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La maestra Mariana IV

Entramos al salón de clase, en el ambiente se respiraba tensión, pasaron algunos minutos y la maestra comenzó a dar la lección del día. Nos miramos los tres al mismo tiempo, sabíamos que teníamos que actuar, pero necesitábamos encontrar el momento. Fue entonces cuando nuestras suplicas fueron escuchadas.
La maestra Mariana se levantó de su escritorio y comenzó a escribir en el pizarrón, era tan excitante verla. Después de unos segundos se levantó también Omar, se dirigió hacia ella y ante la mirada de todos, le metió una nalgada que se escucho en todo el salón.
*PLASS*
La maestra dio un salto del susto, o quizá de la sorpresa.
-Auuuuuchhh. Solo se limito a decir mientras se frotaba la nalga.
-Le dijimos que se viniera preparada maestra, por los mosquitos. Le dijo Omar
-Lo mataste al menos? Pregunto ella.
-No.
Todos nos comenzamos a reír…
-Pero creo que se metió debajo de su falda.
Ni siquiera le dio tiempo de reaccionar, cuando tomo su falda y la subió hasta su cintura, dejando su hermoso culo desnudo expuesto, la tomo de la nuca y la puso boca abajo contra el escritorio.


La maestra Mariana IV


-No se mueva maestra, justo lo estoy viendo ahora.
*PLAS!!, PLASS!! PLASS!!*
Solo se escuchaba. Mientras Leo y yo nos masturbábamos, Omar azotaba las nalgas blancas de la maestra que poco a poco iban enrojeciendo mientras ella solo cerraba los ojos.
-Levante el culo, maestra!!! Le ordenada mientras la ella muy sumisa solo obedecía y daba pequeños quejidos, que más bien parecían gemidos.

De pronto, se saco la verga y comenzó a frotar el clítoris de la maestra, para este punto las nalgadas ya se habían convirtieron en apretones y caricias al culo de Mariana.
-Hace cuanto tiempo no tiene sexo maestra?. Pregunto mientras le apretaba una nalga.
De su boca solo salían gemidos.
-Como 2 años creo…
Omar volteo a vernos con una sonrisa burlona y nos hizo señas con la mano para que nos acercáramos.
-Le gustaba el sexo con su marido?. Pregunto de nuevo.
-Siiiiiii, me gustaba mucho, aunque la tenía pequeña y acababa rápido, era muy bueno masturbándome.
-Así?. Dijo mientras metía su mano por debajo comenzando a masturbarla.

Ya no eran gemidos, sino gritos de placer los que daba la maestra Mariana.
-Conteste maestra!!!, era así de bueno??. Preguntaban mientras los movimientos de su mano se hacían más rápidos.
-Nooooooo. Respondió exhalando un grito de placer.
Cuando saco su mano, estaba empapada, pareciera que había terminado. La tomo del cabello y la puso de pie, inmediatamente la giro y ejerció fuerza sobre sus hombros para que se hincara. Ella entendió y se pudo de rodillas.
-Y la tenía así de grande? Le pregunto
Ella solo abrió los ojos y lo negó con la cabeza.
-Y que está esperando para comérsela maestra??
Abrió la boca ligeramente y se acerco muy muy despacio, se veía nerviosa, pero muy excitada.
-Peroghgggghgggg….
Sin darle tiempo de decir una palabra ni de arrepentirse, nuestro amigo empujo su cabeza y metió solo un poco de su verga en la boca de la maestra, que por su tamaño, fue suficiente para llenarla.
Omar comenzó a cogérsela por la boca, y es así ya que la maestra ni siquiera tenía oportunidad de mamar por las violentas embestidas que le daba nuestro amigo, finalmente, cuando saco la verga de su boca, los ojos lloros de la maestra y la saliva que salía de su boca, apenas y la dejaba respirar, no pudo evitar toser un par de veces.
-Nunca había mamado una verga así maestra?. Pregunto Omar
Mariana solo se limito a negarlo con su cabeza.
-Y su marido.
-El… él no la tenía de tu tamaño, era mucho más delgada y pequeña, dijo mientras jadeaba.
-Creo que fui muy rudo, le pido una disculpa, adelante, esta vez no voy a intervenir.

Vimos atónitos como la maestra tomo la verga con las dos manos, como si nosotros no estuviéramos presentes… y mirándola fijamente, poco a poco la fue introduciendo a su boca, saboreándola, la lamia y la besaba como si nunca hubiera probado nada igual, nosotros nos acercamos también, con nuestra verga de fuera, cuando las vio, fue como si estuviese hipnotizada… tenia la mirada perdida en ellas, se saco un momento la verga de Omar de la boca y volteo hacia Leo.

Parecía poética la forma en la que saboreaba, podía ver la cara de placer al mamar, es como si nosotros ni siquiera importáramos, sino nuestras vergas solamente.

Leo puso su mano sobre la cabeza de la maestra (sin empujar) y ella entendió sus intenciones, poco a poco fue metiéndosela más y más, con esfuerzo logro pasar de la mitad, todas eran de un tamaño similar, se puede decir entonces que tenia ya un poco de práctica gracias a Omar, después de unos minutos se pasó a la mía… casi terminó al sentir el calor de su boca, sentía como su lengua se enredaba en todo mi tronco, como succionaba, como si quisiera sacarme la leche, sus movimiento que al principio eran torpes y lentos, cada vez se hacían más rápidos.

Quise lo mismo que hicieron mis dos amigos, así que puse mi mano sobre su cabeza y empuje un poco, sin ser tan rudo como Omar, pero no tan suave como Leo, ella esta vez, para sorpresa de todos, se la metió casi completa, pudimos escuchar lar arcadas que hacía, y a pesar de ello, no se rendía, como si fuese una especie de reto personal, seguía metiéndose mas y mas mi verga, hasta que finalmente lo consiguió… se la metió toda. Todos nos quedamos sorprendidos, en especial yo, al sentir su garganta caliente y cerrada con la punta de mi verga, además de sentir el contacto de su nariz con mi cuerpo, no podía resistir más…


mamada


Cuando de pronto, hizo contacto visual conmigo, volteo a verme, con sus ojos de puta inocentona.
Fue entonces cuando no resistí más, y dejé salir toda mi descarga en su garganta.
De inmediato al sentirla comenzó a ahogarse y a toser, por su falta de practica lo único que puso hacer fue separarse tragándose un poco y dejando caer el resto, le tomo unos minutos recuperarse y cuando finalmente escupió todo lo que no alcanzo a tragar y dejo de toser, volteo a vernos con una cara de terror.
-Chicos, que hice!!!! Que, que.. hicimos, no no no, perdónenme!!. Dijo mientras comenzó a llorar, para después levantarse y salir corriendo, era tanto su estado de shock, que ni siquiera se había dado cuenta que aun tenia la minifalda en su cintura.
Corrió hacia la calle, completamente desorientada.
Salimos de inmediato tras ella, no podíamos permitir que le pasara algo, nos subimos los pantalones, tomamos nuestras cosas y salimos a buscarla en la camioneta, después de todo, no pudo haber ido tan lejos.
finalmente la encontramos en un callejón, siendo acorralada por un vagabundo, quien intentaba besarla mientras le estrujaba las nalgas y las piernas, ella aterrada, ni siquiera podía gritar, solo trataba de golpearlo para escapar.
Nos bajamos rápidamente y corrimos al vagabundo, aunque era un adulto, al ser nosotros 3, se asustó y se fue corriendo, enseguida Omar corrió a abrasar a la maestra.
-Maestra, tranquila, respire, somos nosotros, tranquila, todo esta bien. Decía mientras la abrazaba y acariciaba su cabeza.
Ella no dejaba de llorar.
-Chicos perdónenme, no se que me paso, me dejé llevar, se que no esta bien lo que hice, yo soy su maestra, eso no debió pasar, me van a correr, no se que me paso. Decía mientras lloraba.
-Muchas gracias por ayudarme con ese tipo, estaba muy asustada, pensé que me haría daño, le ofrecí dinero, pero no me dejaba en paz.
-Tranquila maestra todo esta bien!!, no se preocupe, no pasa nada, usted no hizo mas que ayudarnos, fue un intercambio, o es que ya se le olvido el nombre de la materia que imparte? Pregunto Omar
-Es la clase de “sexualidad para adolescentes”. Dijo
-Exacto, lo único que usted hizo, fue darnos una lección de sexo oral, eso fue todo, solo hizo su trabajo, nadie dirá nada de esto al director, y tampoco la van a correr.
Tranquilizo un poco su respiración, y como si fuera una especia de mentira que decidió aceptar como verdad solo se limito a asentir con la cabeza.
-Es hora de ir a casa maestra. Dijo mientras la llevo hacia la camioneta donde estábamos nosotros.
-Maestra, respecto a la clase, me quedaron algunas dudas.
-Dime. Respondió ella con un poco más tranquilidad.
-Que hago si no pude terminar con la mamada que me dio.
Todos comenzamos a reír. Ella no pudo evitar dar una pequeña sonrisa, al parecer ya estaba mejor.

Arrancamos la camioneta y nos dirigimos a la casa de la maestra mariana.


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Gracias por sus puntos a los relatos anteriores, si les interesa que continúe con la historia dejen sus puntos 🙂 para saber si les gusta

6 comentarios - La maestra Mariana IV

Ezequiel1605 +2
No manches la neta esta muy interesante la historia de esta maestra y por lo que se ve se está callendo de buena ufff no me imagino lo que viene más adelante Almenos ya entendió la maestra que imparte educación sexual jajaja saludos sigue adelante
Saddlenova
Hola, muuuy buena historia.

Podrías incluir a su hijo? Que tome la misma clase a petición del "director" para incomodarla 😄