Resulta que hace unos meses mi marido y yo fuimos a cenar con un grupo de amigos, llevábamos planeando salir desde hacía tiempo, yo estaba muy ilusionada pues me gusta salir de noche, pero además tenía otra motivación, y es que Luis, mi compañero de trabajo, nos iba a acompañar aunque Maite su novia no podía venir por motivos laborales,
El restaurante era muy bonito y acogedor, teníamos reservada una mesa para catorce por lo que tuvieron que poner un cubierto más para Luis, como no conocía a nadie se puso a mi lado, mi marido se sentó al lado de María la mujer de su primo
La cena fue exquisita, en los postres todos estábamos muy agusto, la música de fondo y las botellas de vino nos dieron un punto muy agradable. Luis charlaba con todos como si les conociera de siempre, la verdad es que es un hombre muy extrovertido además de guapo y simpático.
La presencia de Luis cerca de mí, me iba calentando poco a poco, pensaba que era una pena no poder estar a solas con él para hacerle disfrutar como nunca nadie lo había hecho.
Mi sorpresa fue muy grande cuando noté que Luis tocaba mi pierna con su mano, miré a mi marido, pero estaba muy ocupado hablando con Maria, yo estaba muy nerviosa por lo que decidí hacer como si no pasara nada. Luis seguía tocando mi muslo, mientras hablaba con otro amigo, poco a poco fue subiendo mi falda hasta que mi piel notó su mano, esto me puso a cien, y mi tanga empezó a mojarse, muy despacio casi sin darme cuenta, su mano se posó encima de mi cocnha y poco a poco fue apartando el tanga hasta tocar los labios que en ese momento estaban hinchados y muy mojados.
Mi marido me miraba de vez en cuando y se sonreía ajeno a lo que estaba pasando por debajo de la mesa. Yo estaba caliente como nunca, y al ver que nadie se daba cuenta, decidí facilitar el trabajo a mi compañero, tapé mis piernas con el mantel metí mi mano derecha debajo de la mesa corri mi tanga él se dio cuenta e introdujo un dedo en mi concha ardiente, el dedo se metió hasta dentro sin ninguna dificultad por lo que decidió sacarlo y meter dos, yo no sabía lo que hacer ni a quien mirar, mi compañero de trabajo me estaba cogiendo con sus dedos delante de mi marido, esto me ponía cada vez más y más caliente, me mordí los labios para no gritar de placer, y en ese momento una oleada de calor recorrió todo el cuerpo, me estaba corriendo como nunca lo había hecho antes. Agarré la mano de Luis y saqué sus dedos de mi concha , él se llevó los dedos a su boca y poniendo una servilleta por delante los chupo mirándome a la cara.
Como pude, arreglé mi tanga y mi falda, y me levanté para ir al baño, pero antes decidí acercarme a mi marido, estaba muy alegre charlando con María; el vino y las copas le ponían un poco "piripi", le di un beso en la boca y le dije adónde iba, él asintió con la cabeza casi sin hacer caso.
Entré al baño y me lavé la cara con agua, estaba inclinada en el lavabo con los ojos cerrados pensando en lo que había ocurrido, y de repente, unas manos presionaron mi cabeza contra el agua , mientras un hombre apretaba su pija contra mi culo, me asusté y estuve a punto de gritar, pero estaba tan caliente que no pude hacerlo, me tapó los ojos con una servilleta y me empujó hacia cerrando la puerta con violencia, me agarró por detrás aplastándome las tetas con sus manos por encima de la camiseta, me dio la vuelta y me sentó me agarro las manos y me las puso encima de su paquete. Yo estaba como una loca y lo único que quería era hacerle una mamada, empecé a tocársela por encima del pantalón, pero mi ansia me hizo bajarle la cremallera meter la mano y sacársela, tenia una pija enorme, estaba caliente y su punta muy mojada, me la metí en la boca y empecé a chupársela mientras me tocaba por encima del tanga.
Mientras se la chupaba con ganas, el me subió la camiseta hasta el cuello y amasaba mis tetas produciéndome dolor, apartó mi boca de su pija me levantó y me dio la vuelta, subió mi falda y me bajó el tanga sacándolo por un pie, de un empujón me puso contra la pared haciéndome que me agachara dejando mi concha a su entera disposición, se la agarro con la mano, la puso en la entrada y de un solo golpe me metió su pija hasta dentro, no podía creerme que ese instrumento tan grande estuviera dentro de mi, pero así era, pues sus huevos golpeaban contra mi culo a cada sacudida, era tan grande el gusto que me estaba dando que acabe rápidamente, él lo noto, y después de bombearme un poco más, la saco por completo, tenia la pija totalmente mojada gracias a mi orgasmo, empezó a meterla y sacarla de mi boca mientras se masturbaba, un chorro de leche caliente me llenó la boca por completo, estaba tan excitada que me tragué gran parte de ella y después estuve un rato chupándosela hasta que no echaba ni una sola gota más.
Los dos estábamos rendidos, me quité la servilleta de los ojos, delante de mí estaba Jorge, el marido de María, mientras su mujer tonteaba con mi marido,
El restaurante era muy bonito y acogedor, teníamos reservada una mesa para catorce por lo que tuvieron que poner un cubierto más para Luis, como no conocía a nadie se puso a mi lado, mi marido se sentó al lado de María la mujer de su primo
La cena fue exquisita, en los postres todos estábamos muy agusto, la música de fondo y las botellas de vino nos dieron un punto muy agradable. Luis charlaba con todos como si les conociera de siempre, la verdad es que es un hombre muy extrovertido además de guapo y simpático.
La presencia de Luis cerca de mí, me iba calentando poco a poco, pensaba que era una pena no poder estar a solas con él para hacerle disfrutar como nunca nadie lo había hecho.
Mi sorpresa fue muy grande cuando noté que Luis tocaba mi pierna con su mano, miré a mi marido, pero estaba muy ocupado hablando con Maria, yo estaba muy nerviosa por lo que decidí hacer como si no pasara nada. Luis seguía tocando mi muslo, mientras hablaba con otro amigo, poco a poco fue subiendo mi falda hasta que mi piel notó su mano, esto me puso a cien, y mi tanga empezó a mojarse, muy despacio casi sin darme cuenta, su mano se posó encima de mi cocnha y poco a poco fue apartando el tanga hasta tocar los labios que en ese momento estaban hinchados y muy mojados.
Mi marido me miraba de vez en cuando y se sonreía ajeno a lo que estaba pasando por debajo de la mesa. Yo estaba caliente como nunca, y al ver que nadie se daba cuenta, decidí facilitar el trabajo a mi compañero, tapé mis piernas con el mantel metí mi mano derecha debajo de la mesa corri mi tanga él se dio cuenta e introdujo un dedo en mi concha ardiente, el dedo se metió hasta dentro sin ninguna dificultad por lo que decidió sacarlo y meter dos, yo no sabía lo que hacer ni a quien mirar, mi compañero de trabajo me estaba cogiendo con sus dedos delante de mi marido, esto me ponía cada vez más y más caliente, me mordí los labios para no gritar de placer, y en ese momento una oleada de calor recorrió todo el cuerpo, me estaba corriendo como nunca lo había hecho antes. Agarré la mano de Luis y saqué sus dedos de mi concha , él se llevó los dedos a su boca y poniendo una servilleta por delante los chupo mirándome a la cara.
Como pude, arreglé mi tanga y mi falda, y me levanté para ir al baño, pero antes decidí acercarme a mi marido, estaba muy alegre charlando con María; el vino y las copas le ponían un poco "piripi", le di un beso en la boca y le dije adónde iba, él asintió con la cabeza casi sin hacer caso.
Entré al baño y me lavé la cara con agua, estaba inclinada en el lavabo con los ojos cerrados pensando en lo que había ocurrido, y de repente, unas manos presionaron mi cabeza contra el agua , mientras un hombre apretaba su pija contra mi culo, me asusté y estuve a punto de gritar, pero estaba tan caliente que no pude hacerlo, me tapó los ojos con una servilleta y me empujó hacia cerrando la puerta con violencia, me agarró por detrás aplastándome las tetas con sus manos por encima de la camiseta, me dio la vuelta y me sentó me agarro las manos y me las puso encima de su paquete. Yo estaba como una loca y lo único que quería era hacerle una mamada, empecé a tocársela por encima del pantalón, pero mi ansia me hizo bajarle la cremallera meter la mano y sacársela, tenia una pija enorme, estaba caliente y su punta muy mojada, me la metí en la boca y empecé a chupársela mientras me tocaba por encima del tanga.
Mientras se la chupaba con ganas, el me subió la camiseta hasta el cuello y amasaba mis tetas produciéndome dolor, apartó mi boca de su pija me levantó y me dio la vuelta, subió mi falda y me bajó el tanga sacándolo por un pie, de un empujón me puso contra la pared haciéndome que me agachara dejando mi concha a su entera disposición, se la agarro con la mano, la puso en la entrada y de un solo golpe me metió su pija hasta dentro, no podía creerme que ese instrumento tan grande estuviera dentro de mi, pero así era, pues sus huevos golpeaban contra mi culo a cada sacudida, era tan grande el gusto que me estaba dando que acabe rápidamente, él lo noto, y después de bombearme un poco más, la saco por completo, tenia la pija totalmente mojada gracias a mi orgasmo, empezó a meterla y sacarla de mi boca mientras se masturbaba, un chorro de leche caliente me llenó la boca por completo, estaba tan excitada que me tragué gran parte de ella y después estuve un rato chupándosela hasta que no echaba ni una sola gota más.
Los dos estábamos rendidos, me quité la servilleta de los ojos, delante de mí estaba Jorge, el marido de María, mientras su mujer tonteaba con mi marido,
3 comentarios - cogida en el baño