Buenas noches, charlando con la pareja "somosLosfrancis " me comentaron esta fantasía, la cual con muchas ganas la convertí en un relato para todos nosotros. Les dejo mi humilde aporte y como siempre les dejo algunas fotos cedidas por los protagonistas. Que lo disfruten.
Era una tarde de verano, transcurrían los primeros días del mes cuando paseabas con tu marido por una reconocida calle de la capital en busca de un vestido.
Tenían una importante cena por lo que deberías lucir elegante , eso fue lo que los llevó a entrar en incontables locales de ropa, sin encontrar lo que querías.
Llegaron al último local dentro de una galeria, y ante la mirada fastidiosa de tu marido dijiste " Acá tiene que haber algo, no me voy a ir con las manos vacías"
Entraron y fueron recibidos por una empleada que los saludo muy por arriba, immediatamente comenzaste a llenarle los brazos de ropa para probarte.
Entraste al cambiador y te vestiste con cada prenda que te pasaba la muchacha, pero nada te gustaba, todo te apretaba en la zona alta debido a tus grandes pechos... Seguiste pidiendo más y más vestidos sin encontrar algo que te satisfaga. Poco a poco la cara de la vendedora se fue transformando, claramente ya estaba harta de tus pedidos, tu marido se había sentado y miraba su celular, hasta que por un momento levantó la vista al escuchar a la muchacha refunfuñar " a esta no hay verga que le venga bien, yo la voy a curar ! Ya va a ver"
La joven se acercó con las manos vacías y te ofreció ir al deposito donde podría mostrarte más diseños, los que aún no estaban en vidriera. Rapidamente te pusiste la pollera con la que llegaste, la musculosa y comenzaste a seguirla ante la mirada de tu marido que al escuchar lo que te habían ofrecido decidió quedarse donde estaba.
Caminaste por un pasillo hasta una puerta que al abrirla daba paso a un galpón, más grande de lo que esperabas por ser un local tan pequeño.
Había cajas amontonadas por todos lados y se escuchaban ruidos de gente trabajando.
"bueno, donde está la ropa" preguntaste impaciente
" ahí te la traigo, pasa por acá y sácate eso que tenes" te dijo la muchacha señalando una especie de biombo hecho con las mismas cajas que se encontraban apiladas. Fue muy iluso de tu parte hacerle caso, ya que cuando te sacaste la última prenda, quedando en tanga y corpiño ella te tomó de la mano y te tironeo hacia fuera. Donde pudiste ver 3 hombres vestidos de obelol, claramente trabajaban en el depósito, junto a ellos estaba la vendedora.
" a esta rubia no hay pija que le venga bien, fíjense si alguna de las de ustedes le gusta... Tómenlo como adelanto de sueldo" dijo mientras volvía al salón.
Los 3 trabajadores se abalanzaron sobre tu cuerpo, sus manos ásperas arrancaron tu sostén liberando un gigantesco par de tetas, Uno de ellos se prendió enseguida de tu pezon chupando y succionandolo mientras el otro lo manoseaba y apretaba con furia.
Otro te tomo por la espalda, paso su brazo por tu cuello y agarrandote fuerte te dejo inmóvil, casi sin poder defenderte del tercero se arrodillo, bajo tu tanga negra y enterró su cara en tu ingle... Con sus manos te abría las piernas y comenzaba a lamerte la conchita.
Era más que obvio que no era la primera vez que hacían eso, estaban perfectamente coordinados.
El dolor y la incomodidad de estar atrapada, haciendo fuerza sin resultado se mezclaba con las conquillas que sentías en tus pechos y vagina... Te estaban abusando pero no podías negar que esa succión en tus pechos era fabulosa y ni hablar de la lengua que recorría tus labios vaginales salvajemente como si fuera un oasis en medio del desierto para aquel hombre.
Esas sensaciones fueron cortadas por una voz femenina que grito " muchachos ahí viene el cornudo, agarrenlo"
Tu marido al ver tu tardanza decidió ir en tu búsqueda, llegando al depósito donde vio como te retenian, quizo ayudarte pero no se percato de que el hombre que antes te sostenía , ahora estaba a sus espaldas y de un golpe lo derribo...
Con ayuda de la vendedora le encintaron las manos, los pies y la boca, dejándolo conciente de rodillas frente a donde su esposa estaba siendo sometida.
"ahora vas a ver lo que le hacemos a tu señora" dijo quien antes lo había golpeado.
Se bajo los pantalones y se paro frente tuyo, sacó una verga morena y venosa sujetandola con una mano, con la otra
Te agarro de los pelos y tirando hacia atrás te obligó a arrodillarte y abrir la boca, metiendo su verga hasta el fondo.
Puso una cara de extremo placer al sentir tu lengua rozando su glande, al principio te sentías incomoda pero tambien esa verga te parecía sabrosa... Algo que no podías reconocerlo delante de tu marido y menos en esa situación de abuso.
Abuso que continuaron los otros dos, agarrando tus manos y obligando a que los masturbes... Tu marido no hacia más que intentar moverse pero no lograría nada, la cinta de embalar era muy gruesa y tenía la mirada de la vendedora sobre el, vigilandolo, ella cuidaba que no se interpongan en su venganza.
Luego de unos minutos, decidieron llegar más lejos, te dieron vuelta y dejaron abierta de piernas mirando al techo... Uno, se poso en medio de ellas y comenzó a violarte,su verga no era la gran cosa pero la fuerza con la que lo hacía lo compenzaba de gran manera, tus manos que ya no eran útiles fueron encintadas por las muñecas. Por lo que otro haría uso de tu boca para meter su verga...
Un par de minutos pasaron hasta que sentiste un cosquilleo en la vagina, seguido de un calor que te recorrió.
pudiste notar que el primero había acabado dentro tuyo...
Algo estaba mal, tenias una pija en la boca y ahora la conchita llena de leche, pero aún así no estabas enojada ni sentías miedo... Más bien lo disfrutaste.
Que locura! Disfrutaste que te violen y llenen de semen...
Acto que siguió cuando el de la verga venosa te puso en cuatro patas y miró tu cola respingada...
"miren muchachos, tiene el culo dilatado, le está gustando a la muy puta" dijo riendo
"rompele el culo, para que aprenda" grito la vendedora mientras sostenía la cabeza de tu esposo para que vea todo
El hombre le hizo caso y con un poquito de fuerza, te comenzó a penetrar el ano, al principio te dolió un poco, pero era verdad... Aquella situación te excito tanto que tu ano se dilato para dejar que te cojan.
El otro hombre se arrodillo delante tuyo con la verga en la mano, te invito a mamarla, algo que hiciste sin que te obliguen... Ya no lo podías negar... Estabas loca de placer y calentura... Te estaban haciendo la cola delante de tu marido, te habías convertido en la putita de aquellos hombres.
La verga que tenias en la boca la chupaste sin culpa, la gozaste y te esforzarte por hacerla acabar en tu garganta... Y el que te cogia el culo lo hacia como nunca te lo habían hecho, fuerte y profundo... Tomándote por las nalgas, apretando, y azotando tus cachetes ... No resistías más, estabas por llegar al orgasmo
Lo cual sucedió al sentir el semen caliente en tu carganta y ano.. Los tres estaban acabando al mismo tiempo, el placer invadió tu cuerpo haciéndolo temblar.,te temblaron tanto las rodillas que cuando te sacaron esas vergas que te empalaban te desvanesiste,caiste de costado mirando hacia donde estaba tu marido.
Que sorpresa la tuya al ver que ya no se resistía, sino que le habían soltado las manos y estaba acabando luego de masturbarse viendo aquella lujuriosa escena...
"Espero que hayan aprendido" dijo la vendedora abriendo la puerta para que se vayan del deposito
En silencio los dos se vistieron y retiraron del local... Ahora si llevándose consigo algo más que una bolsa de compras.
Era una tarde de verano, transcurrían los primeros días del mes cuando paseabas con tu marido por una reconocida calle de la capital en busca de un vestido.
Tenían una importante cena por lo que deberías lucir elegante , eso fue lo que los llevó a entrar en incontables locales de ropa, sin encontrar lo que querías.
Llegaron al último local dentro de una galeria, y ante la mirada fastidiosa de tu marido dijiste " Acá tiene que haber algo, no me voy a ir con las manos vacías"
Entraron y fueron recibidos por una empleada que los saludo muy por arriba, immediatamente comenzaste a llenarle los brazos de ropa para probarte.
Entraste al cambiador y te vestiste con cada prenda que te pasaba la muchacha, pero nada te gustaba, todo te apretaba en la zona alta debido a tus grandes pechos... Seguiste pidiendo más y más vestidos sin encontrar algo que te satisfaga. Poco a poco la cara de la vendedora se fue transformando, claramente ya estaba harta de tus pedidos, tu marido se había sentado y miraba su celular, hasta que por un momento levantó la vista al escuchar a la muchacha refunfuñar " a esta no hay verga que le venga bien, yo la voy a curar ! Ya va a ver"
La joven se acercó con las manos vacías y te ofreció ir al deposito donde podría mostrarte más diseños, los que aún no estaban en vidriera. Rapidamente te pusiste la pollera con la que llegaste, la musculosa y comenzaste a seguirla ante la mirada de tu marido que al escuchar lo que te habían ofrecido decidió quedarse donde estaba.
Caminaste por un pasillo hasta una puerta que al abrirla daba paso a un galpón, más grande de lo que esperabas por ser un local tan pequeño.
Había cajas amontonadas por todos lados y se escuchaban ruidos de gente trabajando.
"bueno, donde está la ropa" preguntaste impaciente
" ahí te la traigo, pasa por acá y sácate eso que tenes" te dijo la muchacha señalando una especie de biombo hecho con las mismas cajas que se encontraban apiladas. Fue muy iluso de tu parte hacerle caso, ya que cuando te sacaste la última prenda, quedando en tanga y corpiño ella te tomó de la mano y te tironeo hacia fuera. Donde pudiste ver 3 hombres vestidos de obelol, claramente trabajaban en el depósito, junto a ellos estaba la vendedora.
" a esta rubia no hay pija que le venga bien, fíjense si alguna de las de ustedes le gusta... Tómenlo como adelanto de sueldo" dijo mientras volvía al salón.
Los 3 trabajadores se abalanzaron sobre tu cuerpo, sus manos ásperas arrancaron tu sostén liberando un gigantesco par de tetas, Uno de ellos se prendió enseguida de tu pezon chupando y succionandolo mientras el otro lo manoseaba y apretaba con furia.
Otro te tomo por la espalda, paso su brazo por tu cuello y agarrandote fuerte te dejo inmóvil, casi sin poder defenderte del tercero se arrodillo, bajo tu tanga negra y enterró su cara en tu ingle... Con sus manos te abría las piernas y comenzaba a lamerte la conchita.
Era más que obvio que no era la primera vez que hacían eso, estaban perfectamente coordinados.
El dolor y la incomodidad de estar atrapada, haciendo fuerza sin resultado se mezclaba con las conquillas que sentías en tus pechos y vagina... Te estaban abusando pero no podías negar que esa succión en tus pechos era fabulosa y ni hablar de la lengua que recorría tus labios vaginales salvajemente como si fuera un oasis en medio del desierto para aquel hombre.
Esas sensaciones fueron cortadas por una voz femenina que grito " muchachos ahí viene el cornudo, agarrenlo"
Tu marido al ver tu tardanza decidió ir en tu búsqueda, llegando al depósito donde vio como te retenian, quizo ayudarte pero no se percato de que el hombre que antes te sostenía , ahora estaba a sus espaldas y de un golpe lo derribo...
Con ayuda de la vendedora le encintaron las manos, los pies y la boca, dejándolo conciente de rodillas frente a donde su esposa estaba siendo sometida.
"ahora vas a ver lo que le hacemos a tu señora" dijo quien antes lo había golpeado.
Se bajo los pantalones y se paro frente tuyo, sacó una verga morena y venosa sujetandola con una mano, con la otra
Te agarro de los pelos y tirando hacia atrás te obligó a arrodillarte y abrir la boca, metiendo su verga hasta el fondo.
Puso una cara de extremo placer al sentir tu lengua rozando su glande, al principio te sentías incomoda pero tambien esa verga te parecía sabrosa... Algo que no podías reconocerlo delante de tu marido y menos en esa situación de abuso.
Abuso que continuaron los otros dos, agarrando tus manos y obligando a que los masturbes... Tu marido no hacia más que intentar moverse pero no lograría nada, la cinta de embalar era muy gruesa y tenía la mirada de la vendedora sobre el, vigilandolo, ella cuidaba que no se interpongan en su venganza.
Luego de unos minutos, decidieron llegar más lejos, te dieron vuelta y dejaron abierta de piernas mirando al techo... Uno, se poso en medio de ellas y comenzó a violarte,su verga no era la gran cosa pero la fuerza con la que lo hacía lo compenzaba de gran manera, tus manos que ya no eran útiles fueron encintadas por las muñecas. Por lo que otro haría uso de tu boca para meter su verga...
Un par de minutos pasaron hasta que sentiste un cosquilleo en la vagina, seguido de un calor que te recorrió.
pudiste notar que el primero había acabado dentro tuyo...
Algo estaba mal, tenias una pija en la boca y ahora la conchita llena de leche, pero aún así no estabas enojada ni sentías miedo... Más bien lo disfrutaste.
Que locura! Disfrutaste que te violen y llenen de semen...
Acto que siguió cuando el de la verga venosa te puso en cuatro patas y miró tu cola respingada...
"miren muchachos, tiene el culo dilatado, le está gustando a la muy puta" dijo riendo
"rompele el culo, para que aprenda" grito la vendedora mientras sostenía la cabeza de tu esposo para que vea todo
El hombre le hizo caso y con un poquito de fuerza, te comenzó a penetrar el ano, al principio te dolió un poco, pero era verdad... Aquella situación te excito tanto que tu ano se dilato para dejar que te cojan.
El otro hombre se arrodillo delante tuyo con la verga en la mano, te invito a mamarla, algo que hiciste sin que te obliguen... Ya no lo podías negar... Estabas loca de placer y calentura... Te estaban haciendo la cola delante de tu marido, te habías convertido en la putita de aquellos hombres.
La verga que tenias en la boca la chupaste sin culpa, la gozaste y te esforzarte por hacerla acabar en tu garganta... Y el que te cogia el culo lo hacia como nunca te lo habían hecho, fuerte y profundo... Tomándote por las nalgas, apretando, y azotando tus cachetes ... No resistías más, estabas por llegar al orgasmo
Lo cual sucedió al sentir el semen caliente en tu carganta y ano.. Los tres estaban acabando al mismo tiempo, el placer invadió tu cuerpo haciéndolo temblar.,te temblaron tanto las rodillas que cuando te sacaron esas vergas que te empalaban te desvanesiste,caiste de costado mirando hacia donde estaba tu marido.
Que sorpresa la tuya al ver que ya no se resistía, sino que le habían soltado las manos y estaba acabando luego de masturbarse viendo aquella lujuriosa escena...
"Espero que hayan aprendido" dijo la vendedora abriendo la puerta para que se vayan del deposito
En silencio los dos se vistieron y retiraron del local... Ahora si llevándose consigo algo más que una bolsa de compras.
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