi cuarto sin decirpalabra. Al hacerlo, tuvo la mala suerte de cruzarse con mi mamá que venía dela cocina.
- ¿Qué haces vos en el cuarto de tu hermano?Escuché decir a mi mamá
Mi hermana no contestó y se metióen su cuarto. Yo acudí en su salvación y en la mía también. Hay que reconocerque a mí tampoco me convenía que se precipiten las cosas.
- Me vino a pedir un cargador
- Ah - dijo mi madre y volvió por donde venía
No volví a salir de mi cuarto entoda la mañana, trabajé con la computadora. Al mediodía, sabía que mi hermanaestaría en la universidad, así que se me ocurrió jugarle una bromaescribiéndole un mensaje
- Buen día, Naty
- Buen día Juan
Hasta por WhatsApp me saludabacorrectamente. Sin dudarlo y para sacarla de su zona de confort le disparé
- ¿Estás lista para probarla?
- ¿Qué cosa?
- Mi pija – le respondí sin dudar
- Nunca voy a estar lista
Por WhatsApp era más inteligente aún.Esos segundos para pensar le daban más tiempo y daba la respuesta adecuada.
- Bueno, prepárate porque esta noche te quiero conmedia pija mía en tu boca, como en la foto
Tardó segundos en responder, perolo que vi a continuación no me defraudó
- Voy a hacer lo que me pidas
No podía creer lo que acababa deleer en la pantalla de mi celular.
- Bueno, a las 23.30, en mi cuarto – le escribí
Mi corazón latía de prisa, missienes retumbaban en mi cabeza. Sentía morirme de excitación. Tanto es así queme tuve que levantar del asiento y salir de mi cuarto. Caminaba por la casa yaun sentía que no me alcanzaba. Me sentía exultante y al mismo tiempo abrumado.No sabía cómo definirlo. Tanto fue así que volví a mi cuarto y me cambié parasalir a la calle.
Cuando pasé frente a mi madre ysalí por la puerta, esta me miró como no entendiendo que pasaba. Yo casi nuncasalía a la calle.
- En un rato vuelvo, dije
El aire frío golpeó mi cara ypude estabilizarme un poco más. Seguí caminando y saqué con temor el celulardel bolsillo de mi pantalón. Recuerdo que yo llevaba una remera roja y unasbermudas negras. Seguía mi mensaje “Bueno, a las 23.30 en mi cuarto” y yafiguraba leído con las dos tildes azules. Lo guardé nuevamente en el bolsillo yseguí caminando.
Miraba a la gente por la calle.Me detuve en un niño que iba tomado de la mano con su madre. Después pasé lavista por una pareja de ancianos y más tarde por un grupo de chicas que iban ovolvían del colegio con sus uniformes escolares. Esa imagen me devolvió alpensamiento de mi hermanita. Fue justo en ese momento cuando sentí vibrar elcelular dentro del bolsillo. Lo saque con los nervios de punta. Miré lapantalla sin dilación, era un mensaje de ELLA
- Ok, ahí estaré – rezaba el mensaje
Mi corazón retumbó en mi pechocomo un tambor gigante. Mi cuerpo experimentó una sudoración y un calor quenunca antes había vivido. Supe en ese instante que volvía a vivir, que todo loque había transcurrido en el último tiempo no tenía sentido o eraintrascendente en mi vida. Ahora estaba vivo. Esto era, así se sentía estarvivo.
Una sonrisa de triunfo, imposiblede ocultar, se apoderó de mi cara. Me detuve en medio de la calle y miré paratodos lados. Quería que me vieran, por primera vez me quería sentir observado yla mirada de los demás no las veía como una carga, como una opresión. Ahoraestaba exultante y quería disfrutar de mi momento.
Me fui recomponiendo de a pocomientras regresaba a mi casa. Me bajaron los calores. Mi mueca de felicidad sefue diluyendo. Por dentro seguía igual de feliz o más. Entré en la cocina y ledí un beso a mi mamá. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que habíabesado a mi madre? Desde su cumpleaños o el mío, no era muy difícil decalcular. Mi madre me miró como no reconociéndome.
Llegó la cena y comimos loscuatro juntos, mi padre y mi madre parecían estar en otra. Realmente loestaban. Mi hermana, sin embargo, en más de una ocasión me miró con cara deodio. Yo estaba totalmente perturbado y nervioso por lo que iba a ocurrir enunas horas.
Como nunca nos cruzábamospalabras con mi hermana, mis padres no se dieron cuenta de la tensión entrenosotros. Lo que cambiaba, era que ahora yo tenía el control sobre ella.
Una situación particular se viviócuando estábamos retirando los platos. Mi hermana se levantó a ayudar, cosa quesiempre hacía como buena hija que era. Yo en un momento pasé por detrás y le toquésuavemente la cola. No fue premeditado, fue algo automático, un impulso, unalocura del momento. No aguanté la situación, ese culo me volvía loco. Porsuerte, tomé el recaudo de no ser visto por mis padres. Recuerdo que teníapuesto una minifalda de jean y una camisa escocesa. Aún en minifalda, su culoera espectacular. Ella giró rápidamente la cabeza y me miró con odio.
Me fui a mi habitación y meencerré a calmarme y darme cuenta que debía tener más cuidado con esas cosas.Si era descubierto por mis padres en una actitud así, todo podría irse a lamierda y perderse todo lo conseguido hasta ahora. Y me quedaba aún mucho porintentar. Y lo mejor de todo, es que, por primera vez en mi vida, me tenía fe.Me consideraba con todo lo necesario para lograr mi objetivo que no era otroque someter a mi hermana. Humillar a la persona que tantas veces y de tantasmaneras se había burlado de mí.
Los minutos no pasaban más.Escuché a mi padre levantarse e ir a la habitación, más tarde lo hizo mi madre.Eran las 23.20 cuando quise hacer una última jugada de provocación a mi hermana.Agarré el WhatsApp y escribí
- Hola
Pude escuchar el sonido denotificación de su celular desde mi propio cuarto. Inmediatamente los dostildes azules y su respuesta
- Hola
- ¿Vas a venir?
- Si, faltan 10 minutos todavía
Sabía que no debía preguntar paraasegurarme, debía mostrarme firme, pero aún quedaban cosas propias de misinseguridades.
- Muy bien, me gusta que seas así. Obediente – leescribí
- Ok - respondió
- Una cosa más, quiero que vengas vestida comoestas, pero sin bombacha debajo de la minifalda – me atreví a escribirle
Las dos tildes azules lograronque mi corazón nuevamente empezara a latir como queriendo salirse del pecho.Cuando leí OK en la pantalla creí desmayarme
A las 23.30 escucho sus pasos,miro hacia la puerta y me quedo con la vista fija en el picaporte. Cuando veoque desciende, se abre la puerta y aparece mi hermana se me secó la boca y nosupe que decir ni hacer. Todo lo que tenía planeado se me olvidaba. Mi cabezaera incapaz de pensar.
Lo que sucedió esa noche en micuarto no lo iba a olvidar nunca en mi vida
(continuará…)
Pueden dejarme sus comentarios enreybaco2005@hotmail.com
O en Telegram @reybaco2005
Al otro día me levanté y no me reconocí. Me sentía en plenitud como si yo mismo fuese otra persona y habitara otro cuerpo. El espejo me volvió a la realidad, pero esta vez me noté diferente y no me vi feo, ni siquiera tan gordo. Tampoco es que soy un obeso, pero tengo mis kilos demás. Mi hermana siempre usó mi cuerpo para burlarse de mí y humillarme. Fueron años de sometimiento y maltrato. Yo solo la había dominado durante unas horas ¿Qué estaba mal? Nada, me respondía a mí mismo
Fui a la computadora y revisé una por una las fotos de mi hermana y me percaté de algo que no había visto en la primera oportunidad. Las pijas que se comía en una y otra foto no parecían serla misma. Es decir, que estaba frente a una hermanita que tenía una doble viday muy jugosa. Me disponía a apagar la computadora y escucho que pasa ella por el pasillo
- Buen día - le dije gritando tras la puerta cerrada
- Buen día, Juan – Me respondió ella
El solo hecho de que pronunciarami nombre, me volvía loco. Sabía lo que le costaba hacerlo y saber que lo hacíade motus propio, me encantaba. A tal punto que, entre las fotos que veía y el hecho de oír su dulce voz, hozo que se me pare la pija de manera demencial.
Como un rayo una idea acudió a mimente. Fue entonces que envalentonado, hice la primera jugada arriesgada entoda esta locura que se estaba desatando.
Agarré mi pija y la saqué delpantalón y poniéndome de pie la puse frente al monitor donde se veía a ella conuna pija dentro de la boca, y la llamé
- Vení Naty
- ¿Qué, Juan? – preguntó tras la puerta
- Abrí la puerta – le ordené
Con temor, su pequeña mano tomóel picaporte y abrió. Cuando me vio de pie con mi pija en la mano y suexplícita foto en el monitor, se quedó de piedra. Miró para el costado del pasillo por donde podría venir mi madre y cerró la puerta quedándose afuera.
- Esperá, vení - le ordené
- ¡Estas loco! - dijo con vos apenas audible
- Vení, pasá - le dije
- ¡Está mamá en la cocina y papá todavía no se fue!- dijo ella
- No importa, pasá
La puerta volvió a abrirse y ella apareció con su pequeña anatomía dentro de mi cuarto. Era la primera vez que entraba en mi guarida y eso, ya de por sí, era todo un triunfo para mí. Llevaba el mismo camisón que la noche anterior, pero se había puesto corpiño debajo. Aun así, lucía extremadamente sensual. Juro que tuve que contenerme para no abalanzarme sobre ella. Su cara tan bonita e inocente de pie en mi cuarto, y esa misma cara en el monitor con media pija dentro de la boca, me aturdían al mismo tiempo que me excitaban.
Su cuerpo estaba rígido y vi como una lágrima de odio corría nuevamente por su mejilla, pero no iba a decir nada, era muy orgullosa.
La miré desafiante, y aunque debo reconocer que sentí un poco de pena por ella, disparé mi siguiente misildirecto a su orgullo.
- ¿Qué pija te gusta más? ¿Esta o esa?
Me agarré la pija y la estiré como pajeándola y le señalé el monitor donde su carita inocente era invadida por una pija de tamaño normal
No me respondió.
- Me parece muy bien, pensá lo que vas a responder
- Las dos – dijo como una experta
Debo reconocer que era muyinteligente y, aun en momentos difíciles como era este, sabía salir indemne deuna situación.
- Pero tenés que decir una
- Bueno, la tuya es mejor
- ¿En serio pensás eso? – no debía entrar en sujuego, pero me costaba
Mi hermana estaba recuperandoalgo de poder y no podía permitírselo, debía ser más incisivo y demostrarle queel poder y el control lo tenía yo
- Sí, me dijo, pienso eso y me miró desafiante
- Esperaremos a que pruebes la mía y decidastambién por sabor
Su cara de pánico lo dijo todo. Sepuso roja de furia.
- Andá nomás, dejame solo, le dije
Se fue de mi cuarto sin decirpalabra. Al hacerlo, tuvo la mala suerte de cruzarse con mi mamá que venía dela cocina.
- ¿Qué haces vos en el cuarto de tu hermano?Escuché decir a mi mamá
Mi hermana no contestó y se metióen su cuarto. Yo acudí en su salvación y en la mía también. Hay que reconocerque a mí tampoco me convenía que se precipiten las cosas.
- Me vino a pedir un cargador
- Ah - dijo mi madre y volvió por donde venía
No volví a salir de mi cuarto entoda la mañana, trabajé con la computadora. Al mediodía, sabía que mi hermanaestaría en la universidad, así que se me ocurrió jugarle una bromaescribiéndole un mensaje
- Buen día, Naty
- Buen día Juan
Hasta por WhatsApp me saludabacorrectamente. Sin dudarlo y para sacarla de su zona de confort le disparé
- ¿Estás lista para probarla?
- ¿Qué cosa?
- Mi pija – le respondí sin dudar
- Nunca voy a estar lista
Por WhatsApp era más inteligente aún.Esos segundos para pensar le daban más tiempo y daba la respuesta adecuada.
- Bueno, prepárate porque esta noche te quiero conmedia pija mía en tu boca, como en la foto
Tardó segundos en responder, perolo que vi a continuación no me defraudó
- Voy a hacer lo que me pidas
No podía creer lo que acababa deleer en la pantalla de mi celular.
- Bueno, a las 23.30, en mi cuarto – le escribí
Mi corazón latía de prisa, missienes retumbaban en mi cabeza. Sentía morirme de excitación. Tanto es así queme tuve que levantar del asiento y salir de mi cuarto. Caminaba por la casa yaun sentía que no me alcanzaba. Me sentía exultante y al mismo tiempo abrumado.No sabía cómo definirlo. Tanto fue así que volví a mi cuarto y me cambié parasalir a la calle.
Cuando pasé frente a mi madre ysalí por la puerta, esta me miró como no entendiendo que pasaba. Yo casi nuncasalía a la calle.
- En un rato vuelvo, dije
El aire frío golpeó mi cara ypude estabilizarme un poco más. Seguí caminando y saqué con temor el celulardel bolsillo de mi pantalón. Recuerdo que yo llevaba una remera roja y unasbermudas negras. Seguía mi mensaje “Bueno, a las 23.30 en mi cuarto” y yafiguraba leído con las dos tildes azules. Lo guardé nuevamente en el bolsillo yseguí caminando.
Miraba a la gente por la calle.Me detuve en un niño que iba tomado de la mano con su madre. Después pasé lavista por una pareja de ancianos y más tarde por un grupo de chicas que iban ovolvían del colegio con sus uniformes escolares. Esa imagen me devolvió alpensamiento de mi hermanita. Fue justo en ese momento cuando sentí vibrar elcelular dentro del bolsillo. Lo saque con los nervios de punta. Miré lapantalla sin dilación, era un mensaje de ELLA
- Ok, ahí estaré – rezaba el mensaje
Mi corazón retumbó en mi pechocomo un tambor gigante. Mi cuerpo experimentó una sudoración y un calor quenunca antes había vivido. Supe en ese instante que volvía a vivir, que todo loque había transcurrido en el último tiempo no tenía sentido o eraintrascendente en mi vida. Ahora estaba vivo. Esto era, así se sentía estarvivo.
Una sonrisa de triunfo, imposiblede ocultar, se apoderó de mi cara. Me detuve en medio de la calle y miré paratodos lados. Quería que me vieran, por primera vez me quería sentir observado yla mirada de los demás no las veía como una carga, como una opresión. Ahoraestaba exultante y quería disfrutar de mi momento.
Me fui recomponiendo de a pocomientras regresaba a mi casa. Me bajaron los calores. Mi mueca de felicidad sefue diluyendo. Por dentro seguía igual de feliz o más. Entré en la cocina y ledí un beso a mi mamá. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que habíabesado a mi madre? Desde su cumpleaños o el mío, no era muy difícil decalcular. Mi madre me miró como no reconociéndome.
Llegó la cena y comimos loscuatro juntos, mi padre y mi madre parecían estar en otra. Realmente loestaban. Mi hermana, sin embargo, en más de una ocasión me miró con cara deodio. Yo estaba totalmente perturbado y nervioso por lo que iba a ocurrir enunas horas.
Como nunca nos cruzábamospalabras con mi hermana, mis padres no se dieron cuenta de la tensión entrenosotros. Lo que cambiaba, era que ahora yo tenía el control sobre ella.
Una situación particular se viviócuando estábamos retirando los platos. Mi hermana se levantó a ayudar, cosa quesiempre hacía como buena hija que era. Yo en un momento pasé por detrás y le toquésuavemente la cola. No fue premeditado, fue algo automático, un impulso, unalocura del momento. No aguanté la situación, ese culo me volvía loco. Porsuerte, tomé el recaudo de no ser visto por mis padres. Recuerdo que teníapuesto una minifalda de jean y una camisa escocesa. Aún en minifalda, su culoera espectacular. Ella giró rápidamente la cabeza y me miró con odio.
Me fui a mi habitación y meencerré a calmarme y darme cuenta que debía tener más cuidado con esas cosas.Si era descubierto por mis padres en una actitud así, todo podría irse a lamierda y perderse todo lo conseguido hasta ahora. Y me quedaba aún mucho porintentar. Y lo mejor de todo, es que, por primera vez en mi vida, me tenía fe.Me consideraba con todo lo necesario para lograr mi objetivo que no era otroque someter a mi hermana. Humillar a la persona que tantas veces y de tantasmaneras se había burlado de mí.
Los minutos no pasaban más.Escuché a mi padre levantarse e ir a la habitación, más tarde lo hizo mi madre.Eran las 23.20 cuando quise hacer una última jugada de provocación a mi hermana.Agarré el WhatsApp y escribí
- Hola
Pude escuchar el sonido denotificación de su celular desde mi propio cuarto. Inmediatamente los dostildes azules y su respuesta
- Hola
- ¿Vas a venir?
- Si, faltan 10 minutos todavía
Sabía que no debía preguntar paraasegurarme, debía mostrarme firme, pero aún quedaban cosas propias de misinseguridades.
- Muy bien, me gusta que seas así. Obediente – leescribí
- Ok - respondió
- Una cosa más, quiero que vengas vestida comoestas, pero sin bombacha debajo de la minifalda – me atreví a escribirle
Las dos tildes azules lograronque mi corazón nuevamente empezara a latir como queriendo salirse del pecho.Cuando leí OK en la pantalla creí desmayarme
A las 23.30 escucho sus pasos,miro hacia la puerta y me quedo con la vista fija en el picaporte. Cuando veoque desciende, se abre la puerta y aparece mi hermana se me secó la boca y nosupe que decir ni hacer. Todo lo que tenía planeado se me olvidaba. Mi cabezaera incapaz de pensar.
Lo que sucedió esa noche en micuarto no lo iba a olvidar nunca en mi vida
(continuará…)
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