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Infiel a mi marido y lo gocé 3

Siguen mis infidelidades después de caer con el amigo prestamista de mi marido, un amigo llamado Jhon, experimenté los placeres de lo prohibido, ahora él me desea pervertir más con la visita de un amigo negro de su país...
Hola amigos y amigas, no les había escrito debido a que lo hago cuando me suceden echos que no se los puedo contar a amistades cercanas ni familiares, prefiero desahogarme contándoselos a sabiendas de ser juzgada como una mujer puta o una mujer necesitada, eso lo dejo a su criterio, solo para los que me insultan y ofenden les digo algo: "el que nunca ha pecado en su vida que me tire la primera piedra".

Después de haber estrenado mi auto nuevo con Jhon, dejé de verlo debido a que sentía que estaba cayendo en un mundo inmoral al cual tenía que evitar caer cueste lo que cueste para no tener problemas familiares, y más sabiendo lo mucho que me quiere Jorge, mi marido, al cual debía de apoyar más, dado a su nuevo trabajo en el que ganaba menos que antes.

Pasaron semanas, Jhon venía de vez en cuando a la casa, disimuladamente me manoseaba sin que mi marido se diera cuenta y aproveché un momento a solas con el para decirle que ya no más, que me tratara como la esposa de su amigo, que por el hecho de que le prestó dinero a el, no quería decir que sería su amante cuando el quisiera, el solo se reía y con su acento gringo me decia: "tu no ser de el, eres del que quieres que te abra las piernas", ese hombre me hablaba tan sucio, pero esa suciedad me calentaba, me hacia sentir deseada y más sabiendo que yo era dueña de un culo grande y unas tetas firmes y voluminosas, si bien ya estoy treintera, tenía mucha madurez, lo que decian por alli: "la edad en que la mujer está más deliciosa".

Le dije al gringo: "ya no más, mi cuerpo no será tuyo otra vez por mucho que me quieras ofrecer", el me dijo: "eres una perra que adoras chupar penes grandes como el mio, que no se te olvide, eso te encanta", en eso regresó mi marido del baño y empezó a ver televisión junto a Jhon, como siempre, emborrachándose a más no poder, ese vicio a mi marido cada vez le gustaba más al igual que a mi el deseo de sentirme bien cogida, cosa que ya mi marido no me brindaba.

Nuevamente al pasar las horas mi marido quedó dormido y Jhon aprovechó para ir a la cocina y entró desnudo con su pene enorme parado frente a mi, yo sorprendida le dije: "qué haces?, vístete", él no me hizo caso y me dijo: "zorra, cállate que tu marido duerme y es momento de que pruebes lo que tanto te gusta", se me acercó y me sometió con sus brazos, yo de espalda a el, sentía su pene frotando mis nalgas y eso me calentó, me puso bien arrecha, al oido me decia cosas sucias: "te gusta como te rozo con mi verga, eres zorra, no lo olvides", algo pasó en mi que jamás pensé que sucedería: yo misma me bajé la falda con mi ropa interior y me puse en cuatro, el no dudó y de una vez me penetró fuerte, empezó a cogerme como el solo lo sabe hacer, sentía tanto placer que deseaba que mi marido me viera culear con Jhon, no imaginé que fuera tan morbosa, olvidé todo lo moral que tenía y saqué lo puta que había en mi interior.

Verme follar a mi con ese hombre era digno de ser filmado para una película xxx, su enorme verga entraba y salía de mi vagina húmeda, sentía el chocar de sus huevos contra mis nalgas grandes, generando un sonido cachondo y exitante, me decía: "quieres que la saque?" y yo le drespondía: "no por favor, no la dejes de meter", decidí jugar a su estilo y le dije: "quiero sentir tu leche, dámela", el me respondió que aún no, que venía lo más sabroso, me la sacó de mi vagina y empezó a lamerme el ano, me lo escupía, metió primero un dedo y luego dos, yo no me arevía a decirle que no, estaba como drogada, en un trance sexual y me dejé llevar por sus bajos deseos, poco a poco me metió la cabeza del pene por el culo, me dolía pero no quería parar, fue metiéndola hasta quedar la mitad dentro de mi gran trasero.

Empezó a embestirme, suave, luego aumentó la velocidad, confieso que no era mi primer anal porque a mi marido lo complací varias veces con eso cuando él estaba más joven. Jhon no paraba de meterla, me asombraba su aguante y más con el meneo que yo le daba, digna de la mejor perra de prostículo, empecé a sonreir, lamía el dedo que me metía a la boca, me sentía muy cachonda, una reina sexual que complacía los placeres de cualquiera.

Me la sacó del culo y me hizo que me agachara, abri mi boca sabiendo lo que el quería y derramó su venida dentro de mi boquita, no me importó que supiera a mi culo recién cogido, me la tragué toda y le limpipe la cabeza con la lengua, símbolo que ya era adicta a su semen. Se sonrió y me dijo: " te encanta tragártela, te presentaré un amigo de mi país que le encantan mujeres tan putas como tu". Se marchó y me dejó con la inquietud de conocer a ese amigo de él, nuevamene me entró la rabia de no poder contenerme, de evitar ese encuentro sexual, ¿será que de verdad soy puta?, me dije en mi mente,

A los dos días me llama diciendome que viniera a su casa, le dije que no pero él insistió amenazándome con contarle todo a mi marido, me dijo que fuera con minifalda bien ajustada y una blusa escotada, sin ropa interior, yo presa del temor accedí, me vestí como él me dijo (parecía una golfa buscando un cliente) y manejé hasta su casa, allí entre y me sorprendí de ver a un negro alto, con cuerpo atlético, como de unos 25 a 30 años sentado en el sillón con su pene en erección, la tenía unas pulgadas más grande que la de Jhon, el me saludo con un seco "Hello", Jhon se acercó y me dijo: "el se llama Latrell, pero puedes decirle Mandingo" y se echó a reir, yo le dije que por qué me hizo venir, que no pensaba entregarme a ese tipo, el me contesto: "callate, viniste porque quisiste, porque te gusta coger, acercate a mi amigo que necesita tus servicios", yo molesta no sabía que hacer, si me iva era capaz de contarle todo a mi marido y adiós matrimonio, no tuve más remedio que aceptar entregarme a ese tipo.

Jamás habia estado con un negro, no es que sea racista, ya que soy latina de piel morena, me le acerqué y decidí hacer que terminara rápido, le bailé sensual frente a la mirada de Jhon que se quedó para ver todo, puso una canción de Rihanna llamada Pour it up, el sabía que era mi artista favorita, ese tema es muy erótico, ya que trata del mundo stripper, empecé a moverme como la vi en el video musical y el negro se exitó mucho más, sobre todo cuando le tenía mis nalgas puestas en su cara, me metía la lengua con maestría y yo le meneaba el culo, didsfrutando esa lengua que se metía también en mi cueva húmeda, me arrodillé y empecé a chuparle su enorme verga, la lamía, succionaba, escupía, me era imposible metermela toda en la boca, la cabeza del pene era más grande, hasta me asusté pensando si quería metermela por detrás.

Quedé totalmente desnuda y el se puso el preservativo y me le senté y empecé a cabalgarlo, mientras, Jhon se masturbaba frente a nosotros, se dio gusto viendo mi culo mecerse, el infeliz me decia: " ¿viste que estás echa para coger?, te encanta tenerla metida", "eres bien puta, que no se te olvide, aunque tengas marido le darás tu cosita rica a otros hombres", yo le decía que se callara pero cada vez que me gritaba cosas me ponía más arrecha y montaba más duro al negro, ni cuenta me di cuando ya tenía su polla completamente hundida en mi agujero vaginal, fue en ese momento que Jhon se acercó y me la hundió por el culo, sin protección, yo quedé viendo estrellas y gritando, pero de placer, me sentía totalmente puta, bien ensartada en dos buenas vergas que entraban y salían de mi sin yo poderme escapar.

Se cambiaron de puesto pero el negro solo me la metió hasta la mitad, no podía aguantársela, yo no paraba de venirme, igual mi cuerpo voluptuoso aguantaba los enviones de esos dos sementales, creo que si fuera una mujer delgada no podría con esos dos, o quien sabe, la cosa es que no paraban de cogerme, el tiempo pasaba, no logré que el Mandingo se viniera pues tenía aguante, nuestros cuerpos estaban sudados, eramos como tres máquinas trabajando juntas, empecé a decir vulgaridades "cojanme duro, más duro, más", ambos ya estaban a punto de venirse e hicieron algo que me encantó: los dos se vinieron simultpaneamente. bañandome la cara de semen, me exitó tanto que me vine también con mis dedos metidos en mi cueva, la leche cubría todo mi rostro, era espesa y blanca, en vez de tirarla al suelo agarré mis dedos y me la quitaba de la cara pero directo a mi boca, ellos me decian "very good", "yeahhh bitch", contentos de lo sucia que me veía lamiendo su semen de mi cara, me sonreí al hacerlo, no sé por qué, quizás fue el placer de haber sometido a dos hombres.

El negro se vistió rápidamente y sacó un dinero de su cartera y se lo dió a Jhon, yo quedé muda pensando que era para mi, me dijo: "bye" y se fue, yo molesta le dije a Jhon: "¿me estás ofreciendo como prostituta?" y el cabrón me dijo que si, pero que igual el tenia esa fantasia de un trio y entonces me dió la mitad del dinero, fue una buena suma que yo tomé encantada, me decía a mi misma: "¿Sofia que estás haciendo?, acabas de prostituirte", pero por otro lado pensé que la fantasía del trio tambíén la tenía en mi cabeza, me vestí y le pedí que no me hiciera esto más, el muerto de la risa me dijo que lo iva a pensar y me dio una nalgada, al llegar a casa no estaba todavía mi esposo y me fui a bañar, la sensación de tener mi culo ardiendo y mi vagina apaleada me encantó y me masturbé con un cepillo mientras me duchaba, recordando el polvazo que recién tuve. Espero no volver a caer así, ya me doy miedo y temo que mi marido se de cuenta de todo.

1 comentarios - Infiel a mi marido y lo gocé 3

parejacba16
Buen día Te felicito el relato es excelente y lo que haces mejor todavía no pude dejar de imaginarme que era mi mujer haciéndolo con otros