María, la madre de Luciano yEugenia, la madre de Sofía, estaban tiradas en la cama completamente desnudasdespués de haber tenido sexo.
Haber cogido no fue lo más fuerteque hicieron, sino haberse contado todo lo que habían hechos con sus propioshijos y los hijos de la otra.
Eugenia que ya no se queríareprimir nada, le dijo:
- Ahora me dieron ganas…
- ¿De qué? Decilo, no me vas a decir que tenésvergüenza!
- De coger con vos y con Luciano, si es verdad loque me dijiste – dijo Eugenia
- Es verdad, pero…
- ¿Pero qué?
- Me parece que debes agradecerle a mi marido lodel pago del colegio
- ¿Y con vos? ¿Juntas?
- Si te animas… – María quiso poner a prueba aEugenia
- Me moriría de vergüenza, pero vos me calentástanto, que seguro que sí – Eugenia la besó
- Dejame areglarlo – dijo María y comenzó avestirse
Eugenia permaneció desnuda todoel tiempo, le gustaba sentirse exhibida ante María. Se paró y aun como Dios latrajo al mundo, bajó la escalera para acompañar a su consuegra amante.
- Te digo una cosa más – la detuvo Eugenia antesde despedirla
- ¿Que?
- Quiero vender esta casa y pagar lo que les debodel colegio
- No seas boluda, no hagas eso – María fuecortante
- La mitad es de mi ex marido y me la reclama –Eugenia estaba decidida
- No decidas nada por ahora
- Gracias, pero no queda otra – Eugenia no veíaotra salida
- Dejame hablar con Sergio, él es muy creativopara los negocios, algo se le va a ocurrir
- ¡Gracias! ¡Ah! Al final no hablamos de loschicos
- Si, ¿te parece permitirles que vuelvan a verse?
- Si, total mejoraron las notas, ¿no?
- Sí, ¡es verdad!
- Bueno, chau
Cuando María iba a darle un besoen la comisura, Eugenia la sorprendió corriendo la boca y se lo dio de lleno enlos labios, ésta abrió la boca y le metió la lengua con decisión. María, pese ala sorpresa, se prendió con ganas al beso y la mano bajó a la entrepierna deEuge que suspiró.
- Mmmmm, queres quedarte un ratito más? – dijoEugenia
- Me tengo que ir, pero… - dijo María mirando elreloj
María la agarró, cerró la puertatras sí y la sentó a Eugenia en la barra de la cocina diciéndole
- Te chupo la concha cinco minutos y me voy
- Aghhhh Mmmmm creo que me van a alcanzar
Eugenia dio un hábil salto y sesentó abriendo las piernas totalmente y exponiendo toda su desnudez a suconsuegra calentona que comenzó a chuparla con muchas ganas. Eugenia chorreabade calentura, tan así que María tenía la barbilla empapada de la excitación desu amante.
- Voy a acabar, si si
- Mmmmm – chupaba María
- Aghhhh ahhhhh ahhhhhh
- Mmmmm, si, me estoy tragando toda tu acabada
- Aghhhh como me calienta acabarte en la boca!
- Mmmmm – María tragaba y se excitaba
Pasaron unos días en los que ledieron más libertad a Luciano y a Sofía para moverse juntos. Eugenia y María loarreglaron por WhatsApp con la aprobación de Sergio. Era imposible separarlos,de una u otra manera terminarían arreglándoselas para verse.
Volvieron a juntarse los tres:Luciano, la hermana Mariángeles y Sofía. Esta vez, lo hicieron un sábado en lahabitación del colegio por pedido de la propia monja.
Luciano y Sofía llegaron alcolegio y la monja los recibió con un beso corto en la boca a cada uno. Ya lespareció raro, eso y que la hermana tuviera el hábito puesto. Era como una especiede combinación extraña, beso en la boca y hábito puesto. Ni bien pasaron lamonja empezó a no tutearlos y hacerse la severa con ellos, montando unpersonaje para calentarlos. Les sonreía y les decía.
- ¿Han venido a estudiar los alumnos?
- Si hermana, ¡pero hoy quiero aprender anatomía! – bromeó rápidamente Sofía
- Van a tener que desnudarse porque vamos a haceruna clase práctica – dijo la monja
- ¿Si hermana? – jugaba Sofía
- Si, usted también Luciano – indicaba la monja
En un movimiento de la monja, elhábito se le pegó un poco al cuerpo y Sofía advirtió que no llevaba corpiño yse imaginó que la muy perversa hermana se había puesto el hábito sin nadadebajo. Sofía se calentó mucho al pensarlo.
- Hermana, ¡me parece que usted quiere vermedesnuda porque es muy puta! – dijo Sofía
Luciano la miró como diciendo “tefuiste a la mierda”. Los pezones de la monja se endurecieron y Sofía supo queiba por el camino correcto
- Dígame la verdad, hermana…
- Si Sofía pregúnteme que yo no sé mentir…- Decíala monja al borde de la risa
- ¿Es usted muy puta? – Sofía iba al hueso
- Mmmmm, si, y eso es por culpa de unos alumnosmuy morbosos
- ¿Quienes serán esos alumnos? – jugaba ahora Luciano
- ¡No se haga el distraído, alumno Luciano, sabeque fue usted! – reía fuerte ahora lamonja
- Hermana, ¿le puedo hacer una pregunta? – preguntó Sofía
- Una sola, sí.
- ¿Es usted tan puta que no tiene nada de ropadebajo del hábito?
- ¿Como se dio cuenta, alumna Sofía?
- Porque sus pezones se le marcan mucho en la tela
Ahora Sofía le acarició la tetapor encima de la tela y notó lo duro que tenía el pezón.
- Mmmmm – suspiró la monjita
- Aghhhh, está caliente hermana? – jugaba Sofía
- Muy caliente, alumna – la monjita adoraba eljuego de roles
- ¿Y esto la puede ayudar? – Luciano se sacó lapija del pantalón y miraba a la religiosa pajeándose.
- Mmmmm, yo creo que sí, alumno Luciano, sáquesela ropa! – la monja parecía dispuesta a tomar las riendas del asunto
- ¡Claro que si, hermana! – en menos de un minuto Luciano estaba desnudoy parado al lado de la monja
- ¡Ahora usted, alumna! – le ordenó la monja a Sofía
- ¡Claro, hermana! – rió Sofía y se desnudó completamente
- ¡Ahora quiero que le chupe la pija al alumno,para saber que sabe de anatomía! –ordenóla caliente religiosa
Sofía se arrodillo y se puso achuparle la pija a su novio y mirando siempre a la monja que no se quitaba elhábito y la observaba.
- ¿Quiere ayudarme hermana? – la invitó Sofía
- No, ahora quiero que el alumno se acueste en lacama boca arriba
- ¿Así? – Luciano obedeció y se acostó con su pijaapuntando al cielo
- ¿Y que hago hermana?
- Usted, Sofía, se va a sentar encima de la caradel alumno mirando para mi lado
- ¡Claro que sí hermana! – obedeció Sofía
Sofía se colocó con su conchasobre la cara de Luciano poniendo ambas rodillas a los costados de su cara. Lapija de Luciano era un mástil. La monja seguía con el hábito puesto por lo quele confería a la escena más morbo todavía. Se levantó la túnica hasta lasrodillas y fue a colocarse encima de Luciano. Con un hábil movimiento tomó lapija del joven y se la metió en la concha y comenzó a descender hasta tenerlacompletamente adentro, momento en el que cerró los ojos de placer.
- Ahhhhh – Susurró la moja
- Mmmmm, ya se metió toda la pija adentro hermana?– Preguntó Sofía
- Mmmmm siiii, hermana, cójame así! – JugabaLuciano
- ¡Que buena que está esta pija! – gritaba la monja
- ¿Te gusta? – Luciano se salió del papel y latuteó
- ¡No me tutee, alumno! – sonrió perversa la monja
- Perdón hermana, ¿le gusta mi pija?
- Sí, mucho, ¿y a usted le gusta cogerse a lahermana? ¿Es un degenerado sabe? La monja subía el tono
- ¡Y usted es muy degenerada también! – IntervinoSofía que se dejaba chupar la concha por Luciano y se levantaba para dejarlossolos cogiendo y disfrutando
- ¡Que pecadora que es usted, hermana! – decía Luciano
- Si, el pecado me encanta y su pija es unatentación, alumno
Luciano se levantó para besarla ymetió las manos debajo de la túnica acariciando el desnudo cuerpo de lareligiosa, que se estremecía de placer, pero aun así no salía de su juegoperverso
- Cójame así, alumno
- Si hermana, su concha se siente muy rica
- ¿Me va a acabar adentro?
Luciano se miró con Sofía, nosupo que responder
- ¿Usted que quiere, hermana? – intervino rápidamente Sofía
- ¡Que me acabe adentro, si! – gritó la monja
- ¿Si? ¿Quiere que le acabe adentro hermana? – Lesusurraba Luciano ahora al oído
- Si, llenala de leche – Sofía se acercó al oídode ambos
- Aghhhhhh acaboooooooooo – anunciaba la monja
- Yo también – aullaba Luciano
- Aghhhhh aghhh ahhhhh ahhhh ahhhhhhh, siento lapija como se mueve! – susurraba de felicidad la monja
- Mmmmm - Sofía la besó, no se aguantó mas
- Mmmmm, me está llenando de leche tu novio! – lamonja no pudo sostener el juego y tuteó a Sofía
- ¡Me encanta que le llene de leche, Angie!!! –Sofía la besaba ahora con desesperación
Sofía le agarró la túnica y se lasacó dejándole la cofia puesta. Era hermoso ver el desnudo cuerpo de la monjacabalgando sobre Luciano y con la cofia puesta. Sofía empezó a recorrer lospezones de la religiosa con la lengua y con las manos.
La monja se inclinó haciaadelante y besó a Luciano. Sofía aprovechó ese movimiento y como estaba muycaliente ni dudó en agacharse detrás de ellos y comenzar a chupar el culo de lamonja y de a ratos el trozo de pija de Luciano que estaba fuera de la monja.
- Mmmmm que me hace alumna degenerada?! – volvíala monja al papel
- ¡Le chupo el culo, hermana! ¡Es hermoso! – le decía Sofía
La monja besaba a Luciano conpasión. Él correspondía el beso y con sus manos recorría el cuerpo de la monja.De a poco el pene perdía un poco de dureza. Sofía lo percibió y no dejó dechuparle el culo a la monja llenándolo de saliva y metiéndole un dedo que hizoque le religiosa diera un respingo
- ¡Que puta que es usted hermana! Dijo Sofía
- ¿Porque me dice eso alumna?
- ¡Porque me parece que su culito tiene ganas deque se lo cojan! – dijo Sofía
- Mmmmm – susurró Luciano y su pija se moviócobrando vida nuevamente
Cuando la monja sintió la pijamoverse y volver a hincharse en su interior, se sintió pletórica y con ganas demás. Sofía dejó caer una gota de saliva y le metió un dedo más profundamente yla monja comenzó a cabalgar a Luciano con más vigor.
Luciano nunca había experimentadoque su verga volviese a cobrar vida tan rápidamente y se sorprendió cuando veíaa la moja cabalgarlo con más decisión. Aun le quedaba recobrar un poco defirmeza cuando oyó las palabras de Sofía
- Cogete a esta puta, Lucho!
- Aghhhhh – la pija se le puso como un fierro,pero aún quedaba mas
- Cogeme, dale, cogeme que soy muy puta – lodesafiaba la monja
- Siiii, ¡¿sos muy puta?!!! – Luciano agarró ahorala cofia con una mano apretándola y trayendo a la boca de la monja contra lasuya
- Siiii, muy puta! Decía ella
- ¡Que culo hermoso! Decía Sofía que ahora lemetía dos dedos
- Queres que te haga el culo?! Le dijo Luciano
- ¡Me lo vas a romper! – simulaba quejarse la monja
- Hacele el culo a esta puta! – alentaba Sofía
Sofía le metió los dos dedos enel culo bien profundamente. La monja se retorció de placer y se levantódiciendo:
- ¡Dale! Cogeme el culo!
- Siiiii! – Luciano pareció festejar
- ¡Dale! – Sofía estaba contenta también
- ¡Estoy muy caliente! – susurró la monja
Sofía la acomodó acostándola bocaabajo y con una almohada bajo su cuerpo a la altura de la cola y le hizo cerrarlas piernas. Como si fuese una directora de película porno, ordenó a Lucianoque se colocara con ambas piernas a los costados de ella y le escupió un pocode saliva en el fruncido agujerito.
- ¿Porque no te pones un forro Lucho, así está másfirme la pija? – sugirió Sofía
- ¡No! ¡Que me llene de leche el culo, también! – pidió una irreconocible Mariángeles, otroracasta y sumisa monjita.
- ¡Mejor! –dijo Luciano y apuntó su rojo e hinchado glande al culo de la monja que seabrió como una flor recibiendo la verga
- Aghhhhh – suspiró la monja cuando entró lacabeza
- Ya te entró toda la cabeza – la tranquilizabaSofía al oído
- Aghhhhh cogeme! – gritó la monja desatada
- Siiiii – Luciano se adelantó y le metiólentamente 5 cm de pija
Era de una belleza extrema verdesaparecer la pija dentro del blanco culo de la monja que susurraba y sequejaba:
- Aghhhhh Mmmmm sssssss
- ¿Te duele mucho? – le preguntaba Sofía
- Sí, pero que siga – la monja estaba decidida atener todo eso dentro de su culo
- Mmmmm – Luciano se adelantaba 1 centímetro, seretiraba y volvía a entrar un poquito más dentro del apretado culo.
- Ssssss aghhhhhhh – la monja sufría en la mismaproporción que gozaba
- Avisame si queres que pare – Sofía le hablaba aloído
- ¡No, que no pare! ¡Que siga! – la monja insistía
Fue entonces que Sofía supo loque tenía que hacer y decir:
- ¡Como le gusta que le cojan el culito, hermana! – decía la joven
- Siiii – dijo la monja y tiró ella misma la colapara atrás
- Mmmmm te gusta que te coja el culo mi novio? –insistía Sofía
- ¿Le gusta mi pija en su culo, hermana? – Lucianoahora hacía movimientos más cortos adelante y atrás sintiendo un extremo placercon la estrechez del apretado ano de la hermana Mariángeles
- Aghhhh ahhhh ahhhhh, estoy acabando – decía lehermana sorprendida de acabar teniendo sexo anal
- Siii? ¿Estas acabando, hermosa? – le preguntaba Sofía
- Mmmmm aghhh, me encanta cogerle el culo,hermana! – decía Luciano al borde del orgasmo.
- Siiii cogeme, cogeme así – bramaba la religiosacon la pija cada vez más dentro de su culo
La monja se quedó callada ycomenzó a temblar de placer. Al principio, Luciano se asustó no entendiendo sile sucedía algo, pero Sofía supo que un orgasmo muy intenso la estabaatravesando. Sofía lo miró con una sonrisa a su novio para que se quedetranquilo y a continuación dijo:
- Rompele el culo que le gusta! ¿No ves que es muyputa?!
- Aghhhh voy a acabar – anunció Luciano
- Siiii – dijo la monja que seguía en un temblorde excitación
- Aggghhhh aghhhh aghhhh ahhhhhh – Luciano acabócon la pija latiendo desbocada dentro del culo de la monja
- Aghhhhhh – la monja sentía las punzadas dedolor, pero sentir los chorros de leche de Luciano saliendo de esa pija que leestaba taladrando el culo, la volvía loca
- ¿Te está llenando el culito de leche? – le preguntó Sofía con vos inocente
- Aggggg Mmmmm siiiiiiiiii, siiiii, Sofiiiisiiiiiii – bramaba ahora la monja
- Aghhhhhhhhhh – Luciano se dejó caer encima de lamonja y la pija entró por completo
- Aghhhhhh ammm aaaaghhhhhhh – La hermana apretabala cola para sentir mejor el pedazo de verga en su culo
- Agghhhhh que culito hermoso! Decía Luciano
- Mmmmm, le hiciste la cola a la hermanaMariángeles, degenerado! – reía ahora Sofía
La monja levantó la cabeza yencontró la boca de Sofía siempre dispuesta a besarla. Se fundieron en un besomuy apasionado. La monja abría la boca y recibía la lengua de Sofía mientras ensu apretado culo sentía los últimos pálpitos de Luciano.
- Uffff que manera de acabar… - Decía Luciano
- Siiii, yo también – decía la monja
- Me encantó verlos – decía Sofía que aún no habíaacabado
Luciano y la monja se sentían en deudacon la jovencita y coordinadamente se separaron y luego de besarseprofundamente, se colocaron uno a cada lado de la rubia y comenzaron a besarlapor todo el cuerpo.
La monja acostó a Sofía y sindilación comenzó a chuparle la concha. Luciano vio que una gota de semenchorreaba por la pierna de la monja y le recogió con un dedo y la acercó a laboca de Sofía que la saboreó diciendo
- Mmmmm esta leche tiene el sabor de Angi también,que rica!
- Mmmmm, la monja chupaba y le metía dos dedos enla concha a Sofía
- Agghhhh me encanta como me estas tocando! –decía Sofía que estaba empapada
La lubricación de Sofía era tantaque varias gotas resbalaban hasta su culito. La monjita lo percibió y comenzó ajugar con un dedo en el culo de Sofía y sin dudarlo, lo metió por completoprovocando un movimiento involuntario de ella y tomándola por sorpresa.
- Aghhhh me estas metiendo el dedo en el culo?!
- Siiii, no te gusta? – decía la monja
- Sí, pero no me lo esperaba – decía una tiernaSofía que estaba por acabar
Sofía miraba hacia abajo y veíala cara de la monja enterrada en su concha y no podía creerlo una vez más.Luciano la besaba ahora y bajaba a chuparle las tetas. Sofi pudo ver como elmiembro de Luciano colgaba ahora descansando flácido. Recordó a esa pija dentrodel culo de la monja y pensó en que podría llegar a estar en su propio culo yse calentó de tal manera que estaba a punto de acabar en la boca de la monja
- Mmmmm, me encanta chuparte! – decía la religiosaque no cesaba de meterle el dedo en el culo
- Aggghhhh me vas a hacer acabar! – Sofi leadvirtió a la monja
- Es lo que quiero – la monja levantó la cabeza,dijo eso y se metió de vuelta en la concha de Sofía
- Mmmmm – Luciano le chupaba el pezón
- Aghhhh ahhhh ahhhhh acabooooooooo – gritaba Sofi
- Me encanta verte acabar – le dijo Luciano aloído
- Mmmmm – chupaba la monja y metía el dedo bienprofundo sin sacarlo ni un milímetro
- Aghhhhh ahhhhhhhhhhahhhhhhhhhhhhh – Sofía sedeshacía en un orgasmo
Se desparramaron los tres en lacama. La cara de la monja era de alegría total. Sofía la miraba y no podíacreer la actitud que tenía.
- ¡Estabas desatada! – le dijo a la monja
- Si, estaba muy caliente desde que supe quevendrían – reconoció la religiosa
- ¡Nunca me hubiese imaginado que le haría el culoa la hermana Mariángeles! – dijo Luciano
- Y pensar que a mí nunca me cogió el culo – dijoSofía
- ¿No?
- No, me daba miedo, pero veo que se puede
- Y yo era virgen de la cola – decía la monja yvolvía a calentarse
- ¡Y como te entró eh! – le dijo Sofía y la besó
- Si entró toda, ¿no? – preguntaba la monja
- Si – dijo Luciano y casi que empezaba aparársele de nuevo la pija
Comenzaron a vestirse y la monjaa acomodar el cuarto en completa desnudez. Sofía se acerca a Luciano y le dice:
- ¡Me encantó verte haciéndole el culo!
- ¿Si?
- Sí, mucho
- Y vos queres probar
- Ahora que se animó ella, creo que me animo –dijo Sofía
- Claro, ella era virgen y pudo
- SI, tu mamá seguro que ya tenía experiencia… -Sofía terminó de decirlo y se dio cuenta que estaba delante de la monja
- ¿Como? –preguntó la religiosa
- ¿Que pasa? – Sofía se hacía la desentendida
- ¿Vos te cogiste a tu mamá por el culo? – pregunta la monja
- Bueno… - dice Luciano
- Es que… - dice Sofía
- Y yo que me creía una degenerada – ríe ahora lamonja
- Jajaja
- Jajaja – concluye Sofía
- Gracias chicos, la pasé realmente muy bien,tenía muchas ganas de esto y pasó tal cual me lo imaginaba
- ¿Te imaginabas todo esto? - preguntaba incrédula Sofía
La monja, aun desnuda, sentada enla cama, los miró a los jóvenes y con mucha serenidad, comenzó una breve alocución:
- Bueno, les voy a contar la verdad, siempre fuimuy caliente y tuve muchas fantasías, como esta que acabo de cumplir. Deadolescente me masturbaba mucho y cuando fui sorprendida por mi madre más deuna vez, se decidió internarme en un colegio de monjas. De a poco, fui haciendomás espaciadas mis tocamientos, pero las fantasías las tenía. Al poco tiempo,me fui calmando, pero dentro de mi cabeza siempre estuvo la idea de hacertríos, tener sexo anal o estar teniendo sexo con muchas personas, más de tres –dijo la monja sonriendo
- Mirá vos todo lo que tenías escondido! – le diceSofía
- ¿Y ustedes me van a contar lo que pasó con lamadre de Luciano?
El teléfono de Sofía sonó y eraun mensaje de su madre preguntando cuando regresaría. Luciano aprovechó para agarrarsu celular también. La monja estaba vistiéndose lentamente. Sofía le dijo:
- ¡Me tengo que ir, Angie!
- Yo también – dijo Luciano que no quiso quedarsesola con la monja por si a Sofía le molestaba
- ¡Bueno, vamos! – dijo Sofía escapando de la posibilidad deampliar lo que ya había dicho de Luciano y María, su madre.
(continuará…)
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Haber cogido no fue lo más fuerteque hicieron, sino haberse contado todo lo que habían hechos con sus propioshijos y los hijos de la otra.
Eugenia que ya no se queríareprimir nada, le dijo:
- Ahora me dieron ganas…
- ¿De qué? Decilo, no me vas a decir que tenésvergüenza!
- De coger con vos y con Luciano, si es verdad loque me dijiste – dijo Eugenia
- Es verdad, pero…
- ¿Pero qué?
- Me parece que debes agradecerle a mi marido lodel pago del colegio
- ¿Y con vos? ¿Juntas?
- Si te animas… – María quiso poner a prueba aEugenia
- Me moriría de vergüenza, pero vos me calentástanto, que seguro que sí – Eugenia la besó
- Dejame areglarlo – dijo María y comenzó avestirse
Eugenia permaneció desnuda todoel tiempo, le gustaba sentirse exhibida ante María. Se paró y aun como Dios latrajo al mundo, bajó la escalera para acompañar a su consuegra amante.
- Te digo una cosa más – la detuvo Eugenia antesde despedirla
- ¿Que?
- Quiero vender esta casa y pagar lo que les debodel colegio
- No seas boluda, no hagas eso – María fuecortante
- La mitad es de mi ex marido y me la reclama –Eugenia estaba decidida
- No decidas nada por ahora
- Gracias, pero no queda otra – Eugenia no veíaotra salida
- Dejame hablar con Sergio, él es muy creativopara los negocios, algo se le va a ocurrir
- ¡Gracias! ¡Ah! Al final no hablamos de loschicos
- Si, ¿te parece permitirles que vuelvan a verse?
- Si, total mejoraron las notas, ¿no?
- Sí, ¡es verdad!
- Bueno, chau
Cuando María iba a darle un besoen la comisura, Eugenia la sorprendió corriendo la boca y se lo dio de lleno enlos labios, ésta abrió la boca y le metió la lengua con decisión. María, pese ala sorpresa, se prendió con ganas al beso y la mano bajó a la entrepierna deEuge que suspiró.
- Mmmmm, queres quedarte un ratito más? – dijoEugenia
- Me tengo que ir, pero… - dijo María mirando elreloj
María la agarró, cerró la puertatras sí y la sentó a Eugenia en la barra de la cocina diciéndole
- Te chupo la concha cinco minutos y me voy
- Aghhhh Mmmmm creo que me van a alcanzar
Eugenia dio un hábil salto y sesentó abriendo las piernas totalmente y exponiendo toda su desnudez a suconsuegra calentona que comenzó a chuparla con muchas ganas. Eugenia chorreabade calentura, tan así que María tenía la barbilla empapada de la excitación desu amante.
- Voy a acabar, si si
- Mmmmm – chupaba María
- Aghhhh ahhhhh ahhhhhh
- Mmmmm, si, me estoy tragando toda tu acabada
- Aghhhh como me calienta acabarte en la boca!
- Mmmmm – María tragaba y se excitaba
Pasaron unos días en los que ledieron más libertad a Luciano y a Sofía para moverse juntos. Eugenia y María loarreglaron por WhatsApp con la aprobación de Sergio. Era imposible separarlos,de una u otra manera terminarían arreglándoselas para verse.
Volvieron a juntarse los tres:Luciano, la hermana Mariángeles y Sofía. Esta vez, lo hicieron un sábado en lahabitación del colegio por pedido de la propia monja.
Luciano y Sofía llegaron alcolegio y la monja los recibió con un beso corto en la boca a cada uno. Ya lespareció raro, eso y que la hermana tuviera el hábito puesto. Era como una especiede combinación extraña, beso en la boca y hábito puesto. Ni bien pasaron lamonja empezó a no tutearlos y hacerse la severa con ellos, montando unpersonaje para calentarlos. Les sonreía y les decía.
- ¿Han venido a estudiar los alumnos?
- Si hermana, ¡pero hoy quiero aprender anatomía! – bromeó rápidamente Sofía
- Van a tener que desnudarse porque vamos a haceruna clase práctica – dijo la monja
- ¿Si hermana? – jugaba Sofía
- Si, usted también Luciano – indicaba la monja
En un movimiento de la monja, elhábito se le pegó un poco al cuerpo y Sofía advirtió que no llevaba corpiño yse imaginó que la muy perversa hermana se había puesto el hábito sin nadadebajo. Sofía se calentó mucho al pensarlo.
- Hermana, ¡me parece que usted quiere vermedesnuda porque es muy puta! – dijo Sofía
Luciano la miró como diciendo “tefuiste a la mierda”. Los pezones de la monja se endurecieron y Sofía supo queiba por el camino correcto
- Dígame la verdad, hermana…
- Si Sofía pregúnteme que yo no sé mentir…- Decíala monja al borde de la risa
- ¿Es usted muy puta? – Sofía iba al hueso
- Mmmmm, si, y eso es por culpa de unos alumnosmuy morbosos
- ¿Quienes serán esos alumnos? – jugaba ahora Luciano
- ¡No se haga el distraído, alumno Luciano, sabeque fue usted! – reía fuerte ahora lamonja
- Hermana, ¿le puedo hacer una pregunta? – preguntó Sofía
- Una sola, sí.
- ¿Es usted tan puta que no tiene nada de ropadebajo del hábito?
- ¿Como se dio cuenta, alumna Sofía?
- Porque sus pezones se le marcan mucho en la tela
Ahora Sofía le acarició la tetapor encima de la tela y notó lo duro que tenía el pezón.
- Mmmmm – suspiró la monjita
- Aghhhh, está caliente hermana? – jugaba Sofía
- Muy caliente, alumna – la monjita adoraba eljuego de roles
- ¿Y esto la puede ayudar? – Luciano se sacó lapija del pantalón y miraba a la religiosa pajeándose.
- Mmmmm, yo creo que sí, alumno Luciano, sáquesela ropa! – la monja parecía dispuesta a tomar las riendas del asunto
- ¡Claro que si, hermana! – en menos de un minuto Luciano estaba desnudoy parado al lado de la monja
- ¡Ahora usted, alumna! – le ordenó la monja a Sofía
- ¡Claro, hermana! – rió Sofía y se desnudó completamente
- ¡Ahora quiero que le chupe la pija al alumno,para saber que sabe de anatomía! –ordenóla caliente religiosa
Sofía se arrodillo y se puso achuparle la pija a su novio y mirando siempre a la monja que no se quitaba elhábito y la observaba.
- ¿Quiere ayudarme hermana? – la invitó Sofía
- No, ahora quiero que el alumno se acueste en lacama boca arriba
- ¿Así? – Luciano obedeció y se acostó con su pijaapuntando al cielo
- ¿Y que hago hermana?
- Usted, Sofía, se va a sentar encima de la caradel alumno mirando para mi lado
- ¡Claro que sí hermana! – obedeció Sofía
Sofía se colocó con su conchasobre la cara de Luciano poniendo ambas rodillas a los costados de su cara. Lapija de Luciano era un mástil. La monja seguía con el hábito puesto por lo quele confería a la escena más morbo todavía. Se levantó la túnica hasta lasrodillas y fue a colocarse encima de Luciano. Con un hábil movimiento tomó lapija del joven y se la metió en la concha y comenzó a descender hasta tenerlacompletamente adentro, momento en el que cerró los ojos de placer.
- Ahhhhh – Susurró la moja
- Mmmmm, ya se metió toda la pija adentro hermana?– Preguntó Sofía
- Mmmmm siiii, hermana, cójame así! – JugabaLuciano
- ¡Que buena que está esta pija! – gritaba la monja
- ¿Te gusta? – Luciano se salió del papel y latuteó
- ¡No me tutee, alumno! – sonrió perversa la monja
- Perdón hermana, ¿le gusta mi pija?
- Sí, mucho, ¿y a usted le gusta cogerse a lahermana? ¿Es un degenerado sabe? La monja subía el tono
- ¡Y usted es muy degenerada también! – IntervinoSofía que se dejaba chupar la concha por Luciano y se levantaba para dejarlossolos cogiendo y disfrutando
- ¡Que pecadora que es usted, hermana! – decía Luciano
- Si, el pecado me encanta y su pija es unatentación, alumno
Luciano se levantó para besarla ymetió las manos debajo de la túnica acariciando el desnudo cuerpo de lareligiosa, que se estremecía de placer, pero aun así no salía de su juegoperverso
- Cójame así, alumno
- Si hermana, su concha se siente muy rica
- ¿Me va a acabar adentro?
Luciano se miró con Sofía, nosupo que responder
- ¿Usted que quiere, hermana? – intervino rápidamente Sofía
- ¡Que me acabe adentro, si! – gritó la monja
- ¿Si? ¿Quiere que le acabe adentro hermana? – Lesusurraba Luciano ahora al oído
- Si, llenala de leche – Sofía se acercó al oídode ambos
- Aghhhhhh acaboooooooooo – anunciaba la monja
- Yo también – aullaba Luciano
- Aghhhhh aghhh ahhhhh ahhhh ahhhhhhh, siento lapija como se mueve! – susurraba de felicidad la monja
- Mmmmm - Sofía la besó, no se aguantó mas
- Mmmmm, me está llenando de leche tu novio! – lamonja no pudo sostener el juego y tuteó a Sofía
- ¡Me encanta que le llene de leche, Angie!!! –Sofía la besaba ahora con desesperación
Sofía le agarró la túnica y se lasacó dejándole la cofia puesta. Era hermoso ver el desnudo cuerpo de la monjacabalgando sobre Luciano y con la cofia puesta. Sofía empezó a recorrer lospezones de la religiosa con la lengua y con las manos.
La monja se inclinó haciaadelante y besó a Luciano. Sofía aprovechó ese movimiento y como estaba muycaliente ni dudó en agacharse detrás de ellos y comenzar a chupar el culo de lamonja y de a ratos el trozo de pija de Luciano que estaba fuera de la monja.
- Mmmmm que me hace alumna degenerada?! – volvíala monja al papel
- ¡Le chupo el culo, hermana! ¡Es hermoso! – le decía Sofía
La monja besaba a Luciano conpasión. Él correspondía el beso y con sus manos recorría el cuerpo de la monja.De a poco el pene perdía un poco de dureza. Sofía lo percibió y no dejó dechuparle el culo a la monja llenándolo de saliva y metiéndole un dedo que hizoque le religiosa diera un respingo
- ¡Que puta que es usted hermana! Dijo Sofía
- ¿Porque me dice eso alumna?
- ¡Porque me parece que su culito tiene ganas deque se lo cojan! – dijo Sofía
- Mmmmm – susurró Luciano y su pija se moviócobrando vida nuevamente
Cuando la monja sintió la pijamoverse y volver a hincharse en su interior, se sintió pletórica y con ganas demás. Sofía dejó caer una gota de saliva y le metió un dedo más profundamente yla monja comenzó a cabalgar a Luciano con más vigor.
Luciano nunca había experimentadoque su verga volviese a cobrar vida tan rápidamente y se sorprendió cuando veíaa la moja cabalgarlo con más decisión. Aun le quedaba recobrar un poco defirmeza cuando oyó las palabras de Sofía
- Cogete a esta puta, Lucho!
- Aghhhhh – la pija se le puso como un fierro,pero aún quedaba mas
- Cogeme, dale, cogeme que soy muy puta – lodesafiaba la monja
- Siiii, ¡¿sos muy puta?!!! – Luciano agarró ahorala cofia con una mano apretándola y trayendo a la boca de la monja contra lasuya
- Siiii, muy puta! Decía ella
- ¡Que culo hermoso! Decía Sofía que ahora lemetía dos dedos
- Queres que te haga el culo?! Le dijo Luciano
- ¡Me lo vas a romper! – simulaba quejarse la monja
- Hacele el culo a esta puta! – alentaba Sofía
Sofía le metió los dos dedos enel culo bien profundamente. La monja se retorció de placer y se levantódiciendo:
- ¡Dale! Cogeme el culo!
- Siiiii! – Luciano pareció festejar
- ¡Dale! – Sofía estaba contenta también
- ¡Estoy muy caliente! – susurró la monja
Sofía la acomodó acostándola bocaabajo y con una almohada bajo su cuerpo a la altura de la cola y le hizo cerrarlas piernas. Como si fuese una directora de película porno, ordenó a Lucianoque se colocara con ambas piernas a los costados de ella y le escupió un pocode saliva en el fruncido agujerito.
- ¿Porque no te pones un forro Lucho, así está másfirme la pija? – sugirió Sofía
- ¡No! ¡Que me llene de leche el culo, también! – pidió una irreconocible Mariángeles, otroracasta y sumisa monjita.
- ¡Mejor! –dijo Luciano y apuntó su rojo e hinchado glande al culo de la monja que seabrió como una flor recibiendo la verga
- Aghhhhh – suspiró la monja cuando entró lacabeza
- Ya te entró toda la cabeza – la tranquilizabaSofía al oído
- Aghhhhh cogeme! – gritó la monja desatada
- Siiiii – Luciano se adelantó y le metiólentamente 5 cm de pija
Era de una belleza extrema verdesaparecer la pija dentro del blanco culo de la monja que susurraba y sequejaba:
- Aghhhhh Mmmmm sssssss
- ¿Te duele mucho? – le preguntaba Sofía
- Sí, pero que siga – la monja estaba decidida atener todo eso dentro de su culo
- Mmmmm – Luciano se adelantaba 1 centímetro, seretiraba y volvía a entrar un poquito más dentro del apretado culo.
- Ssssss aghhhhhhh – la monja sufría en la mismaproporción que gozaba
- Avisame si queres que pare – Sofía le hablaba aloído
- ¡No, que no pare! ¡Que siga! – la monja insistía
Fue entonces que Sofía supo loque tenía que hacer y decir:
- ¡Como le gusta que le cojan el culito, hermana! – decía la joven
- Siiii – dijo la monja y tiró ella misma la colapara atrás
- Mmmmm te gusta que te coja el culo mi novio? –insistía Sofía
- ¿Le gusta mi pija en su culo, hermana? – Lucianoahora hacía movimientos más cortos adelante y atrás sintiendo un extremo placercon la estrechez del apretado ano de la hermana Mariángeles
- Aghhhh ahhhh ahhhhh, estoy acabando – decía lehermana sorprendida de acabar teniendo sexo anal
- Siii? ¿Estas acabando, hermosa? – le preguntaba Sofía
- Mmmmm aghhh, me encanta cogerle el culo,hermana! – decía Luciano al borde del orgasmo.
- Siiii cogeme, cogeme así – bramaba la religiosacon la pija cada vez más dentro de su culo
La monja se quedó callada ycomenzó a temblar de placer. Al principio, Luciano se asustó no entendiendo sile sucedía algo, pero Sofía supo que un orgasmo muy intenso la estabaatravesando. Sofía lo miró con una sonrisa a su novio para que se quedetranquilo y a continuación dijo:
- Rompele el culo que le gusta! ¿No ves que es muyputa?!
- Aghhhh voy a acabar – anunció Luciano
- Siiii – dijo la monja que seguía en un temblorde excitación
- Aggghhhh aghhhh aghhhh ahhhhhh – Luciano acabócon la pija latiendo desbocada dentro del culo de la monja
- Aghhhhhh – la monja sentía las punzadas dedolor, pero sentir los chorros de leche de Luciano saliendo de esa pija que leestaba taladrando el culo, la volvía loca
- ¿Te está llenando el culito de leche? – le preguntó Sofía con vos inocente
- Aggggg Mmmmm siiiiiiiiii, siiiii, Sofiiiisiiiiiii – bramaba ahora la monja
- Aghhhhhhhhhh – Luciano se dejó caer encima de lamonja y la pija entró por completo
- Aghhhhhh ammm aaaaghhhhhhh – La hermana apretabala cola para sentir mejor el pedazo de verga en su culo
- Agghhhhh que culito hermoso! Decía Luciano
- Mmmmm, le hiciste la cola a la hermanaMariángeles, degenerado! – reía ahora Sofía
La monja levantó la cabeza yencontró la boca de Sofía siempre dispuesta a besarla. Se fundieron en un besomuy apasionado. La monja abría la boca y recibía la lengua de Sofía mientras ensu apretado culo sentía los últimos pálpitos de Luciano.
- Uffff que manera de acabar… - Decía Luciano
- Siiii, yo también – decía la monja
- Me encantó verlos – decía Sofía que aún no habíaacabado
Luciano y la monja se sentían en deudacon la jovencita y coordinadamente se separaron y luego de besarseprofundamente, se colocaron uno a cada lado de la rubia y comenzaron a besarlapor todo el cuerpo.
La monja acostó a Sofía y sindilación comenzó a chuparle la concha. Luciano vio que una gota de semenchorreaba por la pierna de la monja y le recogió con un dedo y la acercó a laboca de Sofía que la saboreó diciendo
- Mmmmm esta leche tiene el sabor de Angi también,que rica!
- Mmmmm, la monja chupaba y le metía dos dedos enla concha a Sofía
- Agghhhh me encanta como me estas tocando! –decía Sofía que estaba empapada
La lubricación de Sofía era tantaque varias gotas resbalaban hasta su culito. La monjita lo percibió y comenzó ajugar con un dedo en el culo de Sofía y sin dudarlo, lo metió por completoprovocando un movimiento involuntario de ella y tomándola por sorpresa.
- Aghhhh me estas metiendo el dedo en el culo?!
- Siiii, no te gusta? – decía la monja
- Sí, pero no me lo esperaba – decía una tiernaSofía que estaba por acabar
Sofía miraba hacia abajo y veíala cara de la monja enterrada en su concha y no podía creerlo una vez más.Luciano la besaba ahora y bajaba a chuparle las tetas. Sofi pudo ver como elmiembro de Luciano colgaba ahora descansando flácido. Recordó a esa pija dentrodel culo de la monja y pensó en que podría llegar a estar en su propio culo yse calentó de tal manera que estaba a punto de acabar en la boca de la monja
- Mmmmm, me encanta chuparte! – decía la religiosaque no cesaba de meterle el dedo en el culo
- Aggghhhh me vas a hacer acabar! – Sofi leadvirtió a la monja
- Es lo que quiero – la monja levantó la cabeza,dijo eso y se metió de vuelta en la concha de Sofía
- Mmmmm – Luciano le chupaba el pezón
- Aghhhh ahhhh ahhhhh acabooooooooo – gritaba Sofi
- Me encanta verte acabar – le dijo Luciano aloído
- Mmmmm – chupaba la monja y metía el dedo bienprofundo sin sacarlo ni un milímetro
- Aghhhhh ahhhhhhhhhhahhhhhhhhhhhhh – Sofía sedeshacía en un orgasmo
Se desparramaron los tres en lacama. La cara de la monja era de alegría total. Sofía la miraba y no podíacreer la actitud que tenía.
- ¡Estabas desatada! – le dijo a la monja
- Si, estaba muy caliente desde que supe quevendrían – reconoció la religiosa
- ¡Nunca me hubiese imaginado que le haría el culoa la hermana Mariángeles! – dijo Luciano
- Y pensar que a mí nunca me cogió el culo – dijoSofía
- ¿No?
- No, me daba miedo, pero veo que se puede
- Y yo era virgen de la cola – decía la monja yvolvía a calentarse
- ¡Y como te entró eh! – le dijo Sofía y la besó
- Si entró toda, ¿no? – preguntaba la monja
- Si – dijo Luciano y casi que empezaba aparársele de nuevo la pija
Comenzaron a vestirse y la monjaa acomodar el cuarto en completa desnudez. Sofía se acerca a Luciano y le dice:
- ¡Me encantó verte haciéndole el culo!
- ¿Si?
- Sí, mucho
- Y vos queres probar
- Ahora que se animó ella, creo que me animo –dijo Sofía
- Claro, ella era virgen y pudo
- SI, tu mamá seguro que ya tenía experiencia… -Sofía terminó de decirlo y se dio cuenta que estaba delante de la monja
- ¿Como? –preguntó la religiosa
- ¿Que pasa? – Sofía se hacía la desentendida
- ¿Vos te cogiste a tu mamá por el culo? – pregunta la monja
- Bueno… - dice Luciano
- Es que… - dice Sofía
- Y yo que me creía una degenerada – ríe ahora lamonja
- Jajaja
- Jajaja – concluye Sofía
- Gracias chicos, la pasé realmente muy bien,tenía muchas ganas de esto y pasó tal cual me lo imaginaba
- ¿Te imaginabas todo esto? - preguntaba incrédula Sofía
La monja, aun desnuda, sentada enla cama, los miró a los jóvenes y con mucha serenidad, comenzó una breve alocución:
- Bueno, les voy a contar la verdad, siempre fuimuy caliente y tuve muchas fantasías, como esta que acabo de cumplir. Deadolescente me masturbaba mucho y cuando fui sorprendida por mi madre más deuna vez, se decidió internarme en un colegio de monjas. De a poco, fui haciendomás espaciadas mis tocamientos, pero las fantasías las tenía. Al poco tiempo,me fui calmando, pero dentro de mi cabeza siempre estuvo la idea de hacertríos, tener sexo anal o estar teniendo sexo con muchas personas, más de tres –dijo la monja sonriendo
- Mirá vos todo lo que tenías escondido! – le diceSofía
- ¿Y ustedes me van a contar lo que pasó con lamadre de Luciano?
El teléfono de Sofía sonó y eraun mensaje de su madre preguntando cuando regresaría. Luciano aprovechó para agarrarsu celular también. La monja estaba vistiéndose lentamente. Sofía le dijo:
- ¡Me tengo que ir, Angie!
- Yo también – dijo Luciano que no quiso quedarsesola con la monja por si a Sofía le molestaba
- ¡Bueno, vamos! – dijo Sofía escapando de la posibilidad deampliar lo que ya había dicho de Luciano y María, su madre.
(continuará…)
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12 comentarios - Mamá caliente (38)
+5000
si si, se te extrañaba
gracias amigo x traer estas historias