Tía Fabiana 21.
Me encontraba en la casa de mi prima Paola, mientras ella estaba boca abajo, yo jugaba con su enorme y firme culo negro, enterraba mi cara entre sus nalgas, lo mordía, lo recorría con mi lengua dejándoselo viscoso, enserio era adicto a esos culos de putas villeras, era increíble lo caliente que me ponía, mas el de Paola que como dije antes, era el mas grande y el que mejor se conservaba, bueno, Paola en general, de tetas era la que mas tenia también.
‐Vas a cogerme? Hace rato estas así.
-Espera un poco putita, hoy te voy a romper el culo negro este que tenes- le dije a mi prima, la verga la tenia al mango.
-Mmm dale L, chúpame bien el orto y hácemelo mierda- respondió la putipobre, sin dudas era con la que mas me entendía a la hora de coger.
Sin dudar le abrí las nalgas y enterré mi lengua en el agujero de su culo varios minutos, mientras ella gemía, me encantaba el aroma de su orto.
Luego de un rato, sin lubricarlo mas, puse la pija en la entrada y la empale a la negra puta, arranque a cogerla rápido y sin parar mientras el sonido de sus nalgas sonaba por toda la habitación.
‐Aaaah aaaah L me estas rompiendo el orto!- decía ella entre gemidos.
-Obvio negra puta, sos mi puta escuchaste, yo te cojo cuando quiero y como quiero.
-Obvio amor! El culo de tu prima es tuyo y de nadie mas.
Mientras hablábamos me calentaba mas, por lo que le di varias nalgadas, dejándole rojo el culo.
-Uff dale L cagame a palos el orto.
-Aaah si puta toma.
Empecé a cogerla mas fuerte hasta que por fin acabe, llenándole el ojete de leche a mi prima Paola.
Cuando le saque la pija, la puse boca arriba y le restregué la verga por la cara, dejándole restos de leche.
-Mm que sucio primo.
-Y vos que puta Paola, dejas que tu primo te garche mientras tus hijos están en la escuela.
-Si re puta soy.
‐Así eras con tu marido?
‐Jaja no, el cornudo ni me cogía como vos.
-Como cornudo si ya no están juntos.
-No pero el tarado hace días me esta escribiendo me quiere endulzar el oído se ve para volver.
-Jajaja y? Que vas a hacer?
-Que se joda ahora, ya tengo un macho que me garcha como quiero.
-Pero no que te mantenga.
Le dije a mi prima, a pesar de que arranque a cogérmela dándole un poco de plata, no podía mantenerla, y tampoco pretendía hacerlo, ni a la trola de la Nely le pagaba casi ya, cuando podíamos nos juntábamos a coger y cagarnos a palo, con la puta de mi tía mucho menos, solo le daba algo cuando tenia ganas realmente.
-Que me importa, el cornudo me esta dando plata ahora igual, obvio para los hijos, que el pague y vos me garchas cuando se te antoje L.
-Que hija de puta sos- le dije mientras recorría su cara toda lacheada con mi mano, me re calentaba que fuera tan hija de puta, en contraste con su casual actitud pacifica.
Le cachetie un poco la cara sin decir nada, a lo que ella sonrió.
‐Mm que pasa? Dale un poco mas fuerte- me incito.
A lo que le di un cachetazo un poco mas fuerte.
-Dale mas.
Le di esta ves una cachetada normal que sonó.
Creo que mi prima había visto como trataba a su madre en nuestro trio y le entro un poco el fetiche del masoquismo.
-Haceme mierda hijo de puta- me dijo mi prima sonriendo con la cara roja.
Ahí nomas le metí un cachetazo que le movió la cara y se dio contra la almohada.
Sin perder tiempo me subí sobre ella que estaba boca arriba, usando su estomago como asiento, agarre sus gordas ubres de vaca negra y se las retorcí todas.
-Aaaah aaah ay dios mío- dijo mi prima gimiendo.
-Te gusta puta de mierda? Negra sucia- la insulte, mientras soltaba una de sus tetas y le metía mas cachetazos con fuerza.
-DALE CAGAME A PALOS COMO A MI MADRE.
La pija ya la tenia al palo otra vez, continué con la secuencia de darle cachetazos y retorcerles esas enormes tetas negras.
En cierto punto me le senté mas adelante y arranque a pajearme con una mano mientras que con la otra me apoyaba en la frente de mi prima Paola.
Unos minutos y mi verga exploto en leche, la cual asegure que callera toda en la cara de mi prima, adornándole su cara negra con espesos chorros blancos de leche de su primo.
Luego le volví a restregar la pija por la cara para limpiarme y desparramarle bien la leche.
Me Salí de arriba y le di una palmada en la concha, la cual estaba toda babosa de la calentura que tenia mi prima, pero no iba a cogerla mas, ya me desleche dos veces, aunque admito que seguía caliente, se me ocurrió algo mientras la cogía a mi prima.
La vista que me daba mi prima calentaría a cualquiera, acostada sobre su cama, boca arriba, sus enormes tetas caían a los lados, su pelo todo alborotado con rastros de leche, su linda cara de putipobre negra mirando al techo con la mirada perdida, toda llena de leche y colorada por los golpes, sus piernas gruesas y carnosas abiertas, por los lados sobresalía un poco esas nalgas masivas y su concha escurriendo.
Mientras me vestía y admiraba a esa hembra, escuche que golpeaban la puerta, por la voz de la que llamo era su amiga, la cual conocí de vista y que interrumpió mi primer cogida con mi prima.
Paola no se dio cuenta al parecer, tenia la mente perdida y su cuerpo se inflaba un poco mientras tomaba aire.
Pensé en inventar algo para que no entrara, pero a la ves, me dio algo de morbo, entonces abrí la puerta, salude a la amiga y solo dije algo antes de irme.
-Paola esta en su cuarto, yo ya me voy.
Y Así, me marche, mientras observe como la amiga de mi prima entraba y cerraba la puerta.
Antes de llegar a mi casa quería pasar por un sitio.
Toque la puerta y luego de unos segundos se abrió.
‐L que haces acá?- pregunto mi tía.
Pero no dije nada, sin avisar, le metí una piña en la cara a mi tía, algo que nunca había echo hasta ahora, pero mi prima me dejo re caliente, me contuve para llegar con mi tía, mi primera putipobre negra de mi familia, pero ya no aguantaba mas, necesitaba coger, la pija me estaba por estallar, y el recipiente de leche que quería llenar era mi tía Fabiana.
Mi tía dio un pequeño quejido y callo al suelo de su sala, mientras se tocaba en donde le di el golpe.
Di un paso dentro de su departamento y cerré la puerta azotándola, entonces me tire sobre ella.
-Para L que te pasa!- dijo mi tía sin entender lo que ocurría.
Llevaba un vestido de esos largos para andar en casa, el cual agarre y rasgue todo desde la zona del culo, para dejar descubiertas sus enormes nalgas negras, llevaba una tanga la hija de puta, la cual se perdía entre su carne de negra villera, agarre y también se la arranque toda.
Mi tía volteo a verme, pero le metí tremendo cachetazo, volteándole la cara y se ve que dejándola media mareada, por que apoyo su cabeza en el suelo, dejando su culo desnudo empinado, ahí nomas le abrí las nalgas y sin lubricar, le enterré toda la verga en el ojete, a lo cual no dijo nada, supongo que estaba media desmayada.
SU cuerpo se movía al ritmo de mis embestidas, en su departamento se escuchaba el sonido seco de la carne chocando, tras bombearle con furia unos minutos, le llene el culo de leche a mi tía como nunca lo había echo antes.
Al verla ahí toda cagada a palo y con leche brotándole del orto, me dedique unos minutos a besarle y lamerle sus negras nalgas, dejándole varios chupones y restregando mi cara por aquella carne suave.
Antes de irme le di una ultima mirada y me retire de ahí.
Me encontraba en la casa de mi prima Paola, mientras ella estaba boca abajo, yo jugaba con su enorme y firme culo negro, enterraba mi cara entre sus nalgas, lo mordía, lo recorría con mi lengua dejándoselo viscoso, enserio era adicto a esos culos de putas villeras, era increíble lo caliente que me ponía, mas el de Paola que como dije antes, era el mas grande y el que mejor se conservaba, bueno, Paola en general, de tetas era la que mas tenia también.
‐Vas a cogerme? Hace rato estas así.
-Espera un poco putita, hoy te voy a romper el culo negro este que tenes- le dije a mi prima, la verga la tenia al mango.
-Mmm dale L, chúpame bien el orto y hácemelo mierda- respondió la putipobre, sin dudas era con la que mas me entendía a la hora de coger.
Sin dudar le abrí las nalgas y enterré mi lengua en el agujero de su culo varios minutos, mientras ella gemía, me encantaba el aroma de su orto.
Luego de un rato, sin lubricarlo mas, puse la pija en la entrada y la empale a la negra puta, arranque a cogerla rápido y sin parar mientras el sonido de sus nalgas sonaba por toda la habitación.
‐Aaaah aaaah L me estas rompiendo el orto!- decía ella entre gemidos.
-Obvio negra puta, sos mi puta escuchaste, yo te cojo cuando quiero y como quiero.
-Obvio amor! El culo de tu prima es tuyo y de nadie mas.
Mientras hablábamos me calentaba mas, por lo que le di varias nalgadas, dejándole rojo el culo.
-Uff dale L cagame a palos el orto.
-Aaah si puta toma.
Empecé a cogerla mas fuerte hasta que por fin acabe, llenándole el ojete de leche a mi prima Paola.
Cuando le saque la pija, la puse boca arriba y le restregué la verga por la cara, dejándole restos de leche.
-Mm que sucio primo.
-Y vos que puta Paola, dejas que tu primo te garche mientras tus hijos están en la escuela.
-Si re puta soy.
‐Así eras con tu marido?
‐Jaja no, el cornudo ni me cogía como vos.
-Como cornudo si ya no están juntos.
-No pero el tarado hace días me esta escribiendo me quiere endulzar el oído se ve para volver.
-Jajaja y? Que vas a hacer?
-Que se joda ahora, ya tengo un macho que me garcha como quiero.
-Pero no que te mantenga.
Le dije a mi prima, a pesar de que arranque a cogérmela dándole un poco de plata, no podía mantenerla, y tampoco pretendía hacerlo, ni a la trola de la Nely le pagaba casi ya, cuando podíamos nos juntábamos a coger y cagarnos a palo, con la puta de mi tía mucho menos, solo le daba algo cuando tenia ganas realmente.
-Que me importa, el cornudo me esta dando plata ahora igual, obvio para los hijos, que el pague y vos me garchas cuando se te antoje L.
-Que hija de puta sos- le dije mientras recorría su cara toda lacheada con mi mano, me re calentaba que fuera tan hija de puta, en contraste con su casual actitud pacifica.
Le cachetie un poco la cara sin decir nada, a lo que ella sonrió.
‐Mm que pasa? Dale un poco mas fuerte- me incito.
A lo que le di un cachetazo un poco mas fuerte.
-Dale mas.
Le di esta ves una cachetada normal que sonó.
Creo que mi prima había visto como trataba a su madre en nuestro trio y le entro un poco el fetiche del masoquismo.
-Haceme mierda hijo de puta- me dijo mi prima sonriendo con la cara roja.
Ahí nomas le metí un cachetazo que le movió la cara y se dio contra la almohada.
Sin perder tiempo me subí sobre ella que estaba boca arriba, usando su estomago como asiento, agarre sus gordas ubres de vaca negra y se las retorcí todas.
-Aaaah aaah ay dios mío- dijo mi prima gimiendo.
-Te gusta puta de mierda? Negra sucia- la insulte, mientras soltaba una de sus tetas y le metía mas cachetazos con fuerza.
-DALE CAGAME A PALOS COMO A MI MADRE.
La pija ya la tenia al palo otra vez, continué con la secuencia de darle cachetazos y retorcerles esas enormes tetas negras.
En cierto punto me le senté mas adelante y arranque a pajearme con una mano mientras que con la otra me apoyaba en la frente de mi prima Paola.
Unos minutos y mi verga exploto en leche, la cual asegure que callera toda en la cara de mi prima, adornándole su cara negra con espesos chorros blancos de leche de su primo.
Luego le volví a restregar la pija por la cara para limpiarme y desparramarle bien la leche.
Me Salí de arriba y le di una palmada en la concha, la cual estaba toda babosa de la calentura que tenia mi prima, pero no iba a cogerla mas, ya me desleche dos veces, aunque admito que seguía caliente, se me ocurrió algo mientras la cogía a mi prima.
La vista que me daba mi prima calentaría a cualquiera, acostada sobre su cama, boca arriba, sus enormes tetas caían a los lados, su pelo todo alborotado con rastros de leche, su linda cara de putipobre negra mirando al techo con la mirada perdida, toda llena de leche y colorada por los golpes, sus piernas gruesas y carnosas abiertas, por los lados sobresalía un poco esas nalgas masivas y su concha escurriendo.
Mientras me vestía y admiraba a esa hembra, escuche que golpeaban la puerta, por la voz de la que llamo era su amiga, la cual conocí de vista y que interrumpió mi primer cogida con mi prima.
Paola no se dio cuenta al parecer, tenia la mente perdida y su cuerpo se inflaba un poco mientras tomaba aire.
Pensé en inventar algo para que no entrara, pero a la ves, me dio algo de morbo, entonces abrí la puerta, salude a la amiga y solo dije algo antes de irme.
-Paola esta en su cuarto, yo ya me voy.
Y Así, me marche, mientras observe como la amiga de mi prima entraba y cerraba la puerta.
Antes de llegar a mi casa quería pasar por un sitio.
Toque la puerta y luego de unos segundos se abrió.
‐L que haces acá?- pregunto mi tía.
Pero no dije nada, sin avisar, le metí una piña en la cara a mi tía, algo que nunca había echo hasta ahora, pero mi prima me dejo re caliente, me contuve para llegar con mi tía, mi primera putipobre negra de mi familia, pero ya no aguantaba mas, necesitaba coger, la pija me estaba por estallar, y el recipiente de leche que quería llenar era mi tía Fabiana.
Mi tía dio un pequeño quejido y callo al suelo de su sala, mientras se tocaba en donde le di el golpe.
Di un paso dentro de su departamento y cerré la puerta azotándola, entonces me tire sobre ella.
-Para L que te pasa!- dijo mi tía sin entender lo que ocurría.
Llevaba un vestido de esos largos para andar en casa, el cual agarre y rasgue todo desde la zona del culo, para dejar descubiertas sus enormes nalgas negras, llevaba una tanga la hija de puta, la cual se perdía entre su carne de negra villera, agarre y también se la arranque toda.
Mi tía volteo a verme, pero le metí tremendo cachetazo, volteándole la cara y se ve que dejándola media mareada, por que apoyo su cabeza en el suelo, dejando su culo desnudo empinado, ahí nomas le abrí las nalgas y sin lubricar, le enterré toda la verga en el ojete, a lo cual no dijo nada, supongo que estaba media desmayada.
SU cuerpo se movía al ritmo de mis embestidas, en su departamento se escuchaba el sonido seco de la carne chocando, tras bombearle con furia unos minutos, le llene el culo de leche a mi tía como nunca lo había echo antes.
Al verla ahí toda cagada a palo y con leche brotándole del orto, me dedique unos minutos a besarle y lamerle sus negras nalgas, dejándole varios chupones y restregando mi cara por aquella carne suave.
Antes de irme le di una ultima mirada y me retire de ahí.
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