La fiesta iba decayendo con el pasar del tiempo pero quedaban algunos flacos muy jodones. Había un grupo con Joaquín en los sillones de la sala, con una Carolina mareada que se reía debtodo como única mujer. El pibe buitre la miraba con ganas desde cerca. Cuando se levantó a buscar un trago lo intercepté en la barra.
- Como te guata Caro eh!
- Noo. Nada que ver si...
- Mirá yo la odio a esa mosquita muerta. Si te puedo ayudar a sacársela de encima a Joaco, lo hago.
- Y como lo harías?
- La piba está con ganas de coger. Yo me lo llevo a mi hermano con la excusa de que me ayude con algo en la cocina y ahí vos atacás. Te doy unos 10 minutos.
- Ok. Dale.
Que tarado, pensé.
Me acerqué a Joaquín y le dije que me ayudara con algo en la cocina. Él saltó voluntarioso de ayudar. Carolina se quedó riéndose de las pavadas que decían los buitres a su alrededor.
En la cocina Joaquín me atacó a besos.
- Pará! Mirá si entra alguien?
- Quien va a venir, si están todos entretenidos con Caro!
- Y si viene ella?
- Está tan ebria que no creo que llegue hasta acá! Jaja
- Bueno, esperá ahora! Ayudame a cortar unas porciones de torta.
Le di la espalda y agarré la torta. Mientras la apoyaba en la mesada, él me apoyó a mí. Metió mano por el tajo de mi vestido y fue derecho a mi concha.
- Mmm... sin nada abajo. Me encanta!
Yo no me moví.
- Que pasa? Querés otra muestra?
- Ja. Yo sabía que alguien nos espiaba. Me alegra saber que eras vos! Te pusiste celosa?
- Bien que disfrutaste!
- Y que querías? Que le diga que no porque quiero cogerme a mi hermana?
Sus dedos hicieron más presión marcando la intención de sus palabras. Me lamió y mordió una oreja. Mi resistencia se estaba ablandando.
- Ah... Vos querés cogerte a tu hermana?
-Sí. Mucho y duro.
Sus dedos ya me hacían una paja intensa. Yo abrí más las piernas. Me agarró de una mano y me llevó hacia la cochera.
- Vení.
Yo me dejé arrastrar con una curiosidad cachonda. Entramos y me puso contra capó de la camioneta de papá como si fuera una detención policial.
- Qué me vas a hacer?
Subió mi vestido y me cacheteó la cola.
- Ay! Bestia!
- Ahora vas a tener tu muestra!
Ahí nomás me separó los labios vaginales con sus manos y me clavó la lengua. Sentí una calidez y un placer tan grandes que casi me hago pis. Me siguió chupando y metiendo dedos en esa posición hasta que no aguanté más.
- Ay Acaaabooo... aaahhh...
Un chorro de fluidos me resbaló por una pierna. Necesité unos minutos para reponerme.
- Bueno... Volvemos Sofi?
- Sos un maldito. Lo sabés?
- Vos me enseñaste...
Volvimos y vi que mi plan no podría haber salido mejor. Carolina estaba totalmente ebria siendo alegremente manoseada por el pendejo buitre que le mandé. Joaquín actuó de novio celoso a la perfección. Lo encaró de una para matarlo. Con la diferencia física que le llevaba hubiera sido posible. Hubo empujones, golpes, insultos y se tuvieron que llevar entre tres más al flaco para que no lo mate. La yegüita miraba la escena totalmente pálida.
Cuando todos se fueron, quedábamos silo Carolina, Joaquín y yo. Él la miró enojado y habló primero.
- Te llamo un remis y te vas a tu casa... Cuando se te pase la borrachera hablamos.
- No mi amor! Por favor! Te puedo explicar! Solo era un juego y...
- Basta! Andate ahora. No quiero hablar más!
Yo me quedé haciendo de buena cuñada.
- Bueno Caro. Te abro y espero con vos el auto afuera.
- No pasó nada Sofi. Te juro!
- No te tengo que creer yo. Te tiene que perdonar mi hermano.
- Es que tardaron tanto en volver y el otro me insistía pidiéndome un beso o algo que ya no sabía como sacármelo de encima.
- Tardamos porque Joaquín me pidió consejos para mejorar como novio. Hace bastante que me pregunta cosas.
- Ay, me quiero morir! En serio? Y ahora que hago?
Pude jugar la carta de mina jodida y egoísta, pero preferí hacer algo por lo que mi hermano me esté agradecido luego.
- En mi opinión... volvete muy puta.
- Pero que decís Sofi?
- Si lo tenés muy contento y cogido no se va a poder enojar. Eso hacía yo con mi novio cuando peleábamos. Se la chupaba, me lo cogía y después él estaba feliz. Los hombres son así de básicos. Sólo hay que hacer lo que a ellos les gusta y los tenés a tus pies.
- Tenés razón... voy a intentarlo. No quiero perderlo. Gracias Sofi!
Vino el auto y se fue con carita esperanzada. No sabía que resultaría.
Eran casi las cuatro de la mañana y mis pies me estaban matando, pero ansiaba lo que seguía. Entré a casa y mi hermano estaba sentado en un sillón grande con el teléfono y cara de enojado.
- Que bien hiciste de celoso y enojado!
- Estoy celoso y enojado!
Me senté a su lado y lo abracé.
- No seas tonto Joaco! Carolina se muere por vos! Vas a ver como vuelve de rodillas a pedir perdón.
- Vos decís que la perdone?
- Yo digo que se lo gane.
- Como sería?
Le manoseé el bulto y le hablé al oído.
- Volvela tu puta. Humillala, cogela bien duro, hace con ella lo que tu imaginación te dicte.
Se le paró al toque. Se la saqué afuera y lo pajeé lentamente.
- Tenés que hacer que se desnude para vos y se ofrezca en cuerpo y alma para saciar a este monstruo malvado que tenés acá. Eso es lo que yo haría...
- Ah sí?
Sin contestar me recosté sobre él a chupársela. No le quedaron dudas. Se acomodó y disfrutó de mi boca.
- La chupo bien? Mejor que tu novia?
- Mucho mejor que Caro!
- Me alegro...
Me levanté, me fui hacia la escalera y subí un sólo escalón. Él se quedó mirando sin entender. Me levanté el vestido, me incliné y abrí mis nalgas para mostrarle mi rosada y depilada concha.
- Querés recibir tu regalo? Seguime!
Fin de la parte 8
- Como te guata Caro eh!
- Noo. Nada que ver si...
- Mirá yo la odio a esa mosquita muerta. Si te puedo ayudar a sacársela de encima a Joaco, lo hago.
- Y como lo harías?
- La piba está con ganas de coger. Yo me lo llevo a mi hermano con la excusa de que me ayude con algo en la cocina y ahí vos atacás. Te doy unos 10 minutos.
- Ok. Dale.
Que tarado, pensé.
Me acerqué a Joaquín y le dije que me ayudara con algo en la cocina. Él saltó voluntarioso de ayudar. Carolina se quedó riéndose de las pavadas que decían los buitres a su alrededor.
En la cocina Joaquín me atacó a besos.
- Pará! Mirá si entra alguien?
- Quien va a venir, si están todos entretenidos con Caro!
- Y si viene ella?
- Está tan ebria que no creo que llegue hasta acá! Jaja
- Bueno, esperá ahora! Ayudame a cortar unas porciones de torta.
Le di la espalda y agarré la torta. Mientras la apoyaba en la mesada, él me apoyó a mí. Metió mano por el tajo de mi vestido y fue derecho a mi concha.
- Mmm... sin nada abajo. Me encanta!
Yo no me moví.
- Que pasa? Querés otra muestra?
- Ja. Yo sabía que alguien nos espiaba. Me alegra saber que eras vos! Te pusiste celosa?
- Bien que disfrutaste!
- Y que querías? Que le diga que no porque quiero cogerme a mi hermana?
Sus dedos hicieron más presión marcando la intención de sus palabras. Me lamió y mordió una oreja. Mi resistencia se estaba ablandando.
- Ah... Vos querés cogerte a tu hermana?
-Sí. Mucho y duro.
Sus dedos ya me hacían una paja intensa. Yo abrí más las piernas. Me agarró de una mano y me llevó hacia la cochera.
- Vení.
Yo me dejé arrastrar con una curiosidad cachonda. Entramos y me puso contra capó de la camioneta de papá como si fuera una detención policial.
- Qué me vas a hacer?
Subió mi vestido y me cacheteó la cola.
- Ay! Bestia!
- Ahora vas a tener tu muestra!
Ahí nomás me separó los labios vaginales con sus manos y me clavó la lengua. Sentí una calidez y un placer tan grandes que casi me hago pis. Me siguió chupando y metiendo dedos en esa posición hasta que no aguanté más.
- Ay Acaaabooo... aaahhh...
Un chorro de fluidos me resbaló por una pierna. Necesité unos minutos para reponerme.
- Bueno... Volvemos Sofi?
- Sos un maldito. Lo sabés?
- Vos me enseñaste...
Volvimos y vi que mi plan no podría haber salido mejor. Carolina estaba totalmente ebria siendo alegremente manoseada por el pendejo buitre que le mandé. Joaquín actuó de novio celoso a la perfección. Lo encaró de una para matarlo. Con la diferencia física que le llevaba hubiera sido posible. Hubo empujones, golpes, insultos y se tuvieron que llevar entre tres más al flaco para que no lo mate. La yegüita miraba la escena totalmente pálida.
Cuando todos se fueron, quedábamos silo Carolina, Joaquín y yo. Él la miró enojado y habló primero.
- Te llamo un remis y te vas a tu casa... Cuando se te pase la borrachera hablamos.
- No mi amor! Por favor! Te puedo explicar! Solo era un juego y...
- Basta! Andate ahora. No quiero hablar más!
Yo me quedé haciendo de buena cuñada.
- Bueno Caro. Te abro y espero con vos el auto afuera.
- No pasó nada Sofi. Te juro!
- No te tengo que creer yo. Te tiene que perdonar mi hermano.
- Es que tardaron tanto en volver y el otro me insistía pidiéndome un beso o algo que ya no sabía como sacármelo de encima.
- Tardamos porque Joaquín me pidió consejos para mejorar como novio. Hace bastante que me pregunta cosas.
- Ay, me quiero morir! En serio? Y ahora que hago?
Pude jugar la carta de mina jodida y egoísta, pero preferí hacer algo por lo que mi hermano me esté agradecido luego.
- En mi opinión... volvete muy puta.
- Pero que decís Sofi?
- Si lo tenés muy contento y cogido no se va a poder enojar. Eso hacía yo con mi novio cuando peleábamos. Se la chupaba, me lo cogía y después él estaba feliz. Los hombres son así de básicos. Sólo hay que hacer lo que a ellos les gusta y los tenés a tus pies.
- Tenés razón... voy a intentarlo. No quiero perderlo. Gracias Sofi!
Vino el auto y se fue con carita esperanzada. No sabía que resultaría.
Eran casi las cuatro de la mañana y mis pies me estaban matando, pero ansiaba lo que seguía. Entré a casa y mi hermano estaba sentado en un sillón grande con el teléfono y cara de enojado.
- Que bien hiciste de celoso y enojado!
- Estoy celoso y enojado!
Me senté a su lado y lo abracé.
- No seas tonto Joaco! Carolina se muere por vos! Vas a ver como vuelve de rodillas a pedir perdón.
- Vos decís que la perdone?
- Yo digo que se lo gane.
- Como sería?
Le manoseé el bulto y le hablé al oído.
- Volvela tu puta. Humillala, cogela bien duro, hace con ella lo que tu imaginación te dicte.
Se le paró al toque. Se la saqué afuera y lo pajeé lentamente.
- Tenés que hacer que se desnude para vos y se ofrezca en cuerpo y alma para saciar a este monstruo malvado que tenés acá. Eso es lo que yo haría...
- Ah sí?
Sin contestar me recosté sobre él a chupársela. No le quedaron dudas. Se acomodó y disfrutó de mi boca.
- La chupo bien? Mejor que tu novia?
- Mucho mejor que Caro!
- Me alegro...
Me levanté, me fui hacia la escalera y subí un sólo escalón. Él se quedó mirando sin entender. Me levanté el vestido, me incliné y abrí mis nalgas para mostrarle mi rosada y depilada concha.
- Querés recibir tu regalo? Seguime!
Fin de la parte 8
2 comentarios - Mi hermanito crece 8