Como un año después de la terrible paja que le había hecho a mi hermano me peleé con mi novio cuando supe que se había cogido a una piba que conocía. Pasé una semana llorando enojada por los rincones.
Estaba en mi habitación, pensando en como le cortaría el pito a mi ex cuando golpearon a la puerta.
- Sofi, soy yo. Puedo pasar?
- Eehh... Sí. Pasá.
Joaco entró vestido con su ropa de entrenamiento. Desde que iba al club se había desarrollado a pasos agigantados. Me pasaba en altura, estaba más fibroso y su tono de piel era casi canela, lo que hacía juego con sus rulos rubio oscuro y sus ojos grises. Su carita de eterno niño triste derretía a las chicas a su alrededor. Sin embargo, él se mantenía fiel a su noviecita, una pendeja buenita, chata e introvertida aunque con una carita linda y un pelo castaño de una suavidad envidiable.
Para peor, esta chica lo influenciaba para que fuera mejor estudiante, cosa que había logrado notablemente. Joaquín era lindo, atlético y ahora buen alumno. Mis padres estaban orgullosos y yo... no sabía que sentir.
Entró, mi miró a los ojos con su mirada de cachorrito y habló.
- Como seguís?
- Genial. Estaba llorando de alegría.
- Sofi, no podés convertirte en un trapo de piso por ese forro!
- Ya sé, pero no puedo dejar de sentirme estúpida por entregarme toda a él y que me cague de esa manera.
- Toda?
- Sí... "en cuerpo y alma" como dicen.
- Ah...
- Que cogíamos mucho Joaquín, y a mí me encantaba! Amaba eso de él por sobre todas las cosas. Me cogía muy bien. Entendiste ahora?
- Bue... si lo decís así... no sabía...
- Que tu hermana era una trola?
- No. Que tenía tanto poder sobre vos. Se podría decir que te usó.
- Ahora sos psicólogo también?
- Sofi. Lo que quiero decir es que te amo y creo que te merecés a alguien mucho mejor. Nunca me cayó bien ese idiota!
Sus palabras fueron un bálsamo inmediato. Me sentí mucho mejor cuando me abrazó y besó la frente. Yo también lo amaba, pero me sentía rara al pensarlo así que no dije nada.
Me frotó la espalda.
- Mmm. Que lindo!
Yo froté su pierna, primero sobre el short y luego directamente la piel. Él frotó más abajo, casi llegando a mis nalgas. Me ericé como una gata y mi mano se posó en su bulto, que estaba levantándose. Lo estrujé y sentí como se endurecía en mi mano.
- Esto... como estás creciendo hermanito!
- Es que... perdón, pero tu olor y tu piel... me...
- Shhh... no digas nada.
Saqué su pene fuera del short. Una gota de líquido preseminal brillaba en la punta. Le pasé un dedo y la esparcí por el glande.
- Sofí...
- Joaco... que linda pija que tenés.
Comencé el movimiento de sube y baja pero me detuvo la mano.
- No, por favor.
- No te gusta?
- Ni es eso... es que después del club me veo con Caro.
- Ajá?
- Sí y ella me hace esto mismo. No puedo ahora. No está bien.
Sin dejarme responder, se levantó y salió apurado por la puerta.
- Chau. Te quiero!
- Yo también!
Me quedé mirando la puerta, sintiéndome una completa idiota. Como había intentado hacerle una paja a mi hermano que tiene novia y podría tener a cualquier otra sin necesidad de caer en el incesto? De todas formas, me sentí rechazada y caliente. No iba a dejar las cosas así.
Cuando volvió a la noche después de cenar en la casa de la atorrantita de "Caro", le escribí por WhatsApp mientras mis padres dormían.
"Podés venir a mi habitación a charlar de algo?"
"Que pasa Sofi?"
"Quiero hablar de lo que pasó hoy. Te quiero pedir perdón por como me porté"
"No tenés que disculparte por nada"
"Si no te lo digo a la cara no voy a poder dormir, por favor!"
"Ok. Voy"
Llegó. Lo hice sentarse en la silla frente a mi cama. Él vino en boxer y remera y yo tenía puesto un pijama de top y shorcito que dejaba poco a la imaginación. Lo miré a los ojos y le dije todo lo que pensaba.
- Perdoname por zarparme con vos. No soy siempre tan calentona, pero el hecho de pelearme con mi novio me afectó y vos sos tan bueno y dulce que me gustaría premiarte haciendo lo que mejor me parece, que no está bien, lo sé. Tampoco creo que sea malo tocarte un poco, no estoy violando ninguna ley. Ya sé que tenés tu novia y ella te debe hacer cosas que no podría hacerte yo que soy tu hermana. Debés pensar que soy una degenerada y...
- Sofi... pará! No pienso nada de eso. Te quiero y lo que hace mi novia es algo muy parecido, nada más. Además, también sé que está mal que nos toquemos de esa manera nosotros...
- Como que "nos" toquemos? Vos no hiciste nada malo!
- Pero sí quiero! Ese es el problema. Mi novia no tiene las tetas que tenés vos y yo... yo me pajeé pensando en ellas.
No pude evitar sonreír de orgullo. Saqué pecho y lo miré.
- Te parecen lindas mis tetas?
- Sí. Mucho.
Me solté un bretel del top, casi que podía sacarlo con un dedo.
- Te gustan más que las de tu novia?
- ... Sí.
Miré su como boxer apretaba una erección dolorosa.
- Si vos me mostrás a mí, yo me saco el pijama.
Sin hablar, liberó su amigo que saltó durísimo golpeando ruidosamente su abdomen.
- Ay Dios! Que duro está eso! Puedo tocar?
Asintió.
- Vení. Sentate acá al lado mío.
Sin demora sujeté ese pedazo de piedra en una mano y con la otra le puse saliva a la punta. Lo pajeaba sin prisa, sintiendo su calor y dureza. Era hermoso.
- Tu novia te toca así?
- Sí. No es justo -se quejó.
- Querés tocarme vos a mí?
Me arrodillé en la cama de frente a él con las piernas separadas. Me tocó suavemente sobre el short a lo largo de toda mi concha. Me gustó.
- Ella te deja que la toques?
- Sobre la ropa sí.
- Esperá!
Me saqué todo, quedando totalmente desnuda frente a mi hermano por primera vez. Sus ojos estaban muy abiertos.
- Mojate un dedo y tocame ahora.
Él, obediente, se chupó un dedo y acarició mi concha. Separó los labios, lo metió un poquito y buscó mi clítoris. Claramente sabía lo que estaba haciendo.
- Ahh... Que buena mano tenés! Nunca tocaste a tu novia así?
- No, pero vi en videos porno como hacen.
- Que buen observador que sos! Si aumentás un poco el ritmo y movés tus dedos en forma circular me vas a enloquecer!
Lo dejé hacer y me dió dedo a lo loco. Trataba de no gemir, pero estaba por acabar.
- Aaayy... me vas a volver loca. Vení!
Me acosté con las piernas abiertas y lo hice arrodillarse cerca. Agarré su pija y lo pajeé fuerte. Su punta soltaba jugos que mejoraban la situación y el no dejaba de estimularme.
- Acabo Joaaaa!
- Yo también Soffiiii!
Fue genial. Muy intenso y super hot. Apreté y tiré de su pija cuando sentí sus manos apretando mis muslos y un calor repentino en mi pubis. Toqué con la otra mano y sentí su semen en mi piel. Miré como salía mucho aún y sin pensar en nada lo apunté hacia mi concha abierta por tanta estimulación. Chorreó una buena cantidad que recibí frotando con mi otra mano. Me pajeaba con la leche de mi hermano. Acabé en segundos.
-Aaaahhh!
Nos tomamos unos segundos para reponernos y bajar la emoción. Joaquín se puso mal.
- No puedo creer lo que acabamos de hacer! Esto es terrible! Soy una basura! Perdoname Sofi!
Se levantó rápido, arregló su ropa y se fue corriendo.
Yo me quedé asimilando lo que había dicho. Me sentí la peor hermana del mundo. Lloré toda la noche hasta que me dormí. No volvimos a hablar del tema.
Estaba en mi habitación, pensando en como le cortaría el pito a mi ex cuando golpearon a la puerta.
- Sofi, soy yo. Puedo pasar?
- Eehh... Sí. Pasá.
Joaco entró vestido con su ropa de entrenamiento. Desde que iba al club se había desarrollado a pasos agigantados. Me pasaba en altura, estaba más fibroso y su tono de piel era casi canela, lo que hacía juego con sus rulos rubio oscuro y sus ojos grises. Su carita de eterno niño triste derretía a las chicas a su alrededor. Sin embargo, él se mantenía fiel a su noviecita, una pendeja buenita, chata e introvertida aunque con una carita linda y un pelo castaño de una suavidad envidiable.
Para peor, esta chica lo influenciaba para que fuera mejor estudiante, cosa que había logrado notablemente. Joaquín era lindo, atlético y ahora buen alumno. Mis padres estaban orgullosos y yo... no sabía que sentir.
Entró, mi miró a los ojos con su mirada de cachorrito y habló.
- Como seguís?
- Genial. Estaba llorando de alegría.
- Sofi, no podés convertirte en un trapo de piso por ese forro!
- Ya sé, pero no puedo dejar de sentirme estúpida por entregarme toda a él y que me cague de esa manera.
- Toda?
- Sí... "en cuerpo y alma" como dicen.
- Ah...
- Que cogíamos mucho Joaquín, y a mí me encantaba! Amaba eso de él por sobre todas las cosas. Me cogía muy bien. Entendiste ahora?
- Bue... si lo decís así... no sabía...
- Que tu hermana era una trola?
- No. Que tenía tanto poder sobre vos. Se podría decir que te usó.
- Ahora sos psicólogo también?
- Sofi. Lo que quiero decir es que te amo y creo que te merecés a alguien mucho mejor. Nunca me cayó bien ese idiota!
Sus palabras fueron un bálsamo inmediato. Me sentí mucho mejor cuando me abrazó y besó la frente. Yo también lo amaba, pero me sentía rara al pensarlo así que no dije nada.
Me frotó la espalda.
- Mmm. Que lindo!
Yo froté su pierna, primero sobre el short y luego directamente la piel. Él frotó más abajo, casi llegando a mis nalgas. Me ericé como una gata y mi mano se posó en su bulto, que estaba levantándose. Lo estrujé y sentí como se endurecía en mi mano.
- Esto... como estás creciendo hermanito!
- Es que... perdón, pero tu olor y tu piel... me...
- Shhh... no digas nada.
Saqué su pene fuera del short. Una gota de líquido preseminal brillaba en la punta. Le pasé un dedo y la esparcí por el glande.
- Sofí...
- Joaco... que linda pija que tenés.
Comencé el movimiento de sube y baja pero me detuvo la mano.
- No, por favor.
- No te gusta?
- Ni es eso... es que después del club me veo con Caro.
- Ajá?
- Sí y ella me hace esto mismo. No puedo ahora. No está bien.
Sin dejarme responder, se levantó y salió apurado por la puerta.
- Chau. Te quiero!
- Yo también!
Me quedé mirando la puerta, sintiéndome una completa idiota. Como había intentado hacerle una paja a mi hermano que tiene novia y podría tener a cualquier otra sin necesidad de caer en el incesto? De todas formas, me sentí rechazada y caliente. No iba a dejar las cosas así.
Cuando volvió a la noche después de cenar en la casa de la atorrantita de "Caro", le escribí por WhatsApp mientras mis padres dormían.
"Podés venir a mi habitación a charlar de algo?"
"Que pasa Sofi?"
"Quiero hablar de lo que pasó hoy. Te quiero pedir perdón por como me porté"
"No tenés que disculparte por nada"
"Si no te lo digo a la cara no voy a poder dormir, por favor!"
"Ok. Voy"
Llegó. Lo hice sentarse en la silla frente a mi cama. Él vino en boxer y remera y yo tenía puesto un pijama de top y shorcito que dejaba poco a la imaginación. Lo miré a los ojos y le dije todo lo que pensaba.
- Perdoname por zarparme con vos. No soy siempre tan calentona, pero el hecho de pelearme con mi novio me afectó y vos sos tan bueno y dulce que me gustaría premiarte haciendo lo que mejor me parece, que no está bien, lo sé. Tampoco creo que sea malo tocarte un poco, no estoy violando ninguna ley. Ya sé que tenés tu novia y ella te debe hacer cosas que no podría hacerte yo que soy tu hermana. Debés pensar que soy una degenerada y...
- Sofi... pará! No pienso nada de eso. Te quiero y lo que hace mi novia es algo muy parecido, nada más. Además, también sé que está mal que nos toquemos de esa manera nosotros...
- Como que "nos" toquemos? Vos no hiciste nada malo!
- Pero sí quiero! Ese es el problema. Mi novia no tiene las tetas que tenés vos y yo... yo me pajeé pensando en ellas.
No pude evitar sonreír de orgullo. Saqué pecho y lo miré.
- Te parecen lindas mis tetas?
- Sí. Mucho.
Me solté un bretel del top, casi que podía sacarlo con un dedo.
- Te gustan más que las de tu novia?
- ... Sí.
Miré su como boxer apretaba una erección dolorosa.
- Si vos me mostrás a mí, yo me saco el pijama.
Sin hablar, liberó su amigo que saltó durísimo golpeando ruidosamente su abdomen.
- Ay Dios! Que duro está eso! Puedo tocar?
Asintió.
- Vení. Sentate acá al lado mío.
Sin demora sujeté ese pedazo de piedra en una mano y con la otra le puse saliva a la punta. Lo pajeaba sin prisa, sintiendo su calor y dureza. Era hermoso.
- Tu novia te toca así?
- Sí. No es justo -se quejó.
- Querés tocarme vos a mí?
Me arrodillé en la cama de frente a él con las piernas separadas. Me tocó suavemente sobre el short a lo largo de toda mi concha. Me gustó.
- Ella te deja que la toques?
- Sobre la ropa sí.
- Esperá!
Me saqué todo, quedando totalmente desnuda frente a mi hermano por primera vez. Sus ojos estaban muy abiertos.
- Mojate un dedo y tocame ahora.
Él, obediente, se chupó un dedo y acarició mi concha. Separó los labios, lo metió un poquito y buscó mi clítoris. Claramente sabía lo que estaba haciendo.
- Ahh... Que buena mano tenés! Nunca tocaste a tu novia así?
- No, pero vi en videos porno como hacen.
- Que buen observador que sos! Si aumentás un poco el ritmo y movés tus dedos en forma circular me vas a enloquecer!
Lo dejé hacer y me dió dedo a lo loco. Trataba de no gemir, pero estaba por acabar.
- Aaayy... me vas a volver loca. Vení!
Me acosté con las piernas abiertas y lo hice arrodillarse cerca. Agarré su pija y lo pajeé fuerte. Su punta soltaba jugos que mejoraban la situación y el no dejaba de estimularme.
- Acabo Joaaaa!
- Yo también Soffiiii!
Fue genial. Muy intenso y super hot. Apreté y tiré de su pija cuando sentí sus manos apretando mis muslos y un calor repentino en mi pubis. Toqué con la otra mano y sentí su semen en mi piel. Miré como salía mucho aún y sin pensar en nada lo apunté hacia mi concha abierta por tanta estimulación. Chorreó una buena cantidad que recibí frotando con mi otra mano. Me pajeaba con la leche de mi hermano. Acabé en segundos.
-Aaaahhh!
Nos tomamos unos segundos para reponernos y bajar la emoción. Joaquín se puso mal.
- No puedo creer lo que acabamos de hacer! Esto es terrible! Soy una basura! Perdoname Sofi!
Se levantó rápido, arregló su ropa y se fue corriendo.
Yo me quedé asimilando lo que había dicho. Me sentí la peor hermana del mundo. Lloré toda la noche hasta que me dormí. No volvimos a hablar del tema.
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