El padre Roberto pensó en pararsey salir de ahí, pero dos cosas lo detenían. En primer lugar, una erección queno iba a poder disimular y, en segundo lugar, quería volver a ver la majestuosapija de Luciano.
- Somos todos grandes, padre – dijo María
- Sacala – le ordenó Eugenia
Sofía desabrochó el cinturón deLuciano y con torpeza sacó la pija morcillona y sin erección aun del joven
- No parece tan grande – dijo Sergio
- Porque no la tiene parada – dijo Sofía y comenzóa pajearlo
- Esto es una locura – decía el cura que parecíano poder quitar los ojos de la verga de Luciano
Sergio continuaba arengando a losjóvenes.
- ¿Estaban muy calientes?
- Mmmmm si – dijo Sofía
- Sofía comenzó a chuparle la pija a Luciano –leyó la monja
- A ver… - dijo Sergio
Sofía se metió la pija de Lucianoen la boca ante la sorpresa del cura y, en menor medida, de todos lospresentes.
- ¿Y usted que hizo hermana? – Sergio continuópreguntando
- Yo me senté al lado de Sofía y comencé achuparle la pija también
La monja fue y sentándose en unasilla le agarró la pija a Luciano y mirando al cura a los ojos comenzó achupale la pija a Luciano con deleite
Sergio supo que era el momento deatacar.
- ¿Y usted, padre?
- ¿Yo? – elcura lo miró
- ¿Dónde estaba?
- En el otro baño
- ¿Se puede poner de pie? – Sergio supo que era atodo o nada
- ¡No! –casi gritó el cura
- ¿Por qué? – preguntó Sergio con una sonrisa
- ¿Qué pasa padre? ¿Se le paró la pija? – Maríaahora se levantaba de su silla
- A ver padre… ¿qué tiene ahí? – Eugenia también seponía de pie excitada
El padre Roberto volvió a miraren dirección a los jóvenes y la hermana Mariángeles sacándose la pija deLuciano de la boca, lo miró al cura y le dijo
- Quiero verle la pija a usted, Padre
La monja con una cara de viciosatremenda, se acercó al cura y poniéndose a su lado tomó el hábito por la parteinferior y comenzó a levantarlo, quedando en completa desnudez. El asombro detodos fue total, viendo que la hermana Mariángeles no llevaba, de acuerdo a lohablado con Sergio hacía unas horas, nada debajo de la túnica.
- ¡Hermana! – dijo el padre Roberto poniéndose de pie ymostrando un enorme bulto debajo de la sotana
- Mmmmm, padre! ¡parece que va a reventar eso! – la monja dejaba su hábito en un banco y seacercaba al cura
- ¡Ayuden a la hermana, chicas! – Sergio ordenó aEugenia y María que fueran con el cura
- Padre – preguntó María mientras se arrodillabaen el piso, y no para rezarle al cura
- ¿Que?
- ¿Esto va a quedar entre nosotros? – dijo María y su mano se chocó con la de lamonja intentando desabotonar la túnica del cura
- Mmmmm – dijo el cura y ya no hubo retorno
Sofía ya estaba sacándose lacamisa y el corpiño quedando en tetas. La excitaba sobremanera coger en un auladel colegio. Sergio, ante la incredulidad de todos, salvo de ella y María, seacercó a Eugenia y le plantó un beso de campeonato.
El cura no podía entender que lasfamilias de los jóvenes fueran tan particulares. María y la monja parecíandesesperadas por sacarle la pija del calzoncillo al padre y cuando lo lograronno pudieron contener la sorpresa
- Mmmmm, que hermosa pija, padre! – dijo la monja
- Mmmmm, siiiii – María la pajeaba
La verga del padre Roberto era detamaño normal respecto al grosor, pero de una longitud muy buena, cercana a los18 centímetros.
María miró al cura a los ojos,abrió grande la boca y se metió todo lo que pudo de la verga del serio rectordel colegio. Se quedó un momento con la verga dentro, caliente y palpitante. Lamonja la miraba y le acariciaba la cara. Empezó a moverse y ahora chupaba condeleite la roja cabeza ahora, mientras la monja le acariciaba los huevos alcura
Sergio se acercaba y miraba todala escena. Detuvo su mirada en los ojos del padre y le preguntó:
- Padre, ¿esto va a quedar entre nosotros?
El cura estaba con los pantalonesy bóxers por el suelo y desde atrás la perversa Eugenia le acariciaba la colacon ambas manos. En su cabeza los demonios luchaban venciendo a los ángeles. Elcasto religioso vivía todo como si fuese una película, por momentos, le costabadarse cuenta de que todo era real y no un sueño erótico.
- Padre, ¿esto va a quedar entre nosotros? – volvió a preguntar Sergio, sacándolo de suensimismamiento.
- Mmmmm siiiii – dijo el cura cuando sintió que undedo de la madre de Sofía le recorría el esfínter
- Me parece muy bien, padre – decía María
María se puso de pie y se acercóa su marido besándolo en la boca con pasión y le dijo:
- Sos un genio, no sé cómo se te ocurren estascosas!
- ¡Creo que fue la jugada más arriesgada de mivida! – dijo Sergio besándola
Ahora fue la hermana Mariángelesquien tomó la pija del cura para chuparla con deseo y moviendo la cabezaadelante y atrás
- Mmmmm – la monja chupaba ahora la verga delpadre Roberto con desesperación
- Mmmmm – Eugenia le abría ahora las nalgas alcura y le chupaba el culo con deleite
El padre Roberto no sabía sisentirse en el infierno o en el cielo. El placer era total. No podía creer quese podía llegar a gozar tanto. El remordimiento dio lugar a la lujuria y sepreparó para gozar
La hermana Mariángeles fue portodo y acostándose boca abajo sobre el escritorio, se abrió la colaofreciéndosela al cura
- ¡Padre! ¿No quiere hacerme la cola?
La pija del cura dio un salto dealegría, sin mediar palabra y a los apurones, se sacó el zapato, una pierna delpantalón y corrió a encular a la monja, a la cual tantas veces había deseado ensecreto sin confesarlo jamás a nadie
- ¿Cómo? –dijo el cura que parecía no entender
- Si no quiere cogerme el culo, padre – repitió lamonja
Como toda respuesta, el cura seafirmó con ambas manos en las caderas de la monja, pero María interrumpiódiciendo:
- Primero déjeme lubricar. padre!
- ¡Cómo no! – dijo el cura
María se agachó y dejó caer unhilo de saliva en el culo apretado de la monja y chupó dejando abundante salivaen el orificio. Sin dudar chupó un momento la dura y larga verga del curamirando al mismo y a su marido a los ojos también
- Mmmmm – el cura apoyó la punta de la verga en elculo de la monja guiado por la mano de María
- Aghhhhh, siiiii, padreeeeee – suspiraba la monja
- Mmmmm – el cura empujó suavemente y todo suglande fue comido por la cola de la monja
- Aghhhh, siiii, cójame el culo padre! – la monjagritaba
Todos se dieron vuelta a mirarcómo el padre Roberto se cogía a la monja. María fue para adelante y le dio unbeso muy caliente a la hermana Mariángeles
Sofía que estaba cabalgando aLuciano con la pija metida hasta el fondo de su concha, giró la cabeza y le dioun beso de lengua a Eugenia, su madre. Esta luego besó a Luciano en la boca.
El padre Roberto, ni en sussueños más eróticos y perversos imaginó algo así. Era una orgía incestuosa,morbosa, caliente, pecadora y propia del demonio.
La pija del cura fue entrando enel culo de la monja y la hermana Mariángeles al notarlo retrocedió parasentirla completamente adentro. Cuando los huevos del cura chocaron con laconcha de Mariángeles, esta supo que estaba totalmente enculada y acabó
- Aghhhh ahhhh ahhhhh padre!
- Mmmmm – el cura gemía
- ¡Cójame el culo padre, cójame! – Mariángeles se movíaadelante y atrás para sentir mejor esa pija eclesiástica
- Aghhhh mmmmmm – suspiraba el padre aferrado alas caderas de la monja
Un poco alejados de estos ahoraLuciano se cogía a su suegra mientras esta le chupaba la concha a su propiahija. El cura y también algunos otros no podían creerlo. El placer del incestoestaba en el aire y no detuvo a ninguno de los presentes.
María fue decidida a hacersecoger por su hijo mientras Eugenia y Sofía ahora le chupaban la pija a Sergio yla compartían entre besos, lenguas y saliva. Sergio se calentaba viendo a sumujer siendo cogida por su propio hijo, mientras que el cura ahora bombeaba elculo de la monja.
- ¡Quiero que me llene el culo de leche, padre! – gritaba la monja
- Aghhhh aghhhhh siiiiiii
Sergio acariciaba las cabezas demadre e hija, mientras Sofía se ponía de pie para besarlo y hacer el amago desacarle los anteojos. Sergio la detuvo serio, se acercó al oído de la joven yle dijo
- No, estos anteojos tienen una cámara y estoy filmandotodo
- Mmmmmm – Sofía le plantó un beso de campeonato
- Aghhhh Mmmmm - se deleitaba Sergio mientras sentía la boca de Eugenia en su pija
Luciano, mientras tanto lechupaba las tetas a su madre al tiempo que esta lo cabalgaba con la pijaclavada en su lo más profundo de su vagina.
- Aghhhh mi amor, cogeme así – gritaba María
- Voy a acabar – decía Luciano
Eugenia se salió de la pija de Sergioy se fue donde el cura y abriéndole las nalgas comenzó a chuparle el culo. Sindudar lo ensalivó y le apoyó la punta del dedo. Cuando media falange de Eugeniase metió en apretado culo del cura, este empezó a eyacular en interior del anode la monja.
Mariángeles cuando sintió latirla pija del cura en su culo, comenzó a apretar para hacerle sentir más placer.Eugenia nuevamente se acercó al oído del cura y le dijo
- Seguramente tendrás ganas de que te cojan elculo a vos ¿no putito?
- Aghhhh ahhhh ahhhhh Mmmmm – acababa el cura
- Ayyyy ssss aghhhhhh cójame así padre!!!! –gritaba la monja
- Mmmmm, no sabes lo rica que se siente la pijadel padre de Luciano en el culo! – Eugenia jugaba en el oído del cura
El padre Roberto cerraba los ojosahora y se desvanecía sobre la monja. Esta al ver cerca al padre giró la cabezay lo besó en la boca. El cura se sorprendió en el momento y no supo que hacer.Eugenia, conciliadora, se acercó a ellos y besó a cada uno en la boca con muchalengua y después los dejó solos para que se besen. No parecían quererdespegarse de ese beso pasional. Ambos sabían de los años de castidad de cadauno y del otro y parecían dispuestos a dar rienda suelta al deseo contenido.
Siguieron cogiendo y acabando.Sergio en un momento hizo una recorrida y cada una de las cuatro mujeres lechupó la verga. Decidió acabar en la boca de Sofía. Luciano, primero acabó enla concha de su madre y Eugenia se tomó la leche que chorreaba y después volvióa cogerse a Mariángeles mientras esta le chupaba la concha a Sofía que tambiénse fue en la boca de la hermana.
María miró toda la escena. Elaula olía a sexo y deseo. Ver todos los cuerpos desnudos en ese ambienteescolar de paredes con afiches, bancos, carpetas y láminas la excitabamuchísimo. Era el símbolo de la perversión que había empezado con su inocentehijo.
F I N
Epílogo
A los pocos Días, Sergio se hacíapresente en la rectoría del colegio. Se reunió con el cura y tras un cortodiálogo en el cual ninguno de los dos quiso profundizar, le mostró unas fotosimpresas y le dijo al padre Roberto que tenía todo filmado y guardado, de modoque cualquier cosa estraña que se le ocurriera iba a tener consecuencias gravespara el ecleciástico también.
En lo que siguió, el padreRoberto varias noches iba de visita al cuarto de la hermana Mariángeles. Elpecado se había apoderado de las almas de ambos religiosos. Tanto él como lahermana Mariángels cogían mucho y de las más diversas maneras y posiciones. Undía, a la perversa monja se le ocurrió comprar un arnés y terminó cogiendo acuatro patas al cura, ante los gritos de placer de éste. Esa misma noche, lamonja le prometía al cura que pronto iba a lograr que sea la verga de Lucianoquien se lo cogiera. Esa noche el padre Roberto eyaculó sin tocarse mientrasera penetrado por la monja.
Respecto a Eugenia y su incipientedivisión de bienes con el marido, una vez más fue Sergio quien encontró lasolución. Dejó que el padre de Sofía obligara a rematar la casa y Sergio lacompró poniéndola a nombre de su hijo y Sofía, pero con usufructo de Eugenia,que le estaría siempre agradecida y es por eso que muchas noches de los finesde semana se quedaba a dormir junto con su hija en la enorme casa de Canning.
Luciano y Sofía finalmenteterminaron el colegio y comenzaron la universidad. Sofía eligió psicología yLuciano ingeniería. Preparó algunas materias con la hermana Mariángeles y entrelímites, derivadas e integrales cumplieron todo tipo de fantasías. Luciano sesorprendió cuando la hermana le dijo caliente al oído que le gustaría verlocogiéndose al padre Roberto. Sofía muchas veces tuvo relaciones con compañerasy compañeros de la facultad, pero nada se comparaba a la verga de su novioLuciano, ni a las fiestas que organizaban en su casa de Canning junto conEugenia, su madre y toda la familia de Luciano. En algunas de estas fiestasparticipó Florencia y fue la amiga de María quien le propuso a la jovenparticipar de un encuentro junto a su marido. Sofía no se negó porque Florenciaera tan especial en la cama que siempre quería estar con ella y se merecía estefavor. La pasó muy bien y el marido estuvo muy agradecido con la dos.
María, la protagonista de estahistoria, en este momento está sentada en su cama pensando. En esa misma cama estuvieronsu marido, Florencia, Eugenia, la pequeña Sofía y su hijo. Miraba el cuadro queformaba la habitación revuelta y recordó la primera mancha de semen en lasábana de su hijo, la calentura que le provocó y como fue in crescendo todo.Ahora solo quedaba disfrutar sin culpa. Tenía una vida acomodada y sexualmenteplena. Recibió una alerta de WhatsApp en el celular, era Florencia
En la pantalla apareció una fotodel hijo de Florencia con short y sin remera después de jugar al rugby. Se leveía un cuerpo formidable. El mensaje no tardó en llegar
- ¿Viste que grande está mi nene?
Gracias por todas las muestras decariño, puntos y comentarios a lo largo de toda esta serie
Pueden dejarme sus comentarios enreybaco2005@hotmail.com
O en Telegram @reybaco2005
- Somos todos grandes, padre – dijo María
- Sacala – le ordenó Eugenia
Sofía desabrochó el cinturón deLuciano y con torpeza sacó la pija morcillona y sin erección aun del joven
- No parece tan grande – dijo Sergio
- Porque no la tiene parada – dijo Sofía y comenzóa pajearlo
- Esto es una locura – decía el cura que parecíano poder quitar los ojos de la verga de Luciano
Sergio continuaba arengando a losjóvenes.
- ¿Estaban muy calientes?
- Mmmmm si – dijo Sofía
- Sofía comenzó a chuparle la pija a Luciano –leyó la monja
- A ver… - dijo Sergio
Sofía se metió la pija de Lucianoen la boca ante la sorpresa del cura y, en menor medida, de todos lospresentes.
- ¿Y usted que hizo hermana? – Sergio continuópreguntando
- Yo me senté al lado de Sofía y comencé achuparle la pija también
La monja fue y sentándose en unasilla le agarró la pija a Luciano y mirando al cura a los ojos comenzó achupale la pija a Luciano con deleite
Sergio supo que era el momento deatacar.
- ¿Y usted, padre?
- ¿Yo? – elcura lo miró
- ¿Dónde estaba?
- En el otro baño
- ¿Se puede poner de pie? – Sergio supo que era atodo o nada
- ¡No! –casi gritó el cura
- ¿Por qué? – preguntó Sergio con una sonrisa
- ¿Qué pasa padre? ¿Se le paró la pija? – Maríaahora se levantaba de su silla
- A ver padre… ¿qué tiene ahí? – Eugenia también seponía de pie excitada
El padre Roberto volvió a miraren dirección a los jóvenes y la hermana Mariángeles sacándose la pija deLuciano de la boca, lo miró al cura y le dijo
- Quiero verle la pija a usted, Padre
La monja con una cara de viciosatremenda, se acercó al cura y poniéndose a su lado tomó el hábito por la parteinferior y comenzó a levantarlo, quedando en completa desnudez. El asombro detodos fue total, viendo que la hermana Mariángeles no llevaba, de acuerdo a lohablado con Sergio hacía unas horas, nada debajo de la túnica.
- ¡Hermana! – dijo el padre Roberto poniéndose de pie ymostrando un enorme bulto debajo de la sotana
- Mmmmm, padre! ¡parece que va a reventar eso! – la monja dejaba su hábito en un banco y seacercaba al cura
- ¡Ayuden a la hermana, chicas! – Sergio ordenó aEugenia y María que fueran con el cura
- Padre – preguntó María mientras se arrodillabaen el piso, y no para rezarle al cura
- ¿Que?
- ¿Esto va a quedar entre nosotros? – dijo María y su mano se chocó con la de lamonja intentando desabotonar la túnica del cura
- Mmmmm – dijo el cura y ya no hubo retorno
Sofía ya estaba sacándose lacamisa y el corpiño quedando en tetas. La excitaba sobremanera coger en un auladel colegio. Sergio, ante la incredulidad de todos, salvo de ella y María, seacercó a Eugenia y le plantó un beso de campeonato.
El cura no podía entender que lasfamilias de los jóvenes fueran tan particulares. María y la monja parecíandesesperadas por sacarle la pija del calzoncillo al padre y cuando lo lograronno pudieron contener la sorpresa
- Mmmmm, que hermosa pija, padre! – dijo la monja
- Mmmmm, siiiii – María la pajeaba
La verga del padre Roberto era detamaño normal respecto al grosor, pero de una longitud muy buena, cercana a los18 centímetros.
María miró al cura a los ojos,abrió grande la boca y se metió todo lo que pudo de la verga del serio rectordel colegio. Se quedó un momento con la verga dentro, caliente y palpitante. Lamonja la miraba y le acariciaba la cara. Empezó a moverse y ahora chupaba condeleite la roja cabeza ahora, mientras la monja le acariciaba los huevos alcura
Sergio se acercaba y miraba todala escena. Detuvo su mirada en los ojos del padre y le preguntó:
- Padre, ¿esto va a quedar entre nosotros?
El cura estaba con los pantalonesy bóxers por el suelo y desde atrás la perversa Eugenia le acariciaba la colacon ambas manos. En su cabeza los demonios luchaban venciendo a los ángeles. Elcasto religioso vivía todo como si fuese una película, por momentos, le costabadarse cuenta de que todo era real y no un sueño erótico.
- Padre, ¿esto va a quedar entre nosotros? – volvió a preguntar Sergio, sacándolo de suensimismamiento.
- Mmmmm siiiii – dijo el cura cuando sintió que undedo de la madre de Sofía le recorría el esfínter
- Me parece muy bien, padre – decía María
María se puso de pie y se acercóa su marido besándolo en la boca con pasión y le dijo:
- Sos un genio, no sé cómo se te ocurren estascosas!
- ¡Creo que fue la jugada más arriesgada de mivida! – dijo Sergio besándola
Ahora fue la hermana Mariángelesquien tomó la pija del cura para chuparla con deseo y moviendo la cabezaadelante y atrás
- Mmmmm – la monja chupaba ahora la verga delpadre Roberto con desesperación
- Mmmmm – Eugenia le abría ahora las nalgas alcura y le chupaba el culo con deleite
El padre Roberto no sabía sisentirse en el infierno o en el cielo. El placer era total. No podía creer quese podía llegar a gozar tanto. El remordimiento dio lugar a la lujuria y sepreparó para gozar
La hermana Mariángeles fue portodo y acostándose boca abajo sobre el escritorio, se abrió la colaofreciéndosela al cura
- ¡Padre! ¿No quiere hacerme la cola?
La pija del cura dio un salto dealegría, sin mediar palabra y a los apurones, se sacó el zapato, una pierna delpantalón y corrió a encular a la monja, a la cual tantas veces había deseado ensecreto sin confesarlo jamás a nadie
- ¿Cómo? –dijo el cura que parecía no entender
- Si no quiere cogerme el culo, padre – repitió lamonja
Como toda respuesta, el cura seafirmó con ambas manos en las caderas de la monja, pero María interrumpiódiciendo:
- Primero déjeme lubricar. padre!
- ¡Cómo no! – dijo el cura
María se agachó y dejó caer unhilo de saliva en el culo apretado de la monja y chupó dejando abundante salivaen el orificio. Sin dudar chupó un momento la dura y larga verga del curamirando al mismo y a su marido a los ojos también
- Mmmmm – el cura apoyó la punta de la verga en elculo de la monja guiado por la mano de María
- Aghhhhh, siiiii, padreeeeee – suspiraba la monja
- Mmmmm – el cura empujó suavemente y todo suglande fue comido por la cola de la monja
- Aghhhh, siiii, cójame el culo padre! – la monjagritaba
Todos se dieron vuelta a mirarcómo el padre Roberto se cogía a la monja. María fue para adelante y le dio unbeso muy caliente a la hermana Mariángeles
Sofía que estaba cabalgando aLuciano con la pija metida hasta el fondo de su concha, giró la cabeza y le dioun beso de lengua a Eugenia, su madre. Esta luego besó a Luciano en la boca.
El padre Roberto, ni en sussueños más eróticos y perversos imaginó algo así. Era una orgía incestuosa,morbosa, caliente, pecadora y propia del demonio.
La pija del cura fue entrando enel culo de la monja y la hermana Mariángeles al notarlo retrocedió parasentirla completamente adentro. Cuando los huevos del cura chocaron con laconcha de Mariángeles, esta supo que estaba totalmente enculada y acabó
- Aghhhh ahhhh ahhhhh padre!
- Mmmmm – el cura gemía
- ¡Cójame el culo padre, cójame! – Mariángeles se movíaadelante y atrás para sentir mejor esa pija eclesiástica
- Aghhhh mmmmmm – suspiraba el padre aferrado alas caderas de la monja
Un poco alejados de estos ahoraLuciano se cogía a su suegra mientras esta le chupaba la concha a su propiahija. El cura y también algunos otros no podían creerlo. El placer del incestoestaba en el aire y no detuvo a ninguno de los presentes.
María fue decidida a hacersecoger por su hijo mientras Eugenia y Sofía ahora le chupaban la pija a Sergio yla compartían entre besos, lenguas y saliva. Sergio se calentaba viendo a sumujer siendo cogida por su propio hijo, mientras que el cura ahora bombeaba elculo de la monja.
- ¡Quiero que me llene el culo de leche, padre! – gritaba la monja
- Aghhhh aghhhhh siiiiiii
Sergio acariciaba las cabezas demadre e hija, mientras Sofía se ponía de pie para besarlo y hacer el amago desacarle los anteojos. Sergio la detuvo serio, se acercó al oído de la joven yle dijo
- No, estos anteojos tienen una cámara y estoy filmandotodo
- Mmmmmm – Sofía le plantó un beso de campeonato
- Aghhhh Mmmmm - se deleitaba Sergio mientras sentía la boca de Eugenia en su pija
Luciano, mientras tanto lechupaba las tetas a su madre al tiempo que esta lo cabalgaba con la pijaclavada en su lo más profundo de su vagina.
- Aghhhh mi amor, cogeme así – gritaba María
- Voy a acabar – decía Luciano
Eugenia se salió de la pija de Sergioy se fue donde el cura y abriéndole las nalgas comenzó a chuparle el culo. Sindudar lo ensalivó y le apoyó la punta del dedo. Cuando media falange de Eugeniase metió en apretado culo del cura, este empezó a eyacular en interior del anode la monja.
Mariángeles cuando sintió latirla pija del cura en su culo, comenzó a apretar para hacerle sentir más placer.Eugenia nuevamente se acercó al oído del cura y le dijo
- Seguramente tendrás ganas de que te cojan elculo a vos ¿no putito?
- Aghhhh ahhhh ahhhhh Mmmmm – acababa el cura
- Ayyyy ssss aghhhhhh cójame así padre!!!! –gritaba la monja
- Mmmmm, no sabes lo rica que se siente la pijadel padre de Luciano en el culo! – Eugenia jugaba en el oído del cura
El padre Roberto cerraba los ojosahora y se desvanecía sobre la monja. Esta al ver cerca al padre giró la cabezay lo besó en la boca. El cura se sorprendió en el momento y no supo que hacer.Eugenia, conciliadora, se acercó a ellos y besó a cada uno en la boca con muchalengua y después los dejó solos para que se besen. No parecían quererdespegarse de ese beso pasional. Ambos sabían de los años de castidad de cadauno y del otro y parecían dispuestos a dar rienda suelta al deseo contenido.
Siguieron cogiendo y acabando.Sergio en un momento hizo una recorrida y cada una de las cuatro mujeres lechupó la verga. Decidió acabar en la boca de Sofía. Luciano, primero acabó enla concha de su madre y Eugenia se tomó la leche que chorreaba y después volvióa cogerse a Mariángeles mientras esta le chupaba la concha a Sofía que tambiénse fue en la boca de la hermana.
María miró toda la escena. Elaula olía a sexo y deseo. Ver todos los cuerpos desnudos en ese ambienteescolar de paredes con afiches, bancos, carpetas y láminas la excitabamuchísimo. Era el símbolo de la perversión que había empezado con su inocentehijo.
F I N
Epílogo
A los pocos Días, Sergio se hacíapresente en la rectoría del colegio. Se reunió con el cura y tras un cortodiálogo en el cual ninguno de los dos quiso profundizar, le mostró unas fotosimpresas y le dijo al padre Roberto que tenía todo filmado y guardado, de modoque cualquier cosa estraña que se le ocurriera iba a tener consecuencias gravespara el ecleciástico también.
En lo que siguió, el padreRoberto varias noches iba de visita al cuarto de la hermana Mariángeles. Elpecado se había apoderado de las almas de ambos religiosos. Tanto él como lahermana Mariángels cogían mucho y de las más diversas maneras y posiciones. Undía, a la perversa monja se le ocurrió comprar un arnés y terminó cogiendo acuatro patas al cura, ante los gritos de placer de éste. Esa misma noche, lamonja le prometía al cura que pronto iba a lograr que sea la verga de Lucianoquien se lo cogiera. Esa noche el padre Roberto eyaculó sin tocarse mientrasera penetrado por la monja.
Respecto a Eugenia y su incipientedivisión de bienes con el marido, una vez más fue Sergio quien encontró lasolución. Dejó que el padre de Sofía obligara a rematar la casa y Sergio lacompró poniéndola a nombre de su hijo y Sofía, pero con usufructo de Eugenia,que le estaría siempre agradecida y es por eso que muchas noches de los finesde semana se quedaba a dormir junto con su hija en la enorme casa de Canning.
Luciano y Sofía finalmenteterminaron el colegio y comenzaron la universidad. Sofía eligió psicología yLuciano ingeniería. Preparó algunas materias con la hermana Mariángeles y entrelímites, derivadas e integrales cumplieron todo tipo de fantasías. Luciano sesorprendió cuando la hermana le dijo caliente al oído que le gustaría verlocogiéndose al padre Roberto. Sofía muchas veces tuvo relaciones con compañerasy compañeros de la facultad, pero nada se comparaba a la verga de su novioLuciano, ni a las fiestas que organizaban en su casa de Canning junto conEugenia, su madre y toda la familia de Luciano. En algunas de estas fiestasparticipó Florencia y fue la amiga de María quien le propuso a la jovenparticipar de un encuentro junto a su marido. Sofía no se negó porque Florenciaera tan especial en la cama que siempre quería estar con ella y se merecía estefavor. La pasó muy bien y el marido estuvo muy agradecido con la dos.
María, la protagonista de estahistoria, en este momento está sentada en su cama pensando. En esa misma cama estuvieronsu marido, Florencia, Eugenia, la pequeña Sofía y su hijo. Miraba el cuadro queformaba la habitación revuelta y recordó la primera mancha de semen en lasábana de su hijo, la calentura que le provocó y como fue in crescendo todo.Ahora solo quedaba disfrutar sin culpa. Tenía una vida acomodada y sexualmenteplena. Recibió una alerta de WhatsApp en el celular, era Florencia
En la pantalla apareció una fotodel hijo de Florencia con short y sin remera después de jugar al rugby. Se leveía un cuerpo formidable. El mensaje no tardó en llegar
- ¿Viste que grande está mi nene?
Gracias por todas las muestras decariño, puntos y comentarios a lo largo de toda esta serie
Pueden dejarme sus comentarios enreybaco2005@hotmail.com
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21 comentarios - Mamá caliente FINAL - Parte 2
son muy lindas las 3
Abrazoooo
No sabria elegir una porque siempre apareces con una hostoria superadora.
Esperando ansioso la próxima.
Éxitos!!!
pd: sofi es mia
Te mando un abrazo y cuidame a Sofi por favor
Pronto vuelvo con otra
Abrazo
Abrazooooo
abrazo, volvemos en unas semanas con otra historia
Nos vemos pronto
EXELENTE FINAL ... DIGNO DE LAS HISTORIAS MAS EXITANTES
FELICITACIONES
Abrazo loco
ABrazo
hermosas palabras