You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Historia de un cornudo 2

Un años después de que mi esposa y yo termináramos la universidad, decidimos casarnos, ya que tuvimos trabajos estables. Nos mudamos a una casa de tres habitaciones, una era miá y de mi esposa, uno de invitados y el ultimo lo tome como estudio, ya que empece a escribir y ocupaba ese lugar como biblioteca y oficina. Decidimos comprar y compartir un solo auto, no era muy difícil compartirlo ya que por lo general podía llevar y recoger a mi esposa a su trabajo.
Mi esposa aun continuaba siéndome infiel con quien podía, inclusive el día de nuestra boda, lo cual fue excitante para mi y por lo que tuvimos sexo salvaje en la noche. Eso si, ella siempre se cuidaba de que no la “descubriera”.

Un día, la mandaron por una semana a una oficina que se encontraba un poco mas lejos, por lo que decidimos que ella se llevaría el auto esa semana. Toda la semana estuvo trabajando día y noche, la apoyaba en lo que necesitara, hasta que un día hablo conmigo.

—Amor— me dijo mientras me abrazaba por la espalda.—En el trabajo me dieron dos noticias, la primera es que por todo mi trabajo me dejaran trabajar en casa toda una semana, casi no me dejaran trabajo así que sera como descansar.
—Que bueno, ahora podrás relajarte y yo me llevare el auto toda la semana, ¿Cual es la segunda noticia?
—Bueno, pues va a llegar un nuevo compañero a la oficina, es extranjero, no tiene donde quedarse y me pidieron que se quedara con nosotros, tienes problema?

Lo pensé por un rato, pero al final termine aceptando. El siguiente lunes ese sujeto llego, mi esposa paso por el y después paso a recogerme. Pasamos a cenar y ahí lo pude conocer bien. Se llamaba Frank, era alto de piel oscura y muy delgado, cuando cenamos y mientras platicamos me di cuenta que era gay por la forma en la que hablaba de los hombres. Al terminar nos fuimos, yo conduje el auto, mi esposa iba de copiloto y Frank estaba sentado atrás. En el camino pasamos a un OXO, una tienda de autoservicio, a comprar botanas y algo para tomar. Yo fui el único que se bajo, fui y 5 minutos después regrese al auto. Todo parecía normal, pero el asiento de mi esposa estaba un poco corrido hacia atrás, tenia las manos escondidas y junto a Frank alcance a ver un papel arrugado.

—Tu esposa es muy graciosa, seguro que los tres nos llevaremos bien — me dijo Frank, mi esposa y el se rieron un poco, yo no le encontré mucha gracia pero me rei con ellos.

Llegamos a la casa, mi novia fue directamente a lavarse las manos. Nos quedamos otro rato hablando y después nos fuimos a nuestras habitaciones, mi novia y yo nos duchamos, nos acostamos y nos dormimos. En la madrugada un ruido me despertó, era mi esposa que se metió a la regadera de nuevo. Se me hizo muy sospechoso, pero fingí no despertar. Salio del baño, se acostó y dio un suspiro, en voz baja escuche —No te hubieras bajado del auto—

Ella pensó que estaba durmiendo, pero no. Al día siguiente con mucha duda decidí de averiguar porque me dijo eso. Cuando compramos el auto le colocamos un sistema de seguridad que gravaba video, gravaba por el frente y por atrás, pero lo que mi esposa no sabia era que en el interior también grababa y ademas grababa audio. Busque la grabación de esa noche y vi lo que sucedió.

—Entonces no podemos hacer nada toda la semana— le decia Frank a mi esposa.
—Ya te dije que no, mi esposo podría vernos.
—Pero el se va en el día y podríamos hacer algo
—No, algún vecino podría escuchar y el empezaría a sospechar.
—Que lastima desaprivechar este lindo cuerpesito— Frank comenzó a tocar un pecho a mi novia y fue bajando su mano hasta tocar su entrepierna.

En ese instante mi esposa se resigno, hecho hacia atrás el asiento y se inclino hacia la parte trasera del auto, le bajo los pantalones a Frank y comenzó a masturbar lo —Vijila si viene mi esposo— le decia a Frank, —aprieta mas duro, hazlo mas rápido— le decía a Frank a mi esposa. El le aviso cuando ya estaba pagando, ella se apresuro y logro hacer que Frank se viniera, su mano se mancho de semen, ella rápido le paso un pañuelo de la guantera a Frank, el se limpio, se subió el pantalón y tiro el papel, ella no tuvo tiempo de limpiarse y se escondió las manos.

El día siguiente yo me fui a trabajar como si nada. Salí una hora antes, deje el auto estacionado unas cuadras antes y me fui a mi casa, entre sin hacer ruido, no encontré a nadie abajo, subí las escaleras y escuche unos gemidos, la puerta estaba entre abierta, vi como Frank le estaba dando en 4 a mi esposa, obviamente se me puso muy dura. Me quede unos 20 minutos viendo como lo hacían hasta que Franck se vino, se quito el condón y lo aventó junto al resto, había por lo menos 10 condones, todos llenos de leche. Estaba a punto de irme cuando los escuche hablar.

— Que rico tenerte aquí toda la semana— Le decía mi esposa a Frank mientras los dos estaban acostados.
— Quisiera que también en la noche pudiéramos hacerlo.
— Si pero no se puede, mi esposo podría escucharnos. Me arriesgue demasiado ayer en la noche.
— Yo tengo la solución— Frank saco un frasco del cajón y se lo enseño a mi novia, eran pastillas para dormir — Una de estas en el café y se dormirá toda la noche.
— Vale, me gusta, pero esta noche no, por que mañana tenemos que ir a la oficina. Ahora hay que apurarnos, ya casi debe de llegar mi esposo.

Después de eso, mi esposase se la mamo otro rato hasta que se vino en su boca. Yo me fui súper excitado. Me regrese al auto y me espere para llegar a la casa a la hora que se supone. Esa noche no paso nada, al día siguiente el y mi esposa salieron a la oficina. Yo regrese del trabajo en la tarde, aproveche que no había nadie, saque unas cámaras espiá que había guardado esperando una oportunidad así. Las puse en todas las habitaciones, las vincule con la computadora de mi oficina y con mi celular.

En la noche llegaron los dos. Cenamos, platicamos y a las 9:30 mi esposa me dio un café, que obviamente tenia la pastilla. Les dije que me iría a mi oficina a tomarme lo y ellos se quedaron en la sala. Subí, tire el café en el baño y me senté en mi escritorio. Por la computadora comencé a verlos.

—En 20 minutos estará todo dormido.— Le dijo Frank a mi novia.

Los dos subieron a sus habitaciones, mi esposa se fue a quitar la ropa y a poner una bata nada mas. Frank directamente se desnudo. A los 30 minutos mi esposa sale de su cuarto, se va a mi oficina, yo suspendo la computadora y me hago el dormido. Abrió la puerta y verifico que estuviera dormido.

—Amoor chst chst — Se acerco en silencio y me dio un empujón— Descansa bebe— me dio un beso en la frente y se fue. Eso hizo que se me pusiera dura.

Prendí de nuevo la compu, me baje los pantalones y disfrute del espectáculo. Ella se fue al cuarto de Frank. Abrió la puerta, el ya estaba desnudo y con su pene duro y parado, le media unos 22 cm y al igual que su cuerpo era totalmente oscuro. Mi esposa se quito la bata y le dio un beso, se arrodillo y comenzó a mamar, no se si alguna vez había mamado algo tan largo. Cada intento la metía un poco mas, glup glup glup, se escuchaba cada que se la metía a la boca, ella hacia arcadas. Luego ella se detuvo, se puso en 4 al filo de la cama, el se coloco detrás de ella, la comenzó a meter poco a poco, ella
movía sus nalgas de un lado a otro para que se fuera metiendo. Cuando le entro toda, el la tomo del pelo, la saco dejando solo la punta adentro y tomando impulso se la metió entera PLAF! Se escucho hasta mi oficina mi novia solo grito —Ay!— Frank volvió a hacerlo, cada vez mas rápido y con la misma fuerza PLAF PLAF PLAF, se escuchaba como las nalgas de mi esposa chocaban contra la pelvis de Frank, me gustaba ver el contraste de sus pieles y como es que esa cosa grande y negra penetraba a mi esposa. Mi esposa gritaba, gemía y se sacudía en la cama, no necesitaba micrófono para escucharla, seguro todos los vecinos se enteraron. Ella se vino unas dos veces mientras seguían así, el termino muy violentamente, le dio una nalgada y se la saco, mi esposa se acostó en la cama, el se quito el condón y se coloco otro, el seguía igual de duro que antes. Así comenzó una noche se sexo, se subió encima de ella, ella no era capas de soportar tanta verga así que lo abrazo con las piernas, ella se vino varias veces de nuevo, luego lo monto y con cada salto se le metía entera, el pellizcaba y agarraba sus pechos, ella seguía gimiendo, luego se levantaron y se la cogió en 4 parados frente a la ventana, cualquier vecino pudo haberlos visto. En la misma ventana la cargo, en todas las poses que pudo, así continuaron toda la noche, descansaban en ratos y a veces ella los despertaba con una mamada hasta que se venia en su cara y boca, otras el la comenzaba a follar mientras dormía y justo antes de acabar se quitaba el condón y se venia en sus nalgas y pechos. El suelo estaba repleto de condones usados, ella estaba agotada por los orgasmos y el por correrse tantas veces, terminaron a las 6 de la mañana, se quedaron dormidos, yo me dormir otro rato en mi escritorio. A las 9 me levante, ellos ya se habían parado, yo me metí a bañar y baje para irme a trabajar.

— Buenos días amor, ayer te dormiste en tu escritorio, perdón pero no quise despertarte— Me dijo mi esposa
—Si jeje, me dormí muy profundo, aunque soñé que una mujer gritaba porque un toro la perseguía , ¿que van a hacer hoy? — le dije fingiendo haber dormido muy bien, ellos se miraron y sonrieron
— Llevare a Frank a conocer la zona y buscar un depa, ademas pasaremos por comida
—Si — dijo Frank — quiero comprar fruta, tengo ganas de un jugo de piña. —mi esposa lo miro con ojos de complicidad.
—Bueno, ¿quieren que les deje el auto ?

Ellos me dijeron que si y me fui a trabajar. A la hora de la comida me fui al baño y revise las grabaciones de las cámaras. Cuando me fui, regresaron a limpiar el cuarto de Frank, se arreglaron y justo antes de irse mi novia le dio una mamada Frank, le comió las bolas, le lamió el tronco, jugo su cabeza con la lengua e incluso hacia contracciones con la garganta cuando se la metía entera.

—Oh! Si! Que rico, mujer tu sabes mover esa boca, ¿No te sientes mal por tu novio?— le decía Frank a mi esposa mientras todo su semen le escurría por la verga y ella se lo limpiaba a lamidas

—Un poco —le contesto mi esposa— Lo engaño desde que somos novios, me da mucho morbo, pero trato que no se entere para no lastimar lo, lo sigo amando.

Después de eso se fueron en carro,los vigile con la cámara del carro, efectivamente pasearon por toda la ciudad, compraron alimentos y por ultimo pasaron a un sexshop, regresaron con juguetes, lubricante y varias cajas de condones para toda la semana. Se calentaron tanto que decidieron coger en el auto en un callejón oscuro.

Regresaron a la casa, Frank subió todas las cosas a su cuarto. Yo regrese al trabajo y en la tarde me fui a la casa. Cuando llegue todo se veía normal. Cenamos tranquilamente aunque estaba ansioso de irme a “dormir”.

—¿Quieres un baso de jugo de piña?—me ofreció Frank, era una burla hacia mi.

Yo acepte pero parecía que el estuvo bebiendo eso todo el día. En la noche mi esposa me ofreció el café y me fui a mi oficina de nuevo. Tire el café, me aliste y al igual que la noche pasada cuando vieron que estaba dormido comenzaron a coger. Esta vez animaron a usar toda la casa, lo hicieron en la sala, en el comedor, en ambas habitaciones he incluso en la puerta afuera de mi oficina. La cogió por todos sus agujeros, se vinieron múltiples veces, se durmieron en toda la casa y se despertaba con mas sexo, usaron los juguetes para hacerle doble penetración a mi esposa y para que Frank durara mas tiempo de lo que ya duraba, sus cuerpos estaba llenos de lubricante y sacaban condón tras condón de la caja y en cada oportunidad Frank se venia en el cuerpo de mi esposa, en un punto estaba toda cubierta de semen. Al final no aguante, me vine una ultima vez y me dormí mientras escuchaba los gritos de mi esposa. Cuando me levante todo estaba limpio, de seguro ni durmieron. Los dos estaban desayunando en la cocina, en la barra había una gota de semen, fingí no verla, pero vi como mi esposa la limpio con su dedo y se lo lamia.

Toda la semana paso lo mismo, yo me iba a dormir y ellos cogían y cogían, en todos poses, lugares y juguetes. Yo estaba seco, ya no me salia nada, simplemente tenia orgasmos, de seguro el jugo de piña de Frank hacia que viniera mas. El jueves en un descanso Frank le dijo a mi novia

—Ya que mañan me voy, que te parece si hacemos algo especia— comenzó Frank
—¿como que?
—Hay que coger en las narices de tu novio
—Como crees y si se despierta?
—No lo hará, si no lo hizo cuando estábamos en su puerta menos, menos en su cara.

Mi novia acepto, afinaron planes y continuaron. Yo quería ser parte de eso, así que se me ocurrió un plan. En la noche cuando me subi con mi café a mi oficina, tire el café por la ventana, vi por las camaras a mi esposa y a Frank alistarse. Mi esposa se puso una lenceria negra, con ligueros, un clazon que era tan delgado que casi era tanga y unas medias negras que le llegaban hasta los muslos. Cuando vi que venian hacia mi oficina, puse porno en la computadora, me vaje los pantalones y me puse en posicion como si me estuviera masturbando, ya estaba algo exitado por lo que ya la tenia algo dura.
Entraron y cuando me vieron en esa pose se rieron —que pajero es tu marido— decia Frank. Giraron mi silla hacia ellos y me colocaron unos lentes swingers, me imagino que para burlarse. Eso fue bueno, porque eran opacos y podia abrir los ojos sin que me vieran. Mi esposa se recargo con las manos en los reposabrazos de mi silla, se inclino, Frank se puso atrás de ellas y solo vi como mi novia recibio un empujon y grito —Ah!— se esperaron unos segundos para ver si despertaba, yo no me movi, lo volvieron a hacer cada vez con mas confianza, hasta que agarraron ritmo, a esa distancia no solo escuchaba el palf plaf de sus nalgas o sus gemido, tambien podia escuchar su respiracion y ver como su cara se lleba de placer. Ella en un momento tomo mi pene y lo comenzo a masturbar, no me movi, segui y comenzo a mamarmelo. Mientras Frank le daba por la vagina, ella me mamaba, se me puso dura luego luego —Eres muy puta— decia Frank —Si si muy puta— le contestaba mi esposa —¿Te gusta coger enfrente de tu espsos, hacerlo un cornudo?— Frank la enbestia muy duro— Si papi, si, mi esposo es un cornudo, dame mas verga— le decia mi esposa entre gemidos. Ellos seguieron, mi esposa seguia mamando mientras miraba mi rostro, mi silla se agitaba por las enbestidas de Frank. 30 minutos despues ella y yo nos venimos. Yo solte un suspiro cuando me vine, mi esposa se espanto pensó que me desperte. Me quitaron el antifaz pero cerre los ojos, Frank golpeo la mesa muy fuerte, le saco un susto a mi esposa pero yo logre no moverme.

—Esas pastillas son buenas— dijo mi esposa.

Me pusieron el antifaz de nuevo. Los vi coger toda la noche, en mi escritorio, en mi librero, incluso mi esposa se la mamo mientras se sentaba en mis piernas. Se salieron al resto de habitaciones, cogian como animales, las medias de mi esposa estaba rotas, en un momento se salieron al patio de atas y ahi cogieron 1 hora, mi esposa se éxito tanto que se venia con cada penetracion, ambos se dispusieron a terminarse la caja de condones y asi fue. Terminaron con el ultimo en mi cama, frank se quito el condon y se vino en la garganta de mi esposa. Mi esposa regreso, toda manchada se semen, me acomodo, me quito el antifaz y se fue.

Al dia siguiente fingi pararme mas tarde, desayunamos y frank se despidio


—Gracias por dejar me quedar— me decia
—Aqui estamos cuando necesites— le conteste
—No re preocupes de tu esposa yo la cuido en el trabajo— Seguro se la cogeria

Frank se fue y de vez en cuando regresaba, nunca quite las camaras, por lo que logre ver que mi novia se la mamaba cuando no veia y el la manoseaba toda.

0 comentarios - Historia de un cornudo 2