En esta oportunidad, como se menciona en el títulodel post, el ganador al derecho de estar conmigo lo gano un hombre que estaba apunto de recibirse de ingeniero y le vine como anillo al dedo, la cuestión esque primero que nada me puse en contacto con él y supimos que íbamos a podercoordinar fácilmente en función de la distancia al menos, después de un tiempode conversar y conocernos un poco como hago con todos los que ganan el derecho(no me gusta decirle premio en realidad) me comento de que estaba pronto arecibirse y que le encantaría ir conmigo a la fiesta posterior a eso, entoncesle dije que sí y que el derecho justamente le daba ese poder sobre mí, no solode elegir la circunstancia y el momento sino también el cómo, me pidió que nodiera ninguna referencia a su persona así que simplemente voy a decir que eraun joven cercano a los treinta años que se había recibido hace poco de ingeniería,literalmente hacia días. Me pago el hotel para hospedarme los días que hicierafalta porque no estaba en mi ciudad, aunque si está cerca dentro de todo, nofue una complicación para mí en verdad. Yo tenía que ir a la fiesta privada quese hacía en el salón que me indico y luego de las ceremonias oficiales de la institucióny, como no era formal, decidí ir vestida como a mí me gusta, pero intentandorespetar un código de vestimenta que no desentonara tanto con el lugar en elque estábamos pero que a la vez indicara claramente quien era yo, una puta queiba de fiesta básicamente. Entonces elegí una tanga de encaje negra abajo del pantalóntipo calza engomada negra y arriba una camina suelta blanca común, el detalleera un collar de sumisión que me quedaba súper lindo de verdad, si alguien se poníaa observar con detenimiento de seguro veía mi ombligo y mi piercing a través dela camisa mal abotonada a propósito o las tiras de mi tanta a los costados demi cintura, subidos de mas, también a propósito.
Yo ya me había visto con quien había ganado elderecho sobre mí y cuando entre al salón lo reconocí al instante, aunque estabamás formal que la primera vez en que lo había visto, era el centro de atención enese momento y todos hablaban con el de un modo divertido, para cuando yo llegueparecía que todos estaban un poco pasados de copas, aunque yo llegue tempranoeso se notaba claramente además que todas las botellas de bebidas estabanabiertas. Cuando llegue fue a mi encuentro rápidamente, me tomo de la cintura,me dio un beso en la comisura de los labios y luego me llevo a donde estabantodos sus amigos, me convidaron con unos tragos y varios de ellos se comenzarona poner cada vez más cariñosos, iban incrementando su intensidad a medida quepasaban las horas y los familiares de todos comenzaban a irse hasta quedarsolos.
Me separo a un costado del salón mientras otroscerraban puertas y ventanas, asumí que la fiesta se iba a poner más bolichera yyo me iba a ir con mi hombre a cumplir con mi parte del trato cundo en realidadme dijo al oído por la música del lugar: “Quiero que estés con todos mis amigos”
En ese momento lo miré y pensé en negarme, peroluego entendí que era su derecho y que yo en ningún lado aclaraba que eso no podíapasar, todos eran súper lindos por lo cual no había problema en ese sentido,aunque vine buscando un pene y me iba a ir con la cola absolutamente rota, yame lo imaginaba y en eso, por fin, accedí.
Cuando me tomo de la mano y le sonreí nos dirigimosa donde se encontraban todos sus amigos y compañeros de egreso los cuales yaestaban todos desvistiéndose, algunos con más seguridad de otros, pero con lacerteza de que estaba todo más que planeado. Llegamos al centro de un circuloformado por al menos diez o doce hombres y el, quien había ganado, al medioconmigo mientras me besaba apasionadamente y comenzaba a desnudarme primeramentebajando mis pantalones, recorriendo mi tanga al tiempo que otras dos manos seposaban sobre mi vientre, bajaban por completo mi tanga ya definitivamente ycomenzaban a lamer mi hoyito, masajear mi culito parado y saborear losalrededores de mi pene/vagina, ya eran aproximadamente ocho manos y seis bocas losque estaban sobre mi cuerpo cuando deje de contarlas.
Sé que el primero fue siempre el que tenía losderechos sobre mí, mi dueño en ese momento, su pene es el primero que introdujeen mi boca y no dije nada cuando acabo repentinamente rápido dentro de mí, teníamotivación suficiente y lo mire con una sonrisa de deseo mientras otra vergaentraba en mí, mi cola estaba recibiendo una tras otras de esas buenas vergassin parar, incluso algunos se animaron a meter de a dos mientras yo les decía: “Ah!¡Que rico!” o “Papi me duele, para” solo para enaltecerlos más, ellos sabían cómotratar a una mujer y cómo hacerlo con una perra puta, me tuvieron en lossillones del lugar y me pasaban de verga en verga como un vaso grande defernet, en la mesa de la sala mientras algunos me cogían y otros me fornicabanla boca tiraban champagne sobre mi cuerpo para luego lamerlo, cuando alguien sepeleaba por poseerme, turnos, yo volvía a armar el circulo y tomaba al que medaba la gana para reestablecer el orden, que siempre duraba poco frente al éxtasis.
Esta vez fue la que mi cuerpo fue más llevadoal límite o así lo sentí yo, no solo por el aguante de los muchachos o por loque intentaban hacer conmigo sino porque además me tenían de acá para allá entodos lados del salón, para los que iban acabando y yo me daba cuenta que eraantes de tiempo yo me tomaba todo y seguía, no iba a dejar en ridículo a nadie,para quienes me querían tomar en solitario ponía orden, salvo que fuera quienera realmente mi dueño.
Llego un momento en el que ya no podía estarparado ya, o me iba al suelo, al sillón o me recostaba en alguno de los chicossino el cansancio me ganaba, también había tomado algo de alcohol, pero casinada en realidad porque quería estar lucida. Mi hombre tomo del ultimo sorbo defernet del vaso grande que todos compartían y acabo dentro, luego se lo paso aotro de sus amigos que hizo lo mismo y así con todos los demas, me resultoextraño que algunos de sus amigos habían acabado solo una vez dentro mío en laboca o en la cola y otros de entre ellos más veces, dos y hasta tres algunos,pero no dije nada para no crear discordias entre ellos, el que pudo buenasuerte, el que no que diga alpiste.
Me entregaron ese vaso masivo lleno de leche ypararon todos adelante mío mientras yo, sentada en el sillón de la sala comencéa tomármelo despacio, estaba súper rica y espesa, se notaba los distintossabores y texturas de unas y otras, cada tanto y como para cambiar el saborlamia alguna de las vergas o los testículos de quienes tenia a mano y eso los incentivabanuevamente, pero entre ellos mismos intentaban contenerse mientras me seguían mirandocómo me la tomaba a toda.
Yo ya me había visto con quien había ganado elderecho sobre mí y cuando entre al salón lo reconocí al instante, aunque estabamás formal que la primera vez en que lo había visto, era el centro de atención enese momento y todos hablaban con el de un modo divertido, para cuando yo llegueparecía que todos estaban un poco pasados de copas, aunque yo llegue tempranoeso se notaba claramente además que todas las botellas de bebidas estabanabiertas. Cuando llegue fue a mi encuentro rápidamente, me tomo de la cintura,me dio un beso en la comisura de los labios y luego me llevo a donde estabantodos sus amigos, me convidaron con unos tragos y varios de ellos se comenzarona poner cada vez más cariñosos, iban incrementando su intensidad a medida quepasaban las horas y los familiares de todos comenzaban a irse hasta quedarsolos.
Me separo a un costado del salón mientras otroscerraban puertas y ventanas, asumí que la fiesta se iba a poner más bolichera yyo me iba a ir con mi hombre a cumplir con mi parte del trato cundo en realidadme dijo al oído por la música del lugar: “Quiero que estés con todos mis amigos”
En ese momento lo miré y pensé en negarme, peroluego entendí que era su derecho y que yo en ningún lado aclaraba que eso no podíapasar, todos eran súper lindos por lo cual no había problema en ese sentido,aunque vine buscando un pene y me iba a ir con la cola absolutamente rota, yame lo imaginaba y en eso, por fin, accedí.
Cuando me tomo de la mano y le sonreí nos dirigimosa donde se encontraban todos sus amigos y compañeros de egreso los cuales yaestaban todos desvistiéndose, algunos con más seguridad de otros, pero con lacerteza de que estaba todo más que planeado. Llegamos al centro de un circuloformado por al menos diez o doce hombres y el, quien había ganado, al medioconmigo mientras me besaba apasionadamente y comenzaba a desnudarme primeramentebajando mis pantalones, recorriendo mi tanga al tiempo que otras dos manos seposaban sobre mi vientre, bajaban por completo mi tanga ya definitivamente ycomenzaban a lamer mi hoyito, masajear mi culito parado y saborear losalrededores de mi pene/vagina, ya eran aproximadamente ocho manos y seis bocas losque estaban sobre mi cuerpo cuando deje de contarlas.
Sé que el primero fue siempre el que tenía losderechos sobre mí, mi dueño en ese momento, su pene es el primero que introdujeen mi boca y no dije nada cuando acabo repentinamente rápido dentro de mí, teníamotivación suficiente y lo mire con una sonrisa de deseo mientras otra vergaentraba en mí, mi cola estaba recibiendo una tras otras de esas buenas vergassin parar, incluso algunos se animaron a meter de a dos mientras yo les decía: “Ah!¡Que rico!” o “Papi me duele, para” solo para enaltecerlos más, ellos sabían cómotratar a una mujer y cómo hacerlo con una perra puta, me tuvieron en lossillones del lugar y me pasaban de verga en verga como un vaso grande defernet, en la mesa de la sala mientras algunos me cogían y otros me fornicabanla boca tiraban champagne sobre mi cuerpo para luego lamerlo, cuando alguien sepeleaba por poseerme, turnos, yo volvía a armar el circulo y tomaba al que medaba la gana para reestablecer el orden, que siempre duraba poco frente al éxtasis.
Esta vez fue la que mi cuerpo fue más llevadoal límite o así lo sentí yo, no solo por el aguante de los muchachos o por loque intentaban hacer conmigo sino porque además me tenían de acá para allá entodos lados del salón, para los que iban acabando y yo me daba cuenta que eraantes de tiempo yo me tomaba todo y seguía, no iba a dejar en ridículo a nadie,para quienes me querían tomar en solitario ponía orden, salvo que fuera quienera realmente mi dueño.
Llego un momento en el que ya no podía estarparado ya, o me iba al suelo, al sillón o me recostaba en alguno de los chicossino el cansancio me ganaba, también había tomado algo de alcohol, pero casinada en realidad porque quería estar lucida. Mi hombre tomo del ultimo sorbo defernet del vaso grande que todos compartían y acabo dentro, luego se lo paso aotro de sus amigos que hizo lo mismo y así con todos los demas, me resultoextraño que algunos de sus amigos habían acabado solo una vez dentro mío en laboca o en la cola y otros de entre ellos más veces, dos y hasta tres algunos,pero no dije nada para no crear discordias entre ellos, el que pudo buenasuerte, el que no que diga alpiste.
Me entregaron ese vaso masivo lleno de leche ypararon todos adelante mío mientras yo, sentada en el sillón de la sala comencéa tomármelo despacio, estaba súper rica y espesa, se notaba los distintossabores y texturas de unas y otras, cada tanto y como para cambiar el saborlamia alguna de las vergas o los testículos de quienes tenia a mano y eso los incentivabanuevamente, pero entre ellos mismos intentaban contenerse mientras me seguían mirandocómo me la tomaba a toda.
1 comentarios - La fiesta de egresados de Ingeniería (PORINGUERO 500)