Marita, una compañera-amiga del trabajo, comenzó a salir con un compañero, del departamento Recursos Humanos.
Este chico, era el responsable de la organización del campeonato interno de fútbol, su presencia era indispensable.
Y como él quería que ella lo acompañe, para no sentirse sola me pidió que le hiciera pata.
Acepte, mi marido no puso objeción al contrario como juega tenis en el club, creo que festejo que no lo acompañara mas.
Ahí conocí a Juan Manuel . Fue durante un partido, cuando sufrió una lesión en su rodilla, y quedo tendido frente a nosotras así que comenzamos a brindarle ayuda, los primeros auxilios, nos presentamos dándonos los nombres y puestos de trabajo, nosotras que de fútbol no entendíamos nada, encontramos la posibilidad de chusmear de otras áreas. Al principio por el dolor o la bronca por no jugar sus respuesta eran monosílabas, pero poco a poco logramos un dialogo, divertido, simpático y muy agradable.
El sábado siguiente apareció a alentar a sus compañeros, así que nos vino a saludar y nos contó que le habían prohíbo todo deporte de contacto, por lo tanto el fútbol, por al menos ese año había terminado. Al terminar el partido me había convencido y éramos dos hinchas del Equipo de Sistema, y como buenos hinchas después del triunfo me invito a festejar con un café.
Marita obviamente se borro.
Me acerco a casa, la tarde había sido muy de compinches, así que cuando nos despedimos me metió un pico con premeditación y alevosía, sonreí por la travesura , baje del auto lo despedí con la mano y ya en el ascensor, en mi mente, había aceptado la posibilidad de una aventura.
El lunes Marita, imaginándose todo, me tenia un informe de Juan Manuel que desde sus conexión en Recursos Humanos me había preparado.
Trate de restarle importancia, pero realmente ella tonta no es y además me conocía.
Me contó todo el legajo personal, y lo que había recabado su novio entre los compañero Era separado, picaflor, y era conocido con el alias “Burrito”
Me digo con vos cómplice “ se rumorea que la tiene re grandota Por eso lo de Burrito.
El miércoles cuando volvía de Tribunales encuentro un mensaje del área de sistema que solicitaban mi opinión profesional para mejor dar respuesta aun requerimiento judicial. Imaginando que era, fingiendo preocupación, hacia allá me dirigí, previo paso por el toillete para retocarme.
Llegue a la oficina en cuestión, llame y como me imaginaba el propio Juan me abrió, cerro la puerta detrás de mi y sin mas tramite me dio un pico, me invito a sentarme en uno de los silloncitos que hay frente a su escritorio, el se sentó al lado mío y luego de piropearme, me pregunto cuando nos veíamos, con una sonrisa le dije soy casada – estas cosas que tenemos las mujeres de no entregarnos de entrada- y el me contesto “por eso te pregunto cuando nos vemos, sino lo fueras obviamente esta noche cenaríamos juntos” vacile y le respondí el sábado. Ok el sábado almorzamos juntos, la charla siguió sobre su trabajo y el mío. Nos interrumpió su secretaria, entonces me acompaño hasta la puerta de su despacho y antes de abrir me tomo por la cintura y me metió un chupón. Abrió la puerta me guiño un ojo y mientras me iba las piernas me temblaban.
Me llevo almorzar a una parrilla en las afueras de buenos aires, terminado el almuerzo subimos al auto tomo la ruta y a los pocos kilómetros tomo un desvió que desemboco en un MOTEL, en el medio del campo un telo alucinante, Pidió una habitación Relax por lo que me di cuenta que le era totalmente familiar, empezamos a besarnos, acariciarnos y cuando todo se puso bien caliente se fue a duchar, mientras tanto me desvestí quedando solo en bombachita y corpiño. De pronto apareció el BURRITO jamás había visto una pija tan grande, con toda naturalidad vino hacia mi, yo hacia esfuerzo por sacar la vista de su pija que realmente era grande......y linda. Descubrí que era una mujer fálica, me daba placer mirarla y me excitaba el pensar que estaba a mi disposición.
Me empezó a besar, me sentó upa en uno de los sillones, tocaba mi conchita, saco mi corpiño, hundió su cabeza en mis pechos, me alzo y me deposito en la cama, quede sentadita frente a el, que comenzó acariciarse la pija como invitándome a chuparla. Así lo hice. Le pasaba la lengüita por todo el recorrido, y cuando llegue al glande me tuve que incorporar un poquito porque sentadita como estaba no llegaba.
Se acostó, me subió arriba de él, tanteo con sus deditos mi conchita y empezó a meterla.
Sentía como iba entrando centímetro a centímetro, esperando que llegara algún punto donde ya no pudiera entrar mas, pero no fue así. Entro toda.
Sentía esa pijota entrando y saliendo que rozaba todos los bordes de mi conchita, recostada sobre su pecho llegue a mi primer orgasmo.
Cometí el error de sentarme sobre ella ahí sentí que algo había tocado dentro de mi y realmente me dolió, me tire sobre el y busque sacármela un poquito.
Me volcó para subirse arriba, le pedí que lo hiciera despacito, y me la fue metiendo suave, hasta que la sentí toda adentro tocándome zonas donde ninguna otra pija había llegado. Se movía dándome estocadas cortas, pequeños empujones que me causaban placenteros dolorcitos, hasta que sentí los latiditos que provocan los chorritos de lechita, cosa que me produjo la cosquillita de otro orgasmo.
Recostada al lado de él, le miraba la pija y sin tenerla parada era casi del tamaño de las normales cuando están paradas, gordita, y sin pellejito (¿prepucio?) volcadita sobre su ingle mientras él, inconscientemente la hacia jugar sacudiéndola con sus dedos. Advirtió como la miraba y con gestos me insinuó que se la chupara. Nunca voy a olvidar el placer que me causaba chupar esa gran pija cuando estaba en reposo, e ir sintiendo como poco a poco crecía en mi boca, empezaba toda dentro de mi boca hasta que ya alcanzaba el tamaño de no entrar mas por ahí, así que buscaba mi conchita por segunda vez.-
Este chico, era el responsable de la organización del campeonato interno de fútbol, su presencia era indispensable.
Y como él quería que ella lo acompañe, para no sentirse sola me pidió que le hiciera pata.
Acepte, mi marido no puso objeción al contrario como juega tenis en el club, creo que festejo que no lo acompañara mas.
Ahí conocí a Juan Manuel . Fue durante un partido, cuando sufrió una lesión en su rodilla, y quedo tendido frente a nosotras así que comenzamos a brindarle ayuda, los primeros auxilios, nos presentamos dándonos los nombres y puestos de trabajo, nosotras que de fútbol no entendíamos nada, encontramos la posibilidad de chusmear de otras áreas. Al principio por el dolor o la bronca por no jugar sus respuesta eran monosílabas, pero poco a poco logramos un dialogo, divertido, simpático y muy agradable.
El sábado siguiente apareció a alentar a sus compañeros, así que nos vino a saludar y nos contó que le habían prohíbo todo deporte de contacto, por lo tanto el fútbol, por al menos ese año había terminado. Al terminar el partido me había convencido y éramos dos hinchas del Equipo de Sistema, y como buenos hinchas después del triunfo me invito a festejar con un café.
Marita obviamente se borro.
Me acerco a casa, la tarde había sido muy de compinches, así que cuando nos despedimos me metió un pico con premeditación y alevosía, sonreí por la travesura , baje del auto lo despedí con la mano y ya en el ascensor, en mi mente, había aceptado la posibilidad de una aventura.
El lunes Marita, imaginándose todo, me tenia un informe de Juan Manuel que desde sus conexión en Recursos Humanos me había preparado.
Trate de restarle importancia, pero realmente ella tonta no es y además me conocía.
Me contó todo el legajo personal, y lo que había recabado su novio entre los compañero Era separado, picaflor, y era conocido con el alias “Burrito”
Me digo con vos cómplice “ se rumorea que la tiene re grandota Por eso lo de Burrito.
El miércoles cuando volvía de Tribunales encuentro un mensaje del área de sistema que solicitaban mi opinión profesional para mejor dar respuesta aun requerimiento judicial. Imaginando que era, fingiendo preocupación, hacia allá me dirigí, previo paso por el toillete para retocarme.
Llegue a la oficina en cuestión, llame y como me imaginaba el propio Juan me abrió, cerro la puerta detrás de mi y sin mas tramite me dio un pico, me invito a sentarme en uno de los silloncitos que hay frente a su escritorio, el se sentó al lado mío y luego de piropearme, me pregunto cuando nos veíamos, con una sonrisa le dije soy casada – estas cosas que tenemos las mujeres de no entregarnos de entrada- y el me contesto “por eso te pregunto cuando nos vemos, sino lo fueras obviamente esta noche cenaríamos juntos” vacile y le respondí el sábado. Ok el sábado almorzamos juntos, la charla siguió sobre su trabajo y el mío. Nos interrumpió su secretaria, entonces me acompaño hasta la puerta de su despacho y antes de abrir me tomo por la cintura y me metió un chupón. Abrió la puerta me guiño un ojo y mientras me iba las piernas me temblaban.
Me llevo almorzar a una parrilla en las afueras de buenos aires, terminado el almuerzo subimos al auto tomo la ruta y a los pocos kilómetros tomo un desvió que desemboco en un MOTEL, en el medio del campo un telo alucinante, Pidió una habitación Relax por lo que me di cuenta que le era totalmente familiar, empezamos a besarnos, acariciarnos y cuando todo se puso bien caliente se fue a duchar, mientras tanto me desvestí quedando solo en bombachita y corpiño. De pronto apareció el BURRITO jamás había visto una pija tan grande, con toda naturalidad vino hacia mi, yo hacia esfuerzo por sacar la vista de su pija que realmente era grande......y linda. Descubrí que era una mujer fálica, me daba placer mirarla y me excitaba el pensar que estaba a mi disposición.
Me empezó a besar, me sentó upa en uno de los sillones, tocaba mi conchita, saco mi corpiño, hundió su cabeza en mis pechos, me alzo y me deposito en la cama, quede sentadita frente a el, que comenzó acariciarse la pija como invitándome a chuparla. Así lo hice. Le pasaba la lengüita por todo el recorrido, y cuando llegue al glande me tuve que incorporar un poquito porque sentadita como estaba no llegaba.
Se acostó, me subió arriba de él, tanteo con sus deditos mi conchita y empezó a meterla.
Sentía como iba entrando centímetro a centímetro, esperando que llegara algún punto donde ya no pudiera entrar mas, pero no fue así. Entro toda.
Sentía esa pijota entrando y saliendo que rozaba todos los bordes de mi conchita, recostada sobre su pecho llegue a mi primer orgasmo.
Cometí el error de sentarme sobre ella ahí sentí que algo había tocado dentro de mi y realmente me dolió, me tire sobre el y busque sacármela un poquito.
Me volcó para subirse arriba, le pedí que lo hiciera despacito, y me la fue metiendo suave, hasta que la sentí toda adentro tocándome zonas donde ninguna otra pija había llegado. Se movía dándome estocadas cortas, pequeños empujones que me causaban placenteros dolorcitos, hasta que sentí los latiditos que provocan los chorritos de lechita, cosa que me produjo la cosquillita de otro orgasmo.
Recostada al lado de él, le miraba la pija y sin tenerla parada era casi del tamaño de las normales cuando están paradas, gordita, y sin pellejito (¿prepucio?) volcadita sobre su ingle mientras él, inconscientemente la hacia jugar sacudiéndola con sus dedos. Advirtió como la miraba y con gestos me insinuó que se la chupara. Nunca voy a olvidar el placer que me causaba chupar esa gran pija cuando estaba en reposo, e ir sintiendo como poco a poco crecía en mi boca, empezaba toda dentro de mi boca hasta que ya alcanzaba el tamaño de no entrar mas por ahí, así que buscaba mi conchita por segunda vez.-
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