Esta historia tiene un comienzo en mis primeras experiencias con Flor, pero eso puede que sea otro post. El caso es que a estos fines lo que me enseñó es que si entran 3 dedos entra la pija.
Corría el año 2005 en mi primer año de estudiante en La Plata, en una de mis primeras materias de la facultad aparece Liz, una rubia de 19 años con ojos pardos, cara hermosa, una altura de 1.70, unas tetitas prominentes y lo que realmente resaltaba era su culo, una manzana perfecta que a todos nos tenía embobados, compañeros y docentes.
Liz siempre se vestía con unos jeans que marcaba bien el culo y las piernas.
El caso es que se me puso entre ceja y ceja, sumado a las hormonas de aquella época, me puse en campaña para conquistarla. Cosa que no tarde mucho, al principio en el sexo se notaba que no tenía mucha experiencia, no chupaba la pija, pero cojia como si el mundo se fuera a acabar, teníamos sesiones de 5 horas en las que Liz terminaba con la concha hinchada que le costaba caminar.
No es que sea un caballo, más bien tengo la pija común, solo con la particularidad que es ancha.
El caso es que hacia un mes que en las previas cuando le chupaba la concha, aprovechaba siempre para deslizar un dedo para su culito. Ese día como toda previa en mi depto comenzamos con un chape intenso, pero decidí no tocarla, le besaba el cuello, bajaba a sus tetitas, le tocaba todo el cuerpo menos su conchita.
Al cabo de una hora me doy cuenta que su jean estaba todo mojado en la entrepierna, por lo que se lo sacó y comienzo a tocarla, con la mano izquierda su conchita y con la derecha la paso por debajo de su espalda y empiezo a alternar entre la cancha y hacerle círculos en su asterisco rugoso.
Como ella no me frenaba con el dedo índice bien lleno de su fluido comienzo poco a poco a introducirlo en su colita, cuidando e intensificando como le tocaba el clitoris con la otra mano, cuando mi dedo índice estaba en la primer falange tuvo un orgasmo intenso que lo que hizo fue hacer que se lo introduzca casi por completo.
Pensé que todo había terminado pero ella intensificó la paja que me estaba haciendo y el chape, por lo que continúe tocandola, con mi dedo índice completamente enterrado en su cola, era increible como apretaba su ano mi dedo, tambien como sentia cada vez que le tocaba el clitotis las contracciones en su colita. Como estaba muy lubricado empecé a moverlo en círculos, pasado unos minutos moje otro de mis dedos con sus flujos que caían hacia su cola, por la posición, y comencé a introducirlo al lado del índice, la presión que sentía era tremenda, cuando me doy cuenta por la respiración y los movimientos que estaba por acabar aprovecho a meter el dedo un poco más u como el orgasmo anterior terminó con los dos dedos enerrados hasta el fondo.
Pero esta vez seguí tocandole el clitoris y lo que cambió es que comencé a retirar mis dedos de su cola, cuando estaba por la mitad volví a meterselos repentinamente, lo cual le provocó un jadeo instantáneo, ahí supe que le había gustado, por lo que repetí un par de veces más hasta que mis dedos salían y entraban relativamente sin resistencia, comencé a alternar mojandolos cada vez que salían con sus flujos.
En un momento empiezo a sentir muchas contracciones, más de las normales, aprovecho las mismas para meterle un tercer dedo, este ya sin contemplación. Entraron los 3 dedos con resistencia pero llegaron al fondo, junto con una acabada increíble, que luego supe que se llamaba squirt.
A todo esto yo aun no había acabado, pero ella fiel a su estilo guerrera no me pidió que saque los dedos por lo que seguía moviendolos un poco, se los retire y le dije que quería probar algo. Acto seguido así como estábamos acostados la subo a mi, ella acostada encima mio, lo que me permitió poder chaparla de costado, con la mano izquierda amasarle una de las tetas y con la derecha tocarle la concha.
Así a los pocos minutos mi pija ya estaba llena de su lubricacion y sola se apoyo en la entrada de su culito, a medida que ella volvía a entrar en clima y a moverse un poco, comencé a a hacerle presión, hasta que en un momento se queja un poco peri ya tenía la cabeza en su ano.
Le pregunto si quiere que la saque y me dice que no, dejo pasar unos minutos, sin dejar de tocar su vagina y sus tetas, y vuelvo a introducir un poco más. Esto provocó que se ponga como loquita a bufar, por lo que seguí más y más hasta que de un saque le metí el cuarto que faltaba, lo que produjo que nos quedáramos quietos unos minutos para luego continuar tocandola.
Ahora ella sola empezaba a sacársela despacio, cuando llegó a sacarla un cuarto se tiro de nuevo introducidola por completo, volvió a repetir sólo que esta vez cuando llegó a la mitad se tiro de nuevo introduciéndosela por completo y jadeando a más no poder. Cuando se la sacó por completo y se tiro a metersela hasta el fondo, le dije -Liz te estas rompiendo el culito vos sólita, eso no está bien.
Por lo que tomé el control y la agarre de la cintura y empecé a hacer que salte prácticamente sobre mi pija entraba y salía hasta que en un momento no daba más y ella tampoco por lo que intensifique más hasta que nuevamente tuvo un squirt y yo se la metí hasta el fondo y la llene de leche.
Aun recuerdo que cuando se iba al baño le chorrea a leche por el culo.
A partir de esa vez y por 2 años todos los días le hice el culito, en distintos lugares, en obras de construcción, en parques, en la calle.. hasta que la relación se desgasto y ella se puso de novio con un flaco, que aparentemente no aprovecho ese culito, tanto es así que un año después me toca timbre a las 9 de la noche Liz pidiendo subir a que le rompa la cola.
Pero esa puede ser otra anécdota.
Corría el año 2005 en mi primer año de estudiante en La Plata, en una de mis primeras materias de la facultad aparece Liz, una rubia de 19 años con ojos pardos, cara hermosa, una altura de 1.70, unas tetitas prominentes y lo que realmente resaltaba era su culo, una manzana perfecta que a todos nos tenía embobados, compañeros y docentes.
Liz siempre se vestía con unos jeans que marcaba bien el culo y las piernas.
El caso es que se me puso entre ceja y ceja, sumado a las hormonas de aquella época, me puse en campaña para conquistarla. Cosa que no tarde mucho, al principio en el sexo se notaba que no tenía mucha experiencia, no chupaba la pija, pero cojia como si el mundo se fuera a acabar, teníamos sesiones de 5 horas en las que Liz terminaba con la concha hinchada que le costaba caminar.
No es que sea un caballo, más bien tengo la pija común, solo con la particularidad que es ancha.
El caso es que hacia un mes que en las previas cuando le chupaba la concha, aprovechaba siempre para deslizar un dedo para su culito. Ese día como toda previa en mi depto comenzamos con un chape intenso, pero decidí no tocarla, le besaba el cuello, bajaba a sus tetitas, le tocaba todo el cuerpo menos su conchita.
Al cabo de una hora me doy cuenta que su jean estaba todo mojado en la entrepierna, por lo que se lo sacó y comienzo a tocarla, con la mano izquierda su conchita y con la derecha la paso por debajo de su espalda y empiezo a alternar entre la cancha y hacerle círculos en su asterisco rugoso.
Como ella no me frenaba con el dedo índice bien lleno de su fluido comienzo poco a poco a introducirlo en su colita, cuidando e intensificando como le tocaba el clitoris con la otra mano, cuando mi dedo índice estaba en la primer falange tuvo un orgasmo intenso que lo que hizo fue hacer que se lo introduzca casi por completo.
Pensé que todo había terminado pero ella intensificó la paja que me estaba haciendo y el chape, por lo que continúe tocandola, con mi dedo índice completamente enterrado en su cola, era increible como apretaba su ano mi dedo, tambien como sentia cada vez que le tocaba el clitotis las contracciones en su colita. Como estaba muy lubricado empecé a moverlo en círculos, pasado unos minutos moje otro de mis dedos con sus flujos que caían hacia su cola, por la posición, y comencé a introducirlo al lado del índice, la presión que sentía era tremenda, cuando me doy cuenta por la respiración y los movimientos que estaba por acabar aprovecho a meter el dedo un poco más u como el orgasmo anterior terminó con los dos dedos enerrados hasta el fondo.
Pero esta vez seguí tocandole el clitoris y lo que cambió es que comencé a retirar mis dedos de su cola, cuando estaba por la mitad volví a meterselos repentinamente, lo cual le provocó un jadeo instantáneo, ahí supe que le había gustado, por lo que repetí un par de veces más hasta que mis dedos salían y entraban relativamente sin resistencia, comencé a alternar mojandolos cada vez que salían con sus flujos.
En un momento empiezo a sentir muchas contracciones, más de las normales, aprovecho las mismas para meterle un tercer dedo, este ya sin contemplación. Entraron los 3 dedos con resistencia pero llegaron al fondo, junto con una acabada increíble, que luego supe que se llamaba squirt.
A todo esto yo aun no había acabado, pero ella fiel a su estilo guerrera no me pidió que saque los dedos por lo que seguía moviendolos un poco, se los retire y le dije que quería probar algo. Acto seguido así como estábamos acostados la subo a mi, ella acostada encima mio, lo que me permitió poder chaparla de costado, con la mano izquierda amasarle una de las tetas y con la derecha tocarle la concha.
Así a los pocos minutos mi pija ya estaba llena de su lubricacion y sola se apoyo en la entrada de su culito, a medida que ella volvía a entrar en clima y a moverse un poco, comencé a a hacerle presión, hasta que en un momento se queja un poco peri ya tenía la cabeza en su ano.
Le pregunto si quiere que la saque y me dice que no, dejo pasar unos minutos, sin dejar de tocar su vagina y sus tetas, y vuelvo a introducir un poco más. Esto provocó que se ponga como loquita a bufar, por lo que seguí más y más hasta que de un saque le metí el cuarto que faltaba, lo que produjo que nos quedáramos quietos unos minutos para luego continuar tocandola.
Ahora ella sola empezaba a sacársela despacio, cuando llegó a sacarla un cuarto se tiro de nuevo introducidola por completo, volvió a repetir sólo que esta vez cuando llegó a la mitad se tiro de nuevo introduciéndosela por completo y jadeando a más no poder. Cuando se la sacó por completo y se tiro a metersela hasta el fondo, le dije -Liz te estas rompiendo el culito vos sólita, eso no está bien.
Por lo que tomé el control y la agarre de la cintura y empecé a hacer que salte prácticamente sobre mi pija entraba y salía hasta que en un momento no daba más y ella tampoco por lo que intensifique más hasta que nuevamente tuvo un squirt y yo se la metí hasta el fondo y la llene de leche.
Aun recuerdo que cuando se iba al baño le chorrea a leche por el culo.
A partir de esa vez y por 2 años todos los días le hice el culito, en distintos lugares, en obras de construcción, en parques, en la calle.. hasta que la relación se desgasto y ella se puso de novio con un flaco, que aparentemente no aprovecho ese culito, tanto es así que un año después me toca timbre a las 9 de la noche Liz pidiendo subir a que le rompa la cola.
Pero esa puede ser otra anécdota.
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