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Yo... la mas puta de todas - 5 de 6 -

Primero, todas las entregas de los mejores post


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Como siempre, podes escribirnos a dulces.placeres@live.com, te leemos

YO… LA MAS PUTA DE TODAS…

PARTE 5





Maldito el momento en que me dejé convencer por Favio, se suponía que esa llamada era para terminar una relación, pero en cambio solo fue abrir las puertas del infierno…



Ese sábado las cosas habían comenzado mal, con Alberto nos llevábamos como perro y gato, en un final aun no escrito, pero inevitable.

Le dije que por la noches saldría con mis amigas, una explicación la que el respondió con una sonrisa, me contestó que para que seguir mintiéndonos, seguro andaría de puta revolcándome con algún macho, y a esa respuesta vino un nuevo reproche de mi parte, tampoco era el esposo ejemplar, tampoco me respetaba y que yo no dijera nada de sus salidas, de sus llamadas, de los olores a perfumes de mujer en sus ropas, o alguna que otra mancha de rush que había observado, no implicaba que fuera tonta, solo lo dejaba pasar…



Una cosa llevó a otra y una simple ventisca de primavera se transformó en una peligrosa tormenta de verano…

Al dejar el hogar, tras cerrar la puerta, sentí quitarme un peso de encima, empezaba a odiar a mi esposo, como mierda había llegado a ese punto en mi relación?

Como fuera, como de costumbre, tomé un taxi rumbo a casa de mi amante.

Fabio me recibió, estaba excelentemente vestido, con una remara en tono claro con algunas inscripciones, pantalón jean ajustado, zapatos cafés y un saco sport del mismo tono, una cadena con crucifijo adornaba su pecho.

El se arremangó el saco, tirando las mangas hacía atrás, me besó y dijo mirando el reloj



Estamos atrasados, andá al dormitorio y cámbiate, creo que es toda tu talla, lucirás bonita…


Fui al cuarto, él era así, una caja de sorpresas, sobre su cama había prendas muy bonitas y delicadas, me gustó la idea, me desnudé dejando mis prendas a un costado, quedándome apenas en ropa interior, me puse una remera super ajustada en negro con detalles en plateado, que llegaba apenas a mi ombligo, con un escote redondo mayúsculo que hacía sobresalir mis tetas, a pesar del discreto tamaño me sentí provocativa.

Luego vendría lo mejor, una minifalda demasiado pequeña, de licra roja super adherente, cubría con lo justo mi trasero, que por cierto se veía magnífico, demasiado llamativo, de esas faldas que una tiene que cuidar cada movimiento para no mostrar nada indiscreto, mis piernas estaban completamente desnudas, por último, unos zapatos, también en rojo sangre con finísimos y altos tacos, y que más? nada más… eso era todo, estaba tan puta, desde mi adolescencia que no me vestía de esa manera…

Favio era un espectador de lujo de todo lo que sucedía, recostado en silencio contra el marco de la puerta, me miré al espejo y mientras acomodaba mi cabello pregunté



Donde vamos? Me veo una puta…
Sos una puta – dijo en su tono tan vulgar, ese que tanto me excitaba…


Fui a su lado, me reí, puesto que con esos tacos le llevaba como diez centímetros, y el respondió con una fuerte y rica nalgada.



Ya en su coche me moría de intriga, una cena? un baile? una fiesta? Fuera lo que fuera preguntaba una y otra vez, y una y otra vez el respondía con evasivas, era lógico, si yo hubiera sabido seguramente me hubiera negado…

Llegamos, una vieja casona en un lugar privado, muy de gente de plata, supuse una de esas fiestas de gente de nivel, era raro, porque Fabio no era de esa clase de tipos…

Desde fuera se escuchaba música a alto volumen, y observé varias luces encendidas, pero al ingresar comprendería la situación…

Un tal Carlos nos recibió en la puerta, supuse el anfitrión, dijo que aun no habían llegado todos, mientras estrechaba la mano de Favio y comerme con la mirada, al punto de hacerme cohibir…



Cuando entramos… eran solamente hombres, que mierda… yo no dije nada, hasta que llegaron los restantes, ocho hombres y yo…



Fabio entonces me explicó, era noche de hombres, como el acostumbraba a decir, bebidas, copas, naipes, cigarros, y claro, siempre acostumbraban a llevar alguna putita para que los atendiera, me quise morir… yo era la putita? solo eso era yo? ese era el plan?

Uno de los tipos dijo en voz alta, preguntando a Fabio



Está rica la putita que trajiste, es verdad que le gusta tanto que se la den por el culo?


Ellos se reían, otro agregó



Lindo culo… aunque le faltan tetas…


Y saben que sentía? como esos ganados en exposición, que me examinaban como un objeto a disputar, faltaba que miraran en detalle mi dentadura, o cosas así…

Era humillante, un pedazo de carne, ‘la putita’, ni nombre tenía, solo la putita de turno…

Pero debo ser honesta… al mismo tiempo me excitaba, ser centro de una rueda de machos, la única concha entre tantas vergas, mas cuando me enteré de que eran todos strippers compañeros de Favio, y cuando imaginé las armas que cargaban, ahhh!!!! somo pude mojarme…



Y así empezó la rueda de juegos, ellos repartían naipes, fumaban y bebían, reían, cosas típicas de hombres, y yo había poco a poco entrado en el juego, como una camarera silenciosa repartía rondas de bebidas, cada tanto me quedaba observando como jugaban y mi cuerpo era centro de miradas…

Cada tanto, mientras servía una copa, alguna mano indiscreta se colaba ente mis piernas, o acariciaba mis nalgas, yo sabía que tarde o temprano iban a cogerme y eso me mantenía a la expectativa, ardiente, esperando mi momento, porque aunque sea por una noche, sería la reina del lugar…



Pero evidentemente, yo no estaba todo lo relajada que ellos pretendían que estuviera, o seguramente dispuesta a hacer lo que ellos quisieran, así que me dieron, mejor dicho, me forzaron a tomar algunas bebidas fuertes…

Hasta ahí todo iba mas o menos bien, me hacían sentir como una puta y yo lo permitía, me tocaban como una puta, y yo lo disfrutaba, me mojaba como puta, y yo me excitaba…

Pero algo cambiaría las cosas, estaba preparando una rueda de bebidas cuando Favio me llamó, sobre la mesa donde estaban jugando, habían preparado unas líneas de cocaína, y cada uno aspiraba la suya, reían perdidos en la nada, y obviamente había una para mi…

Fue cuando me negué, no quería hacerlo, la droga no era lo mío, dije que no, pero ellos me tomaron por la fuerza y me llevaron contra la mesa, me pusieron los brazos hacia atrás, me tomaron por la nuca y me hicieron inclinar, alguien metió una pajilla en mi nariz y apretó mi fosa nasal libre, escuché unas palabras que me sonaron a orden



Dale puta, dele con fuerza…


Cerré los ojos y aspiré… mierda…


Yo... la mas puta de todas - 5 de 6 -


Sentí sus carcajadas mientras intentaba recuperarme de lo que acababa de hacer, me sentía rara, pero poco a poco esa mierda hizo efecto, un éxtasis de locura pareció invadir cada poro de mi piel, me sentí flotar en el aire, con una alegría indescriptible, desinhibida, con ganas de conquistar el mundo, fui sobre Favio, me tiré sobre el y empecé a besarlo tan profundo como podía hacerlo, el me pasó a uno de sus amigos, y a otro, y a otro, los besé a todos, solo quería que me cogieran…

Alguien me llevó nuevamente contra la mesa, hizo que me inclinara sobre ella, quedé parada sobre mis altos tacos, con mi pecho recostado en la fría madera, con mi culo expuesto, cerré los ojos, sentí como alguien levantaba mi corta pollera, como corrían la tanga a un lado, aspiré…



Recibí una hermosa y perfecta penetración, profunda, enorme, quien fuera que me cogía se movía muy rico, empecé a gemir, alguien tomó una de mis manos, lo que hizo por instinto que abriera mis ojos, Era Favio que me acercaba su pija para que lo masturbara, empecé a jugar con dos, luego alguien empezó a cogerme por la boca, una pija hermosa y grandota que me llegaba hasta la garganta, y me acercaron otra verga, y otra, y me perdía entre tantas, nunca había estado en una situación así, no sabía como manejarlo, solo sabía que esas vergas eran solo mías y yo era única en ese momento…



Alguien probó mi trasero, era lógico, sin muchos problemas me metieron una verga enorme, los oídos me zumbaban, pero podía escuchar sus palabras hablando de lo puta que era, de lo buena que era, palabras mezcladas con mis gemidos que ya se habían transformado en gritos de placer…

No sé si era por lo que había aspirado, pero mi conchita estaba muy sensible y me fluían ricos y hermosos orgasmos, tan profundos, tan incontrolables…

Y yo no podía hacer nada, estaba entregada a la voluntad de esos tipos que hacían de mi lo que se les antojaba…

Sin darme cuenta me vi completamente desnuda, chupando pijas de un lado a otro, tan ricas, tan grandes, me la daban por el culo, por la conchita, estaba fuera de si…



Uno se subió a la mesa, y me llevaron a mi también sobre ella, hicieron que lo cabalgara, que rico! manejé los tiempos con su sexo en mi sexo, me tocaban las tetitas, de pronto uno se coló por detrás y me la metió en el culo, que rico! nunca lo había hecho y me sentí penetrada por ambos lados, por delante, por detrás, estaba entregada a esos hombres que se iban rotando, uno a uno, probando mis agujeros, noté que Favio había sacado su móvil y había empezado a filmar y fotografiar todo, y yo era la reina de la noche…

Cambiamos posiciones, una y otra vez, alguien me la daba por la cola y sentí otro acomodarse y forzar al mismo tiempo mi culito, no dije nada, creo que ellos probaban mis límites y yo no tendría límites, me habían metido dos pijas en el culo y yo solo quería que me rompieran toda…



Favio como siempre daba las órdenes, y protestó porque no lograba tomar buenos planos de la doble penetración anal, sentí que uno de los tipos llegó de repente en mi culito, fue muy rico, me sentí hermosamente sucia, mi hombre me pidió que le mostrara mi trasero abierto chorreando semen, que le regalara los mejores planos y que mirara a la cámara, como buena puta que era…

Y lo que supuse el final, también fue muy porno, fui al piso, todos se masturbaban en derredor, esas pijas enormes, y yo esperando el premio, la luz de la cámara del móvil de Favio me quemaba el rostro, de pronto empezaron a acabar sobre mí, en mi boca, uno a uno, dos al mismo tiempo, un coctel se semen como volcanes estallando todos al unísono…

Y mi rostro en primer plano, llenándose de líquido viscoso, mis mejillas, mi boca, mi pera, mis ojos, mi cuerpo, el semen caliente corría por mi piel, y ellos me pidieron que disfrutara ante la cámara, muy puta, que les enseñara como tragaba todo eso, gota a gota, y lo hice, con sumo placer…



Como dije, supuse que ese era el final, pero me hicieron limpiar, y Fabio me llevó a solas para cogerme, en privado, dio riendas sueltas a sus instintos, me dio nalgadas, fuertes nalgadas por lo puta que era, me hizo lo que quiso…

Cuando el se fue de la habitación, vino otro a seguir cogiéndome, y otro, y luego otro, me cogieron toda la noche sin parar, interminable noche de placer…





Me desperté sin entender nada, era de día, la luz del sol entraba por la ventana, me dolía todo, todo mi cuerpo, estaba confundida, mi mente deba vueltas, trataba de ubicarme en tiempo y espacio sin éxito, parecía clavada al colchón, no tenía fuerzas para mover un músculo…

Dejé correr un par de minutos, traté de concentrarme, las cosas empezaron a hacerse familiares, los decorados de las paredes, las cortinas, la luz del cuarto, los muebles, mierda, estaba en mi casa, en mi cama, como había llegado? Toqué mi cuerpo, estaba vestida con la minifalda roja, como la puta, con las ropas que Fabio me había dejado…

Cerré los ojos, quise levantarme, no tenía fuerzas, sentí el agua de la canilla de la cocina correr, al menos eso me pareció, quien estaba en la casa? era real o estaba soñando? Tal vez divagaba por la droga que había aspirado…



Cuando mi esposo entró al cuarto supe que no habría retorno, todo había sido calculado por Favio, paso a paso, minuciosamente, como una partida de ajedrez…

El me había quitado la máscara frente a Alberto, en verdad solo le había dado las herramientas para probar lo que él quería probar, en lo que me habría transformado…

No había retorno, mi marido tenía a su esposa vestida como una perra sobre la cama, drogada y llena de semen, ebria, entregada, él tenía además un montón de fotos y filmaciones que le había entregado, la trampa se cerraba, el divorcio se iniciaba….

No salí bien parada, Alberto me hecho a la calle como a un perro sarnoso, sentí en carne propia la fuerza que tienen unas fotos y unas filmaciones, lo intimidantes que pueden ser, mi plan de vida de estar junto a un hombre adinerado para que me mantuviera se había ido al demonio…



Firmé cada papel sin chistar, que podía decir?

Partí con mi maleta a cuesta y las pocas ropas que pude retirar, no tenía a muchos a quien recurrir, Alberto me dio un sobre con billetes que no me durarían mucho, y todo se lo tenía que agradecer al bastardo de Favio… un tipo peligroso…

Y saben qué? volví a él… necesitaba hablar con el… además eso que había aspirado me había gustado y quería repetir la experiencia…

Yo solo pensaba en arreglar mi vida, y sin saberlo, solo me seguía enterrando…

Nuevamente fui a lo de Favio, a su departamento…




CONTINUARA



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