Bueno después de tiempo vuelvo a escribir y hoy quiero compartir una historia un poco rara pero muy morbosa, hace tiempo tuve un encuentro con una chica que era mayor que yo, estábamos saliendo ya hace un tiempo y un día entre bromas quedamos a ir a una fiesta en la cual ella se sobrepasó de copas, la describo tenia una mirada penetrante esa de cuando la vez te impulsa respeto, era estatura media, tenia unos pechos pequeños y unas piernas que uff te ponía bien activo de una a pesar de tener familia ya, bueno continuo al salir de la fiesta se comienza a insinuar que no quería ir a su casa y que quería quedarse cerca de ahí esa noche para que al llegar el día se puede ir. Bueno yo la verdad no quería acompañarla pero en mi cabeza la tenia ya desnuda, hasta ese día nunca habíamos tenido oportunidad de estar juntos, así que buscamos un lugar mientras ella no dejaba de tocarme y besarme en el auto todo me ponía cada vez más, yo quería saber de qué era capaz así que me tocó fingir que estaba ebrio y que solo quería dormir. Se tomó unos minutos en el baño pero cuando salió logré ver una babydol negro con una hilo debajo resaltando esas ricas piernas, al verme sobre la cama y pesando que estaba dormido ella comenzó a sacarme la ropa lentamente. Hasta el momento en mi vida nadie me había hecho sexo oral si que no sabía que se sentía o como era, ella comenzó a cogerme el pene aún no erecta y vi como se lo llevaba a la boca lentamente y con sus labios comenzó a jugar en un sube y baja que rápidamente me provoco una erección, no contenta comenzó nuevamente a chuparlo de una manera que sentía como sus labios rozaban la cabeza de mi pene y los apretaba cada vez más provocándole también exitacion comenzó tocarse lentamente ella también y yo aún sobre la cama sin moverme la vi tocarse abriendo sus piernas mostrando sus labios ya lubricados a lo que no pude negarme e inmediatamente la cogí y la puse de espalda para penetrar lentamente, sentir esa vagina caliente de sus jugos al entrar era algo increíble estaba muy excitada y debajo era una mujer que se dejaba hacer de todo sin reproche sus quejidos eran tan exitantes que no podía parar de penetrar, ver sus jugos caer lentamente entre sus piernas era que no había visto antes, sus pequeño pechos duros y sencibles al tacto. Era una aventura única ponerla de 4 en la cama y escuchar sus gemidos juntos con gritos de dolor pero agarrándose a la cama al penetrar su vagina orgasmo tras orgasmo era vivir algo increíble y al final ella quería que le dejara todo adentro pero me gano el morbo de dejarlo justo en su boca para ver cómo se lo tragaba. Esa noche fue buena sumisa y muy obediente.
Espero les haya gustado.
Espero les haya gustado.
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