Todo comenzó cuando conseguí un trabajo en el microcentro y me vi obligada a tomar subte (Línea 😎. Yo desconocía completamente que en el subte pasaban ciertas cosas... hasta que un día me tocó vivirlo... Un tipo se puso atrás mío y me apoyó. Esa primera vez me sentí mal, incómoda, me paralicé por completo. Pero ya la segunda vez que me pasó, comencé a sentir algo diferente, me daba algo de placer. Poco a poco empecé a buscar las condiciones para ser apoyada... me calentaba demasiado. Amaba las demoras en el subte y el amontonamiento de gente. Ya cuando alguien me apoyaba, paraba la cola o buscaba la forma de hacerle saber que estaba de acuerdo. Ahí comenzaba el disfrute.
Aunque no todo fue color de rosas, hubo tipos que no disimulaban y eso no me permitía disfrutar. En esas ocasiones me alejaba o bajaba del subte y esperaba el siguiente.
Actualmente cambié de trabajo y ya no tomo tren, ni subte. Pero a veces recuerdo lo bien que la pasaba y me dan ganas de volver.
Aunque no todo fue color de rosas, hubo tipos que no disimulaban y eso no me permitía disfrutar. En esas ocasiones me alejaba o bajaba del subte y esperaba el siguiente.
Actualmente cambié de trabajo y ya no tomo tren, ni subte. Pero a veces recuerdo lo bien que la pasaba y me dan ganas de volver.
2 comentarios - Mi placer...